Desafíos organizativos – João Pedro Stedile para ALAI América Latina

15 de diciembre de 2014

stedilemst.jpgEn diversos espacios de intercambio y reflexión entre nuestros movimientos, al analizar el período que estamos viviendo, hemos coincidido en que asistimos al ocaso del capitalismo industrial –y las construcciones sociales que surgieron con éste–, ante la hegemonía que ha establecido el capital financiero y especulativo, con un trasfondo marcado por la crisis estructural que tiene en primer plano a la dimensión financiera, pero con repercusiones en otros planos, ya que es sistémica.

Con esta transformación, lo que tenemos es una ofensiva del capital, nacional e internacional, que busca apropiarse de todos los bienes de la naturaleza (biodiversidad, tierra, agua, oxígeno, etc.), principalmente vía la minería, las usinas hidroeléctricas y nucleares, que causan graves problemas como la devastación de los biomas, el cambio climático, desalojos, etc.; pero que también afectan directamente a la soberanía de los países y de los pueblos.

Es en esta dinámica que se inscribe la crisis climática que se expresa en sequías, inundaciones, huracanes, incendios, falta de agua y una infinidad de problemas que están alterando las condiciones de vida en nuestro planeta, cuyas víctimas principales son los más pobres, cerca de 3 mil millones de personas en el mundo. Y concomitantemente está la crisis energética, en la que la actual matriz energética basada en los combustibles fósiles prácticamente ha colapsado.

Además, tenemos una crisis alimentaria, debido a que los alimentos, fuente de nuestra vida y reproducción humana, fueron mercantilizados, estandarizados, dominados por solamente 50 empresas transnacionales en el mundo. La consecuencia es que hay novecientos mil millones de hambrientos en el planeta y la seguridad alimentaria de todos los pueblos del mundo está amenazada.

En este orden de cosas, también asistimos a una mayor precarización del trabajo, al tiempo que se recorta los derechos de los trabajadores. Tan es así que en la mayoría de los países el desempleo aumenta a cada año, sobre todo entre los jóvenes, al punto que en algunos países el desempleo juvenil llega al 50%.

En general se trata de una dinámica marcada por una creciente concentración de la propiedad de la tierra, de la riqueza, de la ciudad, de los medios de comunicación y de la política, en una minoría de capitalistas, que no pasa del 1% de la población mundial: 737 corporaciones, 80% del sector financiero y 147 empresas transnacionales. Mientras el 70% de la población mundial tiene solo 2,9% de la riqueza.

No hay que perder de vista que Estados Unidos y sus aliados del G8, Organización Mundial del Comercio mediante, controlan la economía mundial con el poder del dólar, los tratados de libre comercio (TLC’s). Como tampoco, que con la maquinaria de guerra y el control de los medios de comunicación imponen sus intereses a la humanidad.

Y en la medida que el poder corporativo a nivel mundial controla la economía y los gobiernos, ya que estos pueden tener sus reuniones para simplemente no decidir nada, se registra un deterioro de la democracia y de las formalidades de representación, pues dejaron de responder a los intereses ciudadanos. Esto se registra tanto en los organismos internacionales, como en una mayoría de países donde, aunque mantengan elecciones, el pueblo no tiene el derecho de participación efectiva en el poder político. Y, por lo general, las políticas públicas no priorizan las necesidades de los más pobres, o se restringen a políticas compensatorias que no apuntan a resolver los problemas desde la raíz.

Por otra parte, las guerras en curso son estúpidas e inaceptables, pues se traducen en la pérdida de millones de vidas inocentes, tan solo para atender los intereses económicos, energéticos, geopolíticos de los países imperiales, que muchas veces utilizan falsos motivos étnicos, religiosos o de «combate al terrorismo».

En este escenario es gravitante el control monopólico de los medios de comunicación, para obtener no solo ganancias sino el control ideológico de las mentes de la población. Cuanto más que por ahí se promueve y amplifica una cultura mercantilizada, de la defensa de los falsos valores del consumismo, del egoísmo y del individualismo.

Y cabe acotar que también entra en juego el hecho de que la academia y la ciencia han sido manipuladas y utilizadas solamente para aumentar la productividad y la ganancia del capital, y no al servicio de las necesidades de los pueblos.

La necesidad de articularnos

Para encarar esta realidad, es preciso reconocer primeramente que estamos ante una crisis de proyecto alternativo, lo cual dificulta la construcción de procesos unitarios y de programas orientados a modificar la correlación de fuerzas. Esto es, las organizaciones populares, infelizmente, están aún débiles, con muchas dificultades en sus acciones, pues estamos en un período histórico de reflujo del movimiento de masas.

En términos generales, las luchas sociales aún están en la fase de «protestas» y no en la construcción de un proyecto de sociedad que involucre a los trabajadores y movimientos sociales que tenga como bases la solidaridad, la igualdad y, especialmente, la justicia, punto clave, pues sin justicia no hay futuro.

En este sentido, destacamos el Encuentro Mundial de Movimientos Populares (EMMP), realizado en Roma y el Vaticano (27-29 octubre 2014), con el auspicio del Papa Francisco[1], en la medida que fue una exitosa experiencia que evidenció, una vez más, la necesidad de mantenernos organizados y articulados para avanzar en la unidad de los trabajadores en todo el mundo, pero con un sentido de autonomía respecto a los Estados-gobiernos, partidos, iglesias e instituciones afines, sin que implique abstenerse de establecer relaciones y espacios de diálogo.

Por lo mismo, acordamos seguir aglutinando a los más amplios y distintos sectores organizados alrededor de las luchas por la tierra y la soberanía alimentaria, por la vivienda y los derechos humanos en las ciudades, por los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras, por el fin de las guerras genocidas y por el derecho a la soberanía de los pueblos, por los derechos de la naturaleza y del medio ambiente.

Por supuesto que esto nos debe llevar a afinar una plataforma a partir de lo acordado en la Declaración Final del EMMP que señala: «debe buscarse en la naturaleza inequitativa y depredatoria del sistema capitalista que pone el lucro por encima del ser humano la raíz de los males sociales y ambientales. El enorme poder de las empresas transnacionales que pretenden devorar todo y privatizarlo todo –mercancías, servicios, pensamiento- son primer violín de esta destrucción»[2].

En este sentido, el desafío pasa por la construcción de un proyecto alternativo al capitalismo con una amplia convergencia de fuerzas de los diversos sectores sociales a nivel mundial. Esto implica, por cierto, elaboración teórica que permita profundizar el entendimiento de la realidad vigente pero en consonancia con las luchas sociales, pues solamente éstas construyen y alteran la correlación de fuerzas en la sociedad; y organicidad entre los luchadores del pueblo.

A nuestro entender, esto nos remite a la importancia del trabajo de base y la formación como procesos permanentes, en tanto allí se conjuga la relación práctica-teoría-práctica, que se nutren mutuamente. Por lo mismo, no da espacio al activismo sin reflexión de lo que hacemos, como tampoco a la teoría distante de las luchas y las prácticas cotidianas. Después de todo, los cambios que queremos no dependen de nuestra voluntad personal, sino de nuestra capacidad como clase trabajadora para organizarnos, pelear y disputar. De ahí que asumimos el compromiso de construir escuelas de formación política para elevar el nivel de conciencia de nuestras bases.

Otro eje fundamental para nuestras organizaciones y la articulación internacional tiene que ver con el desafío que enfrentamos ante el poder mediático que se ha convertido en el articulador político de los poderes establecidos, ante el desgaste de los partidos políticos, y por tanto en puntal de la formación ideológica de nuestras sociedades con las ideas de los poderes hegemónicos.

