5 de marzo de 2014
«La tierra y el agua no son problemas del campesino, son de las sociedades»
Por Alba Silva Agencia Paco Urondo-APU
Concientes de la fortísima presión a las democracias por parte de «la oligarquía continental» y de los avances sangrientos para acaparar agua, tierra y riquezas mineras, unos 800 delegados de organizaciones campesinas de América Latina se preparan para estar, entre el 10 y el 17 de abril -Día Internacional de la Lucha Campesina- en Buenos Aires.
Francisca Rodríguez «Pancha», fundadora de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, Vía Campesina (CLOC-VC), integrante de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI) de Chile dijo «aquí tenemos que cambiar muchas cosas pero principalmente el sistema de producción y el sistema de consumo» en referencia al gran objetivo que es alcanzar la Soberanía Alimentaria. Durante reuniones preparatorias del VI Congreso de la CLOC-VC, Pancha contó a APU el nacimiento de la organización continental y cómo ven el encuentro de los campesinos con el Movimiento Evita.
APU:¿Cómo nació la CLOC?
Francisca Rodríguez «Pancha»: Aparecimos en el 89. Quisimos generar una acción frente a la campaña para celebrar el descubrimiento de América. Dijimos ‘acá no hay nada que celebrar y sí hay mucho por descubrir de nosotros mismos’. Era un momento muy difícil: había caído el socialismo, la revolución de Nicaragua estaba fuertemente afectada y en Suramérica quedaban dictaduras militares. La caída del socialismo nos impactó fuerte, parecía que el mundo se nos acababa, que hasta ahí había llegado nuestro proceso. Pero nos planteamos el reto ‘vamos a hacer cinco años de campaña pero de autodescubrimiento desde nuestras resistencias’. Después, el reencuentro entre organizaciones indígenas campesinas, afrodescendientes abrió un puente con el mundo popular que fue un hito que marca el desarrollo y mirada nueva del movimiento campesino.
Así generamos el espacio para la Vía Campesina que salió a caminar desde América para convertirse en una organización mundial, uno de los mayores referentes de las luchas contra el sistema. Se planteó ser una ruta, por eso es la vía y no una asociación ni la unión de campesinos a nivel mundial y es un reto para que seamos capaces de crear una vía alternativa desde el mundo campesino frente al sistema neoliberal.
APU: ¿Cuáles son las experiencias salientes a nivel continental?
Pancha: Recogimos experiencias históricas que venían del mundo sindical pero había un proceso emergente como el del Brasil con el Movimiento de los Sin Tierra (MST) o las organizaciones de mujeres de varios países como la República Dominicana , la Bartolina Sisa en Bolivia o en Brasil. Con ellos generamos una nueva dinámica organizacional y dimos vida a lo que es hoy la CLOC.
APU: ¿El proceso argentino cómo surge y las mujeres qué rol juegan?
Pancha: Nuevos movimientos, como el Movimiento de los Sin Tierra, inspiraron a varios en la región y particularmente en la Argentina. Y nosotros, que éramos parte del movimiento sindical campesino, fuimos generando como mujeres espacios propios para participar en lo político y social. Por eso decimos autodescubrirnos. El reto de las mujeres de América fue autodescubrirnos en nuestras resistencias y en nuestras capacidades para accionar en las organizaciones.
APU: ¿El crecimiento fue parejo en los distintos países?
Pancha: Hubo una evolución a la par. No es fácil mantener una organización como la nuestra en un espacio de articulación por más de 20 años. Piensa tú que nosotros no tenemos aparatos pero las comunicaciones modernas nos han facilitado el trabajo y nosotros asumimos la tecnología con una mirada creadora ‘no engolosinadora’ como está hoy día una parte importante de la juventud que combatimos fuertemente. La tecnología usada para el desarrollo y proyección del ser humano, no para la autolimitación y destrucción. Imaginate yo a mis 68 años, aunque le tenga que pedir a mis nietos, manejo la tecnología y nos comunicamos en forma inmediata.
APU: Es decir que la tecnología ayudó al proceso político de encuentro y articulación
Pancha: Contribuyó a un proceso que proyecta un desarrollo de conciencia y de valores. Nos defendimos fuertemente porque el sistema ha sido brutal en estos últimos años y ha provocado una pérdida de conciencia muy fuerte en el pueblo y en la gente en general generando un clima de odiosidad entre nosotros y no de encuentro.
APU: Volviendo a la experiencia argentina…
Pancha: La experiencia argentina no está en los otros países. Tendrá que ver con las características de acá. Me refiero al encuentro concreto entre campesinos y un movimiento social urbano que pueda tomar nuestras banderas.
APU: ¿Qué es la Soberanía Alimentaria?
Pancha: Vamos a decir primero que la vía campesina es un reto, es generar una vía alternativa al modelo pero con una propuesta para la humanidad que es la Soberanía Alimentaria, es decir el derecho a la alimentación que tienen los pueblos y nosotros la responsabilidad de producir esos alimentos. Nunca se pensó que los campesinos íbamos a hacer una propuesta que traspase las barreras del campo para convertirse en propuesta de muchos.
