Compartimos un extracto de la entrevista que pone en contexto la CLOC-Vía Campesina en sus 30 años y los desafíos actuales para el movimiento.
Nos comparte el compañero Franklin:
La CLOC nace en un contexto difícil en Latinoamérica donde realmente hay temas complicados y sensibles de tratar y de tocar. Los compañeros y compañeras que iniciaban tenían esa visión de romper paradigmas, de crear mejores condiciones para la familia campesina, indígena para todos estos sectores que luchan para tener mejores condiciones de vida.
La CLOC de ahora es una CLOC donde a través de los procesos de formación ha ido empoderando sus sectores y sus gremios, dónde ha ido creando espacios de participación. Las discusiones y los acuerdos son a través de la construcción colectiva. Se han creado mayores espacios de participación para las mujeres y para los jóvenes con enfoque del respeto a la vida, con un enfoque transversal de derechos humanos. Cada uno de nosotros y nosotras entendemos la importancia para empezar de una organización representativa y que vele por nuestros derechos y que reclamen nuestros derechos. Pero más que eso, que capacite, forme y qué cree condiciones adecuadas para continuar en el proceso.
En las nuevas coyunturas, creo que la CLOC tiene un gran desafío: la formación más integral, más fuerte, más ideológica, más política en cada uno de estos países. ¿Por qué razón? Hay un crecimiento y una barrera fuerte o una intención del imperio y de las grandes oligarquías de no permitir que se levanten movimientos, de no permitir que la gente adquiera conocimientos en base a la defensa de su soberanía, en base a sus derechos.
Entonces un desafío fuerte de la CLOC en países incluso como Honduras, hablar de procesos de formación, hablar de socialismo es como un pecado. Gracias a esta nueva coyuntura hay más apertura, pero creo que una de las cosas es cómo armamos, cómo fortalecemos los colectivos en cada país y que hagamos una formación continua sistematizada a nivel de Centroamérica. Debería ser fuerte. Honduras, Guatemala y El Salvador mismo, hay que fortalecer, hay que hacer alianzas estratégicas, hay que hacer análisis estratégico para la puesta, para una verdadera lucha desde el punto de la formación, desde el punto de vista de ir rompiendo esa barrera y que podamos prepararnos ante posibles desafíos que puede ser en contra de nuestro movimiento.
Creo que nos estamos fortaleciendo. Estamos creciendo más. No es necesariamente crecer en membresía, sino crecer en conocimiento y crecer en planteamientos positivos para seguir siendo el referente de la lucha social y popular en Latinoamérica.
Bajo la premisa del Comandante Fidel Castro “La revolución les dio a los campesinos algo más que una Ley de Reforma Agraria”, el compañero Presidente del heroico Cuba Miguel Díaz Canel, afirma que “En la agroecología está la capacidad de lograr un modelo agrícola sustentable y sostenible y soberano que garantice la soberanía y seguridad alimentaria de la población “.
Del 29 de noviembre al 01 de diciembre, 2023, en el Centro Integral Niceto Pérez de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños – ANAP, ubicado en Güira de Melena, Provincia de Artemisa en Cuba, nos dimos presencia 80 líderes y lideresas de los 20 países de América Latina que articulamos la CLOC, para celebrar la III Asamblea Continental de nuestro movimiento campesino, y avanzar hacia la VIII Conferencia de La Vía Campesina Internacional en Managua, Nicaragua.
Nos reencontramos luego de resistir la pandemia del Covid-19 y movilizar acciones desde nuestros territorios en defensa de la Soberanía Alimentaria y las demandas por la aplicación de la Declaración de los Derechos Campesinos para promover sistemas agroalimentarios sostenibles con campesinas y campesinos que enfrían el planeta y producen alimentos sanos para los pueblos.
Durante este encuentro, reafirmamos la imperiosa necesidad de luchar por la erradicación definitiva de todo vestigio de colonialismo e imperialismo en nuestra América Latina. En un contexto global donde la emergencia de China y oriente vislumbra una ruptura de la hegemonía política económica y militar estadounidense y abre posibilidades de nuevos escenarios de multipolaridad, estamos conscientes del momento histórico en el que se desarrollan nuestras luchas y resistencias.
Estamos alertas en una coyuntura de profundización de crisis sistémicas consecuencias del desarrollo del capitalismo neoliberal, donde la respuesta del poder corporativo son discursos de odio y manipulación mediática que fomenta y promueve la emergencia de grupos fascistas que se identifican con ideales racistas, xenófobos y métodos violentos y antidemocráticos.
Ratificamos la lucha contra los agrotóxicos en medio de crisis, guerras y pandemias ponen en evidencia el sistema agroalimentario corporativo como una amenaza para la humanidad toda, aumentando los precios de insumos, de alimentos y como consecuencia los niveles de hambre y mal nutrición.
Enfrentamos los retos de las nuevas tecnologías que presentan cambios intensivos en las formas del trabajo y la comercialización de alimentos y destacamos el papel de los campesinos y campesinas para la producción de alimentos saludables para los pueblos del mundo. Los bienes comunes, la tierra y los territorios, el agua, nuestros minerales continúan siendo la principal apetencia de las transnacionales, así el desafío principal de los pueblos es de resistir el extractivismo, defender los territorios campesinos y de pueblos originarios.
Valoramos el momento histórico de América Latina ante una nueva oleada de gobiernos progresistas; consientes que la conquista del poder político ha sido posible a través de alianzas con sectores privados y que nos plantea una alta complejidad y capacidad de análisis y propuestas para aportar a la integración latinoamericana y la paz en la región frente a ese reto.
Nos desafiamos a protagonizar de la mano de nuestras luchas instancias de representación y definición política para impulsar políticas públicas que fortalezcan la producción de alimentos saludables y avancen en la implementación de los derechos campesinos en cada país. Conscientes de que eso solo será posible con nuestras organizaciones movilizadas y en unidad, fortaleciendo alianzas del campo y la ciudad, con los sindicatos y movimientos sociales y populares. La participación de la juventud y la formación política son esenciales en esta ruta de lucha y esperanza.
