Paraguay: Aclaraciones ante la sucia campaña de ABC Color contra el IALA Guaraní

Jueves 30 de agosto de 2012

La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina de Paraguay, conformadas por las siguientes organizaciones: la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (Conamuri), el Movimiento Agrario y Popular (MAP), la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC), el Movimiento Campesino Paraguayo (MCP), la Organización de Lucha por la Tierra (OLT) y la Organización Nacional de Aborígenes Independientes (ONAI); se dirigen a la opinión pública nacional e internacional, ante los nuevos ataques que el Diario ABC Color infunde en una campaña de desprestigio contra el Instituto Agroecológico Latinoamericano (IALA Guaraní), en notas firmadas por el periodista Jorge Torres Romero, para aclarar cuanto sigue:

El IALA Guaraní, cuyo asiento se encuentra en la comunidad Santa Catalina, distrito de Curuguaty, forma parte de una red de institutos superiores de educación formal, impulsada por la CLOC y La Vía Campesina Sudamérica; es un proyecto de formación de jóvenes rurales que tiene su origen en el Acuerdo de Tapes, donde gobiernos y movimientos campesinos se comprometieron a actuar en el área de educación superior, posibilitando a los campesinos y a las campesinas el acceso a ese grado de enseñanza, en vista de que, en la mayoría de nuestros países, éstos se encuentran excluidos de ese nivel educacional.



El Acuerdo de Tapes fue firmado en el año 2005, en el marco del V Foro Social Mundial, que se realizó en Porto Alegre (Brasil). La primera experiencia fue inaugurada en agosto de 2005, con la creación de la Escuela Latinoamericana de Agroecología (ELAA), en Brasil. Al año siguiente se creó el IALA Paulo Freire, en Venezuela. A partir de 2011 comenzó el proceso de construcción simultánea del IALA Guaraní, en Paraguay, y del IALA Amazónico, en el estado de Pará, Brasil.

Algunos objetivos de la Red IALA son: formar técnicos de nivel superior que tengan la capacidad de organizar bancos de semillas en sus comunidades; desarrollar y aplicar nuevas tecnologías agrícolas que respeten el medio ambiente sin uso de agrotóxicos ni abonos químicos solubles; organizar y orientar a los campesinos y campesinas para ser multiplicadores de semillas en sus regiones; desarrollar la organización de la producción, de la cooperación y acciones de preservación y conservación ambiental en las diversas organizaciones campesinas de América Latina, en el marco de la agroecología, entre otros.

Atendiendo la necesidad concreta de encontrar respaldo financiero para dar inicio a la construcción del IALA Guaraní, la CLOC/Vía Campesina Paraguay se ha propuesto la consecución de los recursos para concretar el proyecto. La Itaipú Binacional fue sólo una de las entidades que recibió el proyecto de la creación y mantenimiento del instituto y, habiendo realizado todos los trámites de rigor, aprobó, mediante un convenio firmado por los directores paraguayo y brasileño, la financiación de las actividades por el término de un año, siendo los rubros garantizados: alimentación, honorarios profesionales, compra de equipamientos y el traslado.

Como se puede apreciar, el convenio firmado con la Itaipú Binacional no contempla la inversión en infraestructura, tal como afirma irresponsablemente en su serie de notas periodísticas el señor Jorge Torres Romero, con el afán tendencioso de contrastar las fotografías del local del Instituto, todavía en precarias condiciones materiales, con el monto desembolsado por la binacional.

Referente a la legalización de la Carrera de Ingeniería en Agroecología, existe un convenio marco de cooperación firmado por la Fundación IALA Guaraní y la Universidad Nacional de Pilar (UNP), cuyo alcance se limita a respaldar los trámites burocráticos para la creación de la Carrera en sí.

El proceso de legitimación del Instituto y del Curso exige ciertos requisitos desde el punto de vista de la infraestructura y de lo académico; no es algo que se pueda obtener de un día para otro, sino que sigue un curso coherente de formación y elaboración de documentos que deben necesariamente pasar por varias instancias y departamentos oficiales del Estado, donde no siempre están dispuestos a contribuir cuando el público receptor es la comunidad campesina.

El periodista de ABC Color ensaya burdamente una vinculación entre los hechos registrados el 15 de junio pasado, conocidos como la masacre de Curuguaty, y la existencia del IALA Guaraní atendiendo a una coincidencia geográfica, todo con el objetivo de confundir a la opinión pública; pretende, así, que pese una reputación negativa sobre los y las estudiantes del Instituto, quienes se están formando para ser profesionales comprometidos con su comunidad y trabajar en defensa de los bienes naturales, la soberanía alimentaria y la agricultura libre del uso de agrotóxicos que tanto dañan a la Madre Tierra.

Por el respeto que merecen los educandos y las educandas, debemos aclarar enfáticamente que no corresponde a la verdad la arbitraria afirmación de que en la nómica de estudiantes existan menores de edad o personas cuyo números de documentos correspondan a fallecidos. Son especulaciones vagas de una persona que no se ha tomado la mínima molestia de practicar un ejercicio mental de inferencia y cuyos conocimientos sobre su objeto de investigación son, por demás, extremadamente limitados, al punto de especular, conjeturar y hacer deducciones groseras que atentan contra el buen nombre de las personas.

Entendemos que este medio de prensa, vocero del ala más conservadora de nuestra sociedad y representante de la oligarquía reaccionaria, promueve la persecución política contra las personas y grupos que optan por un pensamiento diferente. No es la primera vez que ataca el proyecto del IALA Guaraní ni lo etiqueta bajo la acusación de fomentar “adiestramiento de guerrilla”, injuria que en su momento nos hemos encargado de desmentir sin la necesidad de recurrir a estrados judiciales.

Estamos convencidos de que lucharemos por este proyecto educativo ya que el acceso a la educación es un derecho garantizado en la Constitución Nacional. Instamos a toda la ciudadanía a defender esta iniciativa de formación; nos mueve la certeza de que los verdaderos cambios sociales y estructurales sólo serán posibles de alcanzar en la medida en que fomentemos una educación inclusiva, participativa y democrática, que promueva nuevos valores.

En ese sentido, instamos a todas las organizaciones sociales, estudiantiles y populares a defender la educación como un derecho de todos y todas y, especialmente, que la capacitación de nuevos técnicos, varones y mujeres cuyo trabajo se desarrolla en las comunidades, alcance a jóvenes activos provenientes de los sectores campesinos e indígenas que tengan asegurado todo lo necesario para su aprendizaje.

Invitamos al diario ABC Color a informarse de manera más veraz y a tener presente que los movimientos campesinos lucharemos por la formación del pueblo, sin que este tipo de medidas de amedrentamiento logren hacernos flaquear en nuestras luchas.

Exhortamos a la ciudadanía a prestar atención a las publicaciones de este medio que ha sido cómplice del golpe de Estado Parlamentario en nuestro país y que ha manifestado en reiteradas oportunidades su abierta posición a favor de la clase dominante y en contra de las luchas populares.


¡Por la tierra y la soberanía de nuestros pueblos! ¡América lucha!

¡Globalicemos la lucha! ¡Globalicemos la esperanza!

¡ABC miente! ¡ABC ijapu!

