Desde la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – CLOC-Vía Campesina te compartimos la tercera edicion 2021 de nuestra revista digital Boletín Tierra.
En esta edición julio 2021 compartimos las acciones de las organizaciones miembros y aliados de CLOC-LVC frente a la actual pandemia de COVID-19, el caos climático, el aumento del hambre y todas las formas de malnutrición, la destrucción ecológica y las múltiples crisis humanitarias, nosotras, las personas que integramos los movimientos sociales, las articulaciones de los pueblos indígenas, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y el sector académico, afirmando nuestro compromiso con la soberanía alimentaria y rechazamos la actual colonización corporativa de los sistemas alimentarios y la gobernanza de los alimentos bajo la fachada de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.
La Vía Campesina Brasil realizó el pasado sábado (24/07), la primera etapa del Seminario de Diversidad Sexual y de Género con el tema «LGBTI La Vía Campesina: ¡Colorando territorios y sembrando orgullo y resistencia!». Con la presencia de movimientos de la Vía Campesina como el Movimiento de Afectados por las Represas (MAB), el MST, la Pastoral Juvenil Rural (PJR), el Movimiento de Mujeres Campesinas (MMC), la Coordinadora Nacional de Articulación de Comunidades Rurales Negras Quilombolas (CONAQ), el Movimiento por la Soberanía Popular Minera (MAM), el Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA) Movimento de Pescadores e Pescadoras Artesanais do Brasil (MPP), Comissão Pastoral da Terra (CPT), y representantes de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Rurales (CLOC) y de la Coordinadora Europea de la Vía Campesina (ECVC), el seminario también tuvo entre sus organizaciones invitadas a la Confederación Nacional de Trabajadores Agrícolas (CONTAG) y al Colectivo Tibira (pueblos indígenas).
El proceso de organización de las personas LGBTI en Vía Campesina Brasil comenzó en 2016, pero en 2020 se consolidó el colectivo LGBTI de Vía Brasil, con el objetivo de crear un espacio organizativo sobre la diversidad sexual y de género, para conectar a las personas LGBTI del campo, las aguas y los bosques a nivel nacional e internacional. La organización del colectivo ya ha materializado varias acciones, como la elaboración del folleto «Diversidad sexual y de género en la Vía Campesina: rompiendo el silencio sobre la existencia de personas LGBTI en el campo».
En la apertura del seminario, Noeli Taborda, miembro del MMC, destacó que vivimos en una sociedad capitalista, patriarcal, racista y LGTBfóbica, que discrimina y destruye a las personas, los recursos naturales y la vida.
Paula Gioia, del Comité Organizador Internacional de Vía Campesina, destacó la importancia de este espacio para avanzar en la agenda de la diversidad sexual dentro de los movimientos y el mundo rural.
El objetivo del primer día del seminario fue profundizar en el debate sobre la situación política, la diversidad sexual y de género y las luchas de clase en el campo, así como los retos y la diversidad sexual y de género en el movimiento internacional de La Vía Campesina.
Por Andresa Paiva (MPA), Alice Nied (MPA) y Mário Manzi (CPT Para la página web del MST
Antecedentes
Anderson Amaro, del MPA, que contribuyó a la mesa con el tema «Análisis de la coyuntura política y los desafíos en este período pandémico», recuerda la importancia de la Vía Campesina en la lucha por la soberanía alimentaria, teniendo en cuenta los 25 años de acción en este sentido. Amaro destaca Covid-19 como resultado de la forma en que el modo capitalista se relaciona con la naturaleza. En cuanto a la coyuntura nacional, Anderson expuso los desafíos de los movimientos sociales para enfrentar al bolsonarismo como un fenómeno que va más allá de la figura de Bolsonaro. Entre ellos está el trabajo de organización popular, que tiene como etapa importante de lucha las elecciones de 2022, para asegurar la institucionalidad democrática.
Anderson también destaca los escenarios de posibles rupturas democráticas, que podrían culminar en un gobierno abiertamente dictatorial y fascista.
Campo y diversidad
A la intervención de Amaro le siguió el panel «Diversidad sexual y de género y luchas de clase en el campo, las aguas y los bosques», en el que Thaís Paz, del MST, presentó algunos retos estructurales que van más allá de la dinámica de la situación actual. Paz cuestionó cuál sería la relación entre la diversidad sexual y de género dentro del capitalismo y si estas cuestiones pueden considerarse un elemento constitutivo de la lucha de clases.
Para ello, retomó la idea de Marx, en El 18 Brumario de Luis Bonaparte, de que «los hombres hacen su propia historia; sin embargo, no la hacen por su propia voluntad, pues no son ellos los que eligen las circunstancias en las que se hace, sino que éstas les han sido transmitidas tal cual». Así, según ella, se parte de la comprensión de un debate teórico más profundo, que ya hacen las organizaciones y es necesario reafirmar que «cuando hablamos de diversidad, como en cualquier otra relación social, no se puede aislar [la diversidad] de las determinaciones de la sociedad».
Para Paz, las relaciones que estructuran la sociedad no se manifiestan de forma clara y transparente, siguiendo la lógica de que «siempre ha sido así». Su discurso demostró que la determinación de la heterosexualidad y el cisgénero, como la única expresión posible de la sexualidad y la identidad de género no es natural, sino que es el resultado de un modelo de poder y dominación, que llamamos patriarcado.
«La heterosexualidad obligatoria y la cisgeneridad están determinadas por el patriarcado. En el capitalismo contemporáneo, el patriarcado y el racismo estructuran el conjunto de relaciones sociales. El capitalismo se apropia de esto, de la dominación masculina sobre la mujer, que se repite en la homofobia. Esta dominación es anterior a la construcción del capitalismo, pero el patriarcado ha sido apropiado por el capitalismo.»
Thaís también recuerda que no hay manera de separar los procesos de explotación y que también hay que observar las relaciones sociales capitalistas en la concreción de la realidad. Igualmente, recuerda que Brasil sufrió 300 años de esclavitud y tiene sus propias características, como por ejemplo la comprensión de la raza, que es diferente entre países como Brasil y Estados Unidos. «Hay que pensar en la concreción de cada formación social. No podemos importar algunos debates, que en nuestra realidad están fuera de lugar, un ejemplo clásico es el debate sobre los maricas. El Movimiento Queer en los Estados Unidos tiene un impacto en los Estados Unidos, pero en Brasil no se construyó de la misma manera. Hay que pensar en algunas cuestiones desde su construcción».
Para ella es un error pensar en el patriarcado y el racismo como apéndices del capitalismo, ya que el conjunto de relaciones sociales está atravesado por todas estas cuestiones. Así, la diversidad sexual y de género puede situarse como un elemento constitutivo de la lucha de clases, porque la lucha de clases debe derivar de la organización de las clases, y las relaciones sociales están atravesadas por estas diversidades. En este sentido, considera fundamental que los movimientos y organizaciones articulen los debates de clase y de diversidad sexual y de género.
«Los LGBT mueren por la violencia LGBTfóbica, pero también mueren de hambre, por falta de tierra. La unificación de las luchas es el reconocimiento de nuestra existencia como parte de la clase. El elemento clave es por qué la libertad sexual y la superación de las presiones de género deben formar parte de nuestro compromiso político. Esto forma parte del proceso revolucionario y emancipador», concluye.
Océlio Muniz, del MAB, calificó el seminario de histórico. Muniz hizo un recorrido por el proceso de organización LGBTI como una articulación. «El MAB se inserta en este debate desde las discusiones del MST, que marca la agenda de otras organizaciones». Para él, es necesario, como «sujetos en las filas de las luchas», mantener la discusión a la que se dedica el seminario, para la construcción de una nueva sociedad, común a todos. «Esa sociedad debe construirse ahora. La diversidad sexual y de género impregna este debate de construcción de una nueva sociedad. Un movimiento masivo, popular y autónomo sin distinción de raza, género, sexo».
