Caravanas de la Vía Campesina articulan la lucha y multiplican la resistencia hacia Cancún

_DSC0285A inicios de la mañana de hoy arrancó la Tercera Caravana de Resistencia y Denuncia de la Vía Campesina rumbo a Cancún, su objetivo es posicionar las propuestas campesinas y poner en la mesa de discusión la importancia de defender la Madre Tierra de las barbaridades que intentan cometer grandes grupos empresariales y gobiernos en la COP 16. La Caravana conformada por una delegación internacional de doce personas de países como Holanda, Reino Unido, Ecuador, Italia y Estados Unidos estuvo acompañada por campesinas y campesinos de la región sur de México, quienes se concentraron en el centro de Acapulco para dar inicio a este recorrido. En el acto de apertura participaron voceros de las distintas organizaciones aliadas a la Vía Campesina entre ellas la Asamblea de Afectados Ambientales, el Movimiento de Liberación Nacional y la Central de Trabajadores por la Educación de Guerrero.



Esta caravana que salió desde Acapulco tendrá como primer rumbo la ciudad de México y después Cancún, a lo largo del trayecto visitará distintos lugares de lucha social y ambiental de México. El primer punto de visita fue Puerto Marques en el Municipio de Acapulco donde 350 familias de la Colonia Ampliación Puerto Marques, parte alta y parte baja, fueron desalojadas violentamente por más de mil 500 policías estatales, quienes sin orden judicial se presentaron reforzados por bomberos y ambulancias, en una acción bien planeada y sorpresiva, denunció Daniel Morales Serrano, Presidente del Comité de Desarrollo de la colonia. Esta acción ilegal busca impulsar el Desarrollo de Punta Diamante una zona residencial y de opulencia de la Costa de Acapulco. En esta primera parada la Caravana fue recibida por la comunidad quienes con consigas y letreros relataron la represión que vivieron el 10 de noviembre pasado.

A horas de la tarde, luego de un trayecto de casi dos horas de camino, como parte del recorrido la Caravana de resistencia y denuncia de la Vía Campesina visitó a los afectados de la represa La Parota. Felipe Flores, vocero de las Comunidades Opositoras a la Represa La Parota de Guerrero señaló que el gobierno les quiere imponer un proyecto hidroeléctrico sin antes haber consultado a las campesinas y los campesinos que históricamente han vivido en esa región. Con el argumento de que esto aportará al “desarrollo se ha impuesto a las distintas comunidades quienes vienen resistiendo por más de 7 años. El Megaproyecto hidroeléctrico La Parota afectaría a más de 25 000 personas de cinco municipios del Estado de Guerrero inundando 17 000 000 hectáreas de tierras con el represamiento del Rio Papagayo.

Finalmente, el recorrido del primer día culminó en Zócalo de Chilpancingo donde la delegación internacional expresó su solidaridad con la lucha del pueblo mexicano. Se espera que esta carava junto con dos más que salieron de El Salto Jalisco y de San Luis Potosí confluyan en la ciudad de México junto con la resistencia campesina y urbana mexicana en su ruta de protestas globales contra la COP 16 hacia Cancún.

 

 

 

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Declaración de la CLOC-Vía Campesina frente la Cumbre Climática de Cancún

Como Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC/ Vía Campesina hacemos un llamado para que tanto mujeres, hombres, jóvenes, niños y adultos mayores en todo el mundo se unan a la gran movilización mundial llamada “Miles de Cancún por la Justicia Climática “que es una clara muestra no solo de que los pueblos y los movimientos sociales estamos comprometidos con el debate, construcción y posicionamiento de la discusión en torno al Cambio Climático, sino además que denunciamos y nos resistimos frente al modelo de desarrollo que ha profundizado esta crisis climática.



En este sentido, afirmamos que el Acuerdo de los Pueblos alcanzado en la Cumbre por el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra realizada en Cochabamba, Bolivia, es una de las propuestas más interesantes por lo que exigimos necesario profundizarla y debatirla al interior de la COP 16 bajo la misma lógica en la que fue construida, esto es, en el marco de los debates y propuestas de los propios pueblos, movimientos y organizaciones sociales. Como CLOC/Vía Campesina creemos que el modelo capitalista basado en la sobreexplotación de los recursos naturales, con la idea del progreso ilimitado, es el principal responsable del desastre ambiental que ahora vivimos.

Las secuelas de la crisis climática que afecta a toda la humanidad es el resultado de la aplicación de este modelo perverso que prioriza políticas de mercado a costa de la propia vida. Para las campesinas y los campesinos del mundo el cambio climático tiene un impacto directo tanto para las zonas rurales y urbanas, pues las inundaciones, sequías, la alteración de los ciclos naturales de la lluvia y el surgimiento de nuevas pestes están acabando con la pequeña agricultura y ganadería que contribuyen de manera decisiva a la alimentación mayoritariamente de la humanidad y el hambre sigue siendo el gran desafío para el mundo.

Frente a esta situación como CLOC/Vía Campesina, movimiento histórico de articulación de luchas a nivel continental:

1. Aportamos nuestras energías como La Vía Campesina Internacional teniendo como bandera de lucha y resistencia nuestra consigna “La agricultura campesina enfría el planeta”, creemos que esta es una manera de respaldar una lucha por la desprivatización de la vida como alternativa viable, existente, realmente posible.

2. Declaramos el fracaso de la Cumbre Climática de Cancún al querer imponer un “acuerdo” ilegítimo, puesto que las mesas de negociación previa están siendo gestionadas por un puñado de países al margen del proceso genuino de negociaciones multilaterales. Consideramos que está recurriendo al chantaje para tratar que tal imposición prospere.

