Argentina: Finalizó la XI Escuela de la Memoria Histórica del MNCI en Misiones

21 de julio de 2015

emh13jul15.jpgMás de 200 miltantes de base de las distintas organizaciones que son parte del Movimiento Nacional Campesino Indígena – MNCI se dieron cita en la 11ª Escuela de la Memoria Histórica en la localidad de Bernardo de Irigoyen, sede de la Coordinadora de Trabajadores Rurales de Misiones, (COTRUM).

Esta escuela de formación política del MNCI trabaja hace más de 10 años en la reconstrucción de la historia desde lo vivencial relacionándola con los sucesos históricos de la región, la comunidad, la provincia, del país.

Desde el inicio se hizo memoria de como nuestros pueblos sufrieron despojos de sus tierras, las guerras y la miseria, pero se recalcó también como los Pueblos de América sabemos que nuestros derechos tienen que ser recuperados, trabajando sobre nuestras historias.

Fue una semana de convivir y compartir experiencias personales, comunitarias y organizativas, reflexionando sobre los procesos políticos de nuestro país y nuestros territorios.

Además de la memoria personal y colectiva también se profundizó sobre la guerra de la triple alianza, su relación con el proyecto de Artigas, sobre la vida del Comandante Andresito y su importancia en la conformación del Territorio del Litoral Argentino.

Como en las anteriores Escuelas se visitó comunidades Organizadas, para conocer sus formas de vida familiar, comunitaria, la producción, los conflictos, para compartir nuestras experiencias y saberes de los distintos territorios.

La Escuela de la Memoria Histórica nos hizo pensar, reflexionar y reconstruir nuestra memoria individual y colectiva 

Durante estos días cada organización presentó sus banderas de luchas en las que todas coinciden, como la lucha por la tierra para producir alimento sano, soberanía alimentaria, producción agroecológica, educación y formación.

Todas estamos luchando por nuestros derechos, en cada territorio las luchas son en contra de las grandes empresas que convierten el campo en desiertos para la soja, implantación de pinos, las mega minerías generando desalojos de los campesinos y de los pueblos originarios.

El día sábado 18, visitamos la cooperativa Cabureí, sede de la organización de COTRUM donde funciona la fábrica de dulces, conservas, licores artesanales y la envasadora de mandioca donde se industrializan los productos de la chacra. Además, la organización pondrá en funcionamiento una radio comunitaria que la conducirán los jóvenes que se están capacitando en los distintos espacios del MNCI.

Luego, caminamos unos 3 kilómetros para llegar a conocer la chacra de Anildo, con quien compartimos su historia, nos contaba que hace 30 años llego allugar desde Brasil en busca de un pedazo de tierra para vivir. Allí vimos la variedad de la producción, la cría de pescado y el increíble cuidado del paisaje de la selva misionera que conserva la biodiversidad de las plantas nativas.

En la comunidad las familias nos contaron la resistencia de los campesinos en sus territorios ante los avances de las grandes empresas tras nacionales como las que implantan pinos y las grandes empresas yerbateras que adquieren las pequeñas parcelas a bajo costo por lo que se convierte también en un monocultivo que destruye el monte.

La «Escuelita de la Memoria» con los niños y niñas realizaron sus actividades de cantos, mística y recreación. Ellos también protagonistas de esta construcción expresaron sus ideas, presentaron una mística y entre aplausos realizaron gritos de orden que emocionaron a los más grandes.

El último día fue para despedirse hasta un próximo encuentro, todos aprendimos y conocimos historias y luchas que nos dan fuerza para multiplicar en nuestros territorios

«Escuela de la Memoria, Construyendo la Historia»

Ni un metro más, la tierra es nuestra

Somos Tierra para alimentar a los pueblos

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Ecuador: Declaración Foro Comunicación Integración NuestrAmérica – Defender los procesos de integración – avanzar con la democratización

21 de julio de 2015

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El 20 y 21 de julio tuvo lugar en Quito una reunión de coordinación del Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica, espacio de convergencia de redes de comunicación y movimientos sociales de América Latina y el Caribe, comprometidos con el avance de la integración de los pueblos de la región. Al cierre de la reunión emitió la siguiente Declaración.

En medio del embate de factores externos e internos para detener los procesos de unidad regional, el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica, reafirma su compromiso y decisión de avanzar en la integración de los pueblos.

Asimismo, saluda y celebra la incorporación de nuevos movimientos y medios, en este trabajo conjunto para la construcción de la identidad Latinoamericano Caribeña.

Si en noviembre de 2013, fue importante que un grupo de organizaciones y movimientos sociales, redes, medios comunitarios, alternativos y populares decidiéramos crear una alianza estratégica, hoy la historia más reciente de nuestra región demuestra que aquel paso toma ahora ascendencia y urgencia, ante la renovada pretensión de los poderes fácticos, entre ellos los monopolios mediáticos, de revertir procesos democráticos y legítimos en varios países de América Latina y el Caribe.

Es necesario afianzar mecanismos de interrelación con diferentes actores del proceso de unidad regional, incluidos gobiernos y organismos de integración-, estimulando la multiplicación de foros de participación popular.

La construcción de la integración requiere de la participación desde abajo de los actores sociales, culturales, políticos y económicos, siendo para nosotros fundamental las expresiones de la economía popular, la agricultura campesina y familiar, de las trabajadoras y los trabajadores, de las juventudes, pueblos originarios y demás expresiones organizadas de los pueblos.

Reiteramos la necesaria aprobación e implementación de normas que reconozcan a la comunicación como un derecho y garanticen su democratización con igualdad de condiciones y oportunidades para los sectores público – estatal, privado – comercial y comunitario – sin fines de lucro. Reafirmamos la pertinencia de que estos temas integren la agenda de todos y cada uno de los mecanismos de integración regional.

Conscientes de que solo la integración de nuestros pueblos garantiza la soberanía alimentaria, política, tecnológica, cultural, del conocimiento, territorial, económica y productiva, nuestro desafío es convertir al Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica en su referente comunicacional.

