Chile produce entre 3 a 5 veces más energía con relación a demanda y capacidad instalada
Existe un amplio desborde con respecto al desarrollo energético en Chile, con una sobre oferta que va con un amplio crecimiento considerando lo cientos de proyectos de energía que están ingresados para calificación en el sistema de evaluación ambiental (SEA), cuya explicación radica en dos claves: La expansión minera hacia el sur de Chile y la exportación de energía, principalmente hacia Argentina y que se relacionan a la expansión petrolera – fracking y también minera.
Los datos son descomunales. En el día de mayor consumo de energía en Chile en comparación a la capacidad instalada existe una relación de tres veces más y en comparación con el menor día de consumo de energía la relación incluso supera en cinco veces más, lo que demuestra la sobre producción que hay y los diversos niveles de especulación que se relacionan con la expansión del extractivismo y la exportación de energía.
El Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) señalaba durante el 2017 que en base a capacidad Instalada de producción de energía en Chile y en comparación a la demanda máxima horaria para los sistemas de interconexión SIC y SING, “se puede concluir que en Chile hay una capacidad instalada para producir mucho más del doble de la electricidad en días de máxima demanda (…) Se entiende que para que el sistema tenga un respaldo y se pueda atender en un 100% la demanda energética, que es variable en las distintas horas del día y en distintas épocas del año, se requiere una capacidad instalada superior a la demanda real, por los imprevistos, mantención, factor de potencia etc., pero claramente en este caso la capacidad instalada está largamente sobre dimensionada. No hay crisis de abastecimiento a la vista”, indicaba Lucio Cuenca, coordinador de la organización.
Ya en el año 2015, el movimiento “Los ríos nos unen” señalaba que el Ministerio de Energía faltaba a la verdad con respecto a que en Chile hay una crisis hídrica, contra restándolo con los siguientes argumentos: “Chile genera el doble de energía de la que necesita, razón por la cual incluso se pretende exportar. Al mes de enero 2015, la capacidad instalada del Sistema Interconectado Central (SIC) es de 15.178,9 MW y la del Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) es de 4.785,6 MW. “En conjunto se encuentran instalados 19.964,4 MW de potencia, correspondientes a un 63% de origen térmico, un 31,9% de origen hídrico, un 3,6% de origen eólico y un 1,4% de origen solar. En ese mismo mes, las demandas máximas del SIC y del SING alcanzaron los 7.527,8 MW y 2.340,8 MW, respectivamente”, indicaron, quienes dieron como una de sus fuentes el Boletín del Mercado Eléctrico SECTOR GENERACIÓN.
Cifras y relación descomunal
Durante el año 2016 la capacidad instalada de energía, incluyendo el sistema de interconexión norte y centro sur (Sing, SIC, Smmm), llegaba a 22.045 MW categorizada en un 58 % de termoelectricidad, 28 % de hidroelectricidad, y un 14 % a lo que denominan Energías renovables no convencionales. En dicho año, el día con mayor demanda de energía fue el 20 de enero, alcanzando a 7.789 MW. La demanda mínima del año, fue de 4.051 MW el día 1 de enero del 2016, quintuplicándose y más durante el 2017, información de acuerdo al anuario estadístico de energía de la CNE y Ministerio de Energía.
Al año 2006 la capacidad instalada era de 10.462 MW, es decir que en 10 años llegó al doble. E consumo mínimo dicho año era de 2.650 y el máximo de 6.064 MW.
Se estima asimismo en cuanto a la capacidad instalada de la hidroelectricidad en Chile, que esta llegará a cerca de 8.000 MW en la matriz energética local, de los cuales el 99,5% se ubicaría en la zona centro-sur del territorio, según lo indica el estudio “Rol de la Hidroelectricidad en Chile”, elaborado por el Instituto de Ingenieros y dado a conocer a fines del 2017. Las cifras en eólicas son mucho más descomunales.
Energía: Nuevo pilar del desarrollo neoliberal
El ex Ministro de Energía, Máximo Pacheco Matte, es uno de los principales responsables en levantar con una nueva planificación el último pilar del modelo neoliberal chileno, el de desarrollo de energía, a tal punto, que la producción de energía comenzó a exportarse a Argentina, dando luz verde a múltiples proyectos de empresas chilenas y transnacionales para inversiones, abriendo aún más la capa neoliberal que por años estuvo controlada por un oligopolio (Endesa y Colbún) y que progresivamente ha venido creciendo con los años, con plena luz verde durante la gestión de Pacheco Matte como Ministro de Energía, existiendo una verdadera invasión de decenas y decenas de empresas de energía con diversos proyectos: hidroeléctricas (represas, centrales de paso y mini hidros), mega parques eólicos, termoeléctricas de diverso tipo, geotermias, existiendo en estos momentos cientos de proyectos en el sistema de evaluación ambientales y miles en carpeta en el Ministerio de Energía.
Es importante destacar, que el enorme aumento de cientos de proyectos de energía en el centro sur de Chile (hidroeléctricos y eólicos), estarían relacionados para la exportación al extractivismo en Argentina (minero y petrolero – fracking) y para futuros proyectos mineros en el centro sur de Chile.
Cabe mencionar que en las zonas sur en ambos lados de la cordillera existe una planificación geopolítica militar destinada a facilitar las interconexiones y salidas de materias primas relacionadas al extractivismo, lo que en buena parte se relaciona con corredores bioceánicos del IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), que involucra, por ejemplo, zonas fronterizas como Lonquimay Pino Hachado para conexión de puertos como Talcahuano con el principal objetivo de facilitar la salida del petróleo y fracking de Provincias como Rio Negro, Pampa y Neuquén en Argentina. Asimismo, es posible relacionar las mejoras en infraestructuras viales en zonas cordilleranas de la Araucanía como Liquiñe – Curarrehue – Pucón – Panguipulli que también estarían relacionadas. Por su parte, también involucra el paso Puyehue cardenal Samoré en Osorno, estableciéndose para conexiones varias, incluyendo hacia Puerto Corral entre otros. Otro paso clave que se ha establecido es el de Puelo – Manso al oeste sur de Los Lagos – Llanquihue que estaría vinculado a yacimientos mineros en Palena (Chile) y Chubut (Argentina), así como con todo el extractivismo especulativo que se pretende en Chiloé. De la misma forma, la conexión del paso internacional en Aysén y conexión con camino Longitudinal Austral hasta Magallanes vinculado a Argentina.
El 2 de noviembre del 2017, los Gobiernos de Chile y Argentina (Bachelet y Macri), anunciaban el Tratado de Libre Comercio entre ambos países, siendo uno de los propósitos la exportación e intercambio en desarrollo energético y extractivismo, principalmente relacionados con la industria petrolera, minera y forestal (celulosa), esto, mientras las políticas de represión aumentan y se coordinan en ambos lados de la cordillera contra la disidencia y la protesta social, principalmente en territorios de comunidades mapuche.
Alfredo Seguel