Los miembros de los equipos de salud de los pueblos fumigados de Argentina, junto con los científicos, investigadores y académicos, reunidos en el 1 Encuentro Nacional de Medicxs de Pueblos Fumigados, concretado en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, nos sentimos en la imperiosa necesidad de dirigirnos a ustedes, en forma directa y publica para hacerles conocer que es muy grave la situación de la salud de las poblaciones de los pueblos fumigados en la Argentina y que esta se agrava día a día.
Y que los canceres y otras enfermedades severas son detectadas con más frecuencia ahora. Al igual que los abortos espontáneos, trastornos de fertilidad y nacimiento de hijos con malformaciones congénitas que encontramos con índices muy elevados. Y que los trastornos respiratorios, endocrinos, hematológicos, neurológicos y psíquicos son, también ahora, mucho más frecuentes en las poblaciones sistemáticamente fumigadas. Fumigadas porque comparten el mismo espacio geográfico que los cultivos agroindustriales y transgénicos que ustedes explotan.
En las 23 millones de ha. ocupadas por cultivos transgénicos viven, en o entre sus campos, 12 millones de compatriotas, ellos son nuestros pacientes y por lo tanto tenemos una enorme responsabilidad en el resguardo de su salud y en la defensa de sus derechos a la misma.
Queremos decirles a Uds., presidentes de las principales entidades agropecuarias, que sabemos que están fumigando 300 millones de litros de venenos sobre esta población, que lo hacen sin ningún tipo de control y que el negocio de los laboratorios multinacionales de agroquímicos esta desencadenado en la Argentina, por lo que cada vez utilizan más y más tóxicos por ha., de manera irracional.
Queremos decirles también que nosotros, los médicos y demás miembros de los equipos de salud, los investigadores, científicos y académicos que analizamos este problema, no creemos es más, estamos seguros que los crecientes padecimientos en la salud de los habitantes de los pueblos fumigados son generados por las fumigaciones que ustedes realizan. Y esta seguridad nos las da conocer como viene evolucionando la salud de nuestras comunidades y cotejarla con la creciente información científica, que destaca las evidencias disponibles con respecto al daño que genera la exposición de pesticidas a la salud en poblaciones susceptibles.
Queremos decirles que no tenemos ningún interés mezquino oculto, no tenemos ningún interés económico, ni político partidario, ni religioso, ni de ningún otro tipo, que no sea el resguardo de la salud de nuestros pacientes, para decirles lo que aquí estamos afirmando y exortarlos a que PAREN DE FUMIGAR.
Por último, queremos decirles, que sabemos que están aprovechando una coyuntura internacional con precios en alza y demanda sostenida, pero sus ganancias no justifican los canceres de nuestros pacientes ni las malformaciones de nuestros hijos.-
(c) Permitida la reproducción citando la fuente: (texto y link)http://www.cbanoticias.net/
Córdoba, Argentina, 27 de agosto de 2010
Colombia se vistió de rostros de mujer, rostros de niñas y niños, de rostros de hombres; los rostros de los pueblos, quienes llenas y llenos de esperanzas, sueños, experiencias, luchas y resistencias, participamos llegadas y llegados desde la Argentina, Paraguay, Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela, el Salvador, Honduras, Haití, Guatemala, Cuba, México, Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Italia, Bélgica, Alemania; como también desde los rincones de Colombia sus departamentos y regiones de Nariño, Cauca, Valle, Huila, Chocó, Antioquia, Tolima, Cundinamarca, Bogotá, Magdalena medio, Bolívar, Santander, Norte de Santander, Arauca, Atlántico; para participar decida y alegremente en el Encuentro Internacional de Mujeres y Pueblos de las Américas contra la Militarización desde 16 al 23 de agosto.
Este encuentro ve hoy más que nunca cómo la amenaza de guerra mundial resuena y se impone ya en distintas geografías y la humanidad está en la encrucijada de su sobrevivencia y la de otras formas de vida aún existentes. Este encuentro se realiza en un momento en el que el imperialismo norteamericano está diseñando y ejecutando estrategias agresivas de recolonización para reposicionarse y tratar de recuperar la gran crisis de su sistema capitalista. El despojo de las riquezas de los pueblos y la violación a los derechos humanos de mano de la militarización son el camino que han definido, utilizando para ello los medios de comunicación masiva como el amarre ideológico y cultural.