3. Apoyamos las movilizaciones, foros, debates, reuniones y actividades que se realizarán por parte de las redes y organizaciones sociales a nivel mundial este próximo 7 de diciembre como una forma de resistencia a las resoluciones de la COP 16 en Cancún.

4. Rechazamos las estrategias de lucro, cabildeo y mercantilización que están realizando las empresas transnacionales, los bancos e intereses financieros, los gobiernos de los países industrializados y sus instituciones internacionales para seguir eludiendo sus responsabilidades históricas.

5. Desenmascaramos las falsas soluciones del “capitalismo verde” con propuestas como la de MONSANTO frente la crisis climática. Existen pruebas concretas de los impactos negativos a nivel mundial de los mercados de carbono, los transgénicos, agrocombustibles, geoingeniería, represas, minería, la energía nuclear, la captura y almacenamiento de carbono, los “Mecanismos de Desarrollo Limpio” y los actuales proyectos REDD que se están impulsando sin atender las reales necesidades de los pueblos, estas opciones tienen como fin generar ganancias extraordinarias a estas grandes corporaciones.

6. Rechazamos cualquier participación del Banco Mundial en la gestación de los fondos y políticas relacionadas al cambio climático.

7. Impulsamos la urgencia de un proceso de preparación y discusión para la realización de una Consulta Global sobre las políticas frente al cambio climático. Es necesario hacer justicia, liberar a quienes luchan por la tierra y procesar a aquellos que la contaminan y destruyen.

8. Siendo México sede de la Cumbre Climática nos vemos en la responsabilidad de denunciar la catástrofe ambiental que supone para las pescadoras y los pescadores, en general para la humanidad la tragedia del derrame en el Golfo de México ocasionado por la British Petroleum Company – BP. Lo consideramos un crimen a la humanidad y una muestra del desprecio de las corporaciones por la vida y la hipocresía de los gobiernos

9. Finalmente, señalamos la necesidad de abolir la criminalización de las luchas de las y los que defienden la vida. En este contexto, exigimos urgencia de la Declaratoria de los Derechos de las Campesinas y los Campesinos.

¡Campesinas y campesinos enfriamos el planeta! ¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!

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Argentina: Represión y asesinato en Formosa: Ni derechos de pueblos originarios, ni derechos Humanos

¿Es que la propiedad privada esta por encima de la vida?

Es momento de decir basta, es momento de detener de una vez y para siempre la perversa impunidad de los terratenientes y sus cómplices en los gobiernos y en la justicia. Dos vidas, un hermano originario y un policía, y varios heridos, son demasiada sangre para saciar la avaricia, la corrupción, el egoísmo que se traducen en el agronegocio, en la concentración de tierras, en la destrucción de los bienes naturales, en el hambre, en la desocupación y la inseguridad.

El año pasado asesinaron a Javier Chocovar, en Tucuman, pero parece que esto no fue suficiente, ¿que es lo que debe suceder entonces? ¿Hacia donde vamos? En nuestro país la Constitución y varias leyes son muy claras en materia de los derechos de los pueblos originarios, como así también en el sistema jurídico internacional.

Los territorios en manos campesinas, indígenas producen alimentos sanos para el mercado interno, trabajo digno, en ellos el monte, el agua y la tierra son cuidados y respetados. Pero cuando esos territorios pasan a manos “privadas”, el agronegocio o la minería los destruyen, saqueando y contaminando toda nuestra producción, desabasteciendo nuestros mercados, generando desempleo, hambre, todo conduce a la inseguridad.

¿Seguridad jurídica de las empresas y de los terratenientes o seguridad social de todos y todas?, ¿Alimentos sanos para todos y todas o Comodities para exportar?, ¿Agricultura campesina indígena o agronegocio?. Estas contradicciones se resuelven con justicia social y respeto por los derechos humanos, con el fin de la impunidad policial, de la mala política, con el respeto a la constitución y con la distribución de la tierra.

La violación sistemática de los derechos de comunidades campesinas y pueblos originarios fue motivo de una Intervención Federal en la Provincia de Santiago del Estero en abril de 2004. Trajo consigo una matriz diferente de relaciones entre estado y sociedad civil organizada. Quizás el remedio Federal en la provincia de Formosa podría ser la fórmula que construya otro horizonte posible de justicia y dignidad.

Desde Movimiento Nacional Campesino Indígena nos solidarizamos con los hermanos de la comunidad Qom, con los compañeros, compañeras y familiares de los muertos y de los heridos.

Exigimos también la inmediata investigación y el castigo de todos los responsables físicos e ideológicos de los crímenes

Repudiamos las declaraciones del gobierno y la justicia de Formosa con argumentos falsos y vergonzosos ante los crímenes

Exigimos al poder judicial, se ponga a tono con la legislación vigente y el respeto de los Derechos Humanos.

Solicitamos al Gobierno Nacional tome las medidas necesarias para que la investigación se lleve a cabo y para que todos los responsables sean juzgados, mas allá de su rol institucional o político.

Exigimos que se cumpla con la constitución nacional y se avance con legislación que proteja a las comunidades campesinas e indígenas, contemplando la propiedad comunitaria de la tierra en sus diferentes expresiones.

Somos Tierra para Alimentar a los pueblos!

Movimiento Nacional Campesino Indígena CLOC Vía Campesina

2010 año del I Congreso Nacional del MNCI y del V Congreso Latinoamericano de la CLOC

 

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Los pequeños agricultores y la agricultura de pequeña escala estan enfriando el planeta

cover-paper5Titulo: Los pequeños agricultores y la agricultura de pequeña escala estan enfriando el planeta

Año: 2009

Resumen: La producción y uso de los alimentos por las multinacionales contribuyen al calentamiento climático y la destrucción de las comunidades rurales. El transporte de alimentos de un continente a otro, el monocultivo intensivo, la destrucción de tierras y bosques, y el uso de insumos químicos en la agricultura, una actividad que requiere el uso de más energía, contribuyen al cambio climático. Debido a las políticas neoliberales impuestas por la Organización Mundial del Comercio, los acuerdos regionales y bilaterales de libre comercio por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el alimento es producido con el uso de pesticidas y fertilizantes, cuya producción consume el petróleo.

