“Estamos hablando de un paso importante en el proceso de organización de nuestras mujeres y para eso, necesitamos construir un debate feminista que dialogue con la realidad campesina y que traiga en su base la lucha de clase, la resistencia y organización”.
Inspiradas e inspirados en el legado histórico de diversas mujeres que construyeron la lucha por la defensa de una sociedad más justa e igualitaria, las actividades de este viernes (29) en el Seminario de Procesos de Formación en Agroecología de La Vía Campesina fueron marcadas por el plantío simbólico de semillas que representaban la resistencia y el fortalecimiento del feminismo, en cuanto, a bandera estratégica para la construcción de la agroecología y del socialismo.
Francisca Rodríguez, de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Anamuri) de Chile, cree que la construcción de este espacio durante el Seminario, en la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF), en Guarema (SP), valoriza el trabajo, la participación y el protagonismo de las mujeres en los enfrentamientos y en las elaboraciones políticas. Para ella, de esta forma “caminaremos juntos en la construcción de una sociedad justa”.
En el Seminario, el debate del Feminismo Campesino y Popular, que es una construcción colectiva de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo y La Vía Campesina Internacional, ha sido un punto fuerte de discusión en las formulaciones de este espacio, que desde el primer día de actividades, presenta la importancia de la participación “del todo” de las organizaciones en las luchas y toma de decisiones.
Rodríguez también explica que el feminismo no es perverso, ni malo, por el contrario, “estamos hablando de un paso importante en el proceso de organización de nuestras mujeres y para eso, necesitamos construir un debate feminista que dialogue con la realidad campesina y que traiga en su base la lucha de clase, la resistencia y organización”.
“Nosotras mujeres tenemos la capacidad de pensar, analizar y dar una respuesta política. El Feminismo Campesino y Popular es una propuesta que fortalece nuestros movimientos y, al mismo tiempo, es un espacio de identidad y afirmación de la revolución”.
Para provocar un poco más el debate, dos preguntas fueron hechas: ¿Qué se entiende por mujer?, ¿Cuál es el papel de la mujeres en las organizaciones?”.
La joven Edcleide Rocha, del Movimiento de Mujeres Campesinas (MMC) de Brasil, comprende que mujer es lucha y su papel esta en la construcción de un mundo diferente. “Tenemos la misión de entender el feminismo como una base organizativa para el diálogo de saberes y como una plataforma para la realización de encuentros de cultura, así como hemos discutido sobre los pilares que componen la agroecología”, resalta.
“No hay agroecología si no pautamos junto con nuestras organizaciones la lucha feminista, o sea, la agroecología necesita emancipar a las mujeres y a toda la clase”, explica.
Al contextualizar ese proceso de lucha, Itelvina Masiolli, del Colectivo de Formación de La Vía Campesina, dice que el debate acerca del protagonismo de las mujeres en La Vía Campesina es histórico. “Hoy, a más de 20 años de la construcción de este movimiento internacional, hay un grano de madurez que unifica el papel de los pueblos del campo en la medida que estamos debatiendo el papel de la agroecología como una salida frente a la explotación del capital”.
“No es posible construir la lucha sin asumir la perspectiva del movimiento feminista, de construcción de nuevos valores, nuevos seres humanos y el debate de la agroecología, de defensa de la tierra, del territorio. Estas cuestiones están vinculadas. En nuestra perspectiva de movimiento ese debate es conjunto”, afirma.
Ella considera, que la lucha contra el capital se construye desde los territorios con el protagonismo político de las mujeres, de los hombres y de los jóvenes, al entender que son esos seres humanos los que van a cambiar la comunidad y materializar el ejercicio del poder popular en los territorios. “O sea, no se puede pensar en la agroecología, la soberanía alimentaria, si no enfrentamos el problema de violencia patriarcal, la violencia doméstica, violencia doméstica, violencia del estado, que mata mujeres, jóvenes, negros y homosexuales. Nosotros hoy tenemos que entender que el debate del proyecto político necesita abarcar todas las dimensiones de la vida”, concluye Masiolli.
Con varios debates previstos en la programación, el Seminario sigue hasta este Sábado (30) con el rescate de la memoria de Roseli Nunes, Maria Cano, Berta Cárceres, india Juliana y muchas otras mujeres feministas y revolucionaras.
Por Wesley Lima
De la Página del MST
Traducción: Viviana Rojas


Los Pãi Tavytera del Pueblo Guaraní fueron los primeros en usar la stevia como edulcorante y como medicina para diversas afecciones. También se usaba por vía oral en infusiones para tratar la diabetes, dolores estomacales y como contraceptivo. Es considerada una planta sagrada y hasta hoy día se usa en rituales.
Contrario a la cultura Pãi, que cuidan la planta de stevia nativa sin fines comerciales, en las comunidades campesinas se empieza a mirar esta hierba como rubro de venta desde hace unos años, atendiendo la importante demanda de consumo a nivel mundial.
El Ing. Agr. Miguel Lovera, integrante del Centro de Estudios e Investigaciones de Derecho Rural y Reforma Agraria (Ceidra) explicó en el foro que la popularidad de esta planta empezó hace 20 años en el mundo, como una alternativa al azúcar, teniendo en cuenta todas las consecuencias adversas que ésta tiene para la salud humana. “Se crea un clima político, económico y social para que se ponga de moda la stevia porque es más dulce que el azúcar”, dijo.
La intervención de los expositores internacionales concluyó con el conocimiento de que los productos que venden las grandes corporaciones alimenticias es una “stevia sin stevia”, o sea, un edulcorante que se dice a base de esta planta pero que está elaborado artificialmente mediante la biología sintética, una forma de ingeniería genética que utiliza organismos que no se podrían producir de forma natural.


Con la participación de 21 países y 100 militantes de movimientos y organizaciones populares que construyen La Vía Campesina en las américas, inició la mañana de este miércoles (27), en la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF), en Guararema (SP), el Seminario Continental de los Procesos de Formación en Agroecología.
Para Marina dos Santos, del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), las actividades pretenden proyectar e inspirar a las trabajadoras y trabajadores a que sigan en la lucha, enfrentando y resistiendo la ofensiva del capital. “Queremos que este espacio inspire nuestras acciones para enfrentar a los enemigos y que podamos construir una sociedad justa e igualitaria para todas y todos en el mundo”.
Montón mencionó también que la crisis financiera del 2008 se ha ampliado para otras diversas crisis, como la energética, climática, del sistema político y alimentario. En este último, señaló que 3 millones hoy sufren con problemas alimentarios de manera directa en el conteniente, con la desnutrición.
Tanto Kelli como Diego, en su lectura sobre el modelo de producción del capitalismo en el campo, señalaron diversos desafíos. Entre ellos, podemos destacar el fortalecimiento de las luchas feministas, el debate de la democratización de la comunicación, el enfrentamiento a las transnacionales y la unidad en el campo de la lucha. Además de eso, fue indicado la disputa electoral como un espacio importante de articulación y proyección de las pautas populares, así como, la profundización de los procesos de formación política y el trabajo realizado en las bases de las organizaciones.
Assim como a Noruega, o Brasil deveria adotar a estratégia de industrialização nacional e utilizar o lucro do petróleo para em pouco tempo resolver os grandes problemas sociais do país. Imaginemos o que poderia ser feito para a educação e saúde, sabendo que nosso país possui reservas de 200 bilhões de barris de petróleo, dez vezes maior que a Noruega possuía a 20 anos, quando decidiu usar o petróleo a serviço de sua nação.