Vale decir, enfrentamos a un poder mediático altamente concentrado que a nivel global y en los espacios nacionales busca controlar las ideas, los deseos y la opinión pública, por lo cual ejerce una virtual represión ideológica contra cualquier lucha social. Es por eso que en nuestra lucha por una verdadera democracia, donde el pueblo realmente pueda participar activamente en la definición de sus destinos, reclamamos, en primer lugar, la democratización de los medios de comunicación.

En esta línea nos incumbe la tarea de propiciar y potenciar nuestros propios medios de comunicación y conectarlos en red, a la vez que articularnos con los medios alternativos y populares y la lucha por la democratización de la comunicación para disputar la hegemonía comunicacional y cultural.

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Brasil: Declaración del Grupo Carta de Belén ante la COP20 – Lima/2014

12 de diciembre de 2014

imaggcartabelencomp.jpgEl Grupo Carta de Belén* está formado por movimientos y organizaciones socio-ambientales, de la agricultura familiar y campesina, pueblos y comunidades tradicionales, organizaciones de mujeres, sindicales y estudiantiles, que comparten la lucha contra la deforestación y por la justicia ambiental en Brasil. Desde su creación, en 2009, buscamos acompañar e incidir en la posición del gobierno brasilero en las negociaciones climáticas internacionales y en sus implicancias en el ámbito doméstico.

Nuestras motivaciones comunes son el firme rechazo a los mecanismos de mercantilización y de financiarización de la naturaleza y las soluciones mediadas por el mercado para la crisis climática, sobre todo, en función de los impactos de estos mecanismos sobre los territorios, las poblaciones locales y los trabajadores/as, con la consecuente violación de los derechos sociales y territoriales. Basados en estos principios, venimos a manifestar nuestra posición sobre las negociaciones de la COP20.

En el proceso de negociación del acuerdo climático que entrará en vigor a partir de 2020, existe una fuerte presión para equiparar las responsabilidades de todos los países, especialmente de las economías emergentes del sur con los países desarrollados. A pesar de que el aumento en la contribución de las emisiones de países como Brasil, a lo largo de los últimos años, requiera la necesidad urgente de discutir sus modelos de desarrollo, apoyamos la posición sobre la centralidad del principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas y sus respectivas capacidades (RCDRC). El uso sistemático de combustibles fósiles, la principal acción antrópica que generó los actuales cambios climáticos, se remonta al inicio de la era industrial. En el balance de las responsabilidades históricas, los compromisos de los países deben ser estimados teniendo en cuenta tanto el pasado, como el presente.

Las propuestas basadas en ‘presupuestos de carbono’ (carbon budgets), que atribuyen los límites de emisiones en cada escenario y distribuyen las posibles reducciones de emisiones según las mejores oportunidades e intereses sectoriales (transporte, agricultura, selvas, construcciones sustentables, etc) no orientar los debates. Consideramos relevante la propuesta brasilera de la utilización de una metodología para la estimación de la contribución histórica de cada país por medio de una diferenciación concéntrica.

Entendemos que esa es una cuestión de fondo. Los países que más contribuyeron con las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), listados en el Anexo I del Protocolo de Kyoto, no cumplieron con los compromisos de reducción de emisiones. No obstante, siguen buscando formas de transferir sus obligaciones a los países y territorios del Sur, por medio de mecanismos de compensación (offset) e implementación de mercados de carbono, que buscan condicionar el aporte de recursos a la medición, al relato y a la verificación de resultados (MVR). Estas dinámicas invierten las responsabilidades históricas, condicionando modos de vida y creando nuevas deudas e injusticias ambientales. En el actual rumbo de las negociaciones de ADP (Plataforma de Durban para una acción fortalecida) nos preocupa el esfuerzo sistemático por la posibilidad de la conciliación de la integridad socio ambiental con los mecanismos de mercado, incluso con la introducción de nuevos mecanismos, como condición para el avance de un acuerdo significativo entre los países para combatir el cambio climático. De igual modo, las discusiones sobre las ‘acciones anticipadas’ (early action), buenas prácticas e iniciativas locales y sub-nacionales y de promoción del aumento de los ‘niveles de ambición’ en el período interino 2015-2020 (raising pre 2020 ambition), cuando el nuevo acuerdo aún no estará en pleno vigor, están señalando la posible contabilidad de créditos referentes a las políticas de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitadas (REDD), como por ejemplo el caso del Estado de Acre (que creó una legislación estadual que prevé la oferta de créditos de REDD para el mercado de California).

En el paquete de decisiones sobre REDD adoptado en la COP19 en Varsovia, no hay posibilidad de contabilizar créditos de REDD para fines de compensación (offset) hasta 2020. Reafirmamos nuestra posición contraria a la introducción de las selvas en los mercados de carbono. Defendemos también, que en el nuevo acuerdo este rechazo sea mantenido integralmente, rechazando cualquier intento de introducir las selvas en mecanismos de pago por reducciones que generen créditos de compensación. Reforzamos la necesidad de garantizar y ampliar los enfoques de no mercado (Non-marked based approaches).

Igualmente, rechazamos la así llamada Agricultura Climáticamente Inteligente (Climate Smart Agriculture), que fortalece el modelo agrícola actual – altamente dependiente de las energías fósiles, OGMs, agro-tóxicos y grandes maquinarias – que históricamente fue responsable por gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola, que provoca la sustitución del uso de la tierra de la producción de alimentos para agro-combustibles y otras commodities verdes. Este esfuerzo para incluir el potencial de la mitigación del sector agrícola, a través del enfoque de paisaje (landscape approach), en las negociaciones climáticas es también percibido por medio de la inserción de nuevas actividades, como la integración agro-silvo-pastoril en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).

Pensar impactos de las medidas del clima en la economía no es suficiente, es necesario priorizar la reflexión sobre los impactos de estas medidas en los derechos. Entendemos que el clima no es un fin último en la discusión, sino el medio para señalar las consecuencias de las formas actuales de producción y consumo, que sostienen las desigualdades y deudas ecológicas históricas, que no serán solucionadas sólo por la disminución y el control de la temperatura en la Tierra. Entendemos que la solución vendrá, sólo, en base a mecanismos de transición justa, que no repitan o refuercen las mismas formas de producción y consumo que llevaron y llevan al calentamiento global y a la pérdida de biodiversidad.

*El Grupo Carta de Belén está formado por Associação Brasileira de Estudantes de Engenharia Florestal/ABEEF, Amigos da Terra Brasil, Conselho Indigenista Missionário/CIMI, Central Única dos Trabalhadores/CUT, Federação de Órgãos para Assistência Social e Educacional/FASE, Federação Nacional dos Trabalhadores e Trabalhadoras da Agricultura Familiar/FETRAF, Fórum da Amazônia Oriental/FAOR, Fórum Mudanças Climáticas Justiça Social/FMCJS, Instituto de Estudos Socioeconômicos/INESC, Terra de Direitos, Movimento de Mulheres Camponesas/MMC, Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra/MST, Movimento dos Pequenos Agricultores/MPA, Rede Brasil sobre Instituições Financeiras Multilaterais e Via Campesina Brasil.

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Perú: DECLARACIÓN DE LIMA Cumbre de los Pueblos Frente al Cambio Climático

11 de diciembre de 2014

declaracionlima12dic14.jpgLa Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático, realizada en Lima del 8 al 11 de diciembre de 2014, es expresión de los procesos de movilización y resistencia emprendidos por una diversidad de organizaciones, movimientos, plataformas, redes y colectivos sociales, sindicales, de mujeres, campesinos, indígenas, juveniles, ambientalistas, religiosos, artísticos y culturales peruanos e internacionales.

Nos reunimos para seguir debatiendo y compartiendo las múltiples formas de lucha y resistencia, por la construcción de la justicia social, contra el sistema capitalista patriarcal, racista y homofóbico, por el respeto de las diversas formas de vida, sin explotación ni expoliación de los bienes de la naturaleza, por la capacidad de los pueblos de decidir sobre sus fuentes de energía, comunitaria, por la reducción de las desigualdades sociales así como promover el Buen Vivir como modelo de vida en armonía con la Naturaleza y la Madre Tierra.

