Campamento sudamericano de la CLOC – Vía Campesina discute cambio climático

En la tarde del día 13 de agosto, las mujeres y hombres de la Vía Campesina discutieron el rumbo de la agricultura y producción de alimentos en el nuevo escenario climático que se consolida en el mundo. “Si el clima cambia completamente, será muy difícil mantener una agricultura en el mundo. Más que impedir, necesitamos revertir los efectos del cambio climático”, enfatizó Camila Montecinos, de la organización GRAIN de Chile. Según ella, la Vía Campesina tiene la tarea de impedir el cambio climático. Las campesinas y campesinos de todo el mundo serán los agentes transformadores y responsables, a través de su agricultura, por impedir la continuidad de ese proceso. Los latifundistas, las grandes empresas y las grandes industrias, son los grandes responsables por la emisión de gases contaminantes en la atmósfera, por la transformación de los vientos y lluvias y con el uso indiscriminado de herbicidas que envenenan nuestros suelos y aguas.


Además, esa agricultura a gran escala prioriza la exportación, haciendo  que los alimentos viajen por el mundo. Para ese viaje es necesario gasto de petróleo al transportar el alimento y de energía para mantenerlo refrigerado, al igual que los gastos  que implican los envases que después del consumo, irán a contaminar el medio ambiente. Como las ciudades, los estados y los países, no consumen solamente lo que es producido en sus regiones, el impacto de todo ese camino necesario para que lo alimento llegue a la mesa de las personas, es inmenso. Todo ese sistema de industrialización causa más de la mitad de la contaminación responsable por los cambios climáticos. Así, según Camila, la Vía Campera considera que esos cambios en el clima son ocasionadas por el actual modelo de producción y consumo en el mundo.

En cambio, el proceso de producción desarrollado por la agricultura familiar proporciona un impacto mucho menor al medio ambiente. En esa cultura no son utilizados aditivos químicos, se usa materias orgánicas para adobar el suelo, que a  más de preservarlo, produce un alimento más saludable. Asimismo, el alimento puede ser vendido directamente al consumidor, ayudando al medio ambiente, pues disminuye el trayecto del alimento hasta la mesa y todavía, menos energia, pues se podrá consumir el alimento fresco.

Los campesinos y campesinas suman cerca de 95% de la población rural en el mundo, pero posee sólo 1/5 del área rural mundial, mismo produciendo más de la mitad de los alimentos consumidos por la población. “La defensa de la agricultura campesina e indígena no es sólo un derecho, pero una necesidad para el futuro de la humanidad. Seguimos adelante con nuestra lucha”, finalizó Camila.

Modelo de consumo impuesto por el capitalismo destruye el planeta

Diego Montón, del Movimiento Nacional Campino Indígena de Argentina (MNCI), dio continuidad a las discusiones llamando la atención de los participantes señalando que la matriz de consumo a la que la sociedad es inducida por las transnacionales, consume más energía y materias primas que el planeta consigue producir o reciclar. El país que, sin duda, lidera ese modelo es Estados Unidos de América, cuyo consumo exagerado está dejando el planeta enfermo.

Los campesinos, a su vez, poseen una sabiduría ancestral para producir de manera saludable y con menos impacto al medio ambiente. “Tenemos todo un antecedente de años y años, de generaciones y generaciones, de producción de alimentos de conformidad con la naturaleza”, resaltó Diego. Este modelo capitalista vigente está poniendo en peligro la humanidad y las generaciones futuras.

De acuerdo con Montón, el capitalismo intenta eximirse de su responsabilidad frente a la destrucción del medio ambiente, con falsas soluciones armónicas con la naturaleza. Una de ellas son los agrocombustibles. Sin embargo, no hay ningún sentido en ellos, debido a que para producir caña de azúcar, soya, y demás fuentes energéticas, se utiliza combustible fósil, aditivos químicos y otros elementos que contribuyen para la contaminación y destrucción del medio ambiente.

Para la Vía Campesina un punto central  es fortalecer la lucha a partir de los territorios, y tener claro los enemigos contra los cuales debemos luchar, como las transnacionales. Un otro punto por el cual es necesario luchar, es  la idea de que la tierra, el agua, los bienes naturales no son mercancías. Además, es necesario seguir trabajando y desarrollando la agroecología, sumando a ella los conocimientos ancestrales de producción, acumulados por nuestros pueblos. Es necesario seguir en la lucha por la reforma agraria y para que los gobiernos impulsen la producción agrícola familiar, a través de recursos federales para quien la desarrolla.

Para Diego hay que, también, fortalecer las alianzas entre los movimientos sociales, pero no sólo entre los movimientos campesinos, pero con los movimientos y organizaciones urbanas. “Los problemas que estamos discutiendo, como la escasez de alimentos y la destrucción del medio ambiente irá a alcanzar y perjudicar a todos y todas, seamos urbanos o rurales” completó él.

Publicada en Sin categoría