 

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Las últimas trincheras

Miércoles 29 de Agosto de 2012

Por Boaventura de Sousa Santos *

¿Quién podría haber imaginado hace unos años que partidos y gobiernos considerados progresistas o de izquierda abandonarían la defensa de los derechos humanos más básicos, por ejemplo el derecho a la vida, al trabajo y a la libertad de expresión y de asociación, en nombre de los imperativos del “desarrollo”? ¿Acaso no fue a través de la defensa de esos derechos que consiguieron el apoyo popular y llegaron al poder? ¿Qué ocurre para que el poder, una vez conquistado, vire tan fácil y violentamente en contra de quienes lucharon por encumbrar ese poder? ¿Por qué razón, siendo el poder de las mayorías más pobres, es ejercido en favor de las minorías más ricas? ¿Por qué es que, en este aspecto, es cada vez es más difícil distinguir entre los países del Norte y los países del Sur?

Los hechos

En los últimos años, los partidos socialistas de varios países europeos (Grecia, Portugal y España) mostraron que podían cuidar tan bien los intereses de los acreedores y los especuladores internacionales como cualquier partido de derecha, haciendo aparecer como algo normal que los derechos de los trabajadores fuesen expuestos a la cotización de las Bolsas de Valores y, por lo tanto, devorados por ellos. En Sudáfrica, la policía al servicio del gobierno del Congreso Nacional Africano (ANC), que luchó contra el apartheid en nombre de las mayorías negras, mata a 34 mineros en huelga para defender los intereses de una empresa minera inglesa. Cerca de allí, en Mozambique, el gobierno del Frente de Liberación (Frelimo), que condujo la lucha contra el colonialismo portugués, atrae la inversión de empresas extractivistas con la exención de impuestos y la oferta de docilidad (por las buenas o por las malas) de las poblaciones que están siendo afectadas por la minería a cielo abierto. En la India, el gobierno del Partido del Congreso, que luchó contra el colonialismo inglés, concede tierras a empresas nacionales y extranjeras y ordena la expulsión de miles y miles de campesinos pobres, destruyendo sus medios de subsistencia y provocando un enfrentamiento armado. En Bolivia, el gobierno de Evo Morales, un indígena llevado al poder por el movimiento indígena, impone sin consulta previa y con una sucesión rocambolesca de medidas y contramedidas la construcción de una ruta en territorio indígena (Parque Nacional Tipnis) para explotar recursos naturales. En Ecuador, el gobierno de Rafael Correa, que con coraje concede asilo político a Julian Assange, acaba de ser condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por no garantizar los derechos del pueblo indígena Sarayaku, en lucha contra la exploración petrolera en sus territorios. Ya en mayo de 2003 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le había solicitado a Ecuador medidas cautelares en favor del pueblo Sarayaku que no fueron atendidas.

En 2011, la CIDH le solicitó a Brasil, mediante una medida cautelar, que suspendiera inmediatamente la construcción de la represa de Belo Monte (que, de completarse, será la tercera más grande del mundo) hasta que fueran adecuadamente consultados los pueblos indígenas afectados. Brasil protestó contra la decisión, retiró a su embajador en la OEA y suspendió el pago de su cuota anual en la organización, retiró a su candidato a la CIDH y tomó la iniciativa de crear un grupo de trabajo para proponer una reforma de la Comisión, en el sentido de disminuir sus poderes para cuestionar a los gobiernos respecto de violaciones a los derechos humanos. Curiosamente, la suspensión de la construcción de la represa acaba de ser resuelta por el Tribunal Regional Federal de la 1ª Región (Brasilia), por la falta de estudios de impacto ambiental.

Los riesgos

Para responder las preguntas con que comencé esta crónica, veamos lo que comparten todos estos casos. Todas estas violaciones a los derechos humanos están relacionadas con el neoliberalismo, la versión más antisocial del capitalismo en los últimos 50 años. En el Norte, el neoliberalismo impone la austeridad a las grandes mayorías y el rescate de los banqueros, sustituyendo la protección social de los ciudadanos por la protección social del capital financiero. En el Sur, el neoliberalismo impone su avidez por los recursos naturales, sean los minerales, el petróleo, el gas natural, el agua o la agroindustria. Los territorios pasan a ser sólo tierra y las poblaciones que los habitan, obstáculos al desarrollo que es necesario remover cuanto más rápido mejor. Para el capitalismo extractivista, la única regulación verdaderamente aceptable es la autorregulación, la cual incluye, casi siempre, la autorregulación de la corrupción de los gobiernos. Honduras ofrece en este momento uno de los ejemplos más extremos de autorregulación de la actividad minera, donde todo queda entre la Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial y la embajada de Canadá. Sí, Canadá, que hace 20 años parecía una fuerza benévola en las relaciones internacionales y hoy es uno de los más agresivos promotores del imperialismo minero.

Cuando la democracia concluya que no es compatible con este tipo de capitalismo y decida resistírsele, quizá sea demasiado tarde. Puede que, entre tanto, el capitalismo haya concluido que la democracia no es compatible con él.

¿Qué hacer?

Al contrario de lo que pretende el neoliberalismo, el mundo sólo es lo que es porque nosotros queremos. Puede ser de otra manera, si nos lo proponemos. La situación actual es tan grave que es necesario tomar medidas urgentes, aunque sea pequeños pasos. Esas medidas varían de país a país y de continente a continente, pese a que es indispensable articularlas cuando sea posible. En el continente americano la medida más urgente es trabar el avance de la reforma de la CIDH. En esa reforma están siendo particularmente activos países con los que soy solidario en múltiples aspectos de sus gobiernos: Brasil, Ecuador, Venezuela y Argentina. Pero en el caso de la reforma de la CIDH estoy firmemente del lado de los que luchan contra la iniciativa de estos gobiernos y por el mantenimiento del estatuto actual de la Comisión. No deja de ser irónico que los gobiernos de derecha que más han hostilizado al sistema interamericano de derechos humanos, como el caso de Colombia, asistan deleitados al servicio que, objetivamente, les están prestando los gobiernos progresistas.

Mi primer llamado es a los gobiernos de Brasil, Ecuador, Venezuela y Argentina para que abandonen el proyecto de reforma. Y especialmente a Brasil, debido a la influencia que tiene en la región. Si tienen una mirada política de largo plazo, no les será difícil concluir que serán ellos y las fuerzas sociales que los han apoyado quienes, en el futuro, más podrían beneficiarse con el prestigio y la eficacia del sistema interamericano de derechos humanos. Por cierto, la Argentina debe a la CIDH y a la Corte la doctrina que permitió llevar a la Justicia los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura, que con sumo acierto se convirtió en bandera de los gobiernos de los Kirchner en sus políticas de derechos humanos.