Es por ello que para el Foro, es fundamental:

• Acompañar, promover y difundir como componente central de nuestra agenda informativa, los procesos de integración, colaboración, complementación, incidencia política y movilización de los actores y actoras populares de la región.

• Asumir con un plan concreto y bajo la consigna de Democratizar la comunicación, la decisión de convertirnos en actores, actoras, promotores y promotoras de todos los procesos de integración en la defensa de la independencia de la patria grande (CELAC, UNASUR, ALBA, CAN, CARICOM, SICA, MERCOSUR).

• Apoyar la propuesta en UNASUR de avanzar en la consolidación del Anillo Óptico Suramericano, así como la creación y adecuación de normativas y políticas públicas orientadas a garantizar la ciberseguridad y ciberderechos, como también a democratizar el acceso y apropiación social de internet como espacio para la formación de corrientes de opinión y pensamiento crítico.

• Continuar la acción en la disputa de la gobernanza de internet, tejiendo alianzas para impedir que el sector corporativo la convierta en factor de dominación, sumándonos a la convocatoria del Foro Social de Internet. Participar activamente en el Foro de Gobierno de Internet en Brasil.

• Posicionar propuestas en coyunturas concretas ante las tensiones, ataques, avances y conquistas de los procesos de integración regional, en la perspectiva de incidir en la opinión pública y las subjetividades de nuestras ciudadanías.

• Mantener permanentemente en nuestra agenda los temas sobre Nuestra América zona de paz, la denuncia permanente de los intentos de desestabilización de los gobiernos populares en la región, del persistente bloqueo a Cuba, de la firma de los tratados de libre comercio, la criminalización de los movimientos sociales, el apoyo a la revolución bolivariana y el proceso de paz en Colombia, la campaña por el retiro de tropas de la Minustah de Haití, la agenda de género en la región.

• Avanzar en la formación de los comunicadores y comunicadoras de nuestra región poniendo en el centro del debate el tema de integración, con el desarrollo de diversas herramientas tales como seminarios, videoconferencias, talleres, cursos, debates públicos, a lo cual invitamos e instamos a sumarse a nuestras universidades, centros de estudio y gobiernos.

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Brasil: Culmina El XVII curso de Formación Política para Militantes de Base del Cono Sur de la CLOC – LVC

20 de julio de 2015

comprim.jpgEste año como el anterior, el curso fue realizado en el asentamiento de Contestado, en Lapa Paraná, Brasil. Los compañeros y compañeras participantes del curso retornamos a nuestros países con mucho entusiasmo y compromisos, con las mochilas llenas de conocimiento y con el desafío de seguir fortaleciendo el proceso de formación permanente, la articulación internacional de nuestras organizaciones en la CLOC y Vía Campesina, contribuir en la lucha de nuestros pueblos para derrotar a las transnacionales en su saqueo contante, fortalecer las campañas permanentes que tiene la CLOC y la Vía Campesina, contribuir alternativas sobre el rescate de nuestras semillas nativas y criollas, la soberanía alimentaria, la reforma agraria integral, fortalecer la participación de las mujeres de la niñez y de la juventud, crear alianzas entre al campo y la ciudad entre otras tareas.

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En este proceso de formación permanente en la teoría y la práctica hemos pasado desde la coyuntura local e internacional, Feminismo, género y clase, mística, valores de una práctica militante, filosofía, historia latinoamericana entre otras muchas experiencias con el asentamiento, con la escuela de agroecología, con el trabajo, con el intercambio de experiencias de la lucha por la tierra de nuestros territorios y las culturas de cada uno de los países participantes.

Hemos aprendido a hacer planeamientos, a coordinar y delegar responsabilidades y tareas, a hacer nuestras místicas con motivación revolucionaria y participación colectiva a superar los vicios de nuestras organizaciones que afectan a la colectividades, comprender la importancia y la necesidad del trabajo, discutir cuestiones relacionadas al ejercicio del poder popular y de comprender que las luchas de nuestros pueblos son las mismas.
Estamos seguros que el curso CONO SUR sigue siendo un proceso muy importante de fortalecimiento de la CLOC VIA CAMPESINA en nuestra región.

VIVA EL XVII CURSO DEL CONO SUR!!
CONTRA EL SAQUEO DEL CAPITAL Y EL IMPERIO.. AMÉRICA UNIDA SIGUE LUCHADO

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Voz campesina n° 33 : Análisis post-Congreso CLOC-LVC en Santa Cruz de la Sierra previo al EMMP con el Papa

15 de julio de 2015

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boliviancomp.jpgIntegrantes de la Comisión Política de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-VC), reunidos en las jornadas previas al encuentro propiciado por el líder católico Papa Francisco, reflejan en este programa de Voz Campesina las expectativas y desafíos de dicho encuentro.

El programa fue grabado en Santa Cruz de la Sierra, estado Plurinacional de Bolivia y producido radialmente por Radio Mundo Real (Amigos de la Tierra Internacional).

Participan: Eberto Díaz (Fensuagro, Colombia), Francisca Rodríguez (Anamuri, Chile), Deolinda Carrizo (MNCI, Argentina), Juana Ferrer (Conamuca, Dominicana), Maria del Carmen Barroso (ANAP, Cuba) y Sayra Ticay (ATC Nicaragua).

Algunos de los avances post-congreso de la CLOC en el área de mujeres y juventudes campesinas, así como la trasdendencia del actual posicionamiento del Vaticano respecto a la demanda social de los movimientos, fueron parte de este programa especial, el nùmero 38, de Voz Campesina.

Tierra y territorio para el desarrollo del Vivir Bien- análisis coyuntura CLOC LVC

14 de julio de 2014

deomano.jpg«Sólo será posible profundizar la integración y construir un proyecto popular latinoamericano, si consolidamos la Soberanía Alimentaria. Y esto solo es posible con una profunda Reforma Agraria Integral y Popular que recorra todo el continente y vuelva a poner a la tierra en las manos de la agricultura campesina en función del Buen Vivir de nuestros pueblos.»

