Organizaciones campesinas, indígenas, afrodescendientes y de pobladores urbanos han convocado para los días comprendidos entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre de 2011 al Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías, para elaborar mandatos al respecto. Esta convocatoria pretende reunir en la sede de la Universidad del Valle en Cali (Valle del Cauca) entre 10 mil y 12 mil personas.
El Congreso de Tierras, Territorios y Soberanías comenzó a pensarse en los primeros meses del año 2011. Se trata de un evento de cuatro días proyectado para producir mandatos y legislar en torno a puntos específicos relacionados con los temas que dan nombre al evento. “Los análisis en el Congreso, dice Julián Carreño, miembro del Comité de impulso del Congreso, girarán en torno a 6 ejes:
1. Tierras (que contempla las problemáticas de la tenencia, el despojo, el acceso, la vocación y el uso, la restitución, la resistencia, la recuperación y el retorno).
2. Economía campesina (economías propias, economías populares y soberanía alimentaria).
3. Aguas (mares ríos, aguas subterráneas, humedales, ciénagas),
4. Escenario minero-energético (política para este sector, megaproyectos, agrocombustibles, q-agroindustria).
5. Saberes, cultura e identidad (pensar los territorios en todas sus dimensiones).
6. Tierras y territorios urbanos. Una mesa dedicada a las territorialidades urbanas. Es una temática que ha tomado bastante fuerza en el proceso de discusión, por eso se ha determinado como otro eje. Hay también despojos y resistencias”.
Subraya además Julián Carreño que «necesitamos que de cada uno de estos ejes surjan mandatos».
Antecedentes
Son varios los procesos sociales que convergen para adelantar este evento, cada uno con una agenda anterior al mismo pero con propuestas similares que lograron confluir. Hay dinámicas locales, regionales, departamentales y nacionales y hay personas que convocan (al final del artículo puede verse la lista de convocantes). “El congreso del tierras y territorios empieza a configurarse a partir de este año, explica Julián. Había diferentes propuestas desde distintos sectores, de procesos organizativos frente al despojo, fundamentalmente frente al modelo que está presentando el gobierno de Juan Manuel Santos. De allí han surgido varios escenarios en torno a las tierras y los territorios. Este congreso se piensa desde una participación masiva y unitaria, representativa de diferentes procesos”.
Por ejemplo, el Congreso de los Pueblos, que se concibió como un camino a largo plazo en el mes de octubre pasado, habló específicamente de producir mandatos o de generar legislación popular, uno de los principales elementos que caracterizan el Congreso que hoy se convoca. En esa ocasión, su propaganda rezaba: “vamos a crear un mandato de mandatos”.
Otra de las experiencias es la del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, Movice: “En 2008, precisa Julián Carreño, se dio el cuarto encuentro del Movice, que decidió citar una conferencia nacional que tratara el tema de tierras y territorios; luego, a partir de que entra Juan Manuel Santos al gobierno y de la vicepresidencia de Angelino Garzón se planteó un nuevo enfoque del problema de víctimas de la guerra. Eso propició que en el quinto encuentro del Movice, en meses pasados, se decidiera convocar a la sociedad colombiana a adelantar esta conferencia, que entonces, al confluir con otros sectores se integró al Congreso de tierras, territorios y soberanía”.
En la mayoría de los procesos que convocan se tiene esta perspectiva de legislar y construir los mandatos de estos problemas, que en mayo pasado lanzaron este Llamamiento: “en septiembre nos encontraremos en la ciudad de Cali para deliberar, decidir y legislar en torno a nuestras tierras, territorios y soberanías. Marcharemos hacia Cajamarca (municipio del departamento de Tolima) donde haremos públicos los mandatos”.
El Llamamiento entrega los derroteros del Congreso.