Resaltamos la importancia estratégica de nuestros IALAs, que se vienen fortaleciendo en todas las regiones, formando a la juventud con militancia agroecológica. Durante 30 años La Vía Campesina ha desarrollado la propuesta de la Agroecología y la Soberanía Alimentaria. Tal como ratifica la Declaración de los Derechos Campesinos y Campesinas, la Reforma Agraria es una condición para resolver el problema del hambre global, camino que comenzó en América Latina con la Campaña Continental de los 500 años de Resistencia Campesina, Indígena, Negra y Popular.
Asumimos nuestra Carta Orgánica como una herramienta que guía las estrategias para fortalecer nuestras organizaciones y nuestros planes de acción en aras de aportar a la construcción de una sociedad justa y equitativa, convencidos y convencidas que la integración de la patria grande, es el mejor camino en la construcción del socialismo en América Latina.
Reafirmamos el inquebrantable compromiso solidario con nuestra hermana República de Cuba, con su pueblo, ese faro esencial en la creación del ser humano nuevo que es y será necesario en la gesta de liberar a los pueblos del capitalismo y su inherente e injusta y violenta desigualdad. Un bloqueo que el valiente pueblo cubano ha enfrentado por más de 60 años, y que en los últimos tiempos se ha exacerbado con la implementación de más de 243 medidas de represión económica, política y militar por el gobierno criminal de los Estados Unidos y a pesar de ello ese pueblo cubano continúa dando cátedra de resistencia, lucha, solidaridad y revolución.
Reafirmamos nuestra solidaridad con el hermano pueblo de Haití que se encuentra sumido en una profunda crisis política, social y económica ahondado por el racismo institucional que domina y vulnera a la población haitiana a situaciones de marginación y precariedad. Reconocemos en Haití la valentía de un pueblo que hizo la primera y verdadera revolución social en el continente americano por liberarse del colonialismo europeo, aboliendo la esclavitud y ofrendando su acción solidaria en la lucha por continuar su gesta independentista.
Caminamos hacia Managua, a la VIII Conferencia de La Vía Campesina Internacional, con el compromiso de seguir construyendo la unidad del movimiento campesino, la Solidaridad Internacionalista, la lucha por la Reforma Agraria, la Soberanía Alimentaria y los Derechos Campesinos en todo el mundo.
¡Rumbo a la VIII Conferencia!
¡Internacionalicemos la Lucha, Internacionalicemos la Esperanza!
Los días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre se realizó la III Asamblea Continental de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC – Vía Campesina), en el Centro Integral Niceto Pérez de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba (ANAP), ubicado en el municipio Güira de Melena, en la Provincia de Artemisa.
En esta edición de nuestro programa nos proponemos repasar algunos de los principales desafíos con los que llegaba el campesinado latinoamericano a la Asamblea en Cuba, y los temas trabajados más destacados. Las entrevistas para el Voz Campesina 84 fueron realizadas por Elsa Sánchez, referente de comunicación de la Región Caribe de la CLOC, durante la reunión campesina.
Nunca antes el tema campesino llega a su más alta prioridad debido a la pandemia que puso de rodillas al planeta y mostró la debilidad grave del sistema capitalista. A esta crisis se suma los problemas del imperio que enfrenta un nuevo orden mundial y al ascenso de la denominada Eurasia, a la crisis energética de Europa y el crecimiento de los costos de la guerra.
Este mundo se acelera después del 24 de febrero del 2022, originado por la agresión del gobierno de Estados Unidos y la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) a la Federación Rusia a través de la Plataforma Nazi Fascista de Ucrania. En esta guerra Rusia recupera territorios y frena el avance de la OTANIZACIÓN para aniquilar a Rusia.
En este contexto, en América Latina están en crecimiento los gobiernos progresistas que buscan combatir problemas agudizados por la pandemia y la guerra. Sin embargo, la ofensiva contra Cuba, Venezuela y Nicaragua tiene momentos difíciles por la manipulación mediática ante un auditorio desinformado. Las redes sociales de las cadenas de la prensa capitalista avanzan con sus noticias falsas permanentes.
La CLOC-Vía Campesina está cumpliendo treinta años para construir una estrategia política – con movimientos y organizaciones aliadas – para incidir efectivamente a nivel nacional, regional y global en la liberación de la clase trabajadora, por el internacionalismo y el mejoramiento de las condiciones de vida de los pueblos. Por ello, nos sumamos a construir un nuevo paradigma emancipatorio, frente a un sistema en declive, el avance del agronegocio, la exclusión de campesinos del campo, y la amenaza a la cultura campesina y sus alimentos. Los países pierden su soberanía nacional a favor de las grandes corporaciones multinacionales en un contexto de guerra de agresión en los dos países con la mayor agricultura del mundo.
Frente a la pandemia y a la guerra es urgente fortalecer la agricultura campesina y no el proceso de la denominada agricultura digitalizada, una agricultura 4.0 que desconoce el conocimiento ancestral y está bajo el monstruo genético de las transnacionales que está afectando la agricultura y la alimentación en todo el mundo. Debemos enfocarnos en una agricultura de campesinos/as que sepa combinar el uso de la ciencia, pero en beneficio de la agroecología, a través de los IALAs y la Metodología de Campesino a Campesino.
En este contexto, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) realiza su Tercera Asamblea Continental. La Primera Asamblea Continental se realizó en octubre del año 2012 en Managua, Nicaragua y la Segunda Asamblea Continental se realizó en Santandercito, Cundinamarca, Colombia en mayo del 2017. Ahora damos paso a la Tercera Asamblea Continental que vamos a realizar en el Centro Integral de la ANAP Niceto Pérez, ubicado en el municipio Güira de Melena en la Provincia de Artemisa, Cuba los días 29, 30 de noviembre y 1 de diciembre del 2022.