Diego Montón y Deolinda Carrizo – Secretaría Operativa CLOC LVC – Revista América Latina en Movimiento n° 505 

En América, es difícil pensar en el cumplimiento efectivo de los derechos humanos, económicos sociales y culturales, sin satisfacer el derecho al uso de la tierra, pensando a la misma como un patrimonio colectivo cuyo fin es garantizar el vivir bien.

«La Reforma Agraria es una obligación moral de los gobiernos» (Papa Francisco)

«Debemos derrotar el modelo agrícola impuesto por las corporaciones del agronegocio, que apoyado por los capitales financieros internacionales y basado en monocultivos transgénicos, uso masivo de agrotóxicos y expulsión de campesinas y campesinos del campo, es el principal responsable de las crisis alimentaria, climática, energética y de urbanización» (Declaración del VI Congreso la CLOC Vía Campesina, Buenos Aires 2015)

La tierra, el pan y paz son una trilogía de reivindicaciones populares que atraviesan nuestra historia. Tanto las transformaciones luteranas que tuvieron una fuerte base campesina como la revolución rusa o china, son ejemplos de revoluciones que se arraigan originalmente en esas consignas.

América Latina, desde la conquista en adelante, está atravesada por esa disputa. La disputa material por la tierra, y también su dimensión ética y espiritual sobre cómo la concebimos: la cosmovisión.

Para las diversas filosofías originarias, la tierra es nuestra madre, nosotros pertenecemos a ella, y el usufructo de sus bondades es colectivo, comunitario y necesariamente respetuoso con la integralidad de la naturaleza.

Por todo esto, en América al menos, es difícil pensar en el cumplimiento efectivo de los derechos humanos, económicos sociales y culturales, sin satisfacer el derecho al uso de la tierra, pensando a la misma como un patrimonio colectivo cuyo fin es garantizar el vivir bien. Podemos asegurar que al despojarnos de la tierra y el territorio, se nos arrebata parte de la identidad. Otro derecho fundamental.

Lamentablemente en los últimos años, según la FAO, en América Latina se visualizan «intensos procesos de concentración y extranjerización de tierras» 

Durante más de 500 años, los pueblos indígenas han resistido la ofensiva imperialista, que no solo desconoce la cultura y espiritualidad sino que además, en términos del derecho liberal, despojó a los pobladores de sus legítimos derechos de uso y posesión de la tierra.

En el sur del Continente hace 200 años, en el marco de las revoluciones por la independencia de España, Artigas, de la mano de campesinos, charruas, guaraníes y negros, lanzó el Código de tierras y bajo la consigna de «Tierra para los nadies» distribuyó, entre los sectores populares, las tierras confiscadas a los terratenientes con la condición de que se radiquen y trabajen en ella. Podemos afirmar que la función social de la tierra era parte del proyecto histórico de la Patria Grande.

100 años después, en México, Emiliano Zapata y Pancho Villa sentaron las bases de la Reforma Agraria, «La Tierra para el que la trabaja», logrando el reconocimiento de la tierra comunal, fuera del mercado liberal. Estas conquistas, al no lograr profundizarse en transformaciones estructurales de la sociedad, fueron quedando subordinadas a los intereses de las burguesías y las ofensivas coloniales. Derroteros similares en Chile y Nicaragua con sus contrarreformas.

La Reforma Agraria cubana, realizada en el marco de la revolución socialista, no solo perduró, sino que continúa profundizándose actualmente con la distribución de la tierra para desarrollar agricultura campesina y agroecológica. Fue en parte gracias a esa Reforma Agraria que los cubanos resistieron al bloqueo sin desnutrición. En Bolivia, el Gobierno de Evo y los movimientos campesinos indígenas originarios distribuyeron 62,8 millones de hectáreas[2] bajo diversas formas de propiedad para campesinos indígenas y agricultores familiares, asignando el 43% de las mismas a las mujeres. Estas políticas de Cuba y Bolivia se dan a contracorriente de un proceso de concentración de la tierra que vive nuestro continente.

Crisis y nueva ofensiva imperialista sobre la tierra

Actualmente, en el marco de la crisis del capitalismo, que no es solo económica y financiera, sino que es crisis alimentaria, energética y climática, la disputa por la tierra adquiere nuevas características.

En la división internacional del trabajo y la producción que plantea el capital, nuestro continente debe producir materias primas y principalmente commodities. Disponiendo de enormes masas de capital, derivadas del sistema financiero y sus burbujas, las corporaciones transnacionales invaden nuestros territorios con el objetivo de subordinar nuestra tierra a sus intereses. Si bien es una historia y procedimiento que viene desde los tiempos de la Colonia, en la actualidad, la velocidad de despojo y de transformación de los territorios es impresionante.

Y es que es tal el caudal de capital que manejan estas corporaciones, que en pocos días pueden transformar miles de hectáreas de bosques nativos y diversos donde viven y producen alimentos decenas de familias campesinas, en un manto verde de monocultivos transgénicos, que producen mercancías para la especulación en el mercado global de alimentos.

Se calcula que en los últimos 30 años se han talado en América Latina cerca de 2 millones de kilómetros cuadrados de bosques, lo que equivaldría a una superficie mayor que la de México.

Este es el proyecto global del capital financiero para la agricultura y el agronegocio, que disputa hoy la tierra con la vida campesina indígena y nuestro proyecto histórico de producción de alimentos para los pueblos, que denominamos Soberanía Alimentaria.