El capital busca hacer frente a su crisis sistémica imponiendo la captura el agua, el saqueo de los territorios y el patrimonio natural, la depredación, la producción de combustibles fósiles, la mayor explotación de los trabajadores y trabajadoras, la represión de los movimientos sociales y la violencia física y psicológica, aumenta múltiples formas de criminalización de las luchas, de los pueblos, de militarización y control territorial. Todo esto es alentado por las corporaciones mediáticas. Además, a esta realidad hay que sumarle la captura de los Estados y de sus burocracias por el poder económico, el pago de las deudas injustas y corruptas, y una diversidad de hechos que benefician exclusivamente a los verdaderos poderes tras los gobiernos de turno, dóciles al mandato de las empresas nacionales y las grandes corporaciones transnacionales y sus operadores políticos.

En esta coyuntura la Cumbre de los Pueblos representa la voz de los sectores explotados y oprimidos del mundo, de los marginados por un sistema económico y cultural que los subordina a los sectores racistas, fundamentalistas, machistas y patronales que se benefician del modelo capitalista. En este momento crucial que atraviesa la humanidad, en el que el gravísimo cambio climático que sufrimos exige acciones urgentes de parte de la sociedad global, demandamos a los Gobiernos –y al Sistema de Naciones Unidas reunido en la COP 20–la adopción de acuerdos que respeten y valoricen la vida de los pueblos originarios, campesinos y urbanos, y que promuevan la preservación de la biodiversidad global. Rechazamos cualquier mecanismo de mercado que se plantee como solución a los problemas climáticos y ambientales.

Quienes nos reunimos en esta cumbre, recogemos y hacemos parte de procesos de luchas anteriores que se han tejido en nuestros pueblos, y llegamos a este momento con esa fuerza y construcción colectiva. A partir de ello expresamos y demandamos:

A los Gobiernos del mundo que respeten nuestros territorios, derechos y modos de vida, nuestras culturas, costumbres y cosmovisiones sobre la vida y el mundo que habitamos. Denunciamos la explotación de nuestros recursos naturales y territorios por parte de las industrias extractivas, que afectan nuestras formas de sustento, nuestra fuente de identidad y la relación armoniosa de nuestras comunidades con la Madre Tierra.

Demandamos el reconocimiento de la propiedad territorial de las comunidades que tradicionalmente han vivido en sus tierras. No aceptamos el control externo de los territorios, ni los procesos de negociación e implementación de las falsas soluciones al clima. Los Gobiernos deben tener como eje central el respeto de nuestras formas de vida ancestrales y el reconocimiento a nuestra autodeterminación como naciones y pueblos originarios.

Asimismo, aclaramos que el conjunto de iniciativas orientadas a revertir la destructiva tendencia climática hacia la que ha sido conducido nuestro planeta, deben considerar las responsabilidades históricas de los países desarrollados y el reconocimiento y reparación de la deuda histórica y ecológica que tienen con el Sur global. En particular, las corporaciones transnacionales de capital privado de los países desarrollados deben ser responsabilizadas por sus acciones y prácticas a nivel global. Exigimos plena justicia en los casos de contaminación por parte de Newmont, Doeran en Perú, y la Chevron-Texaco, entre otras, la cual en su paso por la Amazonía dejó como legado uno de los mayores ecocidios de la historia del planeta.

A los Gobiernos y empresas les exigimos aceptar y respetar nuestro derecho humano a un trabajo digno, con pleno ejercicio de los derechos individuales y colectivos, y que se garantice un proceso de transición justa en un mundo que nos permita mejorar la calidad de vida. Demandamos garantías al acceso universal a los sistemas de protección y seguridad social, el respeto de nuestra libertad sindical y a una repartición justa y equitativa de la riqueza producida con nuestro trabajo y conocimientos.

Consideramos que ninguna acción para enfrentar el cambio climático será eficiente o viable si no se promueve con políticas públicas efectivas a favor de la pequeña agricultura familiar y campesina, la reforma agraria, la soberanía y seguridad alimentaria de nuestros pueblos, la producción auto sustentable, con base agroecológica, autóctona y libre de transgénicos y agrotóxicos, orientada al consumo humano y a la preservación de nuestra biodiversidad. Creemos que para avanzar hacia un mundo justo y una economía local, solidaria, cooperativa, feminista y comunal, es fundamental reconocer el derecho humano a la alimentación, así como el gran aporte de la agricultura familiar campesina, que contribuye con más del 70% de la alimentación del mundo. Exigimos frenar la producción y expansión de los agrocombustibles, que promueven la deforestación, erosión de las tierras, contaminación de las fuentes del agua y aire, y significan una forma de recolonización territorial.

Como expresión de esta estrategia del capital, en los últimos años se han agudizado los procesos de privatización, mercantilización y financiarización de la naturaleza, expresados en los principios de la economía verde, que nos presenta las falsas soluciones a la crisis climática. Algunas de ellas son: Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), proyectos de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques (REDD), transgénicos, agrocombustibles, geoingeniería, megaproyectos hidroeléctricos, centrales nucleares, fractura hidráulica («fracking»), agricultura climáticamente inteligente.

La estrategia del capital pasa también por lo que llamamos arquitectura de la impunidad de las corporaciones transnacionales y gobiernos, a través de los tratados de libre comercio y protección de inversiones, entre otros, que pretenden privatizar servicios esenciales como el agua, la educación, salud y vivienda, y atentan contra los derechos humanos de trabajadores y de los pueblos. La Cumbre de los Pueblos rechaza todas estas estrategias del capital

Como expresamos antes, denunciamos el sistema capitalista-patriarcal que sostiene la opresión y control sobre el cuerpo, el trabajo y la vida de las mujeres, promueve la violencia sexual y la trata, las margina de diversos ámbitos de la vida social y pública. Es necesario transitar hacia otra división social del trabajo, que elimine la subordinación del trabajo femenino, que no invisibilice el trabajo del cuidado –que hace posible la reproducción social– ni lo subordine a los mandatos del mercado. Exigimos un cambio radical que reconozca el trabajo reproductivo como la base de la sustentabilidad humana y de las relaciones entre las personas y comunidades.

Todas las alternativas deben incorporar la perspectiva feminista y promover una relación más justa entre hombres y mujeres.

Abogamos por la promoción de un consumo responsable y no alienado, basado en la adopción de hábitos y pautas de consumo saludables, y de acuerdo con la necesidad humana, no sujeta a la ambición del capital. Un consumo que no contribuya a la contaminación ambiental ni al cambio climático. Alentamos el uso responsable de los recursos vitales, el reciclado y el manejo sustentable de los residuos sólidos. Nos comprometemos a promover la conciencia ciudadana respecto a las acciones que podemos llevar adelante individual y colectivamente para avanzar hacia un mundo más justo.

Los Estados deben tomar decisiones y medidas inmediatas de protección, conservación o restauración de las cuencas, los ecosistemas, las altas montañas, bofedales, humedales, páramos, estepas, bosques, acuíferos, lagos, ríos, manantiales, zonas marinas costeras, que alimentan a la Madre Tierra. Esos ecosistemas y fuentes de agua son afectados por las actividades de las industrias extractivas, como la minera, petrolera, carbonífera y gasífera, por las talas de árboles y el arrojo de desechos, entre otras causas. Se debe garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento, en igualdad de condiciones, acceso y salubridad. Esto sólo se puede garantizar con empresas públicas en manos públicas.