Colombia es un extenso territorio con riquezas minerales, petróleo, fuentes de energía, agua, biodiversidad, flora, fauna, saber tradicional y ancestral de los pueblos indígenas, negros y campesinos; hoy muy codiciados y explotados por las empresas transnacionales que solo se interesan en sus vergonzosas e inhumanas ganancias, para lo cual alientan y fortalecen estos procesos de militarización, guerra, desarraigo, despojo y muerte dañinos a los pueblos y sus territorios; esta lógica dominante extendida y aplicada en toda nuestra América.
El país está conformado por una gran diversidad de pueblos indígenas, afrodescendientes, mestizos, comunidades campesinas y poblaciones urbanas cansadas de la guerra y la violencia que afecta al país desde hace más de 50 años y que ha causado cuatro millones y medio de desplazadas y desplazados y miles de personas asesinadas, desaparecidas y encarceladas. Estas comunidades y pueblos resisten de manera valiente y creativa, a través de procesos de soberanía de cuerpos, territorios y alimentos; afirmándose en sus propias y diversas identidades organizativas, culturales, espirituales y de cosmovisión; proponiendo como eje la unidad y la búsqueda e implementación de la vida digna, la autonomía, autodeterminación y soberanía.
Las mujeres, protagonistas de estos procesos, han sido y siguen siendo la fortaleza de sus pueblos a pesar de seguir recibiendo el impacto directo de la violencia, la pobreza, la exclusión y la discriminación, que en el caso de los conflictos sociales, políticos, económicos y armados significa explotación, miseria, violaciones sexuales, violación a su libertad sexual, y a otros derechos humanos básicos, implementando también el desarraigo, la persecución y la muerte.
El encuentro posibilitó que se organizaran misiones humanitarias de solidaridad hacia distintas regiones del país, que han permitido el intercambio de experiencias, vivencias y reflexiones entre las personas participantes, las mujeres, los pueblos, las comunidades rurales y urbanas colombianas. En estas visitas se pudo no sólo entender la realidad concreta sino darle rostro y nombres a quienes han enfrentado el proyecto de la militarización y la resistencia en sus territorios y vidas cotidianas, también los intereses económicos y geoestratégicos que se defienden. Esta oportunidad permite a la comunidad internacional continuar denunciando la terrible violación a los derechos humanos, que en Colombia adquiere niveles de perversión en prácticas como los falsos positivos, que son vinculaciones de personas inocentes con elementos que justifiquen el asesinato, y encarcelamiento, la desaparición forzada, y desplazamiento con lo que se demuestra que en este país no se está viviendo el postconflicto, como hoy lo asegura el gobierno.
Durante dos días se intercambiaron las experiencias de resistencia de las mujeres y de los pueblos de Colombia y el continente; se denunció el impacto de la militarización; se reafirmó la convicción de que estamos cansadas y cansados de la opresión, la explotación y la cultura de la muerte del capitalismo patriarcal y racista.
Desde este encuentro, en el ánimo colectivo de justicia, respeto y solidaridad continental hablamos al mundo para reiterar nuestro compromiso como mujeres y pueblos contra la militarización, y nos posicionamos para:
– Luchar por justicia hacia las mujeres y que se pare la violencia, la intimidación, el control y la utilización de las mujeres como botín de guerra.
– Rechazar con energía la estrategia imperialista de los Estados Unidos para militarizar las vidas, territorios y deseos que busca controlar las riquezas de los países y las consciencias. Decimos Fuera Bases militares yanquis de América Latina y del Caribe.
– Rechazar la presencia de bases norteamericanas en nuestros países y territorios exigiendo su retiro inmediato.
– Luchar contra la injerencia de ejércitos de ocupación como la MINUSTAH en Haití.
– Luchar por el cierre de las bases militares en toda nuestra Abya Yala, contra los megaproyectos de energía, explotación petrolera, minera, la privatización del agua, y el despojo de territorios que favorecen hoy a las grandes empresas transnacionales.
– Rechazar la amenaza inminente intervención militar en Costa Rica con más de 7000 efectivos militares y 46 buques de guerra de los Estados Unidos.
– Rechazamos los intentos de desestabilizar el gobierno legítimo y las provocaciones reiteradas contra el pueblo de la republica Bolivariana de Venezuela.