Pero, como la ceguera del corto plazo puede prevalecer, llamo también a todos los militantes de derechos humanos del continente y a todas las organizaciones y los movimientos sociales –que vuelcan en el Foro Social Mundial y en la lucha contra el ALCA la fuerza de la esperanza organizada– a unirse para enfrentar la reforma de la CIDH que está en curso. Sabemos que el sistema interamericano de derechos humanos está lejos de ser perfecto, sin ir más lejos porque los dos países más poderosos de la región (Estados Unidos y Canadá) ni siquiera firmaron la Convención Americana sobre Derechos Humanos. También sabemos que, en el pasado, tanto la Comisión como la Corte revelaron debilidades y selectividades políticamente sesgadas. Pero también sabemos que el sistema y sus instituciones se han fortalecido, actuando con mayor independencia y ganando prestigio a través de la eficacia con la que han condenado numerosas violaciones a los derechos humanos: desde los años ’70 y ’80, cuando la Comisión llevó a cabo misiones en países como Chile, Argentina y Guatemala, y publicó informes denunciando los crímenes cometidos por las dictaduras militares, hasta las misiones y denuncias después del golpe de Estado en Honduras en 2009; para no mencionar las reiteradas solicitudes para que se clausure el centro de detención de Guantánamo. A su vez, la reciente decisión de la Corte en el caso “Pueblo Indígena Kichwa de Sarayaku versus Ecuador”, del 27 de julio pasado, marca un hito histórico para el derecho internacional, no sólo a nivel continental, sino también mundial. Tal como la sentencia en el caso “Atala Riffo y niñas versus Chile”, sobre discriminación por razones de orientación sexual. ¿Y cómo olvidar la intervención de la CIDH sobre la violencia doméstica en Brasil, que condujo a la promulgación de la Ley Maria da Penha?

Los dados están echados. A espaldas de la CIDH y con fuertes limitaciones a la participación de los organismos de derechos humanos, el Consejo Permanente de la OEA prepara una serie de recomendaciones para buscar su aprobación en la Asamblea General Extraordinaria, a más tardar en marzo de 2013 (hasta el 30 de septiembre los Estados presentarán sus propuestas). Por lo que se sabe, todas las recomendaciones apuntan a limitar el poder de la CIDH para interpelar a los Estados por violaciones a los derechos humanos. Por ejemplo: dedicar más recursos a la promoción de los derechos humanos y menos a la investigación de las violaciones; acortar los plazos de investigación para que se vuelva imposible realizar análisis cuidadosos; eliminar del informe anual la referencia a países cuya situación en materia de derechos humanos merezca una atención especial; limitar la emisión y la extensión de las medidas cautelares; terminar con el informe anual sobre libertad de expresión; impedir pronunciamientos sobre violaciones que parecen inminentes pero que aún no se han concretado.

A los militantes por los derechos humanos y a todos los ciudadanos preocupados por el futuro de la democracia en el continente les toca ahora detener este proceso.

* Doctor en Sociología del Derecho.

El texto corresponde a la “Octava carta a las izquierdas” del autor.

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Cartas de Baires: Primeira condenação por agrotóxicos na AL

Miércoles 29 de Agosto de 2012

Numa condenação considerada histórica, a justiça da cidade de Córdoba declarou delito penal as pulverizações com agrotóxicos em campos de soja cerca de bairros povoados. E condenou duas das três pessoas que foram levadas aos tribunais.

Trata-se do emblemático caso do bairro Ituzaingó Anexo, onde há 12 anos as famílias denunciam mortes e lesões em conseqüência do uso de agrotóxicos.

Sobre uma população de cinco mil habitantes, entre 2002 e 2009 morreram 272 pessoas, 82 delas de câncer. No mesmo período foram registrados 272 abortos e 23 crianças nasceram com malformações congênitas. Até setembro de 2010 se registram 143 pessoas com câncer.



A pena, em si, foi uma decepção. Os moradores queriam cadeia para os produtores agropecuários Jorge Alberto Gabrielli e Francisco Parra, e para o agente pulverizador Edgardo Jorge Pancello, por usarem o herbicida glifosato e o inseticida organoclorado endosulfan.

Mas a Câmara do Crime de Córdoba impôs três anos de prisão condicional para Parra e Pancello, e absolveu Gabrielli por falta de provas. A sentença indica também que Parra tem que fazer trabalhos comunitários durante quatro anos e não pode usar agroquímicos por oito. Pancello também deverá fazer serviços comunitários e ficou inabilitado para aplicar produtos agroquímicos durante dez anos.

Mesmo assim a condenação é importante, porque pela primeira vez a atividade de pulverização com agrotóxicos cerca de áreas urbanas foi considerada um delito na Argentina – e na América Latina.

Isso estabelece jurisprudência para todo o continente, onde há milhares de ações contra produtores rurais, e pode chegar a alcançar as multinacionais fabricantes de agrotóxicos.

A luta em Córdoba começou pela determinação de uma das mães do bairro, Sofía Gatica, que em 1997 perdeu um bebe que havia nascido sem os rins. Ela demorou a juntar uma coisa com a outra, até que percebeu um número pouco usual de mulheres com lenços na cabeça e crianças com máscaras a caminhar por Ituzangó.

Sozinha, começou um levantamento, e já naquele ano detectou 97 pessoas com câncer só no seu bairro! Hoje se sabe que a taxa de câncer na região é 30 vezes maior que a média nacional (dados da Organização Panamericana de Saúde) e que das 142 crianças entre dois e seis anos da localidade, 80% possuem tem agrotóxicos no organismo: chumbo, arsênico e PCB (elemento presente em transformadores elétricos), entre outros. Outros dados em http://www.juicioalafumigacion.com.ar/

Os cultivos transgênicos na argentina, sujeitos à pulverização, cobrem 22 milhões de hectares e efetam, direta e indiretamente, a 12 milhões de habitantes. Mas o tema não é preocupante somente aqui.

Há três anos o Brasil ocupa o primeiro lugar no ranking de consumo de agrotóxicos no mundo segundo a Associação Brasileira de Saíde Coletiva (Abrasco). Apenas na safra de 2011 foram usados 835 milhões de litros de herbicidas, fungicidas e inseticidas. O consumo por habitante chega a cinco quilos de agrotóxico por ano.

É de parar para pensar.

 

 

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El debate sobre la opresión de las mujeres y el concepto de género

Miércoles 29 de Agosto de 2012

Nalu Faria

Para Daniele Kergoat, las relaciones de opresión vividas por las mujeres tienen como base material la división sexual del trabajo que está organizada a partir de dos principios: la separación entre trabajo de hombre y trabajo de mujer, y la jerarquización en que el trabajo de los hombres es más valorado.

De esa forma el concepto de división sexual del trabajo parte de la comprensión que hay una modalidad específica de división social del trabajo entre os sexos. Tiene como base el reconocimiento de que hay una enorme cantidad de trabajo realizado por las mujeres que no es considerado. La naturalización de ese proceso coloca como parte del destino biológico de las mujeres la responsabilidad por el trabajo doméstico y de cuidados considerados vinculados a la maternidad.



Aún según D. Kergoat, los hombres son designados prioritariamente a la esfera productiva, mientras las mujeres a la esfera reproductiva, y hay, al mismo tiempo, la aprensión por los hombres de las actividades de mayor valor agregado. Esa formulación permite abordar la relación entre producción y reproducción, explica la simultaneidad de las mujeres en los trabajos productivo y reproductivo y su explotación diferenciada en el mundo productivo y en el trabajo remunerado. Más aún, tuvo el mérito de visibilizar la enorme cantidad de trabajo que no es reconocida como tal, y siempre es invisible. En consecuencia, ese abordaje ha ampliado el concepto de trabajo establecido en la sociedad capitalista, para ir más allá del análisis del trabajo considerado productivo y que puede ser vendido en el mercado.