La Cumbre de los Pueblos cuestiona la incoherencia del Gobierno peruano en su calidad de presidente de la COP 20. Por las políticas ambientales, laborales y tributarias adoptadas recientemente a favor de la inversión privada –rebajando estándares y regulaciones que afectan derechos colectivos, ambientales y culturales–. Denunciamos la represión que sufren representantes indígenas, dirigentes sindicales y campesinos, activistas ambientales, así como los hostigamientos a delegaciones que arribaron a la Cumbre de los Pueblos desde diversas regiones del país y el exterior.

La Cumbre de los Pueblos cuestiona la captura corporativa de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Las grandes corporaciones transnacionales «acompañan» a los gobiernos en las negociaciones globales para acordar medidas que tienen por único fin limpiar de responsabilidades a los países industrializados por sus emisiones de gases de efecto invernadero y por ser los principales responsables del cambio climático. Exigimos que los pagos por servicios de la deuda externa e interna –que ahogan a los pueblos y limitan la capacidad de los Estados para atender necesidades básicas de las poblaciones–, se destinen a hacer frente a la crisis ambiental y climática, porque de ello depende la sobrevivencia de la Humanidad y todas las especies vivas del planeta.

La Cumbre de los Pueblos saluda la movilización comprometida y entusiasta de las decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo que participaron de la Gran Marcha Global en Defensa de la Madre Tierra (10/Dic) en Lima y en otras ciudades del planeta. Esta gran concentración de organizaciones, movimientos y delegaciones del Perú y numerosísimos países es la expresión más clara de la posición de los pueblos a favor de un mundo justo y democrático, que garantice la armonía entre la existencia humana y los derechos de la Naturaleza y la Madre Tierra.

Seguiremos fortaleciendo la articulación de nuestras luchas, de forma activa y permanente en las múltiples movilizaciones del 2015, con un especial momento de activismo en París, Francia, donde se llevará a cabo la COP 21. Desde ya los movimientos sociales del mundo nos preparamos para dar continuidad a las luchas desde nuestros territorios en defensa de la vida, hasta que nuestras exigencias sean atendidas. Seguiremos en lucha hasta cambiar el sistema… No el Clima!

Cumbre de los Pueblos

Lima 11 de diciembre 2014

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Perú: Cumbre de los Pueblos entrega propuestas a la COP 20 y se prepara para encuentro en París

11 de diciembre de 2014

compolcumbre.jpgEsta tarde la Comisión Política de la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climàtico entregó al ministro del Ambiente y presidente de la COP 20, Manuel Pulgar Vidal, la Declaración de Lima.

El documento sintetiza las demandas de una diversidad de organizaciones, movimientos, colectivos sociales, sindicales, de mujeres, campesinos, indígenas, juveniles, entre otros, peruanos e internacionales, sobre la responsabilidad del actual sistema en el cambio climático.

La Declaración de Lima es el documento final resultante de la Cumbre de los Pueblos, evento alternativo a la Conferencia de las Partes (COP 20), y que convocó a ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo para abordar las acciones que deben tomar los gobiernos en torno a los gravísimos efectos del cambio climático.

El documento contiene una serie de cuestionamientos al sistema capitalista y a la propia COP 20 que se está dejando influenciar por los intereses de los países industrializados y las grandes corporaciones, que tienen una enorme responsabilidad en la emisión de los gases de efecto invernadero que calientan el planeta.

«Las grandes corporaciones transnacionales ‘acompañan’ a los gobiernos en las negociaciones globales para acordar medidas que tienen por único fin limpiar de responsabilidades a los países industrializados por sus emisiones de gases de efecto invernadero y por ser los principales responsables del cambio climático», expone la Declaración.

Ibis Fernández, dirigenta de la CGTP.
En otro punto, los firmantes exigen a los gobiernos el respeto a sus territorios, derechos y modos de vida, culturas, y el mundo que habitan.

En ese sentido, demandaron el reconocimiento de la propiedad territorial de las comunidades que tradicionalmente han vivido en sus territorios y cuestionan las falsas soluciones que se presentan para resolver el cambio climático.

«No aceptamos el control externo de los territorios, ni los procesos de negociación e implementación de las falsas soluciones al clima. Los Gobiernos deben tener como eje central el respeto de nuestras formas de vida ancestrales y el reconocimiento a nuestra autodeterminación como naciones y pueblos originarios», apunta el documento.

Manuel Pulgar-Vidal, ministro del Ambiente y presidente de la COP 20.

De otro lado, los actores sociales reunidos en la Cumbre de los Pueblos pidieron que el conjunto de iniciativas orientadas a revertir la destructiva tendencia climática hacia la que ha sido conducido el planeta, considere las responsabilidades históricas de los países desarrollados y «el reconocimiento y reparación de la deuda histórica y ecológica que tienen con el Sur global».

También se cuestionó el sistema capitalista-patriarcal que sostiene la opresión y control sobre el cuerpo, el trabajo y la vida de las mujeres y que todas las alternativas deben incorporar la perspectiva feminista y promover una relación más justa entre hombres y mujeres.

Cuestionan incoherencia del gobierno peruano

La Cumbre de los Pueblos criticó también el actuar del Gobierno peruano en materias como la ambiental.

«La Cumbre de los Pueblos cuestiona la incoherencia del Gobierno peruano en su calidad de presidente de la COP 20. Por las políticas ambientales, laborales y tributarias adoptadas recientemente a favor de la inversión privada –rebajando estándares y regulaciones que afectan derechos colectivos, ambientales y culturales–».

La Cumbre saludó también la movilización comprometida y entusiasta de los miles de ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo que participaron de la Marcha Mundial en Defensa de la Madre Tierra que se desarrolló el 10 de diciembre en Lima con el lema «Cambiemos el sistema, no el clima».

Asimismo, anunciaron que continuaran con su trabajo de fortalecimiento de articular las luchas, «de forma activa y permanente en las múltiples movilizaciones del 2015, con un especial momento de activismo en París, Francia, donde se llevará a cabo la COP 21».

En la reunión desarrollada esta tarde en la sala de reuniones del Pabellón B de la sede de la COP 20, en el Pentagonito, estuvieron presentes, en representación del la COP 20, el ministro del Ambiente y dos de sus viceministros. Por parte de la Cumbre de los Pueblos estuvieron delegados de las 13 organizaciones a cargo de su realización.

Estas son la Asociación Nacional de Productores Ecológicos – Alianza de Organizaciones Agrarias (ANPE PERÚ-AOA), Confederación Campesina del Perú (CCP), Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Confederación Nacional Agraria (CNA), Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (CUNARC –P), Federación de Estudiantes del Perú (FEP) y colectivos juveniles / Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas y Asalariadas del Perú (FENMUCARINAP) / Federación Nacional de Trabajadores del Agua Potable (FENTAP) / Grupo Perú COP20 (GPCOP20) / Marcha Mundial de Mujeres (MMM) / Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónica del Perú (ONAMIAP) / Unión Nacional de Comunidades Aymaras del Perú (UNCA).

También participaron dos representantes franceses de la Coalición Clima 21 que tienen la responsabilidad de organizar una Cumbre de los Pueblos paralela a la COP 21. Se trata de Txetx Etcheverry de Alternatiba y Jacqueline Balvet de ATTAC.

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Perú: Más de 10 mil personas marcharon por las calles de Lima en defensa de la Madre Tierra

11 de diciembre de 2014

IMG_20141210_123922369.jpgConvocada por las organizaciones peruanas que componen el Pacto de Unidad y en el marco de la Cumbre de los Pueblos frente al cambio Climático, dio comienzo la Marcha en defensa de la Madre Tierra, el pasado 10 de diciembre

Concentrados en el Campo de Marte desde las nueve de la mañana miles de personas fueron dándole colorido y fuerza a la movilización

Luego de recorrer distintas Plazas de Lima buscando la suma de más gente a luchar en defensa de nuestros territorios la marcha terminó en la Plaza San Martín, emblema de la unidad latinoamericana.

