29 de marzo de 2013
El compañero Germán Bedoya representando a la CLOC Vía Campesina en Venezuela en X Encuentro de Intelectuales en defensa de la humanidad.
El compañero Germán Bedoya representando a la CLOC Vía Campesina en Venezuela en X Encuentro de Intelectuales en defensa de la humanidad.
Advirtieron sobre fraude en las próximas elecciones en Honduras
El movimiento Vía Campesina destacó que desde el golpe de estado del 2009 creció en Honduras «la criminalización» de los campesinos y otros sectores, y advirtió que el gobernante Partido Nacional hará fraude.
«Desde el golpe de estado (del 28 de junio de 2009, contra el presidente Manuel Zelaya) se ha vuelto más progresiva la criminalización (de la protesta social) contra los campesinos y otros sectores», señaló a Télam Malitzin Chávez, representante de Vía Campesina de Honduras.
La dirigente agregó que «para los poderosos del Partido Nacional y Liberal, eso no es problema», porque «más bien consideran que los que estropean el proceso en el Bajo Aguán y otras partes del país son los campesinos, no los empresarios con sus ideas neoliberales de que los ricos son los que deben tener el poder».
Honduras tiene los mayores índices de homicidios del mundo, según estadísticas de Naciones Unidas, con 92 asesinados cada 100.000 habitantes, y no dejaron de crecer en los últimos años.
Para la dirigente de la organización que integra el mayor movimiento campesino de América latina, en las elecciones presidenciales participarán «los partidos tradicionales, el Liberal y el Nacional, y el nuevo Partido Libre, con otro tipo de pensamiento».
«Libre, que lleva a Xiomara Castro (la esposa de Zelaya) como candidata presidencial, cuando gane piensa revertir esta postura contra los campesinos y darles el lugar que les corresponde en la economía del país», afirmó la representante de Vía Campesina, cuyo secretario general, Rafael Alegría, es candidato a diputado por el Partido Libre.
Aseguró, además, que «en las elecciones internas del año pasado en el Partido Nacional, y con su candidato Juan Orlando Hernández, sí se comprobó que hubo fraude».
«En las elecciones internas del año pasado en el Partido Nacional sí se comprobó que hubo fraude»
Malitzin Chávez
Chávez mencionó que uno de esos mecanismos para «manipular a los electores» fue «facilitarles cédulas de identidad para poder votar a cambio de hacerlo por él dentro de su partido», además de «entregar a las comunidades arroz y frijoles; es decir, aprovecharse de la necesidad de la gente para conseguir votos».
Hernández, actual presidente del Congreso unicameral de Honduras, es, a su juicio, «el hombre más poderoso del país, porque tiene influencia en muchas instituciones, tanto privadas como públicas».
«Sí considero, entonces, que va a haber fraude electoral; sí lo intentará el Partido Nacional, porque ya lo ha demostrado en oportunidades anteriores», dijo la dirigente.
En cuanto al Partido Liberal, Chávez destacó que «se dividió totalmente» porque al presidente Zelaya el golpe de estado «se lo dio uno de su mismo partido, (Roberto) Micheletti».
Precisó luego que una parte de ese partido se sumó a Libre, pero reconoció que «el actual candidato liberal (a la presidencia), Mauricio Villeda, logró recuperar varios sectores otra vez», los que se quedaron junto a la candidata Castro, a su juicio, «son los más conscientes de lo que pasó y tienen clara su ideología».
Respecto del agudo conflicto entre campesinos y terratenientes del Bajo Aguán, la dirigente recordó «que desde el golpe hasta ahora hubo 91 campesinos asesinados».
Señaló que en los `70, bajo el mandato del presidente liberal Ramón Villeda Morales, padre del actual candidato, «hubo una ley de reforma agraria», que en los `90, «al tomar el poder el Partido Nacional con Rafael Leonardo Callejas, la cambió con otra llamada de Modernización Agraria, que permitía el latifundio».
«Esto fue aprovechado por empresarios nacional y extranjeros, y el que más acumuló tierras fue Miguel Facussé», dijo la representante de Vía Campesina.