Recuerda que la falta de debate, que durante mucho tiempo ha provocado la salida de miembros de organizaciones y movimientos por no ser acogidos por ser LGBTI. «Es nuestra deuda mantener esta discusión, que forma parte del mismo debate de la emancipación humana, en el sentido de que la igualdad es una condición para que sigamos en la lucha». Califica que se han dado varios pasos importantes, que han transformado los movimientos en espacios acogedores.
Neimar Kiga, del Colectivo Tibira, comenzó su intervención destacando que es necesario problematizar los espacios que se dan a los indígenas cuando se les invita a hablar. «Nos invitan a hablar en el mes de abril» y añadió que lo mismo ocurre por «ser indígenas LGBT, sólo en el mes de junio». Considera que es necesario mantener las agendas durante todo el año.
Kiga recordó que el colectivo al que pertenece se llamó Tibira en memoria del mártir indígena asesinado en 1614, en lo que sería el primer caso de homofobia en Brasil. Tibira, del pueblo tupinambá, fue atado a un cañón por los colonizadores y su cuerpo fue despedazado.
Como estrategia de articulación, se creó una cuenta de instagram (@indigenaslgbtq) como lugar de apoyo, «para dar visibilidad a personas de dentro y fuera de las comunidades indígenas». Kiga refuerza que es necesario ser consciente de la opresión, de estar en los márgenes, y por eso hay que unir las manos y que «hablar de sexualidad en el contexto indígena es también hablar de colonización».
Para él también es importante tener en cuenta la pluralidad étnica, ya que «hay más de 300 pueblos indígenas. No podemos generalizar sobre el hecho de ser indígena y ser LGBT». Sobre el proceso de afirmación, Kiga es firme, «no somos lo que la Iglesia quiere que seamos, y no volveremos a aceptar lo que la gente quería que fuéramos», cierra.
Internacional
La última mesa del primer día del Seminario bajo el nombre «Mesa Internacional: Los retos de la diversidad sexual y de género en el movimiento internacional de LVC» fue inaugurada por Blanca Ruiz, de CLOC Nicaragua. Señaló que la lucha es por una Reforma Agraria integral y popular. La resistencia es lo que impulsa el proceso de articulación de las personas LGBTI y Ruiz es explícito, «no queremos más invisibilidad. Estamos muy contentos de iniciar este proceso. Trabajamos muy activamente en las organizaciones, pero una vez que se conoce nuestra identidad sexual, la gente nos disminuye. Necesitamos mantener nuestra credibilidad como líderes, sin que nuestra sexualidad nos impida ser reconocidos como personas que luchan, con agendas muy claras, porque somos campesinas, campesinos, somos gay, lesbianas».
A continuación, Yeva Swart, de la Coordinación Europea de La Vía Campesina (ECVC), hizo una breve referencia a las recientes actividades sobre diversidad sexual y de género en La Vía Campesina Europa, recordando que este mes se ha publicado el primer libro y se ha celebrado el primer seminario sobre el tema.
También señaló que a veces existe el malentendido de que la situación en Europa es más progresista. «En diferentes regiones hay leyes antimigrantes y anti-lgbt. Vemos mucha difusión de las terapias de conversión y aumento del discurso transfóbico». Para ella, hay un lapso de identidad política. «Un proceso que ha sido bastante importante es la identificación y la importancia política de la identidad, la identidad campesina y la identidad campesina LGBT. Necesitamos identificar a nuestros miembros para aumentar nuestra red, construir alianzas, fortalecer el trabajo que se hace y luchar por la soberanía alimentaria y contra el patriarcado que quiere controlar los cuerpos», concluye.
El próximo sábado (31/07) tendrá lugar el segundo momento del Seminario que, entre sus objetivos, busca debatir los retos de la diversidad sexual y de género.
El 1 de julio de 2021, más de 50 agricultores, personas sin tierras, ciudadanes rurales y activistes de La Vía Campesina se reunieron virtualmente en un taller internacional sobre diversidad sexual y de género en las zonas rurales.
Si la vida rural ya es dura, ser gay, trans, bisexual o de cualquier otro género o identidad sexual más allá del patriarcado cis-hetero lo hace aún más difícil. El 28 de junio de 2021, el Día Internacional del Orgullo, la Coordinadora Europea Vía Campesina lanzó su primera publicación sobre diversidad sexual y de género. Abrazar la diversidad rural: Géneros y Sexualidades en el movimiento campesino se diseñó para crear un espacio inclusivo para contar historias, para el diálogo, el empoderamiento, el reconocimiento de la existencia de personas LGBTQIA+ en las zonas rurales y para dar un paso hacia su inclusión en los debates agrícolas. La publicación se compone de testimonios e ilustraciones de una docena de agricultores de Europa y otros lugares. Se ofreció a cada autore la oportunidad de llevar a cabo una reflexión profunda sobre sus vidas como agricultores y ciudadanes rurales LGBTQIA+. El resultado es un nuevo hito para los debates de género en el movimiento campesino europeo.
Aprovechando las celebraciones del Orgullo y el lanzamiento de esta publicación, ECVC invitó a la comunidad LGBTQIA+ de otras regiones de LVC a un intercambio sobre el proceso creativo de la publicación y a establecer intercambios interregionales entre actores y aliades LGTBQIA+.
El taller pretendió ser un espacio interno de confianza, solidaridad y pertenencia, generando espacio para experiencias personales que comparten y alimentan la reflexión política para incluir la diversidad en los debates del movimiento campesino.
El proceso creativo y la oportunidad de compartir experiencias con los demás en el movimiento fue una experiencia poderosa y conmovedora para muchos participantes y estos sentimientos de catarsis y visiones políticas liberadoras se reflejaron enormemente en el taller. Tal y como subrayó unx participante, “De lo que no hablas, no lo ves, así que hay que hablar de ello a los demás para normalizarlo’’.
Durante el transcurso de unas horas, escuchamos historias de esperanza y de terror. Desde los momentos de celebración de los tractores ondeando la bandera arco iris durante las movilizaciones campesinas en España; la descripción de un proyecto para cultivar la justicia que reúne a las comunidades marginadas interseccionales que se resisten a los sistemas alimentarios coloniales, patriarcales e imperialistas en los EE. UU.; las iniciativas para construir programas de formación para las personas LGBTQIA+ en América Latina; y escuchar sobre el proceso de las granjas que salen del armario como queer y animan a otres agricultores y granjas a hacerlo; hasta, por otro lado, las duras historias de persecución y discriminación contra miembres LGBTQIA+. El taller fue un espacio de celebración y conmemoración de las luchas no solo de las personas del movimiento, sino también su poder y potencial como grupo.
Como describió Yeva Swart de Toekomstboeren en Países Bajos: “Es increíble darse cuenta de que tu historia individual forma parte de un movimiento colectivo y puede encaminarse hacia la acción colectiva…”
Para muchos, el empoderamiento ha brindado un sentido político más fuerte a sus experiencias personales y muchas personas expresaron sentimientos de liberación, autorreflexión y autorrealización. Para Jens Köber de AbL (Alemania), ‘’Escribir fue terapéutico, […] cuando estaba escribiendo mi testimonio, comprendí que tenía necesidades diferentes y que me gustaba verme como agricultore, pero también viviendo mi identidad gay’’.
Para Breda Larkin, de la organización irlandesa Talamh Beo, hubo algunos momentos de alegría colectiva e intercambio mientras preparaba su contribución: “El proceso dio lugar a un pequeño grupo de cinco o seis personas que debaten sobre temas que no se habían abordado antes’’. Para este grupo, ha resultado obvio ahora que quieren “poner las cartas sobre la mesa y abrir una conversación sobre campesines queer y otras maneras de pensar diferentes’’.
Las expresiones culturales también formaron parte del taller. Les participantes compartieron poesías originales que expresaban la diversidad rural, interpretaron música en directo para denunciar la discriminación, compartieron vídeos y crearon un mapa de palabras colectivo que captaba realmente la energía y el sentimiento del encuentro: poderosas nociones de orgullo, felicidad, intercambio, empoderamiento, inspiración y mucho más.