El propósito de una Tercera Asamblea Continental en este contexto es importante debido a la crisis actual y a la necesidad de movilizarnos para encontrar la resiliencia y mitigación ante el avance de los siguientes problemas mundiales: En el proceso Post Pandemia, la situación medio ambiental, la crisis alimentaria, garantizar la cadena de suministros, los ecos de la guerra nuclear y el papel del mundo rural frente al nuevo orden mundial, en la tarea central que es la lucha por la emancipación de la clase trabajadora.
¡Desde Nuestros Territorios Unidad, Lucha y Resistencia, por el socialismo y la Soberanía de Nuestros Pueblos!
¡30 años de luchas colectivas, esperanza y solidaridad!
Invitamos a todas las organizaciones, aliados, amigos y amigas de todo el mundo, a seguir el espacio y amplificar nuestros mensajes de debate y reflexión.
Morgan Ody, La Vía Campesina: “Necesitamos salir del capitalismo si queremos tener un futuro como humanidad”
En Managua, Nicaragua, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina celebraron durante las fechas 22-28 de abril de 2022, una serie de reuniones y actividades en marco de los 30 años desde el nacimiento de La Vía Campesina.
Durante este encuentro, nos sentamos con la compañera Morgan Ody, campesina de Francia de la Confédération Paysanne y actual Coordinadora General de La Vía Campesina.
El movimiento campesino a sus 30 años
Ha sido clave tener la unidad del movimiento campesino en estos 30 años. Creo que uno de los elementos más importantes es que somos capaces de tener miembros en todas las regiones del mundo. El trabajo que se está haciendo ahora en la región árabe, en el norte de África, es clave porque necesitamos crecer para ser más inclusivos con las organizaciones campesinas y también con las organizaciones de trabajadores agrícolas de todo el mundo. Así que creo que estar allí, en una región donde hay tantos conflictos, tantas guerras donde es tan difícil para la gente, es de mucha importancia para La Vía Campesina.
Y la otra cosa que hemos podido desarrollar es una visión de La Vía Campesina. Creo que cuando la organización campesina se reunió en 1992 y luego creó oficialmente La Vía Campesina en 1993, se trataba de resistir al modelo de agricultura del Banco Mundial, el FMI y la OMC. Pero a lo largo de esto, hemos sido capaces de crear una alternativa que tiene que ver con la Soberanía Alimentaria, que tiene que ver con que la producción de alimentos sea controlada por el pueblo y no por las corporaciones. Y desde entonces estamos desarrollando una visión de lo que puede ser un futuro con justicia social que también es respetuosa con la madre tierra que está en torno a la Agroecología, los avances campesinos.
Creo que nadie sabía en 1992 de lo que sería capaz de hacer. Pero ha sido un gran camino de lo que podemos hacer juntos y hemos sido capaces de hacerlo juntos porque estamos unidos, porque nos escuchamos unos a otros, porque pensamos ¡wow! ok yo no tenía esa perspectiva de otras personas. Por ejemplo, en Asia pienso, pero ahora que tengo esta perspectiva entiendo mejor el mundo. Y así somos capaces de construir alternativas.
Las luchas comunes del campesinado en todo el mundo
Creo que todas las luchas que tenemos por la Reforma Agraria, la Soberanía Alimentaria, la Agroecología, los avances campesinos, son comunes para los campesinos de todo el mundo. No importa si es en los países del norte o en los países del sur porque básicamente, tenemos los mismos problemas.
En todo el mundo las grandes corporaciones están entrenadas para exterminar a los campesinos y la principal diferencia es que quizás en el norte están más lejos en la realización de su proyecto porque nosotros en Europa, lo que nos queda es el 2% de la población quienes son campesinos y por lo tanto, somos más débiles que el sur eso es seguro porque somos menos, porque estamos en el corazón del capitalismo por lo que fueron más lejos que en el sur, pero tenemos que resistir juntos, no hay otra manera sino resistir juntos. Y así, en Europa por ejemplo, parte de la lucha principal es asegurarse de que la juventud pueda convertirse en campesina, que es clave porque si queremos reconstruir la Soberanía Alimentaria, construir la Agroecología, construir la lucha campesina tenemos que hacerlo con más gente. Por eso, centrarnos en los jóvenes para asegurarnos de que tengan acceso a la tierra y al agua para cultivar alimentos y que la gente obtenga unos ingresos justos por su trabajo es muy importante.
No podremos implementar esta visión sin trabajar juntos a nivel internacional. Primero, está muy claro que no estaríamos en este lío si no hubiéramos tenido estas grandes políticas neoliberales. Porque los países que están con la Soberanía Alimentaria no están en este problema. Los países que están enfrentando grandes problemas en este momento son los países que priorizan las exportaciones e importaciones de alimentos sobre la producción de alimentos para su propio pueblo.
Así que, dicho esto, creo que hay una emergencia en este momento para asegurar que estos países que se han hecho dependientes de las importaciones para alimentar a su pueblo, se aseguren de que la gente no se muera de hambre. Y los gobiernos tienen una gran responsabilidad, pero también los organismos de la ONU, que tienen una gran responsabilidad en decir que se dejen de aplicar las dos reglas, porque estas reglas matan a la gente. Y por eso hay que pararlas inmediatamente. La otra cosa que podría y debería hacerse inmediatamente es decir que no puede haber especulación sobre los alimentos.
Las políticas alimentarias tienen que estar vinculadas al costo de producción, y tienen que ser accesibles para la gente que se ha vuelto dependiente de la importación debido a todas estas políticas neoliberales, así que hay que parar la especulación. El tercer punto es que no es posible que los productos agrícolas se destinen a la producción de energía en lugar de a la alimentación, porque eso es matar de hambre a la gente, así que ni hablar. Los productos agrícolas tienen que ir a la alimentación y no al combustible.