Agregó, sin embargo, que el terrateniente «logró obtener las tierras bajo amenazas, manipulación y sobornos a los campesinos», los que hace unos seis años volvieron a organizarse en el Movimiento Unificado de Campesinos del Aguán (MUCA), y reclamaron sus propiedades, demostrando que «hubo manipulación para que Facussé obtuviera sus tierras».
Chávez también recordó que hace dos años se instaló en el Bajo Aguán un comando militar, «pero no mejoró la seguridad, sino que se incrementó el número de campesinos muertos», y aseguró que «se trata de asesinatos selectivos, porque son líderes los que buscan y los referentes son amenazados permanentemente».
PATRIA GRANDE
El Movimiento Nacional Campesino Indígena asumió la Secretaría Operativa de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, un hecho que expresa el crecimiento de un sujeto político históricamente invisibilizado.
Hace pocos días, la Biblioteca Nacional fue escenario de un hecho significativo que sin embargo pasó desapercibido: ante más de doscientos delegados de organizaciones campesinas, indígenas y afroamericanas de Suramérica y El Caribe, el Movimiento Nacional Campesino e Indígena (MNCI) -la instancia de articulación de un importante número de organizaciones campesinas argentinas- asumió la Secretaría Operativa de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC). En el evento, las organizaciones presentaron los ejes de trabajo de los próximos cuatro años: reforma agraria integral, soberanía alimentaria y construcción del socialismo comunitario en América Latina.
El hecho es relevante porque muestra un importante crecimiento de un actor que históricamente ha sido el destinatario privilegiado de la violencia ejercida por los grandes grupos agropecuarios: el campesinado. Surgida en 1994 como resultado de la “Campaña Continental 500 años de Resistencia Indígena, Negra y Popular (1989-1992)”, actualmente la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo nuclea a más de ochenta organizaciones campesinas, indígenas y afroamericanas de toda la región.
Este crecimiento no se reduce a la capacidad de convocar más organizaciones a la Coordinadora, sino también a un desarrollo de su estrategia política. Si bien la CLOC se sigue pensando como un movimiento de resistencia, en los últimos años ha abordado un problema político que resuena en América Latina: qué significa construir el socialismo en el siglo XXI. En este sentido, la CLOC ha elaborado una propuesta alternativa al capitalismo que quedó plasmada en los principios del Manifiesto de la Isla del Sol, leído por Evo Morales el 21 de diciembre de 2012 en el Lago Titicaca ante diez mil delegados de organizaciones de todo el mundo.
«El socialismo no es el punto de llegada de un proceso regido por una noción acrítica de progreso sino un proyecto que hunde sus raíces en la historia de nuestros pueblos».
En la reinterpretación del mito del pachacuti, ya no como un cataclismo social sino como la apertura de un nuevo tiempo histórico, la CLOC se inscribe en la saga de las más ricas tradiciones de las izquierdas indigenistas suramericanas, para quienes el socialismo no es el punto de llegada de un proceso regido por una noción acrítica de progreso sino un proyecto que hunde sus raíces en la historia de nuestros pueblos. De este modo, la Coordinadora es una expresión más del proceso de revitalización de la política en nuestro continente.
Para la Argentina, que el Movimiento Nacional Campesino Indígena asuma la Secretaria Operativa de la CLOC se torna significativo porque implica un reconocimiento a un actor doblemente invisibilizado. Primero, porque muestra “otro campo” que aquel que proclama representar la Mesa de Enlace. Segundo, porque en nuestro país todavía resulta dificultoso reconocer al campesinado como un sujeto político, más aún cuando aparece filiado con la figura del indígena.
Aunque para el peronismo el campesinado ha sido el destinatario de políticas de inclusión social y a lo largo del siglo XIX y XX han existido proyectos que lo recuperaron como un actor político a partir de la evocación de las montoneras o reinterpretando en clave combativa al Martín Fierro o a Juan Moreira, lo cierto es que sigue teniendo eficacia la imagen que las derechas políticas construyeron alrededor de su figura, y que se resume en la idea de un gaucho que, como quería Lugones en el Centenario, es símbolo de la nacionalidad en la medida en que luce obediente con la ley, sacrificado por el patrón y enemigo atroz del indio en la denominada “conquista del desierto”.