La división sexual del trabajo constituye la base material sobre a cual se organiza una relación social específica entre hombres y mujeres, que es antagónica, jerárquica y de eso resultan prácticas sociales distintas que traspasan todo el campo social. O sea, una sociedad sexuada, estructurada transversalmente por las relaciones de género. (Kergoat, 2003)

El capitalismo ha incorporado el patriarcado como estructurante de las relaciones sociales profundizando la división sexual del trabajo y la separación entre una esfera pública y otra privada. La primera considerada como el lugar en donde se da la producción y la segunda en donde ocurre la reproducción. Ello definió una reducción del concepto de trabajo limitado a lo que acontece en la esfera mercantil y desconsidera como trabajo las actividades de reproducción y cuidado y la vida humana y, por lo tanto, como una externalidad del modelo económico. En verdad oculta la dependencia masculina del trabajo invisible y no reconocido de las mujeres y hace parte de las falsas dicotomías creadas por la ideología patriarcal. Esas falsas dicotomías se constituyen como definiciones y representaciones del masculino y femenino: producción-reproducción, cultura-naturaleza, objetivo – subjetivo, razón-emoción. Esos son valores y la visión del mundo impuesta por el grupo dominante y, por lo tanto, esas dicotomías no son neutras, en verdad son jerárquicas.

La naturalización como si fuera parte de una esencia masculina y femenina, parte de la biología y el desarrollo sicológico fue uno de los principales mecanismos de justificación de esa desigualdad. De ahí surge la visión de que hay harmonía y complementariedad en las relaciones entre hombres y mujeres. Con eso se busca ocultar las relaciones de conflicto y poder entre hombres y mujeres, en la familia y en el conjunto de la sociedad.

Bajo el capitalismo se construyó un discurso legitimador de esa desigualdad, que muchas feministas llaman del patriarcado moderno en que incluso los justamente los filósofos iluministas tuvieran un rol fundamental en la construcción de un discurso misógino de legitimación del patriarcado y que se extendió para los campo de la medicina, de la moral y de la política. Paradojalmente naturaliza la desigualdad de las mujeres, planteando como parte de una esencia femenina la subordinación de las mujeres a los hombres. Atribuyen a la maternidad y consideran que el rol “natural” de las mujeres es el cuidado de hijos y hijas. Al mismo tiempo, se dio la construcción de un modelo de femineidad en el que son impuestos a las mujeres como deben comportarse y desarrollar su personalidad y habilidades para que estén adecuadas a su “rol social” de madre y esposa. Es evidente que en ese modelo hay cortes de clase y raza/etnia, sin embargo, tiene como trazos comunes representaciones que definen que las mujeres deben ser intuitivas, sensibles, dóciles, cuidadoras, altruistas, pacientes, delicadas, amables, cariñosas y buenas dueñas del hogar. Pero también tienen que ser bellas, agradables y, en los días de hoy, hay la exigencia de que sean jóvenes y delgadas.

Una estrategia fundamental para la consolidación de esas relaciones en el capitalismo fue la redefinición del rol de la familia mononuclear burguesa que se extendió para el mundo operario. La familia juega un rol fundamental en la producción y reproducción de la fuerza de trabajo, pero la clave es justamente la desconexión entre producción y reproducción y la familia es presentada como el lugar no económico de las relaciones afectivas. Eso confirma el no reconocimiento de la grande cantidad de trabajo doméstico y de cuidados realizados por las mujeres, cuando se presenta que la familia esta estructurada teniendo los hombres como proveedores y las mujeres como reproductoras. En verdad ese modelo hombre-proveedor es más bien un mito, ya que ninguna sociedad puede prescindir del trabajo de las mujeres en lo que se llama de actividades productivas y que también en una familia en la cual la mujer no es asalariada muchos más bienes y servicios son producidos en el ámbito del hogar. Oculta así el rol económico de la familia en la reproducción de la fuerza de trabajo y en la sostenibilidad de la vida humana.

Uno de los elementos estructuradotes de ese modelo de familia fue la imposición de heterosexualidad como norma de cumplimiento obligatorio. O sea, corresponde igualmente un modelo de sexualidad considerado padrón que jerarquiza y normatiza. Propone una sexualidad androcéntrica, que naturaliza las practicas sexuales como parte de una esencia en que la sexualidad masculina es basada en la virilidad y agresividad,, mientras la vivencia de las mujeres seria dócil y pasiva.

Ese discurso fue la base para manutención de una doble moral que justifica y incentiva la prostitución, aceptación de las relaciones promiscuas para los hombres y el castigo para las mujeres. Conocemos esa realidad que pasa en nuestros países: hombres con dos o más familias o de muchos hijos bastardos (como se definía). Además hoy podemos hablar de nuevas modalidades, como por ejemplo la no responsabilización masculina con los hijos, el incremento en nuestros países de familias monoparentales – pero sigue hegemónico el padrón en el cual las mujeres son clasificadas como santas o profanas según el ejercicio de su sexualidad. Al mismo tiempo, luego de las luchas por liberación sexual, el modelo ha buscado integrar elementos del discurso de liberación, pero a través de una profunda banalización de la sexualidad.

Esas relaciones de poder, de control y pose hacen con que las mujeres sean vistas como objetos disponibles, o sea hay una cosificación de las mujeres. El resultado es que la violencia doméstica e sexual, o violencia sexista, es parte del cuotidiano de la mayoria de las mujeres. Se constituye como la expresión mas dura de la opresión de las mujeres. En general, la violencia es ejercida por personas que están muy cercanas de la mujeres: conjugues, amantes, novios, padres, amigos y colegas de trabajo.

La presencia de las mujeres en el trabajo asalariado o en el campo no altera en nada la responsabilidad casi exclusiva por el trabajo doméstico e de cuidado. Para las mujeres la realización de ese trabajo se pone como parte de su identidad primaria, una vez que la maternidad es considerada su lugar principal. Esa identidad es incorporada de manera profunda por las mujeres y su vivencia está marcada por la evaluación de las funciones y valores asociados. En verdad ese discurso da buena madre es una construcción ideológica para que las mujeres sigan haciendo el trabajo doméstico.

En el campo, esa división sexual del trabajo también se estructura entre lo que es realizado en el ámbito de la casa y del trabajo con la tierra (Miriam Nobre, 1996). De esa forma históricamente muchas de las actividades productivas realizadas por las mujeres son consideradas una extensión del trabajo doméstico. Es importante subrayar que esa modalidad da división sexual del trabajo en el campo está vinculada a la introducción de la visión capitalista de trabajo, que justamente se queda reducido al que puede ser intercambiado en el mercado.

El feminismo tuvo una acción contundente de denuncia de los rasgos androcéntricos de ese modelo y ha buscado construir nuevos marcos analíticos para enfocar y resolver los problemas de otra forma. Sin embargo, esa sigue siendo una cuestión pendiente y hace con que fácilmente, en los espacios en donde se discuten alternativas, el patriarcado siga invisibilizado, principalmente en lo que se refiere al trabajo doméstico y de cuidados.

Además, permanecen las prácticas sexistas en el interior de la clase trabajadora y en las organizaciones políticas de izquierda. Esa permanencia del machismo y de prácticas patriarcales en el interior de la izquierda contribuye para que en el movimiento de mujeres siga una tensión entre lucha feminista y de clases.