En el mes de mayo de 2011 salió a la opinión pública “Llamamiento a los pueblos de Colombia y el mundo a organizar y realizar el Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías”, que definía las apuestas del evento:
“Hacemos parte del renovado proceso de luchas sociales (…). Nos hemos ido encontrando bajo la necesidad histórica que exige escenarios de unidad popular en pro de una solución política negociada al Conflicto Social y Armado que vive nuestro país, de la reivindicación de los Derechos políticos, sociales, económicos, culturales y ambientales y su exigibilidad frente al Estado, de la lucha por la tierra, la vida y la permanencia en los territorios, y sobre todo de la necesidad de construir propuestas alternativas al proyecto de muerte que nos han impuesto en Colombia”.
Señala el Llamamiento que el despojo «es uno de los ejes de ese conflicto que hoy se manifiesta como estrategia del capital y que no solo ocurre en este país sino en el mundo». De allí, la necesidad de abordar estos tres temas: tierras, territorios y soberanía y la urgencia de hacer extensivo el llamado a los pueblos del mundo.
“Desde una lectura de los hechos por los cuales estamos atravesando, vemos cómo el despojo de las tierras, de los territorios, del agua, de nuestros derechos y bienes comunes, de nuestros barrios y ciudades, y de nuestras culturas, es una estrategia que el proceso de acumulación del capital desarrolla a nivel mundial”.
Una vez expresado el sentido de concentrarse en los tres temas: tierra, territorios y soberanías, se refirió a las iniciativas del gobierno en materia gubernamental y a su función en esa estrategia:
“Dicha estrategia de despojo sufrida por el pueblo colombiano tiene en las políticas e iniciativas legislativas actuales preocupantes expresiones donde el capital financiero y las empresas transnacionales se convierten en sujetos privilegiados por parte del gobierno nacional”. Julián … señaló varias de las iniciativas legislativas: la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, que está ahora en reglamentación; La Ley de Desarrollo Rural, en la que fundamentalmente se plantea una desaparición de la economía campesina, de lo que se llaman las áreas de desarrollo rural; la reforma al Código de Minas y otros.
En ese horizonte, se plantean construir una ruta de largo plazo para abordar esta compleja situación, en lo que tendrán papel relevante los mandatos y su aplicación.
La idea, dice Julián Carreño, es analizar, deliberar y definir un marco de acción común para la exigibilidad de los derechos a la tierra y el territorio de cara a las iniciativas legislativas, normas y políticas vigentes en esta materia en Colombia. “Consideramos que los diferentes espacios a los que el gobierno ha convocado expresiones sociales, no son para dar solución alguna a las problemáticas del pueblo colombiano, son una simulación de la participación que tiene como propósito la cooptación y la fragmentación de los movimientos sociales y populares”.
Así, “esta deliberación deberá construir y decidir propuestas alternativas, un mandato de permanencia en nuestras tierras y territorios, y una legislación propia sobre nuestros bienes comunes en armonía con la naturaleza, la vida y la soberanía popular”.
El problema de la tierra en las agendas sociales y políticas
Como se dijo, el despojo es una estrategia. Darío Fajardo Montaña, profesor e investigador de estos temas, elaboró un gráfico que ilustra bien la inequidad en la distribución de la tierra en Colombia:
Estructura de tenencia de la tierra en Colombia
Esa estructura, dice Fajardo en un documento titulado El conflicto armado y su proyección en el campo, se mantiene casi intacta a la que presentaba el país en la década de los años 60, en donde el 0,5 de los propietarios más ricos (aproximadamente 10.000 personas) son dueños del 45% de las tierras aptas para agricultura. El gráfico que propone de acuerdo con los datos del Igac muestra una situación de más concentración: menos propietarios (0,4%) poseen más tierra (61,2% del área predial rural)”.
“A esta limitación, dice el profesor Fajardo, se añade el uso inadecuado de los suelos: según el Igac, en Colombia hay 9 millones de hectáreas aptas para la agricultura, pero se utilizan para este fin únicamente 5 millones. En cambio, para la ganadería hay 16,8 millones de hectáreas aptas y se utilizan 35 millones para este fin, de las cuales sólo 5 millones tienen pastos mejorados, mientras que el resto se explota de manera extensiva. Así, en conjunto, el 45% de los suelos del país es destinado a usos inadecuados”. Todas las cifras van cambiando, pero se mantiene la tendencia de hacer del latifundio, como lo señala Fajardo, una parte importante del modelo agrario en Colombia.