Debido a estas políticas, los alimentos son transportados alrededor de la tierra para ser procesados y consumidos. La Vía Campesina, como movimiento con millones de pequeños agricultores y productores de todo el mundo, afirma que es hora de cambiar radicalmente nuestra forma de producir, procesar, vender y consumir los alimentos y la agricultura.

Idioma: Español (Disponible en inglés et francés)

Edición: Vía Campesina

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Cancún Precisa Tomar Conclusiones Finales Grupo de Trabajo 17: Agricultura y Soberanía Alimentaria

Agricultura y soberania alimentaria, Grupos de Trabajo

Los movimientos sociales y organizaciones populares reunidos en la CMPCC constatamos que a pesar de nuestras numerosas movilizaciones y constantes denuncias, los gobiernos capitalistas, los organismos internacionales y las entidades financieras continúan en la senda de agravar la destrucción del planeta. El cambio climático es una de las más serias amenazas a la Soberanía Alimentaria de todos los pueblos del mundo. Una vez más constatamos que:

1. El agronegocio a través de su modelo social, económico y cultural de producción capitalista globalizada y su lógica de producción de alimentos para el mercado y no para cumplir con el derecho a la alimentación adecuada, es una de las causas principales del cambio climático. El cambio de uso de suelo (la deforestación y la expansión de la frontera agrícola), los monocultivos, la producción, comercialización y utilización de insumos agrotóxicos y agroquímicos, el procesamiento industrial de alimentos y toda su logística para transportarlos miles de kilómetros hasta llegar al consumidor, la producción de GEI en los megadepósitos de basura y estiércol de la ganadería industrial intensiva; son causantes principales de la crisis climática y del crecimiento del número de personas hambrientas y desnutridos en el mundo.

 

2. Que la depredación y destrucción de los acuíferos, las fuentes y los cuerpos de agua y de los ecosistemas y ciclos ecológicos que le dan vida están indisolublemente ligados a los procesos de privatización que se impulsan desde los gobiernos capitalistas y los organismos internacionales. Al mismo tiempo que vemos cómo el cambio climático destruye glaciares y otras fuente de agua, constatamos que el derecho humano fundamental de acceso al agua para el consumo de los seres vivos y la producción de alimentos se restringe día a día producto del avance de la agropecuaria industrial, la minería, la extracción de hidrocarburos, el procesamiento industrial de alimentos, las plantaciones forestales, la plantación y producción de agrocombustibles, la acuicultura industrial y los megaproyectos hidroeléctricos.

3. Que el despliegue territorial de megaproyectos de infraestructura al servicio del capital altera los procesos naturales, sociales y culturales, imposibilitando formas de convivencia armoniosa con la Madre Tierra, destruyendo medios de vida, expulsando a las comunidades campesinas, indígenas/originarias y pescadoras de sus territorios y facilitando la expansión del modelo extractivo y agroexportador.

4. Que el cambio climático provoca la migración forzada en las áreas rurales, es una amenaza para los pueblos indígenas/originarios, comunidades campesinas y de pescadores, quienes son los más damnificados al ser destruidos sus medio de vida, su sabiduría agrícola ancestral y local y, por ende, su identidad.

que los agrocombustibles no representan una alternativa porque anteponen la producción agrícola para el transporte frente a la producción de alimentos para los seres humanos. Los agrocombustibles amplían la frontera agrícola destruyendo los bosques y la biodiversidad, generan monocultivos, promueven la concentración de la tierra, deterioran los suelos, agotan las fuentes de agua, contribuyen al alza del precio de los alimentos y consumen más energía de la que generan.

que los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) tampoco son una solución al Cambio Climático y son exclusivamente un instrumento de las corporaciones para controlar las semillas y la alimentación a nivel global. Significan un serio atentado contra el conocimiento local, la salud de las personas, el ambiente, la autonomía local e impiden el efectivo cumplimiento del Derecho a la Alimentación Adecuada.

que continúan desarrollándose tecnologías al servicio de los intereses de los grandes capitales y presentándolas como soluciones a las diferentes crisis que hoy enfrentan la Madre Tierra y la Humanidad. Sabemos que todas ellas son falsas soluciones, son utilizadas como herramientas de acumulación y grandes negocios para las transnacionales, que sólo agravarán la dependencia, la concentración y la destrucción. Se destacan entre otras la geoingeniería, la nanotecnología, las tecnologías Terminator y similares, la biología sintética y el biochar.

que el avance del libre comercio a través de los acuerdos de asociación económica, de los tratados de libre comercio y de protección de inversiones, entre otros, son un ataque directo a la soberanía de los países y los pueblos, a la autonomía de los Estados y a la capacidad de acción multilateral de los organismos internacionales. A medida que avanza su implementación, se incrementan los impactos destructivos en las economías locales, en la Soberanía Alimentaria, el ambiente, los derechos sociales y culturales y nutrición de los pueblos y los derechos de la Madre Tierra.

que la actual agudización del acaparamiento de tierras y los océanos por parte de grupos económicos, empresas transnacionales y capitales especulativos tanto estatales como privados es una de las agresiones más graves e inminentes que enfrentan los pueblos y su soberanía alimentaria, social y política. La extrema concentración y extranjerización de la tierra, agravadas por las actuales normas de libre comercio, atentan contra la biodiversidad vegetal y animal, contra las reformas agrarias, el derecho a la alimentación adecuada y los procesos de reconstitución de los territorios indígenas y campesinos por lo que los movimientos sociales han luchado sin descanso.