Tecnología como mecanismo de subordinación

A partir de la base de una gran diversidad biológica, producto de más de 10 mil años de agricultura campesina indígena, las corporaciones desarrollan una tecnología que les permite controlar la agricultura y su renta; se basa en consolidar un sistema de propiedad intelectual y patentes sobre las especies agrícolas, de la mano de los transgénicos. En los hechos, se privatizan las semillas y las variedades agrícolas que son patrimonio de los pueblos. Esta tecnología permite reducir el trabajo en el campo aumentando el uso de agrotóxicos, además de fusionar el mercado de semillas transgénicas con el de plaguicidas que se hacen interdependientes.

Al consagrarse esta tecnología, un puñado de corporaciones transnacionales, entre ellas Monsanto, Bayer, Syngenta, Dreyfus, Cargill, ADM, controlan los mercados de semillas, de agrotóxicos y de granos.

La concentración del mercado y el entramado que existe entre las corporaciones, bancos y fondos de inversión, permiten que se establezcan altísimos precios para los commodities, precios que no responden a la oferta y demanda, ni a costos de producción, sino que están sujetos a la especulación.

Estos altos precios, por un lado impactan en los alimentos en general, agravando la crisis alimentaria global, que, según ETC Group, afecta a más de 2000 millones de subnutridos en el mundo.

Bajo este esquema, los alimentos se convierten en mercancías, y cada vez resulta más difícil acceder a ellos. Según la FAO, más del 40% de los alimentos que circulan por esta cadena agroalimentaria se desperdician.

En términos de renta, quienes se llevan las grandes porciones de este modelo agrícola son las corporaciones, mientras que a los Estados y empresarios locales les dejan una mínima porción de la misma; sin embargo estos elevados y desproporcionados precios de los commodities, han jugado un papel de seducción y condicionamiento de los gobiernos en América Latina, pues al facilitar el desarrollo de la agricultura industrial se perciben altos ingresos por concepto de divisas que tanto requieren los países en desarrollo para equilibrar sus balanzas de pago.

Pero el costo que se paga es demasiado alto, pues se producen transformaciones estructurales que vuelven a nuestras democracias muy vulnerables: millones de familias despojadas de sus tierras viven concentradas y hacinadas en megalópolis, en las cuales no hay trabajo ni vivienda para todos y los gobiernos progresistas se ven obligados a generar planes de asistencia para paliar el hambre y la indigencia.

Violencia

Los movimientos campesinos, organizados para resistir esta embestida, sufrimos la violencia, criminalización y, en muchos,casos, la muerte.

El 22 de julio comienza el juicio por la masacre de Curuguaty, en Paraguay, donde un agroempresario se apropió de una propiedad del Estado y cuando los campesinos quisieron recuperarla, fueron emboscados y masacrados; 11 campesinos murieron, sin embargo en el juicio, solo hay campesinos acusados. Esto muestra cómo el poder judicial y las fuerzas represivas están en función de los intereses del capital transnacional y sus socios locales.

Fue la masacre la que terminó con la presidencia de Fernando Lugo. Allí en Curuguaty, fue donde por esos caprichos de la historia terminó sus días Artigas en el exilio, tras la derrota de su proyecto de Patria Grande.

Más de 100 dirigentes campesinos han sido asesinados en Honduras. Mapuches, líderes campesinos y sindicalistas del campo están presos políticos en las cárceles de Chile, Paraguay, Colombia, México, entre otros.

Solo algunos ejemplos del hostigamiento que padecen quienes asumen luchar por los derechos campesinos indígenas en nuestro continente, en democracia o en dictaduras, y producto de esta ofensiva por la tierra y por el modelo de producir alimentos.

La violencia puede tener cara paramilitar, o ejército, traducirse en desalojos, o trabajo esclavo, o de fumigación con agrotóxicos. En los años 2013 y 2014, la CLOC VC, presentó informes regionales ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en los cuales se visualiza un patrón común entre las violaciones a los derechos de las campesinas y campesinos, el avance de las corporaciones transnacionales y su proyecto de agricultura en la región.

Agricultura campesina indígena: Base para la Soberanía Alimentaria

Contra todo relato «científico» de las corporaciones el agronegocio no es más eficiente en términos energéticos que la agricultura campesina, al contrario, mucho más ineficiente. ETC Group muestra en diferentes análisis que la agricultura campesina agroecológica utiliza hasta 30 veces menos energía para producir un kilo de maíz o arroz comparando con el paquete tecnológico que usa la agricultura industrial en EE.UU. El mismo informe indica que con tan solo ¼ de la tierra agrícola mundial, la agricultura campesina alimenta a más del 70% de la población global.

Es evidente que hoy la lucha por la tierra no se reduce solo al derecho de las personas a resistir o acceder a la misma, sino que se disputan, además, dos formas de concebir la agricultura y la función de la misma.

El proyecto imperialista busca perpetuar el colonialismo y el saqueo de la mano de la agricultura industrial, poniendo la tierra en función de los intereses del capital financiero. Las burguesías regionales están subordinadas a este proyecto.

El proyecto popular, en cambio, requiere de soberanía alimentaria, como condición para profundizar la democracia y construir la independencia definitiva.

La Soberanía Alimentaria solo es posible de la mano de la agricultura campesina indígena y del desarrollo de la agroecología.

Es necesario impulsar un proceso de Reforma Agraria Integral y Popular en todo el continente, que permita volver a darle función social a la tierra.

Hablamos no solo de tierra para los que viven en el campo, sino también de la vuelta al campo de los millones de migrantes y excluidos de las ciudades.

Esta Reforma Agraria Integral y Popular consiste en:

– Democratizar la tierra: garantizando el derecho de todos los trabajadores a acceder a la tierra para vivir y producir en ella. Garantizar la permanencia en la tierra de las familias campesinas indígenas. Facilitar mecanismos de acceso a la tierra para todas las familias. Garantizar el reconocimiento y restitución de territorios a los pueblos indígenas. Expropiar todas las tierras que no cumplen su función social, así como las tierras de las corporaciones y bancos extranjeros y fondos de inversión y especulación y utilizarlas para el asentamiento de familias sin tierra. Establecer límites máximos a la propiedad de la tierra, y suprimir el cobro de arrendamientos y renta por el uso de la tierra.

