Este año nos llegó con la embestida migratoria de Estados Unidos. Con los corrales de trabajadores expulsados y los corrales de niños menores de edad retenidos (obligados a estar lejos de su familia en la USA) bajo el pretexto de reforzar los muros contra todos los latinos.
Expulsiones que fueron contra todos los países de Centroamérica desde Costa Rica hasta Guatemala.
Además, los gringos sancionaron a los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala por permitir las caravanas de migrantes a pesar de los fondos de ajustes económicos que ellos les financiaron. La CLOC-Vía Campesina de Centroamérica colocó dentro de las caravanas a sus miembros que fueron víctimas de los desalojos de sus tierras por las leyes de modernización agraria de Honduras y el no cumplimiento de los acuerdos de paz en Guatemala.
Nuestro mensaje fue hacer también de la migración, una trinchera de lucha por los derechos ciudadanos, agrarios y laborales.
La CLOC-Vía Campesina en Costa Rica entró en un programa de gobierno que con la reforma económica se revirtió a favor de los importadores de alimentos y exportadores, lanzando a la quiebra al productor nacional y al campesinado. Largas han sido las jornadas para retomar la política de protección a los derechos locales y territoriales, una lucha que ha tenido que sostenerse en medio de la pandemia.
La CLOC-Vía Campesina en Panamá apostó a una campaña de incidencia política para alcanzar programas económicos y sociales, rechazando la corrupción de gobiernos sobre los recursos públicos en medio de todo tipo de escándalos presupuestarios.
Los gobiernos de Guatemala y Honduras han entregado al ejército los programas agrarios y sometido a estado de sitio a muchos territorios en donde reina el narcotráfico.
El Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional de Nicaragua ha continuado su política de soberanía nacional para enfrentar la pandemia con el modelo de salud comunitaria y su política de soberanía alimentaria, con el programa de producción, distribución, consumo de alimentos sanos, mercados de cercanías, bonos productivos, hambre cero, patio saludable, sistema público de educación y salud, planes preventivos anti-desastres naturales, planes de vivienda popular, titulación de tierras para estabilizar a las familias y comunidades indígenas.
El año finalizó con dos terribles tormentas, ETA y IOTA, producto del cambio climático, que ha dejado muchas bases campesinas en Centroamérica con pérdidas inmensas en cultivos, animales, casas y caminos. Sin embargo, las organizaciones se levantan para contribuir a la reconstrucción, sobre todo para garantizar la producción de alimentos para el pueblo.
En este contexto, la CLOC-Vía Campesina Centroamérica ha dinamizado la solidaridad, la promoción de las mesas campesinas por país, la promoción de la solidaridad con la Revolución Cubana, la Revolución Bolivariana y la lucha del pueblo plurinacional de Bolivia, quien nos patrocinó la Declaración de los Derechos Campesinos en diciembre 2018 en la ONU.
Todo este sistema de movilización lo hemos sostenido gracias a la comunicación virtual y la formación de la juventud con las escuelas: Escuela Centroamericana de Formación de líderes y lideresas de la Francisco Morazán, Escuela Mesoamericana de Rescate a la Memoria Histórica, y El Instituto Agroecológico Latinoamericano (IALA) con sede en Santo Tomas, Chontales, Nicaragua.
Con esta plataforma de derechos campesinos, la articulación de las secretarias de la mujer; del movimiento feminista, campesino y popular, con la red agroecológica, el movimiento de jóvenes sindicalistas y trabajadores. Nos vinculamos a la Plataforma de la clase Obrera Anti-Imperialista (PCOA) como fuerza fogueada, organizada, altiva, luchadora, dispuesta a realizar las grandes tareas de la región y el mundo antes los desastres naturales producto de los abusos contaminantes del sistema capitalista industrial neoliberal.
Por tanto, desde aquí y ahora, les decimos que respaldamos la posición de La Vía Campesina ante la Cumbre Alimentaria que están imponiendo de manera ilegítima como un show de mercadeo en el que campesinos, pescadores, indígenas, pastores, habitantes de los bosques, trabajadores agrícolas, consumidores de la ciudad y zonas rurales. intentan desplazarnos de nuestra soberanía alimentaria y llevarnos al despotismo financiero de instituciones que en la ONU han perdido su integridad, imparcialidad, independencia y tratan de llevarnos al nepotismo imperialista a favor de diez familias transnacionales.
Gracias camaradas del Colectivo de Políticas Públicas de La Vía Campesina por la formulación del posicionamiento que nos da la luz estratégica del campesinado y los pueblos ante esa horrenda Cumbre Alimentaria 2021 que, sólo representa más fracaso de la revolución verde, o sea más de lo mismo que está recalentando el planeta.
En conclusión: desde este 2020 la CLOC-Vía Campesina Centroamérica se agiganta por encima de las pestes, los desastres naturales, la criminalización social y política y levantamos las campañas, las banderas, las consignas de los derechos campesinos y el buen vivir.
Y como dice Elsa Nury Martínez, CCI CLOC-Vía Campesina Sudamérica y miembro del Grupo Facilitador de La Vía Campesina, las prioridades para 2021 son:
- Nuestra funcionalidad orgánica.
- La fuerza política ideológica.
- La comunicación.
- Todas las alianzas: el neoliberalismo es el problema del conjunto de la sociedad.
- Criminalización: la cumbre alimentaria 2021, es criminalización.
- Visibilidad del ideario de la soberanía alimentaria, el buen vivir y los derechos campesinos