Frente a esta imagen anquilosada del campesinado, el MNCI recupera las memorias de lucha y organización de las Ligas Agrarias, símbolo de las movilizaciones populares rurales de los años sesenta y setenta argentinos, ferozmente perseguidas por la última dictadura cívico-militar. Y si bien su origen se remonta a los años noventa, cuando surge el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), la organización más antigua del Movimiento, su consolidación es contemporánea de la recuperación política y económica de nuestro país durante la última década.
«El MNCI recupera las memorias de lucha y organización de las Ligas Agrarias, símbolo de las movilizaciones populares rurales de los años sesenta y setenta».
Durante estos años, el MNCI ha ejercido una fuerte crítica al desarrollo del modelo sojero (monocultivo y tecnologías transgénicas), en tanto supone el desmonte sistemático de vastos territorios, la destrucción de la biodiversidad, la expulsión de los campesinos a las ciudades y la apropiación violenta de las tierras campesinas por los empresarios del sector, cuyas expresiones extremas han sido los asesinatos de los militantes del MOCASE-Vía Campesina, Christian Ferreyra y Miguel Galván, entre numerosos hechos de violencia que se suscitan cotidianamente sin que alcancen estado público.
En el contexto de este enfrentamiento con el empresariado, el MNCI ha sido un actor destacado durante el conflicto por la Resolución 125, disputando las rutas a los ruralistas, marchando junto a las organizaciones kirchneristas y emergiendo en la escena pública como la contracara del boom sojero. Del mismo modo, recientemente el Movimiento se ha pronunciado a favor de la recuperación del Predio de la Rural.
Por estas razones, a 37 años del golpe cívico-militar, la asunción de la Secretaría Operativa de la CLOC por parte del Movimiento Nacional Campesino Indígena representa la recuperación de un legado, el de las Ligas Agracias, que el terror quiso interrumpir. El hecho de que este evento haya tenido lugar en la Biblioteca Nacional, la misma sede donde hoy en día se discute la democratización del Poder Judicial, señala también cuál es el papel que puede cumplir la cultura al interior de un proyecto nacional, popular y democrático.
Entrevista. Diego Montón. participante del encuentro campesino. El secretario general del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) habló del peligro de los transgénicos y de producir para el mercado interno y conservar autonomía.
En el acto de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo-Vía Campesina (CLOC-VC), el encuentro de organizaciones campesinas latinoamericanas que se realizó en la Biblioteca Nacional, participó la agrupación argentina Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI). Su secretario general, Diego Montón, dialogó con Miradas al Sur sobre la dinámica de estos encuentros formales, que se realizan cada cuatro años. En cada reunión, dijo, actualizan la mirada sobre la coyuntura latinoamericana, la dinámica de las transnacionales y los modos de fortalecer los procesos de solidaridad. “Así pudimos actuar para denunciar una masacre reciente en Guatemala”, ilustró. “Gracias a una brigada con campesinos y campesinas de base, se logró primero dar apoyo físico y después romper el cerco mediático y generar un informe para las denuncias internacionales.”
–¿En qué consiste ese cerco mediático?
–Se trata de una situación global, agudizada en América latina: los medios están concentrados y al servicio de la oligarquía y de las transnacionales que montan un enorme relato falso. Lo vemos en Argentina y lo vimos en Paraguay, por ejemplo, en la masacre de Curuguaty, cuando asesinaron a más de diez campesinos y los imputados y procesados son sus mismos compañeros: no hay un policía, un funcionario, un empresario ni siquiera en la lista de sospechosos. Socializamos la experiencia de nuestra ley de medios, pero además fortalecemos una red de radios comunitarias.
–Una preocupación del encuentro fueron los transgénicos. ¿Cuál es el planteo?
–Ser un país libre de transgénicos, como Ecuador, es parte de nuestro modelo. Pero Bolivia es la vanguardia en esos procesos de desarrollo. Cambiar esta idea de “calidad de vida”, que no es sino el nivel de consumo, por la de “vivir bien”. Algo que significa mucho, que habla de un proceso integral con la naturaleza. Pero el tema de los transgénicos no puede plantearse aisladamente. Es una batalla muy dura donde se mezclan las necesidades básicas insatisfechas de nuestros pueblos con las tentaciones y lobbies de las transnacionales. También aparece la colonización cultural de algunas universidades que, bajo el encantamiento de la biotecnología, terminan colaborando con un ensamblado que compromete la soberanía nacional y la democracia.