Acerca del concepto de género

El concepto de género surgió luego de muchos años de lucha feminista y de varios intentos de explicaciones teóricas acerca de la opresión de las mujeres. La idea de la construcción social de la identidad femenina ya estaba presente hacia muchos años.

El libro “El segundo sexo”, 1949, de Simone de Beauvoir fue un marco para el debate acerca de la construcción social de la subordinación de las mujeres, a partir de los años 1960. Publicado en dos volúmenes es una obra minuciosa, escrita con todo rigor que caracterizaba la autora, para el cual ha utilizado conocimientos de varias disciplinas tales como historia, filosofía, economía, biología y también de experiencias de vida con el intuito de desvelar la condición femenina. Ella ha demonstrado que la propia noción de femineidad fue inventada por los hombres y tenía como reto que la auto-limitación de las mujeres. Podemos decir que, desde entonces, estuvo mas presente el debate sobre la construcción social del ser hombre y el ser mujer. Se considera que Robert Stoller elaboró conceptualmente el término género como referencia para la construcción social da masculinidad y femineidad en su libro Sex and Gender (1968). Mas tarde en 1975 otro marco fue el artigo “El Tráfico de Mujeres”, de la antropóloga Gayle Rubin. En ese artigo ella elabora el concepto de sistema de sexo-género en el cual busca unir esas dos categorías, definiendo como “un grupo de arreglos en términos históricos a través de los cuales una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana, llevándose en consideración también la manera como esas necesidades sexuales transformadas son satisfechas”. (Gayle Rubin)

El hecho es que después de varios años de trayectoria y debate del feminismo permanecían dificultades teóricas sobre la origen de la opresión de las mujeres, acerca de como inserir la visión de la opresión de las mujeres en el conjunto de las relaciones sociales, sobre el vinculo entre esa y otras opresiones. Por ejemplo, entre opresión de las mujeres y capitalismo. No existía una explicación que articulara los varios planes en que se da la opresión sobre las mujeres (trabajo, familia, sexualidad, poder, identidad) y, principalmente, una explicación que señalara con más nitidez los caminos para la superación de esa opresión.

Beth Lobo (1991) en el articulo “Os usos do género” aborda que el surgimiento de ese concepto se da a partir de los impases en el debate feminista a partir de los conceptos de patriarcado y división sexual del trabajo en un contexto en que los estudios tendían a buscar los orígenes de la opresión. Afirma que “llevaron las investigadoras feministas a teorizar género a través de incursiones en la antropología estructural y en la sicanálisis, para analizar justamente el significado social de la masculinidad e feminilidad”. De forma general el concepto de género se firmó por haber consolidado la cuestión de la construcción social y la contribución para explodir las dicotomías y mostrar que género traspasa todo el campo social.

En ese sentido, el concepto de género respondió varios de esos impases y permitió analizar tanto las relaciones de género como la construcción de la identidad de género en cada persona. El concepto de género fue trabajado inicialmente por la antropología y la sicoanálisis, situando la construcción de las relaciones sociales de género en la definición de las identidades femenina y masculina, como base para la existencia de roles sociales distintos y jerárquicos (desiguales). Ese concepto plantea claramente el ser mujer y ser hombres como una construcción social, a partir de lo que es establecido como femenino y masculino y de los roles sociales destinados a cada un.

Género es un concepto relacional, o sea, que mira el un en relación al otro, y considera que estas relaciones son de poder y de jerarquía de los hombres sobre las mujeres. De forma general, fue un concepto que se desarrolló en la tradición anglo-saxónica. En la tradición francesa siempre fue utilizado el término relaciones sociales de sexo, y fue también donde se desarrolló el concepto de división sexual del trabajo. Sobre el debate alrededor de la utilización del termino “género”, “relaciones de género” (del ingles gender) en lugar de “relaciones sociales de sexo”, la primera observación es que es imposible poner en oposición género y relaciones sociales de sexo, pues los dos son altamente polisémicos. Encontramos en los dos casos el mismo abanico de acepciones que van desde la simples variable mujeres hasta un análisis en términos de relaciones sociales antagónicas.

Lo que podemos enfatizar es que el debate de las francesas pone énfasis en que la división sexual del trabajo es la base material de la opresión de las mujeres, que ellas consideran como lo que está en juego en las relaciones de poder entre hombres y mujeres. La división sexual del trabajo estructura un tipo de relación social específica, que son las relaciones sociales de sexo (o de género). (Kergoat, 2003)

El concepto de género passó a ser usado prácticamente por el conjunto del feminismo, lo que proporcionó un salto colectivo en la dirección de la discusión teórica. Ayudó a romper con las dicotomías antes planteadas: divisiones entre específico y general, público y privado, producción y reproducción, porque busca comprender como las relaciones de género estructuran las prácticas sociales en las diversas esferas. El permite trabajar generalizaciones y particularidades, porque podemos percibir el significado de género en la sociedad como un todo, así como en la experiencia individual o de un grupo.

En América Latina, el artículo de Joan Scott se volvió casi que el artículo fundante del concepto de género. En el, más que conceptuar género, ella buscó demuestrar que es una categoría útil para el análisis de la historia. Discutió la relación entre la constitución del concepto de género y la institucionalización en particular en las universidades. Hizo ello comparando con la forma como los estudios iniciaron como “estudios sobre las mujeres”. Ella argumenta que, por un lado, el concepto de género trajo más legitimidad, pero por otro, desconsidera el sujeto que estaba explícito en los estudios sobre mujeres. O sea, ha ganado legitimidad institucional, pero ha perdido la fuerza del sujeto. En los años 1990 hay una fuerte incorporación de “género” y se evalúa que hubo hasta mismo una cierta banalización y que haya perdido su fuerza.

Parece que ese debate original del concepto de género está imbricado con su desarrollo. O sea, hubo una asimilación en que muchas veces su status de categoría llevó a un abordaje bastante técnica, haciendo parecer que era una cuestión de definir instrumento para garantizar su incorporación en los análisis y acciones a partir de la premisa de que es una categoría de análisis transversal. De esa forma, muchas veces se secundarizó la cuestión fundamental que se trata de una relación de poder y, por lo tanto, de conflicto, y está definida por una determinada correlación de fuerzas.

En verdad esa incorporación de la perspectiva de género definió todo un esfuerzo de análisis, modelos operativos y capacitación de expertas en género y desarrollo buscando lograr que esa cuestion fuera incorporada transversalmente en los proyetos y politicas. Eso fue levado adiante por organismos multilatelaes como UNIFEM, Banco Mundial y paulatinamente influenciando las agendas de ONGs, movimientos socialies y gobiernos. Hoy muchas de las autoras esa política conocida como del “mainstream” de género hacen un balance crítico del período por su acento exclusivo en las herramientas y la expertise.

El balance critico trae la importancia de refuerzar el elemento sujeto político y la auto-organización de las mujeres como forma de enfrentar las relaciones de poder, sin aislar el contexto histórico y la dimensión de clase y raza que exigen políticas de transformaciones estructurales que operen simultáneamente sobre las dimensiones económicas, sociales y políticas.