Otro punto que me parece importante es que tenemos que asegurarnos de que los países tienen derecho a desarrollar políticas agrícolas. Un punto importante sobre las políticas agrícolas es el de las reservas públicas porque ese fue siempre el papel de los Estados para garantizar que no haya crisis de hambre. Y para ello necesitamos tener reservas públicas de alimentos en nuestros países. La OMC ha prohibido estas reservas, pero nosotros decimos que los Estados son responsables de que no haya crisis alimentarias y para ello necesitamos reservas públicas.
La captura corporativa
Hicimos una gran campaña, obviamente, para la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU en septiembre [de 2021], en la que se debatió sobre algunas de las corporaciones que influyen en la ONU y, obviamente, LVC ha sido muy importante para tratar de influir en la ONU también y para llegar allí y tener una voz.
La Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU es un intento de las corporaciones de capturar el sistema de la ONU y eso es inaceptable. Estoy muy orgullosa de que como LVC nos hayamos opuesto a ello. La ONU no es propiedad de las grandes corporaciones. Así que está muy claro que es muy importante donde hay igualdad entre los estados en el mundo y también la voz de los movimientos sociales se escuchan, no la voz de los multimillonarios y de las grandes corporaciones. Así que, creo que debemos seguir yendo a la ONU y decir que no pueden ser capturados por las corporaciones que están aquí para defender a la gente. Esta es su responsabilidad y vamos a estar allí para asegurarse de que usted defiende a la gente porque es su responsabilidad y si no lo está haciendo para incluir la responsabilidad legal en los términos de las personas que mueren a causa de ser irresponsable.
La importancia de la formación
Creo que no es una cuestión fácil en absoluto porque necesitamos formación, necesitamos formación pero toda la formación no viene de arriba a abajo, es al contrario. Se trata de aprender de la base, de aprender de la experiencia cotidiana como campesinos a pequeña escala para intentar llegar a un entendimiento común de lo que está ocurriendo, así que no se trata de que grandes intelectuales nos digan lo que tenemos que pensar, en absoluto, se trata de que desarrollemos nuestro propio análisis hablando entre nosotros a nivel internacional. Tratar de entender la perspectiva de la diferencia y a partir de ahí construir un análisis y una estrategia. Eso es importante, pero no en términos de contenido, sino en términos de proceso. La formación ideológica tiene que ver con el proceso. Cómo nos aseguramos de que construimos las herramientas para construir esta comprensión común de lo que está sucediendo.
Lucha contra la digitalización de la agricultura
Creo que en el próximo período una cuestión clave será luchar contra la digitalización de la agricultura porque lo que las grandes corporaciones tienen ahora en mente es reemplazar completamente a los campesinos como productores de alimentos por robots, digitalización y biotecnologías. Ese es su plan. Quieren exterminarnos. Es una cuestión de vida o muerte y tenemos que tenerlo claro. Y por eso afirman que la tecnología puede salvar al mundo del cambio climático y tenemos que tener muy claro que los arreglos tecnológicos nunca salvarán al mundo. Se trata de justicia social, se trata de cambiar radicalmente el sistema económico y político, pero eso es lo que no quieren. Y ellos dicen no, no te preocupes, no necesitamos cambiar el sistema político y económico porque haremos arreglos tecnológicos. Nosotros decimos no, es sobre el capitalismo y necesitamos salir del capitalismo si queremos tener un futuro como humanidad.
Justicia social y justicia climática
Necesitamos justicia social. No habría un problema sobre el cambio climático si no tuviéramos multimillonarios y gente extremadamente rica. Si ves cuál es el nivel de emisión de gases de efecto invernadero, una vez que para el 70% de la gente del mundo, no hay ningún problema estamos bien, somos sostenibles. El problema lo tiene sobre todo el 1% de los ricos y también en los países del norte la forma en que está organizada la sociedad. Pero creo que se trata de justicia social. Así que los gobiernos no pueden traer solución al cambio climático sin salir en el centro de la estrategia de la justicia social en sociedades más igualitarias donde cada persona, cada trabajador tiene sus derechos que se defienden.
Desde la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – CLOC-Vía Campesina te compartimos la edición Octubre 2022 de nuestra revista digital Boletín Tierra.
En Managua, Nicaragua, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina celebraron durante las fechas 22-28 de abril de 2022, una serie de reuniones y actividades en marco de los 30 años desde el nacimiento de La Vía Campesina.
Durante este encuentro, nos sentamos con la compañera Yrma Dominguez de la Confederación de Afiliados al Seguro Social Campesino del Ecuador y la Federación de Mujeres del Ecuador, responsable de la Comisión de Mujeres Rurales (CONFEUNASSCE)
Sobre nuestra organización en Ecuador
Nuestra organización tiene como objetivo principal la lucha por la seguridad social, pero en especial por el Seguro Social Campesino, un seguro que está amparado bajo nuestra Constitución ecuatoriana del 2008, donde nosotros los que hacemos la agricultura, los que cuidamos la tierra y la pesca artesanal, somos parte de este seguro.
Nuestra lucha es porque todos los gobiernos han querido ponerle la mano a nuestra Seguridad Social. Para ellos significa una caja chica, toda la aportación que hacen tanto los trabajadores, como los aportes que hacemos en menor escala. Nosotros los campesinos y las campesinas y los pescadores artesanales, nuestra población ecuatoriana, en su mayoría somos agricultores campesinos y campesinas. Nosotros somos más del 80% que damos los alimentos de los que se sirven en la mesa de los ecuatorianos y también de lo que sale para lo externo. Sin embargo, dentro del Seguro Social Campesino apenas habemos un millón doscientos mil.