APU:¿No lo pensaban?
Pancha: No, cuando lo hicimos fue en defensa nuestra. Durante la primera Cumbre Mundial de Alimentación (1996), se fue a confrontar ante la enorme cantidad de hambrientos en el mundo. Los gobiernos plantearon la seguridad alimentaria, vista desde la capacidad que tienen los pueblos para comprar alimentos y nosotros dijimos ‘no, no es un problema de seguridad alimentaria sino de soberanía alimentaria’. Es decir cómo los gobiernos generan la capacidad para producir alimentos y generan intercambios solidarios entre los pueblos para los que no tengan la capacidad de producirlos. Eso debiera hacerse en el mundo. Tu sin comida te mueres así que producir alimentos, garantizar la alimentación de la población es tener un futuro. La Soberanía Alimentaria fue nuestro gran planteamiento al decir que no es un tema del campesino sino de la sociedad. El tema de la tierra, el tema del agua no son problemas del campesino son de las sociedades.
APU: ¿Los campesinos son los únicos que hablan de esto?
Pancha: Fuimos los primeros en tomar conciencia pero no somos los únicos. Logramos generar conciencia frente a los peligros por los sistemas de producción capitalistas tan fuertes: agrotóxicos, el calentamiento global, etc. Entonces aquí tenemos que cambiar muchas cosas, tenemos que cambiar el sistema de producción y el sistema de consumo. El capital instaló su sistema de producción que induce el consumo y eso determina tu vida y la de todos.
APU: Dijiste que estaban sorprendidos por la articulación con el Movimiento Evita
Pancha: Estoy sorprendida de la construcción con el M-Evita que tiene esta particularidad que no está en otros países. Nosotros que estamos tan cerca, al menos yo que he caminado tanto en la vida en estos procesos, complace ver florecer movimientos como el campesino que por primera vez en la Argentina es de carácter nacional y diverso. Siempre eran los campesinos de la región pampeana, los de Córdoba y no había una construcción nacional. Así que este encuentro facilita, y así lo vieron los compañeros, esta relación que nosotros necesitamos con urgencia restablecer, armar este puente entre campo y ciudad que está roto.
Los procesos contra la reforma agraria en nuestros países han sido fuertes y ese vínculo entre campo y ciudad se rompió porque se rompieron las estructuras sociales y los aliados principales que los campesinos teníamos como las centrales sindicales hoy día no están por lo tanto hay nuevas alianzas desde el mundo campesino: indígenas, movimientos de mujeres, con los ambientalistas, con los consumidores. Igual no descuidamos la alianza con los trabajadores.
Esta mirada del movimiento campesino 20 años atrás no estaba y esto nos permite movilizaciones más allá porque los problemas no son de los campesinos solamente. Esta mirada todavía no está, lamentablemente, en los lugares de construcción de poder político. Todavía no se dan cuenta, los partidos políticos han quedado desfasados de tener una mirada dirigida hacia el fortalecimiento de la defensa de los territorios como un derecho ancestral de indígenas y campesinos.
APU:¿Qué busca este VI Congreso?
Pancha: Lineamientos para los próximos cuatro años y al mismo tiempo hacer una mirada de qué pasó en este período, cuáles los avances, los retrocesos, las dificultades y trabas. ¿Con qué escenario político nos enfrentamos? para seguir avanzando en nuestras lucha por la soberanía alimentaria y terminar con el acaparamiento de tierra, hay que poner en la disputa nacional el avance de la minería que es el saqueo de recursos naturales porque no sólo se lleva el mineral sino que nos ocupa, nos roba el agua. También ¿cuáles alianzas tenemos que construir? decimos ‘contra el saqueo del Imperio América lucha’. Es nuestra consigna, y continuamos luchando. Lo hacemos para restablecer este vínculo entre campo y ciudad, los problemas que planteamos son de la sociedad y por lo tanto tenemos que generar frentes comunes de resistencia. Necesitamos que comprendan a fondo el sentido de nuestra lucha
APU: ¿Por qué en Buenos Aires?
Pancha: Porque la Secretaría Operativa está acá y para apoyar el desarrollo político de nuestros movimientos locales. Además creemos que la Argentina vive una coyuntura política muy compleja y necesitamos abrir esperanza. Tenemos una consigna ‘Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza’. Nuestro congreso tiene que animar la lucha y la esperanza del pueblo argentino. Sentir que no están solos ante la brutal violencia, la ferocidad del sistema y de los capitalistas y de la derecha que son su máxima expresión.
La audacia que tienen para convertir lo que ayer fueron golpes militares en golpes populares es algo que no hemos tenido la capacidad de irlo viendo en el minuto preciso. Esto de decir que no caminamos es increíble, esto de sembrar el apolicitismo, que está todo mal y pervertido no hemos sido capaces de construir resistencia. Este Congreso tiene la responsabilidad de apoyar fuertemente al MNCI y también aportar frente a este ataque tan fuerte que están viviendo. No es fácil levantarse cuando nos han destruído la mitad de nuestro corazón, las heridas y los duelos todavía no están terminados ni están hechos por eso el nuestro es un Congreso de Esperanza.