San Pedro Sula. 21 de marzo 2017. José Isabel Morales, el
campesino conocido como “Chabelo”, presentó una
demanda contra el Estado de Honduras porque fue víctima
de privación injusta de su libertad, tras haber permanecido
siete años en una cárcel y haberse sometido a tres juicios,
donde siempre sostuvo su inocencia. “No soy asesino, soy un
campesino, labrador de la tierra”, repetía
permanentemente.
A Chabelo Morales, miembro del Movimiento Campesino del
Aguán MCA, el Ministerio Público lo acusó de ser el supuesto
responsable de diez asesinatos, un homicidio, una tentativa
de asesinato, incendio agravado y robo agravado, en los
hechos ocurridos en un enfrentamiento entre campesinos y
guardias privados de seguridad del alto jefe policial Henry
Osorto Canales, en una propiedad del terrateniente, ubicada
en Silín, Colón.
Tras su captura en octubre de 2008, Morales fue llevado en
helicóptero hacia la Granja Penal de La Ceiba, desde donde
enfrentó los tres juicios hasta que un tribunal independiente
lo declaró inocente en octubre 2015.
El caso de Chabelo, es uno entre los más de 5 mil de
campesinos y campesinas que se ventilan en el sistema de
justicia nacional, pero que duermen el sueño de los justos
porque no han contado con una estrategia legal y un
acompañamiento social permanente, como ocurrió con José
Isabel Morales.
Mientras Chabelo Morales estaba privado de libertad, sufrió
un accidente laboral cuando limpiaba la yarda cumpliendo
una tarea asignada, esto le provocó la pérdida de la visión en
su ojo derecho y una limitación del habla.
Ya en libertad, Chabelo Morales decide presentar una
demanda contra el Estado de Honduras, porque perdió siete
años de su vida pagando una condena por un delito que no
cometió y porque se le violentaron sus derechos.
Para el equipo jurídico del ERIC y la Clínica de Derechos
Humanos de la Universidad de Los Ángeles, California, este
caso es emblemático, porque evidencia la debilidad del
sistema de justicia que solo muerde a los descalzos, por esa
razón asumen el litigio internacional.
Con la demanda presentada ante la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, CIDH, Chabelo Morales y los
litigantes esperan que el Estado se comprometa ante la
comunidad internacional a corregir las fallas en el sistema
judicial para que éste hecho nunca se vuelva a repetir
demostrando así una decisión firme de lucha contra la
impunidad.
Primer juicio. Omar Menjívar, miembro del equipo de
abogados de la defensa de Chabelo, sostuvo que desde el
primer juicio “no hubo pruebas contundentes en contra del
campesino”, y a pesar de desestimar 10 delitos, finalmente
en el año 2012, un Tribunal de Sentencia de Trujillo, condenó
a Chabelo Morales a 20 años de prisión, por el asesinato de
Carlos Manrique Osorto, sobrino del alto jefe policial.
La decisión fue apelada en un recurso de casación. Casi un
año después la Corte Suprema de Justicia, confirmó que al
campesino se le había violentado su derecho a la presunción
de inocencia, por lo que anuló la sentencia condenatoria y
mandó a repetir el juicio.
Segundo juicio. Del 27 de enero al 7 de febrero de 2014 se
repitió el juicio ante un Tribunal de Sentencia de Trujillo, que
en todo momento fue hostil con la defensa de Chabelo, y en
muchos momentos “violentó el principio de contradicción y
el derecho a la defensa del campesino”, recordó Menjívar.
Al término del segundo juicio, Chabelo fue condenado a 17
años y 6 meses de prisión. Nuevamente la defensa técnica
del campesino, presentó un recurso de casación ante la Corte
Suprema de Justicia, con la esperanza que se enmendaran
los errores cometidos por el Tribunal y se dejara en libertad
al campesino. La decisión fue repetirlo.
Tercer juicio. Del 28 de septiembre al 21 de octubre de 2015,
con un nuevo Tribunal de Sentencia, Chabelo fue escuchado
en libertad y las pruebas que demostraban su inocencia,
fueron tomadas en cuenta.
A las 2:30 de la tarde del miércoles 21 de octubre la terna de
jueces compuesta por el abogado Felipe Speer, presidente
del Tribunal, la abogada Waldina Padilla, y el abogado Carlos
Sabillón emitieron el fallo en el que declaraban sentencia
absolutoria para el luchador agrario. Finalmente Chabelo
Morales, estaba libre.