25 de agosto de 2016
En el marco del programa de Formación Política para Militantes de Base del 18º Cono Sur, una delegación compuesta por 100 militantes, compañeros y compañeras de 12 países de Latinoamérica, llegaron hasta el departamento de Canindeyú, donde se sitúan la comunidad Primero de Marzo-Joaju (Yvyrarovana) y Marinakue (Curuguaty), ambos en la lucha por la recuperación de esas tierras para la Reforma Agraria.
Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, El Salvador, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Perú, Venezuela y Paraguay están representados en este curso que va por la edición número 18 para las organizaciones y movimientos sociales vinculados a la CLOC-Vía Campesina.
El recibimiento en el asentamiento Primero de Marzo-Joaju se dio en medio de gritos de orden, cánticos, apretones de mano, abrazos durante la mañana del 22 de agosto en la comunidad Combate, donde cuentan con un almacén comunitario, además es utilizado como espacio asambleario y recreación.
El asentamiento se encuentra organizado en 7 comunidades, por ello las y los militantes en proceso de formación se constituyeron en 7 núcleos de base para realizar las visitas y las actividades durante el día, además de compartir con las familias almuerzo, cena, dormida y desayuno con el acompañamiento de las y los pobladores.
En la noche, alrededor de fogatas, mates y el cielo estrellado, se realizó la Jornada Socialista en la Escuela Primero de Marzo, la misma que fue construida y es mantenida por la comunidad. El espacio inició con una mística realizada por los militantes del Curso Cono Sur, posteriormente cada país presentó sus danzas típicas, poemas, canciones, en un espacio de camaradería y solidaridad internacionalista, donde todas y todos compartían los mismos sueños de construir un mundo donde todos nuestros derechos sean garantizados, como los del acceso a la tierra, el territorio, el agua, la salud, la educación, la vivienda y otros.
La comunidad, durante la despedida en la mañana del 23, agradeció la visita internacional, señalando que la misma servirá para fortalecer la lucha por la expropiación de las tierras. De la misma manera el agradecimiento de 18º Curso Cono Sur no se hizo esperar con la emotiva entrega de la bandera de la CLOC como símbolo de lucha que nos une a todas las organizaciones de los distintos países. Así también se entregaron banderas del IALA Guaraní y otras banderas de organizaciones, en medio de demostraciones de afecto que caracterizan la alegría militante.
Marinakue, en el distrito de Curuguaty, fue visitada en la misma mañana del 23 de agosto, territorio donde murieron 11 campesinos y 6 policías en una masacre montada en contra del pueblo, en contra de quienes luchan por la tierra. La delegación que desde el inicio del curso ha sido informada de la lucha emblemática con la mística de inicio y posteriores actividades, durante la visita escuchó el testimonio de Roberto Paredes en el lugar de la masacre, quien relató la situación que atraviesa la comunidad, y quien perdió a su único hijo aquel 15 de junio del 2012.
Luego de la conversación en el lugar de la masacre se trasladaron hasta el asentamiento donde viven unas 60 familias de la comisión Naranjaty, donde se ha podido observar el inicio de la producción para autoconsumo de las familias. Rodolfo Castro, líder de la comisión, hermano de uno de los asesinados el día de la masacre y de dos de los presos políticos condenados injustamente, agradeció a los militantes por la visita, reconociendo que la solidaridad internacional siempre ha sido un factor fundamental para la lucha y que la misma se fortalecerá aun más.
Rodolfo manifestó que las familias que viven en el asentamiento son padres, madres, hijos, amigos, vecinos que seguirán luchando por las tierras de Marinakue, que son tierras del Estado para la Reforma Agraria y con firmeza luchando por la libertad de los presos políticos.
La visita culminó con una mística donde se sembraron 18 plantines en homenaje a los 17 muertos en la masacre y recordando a Vidal Vega, testigo clave asesinado en diciembre del 2012 por sicarios.
De esta manera, las organizaciones de Latinoamérica se llevan la experiencia de la lucha por la tierra en Paraguay en contra del extractivismo capitalista que saquea, criminaliza a nuestros pueblos pero que no ha tenido, ni tendrá, nunca la fuerza para romper nuestros sueños y la templanza de nuestras luchas.