La tesis del gobierno es que solo el 30% son los campesinos y campesinas, pero nosotros sabemos que somos muchos más. Vamos a tener 53 años de existencia como seguro y pensamos que para estos tiempos ya deberíamos estar afiliados alrededor de cinco millones pero, a ningún gobierno le ha preocupado esta parte de que esto sea como un medio de compensación ante todo de los esfuerzos que nosotros hacemos, bajo todas las condiciones.
Las leyes cada vez nos privan de la permanencia dentro del seguro y sobre todo nosotras las mujeres. Por eso ahí está nuestra lucha conjunta. Nosotras las mujeres hace poquito asistimos en delegación a la Asamblea Nacional para poner ante la reforma de la Ley de Seguridad Social que afortunadamente hay un asambleísta del pueblo que lo ha propuesto y ahora va para el segundo debate. Fuimos a poner nuestras propuestas. ¿Cuál es nuestra propuesta? Hay muchas leyes que afectan qué son como la trampa que no que no nos permiten ser parte del seguro, por ejemplo de Ley de Finanzas. Tanto del sector público y privado hace que para nosotros tener una iniciativa productiva así sea que no vayan a dar $500. Nos piden que tengamos que tener el RUC o el Régimen Simplificado para Emprendedores y Negocios Populares (RIMPE) para poder tributar.
La Ley Tributaria también nos obliga a que la actividad por la que se genera una economía debe ser tributada, pero si el jefe de familia tiene RIMPE por la actividad económica agrícola que hace, la esposa o el hijo piensa sacar algo parecido automáticamente pierde el derecho a esta filiación del seguro.
Nuestra propuesta también es en cuanto a la jubilación hasta los actuales momentos si el jefe, por ejemplo, fallece y ya tiene una edad de que está cobrando la jubilación y la esposa se queda desamparada – nuestra propuesta es que tanto el jefe como la cónyuge qué son los dos pilares fundamentales en la en la agricultura y sobre todo en el sustento de las familias, tengan el mismo derecho a la vez y que está jubilación sea un procedimiento de transición inmediata. No es esperar que sí fallece el jefe el o la cónyuge queda desamparada y luego ya empiezo hacer un proceso de inicio de nuevo de inscripción y de aportación y que está aportación dura hasta 10 años. Para nosotros es muy inalcanzable porque la gente en Ecuador se jubilan a los 65 años y si tiene que hacer una aportación de 10 años más ya no va a alcanzar entonces eso para nosotros no es justo y estamos también solicitando.
Además solicitamos el derecho de la decisión libre de quién sea el jefe o la jefa de familia en el Seguro Social Campesino porque si nosotras aparecemos con el título de casada legalmente entonces automáticamente quién pasa a ser el jefe es el hombre sin tener la posibilidad de nosotros de decidir que nosotras queremos ser la jefa. Entonces esa es nuestra lucha.
Participación de las mujeres
En cuanto al Feminismo Campesino y Popular que nosotros estamos integrando tenemos un proceso de formación política y de Soberanía Alimentaria. Ahí estamos haciéndole frente a la crisis, produciendo nuestros alimentos, haciendo agroecología, formando a las compañeras sobre sus derechos, sobre economía popular y solidaridad. Tenemos emprendimientos productivos, valor agregado y cada vez estamos vinculandonos con otras organizaciones. Esperamos que muy pronto llevar otras experiencias, de otras compañeras en otros países que se han organizado y queremos implementar también forma de que las mujeres tengan y generen su propia economía porque una de las principales causas de la violencia hacia las mujeres sobre todo la mujer rural es precisamente la dependencia económica que tenemos nosotras las mujeres en el campo.
Nosotras estamos organizadas como mujeres a nivel local con 127 mujeres. Toda nuestra estructura está liderada por mujeres. Estos emprendimientos se han convertido en un referente importante para el cantón, la provincia y el país. A nivel nacional, estamos conformadas en varias provincias. Todavía no alcanzamos a llegar a todo el país, pero aspiramos que muy pronto podamos ir juntando estos esfuerzos y también esos desafíos y sueños que tenemos con mujeres de alcanzar una vida más digna una vida libre de violencia, una vida en el que los hombres y las mujeres podamos caminar juntos desarrollando nuestra propia iniciativa sin tener que esperar tal vez el amparo del mismo gobierno que muchas veces no cumple con nuestros sueños y con nuestras aspiraciones.
Nosotras poco a poco, como somos parte de la Confederación de Afiliados en el Seguro Social Campesino, la mayoría de nuestras mujeres que hacen parte de la Federación y las que hacen parte de la Asociación de Mujeres de Comunidades, somos afiliadas al Seguro Social Campesino. Y yo estoy representando, llevo todo el mensaje y las compañeras también han tenido la oportunidad, ellas también comparten todo lo que van aprendiendo. Y pues nosotros lo que hacemos es cómo transformar las ideas y ahí vamos sacando, partiendo desde abajo. Entonces actualmente estamos formándonos políticamente porque creemos necesario que nuestras mujeres también vayan a ocupar esos espacios de toma de decisión. Para nosotros es muy importante.
Somos afines a todos los principios de La Vía Campesina
Nos vinculamos a La Vía Campesina a través de la CLOC porque somos parte de la CONFEUNASE. Hay otras organizaciones en el país que también nos juntamos, muchas de las otras mujeres son parte de la CONFEUNASE de otras provincias y también son parte de la FEI, CNC Eloy Alfaro, de la FENAC, de la FENOCIN. Toda ella también tiene sus propios procesos y saben cuál es el trabajo que tenemos que hacer. Entonces estamos con esa idea de ir juntando y para nosotros la experiencia y todo el trabajo de lucha que ha venido haciendo La Vía Campesina en estos 30 años es como el espejo, es como el reflejo que nosotros tenemos, es como la inspiración aparte de también de la historia que han hecho nuestras propias mujeres en los regionales en lo nacional.