10. que las diversas formas de los Derechos de Propiedad Intelectual son un instrumento de privatización que destruye los sistemas de conocimiento originarios locales, tradicionales y científicos restringiendo el uso y conservación de la biodiversidad agrícola e ilegalizando prácticas culturales y agrícolas locales, comunitarias y ancestrales.

Frente a esta realidad que sufren los pueblos en todo el mundo, los movimientos sociales y las organizaciones populares reunidas en esta CMPCC nos comprometemos a seguir luchando por un conjunto de soluciones y movilizarnos hasta lograr que los gobiernos cumplan con su deber de llevarlas adelante. Pondremos al centro de nuestros esfuerzos la construcción de Soberanía Alimentaria, defendiendo y apoyando a la agricultura campesina e indígena como generadoras de alimentos, dignidad e identidad y como una alternativa real y concreta para enfriar al planeta y colocando la equidad de género como eje de nuestro accionar. Las soluciones que vemos como prioritarias son:

11. Valorizar y recuperar las agroculturas y formas de vida locales, campesinas e indígenas/originarias y los sistemas de conocimiento ancestrales de producción y recolección de alimentos, los sistemas locales y tradicionales de salud; que han sido deteriorados y subvalorados por la lógica agroindustrial orientada a la sobreproducción, la exportación y la generación de ganancia, remarcando que la Soberanía Alimentaria es el camino para responder y solucionar el cambio climático.

12. Promover y asegurar el financiamiento de políticas y mecanismos de control social participativo y público sobre los sistemas de producción agropecuaria para evitar el daño a la Madre Tierra. Estas deben incluir la investigación, extensión e inversión pública para eliminar el uso de insumos agrícolas basados en petroquímicos, mejorar el contenido orgánico del suelo, reducir las pérdidas pos-cosechas, fortalecer mercados locales, promover la agricultura urbana, proteger las fuentes y cuerpos de agua y apoyar la agricultura familiar campesino indígena/originaria y la Soberanía Alimentaria.

13. Defender, revalorizar y difundir el modelo sustentable de producción agrícola campesino e indígena/originario, y otros modelos y prácticas ancestrales ecológicas que contribuyan a solucionar el problema del cambio climático y aseguren la Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos, garantizando, a través de una producción local, autónoma (participativa, comunitaria y compartida) y culturalmente apropiada, en armonía y complementación con la Madre Tierra, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y nutritivos, profundizando la producción de cada nación y pueblo. Al mismo tiempo rechazamos la uniformización alimentaria a nivel global y sus impactos nutricionales, ambientales, sociales, culturales y sanitarios.

14. Reconocer el derecho de todos los pueblos, los seres vivos y la Madre Tierra a acceder y gozar del agua. Asimismo, reconocer el derecho de los pueblos y países a controlar, regular y planificar el uso y manejo respetuoso y solidario del agua y sus ciclos en el marco de los acuerdos y convenios internacionales y el derecho consuetudinario; prohibiendo cualquier forma de privatización y mercantilización del agua, creando órganos de participación popular que regulen sus usos múltiples, protejan su calidad y planifiquen su uso futuro para consumo de los seres vivos y para la producción alimentaria. En este marco apoyamos la propuesta del Gobierno de Bolivia para reconocer al agua como un Derecho Humano Fundamental según se expresa en la “Declaratoria del Derecho Humano al Agua” y que vemos como un paso importante en la dirección correcta.

15. Prohibir las tecnologías y procesos tecnológicos que ponen en peligro el bienestar y la superviviencia de la Madre Tierra y los seres vivos y que se impulsan exclusivamente por su potencial para producir ganancias para un reducido número de empresas, a la vez que provocan y aceleran el cambio climático como: los agrocombustibles, los organismos genéticamente modificados, la nanotecnología, la geoingeniería y todas aquellas que bajo el supuesto de ayudar al clima, en realidad atentan contra la Soberanía Alimentaria y agreden a la Madre Tierra. Prohibir a nivel mundial de manera definitiva las tecnologías Terminator, farmacultivos y similares.

16. Prohibir la pesca por arrastre por depredadora y destructora de la biodiversidad y del sustento de los y las pescadoras artesanales.

17. Prohibir la mineria a gran escala contaminante que destruye los ecosistemas, expulsa a las poblaciones locales, contamina los cursos de agua y amenaza la Soberanía Alimentaria de los pueblos.

18. Rechazar, condenar y prohibir cualquier estrategia político-militar y comercial que atente contra la soberanía alimentaria de los pueblos y los vuelva vulnerables al cambio climático.

19. Defender la primacía de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales, los derechos de la Madre Tierra, y la biodiversidad por encima de los TRIPS (tratados que protegen la propiedad intelectual) y cualquier otro acuerdo comercial de derecho internacional. Los países deben también asegurar el respeto al carácter colectivo de los conocimientos de las comunidades indígenas/originarias y campesinas, y por tanto, el derecho colectivo de decisión sobre el acceso y el uso de estos conocimientos. Las medidas nacionales para implementar esto no serían sujeto de litigio bajo las reglas de acuerdos comerciales que fortalecen o protegen los derechos de propiedad intelectual. Toda investigación formal desarrollada con apoyo público debe ser bien público, no sujeto a las reglas de propiedad intelectual que restringen compartir la información.

20. Prohibir el patentamiento y cualquier forma de propiedad intelectual sobre toda forma de vida y conocimiento ancestral y tradicional anulando las patentes existentes.