Allí los distintos oradores remarcaron que los acuerdos finales del encuentro internacional de las grandes potencias del mundo, la COP 20, que se realiza en Perú, no establecerán metas reales de control sobre los cambios climáticos.

«Si la COP 20 fuera realmente para sanar la problemática ambiental en el mundo pondrían fin a la tentativa de efectivizar el proyecto minero Conga, en Cajamarca, este proyecto de extracción de oro que venimos resistimos desde hace mucho para impedir su implantación, pues acabaría con las aguas en el norte de Perú», afirmaba Ydelson Hernández, de las Rondas Campesinas de Cajamarca.

Varios referentes de los movimientos campesinos y agrarios del Perú, entre ellos Antolín Huáscar de la CNA y Lourdes Huanca, de la FEMUCARINAP, compartieron ante los presentes el mensaje de lucha organizada y el repudio a los acuerdos de la COP 20

Además se dirigieron a la multitud que poblaba la plaza dirigentes estudiantiles, sindicalistas, indigenistas del Perú

También se contó con el aporte de dirigentes y referentes de organizaciones latinoamericanas y mundiales como la Marcha Mundial de las Mujeres, Confederación Sindical de los Trabajadores de América y la CLOC – Vía Campesina.

Diego Montón, parte de la Secretaría Operativa de la CLOC – Vía Campesina resaltó en su breve pero contundente discurso lo inútiles que eran los acuerdos que se estaban dando en la COP 20 ya que no tenían en cuenta a los únicos que podían frenar el Cambio Climático, los pueblos organizados del campo y la ciudad y la necesidad de avanzar en la unión latinomericana, de seguir construyendo la Patria Grande, como lo quiso el Che Guevara, Hugo Chávez, Simón Bolívar, José Artigas. San Martín, entre otros.

La marcha fue parte de la programación de la Cumbre de Los Pueblos, que cierra el jueves 11 de diciembre, con debates sobre el papel de los campesinos, indígenas y trabajadores de la ciudad en la verdadera tentativa de frenar los daños ambientales provocados por grupos transnacionales en América Latina.
«El capital transfiere sus crisis para otras partes del mundo, la COP-20 es eso, discutir como expandir esas crisis para los países del Sur. Por tanto, cabe a los campesinos, indígenas, trabajadores unirse, porque ellos son los verdaderos medios para conseguir frenar proyectos absurdos como Conga y alimentar al mundo, además, de preservar los bosques en pie. Los grandes contaminadores del mundo, que están cerrando la COP 20 no van a hacer eso», resaltó Jorge Pérez de la Confederación Campesina Peruana (CPP).

Las organizaciones participantes de la Cumbre publicarán como cierre de la Cumbre un documento con los principales y reales puntos de necesidad para contrarrestar los cambios climáticos, que será entregado a los representantes de los países en la COP-20. Uno de los temas centrales es la lucha contra el capitalismo verde en la agricultura.

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Perú: La verdadera Agricultura Climáticamente Inteligente es la de los campesinos indígenas

10 de diciembre de 2014

IMG 3664 compYa terminando el segundo día de actividades, en una de las carpas montadas en el Parque de las Exposiciones en el marco de la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático se desarrollo un taller denominado: Trampas Climáticas y Agricultura Climáticamente Inteligente

Este taller estuvo coordinado por el Grupo ETC y tuvo la participación de compañeros de la CLOC – Vía Campesina y de la Vía Campesina Internacional entre otros

Silvia Ribeiro, Directora de América Latina del grupo ETC pusieron en contraste el modelo agroindustrial a gran escala y el modelo campesino y de pequeños agricultores demostrando con números lo que ya se evidencia en la realidad: el modelo agroindustrial impuesto por el actual sistema capitalista y explotador no sólo que no garantiza que la gente se alimente, sino que muchas veces lo evita, ya que favorece el derroche, el consumo sin límites y además es ineficiente productivamente, climáticamente y socialmente.

Nota relacionada: Cómo contribuye el sistema alimentario agroindustrial a la crisis climática

Jean Baptiste Chavannes del Mouvman Peyizan Papay – MPP de Haití, miembro de la CLOC – Vía Campesina también arrojo números muy claros que nos sirven para comparar ambos modelos

Apenas entre el 20 y el 30 % de las tierras agrícolas de nuestro planeta están en manos de los pequeños productores familiares, campesinos, pescadores artesanales, étc y alimentan al 80 % de la población mundial.

Las grandes empresas productoras de alimentos desechan más del 30 % de los mismos, ya se pudren muchas veces en los salones de acopio, debido a que lo que realmente procuran es hacer un negocio rentable con la alimentación mundial y no ayudar a combatir el gran flagelo del hambre (más de un millón de personas en el mundo están en situación de emergencia alimentaria)

Además fomentan la contaminación con el negocio de las bolsas plásticas y producen una cantidad creciente de basura que no se puede reciclar
Dan Kretschmar, de la National Farmers Union – NFU, miembro de La Vía campesina en Canadá resaltó que en su organización reconocen que su país es parte de los grandes responsables del Cambio Climático pero a la vez la situación del campesinado y los pequeños productores los hace víctimas del mismo por el acaparamiento de tierras, semillas, aguas, tecnologías, étc.

Verónica Villa, Coordinadora General del Programa de trabajo de ETC, aclaró que las nuevas propuestas de la agricultura agroindustrial para enfrentar el Cambio Climático como la Energía Nuclear, los Bio- Combustibles, los bonos de Carbono, la Emisión Cero de Gases, no dejan de ser una trampa, más de lo mismo que vienen haciendo hace años con las consecuencias que todos conocemos: Concentración de tierras, pérdida de soberanía del pueblo y sus gobernantes, aumento deliberado de precios, mala distribución de los alimentos, pérdida de conocimientos ancestrales y de identidad, contaminación, explotación y expulsión del campesinado hacia las ciudades.

En definitiva no tiene nada de inteligente la serie de propuestas que plantean, son solo falsas soluciones.

Por eso el mensaje unánime de los oradores fue que es muy necesaria la organización de los campesinos indígenas, pescadores artesanales, afrodescendientes, trabajadores rurales, pequeños productores y todos aquellos que vienen siendo hace siglos excluidos por este sistema.

Esta a la vista que la verdadera agricultura climáticamente inteligente es la de la producción campesina, la de los pequeños productores que a lo largo de la historia de la humanidad han acumulado saberes y conocimientos y han sorteado miles de barreras para subsistir.

La otra, la que plantea el empresariado del agronegocio, puede que les sea rentable, pero no es para nada inteligente ni para con la sociedad, ni para con el medio ambiente, por lo tanto no es más que una trampa.

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Perú: Cientos de jóvenes latinoamericanos se reunieron para diagnosticar impactos y proponer soluciones frente al Cambio Climático

10 de diciembre de 2014

IMG 3639 compDesde temprano en la mañana y hasta las 18 hs jóvenes latinoamericanos y del munod se dieron ayer cita en una de las carpas montadas en el Parque de las Exposiciones en el marco de la Cumbre de los pueblos Frente al Cambio Climático, que comenzó el pasado 8 de diciembre en Lima

En un debate nutrido por el trabajo en pequeños grupos y su posterior devolución en plenarias abordaron todas las complicaciones que el sistema capitalista, imperialista y explotador les genera en el cotidiano de sus vidas

Gran parte de las discusiones apuntaron a no dejar de luchar contra este sistema que propone muerte y exclusión de múltiples formas: alejando a los campesinos y pequeños productores familiares de sus tierras, contaminando además las aguas y los suelos, provocando concentración de bienes naturales y promoviendo el éxodo de jóvenes hacia las ciudades en la búsqueda de oportunidades que difícilmente encuentran allí.