Nosotros tenemos en nuestro país mujeres referentes que nos dejaron un legado de lucha, que lucharon por el pueblo indígena, que lucharon por todos los pueblos que lucharon sobre todo por el sector rural, por el campesinado. Nosotros nos inspiramos en el viejo luchador Eloy Alfaro que para nosotros es un pionero en América Latina porque entregó su vida para volver nuestra vida un poco más justa que le dio derecho a las mujeres sobre todo que fue su gobierno que nosotros empezamos a tener el derecho de votación, que tenemos el derecho de graduarnos, el de estudiar, de tener una educación académica.
En fin creo que desde ahí todas esas luchas y todas las experiencias y los testimonios que nosotros vemos y que nos hacen afines a todos estos principios que tiene La Vía Campesina. Por eso nosotros celebramos. Cuando mis compañeras saben que tengo una responsabilidad acá internacional y saben que yo voy robustecida de muchos conocimientos eso sirve para fortalecer la organización y también bajo estas ideas que son experiencias generar otras estrategias para nosotros consolidarnos y sobre todo nunca bajar el puño y seguir avanzando juntas y juntos.
Es inaceptable que 2300 millones de personas, el 30% de la población mundial, pase hambre, cuando hay alimentos suficientes para todos y todas. La mayor parte de los alimentos producidos por la industria, en lugar de alimentar a las personas, se utilizan como agrocombustible y alimentos para el ganado.
En medio de una crisis alimentaria global ocasionada por un sistema que amenaza nuestra existencia, la agroecología campesina basada en la Soberanía Alimentaria, los derechos campesinos y de otras personas que trabajan en las áreas rurales y los sistemas alimentarios localizados son soluciones para enfriar la tierra y alimentar al mundo.
Como cada 16 de octubre La Vía Campesina y organizaciones aliadas conmemoran el Día Internacional de Acción por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos contra las transnacionales, por eso en este Voz Campesina conversamos sobre la construcción de nuevas y más fuertes alianzas para fortalecer el movimiento. Además, del 29 de noviembre al 1 de diciembre se realizará la III Asamblea Continental Intermedia de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) en La Habana, Cuba. Todo esto en el marco de los 30 años de La Vía Campesina.
Les invitamos a escuchar la edición nº 83 de Voz Campesina con la participación de Edgardo García, uno de los fundadores históricos de La Vía Campesina en Managua, Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) Nicaragua, Irma Domínguez, de la Confederación de Afiliados al Seguro Social Campesino del Ecuador y la Federación de Mujeres del Ecuador, responsable de la Comisión de Mujeres Rurales y Adilen Roque, de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba (ANAP), iniciadora del movimiento agroecológico en Cuba.
Desde los países de Cuba, Haití, Puerto Rico y República Dominicana, representando la región Caribe de la CLOC-Vía Campesina, definimos la Soberanía Alimentaria como un principio y nos unimos al concepto del campesinado mundial que asumimos la Soberanía Alimentaria “como el derecho de los pueblos a alimentos saludables y culturalmente apropiados producidos mediante métodos ecológicamente racionales y sostenibles, y su derecho a definir sus propios sistemas alimentarios y agrícolas. Coloca las aspiraciones y necesidades de quienes producen, distribuyen y consumen alimentos en el centro de los sistemas y políticas alimentarias en lugar de las demandas de los mercados y las corporaciones”.
La región recibe este 16 de octubre con un contexto desfavorable, ya que la realidad de nuestros países es que están dentro de las rutas de los huracanes. En medio de esta temporada ciclónica, hemos sido afectados por las tormentas Fiona e Ian. Fruto de la vulnerabilidad y la ubicación geográfica que en cada temporada ciclónica estamos como se dice “en el ojo del huracán”, y esta vez hemos sido afectados fuertemente.
En este momento, Puerto Rico, Cuba, y Republica Dominicana estamos en recuperación por los efectos dejados de los huracanes Fiona e Ian, los cuales han dejado pérdidas en la producción agrícola, infraestructura (suelo, caminos vecinales, sistemas eléctricos, viviendas, servicios, otros) de más del 75% en zonas específicas y en algunos países pérdidas humanas. Este triste panorama también se une al hermano país haitiano, el cual está en este momento con un tema de intervención extranjera violándole todos sus derechos, civiles, institucionales y su democracia, generando inseguridad y persecución de sus dirigencias y una falta de servicios, combustible, y alimentos. Tienen un mes de estar en las calles exigiendo soberanía, democracia e independencia.
Cuba continua en resistencia y revolución en medio del bloqueo criminal.
A pesar de este panorama seguimos articulados, asumiendo que las realidades del contexto actual deben ser retos y desafíos a continuar uniendo nuestras agendas con visión de cambio, por lo que planteamos:
Continuar organizando sistemas alimentarios acorde a las realidades de los territorios y la incidencia del campesinado.
Seguir incidiendo en la producción de alimentos poniendo en práctica la sabiduría acumulada por generaciones, la autonomía y diversidad de las comunidades rurales y urbanas y la solidaridad entre los pueblos como componentes esenciales para la elaboración de políticas en torno a la alimentación y la agricultura familiar y sostenible.
Apostamos a fortalecer una Seguridad Alimentaria basada en la Soberanía Alimentaria, donde el campesinado tenga su reconocimiento desde una alimentación que continúe siendo construida sobre el sudor y el trabajo de la humanidad.
Seguimos planteado el reconocimiento a la gente y las comunidades locales como agentes centrales en la lucha contra la pobreza y el hambre.
Demandamos autonomía y condiciones objetiva en esos países bloqueados e intervenidos para el uso de los recursos locales.
Exigimos reforma agraria integral de los territorios. Continuamos la defensa de los derechos de las comunidades campesinas a usar, guardar e intercambiar y defender sus semillas según la propuesta cubana.
La creación de sistemas alimentarios con igualdad de género haciendo un ejercicio de combinación de conocimientos y experiencia campesina.