La diversidad geográfica de la lucha era muy evidente, ya que había participantes de Europa, Norteamérica, América Latina y Asia. Sus aportaciones destacaron las diversas y multifacéticas formas en las que la comunidad campesina se expresa y lucha por la diversidad de género en todo el mundo.
Maggie Cheney, de la granja queer Rock Steady en Estados Unidos, también contribuyó a la publicación y habló de las numerosas granjas y colectivos que han salido del armario durante los últimos cinco años en EE. UU. Maggie habló de las grandes redes que están construyendo y de cómo ha fomentado la aparición de cada vez más campesines queer. Quieren ir más allá: ‘’Estamos muy presentes y hay muchas personas que quieren trabajar con nosotres. Empezamos un nuevo proyecto que trata de formar a campesines queer y trans. Creemos que es el siguiente nivel de apoyo que la comunidad queer necesita en nuestra zona”.
Alessandro Mariano, de MST en Brasil, lo dejó claro: “Nuestra comunidad se enfrenta a muchos retos: patriarcado, racismo, capitalismo. Además de la lucha por la tierra, tenemos que luchar por la libertad sexual. Porque el capital no solo se apodera del territorio, sino también de nuestros cuerpos. Lindolfo, uno de nuestros compañeros, fue quemado [el pasado 1 de mayo] por ser gay”. Por lo tanto, es muy importante que las organizaciones campesinas acepten otras maneras de amar y garantizar el derecho de las personas LGBTIQA+ a vivir en el campo. También coincidió con esto Blanca Ruiz, de la región del Caribe, que destacó el valor de la comunidad y señaló que “tenemos que unirnos como CLOC (Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo) y hacer de esto una lucha conjunta”. No es suficiente simplemente luchar por la tierra”.
Por último, desde Asia, Nikar Tsai dio la bienvenida tanto a la publicación como al esfuerzo colectivo, compartiendo las experiencias de su granja feminista en Taiwán, Land dyke, cuyo objetivo es crear una Agricultura Apoyada por la Comunidad (CSA) no binaria y respetuosa con la diversidad de género. Nikar describió cómo “han conseguido aumentar la visibilidad y el respeto por las mujeres agricultoras en Taiwán, cultivando al mismo tiempo la biodiversidad y la diversidad de género”. Continuó: “pero no lo hicimos soles. Durante las dos últimas décadas, mi país se ha convertido en una democracia más abierta y dinámica’’. La pregunta que plantea Nikar es: “¿Cómo nos posicionamos en la agricultura más allá del capital y de los lazos de parentesco heteronormativos?”
¿Qué es lo siguiente?
Para poner estas voces sobre la mesa dentro del movimiento, se identificaron diferentes acciones durante el taller, empezando por conseguir que la publicación se traduzca a más idiomas y se comparta más abiertamente.
El taller también mostró la importancia de los momentos de intercambio para insipirarnos unes a otres y para reforzar la solidaridad entre las regiones. Ahora nos enfrentamos al reto de identificar y apoyar a más personas LGBTQIA+ en nuestras organizaciones y regiones.
Varies participantes expresaron su más sincero deseo de que se organicen más acciones sobre la diversidad sexual y de género a nivel nacional y regional. A nivel comunitario, se realizó una propuesta más específica para crear una articulación de diversidad de género en ECVC.
La importancia de establecer alianzas con otros grupos LGBTQIA+ de contextos urbanos y rurales se ha destacado como un elemento importante en nuestro camino.
También hubo consenso sobre la necesidad de organizar y articular un proceso dentro de LVC. A ese respecto, se hizo una propuesta muy concreta: en cuanto la pandemia lo permita, debería celebrarse una reunión internacional LGBTQIA+ física antes de la 8ª conferencia de LVC, para que la comunidad LGBTQIA+ dentro de LVC pueda intercambiar y llevar propuestas concretas a la conferencia prevista para 2023. Les participantes de Via Campesina Brasil expresaron la voluntad de acoger esta reunión al mismo tiempo que invitaron inmediatamente a las otras regiones a dos seminarios virtuales en julio organizados por el colectivo LGBTI de Via Campesina Brasil. Será una oportunidad de formación y aprendizaje, de intercambio de experiencias y de desarrollo de reflexiones y procesos colectivos.
En resumen, el taller del 1 de julio fue un paso más en reconocer la existencia de las personas LGBTQIA+ en el movimiento de soberanía alimentaria y más allá. A través de la acción continuada y organizada, alzamos nuestras voces, unidas, para ocupar nuestro lugar: en los campos, en las granjas, en las familias y en las comunidades rurales, ¡para luchar por la soberanía!
Era el año de 1844 y 28 artesanos de la fabricas de algodón de Inglaterra fundan la sociedad equitativa de los pioneros de Richter y se sientan las bases de los principios cooperativos de que hoy conocemos como cooperativismo.
Adhesión libre y voluntaria, distribución equitativa de los beneficios económicos, promoción de la educación entre sus miembros eran sus principales bases y acuerdos organizativos.
El pasado 03 de Julio se celebró el día mundial de las cooperativas con el lema con el lema ¨Reconstruir mejor juntos¨ y ante la crisis mundial por la pandemia, la soberanía alimentaria es la clave para sustentar la vida de los pueblos de américa latina y el mundo.
Mientras algunos países y sus gobiernos optaron por estrictas restricciones de cuarentena que llevó al desaceleramiento de la economía global y agudización de la pobreza, vimos que el campo no dejó de producir y fue el campesinado quien salió a sustentar la vida y a abastecer las ciudades de alimento.
Las cooperativas agrarias han sido agentes relevantes en esta tarea basada en una economía solidaria.
Desde la CLOC-Vía Campesina hablar de cooperativas es también hablar de asociaciones, y las diferentes formas en que las campesinas y campesinos puedan encontrarse y hacer frente al sistema capital que mercantiliza sus los recursos naturales, los expropia de sus territorios y despoja de las semillas.
Para CLOC-Vía Campesina el cooperativismo está basado en la producción familiar, unión de pequeños campesinos y campesinas que buscan distribución de sus productos y modernización pero que a su vez contribuyen y garantizan la soberanía alimentaria desde la producción agroecológica, sostenibilidad de la vida, la biodiversidad, resguardo de la c cultura ancestral.
En américa latina y el caribe existen grandes referentes de formas de organización productiva que garantizan la vida de los pueblos y que cada uno desde sus propias coyunturas contribuyen a la emancipación de sus economías del gran poder hegemónico capitalista, machista y patriarcal.
ANAP referente Mundial de organización productiva.
ANAP es la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, nace el 17 de mayo del 1961 con el objetivo de organizar y orientar a los campesinos cubanos en la participación a la transformación social y económica del ambiente rural.
Nace bajo los principios de la revolución cubana y en la actualidad ANAP desarrolla programas estratégicos en las zonas rurales para enfrentar el bloqueo, para enfrentar la pandemia.
El bloqueo que hace Estados Unidos hacia cuba impide el desarrollo agrícola y atenta contra el derecho humano de los pueblos a la alimentación, sin embargo, desde su propia coyuntura el campesinado cubano a sustentado al pueblo con el uso eficiente de la tierra producto de la reforma agraria, participación activa de la mujer en el papel protagónico del cambio social, en puestos de dirección y búsqueda del equilibrio, integración de la juventud en procesos productivos tecnificación e innovación agraria para producir para el pueblo.
Método de campesino a campesino ha sido también el pilar de rescate, transmisión y resguardo de saberes.
Las comunas modelo organizativo de éxito en Venezuela.
La Comuna Socialista El Maizal es una comuna situada en portuguesa, Venezuela. Es una comuna agropecuaria formada por 22 consejos comunales y su producción y se basa mayoritariamente en la cosecha de maíz, aunque también de leguminosas, vegetales, café, queso, leche, ganado, porcinos, etc. La comuna es referente de capacidad organizativa y productiva.
El Maizal se basa en la autogestión, corresponsabilidad, cooperación, sustentabilidad, justicia social, solidaridad, equidad, transparencia y participación democrática, formación y educación. Está regida por la Ley Orgánica de los Consejos Comunales (loCC) de 2009 la Asamblea Ciudadana que es la máxima instancia de deliberación y decisión para el ejercicio del poder comunitario, la participación y el protagonismo popular.