Al terminar la jornada siguieron convocados realizando afiches, banderas, pancartas, pasacalles pensando en la Marcha en defensa de la Madre Tierra programada para el miércoles desde las 9 de la mañana en el Campo de Marte. Fue muy positivo el ánimo de intercambiar además bailes, canciones típicas de cada rincón de la América.

A Continuación compartimos la síntesis del Diagnóstico y las propuestas que realizaron frente al Cambio Climático

Diagnóstico

PRODUCCIÓN. Condiciones adversas de la producción agrícola debido a los cambios climáticos imprevistos, sequias, heladas, lluvias extremas, étc. No existen políticas agrarias que favorezcan la pequeña agricultura, Uso de agroquímicos y semillas transgénicas.

TRABAJO. Juventud grupo de especial vulnerabilidad ante el Cambio Climático, Falta de oportunidades en el campo, los jóvenes migran a las ciudades o son manos asalariadas en extensiones de monocultivo, coca, café, cacao, soya, palma, étc. El cambio climático influye en el desempleo, No hay mercados campesinos locales. Precarización del trabajo, Prostitución de las mujeres cerca de los grandes proyectos, embarazo de niñas y jóvenes, Aumento de la violencia entre las mujeres, Despojo y expulsión de jóvenes del campo a las ciudades

EDUCACION Las transnacionales evitan que el gobierno pueda generar políticas educativas que puedan ser conscientes del Cambio Climático. Hay una responsabilidad de cada uno también en el Cambio Climático, porque nosotros podemos generar colectivo y generar organización, Hay una centralidad de las decisiones cuando se hacen consultas a las comunidades responden solo los jefes de familia que son varones y las mujeres y jóvenes quedan de lado, Lo principal que identificamos es la falta de organización y participación de la juventud en las mismas. Acceso o dificultad a la educación superior, educación privada, no hay educación en el campo y para el campo, Falta de educación ambiental, Perdida de valores culturales e identidad cultural, Crecimiento insostenible de las ciudades, Modelos de desarrollo y consumo no sostenibles.

VIOLENCIA. Aumento de conflictos sociales, socio-ambientales etc., Aumento de la violencia contra la juventud del campo y la ciudad, Persecución y Homicidios, juventud negra indígena campesina, Militarización para garantizar a las transnacionales la explotación de los bienes naturales. Leyes que criminalizan la protesta social y a sus líderes permitiendo que la policía use libremente sus armas. Problemática de los refugiados ambientales, Trata de personas, a causa de las migraciones forzadas por la falta de oportunidades,

TERITORIO. Acaparamiento de tierras por parte de las grandes empresas, Explotación de los bienes naturales por las transnacionales. Uso y abuso de los recursos naturales sin ninguna responsabilidad rompiendo las cosmovisiones y el respeto por la madre tierra y los derechos colectivos. EXTRACTIVISMO, Deforestación, Proyectos de minería, hidroeléctricas y el modelo productivo del agronegocio, Contaminación de la naturaleza y de los seres humanos generando una serie de enfermedades

IDENTIDAD. Perdida de la identidad campesina indígena y de las culturas y saberes ancestrales (lenguas), Manipulación desde los grandes medios de comunicación para imponer un modelo de consumo a los pies del sistema neoliberal contra la soberanía de los pueblos en el territorio. Abandono de las prácticas medicinales tradicionales. Modelo de consumo individualista se han perdido los valores humanos.

Propuestas

Alternativas de desarrollo al modelo Neoliberal

Cambiar los sistemas de producción, Uso de energías alternativas, Derechos colectivos, Sistemas colectivos, Basar la agricultura a modelos comunitarios, No a la minería, Unificar esfuerzos contra el calentamiento global, Incorporar a los jóvenes en la toma de decisiones y a los sabios de la comunidad, Revalorar a la pequeña agricultura

Recuperar territorios de las comunidades, Elevar a nivel de leyes las propuestas de Vivir bien, Mini-agricultura como práctica para la adaptación al cambio climático en las ciudades y el campo. Producción orgánica, Recuperación de saberes ancestrales y en relación respetuosa con la naturaleza, Asumir que los seres humanos no somos superiores y respetar los ciclos de vida de la naturaleza, Ordenamiento territorial con participación comunitaria

Fiscalización a las empresas y compañías transnacionales A partir de normas y organizaciones de la sociedad civil y que el estado garantice el cumplimiento, Articulación de los diferentes tipos de organizaciones respetando las diferencias para enfrentar al poder con una agenda común, Fortalecer y articular a las organizaciones no reconocidas por el Estado, Aspirar a un sistema político que permita que las necesidades de los pueblos estén representados por sus propias autoridades comunales

Soberanía Alimentaria y sistemas de producción agroecológica

No a los transgénicos, Promocionar las ferias ecológicas, Conservar nuestras semillas autóctonas, Recuperar los saberes ancestrales e intercambios de experiencias, El no uso de los pesticidas y y fertilizantes sintéticos, Recuperar las propias semillas locales
Promover campañas de difusión en la conservación de las semillas entre países, Incorporar a la currícula de educación el cuidado del medio ambiente, Impulsar la incidencia política sobre la Soberanía Alimentaria con la participación de los productores, Sensibilización de los consumidores sobre la importancia de los productos ecológicos a través de la TIC
Incidir en la certificación orgánica de los productos, Intercambiar y promover el valor agregado de los productos ecológicos, Trabajar contra el sistema capitalista neoliberal «dejar de ser dependientes»
Promover el comercio con justicia, Promover la conservación de la biodiversidad, Los medios de comunicación deben apoyar y difundir las bondades de los productos ecológicos, Promover la información de prácticas y técnicas agroecológicas, Recuperar los suelos, Crear centro de investigaciones de productos ecológicos y germoplasma (semillas).
Promover la responsabilidad social y política en la Soberanía Alimentaria y sistemas de producción ecológica, «la semilla no se vende se defiende»

Conflictos socio-ambientales

Agua como derecho humano, No olvidar practicas ancestrales, Monitoreo de agua comunitario, La tierra como medio de producción de alimentos, Exigir que los países más contaminantes reduzcan sus emisiones, Granjas ecológicas familiares, Hacer una red juvenil para intercambiar información, Transformar hábitos desde uno mismo, Proponer la declaración universal de los derechos de la naturaleza

Participación política, toma de decisiones y equidad de género

Considerar la participación de los jóvenes en los espacios de decisión, concertación y fiscalización en proyectos y acciones en políticas públicas, Organizarnos y articularnos con otras organizaciones, Capacitación para los jóvenes en promoción y gestión pública, Participación inclusiva de jóvenes, Formación desde la niñez Escuelas de política, jóvenes como parte del gobierno, Gerencia exclusiva para jóvenes, Crédito para proyectos de jóvenes, Contribución en el fortalecimiento de la revaloración de la cultura, 50% de participación en alternancia de genero
Fomentar canales interculturales, Asignación de presupuestos para el fortalecimiento de organizaciones juveniles, Oportunidades de trabajo para los y las jóvenes, Impulsar la formación preuniversitaria gratuita, Rechazo a las falsas soluciones del sistema capitalista (red. Etc)
Mejorar la movilidad urbana, Derecho a una educación digna, Trabajo digno y no explotación, Mercados locales, Relación campo ciudad, Organización de movimientos juveniles, Plataforma desde la juventud latinoamericana y del mundo

«Queremos chicha, queremos maíz, transnacionales fuera del país»
«La juventud consciente defiende el medio ambiente»
«El capitalismo te está matando y tú sigues comprando, Neoliberalismo…Destrucción, Armonía con la naturaleza… Solución»
«El planeta no se vende, el planeta se defiende»
«Esta es nuestra tierra, este es nuestro ser, toda Latinoamérica tiene que renacer»
«Abajo la riqueza, abajo la pobreza, busquemos el bien de la naturaleza»
«La pachamama no se toca, no se vende, se defiende y se valora»

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Perú: La Vía Campesina en la Cumbre de los Pueblos

9 de diciembre de 2014

vcencumbre.jpgAyer inició la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático, tras una semana de deliberaciones de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP20) que han convertido a esta ciudad en capital global de la crisis del clima causada por el incremento de las emisiones industriales de gases de efecto invernadero (GEI).