– Nueva organización de la producción agrícola: La prioridad debe ser la producción de alimentos saludables para el mercado interno y local, sin agrotóxicos, sin semillas transgénicas, bajo el principio de Soberanía Alimentaria, promoviendo la cooperación y la asociación cooperativa, fortaleciendo el trabajo comunitario y su relación con empresas públicas. El Estado debe regular los mercados y garantizar precios justos a los agricultores y los consumidores, estableciendo programas de compra de la producción y de mercados populares que quiebren los monopolios de las corporaciones.

– Tecnología apropiada: Se debe promover y desarrollar la agroecología como tecnología para la producción agrícola, bajo los objetivos de aumentar la productividad del trabajo y de la tierra, en equilibrio con la naturaleza. Deben prohibirse toda forma de propiedad intelectual o patente sobre semillas y bienes naturales. Promover el desarrollo de energías renovables y soberanía energética local en todas las comunidades.

– Agroindustria: Requiere el desarrollo de agroindustrias campesinas locales, de manera de agregar valor a la producción y generar trabajo en el campo. Deben existir políticas públicas y recursos destinados a promover en todas las comunidades que la renta de la industria quede para los campesinos y las comunidades rurales.

– Infraestructura y desarrollo rural: Es imprescindible la educación y la salud de calidad en el campo, así como la infraestructura comunitaria, caminos, centros integradores y conectividad para mejorar la calidad de vida en el campo.

– Políticas públicas: El Estado debe generar instituciones sin burocracia que establezcan estos programas agrarios, con créditos y subsidios suficientes, asistencia técnica y mecanismos de regulación, control y sanción a las corporaciones y oligopolios.

Este proyecto para la agricultura no será posible solo a partir de las luchas campesinas indígenas; es necesario que forme parte del proyecto popular y que la clase trabajadora, los sectores populares del campo y la ciudad se comprometan con el mismo. Solo una lucha unitaria nos abrirá paso a las transformaciones que los pueblos necesitamos.

Democracia, igualdad y paz: La esperanza de la Patria Grande

UNASUR y la CELAC representan una ruptura en la historia colonial y una esperanza para nuestros pueblos; recuperamos el proyecto histórico de la Patria Grande, y en ese contexto debemos preguntarnos:

¿Es posible la emancipación sin Soberanía Alimentaria? ¿Es posible profundizar nuestras democracias de la mano de las corporaciones? ¿Es posible la justicia en territorios dominados por las lógicas del capital financiero?

La ofensiva política del imperialismo utiliza el desabastecimiento de alimentos como un arma letal. Vemos cómo esta herramienta anticipó el golpe a Salvador Allende, cómo es utilizada hoy en Venezuela, cómo en Argentina los monopolios alimentarios presionan al aumento sistemático de los precios de los alimentos. Sin duda, condicionan a los procesos democráticos.

Por eso afirmamos que solo será posible profundizar la integración y construir un proyecto popular latinoamericano, si consolidamos la Soberanía Alimentaria. Y esto solo es posible con una profunda Reforma Agraria Integral y Popular que recorra todo el continente y vuelva a poner a la tierra en las manos de la agricultura campesina en función del Buen Vivir de nuestros pueblos.

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Bolivia: II Encuentro Mundial de Movimientos Populares: Carta de Santa Cruz

12 de Julio de 2014

Carta de Santa Cruz

papa9jul15.jpgLas organizaciones sociales reunidas en el Segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, durante los días 7, 8 y 9 de julio de 2015, coincidimos con el Papa Francisco en que la problemática social y ambiental emergen como dos caras de la misma moneda. Un sistema que no puede brindar tierra, techo y trabajo para todos, que socava la paz entre las personas y amenaza la propia subsistencia de la Madre Tierra, no puede seguir rigiendo el destino del planeta.

Debemos superar un modelo social, político, económico y cultural donde el mercado y el dinero se han convertido en el eje regulador de las relaciones humanas en todos los niveles.

Nuestro grito, el de los más postergados y marginados, obliga a que los poderosos comprendan que así, no se puede seguir. Los pobres del mundo se han levantado contra la exclusión social que sufren día a día. No queremos explotar ni ser explotados. No queremos excluir ni ser excluidos. Queremos construir un modo de vida en el que la dignidad se alce por encima de todas las cosas.

Por eso, nos comprometemos a:

1. Impulsar y profundizar el proceso de cambio

Reafirmamos nuestro compromiso con los procesos de cambio y liberación como resultado de la acción de los pueblos organizados, que desde su memoria colectiva toman la historia en sus manos y se deciden a transformarla, para dar vida a las esperanzas y las utopías que nos convocan a revolucionar las estructuras más profundas de opresión, dominación, colonización y explotación.

2. Vivir bien en armonía con la Madre Tierra

Seguiremos luchando para defender y proteger a la Madre Tierra, promoviendo la «ecología integral» de la que habla el Papa Francisco. Somos fieles a la filosofía ancestral del «Vivir Bien», nuevo orden de vida que propone armonía y equilibrio en las relaciones entre los seres humanos y entre éstos y la naturaleza.

La tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra. Debemos cuidarla y labrarla en beneficio de todos. Queremos leyes medioambientales en todos los países en función del cuidado de los bienes comunes.

Exigimos la reparación histórica y un marco jurídico que resguarde los derechos de los pueblos indígenas a nivel nacional e internacional, promoviendo un diálogo sincero a fin de superar los diversos y múltiples conflictos que atraviesan los pueblos indígenas, originarios, campesinos y afrodescendientes.

3. Defender el trabajo digno

Nos comprometemos a luchar por la defensa del trabajo como derecho humano. Por la creación de fuentes de trabajo digno, por el diseño e implementación de políticas que restituyan todos los derechos laborales eliminados por el capitalismo neoliberal, tales como los sistemas de seguridad social, de jubilación y el derecho a la sindicalización.