Las comunas es una expresión colectiva de unidad para el uso eficiente de los medios de producción.
( 26 de Julio de 2021) Frente a la actual pandemia de COVID-19, el caos climático, el aumento del hambre y todas las formas de malnutrición, la destrucción ecológica y las múltiples crisis humanitarias, nosotras[1], las personas que integramos los movimientos sociales, las articulaciones de los pueblos indígenas, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y el sector académico, afirmamos nuestro compromiso con la soberanía alimentaria y rechazamos la actual colonización corporativa de los sistemas alimentarios y la gobernanza de los alimentos bajo la fachada de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.
Los sistemas alimentarios industriales y el creciente control de las cadenas alimentarias por parte de las multinacionales son responsables de las amenazas existenciales a las que se enfrentan nuestras poblaciones y el planeta, como la crisis del clima, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra, la contaminación del agua e innumerables violaciones de los derechos humanos. El control por parte de las empresas multinacionales ha dado lugar a un sistema alimentario que deja a más de mil millones de personas hambrientas, desnutridas y económicamente desamparadas[2]. Además, los productos industriales ultraprocesados causan diversas formas de malnutrición, incluidos el sobrepeso y la obesidad, afecciones que contribuyen al agravamiento de los síntomas de la COVID-19 e incluso a la muerte. Es necesario tomar medidas políticas con urgencia, desde el ámbito local hasta el internacional, para hacer frente a la creciente desigualdad, la injusticia estructural, la violencia de género y los desplazamientos; el statu quo es sencillamente insostenible para la mayoría de la población mundial.
La única solución justa y sostenible consiste en detener y transformar inmediatamente los sistemas alimentarios globalizados controlados por las multinacionales. El primer paso en este camino es reconocer, llevar a la práctica y dar pleno cumplimiento al derecho humano a una alimentación adecuada. Este derecho, que es fundamental, también es indivisible de otros derechos humanos básicos, como los derechos a la salud, a la vivienda, a unas condiciones de trabajo seguras, a unos salarios dignos, a la protección social, a un ambiente limpio y los derechos civiles y políticos, incluidas la negociación colectiva y la participación política, que deberían ser, en sentido colectivo, el núcleo de todos los procesos relacionados con el sistema alimentario. Con esta importante orientación, las políticas públicas en materia de alimentación y la gobernanza deben dar respuesta a los medios de vida e intereses de las personas más vulnerables y de las generaciones futuras, ofreciendo protección y promoción a las campesinas y los campesinos, los pueblos indígenas, las comunidades de pescadores, las de pastoralistas, las trabajadoras y los trabajadores, las personas sin tierras, las personas que viven en los bosques, las consumidoras y los consumidores y las poblaciones urbanas que sufren la pobreza, y respetar nuestros límites planetarios. Son estos sectores los que más merecen ser el centro de atención cuando se abordan cuestiones como la gobernanza y la formulación de políticas. Rechazamos cualquier proceso vacío sobre los sistemas alimentarios, que ignore nuestros derechos humanos y no conceda explícita y significativamente la importancia que merecen a estos agentes de los sistemas alimentarios.
La Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios de 2021, impulsada por el Secretario General de las Naciones Unidas poco después de firmar un acuerdo global con el Foro Económico Mundial, no cumple esos requisitos fundamentales. El Foro Económico Mundial fue establecido por 1 000 de las mayores corporaciones del mundo, y sus afiliados han estado controlando el diseño, la estructura, los procesos, la gobernanza y el contenido de la Cumbre: la presidenta de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA) es la Enviada Especial de la Cumbre; el “Grupo Científico” está formado por agentes patrocinados por empresas que legitiman los sistemas de conocimiento y tecnología de propiedad corporativa; y las “soluciones innovadoras” que surgen de las vías de acción de la Cumbre han sido concebidas para profundizar en el control corporativo sobre todos los aspectos de nuestros sistemas alimentarios e imponer nuevas reglas para proteger los intereses y beneficios de un puñado de empresas multinacionales.
Las grandes corporaciones multinacionales, incluidas las que dominan las comunicaciones sociales y especulan en los mercados de productos de predicción, se están infiltrando cada vez más en los espacios multilaterales de las Naciones Unidas para cooptar la narrativa de la sostenibilidad y desviarla hacia los canales de una mayor industrialización sirviéndose de las tecnologías digitales y biológicas, la extracción de las riquezas y el empleo de mano de obra de las comunidades rurales, y la concentración del poder corporativo. Rechazamos las falsas soluciones que seguirán oprimiendo y explotando a las personas, las comunidades y los territorios.
En lugar de basarse en los derechos humanos, la Cumbre pretende ser un foro de múltiples partes interesadas en el que sus participantes, ya sean gobiernos, particulares, agencias o representantes de organizaciones, reciben un boleto simbólico para formar parte del público de este evento. Pero las partes interesadas no son necesariamente titulares de derechos: los derechos y la soberanía de las personas y las comunidades no deben confundirse con los intereses empresariales del sector privado. Pese a que entre el 70 % y el 80 % de los alimentos del mundo son producidos por agricultores en pequeña escala que tienen una poderosa voz colectiva, este proceso individualizado de múltiples partes interesadas da un poder desmesurado a unos pocos poderosos que controlan los mercados alimentarios, agrícolas y de capitales. La falta de salvaguardias adecuadas contra los conflictos de intereses en los procesos de la Cumbre ha permitido que las coaliciones impulsadas por las empresas se posicionen como agentes de aplicación de políticas públicas con recursos públicos, pero sin los mecanismos de rendición de cuentas, el mandato y las normas de transparencia de las instituciones públicas. No aceptaremos un proceso de este tipo, especialmente en el ámbito de la agroecología, porque, desde el punto de vista de los derechos humanos, las políticas para fortalecer la agroecología son una obligación de los Estados y de los organismos de las Naciones Unidas, debido al papel crucial de la agroecología en la consecución del derecho a una alimentación adecuada y otros derechos humanos[3].
Esta Cumbre se diferencia de las anteriores cumbres mundiales de las Naciones Unidas sobre la alimentación en que no será un evento multilateral en el que los acuerdos negociados podrían proporcionar una orientación clara para los procesos de toma de decisiones y los mecanismos de rendición de cuentas que delimitan las responsabilidades de los Estados. La apropiación por parte de las multinacionales, la multiplicidad de partes interesadas y la falta de referencias hacia los derechos humanos amenazan los más altos estamentos de las Naciones Unidas, incluida la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de las Naciones Unidas (CSA), el principal y más inclusivo organismo multilateral para la gobernanza alimentaria, que tiene la autoridad y la legitimidad para dirigir este proceso. Consideramos inaceptable que la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, como proceso no normativo con una estructura de gobernanza ilegítima, intente delegar sus resultados y su seguimiento en el CSA, que se rige por un sistema intergubernamental; la Cumbre no posee ni la legitimidad ni la autoridad para ello, y ese enfoque vulnera el mandato y el estatuto de reforma del CSA. Condenamos este intento de socavar el CSA, y exigimos que se reconozcan y refuercen su visión y sus procesos inclusivos. Instamos a nuestros gobiernos a defender el multilateralismo, la elaboración de políticas basadas en los derechos y la participación —tal y como han establecido los Estados Miembros de la FAO en relación con las normas de participación de las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales—, así como la responsabilidad política.
La lucha por unos sistemas alimentarios sostenibles y justos no puede desvincularse de las realidades de los pueblos cuyos derechos, conocimientos y medios de vida no han sido reconocidos ni respetados. Conocemos las soluciones factibles para abordar los problemas sistémicos de nuestros sistemas alimentarios.