–Usted habló de “soberanía alimentaria” y puso el contraejemplo de Haití. ¿Por qué?
–Hace cuarenta años, era un país que se autoabastecía de alimentos y hoy depende 100% de lo que envía Estados Unidos. Cuando su modelo empezaba un proceso de industrialización (porque campesino no significa atraso: hay una tecnología y una ciencia, la agroecología), Estados Unidos desarrolló una estrategia para venderle arroz que terminó destruyendo una gran red de pequeños productores. De ahí a la destrucción total fue cuestión de tiempo. Más de 700 mil familias viven aún en campamentos de refugiados. Y el proceso de reconstrucción está en manos de una fundación que dirige Bill Clinton. Pero los campesinos haitianos son conscientes de que eso está en función de los intereses estadounidenses y se están organizando.
–¿Cuáles serán los ejes centrales para oponerse a estrategias geopolíticas como ésa?
–Recuperar la soberanía en nuestras formas de producir alimentos: necesitamos volver a tener la tierra en el marco de un proyecto nacional y social. Por eso hablamos de reforma agraria. A partir de allí, pensar una agricultura para fortalecer el mercado interno. Eso aporta una autonomía que impide que puedan sabotearnos, como ocurre hoy, donde todo el tiempo nos amenazan con que pueden escasear productos. Debemos pensar en los alimentos para abastecer a los pueblos y sólo después pensar en otras funciones, como el intercambio comercial. Hablemos de soberanía alimentaria: pensemos cuál es el sujeto, qué produce, en manos de quién está y cómo reconstituimos la lógica de la distribución, teniendo en cuenta el mercado interno y regulando la exportación en función de un desarrollo nacional. Por eso creemos que ya debe reinstalarse el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI).
Las mujeres indígenas de los pueblos Aymara; Colla, Diaguitas y Mapuche de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI, reunidas los días 19, 20 y 21 de marzo de 2013, en Padre Las Casas, región de la Araucanía. Chile.
Desde la diversidad, nos hemos reunido para debatir sobre el marco histórico de nuestros pueblos, analizar la dualidad y complementariedad ancestral y cómo ésta se presenta en la sociedad actual y también para visibilizar los diversos tipos de violencia que nos afectan como mujeres indígenas.
Por tanto, una vez concluido este encuentro, reconocemos:
1.- Que a pesar de los avances, en las normativas internacionales y la aprobación del Convenio 169 de la OIT, las mujeres y pueblos indígenas, continuamos siendo avasallados por las grandes empresas transnacionales, especialmente mineras y forestales que todo compran con su dinero, ocultando tras de él la miseria en la cual nos están sumiendo, amparados en políticas débiles del Estado y afectando la dignidad y derechos como pueblos originarios;
2.- Que diversos tipos de violencia nos afectan: desde la infancia a las mujeres, niñas y niños indígenas que sufren desarraigo cultural, exclusión, discriminación, militarización de comunidades mapuches e invisibilización de las luchas de cada pueblo;
3.- Que la competitividad, el individualismo y el exitismo que promueve el actual sistema político-económico imperante, corroe los principios básicos de la dualidad y complementariedad que forman parte del suma qamaña – küme mogen, sistemas filosófico-políticos de la cosmovisión de nuestros pueblos originarios;
4.- Que el modelo de producción impuesto por el mercado, a través de políticas públicas, afectan nuestras formas de producir nuestra alimentación, el medio ambiente, el clima y el costo de la vida, negándonos nuestros derechos a ejercer soberanía alimentaria en nuestros territorios. En este sentido, el avance despiadado de la patentación de nuestras semillas nativas que da paso a las semillas transgénicas solo benefician al capital transnacional, en desmedro de toda sociedad que paga el costo de los alimentos y sufre los efectos en la salud, desequilibrando todo el ecosistema.
Frente a estos hechos las mujeres organizadas y reunidas en este encuentro, manifestamos:
-Nuestro rechazo al avance de las transnacionales en nuestros territorios, nuestros pueblos, y mantenemos nuestra posición de exigencia a autonomía económica, política, social y cultural.
-Rechazamos la patentación de las semillas y exigimos nuestro derecho a la soberanía alimentaria.