Rechazamos la precarización, la tercerización y buscamos que se supere la informalidad a través de la inclusión, nunca con persecución ni represión.

Asimismo, levantamos la causa de los migrantes, desplazados y refugiados. Instamos a los gobiernos de los países ricos a que deroguen todas aquellas normas que promueven un trato discriminatorio contra ellos y establezcan formas de regulación que eliminen el trabajo esclavo, la trata, el tráfico de personas y la explotación infantil.

Impulsaremos formas alternativas de economía, tanto en áreas urbanas como en zonas rurales. Queremos una economía popular y social comunitaria que resguarde la vida de las comunidades y en la que prevalezca la solidaridad por sobre el lucro. Para esto es necesario que los gobiernos fortalezcan los esfuerzos que emergen de las bases sociales.

4. Mejorar nuestros barrios y construir viviendas dignas

Denunciamos la especulación y mercantilización de los terrenos y los bienes urbanos. Rechazamos los desalojos forzosos, el éxodo rural y el crecimiento de los barrios marginados. Rechazamos cualquier tipo de persecución judicial contra quienes luchan por una casa para su familia, porque entendemos a la vivienda como un derecho humano básico, el cual debe ser de carácter universal.

Exigimos políticas públicas participativas que garanticen el derecho a la vivienda, la integración urbana de los barrios marginados y el acceso integral al hábitat para edificar hogares con seguridad y dignidad.

5. Defender la Tierra y la soberanía alimentaria

Promovemos la reforma agraria integral para distribuir la tierra de manera justa y equitativa. Llamamos la atención de los pueblos sobre el surgimiento de nuevas formas de acumulación y especulación de la tierra y el territorio como mercancía, vinculadas al agro-negocio, que promueve el monocultivo destruyendo la biodiversidad, consumiendo y contaminando el agua, desplazando poblaciones campesinas y utilizando agro-tóxicos que contaminan los alimentos.

Reafirmamos nuestra lucha por la eliminación definitiva del hambre, la defensa de la soberanía alimentaria y la producción de alimentos sanos. Asimismo rechazamos enfáticamente la propiedad privada de semillas por grandes grupos agroindustriales, así como la introducción de productos transgénicos en sustitución de los nativos, debido a que destruyen la reproducción de la vida y la biodiversidad, crean dependencia alimentaria y causan efectos irreversibles sobre la salud humana y el medio ambiente. De igual manera, reafirmamos la defensa de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas sobre la agricultura sustentable.

6. Construir la paz y la cultura del encuentro

Nos comprometemos, desde la vocación pacífica de nuestros pueblos a intensificar las acciones colectivas que garanticen la paz entre todas las personas, pueblos, religiones, etnias y culturas.

Reafirmamos la pluralidad de nuestras identidades culturales y tradiciones que deben convivir armónicamente sin que unas sometan a otras. Nos levantamos en contra de la criminalización de nuestra lucha, pues están criminalizando nuestras costumbres.

Condenamos cualquier tipo de agresión militar y nos movilizamos por el cese inmediato de todas las guerras y de las acciones desestabilizadoras o golpes de Estado, que atentan contra la democracia y la elección de los pueblos libres. Rechazamos el imperialismo y las nuevas formas de colonialismo, sean militares, financieras o mediáticas. Nos pronunciamos contra la impunidad de los poderosos y a favor de la libertad de los luchadores sociales.

7. Combatir la discriminación

Nos comprometemos a luchar contra cualquier forma de discriminación entre los seres humanos, sea por diferencias étnicas, color de la piel, género, origen, edad, religión u orientación sexual. Todos nosotros, mujeres y hombres, debemos tener los mismos derechos. Condenamos el machismo, cualquier forma de violencia contra la mujer, en particular los femicidios, y gritamos ¡Ni una menos!

8. Promover la libertad de expresión

Promovemos el desarrollo de medios de comunicación alternativos, populares y comunitarios, frente al avance de los monopolios mediáticos que ocultan la verdad. El acceso a la información y la libertad de expresión son derechos de los pueblos y fundamento de cualquier sociedad que se pretenda democrática, libre y soberana.

La protesta es también una legítima forma de expresión popular. Es un derecho y quienes lo ejercemos no debemos ser perseguidos por ello.

9. Poner la ciencia y tecnología al servicio de los pueblos

Nos comprometemos a luchar para que la ciencia y el conocimiento sean utilizados al servicio del bienestar de los pueblos. Ciencia y conocimiento son conquistas de toda la humanidad y no pueden estar al servicio de la ganancia, explotación, manipulación o acumulación de riquezas por parte de algunos grupos. Persuadimos a que las universidades se llenen de pueblo y sus conocimientos estén orientados a resolver los problemas estructurales más que a generar riquezas para las grandes corporaciones. A denunciar y controlar a las multinacionales farmacéuticas que por un lado, lucran con la expropiación de conocimientos milenarios de los pueblos originarios y, por el otro, especulan y generan ganancias con la salud de millones de personas, poniendo el negocio por delante de la vida.

10. Rechazamos el consumismo y defendemos la solidaridad como proyecto de vida

Defendemos la solidaridad como proyecto de vida personal y colectivo. Nos comprometemos a luchar contra el individualismo, la ambición, la envidia y la codicia que anidan en nuestras sociedades y muchas veces en nosotros mismos. Trabajaremos incansablemente para erradicar el consumismo y la cultura del descarte.

Seguiremos trabajando para construir puentes entre los pueblos, que nos permitan derribar los muros de la exclusión y la explotación!

 

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Brasil: Entrevista a Acir Batista militante y muralista del MST

12 de julio de 2015

El arte como herramienta de lucha

conosu12jul15.jpgEste mural nace de una discusión colectiva del la turma del XVII CURSO DEL CONO SUR, con las ideas levantadas por todo el grupo, los elementos que fueron saliendo a partir de la discusión y el debate de la turma fue organizando y compuesto por el compañero Acir Batista quien creó el mural.