La COP tiene un carácter intergubernamental mientras que la cumbre alterna reúne a representantes de comunidades, movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil preocupados por la falta de entendimiento entre los gobiernos para frenar las emisiones de GEI.

La Cumbre de los Pueblos se desarrolla en forma paralela a la COP desde 2009, cuando las negociaciones entre los gobiernos entraron en crisis al no poder materializar un acuerdo que sustituyera al Protocolo de Kioto.

Esta cumbre tiene la presencia de organizaciones de mujeres, campesinos, indígenas y activistas de todos los continentes y la participación masiva de movimientos de los países del Cono Sur de América. Fue inaugurada a las 5 de la tarde de ayer con intervenciones de la alcaldesa de Lima, el alcalde de Bogotá y dirigentes de movimientos campesinos, sindicales y juveniles, pero las exposiciones, conferencias, talleres y conversatorios, entre otras actividades, inician por la mañana en el Parque de la Exposición, en pleno centro histórico de la capital peruana.

Como parte de las actividades de la cumbre, ha sido convocada la Marcha de los Pueblos el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. Con esta fecha la ONU conmemora el aniversario de la aprobación de su Declaración Universal realizada en 1948.

Esta vez la cumbre ha convocado al mundo a movilizarse por el derecho de todos los sistemas vivos a prevalecer en el planeta a pesar de las actividades depredadoras capitalistas. La movilización global busca demoler la influencia de las corporaciones trasnacionales en las negociaciones sobre el clima.

La cumbre ha sido precedida por encuentros como el de Mujeres por la Justicia Climática en Defensa de la Madre Tierra, realizado en junio en esta ciudad.

Con dedicatoria a la COP20 que reúne a 190 gobiernos con el reto de alcanzar consensos vinculantes que serían firmados en París el año próximo, las integrantes de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú (FENMUCARINAP), la Confederación Nacional Agraria (CNA) y la Confederación Campesina del Perú (CCP) se reconocieron como guardianas de la biodiversidad y denunciaron que la crisis del clima es consecuencia del orden mundial patriarcal y un modelo productivo de consumo mercantilista y depredador.

Demandaron acceso a la tierra, al agua y al territorio, una presencia activa en los espacios de decisión política en todos los niveles y reconocimiento a sus aportaciones en todos los ámbitos de las actividades familiares, comunitarias y sociales.

Las mujeres como víctimas ocultas de la crisis climática está previsto como uno de los tremas fundamentales de la cumbre.

La Vía Campesina, movimiento que conjunta millones de campesinos y campesinas de más de 90 países de todos los continentes, en su posicionamiento dado a conocer hace unos días sostuvo que ya es tiempo de cambiar en forma radical e modelo industrial de producir, comerciar y consumir alimentos y productos agropecuarios.

La organización global de pequeños productores consideró que la agricultura campesina a pequeña escala y el consumo local de alimentos va a revertir la devastación actual y a sustentar a millones de familias, provocando un descenso de la temperatura global al disminuir las emisiones de carbono a la atmósfera.

Según La Vía Campesina, la agricultura industrial es una de las principales causas del cambio climático al transportar alimentos por todo el planeta, al imponer la mecanización y uso de agrotóxicos derivados del petróleo y al promover la deforestación y el monocultivo destruyendo la biodiversidad y su capacidad para absorber carbono.

La Vía Campesina exigió el desmantelamiento completo de los agro negocios que están despojando a los productores de sus tierras y generando desastres ambientales, el reemplazo de la agricultura industrial por la agricultura familiar campesina sostenible, la prohibición de semillas transgénicas y agrocombustibles pues no constituyen solución alguna, así como reducir en general el consumo de energía y promover políticas públicas para la soberanía alimentaria.

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Perú: La Agricultura Campesina Indígena en las negociaciones de la COP 20

9 de diciembre de 2014

conga_1_de_1.jpgAportes desde las organizaciones de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – Via Campesina

Estamos en la vigésima Cumbre de las Partes Climático, del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP20) donde se intenta lograr compromisos significativos frente a la crisis climática en el mundo. Desde las Organizaciones Campesinas esperamos que en estas negociaciones la agricultura familiar campesina indígena no sea como en muchas cumbres anteriores la gran olvidada, ya que los impactos del Cambio Climático sobre nuestros sistemas agroalimentarios van en aumento, agravándose entre otras causas por los modelos extractivistas impuestos en la Región que llevan a la privatización de los recursos naturales y al acaparamiento de tierras en unas pocas manos para la producción de monocultivos convencionales a gran escala en su mayor parte para la exportación.

En lo que se refiere a los impactos del Cambio Climático en la población, es un hecho que las poblaciones que más sufrirán sus consecuencias serán las más empobrecidas y vulnerables, donde se incluyen de forma concreta nuestras comunidades indígenas y campesinas. Es más, las consecuencias del Cambio Climático y sus impactos ya se están manifestando sobre la agricultura, base del sustento, de la economía y de las formas de vida de los pueblos indígenas, originarios y campesinos.

Se sabe que las familias campesinas indígenas que se dedican a la agricultura familiar son las que más ayuda necesitan para adaptarse al cambio climátio, y son pocos los países latinoamericanos que cuentan con estrategias de adaptación que prioricen la agricultura familiar y la Soberanía Alimentaria. En el contexto regional la mayoría de los gobiernos vienen implementando políticas de crecimiento económico con inclusión social, bajo modelos que priorizan formas que han demostrado ser poco sostenibles y de alta contribución al cambio climático como son la agro-exportación o la explotación de los recursos mediante megaproyectos. Además estas políticas de inclusión dirigidas a las poblaciones en alto riesgo y vulnerabilidad, promueven modelos de desarrollo asistencialista que hacen a las comunidades indígenas y campesinas dependientes, no favoreciendo su cosmovisión y su empoderamiento para ser agentes de su propio desarrollo.

En este sentido, esas políticas están teniendo y van a tener a futuro, un efecto sobre los derechos de las poblaciones más vulnerables, las cuales van a estar sometidas a mayores riesgos. Además esos efectos tendrán unos costes sociales, culturales y económicos, aparte de los ambientales, que no están siendo considerados, y que tendrán que ser asumidos por ese mismo Estado que no se está preocupando de prevenirlos. Por lo tanto, el problema no es solo ambiental, sino que es complejo en la medida que afecta a las personas y sus formas de vida, y debería abordarse contemplando toda esa complejidad.

La respuesta de las organizaciones campesinas indígenas:

Las organizaciones que integramos la CLOC-VC planteamos una solución holística que debe abarcar aspectos estructurales en lo que se debería considerar la raíz del problema, el modelo y organización de la producción, distribución y consumo de alimentos a nivel mundial que es apoyado por políticas nacionales e internacionales y que se puede caracterizar como industrial, deslocalizado y controlado por unas pocas corporaciones agroalimentarias que además vienen apostando por los cultivos transgénicos como nueva solución al hambre y las adversidades climáticas.

Otro aspecto conflictivo, que debemos enfrentar es el referido a la producción de agrocombustibles a gran escala como forma de evitar el consumo de energía fósil, ya que además de no solucionar la crisis climática, afecta gravemente al uso de la tierra para la producción de cultivos dirigidos al consumo humano agravando la crisis alimentaria.

