Argentina: Panel Coyuntura Política y Agraria – Atilio Borón y João Pedro Stédile – VI Congreso CLOC LVC

15 de abril de 2015

Colectivo de comunicación CLOC-LVC

DSC03017comp.jpgEn el primer día del 6º Congreso Continental de CLOC LVC, el sociólogo argentino Atilio Boron y el economista brasilero João Pedro Stedile, de la coordinación nacional del MST y miembro de Vía Campesina, participaron de la mesa en que se debatió la coyuntura política y agraria.

Durante su exposición, Boron analizó la actual situación de los Estados Unidos ante el contexto mundial y sus respuestas a los cambios políticos y económicos que se registran en el planeta.

Para él, estamos viviendo un lento, gradual e irreversible proceso de decadencia de la mayor potencia económica y militar del mundo, que sería caracterizado por un momento histórico de “cambio de época”.

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Intervención de Joao Pedro Stédile (MST-Brasil) MP3

 

“Los EUA están sustentando un modelo civilizatorio inviable, lo que implica que ellos se conviertan en un grande gobierno mundial fascista para que logren mantener su patrón de consumo incompatible con la naturaleza”, afirmó.

Sistema Internacional

De acuerdo con Boron, la crisis de hegemonía de los EE.UU. es resultado de diversos factores internos y externos, como su debilidad económica, que han generado una serie de crisis fiscales que se expresa en una deuda pública 100% superior a su Producto Interno Bruto (PIB).

“Cuando un imperio entra crisis, se vuelve mucho más violento, y éste es un imperio que ya está en crisis. Por lo tanto, tenemos que prepararnos para responder a esta debilidad”, indica.

Para Atilio Boron, todas las intervenciones militares de los EE.UU. en el mundo en los últimos 50 años tienen un divisor común: el petróleo.

Actualmente, este país produce cerca de 8 a 10 millones de barriles por día, y consumen cerca de 15 millones. En 2025, los datos presentados por el sociólogo apuntan a que se producirá cerca de 11 millones pero su necesitad llegará a cerca de 28 millones de barriles diarios.

Ojo en América Latina

Por cada niño estadunidense que nace, se estima que son necesarios 2,8 billones de libras de combustible, productos naturales y metales para mantener el patrón de consumo de su población.

En este panorama, América Latina pasa a ser un blanco estratégico en la política económica y militar de EE.UU.

Según Boron, el continente detiene 50% de la biodiversidad mundial, cerca del 45% de toda agua dulce del mundo, 80% de la reserva de litio y la mayor reserva de petróleo del mundo -en Venezuela-, además de grandes reservas de gas e hidroeléctricas.

No es por nada que EE.UU. mantiene 80 bases militares en toda América Latina y Caribe. Ante este panorama, Boron pregunto qué podría hacerse. Y responde con una frase de Fidel Castro: “aunque nos dijeran que Cuba no duraría 10 años, nuestro único deber es seguir luchando”.

Un solo modo de producción

Por primera vez en la historia estamos viviendo en un mundo en que un único modo de producción domina todo el planeta.

Por esto, observa Stedile, es que el capital con sus empresas transnacionales crearon una nueva división internacional del trabajo y detienen el poder de decidir lo que cada región y país tiene que producir.

“Nosotros quedamos como exportadores de minerales, energía y commodities agrícolas. Con esto, ellos controlan los precios de las mercancías agrícolas, que ya no son más definidos por la oferta y demanda. Y así nos inducen a producir lo que ellos necesitan, y no lo que nuestros pueblos necesitan”.

Este contexto, precisa Stedile, repercute en un nuevo momento de la lucha de clases en el campo, que “se volvió una verdadera lucha de clases antagónicas. De un lado, los capitalistas, en general, y de otro de los campesinos. No hay más posibilidad de una conciliación de clases o una convivencia, como si fue en el siglo 20”.

Consiguientemente, lo que está en juego es la disputa de dos modelos agrícolas antagónicos. El agronegocio que se caracteriza por ser un modelo de apropiación privada de los recursos naturales, “de organización de la producción bajo control del capital”. Y en este modelo, “no hay ningún espacio para los campesinos”.

El contrapunto a este modelo es la producción agroecológica, protagonizada por los campesinos, que concilia la producción de alimentos saludables en armonía con el medio ambiente.

En esta confrontación “solo se será posible la victoria si nos juntamos con la clase trabajadora que vive en la ciudad”, indica.

Al finalizar, Stedile recordó que las ideas solas no cambian el mundo; lo que cambia el mundo son las luchas de masa. Por lo mismo, necesitamos dar un salto en la lucha de masas y organizar luchas internacionales contra el mismo enemigo, sea Bayer, Monsanto o Syngenta”.

Sin embargo, nada será significativo si no “recuperamos la práctica de los valores socialistas y humanitarios, como la solidaridad y la indignación contra cualquier injusticia en el mundo. Sin esto, no vamos a construir nada nuevo, y pasaremos como una generación por la tierra que no cambió nada”, puntualizó.

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