El tiempo que tenía para realizarlo era de solo apenas cuatro días pero ese tiempo no es suficiente para concluir así que fue terminado en 10 días. Tiene 3 metros de altura por 4 metros de ancho.

El arte en la lucha

El arte en una dimensión más del ser humano que le ha sido negada sistemáticamente por este sistema al pueblo, a la gente considerada «menos culta» con menos acceso a los estudios y producir arte en ese medio es devolverle ese derecho, es como introducirles en este mundo que muchos y muchas nunca tuvieron acceso y a partir de trabajos como estén van pudiendo admirar y comprender más y crear como una necesidad de arte en las organizaciones, además de ser una herramienta técnica también puede ser como un instrumento de divulgación y de expresión de las formas de esta lucha.

Yo fui parte de un grupo de estudiantes que fue a Cuba a estudiar artes por dos años y después hice el examen de acceso al a universidad y fui aprobado y así que me quede otros cinco años en total fueron unos siete años, el primer mural que hice fue en el año 2000 llevo 15 años pintando murales.

Para mí fue como una posibilidad doble además de poder estudiar arte y tener acceso a los espacios de arte también intercambiar con la gente cubana, conocer su historia, sus luchas y sus conquistas.

El desafío mayor de nuestra organización es sumar militantes a la secretaria de comunicación y cultura con formación y así poder movilizar a mas compañeros y compañeras a producir arte en los acampamentos y también además de promover nuestra lucha a través del arte poder producir artísticamente, tener una producción variada dentro de los asentamientos además de nuestra auto divulgación en las escuelas, en nuestros centros de formación y así ampliar el números de militantes que transmitan nuestras luchas con el arte.

Es importante que el arte brote de la militancia pero también es importante que sea una expresión más amplia que un supuesto propagandismo, que sea una producción libre para que se amplíen las posibilidades de hacer arte y cuando se es aplicada directamente a las temáticas de nuestra organización, sean trabajadas con más libertad para así tener un arte de más calidad, tanto en el ámbito más libre tanto como para la divulgación de nuestra lucha.

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Bolivia: Entrevista a Francisca Rodriguez sobre el Encuentro Mundial de Movimientos Populares

9 de julio de 2015

La dirigenta campesina chilena, de ANAMURI CLOC LVC, fue una de las presentes en la mesa de apertura del encuentro junto al presidente boliviano Evo Morales. En entrevista con Radio Mundo Real comenzó aclarando uno de los primeros objetivos al llegar a este encuentro en Bolivia viniendo desde Chile: «Reafirmar el compromiso por una demanda legítima del pueblo boliviano por una salida al mar. Este era para nosotros también un objetivo de primer orden. Y este es un marco propicio para que el pueblo boliviano entendiera que aquí la unidad de los pueblos está por sobre las divisiones que el capital nos ha ido imponiendo».

Pancha Rodriguez manifestó satisfacción con cómo se está desarrollando el encuentro: «Mirado desde la CLOC este encuentro ha rebasado nuestras expectativas. Han sido largos años de lucha, y que hoy día la Iglesia se haga eco de nuestros planteamientos y lo convierte en un llamado hacia el mundo cristiano, hacia el mundo católico, y así a la sociedad en su conjunto».

«Este es un evento que se sitúa desde la clase», expresó Pancha en referencia a las características del encuentro, incluso, prosiguió «se incorpora un tema que para la iglesia puede ser un tema tabú que es el tema de las mujeres, que escuchamos aquí, y que clama que la iglesia reaccione frente a una posición muy reaccionaria que hoy día todavía prima sobre las mujeres y los cuerpos de las mujeres».

Sobre el posicionamiento con el que la CLOC encara estas temáticas afirmó: «La de la CLOC es una lucha contra el capitalismo y contra el patriarcalismo. Esta es una construcción política e ideológica que apunta a construir o reconstruir socialismo en nuestro continente».

 

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Bolivia: Panel de Tierra en el EMMP con el Papa Francisco

8 de Julio de 2015

Panel sobre tierra enfatiza combate al agronegocio y trasversalización de las luchas en torno a la tierra y alimentos.

stedile2emmp.jpgEl primer panel del Encuentro Mundial de Movimientos Populares abordó la temática de tierra. Los análisis y reflexiones compartidos desde los movimientos estuvieron a cargo de João Pedro Stédile del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil e integrante de la CLOC LVC, Silvia Ribeiro del Grupo ETC y Rodolfo Machaca de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.

Uno de los primeros problemas identificados por Stédile en su alocución fue el de la creciente concentración de poder del capital, proceso en el cual el capital financiero va adquiriendo cada vez más presencia: «no más que 300 empresas transnacionales mezcladas con los bancos concentran el 58% de toda la producción mundial, sin embargo dan trabajo sólo a 8% por ciento de los trabajadores, y no más de 50 empresas transnacionales controlan la mayor parte de la producción agrícola del mundo». Galería de Fotos.

Estas empresas, prosiguió el dirigente del MST, no sólo están tomando decisiones sobre qué se produce en términos de alimentos mundialmente, sino que han impulsado «una re división internacional de la producción agrícola en los últimos 20 años. Aquí estamos en el territorio de la soja. ¿Quién decidió que Argentina, Paraguay, Brasil y Santa Cruz fuera a producir soja? ¿Los gobiernos? No, fue la Monsanto, la Syngenta. Ellos deciden qué país va a producir qué». Las decisiones han significado una reducción en la variedad de alimentos disponibles en todas las regiones: «teníamos una gran diversidad de alimentos, ahora cinco cadenas de supermercados pasan a comercializar menos productos, y son los que imponen los precios que le da la gana».Sobre el final, Stédile afirmó: «Nosotros tenemos que tener un plan del pueblo, y debemos luchar por cambios no sólo para la agricultura. Además, ahora tenemos que reorganizar la agricultura para que todos volvamos a comer los 300 tipos de productos y que sean sanos, sin venenos. Luchar para una agricultura ya no para y por el campo sino para la humanidad».