-Al mismo tiempo, responsabilizamos al Estado por el actual estado de violencia que sufrimos las mujeres indígenas, por tener carácter patriarcal y neoliberal. En consecuencia exigimos al Estado a que se haga parte de capacitaciones para prevención de la violencia intrafamiliar con pertinencia cultural.
-Llamamos a nuestras hermanas y comunidades a fortalecer los lazos y redes que permitan evitar situaciones de violencia hacia las mujeres. Debemos hacernos cómplices de las mujeres que sufren violencia. Sumarnos con fuerza a la Campaña Mundial de la Vía Campesina, para combatir la violencia que se ejerce desde el sistema patriarcal contra todas las mujeres y en particular a la violencia contra las mujeres del campo.
-Reivindicamos los derechos colectivos, sociales, políticos y culturales de los pueblos originarios que estamos presentes en Chile y en ese sentido, exigimos el cambio a la constitución de la República de Chile, que reconozca y asuma la existencia de otros pueblos presentes en el, asumiéndose como Estado plurinacional.
Por el derecho a la tierra y la soberanía alimentaria
Por el fin a la violencia contras las mujeres
Por el fin a la violencia contra las comunidades mapuches
Las mujeres indígenas organizadas exigimos y luchamos por el suma qamaña – küme mogen. Por el bien vivir de nuestros pueblos.
Padre De Las Casas 21 de marzo de 2013
Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI
Ante más de 200 delegados de organizaciones campesinas, sindicales, barriales, estudiantiles, políticas del país y de nuestra América que se dieron cita en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional en Bs As, Argentina se realizó el acto de instalación de la Secretaría Operativa de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del campo.
En el emotivo acto y con la consigna de Contra el capital y el imperio, por la soberanía de nuestros Pueblos, América lucha, tomaron la palabra Nuri Martinez de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro) de Colombia que hizo una introducción al acto repasando la coyuntura actual en la que se encuentran los pueblos latinoamericanos resaltando la importancia de la CLOC en estos años para resistir los embates del capitalismo, devastar el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), resistir los Tratados de Libre Comercio (TLCs) e ir instalando la soberanía alimentaria como un derecho de los pueblos
Luego Luis Andrango de la Fenocin, de Ecuador compartió la historia de cómo la Secretaría Operativa de la CLOC ha recorrido el continente desde su fundación en 1994, haciendo referencia a la importancia de la fecha de este traspaso, ya que según el calendario andino, basado en los ciclos agrícolas, hoy comienza el Pauca Raymi o la época de florecimiento de nuestros alimentos.
Después fue el turno de los compañeros del MNCI, Deolinda Carrizo y Diego Montón que hicieron incapié en la responsabilidad de la tarea asumida, reconociendo la herencia de riqueza de los valores humanos, de más de 500 años de resistencia y los sueños de la patria grande que lidero Bolívar, el Che, Hugo Chávez en nuestro continente, de la intensa transformación que venimos dándonos en el campo y en la ciudad, de seguir instalando en la sociedad la lucha por la tierra, denunciando las masacres de compañeras y compañeros con las que intentan callar nuestra voz.
Por último se resaltó la importancia de avanzar en el camino de construir un socialismo comunitario, que tenga nuestra impronta, estableciendo alianzas con otras organizaciones urbanas y rurales.
Hacia los 20 años de La Vía Campesina
¡Contra el Saqueo del Capital y del Imperio, por la soberanía de nuestros pueblos,
America Lucha!
¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!
Lunes 18 de Marzo de 2013
Las y los delegados de mujeres, de jóvenes , campesinas y campesinos de las 28 organizaciones de la Región Cono sur de la CLOC- Vía campesina, reunidos el 17 y 18 de marzo en Buenos Aires, Argentina
Resolvemos:
Luego del analizar nuestra coyuntura local y regional, vemos que somos las y los campesinos, indígenas, afrodescendientes quienes estamos expuestos y recibiendo la mayor de las agresiones ante el avance del capital saqueador de nuestros bienes naturales para su fase agrominera exportadora, por tal, las transnacionales invaden nuestros territorios para la implementación de grandes represas hidroeléctricas, las mega minería, los monocultivos con fuerte dependencia de los agrotóxicos.