– Reiterar nuestra solidaridad con la resistencia nacional de Honduras, aglutinada en el FNRP, quienes enfilan su política y acción hacia el proyecto de refundación nacional, y en lo inmediato a una convocatoria de Asamblea Nacional Constituyente Popular y Democrática por ello llamamos también a los gobiernos estados y pueblos del mundo a no reconocer el régimen de Porfirio Lobo, quien es el continuador del golpe de estado y de las políticas de violación a los derechos humanos contra el pueblo hondureño que se mantiene en lucha.
– Repudiar la criminalización de la lucha de los pueblos que significa muerte y represión contra mujeres y hombres y sus procesos organizativos.
– Rechazar la política antiinmigrante que hoy se impone en los estados unidos fortaleciendo la lucha contra el muro.
– Rechazar el nombramiento de Alvaro Uribe Vélez para la comisión de investigación por el crimen cometido con las brigadas de solidaridad con el pueblo palestino por el gobierno israelí.
– Continuar en la lucha por la liberación de los cinco hermanos cubanos hoy presos injustamente en cárceles de los Estados Unidos.
– Respaldar a la acción en la republica del Congo de la Marcha Mundial de Mujeres para el 17de octubre.
– Acogemos el 10 de diciembre como el día de lucha continental contra las bases militares extranjeras.
-Acogemos lo mandatado por la asamblea de los movimientos sociales en el IV Foro Social de las Américas realizado en Paraguay. Igualmente lo mandatado en el I y II encuentros hemisféricos contra la militarización Chiapas y Honduras.
– Nos comprometemos a dinamizar e impulsar el IV Encuentro continental hemisférico contra la militarización.
– Nos vinculamos a la campaña contra la militarización que se articula continentalmente.
Para el caso colombiano llamamos y proponemos al continente ya al mundo:
– Mantener firme la propuesta de solución política y negociada al conflicto social y armado interno que tiene Colombia.
– Fortalecer y reconstruir los movimientos sociales como sujetos políticos fundamentales para la paz
– Impulsar dinamizar y apoyar la corte mujeres y de pueblos desde lo local, regional nacional e internacional en la recuperación de la memoria por la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición.
– Incentivar la unidad, el fortalecimiento de la concientización, la organización, la comunicación alternativa y la movilización como elementos importantes de autonomía lucha y resistencia.
– Participar y acompañar la realización del congreso de los pueblos convocado desde la minga nacional de resistencia social y comunitaria para los días 8 a12 de octubre del 2010.
Hoy reafirmamos nuestro compromiso por la vida digna, la defensa de nuestros territorios, la soberanía, autonomía, autodeterminación, cultura y ancestralidad como movimientos sociales entendiendo que la lucha contra la militarización y las bases militares es un pilar fundamental para la paz.
Mi cuerpo es mi casa
Mi casa es mi territorio
Mi territorio es mi patria
Mi patria es mi continente.
Colombia Barrancabermeja 23 de agosto de 2010
La Campaña de las Semillas convocada desde Vía Campesina e impulsada en nuestro continente por la CLOC junto con diversas organizaciones y movimientos se ha desarrollado en los últimos años a través de miles de iniciativas locales donde las mujeres, las comunidades indígenas y campesinas han desempañado un rol preponderante en demostrar cómo las semillas nos permiten resistir, producir y defender nuestra identidad. Hoy en el desarrollo del V Congreso de la CLOC-V.C. enfrentamos el desafío de revitalizar su papel como centro de la vida y de la producción campesina.
En este contexto, nos reunimos en Quito con el propósito de compartir y evaluar los caminos recorridos, las acciones y formulaciones políticas y, construir y ampliar propuestas que nos permitieran dar un nuevo impulso y convertirla en parte integral de los debates, la elaboración y las banderas políticas de la CLOC y la Vía Campesina.
El camino recorrido.
La historia de la Campaña tiene sus orígenes en el 3° Congreso de la Cloc “Soberanía alimentaria por un futuro sin hambre. Fuera la OMC de la agricultura”, realizado en México en 2001, cuando las mujeres de la CLOC reunidas en la Segunda Asamblea Continental de las Mujeres del Campo: “Mujeres del campo, cultivando un milenio de vida, justicia e igualdad”, propusieron al III Congreso de la Cloc y a La Vía Campesina llevar a cabo una campaña mundial de defensa de las semillas nativas y criollas.