Como hemos exigido en nuestra Respuesta autónoma de los pueblos a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios[4], los cambios en dichos sistemas deben ser ecológica y socialmente transformadores. Desde 1996, los movimientos sociales y la sociedad civil vienen desarrollando un movimiento y procesos comunitarios de gobernanza en torno a la visión de la soberanía alimentaria, tomando como referencia para ello a las personas que se ocupan de la producción de alimentos en pequeña escala y a las trabajadoras y los trabajadores, y basándose en las prácticas agroecológicas y los movimientos urbanos. En este 25.º aniversario de la soberanía alimentaria, reafirmamos nuestra unidad y compromiso para impulsar estrategias radicalmente transformadoras que reconozcan las necesidades de los pueblos, les otorguen dignidad, respeten la naturaleza, antepongan a las personas frente a los beneficios económicos y se resistan a la apropiación de las empresas multinacionales, y para hacerlo colectivamente hacia un sistema alimentario justo y digno para todas las personas.
📢 La Cumbre de la ONU sobre los sistemas alimentarios #UNFSS2021 es un ataque contra la gobernanza alimentaria y los Derechos Humanos. ¡En pie contra los sistemas alimentarios corporativos! #FoodSystems4Peoplepic.twitter.com/Or8fqxxeK8
— La Via Campesina Español (@via_campesinaSP) July 7, 2021
[1] La Respuesta autónoma de los pueblos a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios es un proceso de base formado por cientos de organizaciones internacionales, regionales, nacionales y locales de todos los sectores: personas campesinas y que se dedican a la agricultura en pequeña escala, mujeres y jóvenes, pueblos indígenas, pastoralistas y personas sin tierras, personas que se dedican a trabajos agrícolas y alimentarios, pescadoras y pescadores, consumidoras y consumidores, poblaciones urbanas que padecen inseguridad alimentaria y ONG de muchos ámbitos de la sociedad. Para obtener más información, consulte: Foodsystems4people.org.
Paloma, mujer trans y activista del Movimiento de Afectados por las Presas, participará en el I Seminario LGBTI de Vía Campesina Brasil. Arte: Gustavo Palermo
Por Alessandra Monterastelli
De la página web del MST
Paloma se fue a vivir al municipio de Caucaia, región metropolitana de Fortaleza, cuando su abuela decidió volver a la ciudad donde creció: «Donde ella se fue a vivir, yo también». Las tres mujeres, abuela, hija y nieta, se trasladaron a la comunidad de Coqueiro, junto al Complejo Industrial y Portuario de Pecém y cerca del Lagamar do Cauípe.
Una laguna, por definición, es una «hondonada marina o fluvial». En el caso de Cauípe, una masa de agua alargada abastecida por las aguas del río Cauípe, gracias a las dunas móviles típicas de la geografía regional. El Lagamar o Cauípe es un área de protección ambiental garantizada por el Decreto Estatal Nº 24.957, del 5 de junio de 1998, debido a la rica biodiversidad que alberga la fauna y la flora de la región.
Desde temprana edad, Paloma participó en grupos juveniles de la Iglesia Católica que eran activos dentro de su comunidad. «Nuestro grupo estaba muy al día, teníamos debates políticos y sobre temas regionales, aunque dentro de los parámetros de la iglesia», dice. Poco después, a los 19 años, le recomendaron participar en una reunión para presentar el Movimiento de Afectados por las Presas (MAB). «Me enamoré. Vi la seriedad y la importancia del movimiento social y de la causa. Creo que todos los jóvenes tienen un poco de sed de transformar y luchar por días mejores», dice.
En ese momento, Paloma ya estaba pasando por su transición. «Tengo una familia maravillosa que siempre me ha acogido, así que mi proceso de transición fue un poco más natural; tuve grandes problemas conmigo misma, en términos de aceptación personal», declara. En los grupos de la iglesia no había apertura para las discusiones sobre el género o la sexualidad. «El miedo que tenía y que tengo es el mismo que tienen todas las mujeres transexuales: salir a la calle y ser asesinada por el simple hecho de ser quien eres. Eso me retrajo mucho. Unirme al Movimiento me ayudó a salir de la zona de limitación y miedo en la que me encontraba», explica. Fortalecida, comenzó a movilizarse para intentar responder a los problemas impuestos a la comunidad.
«La vida en la comunidad era muy tranquila porque tenía un carácter más rural, pero nunca dejamos de sufrir injusticias. Llevo 10 años viviendo aquí y he visto un poco cómo ha cambiado todo con la llegada de las empresas», dice Paloma. La construcción del Complejo Industrial y Portuario de Pecém comenzó en 1995 y se inauguró en 2002. La zona alberga varias compañías y empresas industriales, con bases que van desde la energía eólica hasta la producción de cemento. Paloma habla de los vagones del puerto, «grandes y pesados», que provocan accidentes en la región porque pasan cerca de las comunidades. «Recientemente, un joven murió por esa causa», dijo. La contaminación en la región es otro factor que pone en riesgo la vida de quienes viven en Coqueiro, pero también en otras comunidades vecinas. Es habitual que el polvo del mineral de hierro y del carbón se acumule en las casas: «Pasamos las manos por los muebles y vemos el polvo», dice.
Entre todas estas cuestiones, Paloma explica que el suministro de agua es quizás la más contradictoria de todas. «Hay todo un sistema para abastecer al Parque Industrial, pero falta agua para todas las comunidades alrededor del Lagamar do Cauípe. Esta zona debía ser una reserva y la comunidad también es consciente de la necesidad de preservar el medio ambiente. Las empresas llegaron y tomaron el agua, sin más obstáculo que la gente organizada. Nuestra intención siempre ha sido dar prioridad al suministro de personas».
La militancia contra las violaciones de los derechos de la población en la región comenzó para Paloma poco después de aquel encuentro con el MAB, a los 19 años. A partir de ese momento, describe que se dio cuenta de que las difíciles situaciones que se imponen a diario a su comunidad no debían aceptarse y podían combatirse colectivamente. «Son las mismas violaciones que sufren los afectados por las represas en todo Brasil; las familias son desalojadas de sus tierras para dar paso a la construcción y pierden el acceso al agua», denuncia; a esta ecuación se suma la ruptura de los lazos culturales y la convivencia obligatoria con altos niveles de contaminación ambiental. Según Paloma, su comunidad es la que tiene el sistema de abastecimiento de agua más desarrollado en comparación con las zonas vecinas y, aun así, es habitual pasar semanas sin tener agua en el grifo. «Las otras comunidades suelen comprar agua del camión cisterna para poder bañarse. Tenemos una zona bien desarrollada industrialmente, con gente que viene de fuera a trabajar, pero los jóvenes y adultos de la región no tienen empleo; estamos al lado de una laguna, pero se nos niega el acceso al agua», dice. Una vez que el movimiento social es activo, el objetivo pasa a ser la prioridad del suministro humano.
En 2017, junto con el movimiento, Paloma ocupó una obra en la que se iba a instalar una empresa para la que el Estado garantizaba el suministro; el objetivo era reclamar un acceso prioritario y humano al agua. «Las zonas urbanas periféricas no están exentas de muchas cuestiones problemáticas que sufren las zonas rurales, como por ejemplo el suministro de agua o el acceso a la electricidad», comenta.
Mientras continúan las movilizaciones para luchar por los derechos en la región, afirma que el MAB también le ha ayudado a ampliar su visión sobre la importancia de la lucha organizada más allá de la comunidad de Coqueiro. Y fue allí, también, donde Paloma encontró un lugar de acogida como persona LGBTQAI+. «Era muy retraído, callado, me quedaba en mi rincón; no me involucraba en los espacios comunitarios. El movimiento me permitió conocer nuevas personas y lugares, fomentando mi participación en espacios colectivos», afirma. También explica que los debates sobre sexualidad y género promovidos en la organización le ayudaron a comprender las violaciones que ella misma sufría, no sólo por la situación de su comunidad, sino también como persona LGBT. Comenzó a ir a los hogares de las familias afectadas por los problemas locales, para establecer conversaciones entre el Movimiento y las necesidades de la gente de la región. «A veces me miran, pero es importante deconstruir y ocupar estos espacios de debate; mostrar nuestro interés común con estas familias, que empiezan a adaptarse un poco a una realidad que siempre ha sido diversa», explica. «Suelo decir que cuando hablamos de LGBT, la gente que no tiene mucho conocimiento sobre el tema se queda un poco perdida, sin entender; pero nosotros siempre hemos estado en estos espacios. Nosotros, como personas LGBT, tenemos que contribuir a esta formación política y hacer que los demás comprendan nuestros problemas. De esta manera también podemos ayudar a otras personas LGBT a encontrarse a sí mismas», argumenta.