En nuestra región, Chile, Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay, tenemos un enorme listado de compañeros y compañeras asesinadas por los sicarios de los empresarios del agronegocio. Miramos y nos sentimos profundamente conmovidos por la situación política y represiva a nuestros compañeros indígenas, campesinos del Paraguay, que vienen siendo sistemáticamente perseguidos y asesinados por defender su derecho a la tierra y a la libertad y nos declaramos en alerta permanente.
Hemos avanzado en procesos de consolidación y visibilización de nuestras banderas de lucha, en el fortalecimiento de nuestros equipos de trabajo y colectivamente tenemos el desafío de fortalecer la multiplicación de militantes conscientes con la lucha de clase y nuestros principios internacionalista.
Los IALAS GUARANI, AMAZONICO, EELA, Campamentos de jóvenes. Escuela de mujeres y otros espacios de encuentro y reflexión, constituyen nuestras herramientas fundamental para detener el avance indiscriminado del monocultivo y recuperar, fortalecer y resguardar nuestros saberes populares por el buen vivir de nuestros pueblos.
Reafirmamos el desafío colectivo de sostener la secretaria operativa de la CLOC-VC, haciendo el mayor de los esfuerzos y apostando al fortalecimiento de nuestras luchas en el continente.
Desde el CLOC- CONO SUR hacemos un llamado para seguir reafirmando la solidaridad permanente ante los atentados contra la vida de nuestras comunidades organizadas por la tierra, su territorio fundamental para garantizar nuestra soberanía alimentaria.
Hoy, repudiamos la actitud de las autoridades del Paraguay que no encaminan una solución política por a las desigualdades generadas por la problemática de tierra y los responsabilizamos por los daños que puedan sufrir por la huelga de hambre que están llevando adelante los presos políticos del caso Curuguaty y exigimos la libertad de los 14 presos y presas y el esclarecimiento del caso.
Como CLOC-Cono Sur, exigimos a los gobiernos de la región no callar y ser cómplices de estas desapariciones de hombres y mujeres, de la perdida de nuestras semillas nativas y criollas, de la perdida, contaminación de la tierra, el agua y todos nuestros bienes de los pueblos al servicio de la humanidad.
También expresamos nuestra solidaridad con las organizaciones CLOC-VC Centroamerica que están siendo perseguidos, asesinados por defender sus tierras y sus territorios, así como con todos los pueblos que están resistiendo por una vida digna y construyendo un mundo mas justo y equitativo para todas y todos.
¡ Globalicemos la Lucha, Globalicemos la esperanza
Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – CLOC- CONO SUR
Lunes 16 de Marzo de 2013
En la ciudad de Buenos Aires nos reunimos todos los países miembros de la CLOC-Vía Campesina del eje Cono Sur, para hablar y analizar sobre el avance del agronegocio, de la caña de azúcar, de la concentración de la tierra y de la mega-minería. Cada delegación desarrolló un análisis coyuntural de la situación actual local y regional con respecto a las arremetidas de esta política neoliberal que está arrasando no solo con nuestros bosques sino con muestras comunidades campesinas e indígenas, resaltando la situación política y económica de los países y marcando fechas en el calendario para las posibles acciones a realizar a nivel regional y continental.
Paraguay puso énfasis en el golpe de Estado maquinado por las transnacionales con ayuda del Parlamento burgués, así como en el Caso Curuguaty y el pedido de libertad de las dos compañeras embarazadas, la huelga de hambre de los dos compañeros, y el delicado estado de salud de uno de ellos, Rubén Villalba.
La segunda parte consistió en buscar acciones conjuntas para hacer frente a los problemas que nos aquejan a todos los países del Cono Sur que nos direccionan hacia un punto en común: el avance brutal, indiscriminado e irrespetuoso del modelo neoliberal, depredador y excluyente del agronegocio Los puntos tratados fueron: 1- defensa de las semillas nativas y criollas, 2- campaña contra los agrotóxicos, 3- resistencia a los transgénicos y 4- producción para la soberanía alimentaria (estrategias de resistencia a los monocultivos). En la jornada de ayer, los compañeros y las compañeras se reunieron con Amigos de la Tierra.