De este modo, La Vía Campesina y Amigos de la Tierra Internacional junto a otras organizaciones aliadas, durante el Foro que se realizó en el marco de la Cumbre Mundial de la Alimentación (Roma, 2002), establecieron que las semillas son la continuidad de la vida y garantía de la soberanía alimentaria, lanzando la campaña mundial “Las semillas patrimonio común de la humanidad”.
En la Declaración en Roma señalamos “que desde sus orígenes, la agricultura fue protegida por las culturas ancestrales, quienes nos la legaron en herencia y nos enseñaron a preservarla y continuar asi con la vida”. Las semillas son obra campesina e indígena, una creación colectiva que refleja la historia de los pueblos y especialmente de sus mujeres, quienes fueron sus creadoras iniciales y se han mantenido a través de la historia como sus principales guardianas y mejoradoras.
Y además afirmamos, que “nunca el proceso de expropiación y marginacion contra pueblos indigenas, aborígenes y campesinos del mundo habia sido tan fuerte, cruel y despiadado como ahora. Por la globalización de la ambicion, por poderosas corporaciones transnacionales que se han venido apropiando de nuestras tierras y privatizando la vida y confiscando nuestros derechos colectivos, de presentes y futuras generaciones, al pretender imponer supuestos derechos de propiedad intelectual de los genomas y la manipulación genética”.
Enfatizamos que “sin semillas no hay agricultura; sin agricultura no hay alimentacion; y sin alimentacion no hay pueblos. por eso hoy nos declaramos en una gran campaña mundial en defensa de las semillas sustentadoras de la vida, impulsando la declaración en que sean reconocidas como patrimonio comun de la humanidad”.
En el Tercer Foro Social Mundial realizado en Porto Alegre en enero de 2003, la Via Campesina levanta con mas fuerzas las banderas de la Soberanía Alimentaria y desde la Campaña Semillas nos planteamos llevar a cabo diversas acciones para impedir la manipulación genética que tenga como motivación la dominación y opresión de los pueblos. Llamamos a fomentar y estimular el libre intercambio de semillas, el rescate de experiencias locales de conservación, y las ferias campesinas para compartir sabidurías, intercambiar semillas y productos agroecológicos dinamizando mercados locales y regionales. También nos planteamos concretar diversas acciones para recuperar la memoria histórica y la cultura ancestral del manejo de semillas, promoviendo una agricultura ecológica urbana y rural que reproduzca el milagro de más y mejores alimentos y semillas.
Posteriormente, en Caguazu, Paraguay, el 21 y 22 de abril de 2003, en una reunión de LVC, Amigos de la Tierra Internacional y Grain, se realizó la fundamentación de la Campaña y se construyeron los principios.
En este encuentro, afirmamos que “la semilla es muchísimo más que un recurso productivo, que ellas son simultáneamente fundamento y producto de culturas y sociedades a través de la historia. En la semillas se incorporan valores, afectos, visiones, y formas de vida que las ligan al ámbito de lo sagrado. Sin ellas es imposible el sustento y la soberanía de los pueblos. […] Por tanto, las semillas y el conocimiento asociado a ellas son parte fundamental e insustituible de la soberanía alimentaria de los pueblos”. Simultáneamente, concluimos que las semillas no son un patrimonio de la humanidad, sino nuestro patrimonio, de los pueblos campesinos e indígenas, quienes las creamos, diversificamos y protegimos a través del tiempo y las ponemos al servicio de la humanidad. De allí en adelante nuestra campaña quedó establecida como “Las Semillas, Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad.”
De esta forma las semillas no son apropiables. Ellas deben mantener en todo momento su carácter de patrimonio colectivo, frente al cual hay deberes ineludibles que cumplir, incluso por sobre el derecho a gozar de él. La Campaña, por lo tanto, se opone a la propiedad intelectual y a toda forma de apropiación de la vida.
En base a esto se definieron los siguientes principios:
- La Campaña se basará en las múltiples formas de conocimiento indígena y campesino en torno a las semillas, la agricultura y la biodiversidad; se parte del convencimiento que estas formas de conocimiento son válidas por si mismas y no requieren de validación externa, científica o de otra índole.