Está entusiasmada con el 1er Seminario LGBTI de Vía Campesina-Brasil. «Siempre hemos estado en estos espacios rurales, cumpliendo tareas en la organización. Es importante que este debate tenga lugar a través de la Vía Campesina, que incluye varios movimientos de pueblos rurales, del agua y de los bosques, que a menudo tienen ideas más conservadoras», afirma. Al anunciar el seminario, Dê Silva, del Colectivo LGTBI de Vía Campesina-Brasil, dijo al MST que debatir es reafirmar el carácter popular de nuestras organizaciones y de Vía Campesina, desmitificando esa idea del campo como mayoritariamente masculino y cis. «Sabemos que el campo ha sido históricamente diverso», afirma. Paloma, al coincidir con la afirmación de Silva, parece completar su discurso: «siempre ha habido un rayo de color en el campo».
Personas LGBTI del campo, la ciudad y los bosques participan en la actividad
El espacio virtual tiene como objetivo realizar una lectura común sobre la situación actual y sus impactos en la vida de las personas LGBTI.
Los días 24 y 31 de julio, de 14 a 17:30 horas, Vía Campesina -Brasil realizará el 1er Seminario de LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transexuales e intersexuales) de Vía Campesina -Brasil. El espacio será virtual, vía Zoom, y contará con la participación de personas LGBT del campo, las aguas y los bosques de todo el país.
Para reflexionar sobre los desafíos de la lucha por el territorio, la tierra y la soberanía alimentaria, la actividad tiene como objetivo realizar una lectura común de la situación actual y sus impactos en la vida de las mujeres LGBTI.
Vía Campesina es una organización campesina internacional formada por movimientos y organizaciones populares. La organización pretende articular los procesos de movilización social de los pueblos a nivel internacional. Con este primer seminario no es diferente, la propuesta inicial es que este espacio se puede acumular para la consolidación del debate sobre la diversidad sexual y de género dentro de los movimientos y organizaciones que conforman la Vía en Brasil.
Sobre este debate, Dê Silva, de la Vía Campesina – Colectivo LGTBI de Brasil, dijo que esta discusión da visibilidad a temas que históricamente han sido invisibilizados en el campo, en las aguas y en los bosques. Para ella «debatir este tema es reafirmar el carácter popular de nuestras organizaciones y de La Vía Campesina, desmitificando esta idea de que el campo es mayoritariamente masculino y cis. Sabemos que el campo ha sido históricamente diverso. Las personas LGBT y las mujeres no se veían en el proceso de tratar con la tierra y en el proceso de lucha por la tierra». Dê Silva forma parte del Colectivo LGBTI de Vía Campesina -Brasil.
«Es importante que la Vía Campesina realice este seminario para reafirmar los derechos de cada sujeto y de cada sujeto que integra las filas de nuestras organizaciones y nuestras luchas. Este tema está relacionado con la lucha de nuestros movimientos, porque nuestros movimientos son populares, son de lucha y vienen a fortalecer nuestro carácter. Reafirmando también nuestro compromiso con la lucha de clases, con la democratización del campo y la tierra, y reafirmando también que nuestros movimientos están comprometidos con la diversidad humana. Estamos comprometidos con la construcción de esta nueva sociedad. Y que esa nueva sociedad tiene que estar basada en el respeto, en el respeto a la diversidad», explica Dê.
Programa
Durante los dos días, se debatirán los siguientes temas «Análisis del Ambiente Político y los desafíos en este período de pandemias»; «La diversidad sexual y de género y las luchas de clase en el campo, en las Aguas y en los Bosques»; «Los desafíos de la diversidad sexual y de género en el movimiento internacional de la Vía Campesina» y los «Desafíos de la agenda LGBTI en la Vía Campesina nacional e internacional». Los temas serán mediados por militantes de las organizaciones que conforman el Colectivo LGBTI de La Vía Campesina-Brasil, líderes de diversos movimientos de base de La Vía, invitados del Movimiento LGBTQIA+, como la presidenta de la Asociación Brasileña de Gays, Lesbianas, Travestis y Transexuales (ABGLT) Symmy Larrat, y miembros de La Vía Campesina Internacional.
Además del portugués, el Seminario se traducirá al inglés y al español.
Las organizaciones de la sociedad civil y de los pueblos indígenas lanzan una contramovilización mundial contra los actos previos a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, del 25 al 28 de julio de 2021.
La Respuesta autónoma de los pueblos a la Cumbre sostiene que la Cumbre desvía la atención de los verdaderos problemas a los que se enfrenta el planeta en la encrucijada actual. La Cumbre es fruto de una asociación entre las Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial (formado por las 1 000 empresas más importantes del mundo) y está desproporcionadamente influenciada por el sector agro-alimentario industrial, además de carecer de mecanismos de transparencia y responsabilidad. La Cumbre está desviando la energía, la masa crítica y los recursos financieros necesarios para apoyar soluciones ya existentes y cuyo potencial para abordar las múltiples crisis del hambre, el clima y la salud ya está demostrado.
Los sistemas alimentarios globalizados e industrializados están fallando a la mayoría de las personas, y la pandemia de COVID-19 no ha hecho más que empeorar la situación. Según el informe de la ONU El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI), el número de personas que padecen subalimentación crónica en el mundo ha aumentado a 811 millones, mientras que casi un tercio de la población mundial no tiene acceso a una alimentación adecuada. El Sur Global todavía se tambalea a causa de la Covid-19, lo que deja al descubierto las arraigadas asimetrías estructurales de poder, la fragilidad y la injusticia en que se basa el sistema alimentario predominante.
Over 380 million people make up the transnational movements of peasants and farmers, women, youth, Indigenous Peoples, pastoralists, landless, migrants, fisherfolk, food and agricultural workers, consumers, and urban food insecure joining the protest. They demand a radical transformation of corporate food systems towards a just, inclusive and truly sustainable food system. They equally demand strengthening existing democratic food governance models such as the UN Committee for World Food Security (CFS) and respecting its High-Level Panel of Experts (HLPE). The UNFSS threatens to undermine CFS, which is the foremost inclusive intergovernmental international policy-making arena. By exceptionally prioritizing a human rights-based approach, the CFS provides a space for the most affected to have their voices heard. Yet the multilateral UN system is being hijacked by corporate interests to legitimize an even more detrimental, technologically-driven and crisis-ridden food system.
Esta contramovilización refleja la preocupación por la dirección tomada por la Cumbre. Pese a que la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios afirma que es una “Cumbre de los pueblos” y una Cumbre de “soluciones”, en realidad facilita una mayor concentración empresarial, fomenta cadenas de valor globalizadas insostenibles y promueve la influencia de la agroindustria en las instituciones públicas.
Entre las falsas soluciones promovidas por la Cumbre se incluyen soluciones “positivas para la naturaleza”, planes voluntarios de sostenibilidad empresarial, organismos genéticamente modificados (OGM) y biotecnología, agricultura regenerativa e intensificación sostenible de la agricultura. No se trata de soluciones sostenibles, ni asequibles para los productores de alimentos en pequeña escala, y tampoco sirven al bien público. La Cumbre es un intento de los agentes corporativos de normalizar los apaños tecnológicos rápidos y perjudiciales, que no abordan las injusticias estructurales como el acaparamiento de tierras, territorios y recursos, la pérdida de biodiversidad y creciente la desigualdad económica.
La contramovilización paralela presentará las realidades de las personas que producen alimentos en pequeña escala y, en general, de las personas trabajadoras, así como sus visiones para una transformación de los sistemas alimentarios basada en los derechos humanos y en la agroecología. Se destacará la importancia de la soberanía alimentaria, la agricultura sostenible en pequeña escala, los conocimientos tradicionales, los derechos a los recursos naturales y los derechos de las personas trabajadoras, los pueblos indígenas, las mujeres y las generaciones futuras. Los debates se centrarán en soluciones reales: normas vinculantes en respuesta al abuso empresarial, el fin del uso de los plaguicidas y la promoción de la agroecología como ciencia, práctica y movimiento.