Reflexión desde la Marcha Mundial de las Mujeres

Reflexionar sobre a experiencia da Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) és interesante para ejemplificar la importancia del sujeto político, del cuestionamiento de las relaciones de poder y mas que eso partir de lo que es la visión del una determinada cuestión para pensar las respuestas necesarias. El origen de la MMM está vinculada a la necesidad de construir un amplio proceso de lucha desde los sectores populares en respuesta a la ofensiva capitalista a partir de globalización neoliberal y el refuerzo del machismo. Es parte de una alternativa a la globalización del movimiento feminista vinculado a la agenda de las Naciones Unidas y creó la propuesta de construcción de una transnacionalización de las luchas ancorada en el trabajo de base en conexión con acciones nacionales e internacionales. Del punto de vista del análisis político, la MMM inició cuestionando globalmente el modelo vigente, retoma la relación con el debate de clase y consolida más que una crítica a globalización neoliberal para una crítica anticapitalista.

En ese proceso ha recolocado el concepto de patriarcado en respuesta al hecho que el movimiento estuvo bajo la hegemonía esa banalización del concepto de género en uno proceso de institucionalización y de pérdida de radicalidad. El primer resultado de ese cambio es que de volvió a colocar énfasis en la dimensión de la opresión masculina. Al mismo tiempo en que hace el análisis de la imbricación entre capitalismo y patriarcado. No hubo una retomada del antiguo debate entre marxismo y feminismo – capitalismo y patriarcado como uno o dos sistemas, pero se enfatiza la interrelación y como se fortalecen y están construidos con base en la desigualdad, que se refuerzan mutuamente. Hay el reconocimiento que el capitalismo incorporó la dominación patriarcal como estructurante de su modelo económico y de sus prácticas a partir de la transversalidad de la desigualdad de género con base en la división sexual del trabajo, en el control sobre el cuerpo de las mujeres, la imposición de la familia patriarcal y la heteronormatividad de la sexualidad como modelos.

A partir de esa comprensión resulta una estratégia de la importancia del fortalecimiento de las mujeres como sujetos políticos a partir de su auto-organización. Es a partir de la construcción de acciones colectivas que las mujeres tendremos fuerza para revolucionar la sociedad tanto al nivel de la construcción de nuevas relaciones sociales y de superación de todos los mecanismos de manutención de la opresión. Para la MMM la construcción de una fuerza propia de las mujeres es fundamental incluso para la articulación de las alianzas necesarias con otros movimientos y organizaciones. La utopía del feminismo anticapitalista apunta para un cuestionamiento global de modelo actual y para la construcción de nuevas relaciones y nueva subjetividades.

Para eso actua para construir relaciones de alianzas con el conjunto de movimientos sociales y otros actores politicos de cambio como parte de un processo que la persepctiva de igualdad sea assumida por el conjunto.

Todo ese debate no desconoce la importancia que cada organización analise la desigualdad de género y asuma acciones que cuestione esa realidad. Pero hay no perder de vista que es no cuestión mas politica que técnica y que requer propuestas de accion concretas, pero también un cambio organizacional y cultural en cada instituición, proyeto o movimiento.

Bibliografía

Faria, Nalu, Nobre, Miriam. O que é ser mulher e o que é ser homem? In: Genero e Desigualdade. Cadernos Sempreviva. Ed. SOF Sempreviva Organização Feminista. São Paulo. 1997.

Kergoat, D. Relações sociais de sexo e divisão sexual do Trabalho, in Lopes, Marta Julia (e outras). Gênero e Saúde. Porto Alegre: Artes Médicas, 1996. KERGOAT, Danièle. Divisão sexual do trabalho e relações sociais de sexo. In: EMÍLIO, Marli et al. (orgs.). Trabalho e cidadania ativa para as mulheres: desafios para as políticas públicas. São Paulo: Prefeitura Municipal de São Paulo, 2003, p. 55-63.

LOBO, Elisabeth. Os Usos do Gênero. In: A Classe Operária tem dois sexos. Ed. Brasiliense. São Paulo. 1991

Marcha Mundial de las Mujeres. Una década de lucha internacional feminista. Ed. SOF-Sempreviva Organização Feminista. São Paulo. 2008.

NOBRE, Miriam. Relações de Genero e Agricultura Familiar.In:NOBRE, Miriam; SILIPRANDI, Emma; QUINTELA, Sandra; MENASCHE, Renata (Orgs.).Gênero e agricultura familiar. ão Paulo: Cadernos Sempreviva. Ed. SOF Sempreviva Organização Feminista, 1998.

RUBIN, Gayle. O Tráfico de Mulheres: Notas sobre a «Economia Política» do Sexo. Recife: Edição SOS Corpo, 1993.

 

 

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Mujeres campesinas

Míercoles 29 de Agosto de 2012

En los países del Sur, las mujeres son las principales productoras de comida, las encargadas de trabajar la tierra, mantener las semillas, recolectar los frutos, conseguir agua… Entre un 60 y un 80% de la producción de alimentos en estos países recae en las mujeres, un 50% a nivel mundial. Éstas son las principales productoras de cultivos básicos como el arroz, el trigo y el maíz, que alimentan a las poblaciones más empobrecidas del Sur global. Pero a pesar de su papel clave en la agricultura y en la alimentación, ellas son, junto con los niños y niñas, las más afectadas por el hambre.

Las mujeres campesinas se han responsabilizado, durante siglos, de las tareas domésticas, del cuidado de las personas, de la alimentación de sus familias, del cultivo para el autoconsumo y la comercialización de algunos excedentes de sus huertas, cargando con el trabajo reproductivo, productivo y comunitario, y ocupando una esfera privada e invisible. En cambio, las principales transacciones económicas agrícolas han estado, tradicionalmente, llevadas a cabo por los hombres, en las ferias, con la compra y venta de animales, la comercialización de grandes cantidades de cereales, etc., ocupando la esfera pública campesina.



Esta división de roles asigna a las mujeres el cuidado de la casa, de la salud, de la educación y de sus familias y otorga a los hombres el manejo de la tierra y de la maquinaria, en definitiva de la “técnica”, y mantiene intactos los papeles asignados como masculinos y femeninos, y que durante siglos, y aún hoy, perduran en nuestras sociedades

Salario, pero malas condiciones

Sin embargo, en muchas regiones del Sur global, en América Latina, África subsahariana y sur de Asia, existe una notable “feminización” del trabajo agrícola asalariado. Entre 1994 y 2000, las mujeres ocuparon un 83% de los nuevos empleos en el sector de la exportación agrícola no tradicional. Pero esta dinámica va acompañada de una marcada división de género: en las plantaciones las mujeres realizan las tareas no cualificadas, como la recogida y el empaquetado, mientras que los hombres llevan a cabo la cosecha y la plantación.

Esta incorporación de la mujer al ámbito laboral remunerado implica una doble carga de trabajo para las mujeres, quienes siguen llevando a cabo el cuidado de sus familiares a la vez que trabajan para obtener ingresos, mayoritariamente, en empleos precarios. Éstas cuentan con unas condiciones laborales peores que las de sus compañeros recibiendo una remuneración económica inferior por las mismas tareas y teniendo que trabajar más tiempo para percibir los mismos ingresos

Tierra sin nombre femenino

Otra dificultad es el acceso a la tierra. En varios países del Sur, las leyes les prohíben este derecho y en aquellos donde legalmente lo tienen las tradiciones y las prácticas les impiden disponer de ellas. Pero esta problemática no solo se da en el Sur global. En Europa, muchas campesinas no tienen reconocidos sus derechos, ya que a pesar de trabajar en las explotaciones, igual que sus compañeros, la titularidad de la finca, el pago de la seguridad social, etc., lo tienen, habitualmente, los hombres. En consecuencia, las mujeres, llegada la hora de la jubilación, no cuentan con pensión alguna, no tienen derechos a ayudas, cuotas, etc.