- la Campaña deberá buscar formas efectivas de involucrar y comprometer al conjunto de la sociedad. Ello incluye el involucrar y requerir el aporte de técnicos y científicos cuando los procesos de erosión biológica y cultural lo hagan necesario. El liderazgo y la toma final de decisiones debe esta en LVC. y en las organizaciones de los campesinos y campesinas, de los indígenas y las comunidades.
- La Campaña es parte de las luchas por defender, reforzar y/o recuperar la soberanía política, cultural, económica y alimentaria de los pueblos, y se encuadra en una lucha más amplia contra el sistema capitalista y su fase neoliberal. Por lo mismo, es parte de la búsqueda de proyectos populares alternativos.
- Igualmente, las semillas no pueden ser defendidas si no se defiende las condiciones necesarias para la continuidad de las culturas que las mantienen y les dieron origen. La Campaña, por lo tanto, debe estar íntimamente ligada a la defensa de la tierra y los territorios y a las culturas campesinas e indígenas.
En base a estos principios, la Campaña promueve la aplicación de enfoques que fomenten la toma de decisiones y el desarrollo de iniciativas conocimiento y tecnología de manera local y descentralizada. Es decir, la metodología, los contenidos y la iniciativa de la campaña han sido definidos desde una perspectiva campesina e indígena. La Campaña ha sido liderada por la Vía Campesina y las organizaciones campesinas e indígenas y especialmente las mujeres, reconociendo los aportes históricos y actuales de los expertos y expertas y especialistas indígenas y campesinos. creando condiciones para valorar, reconocer y socializar sus aportes.
Así constatamos que la Campaña ha contribuido a reactivar el conocimiento y la diversidad de uso de los cultivos y las semillas, fomentando y reactivando las culturas culinarias, las artesanías y otros usos, valorando y reforzando los usos rituales. Promoviendo la diversidad de cultivos y tecnologías. Ligando agricultura y reforestación. Apoyando y dinamizando todas las formas de intercambio de semillas y conocimientos entre comunidades indígenas y campesinas. Contribuyendo al fortalecimiento y ampliación de la producción y reproducción de semillas de manera autónoma y descentralizada.
La Campaña ha fomentado, defendido y reactivado los procesos y mecanismos de creación y socialización de conocimiento en las comunidades indígenas y campesinas. Desarrollando formas de investigación local en base a principios, preocupaciones y enfoques campesinos. Impulsando luchas más amplias que permitan asegurar las condiciones necesarias para la mantención de los sistemas de conocimiento campesinos e indígenas.
La Campaña ha promovido y socializado un marco ético acorde con sus principios, contribuyendo a construir iniciativas y orientaciones dentro de ella. Impulsando encuentros e intercambios campesinos que han ido definiendo normas de conducta en torno a las semillas. Promoviendo debates para establecer e identificar tanto derechos como deberes en torno a las semillas y la biodiversidad.
La Campaña ha destacado el aporte invaluable e irremplazable de las semillas campesinas a la humanidad, basado principalmente en recursos, capacidades y conocimientos propios, como un ejercicio de soberanía que no requiere el beneplácito de las autoridades ni de sectores poderosos. Resaltando en todo momento su carácter esperanzador.
La Campaña ha involucrado al conjunto de la sociedad a través de actividades culturales, de educación y festivas que han contribuido a crear conciencia y mística en torno a las semillas y al papel de los pueblos indígenas y campesinos. Haciendo conciencia que las semillas campesinas son base de la alimentación y de la soberanía alimentaria.
Desde su formulación y sus principios ha estado ligada a las demás campañas de Via Campesina, así como a la lucha contra los tratados internacionales de libre comercio, las diversas formas de globalización, homogenización cultural y privatización, y en contra de los organismos financieros internacionales.
La campaña ataca fuertemente y desnuda al capitalismo quien es incapaz de organizar algo tan complejo, bello y variado como la diversidad agrícola. Por eso industrializa el suelo, trata a la tierra como materia inerte, cambia el significado de la agricultura y de la alimentación y rompe con las leyes de la naturaleza envenenando plantas, animales y personas. Explota y aniquila campesinos, privatizando el agua, usurpando la biodiversidad, concentrando la tierra en las corporaciones transnacionales. Militariza territorios, criminaliza a los defensores de la tierra, destruye diversidad y vida mediante tratados comerciales. Transgrediendo todos los principios y leyes de la naturaleza y de las divinidades modifica genéticamente las semillas.