21. Prohibir las prácticas de dumping (venta de productos por debajo del costo de producción) y prácticas comerciales desleales de los países industrializados que distorsiona los precios de los alimentos afectando la Soberanía Alimentaria y haciendo que los países no industrializados sean más vulnerables al cambio climático.

22. Implementar políticas y normativas de protección de la pequeña producción nacional de alimentos, incluyendo el tipo de subsidios que considere necesario hacia su sector agropecuario, como también garantizar su derecho para poner barreras arancelarias equivalentes a cualquier subsidio incorporado en productos exportados y permitiendo la libre circulación de las producciones locales.

23. Afirmar que parte central de la solución del cambio climático se da a través del fortalecimiento y ampliación de los sistemas agroalimentarios campesinos, originarios, de agricultura urbana y de pescadores artesanales. Esto significa que no solamente es necesario cambiar la lógica de producción industrial de alimentos orientada al mercado global y el lucro, sino también cambiar la visión que asume que la tierra es un recurso de explotación sin derechos orientada a satisfacer la avaricia del ser humano. Nosotros como pueblos reunidos afirmamos que el planeta es un ente vivo con derechos y espíritu.

24. Impulsar procesos amplios, profundos, genuinos de Reforma Agraria Integral y de reconstitución de territorios indígenas, afrodescendientes, campesinos de construcción participativa de los pueblos con enfoque de género, a fin de que los pueblos campesinos e indígenas/originarios, sus culturas y formas de vida recuperen su papel central y fundamental en las agriculturas del mundo para lograr la Soberanía Alimentaria y recuperar la armonía para lograr el equilibrio climático del planeta. Una reforma agraria de este tipo debe incluir el respeto a los conocimientos locales y ancestrales y garantizar los medios necesarios para asegurar la producción en todas las etapas de la cadena (cultivo, procesamiento, comercialización). Exigimos el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y que se reconozcan y respeten sus territorios

25. Promover y consolidar la educación integral (espiritual, material y social) para la Soberanía Alimentaria como sustento de las transformaciones necesarias integrando sus propuestas a todos los niveles de educación formal y no formal; desarrollando contenidos surgidos de las realidades locales sobre la base de una visión pluricultural y una plena participación de las comunidades respondiendo a las necesidades de cada región y comunidad. Al mismo tiempo sostenemos que la amplia información y comunicación sobre estos temas es uno de los mayores desafíos que enfrentamos.

26. Declarar a las semillas nativas y criollas como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, base fundamental de la Soberanía Alimentaria y de libre circulación en manos de los pueblos indígenas/originarios y campesinos; cuidadas y multiplicadas por los custodios de semillas de acuerdo a las culturas de cada pueblo.

27. Exigir que los impactos del calentamiento global sobre la Soberanía Alimentaria se inserten dentro del marco de discusiones sobre el cambio climático y se inserten en las legislaciones nacionales.

 

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Agriculturas y crisis climática

Silvia Ribeiro *

La agricultura y el sistema alimentario industrial son el principal causante del calentamiento global y la crisis climática. En contraste, las agriculturas campesinas e indígenas, biodiversas y descentralizadas, son el factor más importante para enfrentar esta crisis y salir de ella, además del hecho fundamental de ser las que alimentan a la mayor parte de la humanidad.

Pese a esto, la visión que predomina en las negociaciones internacionales sobre el clima recoge los intereses de las empresas contra los y las campesinas. El intento ahora es integrar la agricultura y los suelos al comercio de créditos de carbono, lo cual significaría un nuevo subsidio a las trasnacionales de agronegocios, favoreciendo más a la agricultura industrial y mayor despojo a las formas de vida campesinas.



Los datos sobre las fuentes del calentamiento global varían según la fuente, pero coinciden en señalar la agricultura industrial como una de las fuentes mayores de emisión de gases de efecto invernadero, junto a la generación de energía y transportes basados en combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón). Las actividades agrícolas aparecen como responsables de entre 11 y 15 por ciento de las emisiones. Si bien este dato ya es grave, presentarlo desagregado de las emisiones de la cadena agroalimentaria industrial oculta una realidad mucho peor en cuanto a su responsabilidad por la crisis climática. Si se consideran juntos la agricultura industrial y el sistema alimentario industrial al que está necesariamente ligado, hay que cargarles una parte significativa de las emisiones de los transportes; otro porcentaje por deforestación y cambio de uso de suelo (en avance de frontera agrícola y en uso de papel: aproximadamente 75 por ciento del papel que se produce es para propaganda y embalajes, que son solamente demanda de las grandes cadenas de ventas), y casi la totalidad del metano que emiten los basureros debido a la pudrición de basura orgánica, que en su mayoría son restos de alimentos que se tiran en las ciudades.

Según el excelente trabajo de Grain La crisis climática es una crisis alimentaria (www.grain.org/nfg/?id=735), basado en el análisis de decenas de informes, la agricultura y el sistema alimentario industrial son responsables de entre 44 y 57 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Llegan a esta conclusión agregando los siguientes datos: las actividades agrícolas representan de 11 a 15 por ciento de emisiones; el cambio de uso de suelos, desmonte y deforestación causan de un 15 a 18 por ciento adicional; el procesamiento, empaque y transporte de alimentos provoca pokies games online un 15 a 20 por ciento, y la descomposición de basura orgánica de 3 a 4 por ciento.