El programa incluirá las siguientes actividades:
25 de julio de 2021: Una manifestación mundial por medios virtuales con las personas que producen alimentos en pequeña escala y las opiniones de personas de las comunidades de base.
26 de julio de 2021: Una declaración política de apertura y tres mesas redondas públicas sobre el contexto de la Covid-19, las crisis del hambre y del clima y la forma en que la Cumbre impulsa la captura corporativa de la gobernanza y la ciencia.
27 de julio de 2021: 15 eventos de la sociedad civil dedicados a las alternativas y puntos de vista de esas personas sobre los sistemas alimentarios.
28 de julio de 2021: Un panel de cierre con un resumen preliminar de la contramovilización y una propuesta para cuestionar la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios en septiembre.
Se proporcionarán más detalles durante una rueda de prensa virtual que tendrá lugar el 22 de julio de 2021 a las 13:30, hora central europea de verano (CEST), seguida de un turno de preguntas y respuestas. Si desea participar, puede inscribirse aquí.
Contactos para los medios de comunicación:
Marion Girard | Oficial de comunicaciones del Mecanismo de la sociedad civil y los pueblos indígenas (MSC) para las relaciones con el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de las Naciones Unidas (CSA) marion.girard.cisneros@csm4cfs.org
En este 2021 celebramos 25 años de iniciativas y campañas campesinas en nuestras comunidades para hacer realidad la Soberanía Alimentaria: dietas, suelos y semillas campesinas, agroecología, etc., mientras continuamos resistiendo al modelo capitalista. Esta visión de una relación armoniosa con la naturaleza y unx con otrxs, practicada durante miles de años, fue definida por La Vía Campesina y organizaciones aliadas en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 en Roma. Definimos la “Soberanía Alimentaria” como el derecho de los pueblos a producir alimentos saludables, nutritivos y apropiados cultural y climáticamente de manera autónoma y a través de prácticas agroecológicas, con el principal objetivo de satisfacer las necesidades alimenticias de sus comunidades.
Para marcar la celebración, estamos lanzando nuestro primer afiche oficial de una serie que busca explorar las diferentes dimensiones de la Soberanía Alimentaria, tal y como se la describió en la Cumbre de 1996.
Descargue los afiches en alta resolución aquí(el enlace caduca el 26 de septiembre de 2021)
Desde su lanzamiento hace 25 años en Roma, la definición de Soberanía Alimentaria se ha expandido para reflejar los intereses de comunidades vulnerables y, a menudo, desatendidas. En 2007, la definición se amplió y estructuró en seis pilares:
“La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos saludables y culturalmente apropiados producidos a través de métodos sostenibles y ambientalmente responsables, y es también el derecho de los pueblos a definir sus propios sistemas agrícolas y alimentarios. Centra en los sistemas alimentarios y políticas agrícolas a quienes producen, distribuyen y consumen alimentos en lugar de responder a las demandas de los mercados y las corporaciones. Defiende los intereses y la inclusión de las futuras generaciones. Ofrece una estrategia para resistir y desmantelar el actual régimen de comercio corporativo y alimentario y apunta a sistemas alimentarios, rurales, pastoralistas y pesqueros determinados por productorxs locales. La Soberanía Alimentaria prioriza las economías y mercados locales y nacionales, y empodera a la agricultura campesina y familiar, la pesca y pastoreo tradicional, y la producción, distribución y consumo alimentario basado en la sostenibilidad ambiental, social y económica. La Soberanía Alimentaria promueve el comercio transparente que garantice un ingreso justo a todos los pueblos y los derechos de lxs consumidores a la alimentación y la nutrición. Asegura que los derechos al usufructo y gestión de nuestras tierras, territorios, agua, semillas, ganado y biodiversidad está en las manos de quienes producimos alimentos. La Soberanía Alimentaria implica nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdad entre hombres y mujeres, diversidades, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones.”
Así, la Soberanía Alimentaria ha tenido profundas implicancias para las políticas públicas, fue adoptada por muchas organizaciones e instituciones, como entidades de las Naciones Unidas (la FAO, Organización de Alimentación y Agricultura; el IFAD, Fondo Internacional para Desarrollo Agrícola; el UNHRC, Consejo de Derechos Humanos, etc.). Algunos gobiernos la han incluido en sus políticas y hasta constituciones.
A pesar de estos enormes avances, quien promulgan la agricultura industrial destructiva siguen promoviendo métodos agrícolas dañinos y extractivos.
EN OPOSICIÓN A LA CAPTURA CORPORATIVA Y MOVILIZADXS POR UNA ALTERNATIVA POPULAR
La Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU que se avecina en Octubre es un claro ejemplo de que la captura corporativa se está activando a toda marcha, usando la pandemia de COVID 19 y la creciente inseguridad alimentaria para presionar a favor de sus intereses basados en la generación de ganancias. Lxs organizadorxs de la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU, desde su concepción en 2019, han socavado el rol de movimientos campesinos e indígenas en sentar la agenda de la Cumbre.
Como resultado, La Vía Campesina se ha aliado con decenas de movimientos sociales en la denuncia y el boicot a esta Cumbre, que afirman estar organizando en nuestro nombre mientras nos perjudican.
La Vía Campesina también unirá fuerzas con otros miembros de la sociedad civil para organizar una Contra-Cumbre a finales de julio de 2021 con el objetivo de presentar alternativas reales que surgen de nuestras experiencias en nuestros territorios. La batalla por el futuro de la alimentación se ha tornado en terreno de disputa y nosotrxs, campesinxs y aliadxs, necesitamos retornar al concepto del derecho a la Soberanía Alimentaria y renovarlo para asegurar su continuidad.
En los próximos días, La Vía Campesina también enviará una nota orientativa a todas nuestras organizaciones miembros, describiendo las diferentes formas en las que podemos sumarnos a las movilizaciones de la contra-cumbre que están planificadas para la última semana de julio. Será importante unir esfuerzos para definir la transformación que buscamos y el camino que debemos recorrer para alcanzarla.
EL FUTURO QUE QUEREMOS
Necesitamos fortalecer la conexión entre la Soberanía Alimentaria y la implementación de los derechos proclamados en la Declaración sobre Derechos Campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales de la ONU (UNDROP, por sus siglas en inglés). A la vez, es necesario clarificar las diferentes interpretaciones que han surgido de este derecho a la Soberanía Alimentaria desde 1996 para marcar la línea roja y las diferencias con los usos que distorsionan su significado, ya sea por ciertas ONG, fuerzas de extrema derecha o los gobiernos. Los #Próximos25Años son claves para fortalecer los sistemas alimentarios locales en la lucha contra el hambre y para enfriar el planeta, para preservar la biodiversidad y respetar los derechos de campesinxs y trabajadorxs. La pandemia de COVID 19 ha mostrado la importancia y la resistencia de los sistemas alimentarios locales que han salvado a muchas personas del hambre y la inanición. Continuamos luchando por una estrategia de transformación radical hacia sistemas alimentarios justos y decentes para todxs, que reconozcan las necesidades de los pueblos, garantice su dignidad y respete la naturaleza, priorizando la vida por sobre las ganancias y en resistencia a la captura corporativa.
¡Es hora de transformar y construir sociedades justas! #NoHayFuturoSinSoberaníaAlimentaria #Próximos25Años
La Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) se fundó el 17 de mayo de 1961, por el líder histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Ha cumplido desde su creación la misión de orientar, movilizar y organizar al campesinado y sus familias, promoviendo la participación y contribución en las tareas encomendadas por la Revolución y al desarrollo económico, político y social del pueblo cubano. La integran 397 204 socios total, de ellos 78 124 mujeres que representa el 19,41% y 319 080 hombres.