Como campesinos y campesinas, apostamos por modelos alternativos, donde la Soberanía Alimentaría es nuestro eje central de acción. Entendemos la Soberanía Alimentaria como el derecho de los pueblos a definir nuestras propias políticas y estrategias sostenibles de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación adecuada para toda la población, con base a la pequeña y mediana producción familiar, respetando nuestras culturas y diversidad de formas campesinas, pesqueras e indígenas de producción agropecuaria, de comercialización y de gestión de nuestros territorios , en los cuales la mujer desarrolla un papel fundamental.

En este sentido, destacamos nuestra clara oposición a las grandes corporaciones agroalimentarias y exigimos su desmantelamiento completo. Estas corporaciones ocupan una posición hegemónica dentro del sistema agroalimentario mundial y sus prácticas perjudican gravemente a la agricultura indígena y campesina. Representan el motor del actual sistema agroalimentario globalizado y sustentado en la producción de alimentos estandarizados de baja calidad y en la destrucción del medio ambiente por el uso descontrolado de agroquímicos o la deforestación acelerada por la ampliación de la frontera agrícola. Además atentan contra nuestros derechos fundamentales como el acceso a nuestros propios territorios y el derecho a la alimentación.

En contraposición, proponemos un modelo de agricultura campesina indígena basado en principios de sostenibilidad tanto para la producción como para la distribución y consumo de alimentos. Dentro de este modelo los pueblos debemos ser los principales protagonistas, reconociéndose nuestro papel histórico de productoras y productores de alimentos.

Para ello es necesario visibilizar y revalorizar las prácticas, saberes y culturas ancestrales que nuestras comunidades han mantenido a lo largo de siglos, como punto de partida para el desarrollo de políticas y estrategias de mitigación y de adaptación, promoviendo el uso de tecnologías culturalmente apropiadas.

También necesitamos que se garantice el libre acceso y control de los recursos necesarios para cultivar y distribuir alimentos como territorio, semillas, tecnología o crédito. Es por ello que rechazamos la privatización y la mercantilización de los alimentos, servicios básicos públicos, conocimientos, territorios, agua, semillas y patrimonio natural y pedimos que se respeten nuestros derechos individuales y colectivos.

Frente a las actuales reglas de la Organización Mundial del Comercio, que impiden a los países fortalecer un sistema interno de producción, distribución y consumo de alimentos que priorice los intereses de la población local, reclamamos políticas y posicionamientos públicos favorables al desarrollo de mecanismos que protejan la producción nacional y local frente a las importaciones de alimentos y de capitales extranjeros destinados a la agroexportación, para que se garanticen precios justos tanto en la producción como en el consumo de alimentos.

Defendemos la agricultura campesina indígena como solución real ante la crisis climática global, ya que mantiene sistemas agroalimentarios sostenibles, que mejoran la calidad de vida en las zonas rurales y urbanas y mitigan y mejoran las posibilidades de adaptación al Cambio Climático al restablecer y mantener el equilibrio de los territorios.

Por ello, las negociaciones internacionales sobre cambio climático no deben quedarse en la mera reducción cuantitativa de gases de efecto invernadero y en el estudio del problema desde un enfoque de recursos naturales. Deben entender la adaptación y la mitigación dentro de un proceso de transformación hacia formas de vida equitativas y sostenibles, dando uso a fondos económicos controlados de forma soberana por nuestros pueblos, que son los más afectados siendo los menos contaminantes.

Como organizaciones campesinas e indígenas promovemos modelos integrales de desarrollo del Buen Vivir, que contemplan acciones y propuestas a todos los niveles, local, regional y mundial.

La crisis climática, como ya hemos afirmado, no es solo un problema ambiental, sino social, cultural, tecnológico, económico y político que exige un cambio integral hacia modelos más respetuosos con la sostenibilidad de la vida y los derechos básicos de todos los seres humanos.

Fuente: CNA – CLOC – Vía Campesina

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Argentina: Juicio por el asesinato de Cristian Ferreya – Vergonzosa sentencia del tribunal en Monte Quemado

9 de diciembre de 2014

ciccioliasesino.jpgUn poder judicial al servicio de las élites

La sentencia dictada esta mañana en la ciudad de Monte Quemado por la Cámara de Juicio Oral en lo Criminal y Correccional de Primera Nominación de Santiago del Estero, constituye una clara muestra del carácter clasista y racista del poder judicial de esa provincia. En un sentido más general, el desenlace de este histórico proceso contra los asesinos del joven campesino Cristian Ferreyra, pone en evidencia el pacto establecido entre el poder político y económico de Santiago del Estero para imponer un modelo de desarrollo y acumulación, a través de la violencia contra las poblaciones rurales.

La decisión de dar la espalda a los anhelos de justicia de un campesinado que durante la última década se movilizó en defensa de sus formas de vida y de producción, ante al avance demoledor de los agro-negocios, puede tener severas consecuencias en un futuro inmediato de intensificación de los conflictos sociales.

La tensión a la que nos referimos no es exclusiva de Santiago del Estero ni se dirime únicamente en el territorio de la ruralidad. No se trata tampoco de un exceso o anomalía. Estamos antes los efectos necesarios de un esquema de negocios articulado en función de la hegemonía del capital financiero, cuyo alcance es nacional e incluso regional. El narcotráfico, la especulación inmobiliaria, y las distintas industrias extractivas, forman parte del mismo patrón productivo, cuyo poder de corrosión penetra a las instituciones estatales, poniendo en serio riesgo las formas republicanas de la soberanía.

Javier Juárez, el asesino material, es el único condenado en la causa, a cumplir una pena de solo 10 años de prisión y al pago de 900 mil pesos en concepto de indemnización por los daños causados. Mientras tanto el empresario Jorge Antonio Ciccioli, a todas luces el verdadero responsable de la violencia instrumentada contra los campesinos, fue absuelto de todo cargo. En el mismo sentido, el resto de los integrantes de la banda parapolicial que pretendía aterrorizar a los pobladores de los parajes de San Antonio, San Bernardo y Campo de Mayo, fueron liberados de toda responsabilidad penal.

La sentencia fue precedida por un desproporcionado operativo policial, con el propósito de contener y eventualmente reprimir la movilización organizada por el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MoCaSe – VC), organización a la que pertenecía el joven Cristian Ferreyra.

El desafío para los movimientos populares y de crítica que pugnan por una democratización real de las estructuras sociales es enorme, ante la complejidad de los tiempos que se avecinan. Desde Monte Quemado, Angel Strapazón, uno de los referentes del Movimiento Nacional Campesino Indígena afirmó: «Ya lo dijo José Martí: la justicia es un largo laberinto, cañadas y precipicios. Lo estamos comprobando y constatando dolorosamente, a veces a los golpes.

Podemos putear, indignarnos, reaccionar. Pero somos inteligentes y sabemos que el momento de recibir un golpe es también el momento de mostrar el poder de sobrevivencia. Es un momento para la inteligencia y la astucia. Y tendremos que volver a recurrir al mismo poder judicial. Sabemos que es una de las corporaciones más duras, vinculadas a los grupos hegemónicos. Igual vamos a apelar hasta el infinito, todo lo que nos permita el poder judicial argentino».

 

Spots de difusión:
https://www.youtube.com/watch?v=kTSxtbPNO4Y
https://www.youtube.com/watch?v=7eoBmR44Fpo

Para más información:
Comunicación del MOCASE-MNCI: Margarita Gómez 03843577620, Deolinda Carrizo 03844 15408668 /01133489316, Santiago Uriate 1166465136.

Instituto de Investigación y Experimentación Política: Mario Santucho 01165488027

CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales): 43344200 int 109/118

www.mocase-vc.blogspot.com.ar
www.mnci.org.ar
www.iiep.com.ar

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