Por otro lado, Grain también hace un cálculo cuidadoso del papel de los suelos en la crisis climática: mientras su degradación es fuente de emisiones, si el suelo está vivo, con materia orgánica viva y natural que no es eliminada por fertilizantes sintéticos y agrotóxicos y se cuida según las diversas condiciones locales, con una combinación de diversidad y rotación de cultivos, incorporación de materia orgánica y otras, se podría devolver a los suelos en pocas décadas su capacidad natural de retener carbono, y absorber casi dos tercios del exceso de gases de efecto invernadero que existen actualmente en la atmósfera. Pero esta forma de cuidar el suelo sólo es posible mediante la agricultura campesina y familiar, libre de tóxicos, descentralizada y diversa, adaptada a cada lugar. (Camila Montecinos, Cuidar el suelo, www.grain.org/biodiversidad/?id=459)

Sin embargo, intereses industriales pretenden ahora explotar esa capacidad del suelo para absorber y retener carbono para cobrar créditos de carbono, usando el suelo como sumidero. Por ejemplo, las industrias que promueven el llamado biochar (carbón vegetal). Se trata de sembrar extensas áreas de monocultivos de árboles para quemarlos, convirtiéndolos en carbón negro y luego enterrarlo, teóricamente para secuestrar carbono y aumentar la fertilidad del suelo.

Según sus proponentes –industrias que aspiran a hacer grandes lucros–, es también una forma de geoingeniería, porque con 500 millones de hectáreas o más podría enfriar el planeta. Cínicamente dicen que es una tecnología indígena amazónica. Pero el biochar y las formas indígenas de quemar y enterrar son tremendamente diferentes. En el primer caso se trata de ejercer violencia sobre el suelo, primero con grandes plantaciones y agrotóxicos, luego enterrando carbón en forma súbita y masiva, que según estudios incluso podría desequilibrar más el suelo y liberar el carbono retenido en forma natural. Además, parte del polvo de carbón negro se libera a la atmósfera en el proceso y tiene un efecto invernadero mayor que el dióxido de carbono, por lo que otros estudios evalúan que hasta podría aumentar las emisiones.

Devastar millones de hectáreas con plantaciones y agrotóxicos para luego quemarlas suena realmente enfermizo. Al contrario, la forma indígena se basa en miles de años de sabiduría acumulada de manejo diverso y adaptado a cada región, a diferentes suelos y a trabajar respetando las condiciones naturales de cada lugar, de cada suelo.

Hay más propuestas de la industria para convertir la agricultura y la alimentación en su campo de lucro particular mientras el planeta se fríe y aumenta el hambre. Por ello Vía Campesina llamó, de cara a la cumbre climática que se efectuará en Cancún en diciembre, a denunciar ahí dichas propuestas y en cada lugar donde estemos, y mostrar las verdaderas alternativa campesinas, tarea urgente que nos incumbe a todos.

* Investigadora del Grupo ETC

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Hacia Cancún: la nueva exportación mexicana

Larry Lohmann*

Pregunten a cualquiera cuáles son las exportaciones mexicanas más famosas en estos días y es probable que la respuesta venga envuelta en una sonrisa sardónica y una mirada señalando al norte: gente y drogas.Hoy este país tiene un nuevo producto de exportación. No es tan conocido, pero no es un legado menos sombrío del neoliberalismo y del hábito de los países del norte de descargar sus problemas en el sur global: los derechos de contaminación.




De 2006 a la fecha, México ha estado enviando derechos de contaminación a países como el Reino Unido, Suiza, España, Francia, Japón y Holanda. Las empresas que compran los derechos –productoras de energía como Iberdrola o Electrabel, por ejemplo, o fabricantes de cemento como Cemex– se ven eximidas de la obligación legal de reducir sus emisiones de bióxido de carbono que les imponen las leyes europeas y japonesas referentes al clima. Como los derechos de contaminación en México se venden baratos, esas empresas ahorran millones y pueden retrasar por años las medidas contra el calentamiento global.

Los derechos de contaminación de México son también una mercancía de gran venta en los mercados financieros. Bancos privados como BNP Paribas y Credit Suisse, junto con intermediarios y comercializadores como Cargill, AgCert y Gazprom Marketing & Trading, los compran para especular y venderlos a terceros. ¿Y por qué no? Los precios son volátiles y se puede ganar mucho dinero. Y si el mercado global de derechos de contaminación por gases de efecto invernadero se vuelve tan grande como algunos prevén –billones de dólares–, nadie en Wall Street u otros centros financieros puede darse el lujo de quedar fuera.

¿Cómo funciona este comercio? La idea es simple: si según las leyes europeas o japonesas se tienen que reducir las emisiones de gases, y si los países industrializados no quieren pagar los costos que ello implica, ¿por qué no hacer reducciones donde es más barato, en países como China o México? Entonces las industrias de esos países pueden ganar dinero vendiendo las reducciones al norte.

¿Quién se beneficia en México? Bueno, si se tiene una industria sucia, habrá muchas emisiones por reducir y se puede ganar mucho dinero. No es sorprendente, pues, que más de dos docenas de gigantescas granjas porcícolas operadas por Granjas Carroll de México, subsidiaria de la estadunidense Smithfield Farms, obtengan ingresos extras capturando y quemando el metano que despide el excremento de cerdos. Y como el metano es un gas de efecto invernadero mucho más peligroso que el dióxido de carbono, quemar una sola tonelada de él en Puebla o Veracruz significa que se pueden vender derechos para emitir 20 toneladas de CO2 en Europa.

Si un empresario produce una sustancia que es un gas de efecto invernadero aún más potente, tanto él como los consultores que contrate en Estados Unidos, Europa o Japón pueden ganar todavía más dinero. Ahí está Quimobásicos de Nuevo León, el mayor exportador mexicano de derechos de contaminación. Con sólo destruir unos cuantos miles de toneladas de un gas llamado HFC-23, que se obtiene como producto secundario, Quimobásicos se dispone a vender derechos de contaminación por más de 30 millones de toneladas de bióxido de carbono a Goldman Sachs, EcoSecurities y la generadora japonesa de energía eléctrica J-Power. El costo para la empresa es de unos tres pesos por tonelada de CO2 equivalente, el cual, a precios actuales, puede vender por arriba de 200 pesos la tonelada.