El contexto actual
En los últimos años, se ha dado un recrudecimiento de la ofensiva de los transgénicos, de los agronegocios (monocultivos) y del extractivismo. Los transgénicos amenazan los territorios campesinos, contaminan las semillas criollas. La promoción de los cultivos transgénicos están asociados a procesos de militarización y están provocando el desplazamiento de miles de familias campesinas. En los países de América Latina y el Caribe se han implementado cambios en los marcos jurídicos que favorecen la entrada de los transgénicos y las semillas híbridas, e incluso están llevado a la ilegalización de los sistemas de semillas criollas: transporte, intercambio, reprodución y multiplicación. En países como México, se ha suspendido la moratoria a los transgénicos para favorecer su entrada. La promoción agresiva de semillas “mejoradas”, las “terminator” que no pueden reproducirse viene destruyendo las variedades criollas, pero además provocan la ruina de los pequeños agricultores, puesto que este paquete tecnológico está asociado a la utilización de grandes dosis de fertilizantes químicos y plaguicidas.
En todas partes hemos visto cómo se imponen reglas y leyes que coartan nuestro derecho a utilizar e intercambiar libremente las semillas. A pesar de la fuerte oposición de las organizaciones sociales, se han impuestos sistemas de registro de variedades, de patentes, de derechos de obtentor, de certificación obligatoria, etc. Las organizaciones presentes coincidimos en que todos estos mecanismos son dañinos, son un arma en contra de los campesinos y pueblos indígenas, están al servicio de los grandes capitales y se han convertido en un nuevo gran negocio. Sin embargo, no estuvimos de acuerdo sobre cómo enfrentarlos. Acordamos impulsar un fuerte proceso de debate al respecto en nuestro continente y proponerle a la Via Campesina que haga lo mismo a nivel internacional.
Hoy sufrimos un fuerte proceso de concentración de la tierra. El acaparamiento de tierra se ha vuelto un fenómeno común en el continente. Grandes empresas transnacionales, sociedades anónimas, fondos especulativos e inversionistas individuales han venido apropiándose de importantes extensiones de tierras, amenazando la producción alimentaria y la cultura campesina. Esta situación ha conllevado a una descampesinización del campo, lo que ha provocado una fuerte migración de la juventud y los hombres, dejando en las mujeres la mayor responsabilidad de la reproducción y sostenimiento de la producción y los sistemas alimentarios. El campo se ha feminizado.
Los gobiernos y las Naciones Unidas han sido capturados en términos políticos, económicos y culturales por las corporaciones transnacionales. La OMC se ha apoderado de las políticas mundiales y eliminó la justicia, la solidaridad, la ética del respeto a la vida y a la naturaleza de su lenguaje.
Avances y retos de la Campaña
Ante este grave contexto, la Campaña y las organizaciones campesinas venimos desarrollado diversas estrategias y actividades en defensa de las semilla y la producción agroecológica, expresándose de diversas formas en lo local, a través de las ferias de saberes, sabores y semillas, las fiestas de las semillas y la diversidad y los intercambios, logrando transcender más allá de la CLOC y la LVC, articulándose con muchisimas organizaciones en el continente.
Alrededor del mundo se realizan diversas acciones para defender la Semillas. Múltiples marchas, movilización y acciones de ocupación y destrucción de campos de transgénicos se han realizado en diversas partes del planeta, muchos de ellos realizados por mujeres campesinas. La acción de las mujeres de la Vía Campesina contra las semillas terminator, en marzo 2006, al interior de la 8° Conferencia de las Partes sobre Diversidad Biológica realizada en Curitiba, logró mantener la moratoria y detener la avanzada de estas semillas, impidiendo así un crimen contra la humanidad.
Familias campesinas e indígenas siguen trabajando en la recuperación de semillas, y son notorias las experiencias, como la Casa Róga en Paraguay, los semilleros campesinos de Chile, las redes de semillas en Colombia, las experiencias de reproducción de semillas de Bionatur y el MPA en Brazil, junto a múltiples otras experiencias, que han buscado mantener en los pueblos el control de las semillas, en contraposición a las semillas “secuestradas” en los bancos de semillas de los centros de investigación. Por las cuales la Campaña siempre ha pedido sean liberadas y entregadas a sus verdaderos custodias y custodios.
