CLOC-Vía Campesina República Dominicana participa en la marcha en marco del 8 de marzo, «Persistir, Resistir, Transformar: por los derechos de las mujeres”

En marco del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, las organizaciones que hacen parte de la CLOC-Vía Campesina República Dominicana, junto a otras organizaciones de los movimientos sociales en el país, se unieron en una marcha en las calles de Santo Domingo.

En República Dominicana, el 8 de marzo no es solo un día de conmemoración, sino de lucha colectiva y memoria activa. En un país donde Anacaona, María Trinidad Sánchez, las Mirabal y Mamá Tingó sembraron rebeldía, las organizaciones salieron  a las calles para celebrar lo alcanzado o logrado y exigir lo pendiente: justicia social, territorio y cuerpos libres y derechos para todas las personas por igual. En un mundo marcado por crisis políticas, sociales y ambientales, las mujeres, las diversidades y disidencias siguen siendo protagonistas de la resistencia y la transformación, reafirmando:  ¡No vamos a parar!

Manifiesto de la marcha:

Persistir, Resistir, Transformar por los derechos de las mujeres

Hoy, 8 de marzo, estamos aquí para levantar la voz, para exigir justicia, para recordarles a quienes gobiernan este país que no somos ciudadanas de segunda categoría. El silencio, el miedo y la angustia que quizás quieren provocarnos con el silencio sistemático frente a nuestras demandas, nunca será nuestra respuesta.  La dignidad y la lucha serán constantes hasta lograr la plena igualdad y libertad.

Desde hace décadas, las mujeres de República Dominicana han exigido su lugar en la sociedad, pero los avances han sido lentos y las deudas históricas persisten. El gobierno nos ignora, el Congreso nos traiciona, las instituciones nos fallan.

Mientras el presidente Luis Abinader evade nuestras demandas, las mujeres seguimos muriendo por la violencia machista, seguimos siendo criminalizadas por decidir sobre nuestros cuerpos, seguimos enfrentando una desigualdad estructural que nos condena a la precariedad y la marginalización.

Pero aquí estamos. No tenemos miedo y tenemos memoria.

Nos concentramos hoy porque sabemos que persistir es nuestra única opción, resistir es nuestra obligación y transformar es nuestra misión.

El Estado nos falla y nosotras no callamos

Exigimos respuestas a una realidad insostenible:

Violencia machista descontrolada: Mientras el Congreso y el gobierno siguen sin aprobar una Ley Integral de Violencia de Género, las mujeres continúan siendo asesinadas, violentadas y silenciadas.

Desigualdad política y económica: Seguimos viendo un gabinete ministerial con escasa representación femenina, así como una baja representación de mujeres en los puestos de elección popular, mientras la poca garantía a nuestros derechos y la brecha salarial nos sigue castigando.

Criminalización del aborto: Mientras otros países avanzan, República Dominicana mantiene una de las legislaciones más restrictivas del mundo, negando el derecho a decidir incluso en casos de violación, incesto y riesgo de vida.

Salud precaria y violencia obstétrica: Las mujeres siguen muriendo en los hospitales por falta de atención adecuada, mientras se promueve un sistema que impone las cesáreas sin considerar sus riesgos.

Educación sexual integral secuestrada por la religión: Seguimos permitiendo que las iglesias interfieran en las políticas públicas, negando a las niñas y adolescentes la información que podría salvarles la vida.

Extractivismo y destrucción ambiental: Nos oponemos a la minería y al saqueo de nuestros recursos naturales, que empobrece a nuestras comunidades y destruye nuestros territorios.

Racismo y xenofobia institucionalizada: Las mujeres dominico-haitianas son perseguidas, detenidas y deportadas sin garantías de derechos.

No vamos a parar

Este gobierno y esta sociedad deben entender que no vamos a retroceder. No vamos a permitir que sigan negociando nuestros derechos, ni que se sigan enriqueciendo a costa de nuestra explotación y nuestra opresión.

Exigimos justicia y cambios estructurales inmediatos:

Autonomía sobre nuestros cuerpos y vidas: Aborto legal en las tres causales, educación sexual integral y acceso universal a salud sexual y reproductiva.

Derecho a vivir sin violencia: Una Ley Integral contra la Violencia de Género, con medidas reales de prevención y sanción.

Derechos laborales y económicos: Ratificación del Convenio 190 de la OIT contra la violencia laboral, transversalidad de la perspectiva de género en el Código de Trabajo y Ley de Función Pública, igualdad salarial, y un Sistema Nacional de Cuidados que reconozca y redistribuya el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.

Justicia ambiental y derecho al territorio: Cancelación de proyectos extractivistas y reconocimiento del derecho humano al agua en la Constitución.

Derechos plenos para todas las personas: Ley contra la discriminación basada en género y orientación sexual, protección social para mujeres mayores, que viven con alguna discapacidad y campesinas, y erradicación de la violencia estatal contra personas racializadas.

Todas las mujeres, todos los derechos

Hoy decimos con fuerza: Nuestras vidas importan, nuestros derechos importan, nuestro territorio nos pertenece.

Vida digna, derechos, igualdad, libertad y justicia. Porque el presente y el futuro son feministas.