Congregadas en la mitad de mundo, las mujeres de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones, CLOC, arrancaron hoy su IV Asamblea Latinoamericana de las Mujeres del Campo. Antecedida de una gran mística, que alimento el espíritu de la asamblea, Eliane Martins, de Brasil, inauguró el primer espacio de discusión y debate con el panel Sin Feminismo no hay Socialismo.
Al inicio de su intervención enfatizó la necesidad de tener una alianza campo- ciudad, señaló “En la lucha urbana estamos caminando mano a mano con las y los campesinos, vivimos la lucha por el trabajo y la comida, la comida que comen los pobres es la basura del agronegocio y causa una degradación física, tenemos propuesto una lucha y alianza a partir de esta bandera. En este sentido, mi tarea es hablar porque sin feminismo no hay socialismo”.
Según Martins, no es posible una transformación de la sociedad capitalista, sin que se los sectores caminen unidos buscando el socialismo. Planteó que es necesario vencer y superar profundamente la subordinación a la propiedad privada, vencer la propiedad privada es fundamental señaló.
Como sabemos el patriarcado tiene más de diez mil años y surgió con el nacimiento de la propiedad privada, incluso, es más antiguo que el capitalismo. Al capitalismo no le conviene que la gente comprenda como funciona nuestro propio organismo, así que ha buscado dividir todo, “Cuando vamos a las escuela aprendemos pedazos, porque si tuviéramos conciencia de la totalidad no podríamos ser dominados, la superación de la alienación es fundamental” agregó Martins.
Asimismo, comentó que es clave superar la igualdad formal, esta igualdad que dice que legalmente somos todos iguales, ricos, pobres, hombres, mujeres, somos todos iguales, tenemos que combatirla. Nuestra igualdad añadió “no es formal, debe ser sustantiva tiene que estar en la vida, no basta para nosotras la libertad del capitalismo que es aparente superficial que coloca aparentemente lado a lado a todos, pero lo que determina es lo material, los pobres y hambrientos, mujeres no son igual que los ricos , las mujeres no tienen los mismos derechos de los hombres”.
Imperio Norteamericano del siglo XX
El siglo XX despega con el modo americano de ser, se plantea organizar la producción. Este hecho fue sistematizado por FORD (de los carros Ford) que desemboca en la producción material de las cosas, el proceso acelerado de producción a diferencia de lo que había antes coloca ritmo, disciplina, agilidad cronometrada, producción en cadena, incluso organiza la moral, y crea un tipo de ser humano que no había. El modo de producción esclavo, produce la moral del esclavo, tiene en la vida de las personas una construcción de más de diez mil años. Por otro lado, a esto se suma que colonizadores españoles y portugueses traen la moral del sistema feudal, la honestidad, un siervo debe honrar y devolver tanta cantidad de productos especialmente los alimentarios, se mete en la cabeza del sirvo que sea honesto para no estar detrás de él.
En este contexto, la IV Asamblea Latinoamericana de Mujeres del campo, se plantea luchar por la bandera de emancipación humana de todas las formas de dominación, en este marco el feminismo nos ayuda a entender la complejidad de la dominación y explotación del sistema capitalista, devela la particularidad de las mujeres no para dividir, sino sumar a los hombres pues la dominación, opresión y explotación es lo mismo tanto para hombres como para mujeres. En ese sentido, es importante hacer un análisis más completo, más entero, nuestro socialismo no es formal, tiene que ser profundo, para alcanzar una sociedad diferente, donde la sociedad y el mercado hayan desaparecido totalmente. “Estamos hablando de un proyecto de humanización y civilización, por eso para mí es importante este encuentro de mujeres del campo, aquí justo en el útero del mundo, en la mitad del mundo, Quito”, finalizó Martins.