El trabajo de reproducción y recuperación local de las semillas ha sido un componente fundamental e imprescindible para garantizar la diversidad, es necesario complementar con procesos de multiplicación de la semilla. Hoy se ve la necesidad de ampliar las iniciativas de multiplicación, sin descuidar o subvalorar la continuidad de la recuperación y reproducción. Hasta el momento las principales experiencias de multiplicación están basadas en Brasil, en el que uno de sus principales aprendizajes, es que debe basarse en un amplio trabajo en redes de familias campesinas vinculadas a las organizaciones. Así mismo, la experiencia muestra la necesidad de vincular fuertemente al trabajo de multiplicación a una formación política que permita colocar esto al servicio de los intereses de la agricultura campesina y las organización campesinas.
De esta manera, la campaña ha avanzado en la comprensión política de la defensa de las semillas. Sus desafíos son lograr un mayor desarrollo y posicionar la defensa de las semillas como un eje central en el debate, en los planteamientos y en las luchas políticas de LVC. Asimismo es un desafío que la campaña se multiplique y trascienda en todas las regiones y pase a ser parte central en la dinámica internacional.
En estos avances es innegable el importante papel que han tenido las mujeres como motores de la campaña y un desafío es garantizar que el trabajo de multiplicación no invisibilice su papel y sus aportes.
Los desafíos que se abren hoy día, están en mantener enfoques integrales que considere las necesidades inmediatas y las de largo plazo, de todos los aspectos que garantizan la asistencia de la semilla: reproducción, recuperación, multiplicación, valoración, mejoramiento, mantenimiento, almacenamiento.
Se requiere fortalecer y profundizar los procesos de formación política y técnica que se impulsan desde LVC y sus aliados. Estos procesos deberán incorporar los desafíos y los retos de la Campaña para contribuir a resolverlos.
Es necesario profundizar en enfoques de defensa y desarrollo de territorios autónomos y sustentables. En el avance en estas luchas es necesario mantener las múltiples dimensiones y formas de valorización: simbólico, cultural, político, económica, espiritual, mística, productiva, social.
El trabajo y el fortalecimiento del trabajo con los aliados es indispensable y requiere ampliarse. También debe insistirse en la difusión tanto interna como externa del trabajo que ha venido haciendo la campaña y de las experiencias que existen en los diversos territorios.
Desde el movimiento se reconoce la necesidad de mantener la autonomía de los movimientos sociales y populares frente a los gobiernos, reconociendo distintas relaciones y grados de convergencia. Igualmente se ve la necesidad de mantener, una mirada autónoma frente a las políticas públicas diferenciando las políticas públicas al servicio del agronegocio frente a las políticas públicas construidas desde los movimientos campesinos.
Y por eso nos hemos comprometido a luchar contra todas las formas de privatización de las semillas y el conocimiento que va con ellas. Nos hemos comprometido a luchar contra la multiplicación, siembra y distribución de las semillas transgénicas en todo el mundo. Repudiamos y rechazamos la ayuda alimentaria con semillas transgénicas que el gobierno de Estados Unidos ha enviado a los países africanos.
Algunas de las propuestas son:
- impulsar ampliamente estrategias de multiplicación que permitan el acceso y uso masivo de las semillas campesinas, fortaleciendo sistemas autónomos
- Realizar un debate profundo y de manera urgente sobre registros de semillas, propiedad intelectual y certificaciones, considerando que existen diversas visiones sobre cómo enfrentar los problemas que ellos crean
- Contribuir a los procesos de sistematización de la formación que viene haciendo LVC y la CLOC, e incluir la defensa de las semillas como parte integral de esa formación
- Trabajar en un renacer de la reforma agraria incorporando lo cotidiano, lo afectivo, las diversas cosmovisiones, incoporando elementos como las semillas, la agroecología campesina, el agua, la defensa del territorio para mejorar el enfoque de desarrollo rural utilizado hasta ahora.
- Defender y promover la producción agroecológica campesina y los instrumentos que se requieren para mantenerla viva, como los mercados locales, los aprendizajes campesino a campesino, etc. y luchar para que no se mercantilice y no se convierta en una experiencia elitista y divisoria
- Posicionar el debate sobre la defensa de las semillas durante el V Congreso de la Cloc.