Parar la concentración y destrucción

Por su parte, Silvia Ribeiro fue enfática al hablar de las responsabilidades sobre las crisis ambiental y territoriales: «tomó millones de años para que hubiera vida en la tierra, y que un sistema de mercado haya logrado desestabilizar el clima en menos de 50 años es una tragedia. Hay una minoría que tiene la mayor responsabilidad sobre esto».Esta responsabilidad recae sobre las mayores empresas del mundo según afirmó la militante ambientalista: «Son 12 las empresas más grandes del planeta: La cadena de supermercados Walmart, nueve empresas del sector petróleo, energía y minería, y dos automotoras». También compartiendo cifras sobre concentración y despojos, afirmó que 80% de la población mundial tiene sólo el 5% riqueza.

Como continuidad de la evaluación sobre las diferencias entre las funciones del agronegocio y los modos de producción tradicionales y en pequeña escala, Ribeiro afirmó que «el sistema agrario alimentario agroindustrial es el que provoca la mayor parte de la emisión de gases que generan el cambio climático, el sistema agrario industrial sólo alimenta el 30% de la población del mundo, en cambio el sistema alimentario campesino alimento el 70% de la humanidad.

«Prosiguiendo en el análisis de la función del agronegocio, Silvia arrojó el dato de que «hace 30 años a nivel mundial había más de 7 mil empresas semilleras, y ninguna semilla estaba patentada. Hoy más del 85% de las semillas que se venden están registradas».Como una de las consecuencias de lo anterior «plantar, recoger la semilla y volverla a sembrar ahora es un delito, porque el negocio es vender veneno». Un veneno que según ejemplificó, ha provocado un aumento de aproximadamente 1000% en la incidencia de cáncer en las zonas en donde se planta soja: «Tenemos que rechazar en cualquier versión los productos transgénicos y luchar por mantener a las agricuturas descentralizadas», concluyó.

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Bolivia: Comienza el Encuentro Mundial de Movimientos Populares con el Papa

7 de Julio de 2015

papa7jul15.jpg«Cuando veo esas personas, las caras de las personas, da una esperanza. Se siente que el pueblo tiene capacidad de transformar, de construir un mundo más humano, más fraterno, de igualdad», dice Marina dos Santos, del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y miembro de la comisión política de la CLOC LVC, una de las 250 brasileñas que participa del Encuentro Mundial de Movimentos Populares en Santa Cruz de La Sierra, Bolivia. 

El Encuentro comenzó en la mañana de este martes, con la presencia de 1500 personas de 40 países del mundo. La programación prevé paneles de discusión sobre los ejes «Tierra, Trabajo,»Vivienda», además de talleres para profundizar las discusiones e intercambios. Esos ejes fueron inspirados en la exposición del Papa Francisco en el primer encuentro, que destacó que es preciso luchar para que no haya más «ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin trabajo digno y ninguna familia sin vivienda digna «.

En la tarde de hoy, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, hace la apertura oficial del encuentro. El jueves, a las 17 30 hs, el Papa Francisco también se reunirá con los participantes.

«La lucha por la Madre Tierra»

El primer panel «La lucha por la Madre Tierra y la contribución de Laudato Si» contó con la exposición de cuatro representantes de resistencia campesina. Detrás de una mesa ornamentada con alimentos producidos por los pueblos de América, João Pedro Stedile, de la coordinación de La Via Campesina, recordó cómo la organización del agronegocio compromete la soberanía alimentaria y la salud de todos. «Nosotros tenemos que tener nuestro plan, el plan del pueblo. Ya no basta con apenas ‘tierra para quien en ella trabaja’, como clamaba Zapata. Cambió el paradigma. Es necesario pensar un cambio en el campo que interesa a todos, que garantiza la producción de alimentos sanos y sin venenos. Que respete la biodiversidad, que rescate la agroecología. Ese plan de agricultura interesa a todo el pueblo», destacó.

Silvia Ribeiro, del Grupo Etc, de México, criticó la concentración de las empresas que actúan en el campo, en todo el mundo. Ella citó el caso de las semillas, en el cual apenas diez empresas controlan 80% del mercado. Además de eso, las mismas que producen los venenos producen los transgênicos que dependen de ellos. «Los transgénicos producen mucho menos, no pueden ser replantados, usan mucho veneno, causan diversos maleficios a la salud, como el aumento de los casos de cáncer, además de ser más caros», señaló.

Rodolfo Machaca, de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolívia, mienbro de la CLOC LCV, destacó el método que será usado durante el encuentro: denunciar, levantar demandas y asumir compromisos. «Los gobiernos neoliberales tienen culpa porque permiten saquear nuestras tierras. Por eso la unidad internacional es fundamental, porque necesitamos unirnos para expulsar a las multinacionales», exhortó.

El obispo de la Diócesis de Aysén, de Chile, Luis Infanti della Moura, también criticó el imperialismo, recordando que estamos todos llamados a luchar por un mundo mejor. «El Papa nos llama a tomar consciencia para romper y derribar las estructuras que nos esclavizan cada vez más».

Solidaridad internacional

Melike Yarar representa al movimento de mujeres Kurdas. Ella dio su testimonio de las mujeres que luchan contra el Estado Islámico que oprime los pueblos de su país. «La América Latina para nosotros es un ejemplo. Estamos aqui para compartir nuestra resistencia y para crear comunicación entre nosotros. Necesitamos crear un plan de intervención global. Necesitamos unir nuestras fuerzas. Vivir es resistir, resistir es vivir», dijo.

Primer encuentro

Entre 27 y el 29 de octubre de 2014, el Papa recibió en el Vaticano a dirigentes sociales de los cinco continentes, que representan organizaciones de base principalmente de tres sectores – trabajadores precarizados, campesinos sin tierra y personas que viven en viviendas precarias – además de sindicalistas, activistas de derechos humanos y pastorales sociales.

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