Poca sorpresa es entonces que un montón de empresas y países en todo el mundo intenten calcular qué niveles de suciedad alcanzan, a modo de ganar dinero limpiando. Tampoco sorprende que el mercado de emisiones de efecto invernadero no beneficie a quienes en realidad cuidan el ambiente. Comunidades que llevan estilos de vida bajos en carbón, o que luchan por impedir la instalación de empresas contaminantes o industrias extractivas en sus regiones, sencillamente no son lo bastante sucias para obtener dinero de este comercio. Tampoco tienen dinero para aceitar las ruedas de los organismos reguladores y contratar a los caros consultores que se requieren para abrirse paso en este nuevo mercado.

En realidad, el mercado de los derechos de contaminación hace daño a esas comunidades. En el istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, muchas comunidades indígenas han cedido por poco dinero sus tierras a desarrolladores de granjas eólicas de España y México, sin darse cuenta de que esas empresas ganarán millones de dólares no sólo de la generación eléctrica, sino también del uso o la venta de derechos de contaminación en Europa.

¿Qué papel tiene en todo esto la próxima cumbre climática de la ONU en Cancún? No es de esperarse que muchos de los gobiernos participantes hagan llamados a terminar con este destructivo comercio. Después de todo, la ONU ayudó a crear este mercado en 1997 en Kyoto, y muchas personas lucran con él.

De hecho, Cancún podría empeorar las cosas, al permitir a los gobiernos vender en el mercado de la contaminación el carbón de sus bosques nativos. Tal acción podría disparar lo que una red de pueblos indígenas llama potencialmente la mayor apropiación de tierras en la historia.

Con tanto en juego, las varias caravanas y otras protestas que convergirán en Cancún en diciembre se vuelven más importantes que nunca. Sigan en contacto.

Traducción: Jorge Anaya

*Larry Lohmann trabaja con The Corner House, organización de solidaridad y desarrollo con sede en el Reino Unido, y ayudó a editar el libro El mercado de emisiones: cómo funciona y por qué fracasa

 

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Bolivia no suscribe declaración de Ministros de Medio Ambiente de la OEA que promueve mercados de carbono y valoración monetaria de la naturaleza

Comunicado de Prensa19 de noviembre 2010

La delegación de Bolivia encabezada por la Viceministra de Medio Ambiente y Biodiversidad, Cynthia Silva, ante la II Reunión Interamericana de Ministros y Altas Autoridades de Desarrollo Sostenible de la OEA, realizada del 17 al 19 de noviembre de 2010, no suscribió la “Declaración de Santo Domingo para el Desarrollo Sostenible de las Americas” porque dicho documento promueve la valoración monetaria y el desarrollo de mercados de carbono. La Viceministra expresó que “no se puede ni debe valorar en términos monetarios a los servicios que presta la naturaleza  y menos desarrollar un mercado alrededor de los mismos.

”En visión de la delegación de Bolivia “Los servicios ambientales que prestan los glaciares de los Andes no tienen precio. La selva Amazónica no es la sumatoria de una serie de servicios ambientales que se pueden aislar y sumar luego en una factura.” Para Bolivia “es esta visión que considera a la Madre Tierra una cosa, a la que se le puede poner precio, la que ha llevado a la humanidad a romper el equilibrio con la naturaleza

” Según la Viceministra “la naturaleza y sus diferentes funciones o servicios no son mercancías a las cuales se puede regular a través de las leyes del mercado de la oferta y la demanda. Nosotros no compartimos las soluciones de mercado de carbono porque lejos de contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero generarán tarde o temprano un sistema especulativo que desencadenará una nueva burbuja financiera.

A través de estos mecanismos de mercado de carbono se transfiere la obligación de reducción de gases de efecto invernadero de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo, y en los hechos constituyen mecanismos de financiamiento de los países en desarrollo a los países desarrollados.”“El Estado Plurinacional de Bolivia cree firmemente que escuchando la voz de nuestros pueblos podremos avanzar en el camino de recuperar el equilibrio con nuestra Madre Tierra”, concluyó la jefe de delegación.

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Cambio climático: lo que está en juego en Cancún

Silvia Ribeiro*

 Del 29 de noviembre al 10 de diciembre sesionará en Cancún la decimosexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 16). La crisis climática es grave y lo que hay en juego en el mundo real es mucho.Pese a esto, los gobiernos más poderosos –que son los más contaminantes y cargan con la mayor deuda climática–, con la colaboración de los anfitriones, decidieron de antemano que Cancún será sólo una parada, donde no habrá fracasos, porque no intentan un nuevo acuerdo global.

 Esta declaración de unos pocos, funciona como profecía auto-cumplida, ya que las decisiones se toman por consenso. Otra vez, como hicieron en Copenhague, se proponen secuestrar todo esta Convención de Naciones Unidas, para lograr lo que quieren sus trasnacionales, aunque la crisis climática empeore.Que no haya acuerdo global, vinculante, de reducciones reales de emisiones –no a través de soluciones falsas como mercados de carbono o nuevas tecnologías– facilita que sigan cabalgando en el espurio Entendimiento de Copenhague, que no es parte de Naciones Unidas y cuyos compromisos voluntarios llevarían a un aumento de la temperatura de 3-4 grados en promedio, un escenario de catástrofe premeditada para muchos países del Sur.

