Del 19 al 21 de octubre tuvo lugar en Nicaragua la 36° Conferencia de la FAO para América Latina y el Caribe, foro oficial donde participan ministros agrarios y otros altos funcionarios gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil y representantes del sector privado, la academia, centros de investigación, ente otros, de los Estados miembros de esta parte del mundo, que trabajan temas vinculados a la agricultura y la alimentación.
La representatividad del sector campesino estuvo a cargo de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe, donde convergen 16 organizaciones de agricultores, pescadores artesanales, pastores, habitantes de los bosques, minorías étnicas y pueblos indígenas, movimientos ambientalistas, etc. A decir de Fausto Torrez, referente de la CLOC-Vía Campesina que participó del encuentro: “Nos corresponde estar presentes en estos eventos debido al avance que hemos tenido como sociedad civil, y gracias también a la flexibilidad que la FAO demuestra después del periodo administrativo de José Graziano da Silva, quien ocupó la titularidad del organismo especializado en un momento muy importante de la historia”.
Entre los temas más importantes desarrollados en el debate se encuentra el de cómo hacer más sostenible la irrupción de las innovaciones tecnológicas en la agricultura, algo que preocupa especialmente a esta articulación internacional por todos los posibles riesgos que entraña, atendiendo al principio de precaución. En ese sentido, el posicionamiento del grupo representante del campesinado fue de potenciar las formas de crear ambientes saludables desde la agricultura campesina y la agroecología para la producción de alimentos.
Por otro lado, Torrez mencionó que el planteamiento que se realizó desde nuestros sectores ante los referentes de los gobiernos regionales es que se reconozca y se dé importancia a las políticas públicas de cara al Decenio de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena. “Este periodo se vence en 2028 y es hora de que los gobiernos hagan propuestas para ir concretando esta proclama en hechos”.
Otro de los temas introducidos a instancias de la CLOC-Vía Campesina fue el reconocimiento de la Declaración de los Derechos Campesinos, apelando a que los Estados asuman este instrumento jurídico para garantizar que el campesinado siga produciendo alimentos, ya que la pandemia de la Covid-19 develó la necesidad de asegurarlos a las poblaciones más vulnerables, es decir, construir participación protagónica de las comunidades y pueblos, de las mujeres y la juventud.
Los Objetivos de Desarrollo Sustentable son 17 compromisos de los Estados firmantes a los que el movimiento campesino en alianza exigimos que pongan de su parte para la reducción de los impactos del cambio climático, que sea realmente sostenible, que el avance de una parte de la humanidad no se haga a costa de la otra mitad de la humanidad, como tiende históricamente a ocurrir. Al decir de nuestro compañero Fausto Torrez, referente y líder de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) de Nicaragua, país que albergó esta vez la Conferencia: “Nosotros nos sumamos a esa alternativa, a esa posibilidad, pero para eso necesitamos que haya tierra, agua, territorio con capacidades óptimas para producir alimentos sanos y saludables y accesibles, mercados, circuitos cortos y un sinnúmero de tareas que nosotros también las avalamos y son parte de nuestra estrategia de trabajo de la Vía Campesina, pero son los Estados los que deben dar marcha a las iniciativas”.
Con el deseo de que la FAO recupere y retome su papel histórico y poniendo el acento en el esfuerzo colectivo por seguir apostando a la Soberanía Alimentaria como estrategia fundamental para la producción de alimentos y la disminución de los efectos del calentamiento global, además de la formación política de la juventud campesina, esperamos que para dentro de dos años, en la próxima Conferencia Regional ―que será en Ecuador, en 2022― se haya avanzado lo suficiente en el cumplimiento de los ODS y que los Estados asuman nuestras propuestas para lograr Soberanía Alimentaria a través de la promoción de la Agroecología.
Parte de la intervención de la CLOC-Vía Campesina
Saludamos la iniciativa “Mano de la mano” para lograr sociedades rurales prósperas e inclusivas, estamos de acuerdo en que sin territorios rurales prósperos e inclusivos, la región de América Latina y el Caribe no podremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Vivimos en una región muy compleja, con desafíos aún pendientes para reducir la pobreza, el hambre, la crisis climática y de mucha desigualdad social a excepción de gobiernos progresistas. Del documento que se nos fue entregado como sociedad civil tenemos las siguientes consideraciones:
- Hay que tener servicios básicos en el campo y en las comunidades educación, salud, caminos, agua potable, energía eléctrica.
- Conseguir la paz en algunos países y frenar aquellas situaciones de criminalización y violencia.
- Agricultura campesina y familiar. Hay que democratizar el acceso a la tierra.
Nos preocupa el avance neoliberal en el continente que representa un retroceso a implementar un desarrollo rural a como está planteado en el documento. Es momento de reconocer el trabajo central de las organizaciones para garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria e incluirlo en el plan de trabajo; además, hay que hacer explícito el compromiso para la implementación del Plan de Acción de Decenio de Agricultura Familiar, Declaración de Derechos Campesinos, y Directrices Voluntarias sobre la tenencia de la tierra.
Este documento se une a una propuesta que hemos hecho desde la sociedad civil denominada “Volver al Campo”, hacer del medio rural el sitio más habitable y que las políticas públicas sean de alta prioridad para los que producimos alimentos sanos y accesibles, reconociendo el papel central de las mujeres, jóvenes y pueblos originarios y negros.
Por último, hay elementos que ya son trabajados y donde la FAO ha hecho un compromiso y debería de estar trabajándolo en relación del plan Mano de la Mano.
Es necesario hacer explícito:
- El Plan de Acción del Decenio de la Agricultura Familiar.
- Apoyar la Declaración de Derechos Campesinos.
- Continuar con las directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra.
- Asegurar procesos de formación orientados a las necesidades de las comunidades para incrementar la producción, comercialización de cultivos, pesca artesanal, mercados de cercanía con prioridad a las practicas agroecológicas.