El fomento de los mercados locales, incentivando la disminución de los intermediarios en la comercialización, logrando así las regulaciones e inversiones en el proceso de producción y consumo.
Apostamos a la Agroecología Campesina, fundamental para asegurar la Soberanía Alimentaria en nuestros territorios, ahora es reconocida por los organismos internacionales y cada día mas puesta en práctica por el campesinado.
Hacer incidencia con nuestra campaña “Sembrando Semillas de libertad cosechando derechos” como una herramienta de visibilizacion de las acciones del movimiento desde lo local, regional y global.
Planteamos un plan de reconstrucción regional vinculada a las organizaciones de base a rais de los daños de las tormentas Fiona e Ian con miras a que las propuestas de Soberanía y Seguridad Alimentaria sea la garantía de recuperación de las familias, territorios y recursos en los países.
La unificación de las agendas en los países para avanzar con el reconocimiento y puesta en practica de los derechos campesinos, las leyes que garantizan este tema (Reforma Agraria Cuba, Soberanía Seguridad Alimentaria y Nutricional en Republica Dominicana) y las escuelas de formación en los países desde la base de la propuesta agroecológica.
Exigir a los gobiernos políticas publicas que en materia de alimentación y agricultura estén basadas en los principios de Soberanía Alimentaria defendida por el campesinado y aliados.
La Soberanía Alimentaria ofrece un manifiesto para el futuro, una visión feminista que abraza la diversidad. Es una idea que une a la humanidad y nos pone al servicio de la Madre Tierra que nos alimenta y nutre.
Impulsamos seguir sembrando las semillas de la solidaridad en nuestras comunidades y abordar todas las formas de discriminación que mantienen divididas a las sociedades rurales y campesinas.
Declaración Política en el Día Internacional de Acción por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos contra las transnacionales
Nuestro frágil mundo enfrenta una inminente crisis alimentaria global. El impacto del COVID-19 empujó a más personas a la pobreza. Las medidas de confinamiento devastaron los medios de subsistencia de las familias y la economía, e interrumpieron las cadenas de suministro. A nivel global, según el Informe Mundial de Crisis Alimentarias 2022 (GRFC en inglés), los niveles de hambre siguen siendo tan alarmantemente altos como en 2021, alrededor de 193 millones de personas en 53 países padecen inseguridad alimentaria aguda y necesitan asistencia urgente. Esta hambruna severa está potenciada por los conflictos, las condiciones climáticas extremas, los dramáticos efectos económicos y sociales de la pandemia y, más recientemente, por la guerra en Ucrania. Los precios de las materias primas alimentarias a principios de 2022 estaban en su punto más alto en 10 años y los precios de los combustibles en su punto más alto en 7 años. La crisis alimentaria actual tiene que ver con la asequibilidad; incluso en lugares donde hay disponibilidad de alimentos, su costo está fuera del alcance de millones de personas, mientras que el aumento de los precios profundiza los desafíos para quienes apenas pueden pagar los alimentos en tiempos normales.
La crisis alimentaria en este momento es inédita, porque se desarrolla en medio de un contexto global más difícil que el de las crisis alimentaria y de combustibles de 2008. La intensidad y frecuencia de los choques climáticos se han más que duplicado en comparación con la primera década de este siglo. En los últimos 10 años, alrededor de 1.700 millones de personas se vieron afectadas por desastres relacionados con el clima, de las cuales casi el 90% se convirtió en refugiados climáticos. El hambre, la desnutrición y la pobreza son más difíciles de superar debido a las guerras, los conflictos y los desastres naturales en curso. Esto obstaculiza todos los aspectos de un sistema alimentario, desde la recolección, procesamiento y transporte de alimentos hasta su venta, disponibilidad y consumo.
Pero acabar con el hambre no tiene que ver sólo con el abastecimiento. Hoy en día se produce suficiente comida para alimentar a todos en el planeta. El problema es el acceso y la disponibilidad de alimentos nutritivos, que se ve cada vez más obstaculizado por múltiples desafíos, como la pandemia de COVID-19, los conflictos, el cambio climático, la desigualdad, el aumento de los precios y las tensiones internacionales.
A medida que prolifera el cambio del multilateralismo al modelo de múltiples partes interesadas en las plataformas de la ONU, las corporaciones han seguido controlando las narrativas para el cambio. El poder corporativo en los sistemas alimentarios y agrícolas también ha seguido creciendo, y la financiarización está convirtiendo los alimentos y la tierra en objetos de especulación. El reciente proceso UNFSS (Foro de las Naciones Unidas sobre Normas de Sostenibilidad) es un claro ejemplo de esta tendencia. El fracaso de las políticas neoliberales y la agricultura industrial (incluidos los transgénicos) en el aumento de rendimientos y ganancias, condujo a la concentración del poder corporativo en unas pocas empresas transnacionales (ETN) que controlan Macrodatos, tierras agrícolas, recursos oceánicos, semillas y agroquímicos, apuntan a dominar cada vez más nuestros sistemas alimentarios y se apropian del 80% de los alimentos producidos por los agricultores familiares. La financiarización condujo a una concentración de mercado sin precedentes para potenciar nuevas inversiones en Investigación y Desarrollo (I+D) y (bio) tecnologías, apuntando a ampliar las fronteras del capitalismo para capturar toda la biodiversidad mundial.
En todo el mundo, existe una tendencia hacia la reducción del espacio cívico y la reducción de la ambición por defender los derechos humanos. Los activistas a nivel local son cada vez más vulnerables a violaciones de los derechos humanos, opresión y criminalización. La violencia de la represión Estatal, que utiliza las fuerzas militares y de seguridad, apuntando a personas y asediando a masas de manifestantes pacíficos en todo el mundo. Por otro lado, la primacía y la legitimidad del sector público se ven cada vez más amenazadas por la apropiación corporativa de los procesos políticos y una narrativa del desarrollo que asigna un papel de liderazgo a la inversión del sector privado, mientras el multilateralismo es atacado por un nacionalismo virulentamente populista y un modelo multipartito promovido por las corporaciones.