Frente a este modelo agrícola neoliberal, intensivo e insostenible, que se ha demostrado totalmente incapaz de satisfacer las necesidades alimentarias de las personas y el respeto a la naturaleza, y que es especialmente virulento con las mujeres, se plantea el paradigma alternativo de la soberanía alimentaria. Se trata de recuperar nuestro derecho a decidir sobre qué, cómo y dónde se produce aquello que comemos; que la tierra, el agua, las semillas estén en manos de las y los campesinos; de combatir el monopolio a lo largo de la cadena agroalimentaria.

Y es necesario que esta soberanía alimentaria sea profundamente feminista, ya que su consecución sólo será posible a partir de la plena igualdad entre hombres y mujeres y el libre acceso a los medios de producción, distribución y consumo de alimentos. Hay que reivindicar el papel de las campesinas en la producción agrícola y alimentaria y reconocer el papel de las “mujeres de maíz”, aquellas que trabajan la tierra.

Texto:

Esther Vivas

 

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La Coordinación Europea Vía Campesina apoya las acciones de SOC-SAT y a sus dirigentes

Martes 28 de Agosto de 2012

El SOC-SAT (Sindicato de Obreros del Campo –Sindicato Andaluz deTrabajadores) organiza acciones, desde hace mucho tiempo, con respecto a reglas de consumo, de producción y de comercialización agrícolas más justas, dentro del marco de la soberanía alimenticia.

El valor político mostrado por el SOC –SAT, y en particular por sus dirigentes, no tiene precedentes. Al realizar acciones de resistencia y al proponer alternativas, SOC-SAT desafía al sistema neoliberal actual y sus consecuencias nefastas en las poblaciones.



Entre las últimas acciones, los trabajadores agrícolas de Andalucía han ocupado el 24 de julio, la explotación agrícola La Turquilla. SOC-SAT pide que esas 2.000 hectáreas de tierras fértiles, bajo propiedad militar, sean trabajadas por las cooperativas de trabajadores jornaleros para alimentar a sus familias, y no para cultivos destinados a la exportación y la cría de caballos.

Frente a la crisis económica y social que atraviesa en este momento España, así como también toda Europa, estas acciones del SOC-SAT son alternativas creíbles y solidarias para defender la justicia social y los derechos humanos, más allá de los dogmas capitalistas.

Las tierras agrícolas deben, primeramente, alimentar a una agricultura campesina y familiar y responder a los desafíos sociales, del medio ambiente y económicos de nuestra sociedad.

Una iniciativa para una reforme agraria europea debería también exigirse, para que la utilización de la tierra esté realmente al servicio de la seguridad alimenticia y del desarrollo sostenible.

Contacto : Javier Sánchez, miembro del Comité de Coordinación de ECVC

Para más información : SAT http://www.sindicatoandaluz.org

 

http://www.reuters.com/article/2012…

 

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Cartilla Nº 3 de la Campaña por la Soberanía Alimentaria – CLOC/Vía Campesina Paraguay

Martes 28 de Agosto de 2012

La tierra es fuente de las mayores contradicciones sociales que tenemos hasta el día de hoy en nuestro país. La concentración en manos de pocas familias se fue formando en un proceso histórico que se consolidó después de la Guerra contra la Triple Alianza, pero que comenzó desde la llegada misma de los europeos a nuestro territorio.

Esto, sumado a la corrupción de la dictadura stronissta y al manejo arbitrario de la cosa pública en tiempos de la transición democrática, dio como resultado la aparición de latifundios y la gradual eliminación de las pequeñas propiedades, en un marco de agronegocio y acaparamiento de tierras, situación en la que nos encontramos inmersos como sociedad, a consecuencia de los hechos de la historia.

Se vienen arrastrando desde hace largos años los problemas socioeconómicos que generan la concentración y la extranjerización de la tierra.

¡Alimento sano, pueblo soberano!

Para descargar la cartilla (formato PDF) haga clic en el enlace a continuación y descargue el archivo:

Cartilla Tierra y Territorio – CLOC VC Paraguay

 

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Comer o no comer: ¿quién decide?

Martes 28 de Agosto de 2012

Como serpiente que se muerde la cola, el sistema alimentario industrial –que es el principal causante del cambio climático global– se sacude por las pérdidas de cosechas debido a intensas sequías en Estados Unidos.

En algunas partes, aunque hay cosecha, no se puede usar porque por falta de lluvia las plantas no procesan los fertilizantes sintéticos y se vuelven tóxicas para el consumo. Todo está relacionado al mismo sistema industrial: semillas uniformes, sin biodiversidad, con agrotóxicos y fertilizantes sintéticos, con alto uso de transportes, energía y petróleo –por tanto gran emisor de gases de efecto invernadero– y controlado por trasnacionales.

En el caso del maíz, la escasez se exacerba porque 40 por ciento de la producción en Estados Unidos se destina a etanol, es decir, a alimentar autos en lugar de gente.

Al ser Estados Unidos uno de los principales exportadores mundiales de maíz, soya y trigo, junto al hecho de que 80 por ciento de la distribución global de cereales está en manos de cuatro multinacionales que gestionan el abasto para obtener más lucros, la baja de producción en ese país tiene efecto dominó sobre el mercado global, donde los precios de los alimentos están disparados. Además de los granos, suben los precios de aves, puercos y res, ya que más de 40 por ciento de la producción de cereales del mundo se usa como forraje para cría industrial confinada de animales. Otro absurdo del mismo sistema agroindustrial, ya que sería mucho más eficiente usar los cereales para alimentación humana y consumir menos carne, o que la cría fuera en pequeña escala con forrajes diversificados. La cría industrial confinada y masiva de animales es el origen, además, de epidemias como la gripe porcina y aviar, que a su vez generan escasez y aumento de precios, como hemos visto recientemente en México con el aumento de precio de los huevos por un brote de gripe aviar.

Los que más sufren por los aumentos de precios son los más pobres, principalmente los urbanos, que usan 60 por ciento de sus ingresos en alimentos.

Por el contrario, la veintena de transnacionales que controlan el sistema alimentario agroindustrial (de Monsanto a Wal Mart, pasando por Cargill, ADM, Nestlé y algunas más), las que controlan las semillas y pies de cría, los agrotóxicos, la compra, distribución y almacenamiento de granos (también para biocombustibles), los procesadores de carnes, alimentos y bebidas, así como los supermercados, son los responsables de las crisis, pero se han blindado contra sus efectos –trasladando las pérdidas a los productores chicos, a los consumidores y al gasto público. Para ellas, el caos climático y la escasez no significan pérdidas, sino aumento de ganancias, como sucede con las semillas, agrotóxicos y fertilizantes que se vuelven a vender, o las empresas que almacenan cereales, los acaparan y especulan vendiéndolos más caros, o los productos en supermercados, cuyo precio aumenta mucho más que la proporción al inicio de la cadena.