Pero sí hay algunos temas –de enorme relevancia por sus nefastas consecuencias– sobre los que la mafia climática quiere lograr acuerdos en Cancún. Los principales son: la privatización del aire, a través de la privatización de facto de los bosques en todo el planeta con los programas REDD+; la creación de un mecanismo financiero que podría significar instaurar una nueva era de Programas de Ajuste Climático (parafraseando los Programas de Ajuste Estructural del FMI y Banco Mundial); y la creación de un Comité de Tecnologías para el cambio climático, tema opaco que puede cobijar la promoción de tecnologías muy dañinas, como cultivos transgénicos, geoingeniería y otras aventuras tecnológicas con fuertes impactos ambientales y sociales, además de funcionar como agencia de protección de patentes de las trasnacionales.

Tambien hay propuestas para incluir suelos y agricultura en mercados de carbono, un nuevo ataque contra la agricultura campesina, esencial para alimentar el mundo y para enfriar el planeta.Lo más grave en la COP 16 es el intento de mundializar los programas REDD+ (Reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques), que es uno de los mayores asaltos globales a los bienes comunes de comunidades y pueblos indígenas y campesinos. REDD+, como explico en artículos anteriores, es una moneda que con una cara premia a los grandes deforestadores (si dejan en pie un rídiculo 10 por ciento de lo que talan) y con la otra, compra comunidades forestales, como pago por servicios ambientales de absorción de carbono en sus bosques.

Aunque conserven su título de propiedad, REDD significa una expropiación de los territorios, porque los pueblos ya no pueden decidir sobre ellos. (Ver Ana de Ita, REDD y pueblos indígenas, La Jornada)Programas de servicios ambientales forestales ya existían en varios países. Hay historia de comunidades despojadas de sus territorios a partir de éstos. Pero los bosques no son aceptados dentro de la Convención de Cambio Climático como válidos para generar certificados de reducción o bonos de carbono, porque es imposible medir con exactitud cuánto CO2 realmente disminuyen.

Lo que se pretende en la COP 16 es que a través de los programas REDD+, se validen globalmente los bosques como generadores de bonos de carbono. Si esto se aprueba, se colocan todos los bosques del mundo como cotos de caza para los especuladores.Es un banquete para un mercado deprimido por la crisis financiera: lo que se paga a las comunidades es una mínima fracción del valor de reventa de esos derechos de absorción de carbono a otras empresas y especuladores. Las empresas más sucias, las que generan más gases de efecto invernadero, con REDD+ pueden seguir contaminando, justificarse alegando que hay bosques que están absorbiendo sus emisiones, y aumentar sus ganancias con la reventa de bonos.

El problema para este negocio es que los bosques están habitados, en todo el mundo, por comunidades indígenas. Por eso, las empresas, junto a ONG conservacionistas y gobiernos, se han ensañado en vender REDD como beneficio y reconocimiento a las comunidades forestales, cuando en realidad es un despojo a gran escala.Sin duda, las comunidades indígenas y campesinas tienen un rol fundamental para equilibrar el clima. Justamente por eso no pueden quedar a merced del mercado especulativo de las trasnacionales o de la beneficencia de ONG. Deben ser apoyadas y reconocidas en la integralidad de sus derechos, no en transacciones comerciales ni como cartas en el juego de políticos y ONG. Hablar de REDD sin intervención del mercado o con derechos indígenas, como tratan de maniobrar algunos para justificar su involucramiento, es también una trampa.

Si se trata de derechos, no pueden ser programas, ni condicionados a certificación externa ni en mecanismos diseñados para el mercado, como es REDD.Finalmente, la cereza envenenada del pastel: En REDD+ la medición de carbono se hará con una combinación de tecnología satelital y de infrarrojos, y levantamientos minuciosos en terreno (geopiratería de avanzada). Además de alienarles el territorio, permite vigilar como nunca antes a los indígenas. No sorprende que el gobierno de Chiapas firmara con Arnold Schwarzenegger, gobernador de California, para avanzar programas REDD+ en la Selva Lacandona, donde siguen resistiendo las comunidades zapatistas.

*Investigadora del grupo ETC

www.etcgroup.org

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A Movilizarse en todo el mundo

Miles de Cancún por la Justicia Climática!Los movimientos sociales de todo el mundo se están movilizando para la 16ª Conferencia de las Partes (COP 16) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), que se llevará a cabo en Cancún del 29 noviembre al 10 diciembre de 2010.

Miles de mujeres y hombres, personas afectadas por la destrucción del medio ambiente, agricultores, campesinos sin tierra, pueblos indígenas y activistas de todos los sectores sociales, se reunirán en Cancún para proponer miles de soluciones para enfrentar el cambio climático. Ellos manifestarán a los líderes mundiales su oposición a las falsas soluciones al caos climático que se discuten en la CMNUCC, como las propuestas de mercado para el comercio de carbono y REDD, los agrocombustibles y la geoingeniería.

Mientras tanto y haciéndonos eco de la convocatoria de La Via Campesina a los Miles de Cancún, hacemos un llamamiento a los movimientos sociales, organizaciones populares y todos los pueblos del mundo a ampliar la resistencia en Cancún y en diversas partes del mundo, organizando miles de protestas y acciones en rechazo a las falsas soluciones y en apoyo a la agenda de los pueblos para la justicia climática. Nos declaramos en movilización permanente durante la conferencia de la CMNUCC, especialmente el 7 de diciembre, fecha de la protesta masiva de los agricultores en Cancún y del Día Internacional de Acción “Miles de Cancún”. 

Esté donde esté, únase a nosotros!

Las movilizaciones pueden tener variadas formas: acciones directas, fiestas, ferias, festivales, debates o exposiciones… Ellas pueden suceder en cualquier ciudad, pueblo, escuela o comunidad.

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