En las últimas tres décadas ha habido un crecimiento de una red cada vez más robusta, diversificada y articulada de pequeños productores de alimentos, trabajadores y otros actores sociales perjudicados por el sistema alimentario globalizado liderado por corporaciones, que abogan por una transformación radical de los sistemas alimentarios y agrícolas basados en la Soberanía Alimentaria. Estos movimientos se han comprometido decididamente en la defensa y construcción de dispositivos de abastecimiento de alimentos ecológica y socialmente sostenibles y arraigados territorialmente, que tienden a denominarse “alternativos”, aunque son responsables de hasta el 70% de los alimentos que se consumen en el mundo. Repensar las políticas agrícolas como una cuestión de seguridad económica y nacional debe ser una prioridad.
El movimiento por la Soberanía Alimentaria ha sido una parte dinámica de la articulación de transformación y soluciones desde la década de 1990, y a través del histórico Foro de Soberanía Alimentaria de Nyéléni en 2007 y el Foro de Agroecología en 2015. 25 años después de la creación del concepto de Soberanía Alimentaria, nuestros movimientos unen sus voces que piden un cambio sistémico para abrir el camino a un futuro de esperanza.
Exigimos acción inmediata para:
• El cese de la especulación alimentaria y la suspensión de la comercialización de productos alimentarios en las bolsas de valores. El precio de los alimentos comercializados internacionalmente debe estar vinculado a los costos de producción y seguir los principios del comercio justo, tanto para lxs productorxs como para lxs consumidorxs;
• El cese del control de la OMC sobre el comercio de alimentos y la exclusión de la producción de alimentos de los acuerdos de libre comercio. Los países deben tener reservas públicas de alimentos y regular el mercado y los precios, para poder apoyar a lxs productorxs de alimentos a pequeña escala en este contexto desafiante;
• La creación de un nuevo organismo internacional para llevar a cabo negociaciones transparentes en acuerdos mercantiles entre países exportadores e importadores, para que los países que dependen de las importaciones de alimentos puedan tener acceso a los mismos a un precio accesible;
• Prohibir el uso de productos agrícolas para producir agrocombustibles o energía. La comida debe ser una prioridad absoluta sobre el combustible.
• Una moratoria global sobre el pago de la deuda pública por parte de los países más vulnerables. Presionar a esos países para que paguen la deuda es una gran irresponsabilidad y conduce a crisis socioeconómicas y alimentarias.
Exigimos cambios radicales en las políticas internacionales, regionales y nacionales para reconstruir la Soberanía Alimentaria a través de:
• Un cambio radical en el orden internacional de comercio. La OMC debe ser desmantelada. Un nuevo marco global para el comercio y la agricultura, basado en la Soberanía Alimentaria, debería abrir el camino para fortalecer la agricultura campesina local y nacional, para garantizar una base estable para una producción de alimentos relocalizada, el apoyo a los mercados liderados por campesinxs locales y nacionales, y proporcionar un sistema de comercio internacional justo basado en la cooperación y la solidaridad;
• La implementación de la Reforma Agraria popular e integral, para frenar el acaparamiento de agua, semillas y tierras por parte de las corporaciones transnacionales, y garantizar a lxs pequeñxs productorxs derechos justos sobre los recursos productivos; protestamos contra la privatización y el acaparamiento de territorios y patrimonio por intereses corporativos con el pretexto de la protección de la naturaleza, a través de mercados de carbono u otros programas de compensación de la biodiversidad, sin tener en cuenta a las personas que viven en estos territorios y que han estado cuidando ese patrimonio por generaciones;
• Un cambio radical hacia la agroecología para producir alimentos saludables para el mundo. Debemos enfrentar el desafío de producir suficientes alimentos de calidad al tiempo que reactivamos la biodiversidad y reducimos drásticamente las emisiones de GEI;
• Regulación efectiva del mercado de insumos (como créditos, fertilizantes, pesticidas, semillas, combustible) para respaldar la capacidad de producción de alimentos de lxs campesinxs, pero también para garantizar una transición justa y bien planificada hacia prácticas agrícolas más agroecológicas;
• Una gobernanza alimentaria basada en las personas, no en corporaciones transnacionales. Debe detenerse la captura de la gobernanza alimentaria por parte de las transnacionales, y se debe poner el interés de la gente en el centro. Se les debe otorgar a lxs pequeñxs productorxs un papel clave en todos los organismos de la gobernanza alimentaria;
• La transformación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs Campesinxs en un instrumento jurídicamente vinculante para la defensa de los pueblos rurales.
• El desarrollo en cada país de las capacidades públicas de almacenamiento. La estrategia de acumulación de alimentos debe llevarse a cabo tanto a nivel nacional, como a través de la creación y el apoyo público a reservas de alimentos a nivel comunitario con alimentos producidos localmente provenientes de prácticas agrícolas agroecológicas;
• Una moratoria global sobre tecnologías peligrosas que amenazan a la humanidad, como la geoingeniería, los transgénicos o la carne celular. La promoción de técnicas de bajo costo que incrementen la autonomía campesina y de las semillas campesinas.
• El desarrollo de políticas públicas para asegurar nuevas relaciones entre quienes producen alimentos y quienes los consumen, quienes viven en las áreas rurales y quienes viven en las áreas urbanas, garantizando precios justos definidos en base al costo de producción, que permitan ingresos dignos para todos los que producen en el campo y un acceso justo a alimentos saludables para lxs consumidorxs;
• La promoción de nuevas relaciones de género basadas en la igualdad y el respeto, tanto para las personas que viven en el campo como entre la clase trabajadora urbana. La violencia contra las mujeres debe cesar ya.
Declaración Política de La Vía Campesina y del Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria (CIP)