Por su parte, el geólogo Julio Fierro destaca otra dimensión del problema de la tierra en la medida en que se prevé que, como dice el Plan de Desarrollo Minero, “En el año 2019 la industria minera colombiana será una de las más importantes del continente y habrá ampliado significativamente su participación en la economía Nacional”, lo que ha significado que hoy se hable de una locomotora de desarrollo fundamental en Colombia: la minería.
Al respecto, la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional informó en un artículo titulado Minería en Colombia: locomotora fuera de control, la crítica que se hizo al término «locomotora de desarrollo», en un debate promovido por la Facultad de Economía y se advirtió sobre sus impactos. Uno de los asistentes al debate, el profesor Guillermo Rudas, explicó que “el tema minero es un hecho mundial, por el aumento de la demanda y el crecimiento de los precios que se ha presentado. Obviamente, es un tema delicado porque hay un uso del suelo que si no se maneja de una forma apropiada, puede generar graves consecuencias en distintos órdenes como la salud humana, las fuentes de agua, etc., que dependen de cómo se haga la explotación de esos recursos. Eso es cuestión de la manera como se planteen las políticas al respecto”.
Es precisamente este tema el que ha conducido al Congreso de Tierra y Territorio a definir que el último día todas las personas asistentes al Congreso en Cali se dirigirán a Cajamarca, municipio del departamento del Tolima, a clausurar el evento, pues allí está actualmente la amenaza de construcción de un proyecto minero, La Colosa, de parte de la empresa sudafricana AngloGold Asahnti.
La revista El Salmón, en artículo que titula “15 razones para oponerse al proyecto La Colosa” dice que este proyecto de gran minería a cielo abierto se encuentra ubicado “en la Reserva Forestal Central, un área estratégica de alto valor ambiental para el sostenimiento de procesos naturales, sociales, económicos, ecológicos y culturales. La mina se encuentra en una zona de altísima actividad sísmica asociada al volcán Machín; situación que aumenta el riesgo de una tragedia ambiental por la ruptura del dique de las piscinas con agua cianurada, las cuales contaminarían los ríos y las aguas subterráneas de la zona”.
Una de las razones para oponerse es que “se calcula que el proceso de extracción de oro, específicamente para 50.000 toneladas diarias de roca, utilizará dos millones (2.000.000) de litros de agua por hora”. Y “el uso intensivo del agua que requiere la megamimería y su contaminación, tendrá impactos negativos en la agricultura de Espinal, Guamo, Coello y el corregimiento de Chicoral (otros municipios del Tolima). Además, se perderán los empleos permanentes de la producción agrícola, mientras que los empleos generados por la Mina son transitorios y escasos”.
Un congreso de confluencias
Según Alexandra Bermúdez, miembro del Comité de Impulso del Congreso, éste “reúne los esfuerzos de múltiples confluencias sociales”, lo que permitirá que el evento sea rico en debates y propuestas.
Las confluencias pueden mirarse también a la luz de otras recientes expresiones del movimiento político y social. El mes de agosto recibió en Barrancabermeja el Encuentro de Afrodescendientes, Campesinos e Indígenas por la Paz, en el que también asistieron organizaciones sociales de diversa índole. Una de las organizaciones participantes, defensora de derechos humanos, la Asociación Minga, hizo un “Balance positivo del Encuentro por la Paz en Barrancabermeja… más de 30.000 ciudadanos provenientes de diferentes lugares del país, ratificaron su postura de buscar caminos de diálogo para la solución política al conflicto colombiano”. Según Camilo Castellanos, director de la esta Asociación, el evento permitió que sin limitaciones o restricciones, y desde un diálogo pluralista y democrático, los asistentes –en su mayor parte campesinos– dieran sus puntos de vista frente al conflicto, posibilitando la construcción de senderos de resolución política del conflicto social, político y armado que vive el país por casi 50 años”.