Lunes 18 de Marzo de 2013
La Justicia de Córdoba ordenó frenar la construcción de una planta de Monsanto en la provincia. Entre los fundamentos, remarca la necesidad de respetar el principio precautorio (ante la posibilidad de perjuicio ambiental irremediable, es necesario tomar medidas protectoras). Pese a la restricción, la multinacional de agronegocios continúa con la obra porque, alega, “no fue notificada” de la prohibición. Matías Marizza, de la Asamblea de Vecinos de Malvinas Argentinas, afirmó que Monsanto “se burla de la Justicia, se sabe poderosa e impune, y por eso incluso aceleró la construcción” de su planta.
Desde junio pasado, cuando la población de Malvinas Argentinas supo de la llegada de Monsanto, comenzó un proceso de organización y nació la Asamblea de Vecinos Malvinas Lucha por la Vida. La localidad está ubicada en las afueras del Gran Córdoba, donde desde hace una década denunciaban las fumigaciones con agroquímicos de los campos de soja cercanos.
Hubo marchas, jornadas informativas y también se optó por la vía judicial. La Asamblea y la Fundación Club de Derecho presentaron un amparo fundamentado en la Ley General del Ambiente (25.675). Exige la realización de un estudio de impacto ambiental previo a la construcción y audiencias públicas con participación de los vecinos.
En enero, el Concejo Deliberante sancionó la ordenanza 812 y permitió a Monsanto comenzar la construcción. Vecinos y Fundación presentaron una medida cautelar para detener la obra hasta que se resuelva el amparo. La jueza civil Claudia Zalazar falló a favor de la Municipalidad y Monsanto. Pero el 22 de febrero, en segunda instancia, la Sala 2 de la Cámara de Conciliación Laboral hizo lugar al pedido de la Asamblea y ordenó suspender la ordenanza (y las obras) hasta que se resuelva el amparo.
“Resulta razonable ordenar a la Municipalidad que se abstenga de autorizar obras tendientes a la implementación de la planta”, remarca la sentencia votada por los jueces Silvia Díaz y Luis Fernando Farías (con la disidencia de Miguel Angel Azar) y subrayan la importancia del principio precautorio de la Ley 25.675. “No resulta consistente la afirmación de que las obras iniciadas o a ejecutarse no impactarían sobre el ambiente, pues éstas están inmersas en un proyecto general de instalación de la planta de semillas sospechada de provocar un impacto negativo en el ambiente. En materia ambiental se debe poner énfasis de manera fundamental en lo preventivo y en la obligación por parte de la Justicia de buscar resultados adecuados y útiles en tiempos razonables”, afirman los jueces.
En los fundamentos cita la importancia del artículo 41 de la Constitución nacional, Constitución de Córdoba (artículo 66) y la Declaración Universal de Derechos Humanos. Los jueces recuerdan que “no debe soslayarse que el principio precautorio es el principio rector. E importa una prescripción para que las actividades potenciales causantes de riesgos ambientales graves deban ser evitadas, aun cuando no haya certeza científica de los riesgos involucrados. En caso de duda, el deber de estar en favor del ambiente y en contra de la actividad contaminante”.
Los jueces le recuerdan a Monsanto que “debe someterse a la normativa que regula el ambiente” y explica que la ley insta a que “toda obra o actividad que sea susceptible de degradar el ambiente o afectar la calidad de vida de la población estará sujeta a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental, previo a su ejecución”.
Monsanto no acató la decisión judicial. La vocera de la empresa, María Lucila Pentenero, reconoció que las obras continúan y argumentó que “no han sido revocados el permiso de obra otorgado por la Municipalidad ni la aprobación del aviso de proyecto emitido por la Secretaría de Ambiente provincial”. Y señaló que Monsanto “no recibió ninguna notificación de la Justicia”.
El abogado denunciante, Federico Macciocchi, explicó que el incumplimiento de la decisión judicial “se debe la falta de ética de la Municipalidad y su abogado Gustavo Asís, que mediante chicanas judiciales desoyen a la Justicia”. Matías Marizza, de la Asamblea de Vecinos, recordó que “Monsanto desoye a la Justicia porque tiene protección política”, pero también remarcó el valor del fallo judicial: “Es un paso adelante y, a pesar de que el escenario no es el mejor, con la gente en la calle se logran cambios, de la mano de muchas organizaciones y con mucho poner el cuerpo se puede frenar a las corporaciones”