La ANAP se estructura sobre la base de la división político-administrativa del país. Cuenta con 1 Comité Nacional, 15 comités provinciales y153 comités municipales y 3312 organizaciones de base, de ellas en CPA y en CCS Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA): Es una entidad económica que representa una forma avanzada y eficiente de producción socialista con patrimonio y personalidad jurídica propios, constituida la tierra y otros bienes aportados por los agricultores pequeños, a la cual se integran otras personas para lograr una producción agropecuaria sostenible.
Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS): Es la asociación voluntaria de agricultores pequeños que tienen la propiedad o el usufructo de sus respectivas tierras y demás medios de producción, así como sobre la producción que obtienen. Es una forma de cooperación agraria mediante la cual se tramita y viabiliza la asistencia técnica, financiera y material que el Estado brinda para aumentar la producción de los agricultores pequeños y facilitar su comercialización.
Tiene personalidad jurídica propia y responde de sus actos con su patrimonio. Con el propósito de continuar fortaleciendo la labor política-ideológica de la organización y en la búsqueda de alternativas que nos permitan consolidar el funcionamiento orgánico y elevar los niveles productivos, le corresponden las misiones siguientes:
• La defensa de los principios de la Revolución por encima de cualquier interés de clase, colectivo e individual. • La preparación política e ideológica de los asociados y sus familiares para continuar siendo aliados estratégicos de la clase obrera en el escenario actual y futuro. • Trabajar desde el funcionamiento orgánico y la labor política e ideológica diferenciada, en función de la producción agropecuaria.
La Agroecología en la ANAP Transcurría el año 1997, cuando la organización inicia un proyecto de promoción agroecológica con el uso de la Metodología De Campesino a Campesino. Se inicia en la central provincia de Villa Clara, extendiéndose dos años más tarde a las provincias Cienfuegos y Santi Spíritus. La aceptación y entusiasmo mostrado por sus protagonistas, así como los resultados alcanzados en la promoción de las prácticas agroecológicas, provocaron su extensión de forma paulatina a otras provincias del país.
Las fincas agroecológicas resultan menos dependientes de insumos externos, protegen los recursos naturales y disminuyen las emisiones de gases efecto invernadero, también han probado ser más resistentes a los embates del cambio climático, fundamentalmente las sequías y los huracanes, y manifiestan mayor capacidad de recuperación al ser afectadas por estos. Sobran razones, para que, en Cuba, isla caribeña expuesta sistemáticamente a fenómenos meteorológicos, sometida a un férreo bloqueo económico por más de 60 años, se considere el modelo de producción agroecológico estratégico y sea política del país desarrollar una agricultura sostenible en armonía con el medio ambiente, considerado así en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
En el año 2001 la dirección de la organización decide convertir la promoción agroecológica en movimiento estratégico, como vía para transformar la agricultura campesina en un modelo sostenible, surge entonces el Movimiento Agroecológico De Campesino a Campesino (MACaC).
¿Por qué de Campesino a Campesino? La Metodología se fundamenta en el intercambio y divulgación entre campesinos/as, a través de un proceso de comunicación permanente, que permite la trasmisión horizontal de conocimientos, emplea un lenguaje sencillo, entendible. Los protagonistas fundamentales son los promotores y facilitadores, los primeros campesinos con resultados en la aplicación de las prácticas agroecológicas, con disposición para compartir sus experiencias con otros agricultores y los segundos son técnicos o especialistas que acompañan al campesinado en el proceso de capacitación y promoción. Se considera la finca como la herramienta fundamental y el soporte para realizar la experimentación, considerando el proverbio “Vista hace fe”, en ella se demuestra y se convence sobre los resultados de cada experiencia en cuanto a: • Un mayor aprovechamiento de los recursos locales. Resulta un medio de capacitación informal que refuerza el sentido horizontal de la comunicación. • Los campesinos/as son los propios promotores/as y a partir de ellos sus vecinos conocen las experiencias. • El proceso educativo toma un carácter creativo, productivo y demostrativo. • La investigación y la observación se vuelven instrumentos aplicados a la práctica. • Mantiene al campesino/a identificado como promotor.
La Metodología no es cubana, llega desde Nicaragua, específicamente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos, y se usaba en otros países como Guatemala, México, sin embargo, en Cuba en poco tiempo se logran significativos avances lo que está asociado a:
El acceso a la tierra por campesinas y campesinos, problema resuelto desde la primera Ley de Reforma Agraria y fortalecido mediante la entrega de tierras ociosas en usufructo a personas naturales y jurídica que tengan intensión y posibilidad de hacerla producir. El trabajo de la agroecología se inserta en la estructura organizativa de la ANAP, desde la nación, las provincias, municipios hasta las organizaciones de base: CPA y CCS. El elevado nivel escolar del campesinado cubano, permitió comprender mejor la metodología y el empoderamiento de sus actividades y herramientas. Amplio proceso de capacitación a directivos de la organización acerca de la agroecología y la Metodología de Campesino a Campesino. Estrecha vinculación de la ANAP con los centros científicos a través de convenios de colaboración, además se establecen alianzas con otras organizaciones Esto facilita la adopción de tecnologías por parte del campesinado y cooperativas, de las que emiten criterios y le hacen aportes. La realización anual del Fórum de Ciencia y Técnica, desde la cooperativa hasta la nación, lo que estimula de forma permanente la experimentación campesina y contribuye a la generalización de las mejores experiencias. Adaptación de la Metodología CaC a las condiciones de Cuba: aparición de nuevos actores, diagnóstico a nivel de cooperativa y categorización de fincas en correspondencia con la integración agroecológica.
Algunos resultados alcanzados por el MACaC El Movimiento ha mostrado una tendencia al crecimiento desde sus inicios hasta la actualidad, el número de facilitadores y promotores se ha incrementado de forma paulatina, las familias incorporadas han evolucionado en 168 500 en el periodo de 20 años, evidenciando un crecimiento aproximado de 8400 familias por año.
La categorización de fincas constituye un aporte cubano a la Metodología de Campesino a Campesino, esta se inició en el año 2008 y se ha ido perfeccionando en los últimos años. Las cifras alcanzadas muestran resultados positivos y tendencia al crecimiento, se ha logrado la incorporación del 75 % del total de fincas del sector, pero aún quedan fincas por incorporar y se precisa perfeccionar el tránsito hacia las Categoría en transformación y la categoría agroecológica, esto constituye una prioridad de trabajo en la próxima etapa.
Otros impactos del MACaC
Trasmitir sus experiencias sobre la promoción agroecológica a organizaciones campesinas de diversas regiones del mundo, las que ya hoy exhiben resultados con el uso de esta metodología, estimulando la solidaridad entre organizaciones campesinas y pueblos.
Realizar cada dos años, a partir del 2007, el Encuentro Internacional de Agroecología, Agricultura Sostenible y Cooperativismo, celebrándose hasta la fecha siete encuentros con la participación de 1351 delegados de 41 países en representación de todos los continentes.
En el año 2008, se decide sistematizar la experiencia del MACaC, la que tuvo como fruto el libro “Revolución Agroecológica: El Movimiento de Campesino a Campesino de la ANAP en Cuba. Cuando el campesino ve, hace fe”, efectuándose varias reproducciones en cuatro idiomas: español, inglés, francés y portugués, además es considerado como referente y material de estudio en todos los procesos de formación agroecológica de La Vía Campesina Internacional.
Desarrollar a partir del año 2013, posterior a los Encuentros de Agroecología el Taller Metodología de Campesino a Campesino. Se han realizado 4 ediciones con la asistencia de 163 miembros de diferentes organizaciones campesinas del mundo.
En el año 2013 se realizó la Multimedia Escuela Campesina, herramienta audiovisual para difundir la agroecología y los resultados del MACaC en las organizaciones y escuelas de La Vía Campesina Internacional, editándose en español, inglés, francés y portugués.
En el 2017, dentro de las actividades por los veinte años del movimiento agroecológico, se realizó el material audiovisual De Campesino a Campesino: historias contadas por sus protagonistas, el cual se ha divulgado en los diferentes eventos y a delegaciones de otros países que nos han visitado.