Para darle ritmo, 200 personas marcharán en bicicleta desde Pereira a Cali para “poner en discusión el modelo de ciudad invivible y posicionar la bicicleta como instrumento de resistencia ante la crisis ambiental, energética y del transporte”, comentó uno de los promotores de esta iniciativa.
El Congreso termina en La Colosa
Este Congreso concluirá el 4 de octubre con una movilización a La Colosa, en Cajamarca, que se ha convertido en uno de los símbolos de la resistencia campesina y popular, originando una amplia solidaridad y cientos de pronunciamientos de académicos y ambientalistas sobre la inconveniencia del mismo y los nocivos impactos que provocaría sobre los ecosistemas y las economías locales. En el punto Las Palomas — lugar donde han iniciado las exploraciones mineras en la zona— las organizaciones convocantes plantarán las banderas de los pueblos como acto de soberanía y desde ahí la movilización se desplazará hasta Cajamarca en cuyos barrios tendrán lugar varias Tulpas en una Minga de Comidas para reflexionar con la gente de la zona y motivar las resistencias.
CONVOCANTES AL CONGRESO DE TIERRAS, TERRITORIOS Y SOBERANÍA
Acción Permanente por la Paz / Agrosolidaria / Asociación de Afrocolombianos Desplazados / Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca / Asociación de Familias Desplazadas de Colombia / Asociación de Población Desplazada del Guaviare / Asociación de Trabajo Interdisciplinario / Asociación de Usuarios de Upac del Meta / Asociación Minga / Asociación Nacional de Ayuda Solidaria / Asociación Nacional de Desplazados de Colombia / Asociación Nacional de Desplazados en Colombia / Asociación Nacional de Usuarios Campesinos Unidad y Reconstrucción / Asociación para la Investigación y la Acción Social –Nomadesc / Campaña en Defensa de la Soberanía, Seguridad y Autonomía Alimentaria – Campaña Salsa Campaña contra el Despojo / Campaña Permanente Tierra, Vida y Dignidad / Campaña Por la Defensa de la Soberanía, Autonomía Alimentaria y el Territorio-salsa / Centro Nacional Salud, Ambiente y Trabajo – Agua Viva / Colectivo Abya Yala / Colectivo Soberanía y Recursos Naturales / Comisión Intereclesial de Justicia y paz / Comisión Permanente de Derechos Humanos / Comité Cívico Popular / Comité de Impulso Regional Cundinamarca / Comuna Universitaria / Confluencia de Mujeres para la Acción Publica / Congreso de los Pueblos / Consejería en Proyectos-Colombia / Coordinador Nacional Agrario / Coordinadora Nacional Campesina / Corporación Claretiana Norman Pérez Bello / Corporación Jurídica Libertad / Corporación Jurídica Yira Castro / Corporación para el Desarrollo Cultural y Social Sinapsis / Corporación para la Educación, el Desarrollo y la Investigación Popular / Corporación Servicios Profesionales Comunitarios Sembrar / Corporación Social para la Asesoría y Capacitación Comunitaria / Federación Agrominera del Sur de Bolívar / Fuerza Común / Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos / Hijas e Hijos por la Memoria y Contra la Impunidad / Hijos Colombia / Identidad Estudiantil / Instituto Nacional Sindical / Marcha Nacional de Mujeres Campesinas / Minga de Resistencia Social y Comunitaria / Minga Juvenil / Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado / Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo / Organización Femenina Popular / Organización Nacional de Población Desplazada Desarraigada Independiente / Organizaciones Sociales Centroriente de Colombia / Partido Comunista Colombiano / Planeta Paz / Poder y Unidad Popular / Proceso de Comunidades Negras de Colombia / Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional / Red contra el Hambre y la Pobreza / Red de Hermandad y solidaridad con Colombia / Red Proyecto sur / Ruta Pacífica de las Mujeres / Sindicato de Trabajadores Agrícolas Independientes del Departamento del Meta / Terre des Hommes Alemania / Iván Cepeda Castro, representante a la Cámara por el Polo Democrático Alternativo / Wilson Arias Castillo, representante a la Cámara por el Polo Democrático Alternativo
Fuente: Adital