El caso del maíz en México es ilustrativo. Pese a que los agricultores del norte del país afirman tener 2 millones de toneladas para vender, recientemente se importaron 1.5 millones de toneladas de Estados Unidos (transgénico), y por otra parte venderá 150 mil toneladas a El Salvador y otra partida a Venezuela. Anteriormente había comprado medio millón de toneladas a Sudáfrica. Absurdo para el clima, por los transportes innecesarios, y brutal contra la producción nacional. Cuestionado, el Secretario de Economía, Bruno Ferrari (anteriormente funcionario de Monsanto), se lavó las manos, alegando que es una decisión de empresas privadas.

El trasfondo, como explica Ana de Ita, del Centro de Estudios para el Campo Mexicano (Ceccam), es que en el contexto de las políticas para liberalizar la producción agrícola nacional que precedieron a la firma del TLCAN, se desmanteló la paraestatal Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), que equilibraba el comercio interno de maíz, entregando el mercado interno a las trasnacionales: empresas como Cargill, ADM, Corn Products International, junto a grandes porcícolas, avícolas y de procesamiento industrial de tortillas. Éstas compran a quien les convenga, sea porque es más barato o por otras razones, como comprar a agricultores con los que tienen contratos de producción en Estados Unidos.

Ese tipo de empresas –y sus ex funcionarios en el gobierno, como Ferrari– son las que afirman que hay que importar maíz, porque la producción nacional no es suficiente. Sin embargo, México ha producido en los últimos años alrededor de 22 millones de toneladas anuales, y el consumo humano es de unos 11 millones. Se usan en derivados industriales otros 4 millones de toneladas, restando aún 7 millones. Pero las empresas importan 8-9 millones de toneladas anuales adicionales, porque se usan 16 millones de toneladas de maíz en la cría industrial masiva de aves y cerdos –tambien de grandes empresas.

Si la cría fuera descentralizada y con forrajes diversos se tendría suficiente producción, sin epidemias y sin maíz transgénico de trasnacionales, con muchas más fuentes de trabajo rural. La importación de maíz a México no es necesaria, es sencillamente un negocio entre trasnacionales, condonado y subsidiado por el gobierno.

Si las políticas públicas protegieran la producción agrícola y pecuaria diversa y de pequeña escala, con semillas propias y públicas nacionales, se diversificarían los riesgos –incluso climáticos– y tendríamos producción alimentaria suficiente, accesible y de mucho mejor calidad.

Silvia Ribeiro, Investigadora del Grupo ETC

Fuente: La Jornada

 

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¿Inversión responsable en tierras agrícolas? Los actuales esfuerzos para regular el acaparamiento de tierras agravarán las situación

Martes 28 de Agosto de 2012

Desde el Banco Mundial hasta los fondos de pensión, se están realizando esfuerzos para regular el acaparamiento de tierras creando códigos y estándares. La idea es distinguir las adquisiciones de tierras que cumplen ciertos criterios y que debieran ser llamadas de manera positiva «inversiones», de aquéllas que no los cumplen y que pueden seguir siendo estigmatizados como «acaparamientos» de tierra. Hasta ahora, eran sobre todo agencias internacionales las que estaban tratando de hacer esto. Ahora, el sector privado se está involucrando a fondo para establecer sus propias reglas del juego. De cualquier forma, el resultado neto es una autorregulación voluntaria —la cual es ineficaz y poco fiable, y que no es remedio alguno contra la perversidad de estos negocios. Más que ayudar a las élites financieras y corporativas a «invertir responsablemente», lo que necesitamos es que dejen de acaparar tierras y que restituyan lo acaparado. Sólo entonces será posible fortalecer y apoyar a los productores rurales en sus propios territorios y comunidades. Los objetivos de los inversionistas y de las comunidades son totalmente incompatibles.

Lea este nuevo número de A contrapelo aquí: http://www.grain.org/e/4567

 

 

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Honduras: Fallo Legal a favor de los campesinos y campesinas del Bajo Aguan

Lunes 27 de Agosto de 2012

REAFIRMA SU DERECHO DE LA TIERRA

El fallo emitido por los tribunales en el caso de las fincas El Despertar, La Trinidad y San Isidro, que otorga la posesión de dichas fincas al movimiento campesino MARCA, fue revertido por la Corte Primera de Apelaciones de La Ceiba para arrebatar de manera ilegal la tierra al movimiento campesino. La Plataforma Agraria, integrada por 32 organizaciones, participantes y miembros de la campaña por la agricultura “Vamos al Grano” y la Alianza por la Soberanía Alimentaria y Reforma Agraria (SARA), ante la comunidad nacional e internacional manifestamos:

1. Frente a este y otros actos ilegales, campesinos y campesinas de diferentes organizaciones se han movilizado exigiendo sus derechos. Actualmente más de mil campesinos están siendo procesados por delitos de usurpación, daños a la propiedad, amenazas, aprovechamiento ilegal del bosque, lo que evidencia la persecución y criminalización hacia las campesinas y campesinos que exigen su derecho a la tierra.

 

2. El actual conflicto agrario por el derecho a la tierra ha dejado más de 60 campesinas y campesinos asesinados sin que hasta los momentos los culpables hayan sido llevados ante la justicia. Tratando de encontrar soluciones al conflicto agrario, el movimiento campesino ha realizado diversas acciones.

Recientemente con un plantón en los bajos del Congreso, se logró que el Congreso Nacional se comprometiera a nombrar una Comisión Especial para retomar la discusión de la propuesta de Ley de Transformación Agraria, presentada por el movimiento campesino.

Para continuar impulsando este diálogo, el pasado lunes 20 de Agosto de 2012, varias organizaciones campesinasse manifestaron en las afueras de la Corte Suprema de Justicia exigiendo, el respeto al fallo que otorga la posesión de dichas fincas al movimiento campesino MARCA y la despenalización de la lucha campesina. Se logró pactar una reunión para el día siguiente, con los titulares de la Corte Suprema de Justicia, pero la reunión fue cancelada a última hora por las mismas autoridades. En lugar del dialogo las y los campesinos fueron duramente reprimidos y encarcelados ignorando todo procedimiento legal y otorgándoles después 36 horas de encarcelamiento ilegal medidas sustitutivas a la prisión.

Condenamos las acciones represivas y el uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos policiales, en los últimos días, dejando un nuevo saldo de 15 campesinas y campesinos detenidos y varios heridos en otro acto de represión en la zona del Aguán.

Hacemos un llamado a las autoridades del Poder Ejecutivo, Congreso Nacional y Corte Suprema de Justicia para buscar una solución definitiva al actual conflicto agrario en Honduras en aras de contribuir a la paz y el desarrollo del campo que permita combatir la pobreza y la desigualdad.

Exigimos que se liberen a las y los campesinos apresados ilegalmente en el Aguán y que se despenalice la lucha campesina. La reunión suspendida de forma arbitraria por la Corte Suprema de Justicia debe ser retomada y demandamos que el Legislativo cumpla con su compromiso de nombrar una Comisión Especial para buscar una solución al conflicto agrario actual.

PLATAFORMA AGRARIA

 

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