Perú: COP 21: «Seguimos enfriando el planeta mientras los grandes contaminantes no asumen responsabilidades»

19 de diciembre de 2015

logocn.jpgLa Confederación Nacional Agraria – CNA ha participado en las actividades de la 21° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y en la Coalition Climat21 o Aldea Global, un espacio alternativo que convocó movimientos sociales internacionales de diversas luchas en torno al problema climático. Nuestra misión fue destacar a la agricultura indígena campesina como una pieza clave para enfrentar esta crisis.

En el espacio oficial, en coordinación con el Ministerio del Ambiente de Perú, hemos representado a los pueblos andinos del Perú en reuniones y actividades de incidencia dando a conocer las principales afectaciones que vienen atravesando por las alteraciones climáticas, así como las respuestas sostenibles que estamos realizando desde nuestras colectividades. Dentro del espacio alternativo, como parte de Vía Campesina, nos hemos movilizado y compartido con nuestros pares campesinos de todo el mundo nuestras realidades y propuestas locales que venimos construyendo.

Ante el nuevo acuerdo mundial suscrito y negociado por los Estados para afrontar el cambio climático; la CNA, como gremio representativo de campesinos, agricultores y pueblos indígenas del Perú, expresa lo siguiente:

El Cambio Climático no es solo un problema ambiental, sino también político, económico y social por lo que es tema prioritario en nuestra agenda de incidencia política. A pesar de no tener responsabilidad en la emisión de gases de efecto invernadero, los pueblos indígenas y campesinos del Perú somos uno de los más vulnerables ante este problema. Nuestro medio de vida y medio de producción está siendo afectado considerablemente, y los impactos abarcan desde la generación de más pobreza hasta la perdida de nuestros saberes y culturas.

El nuevo acuerdo climático global, al que arribaron los Estados, no asume responsabilidad sobre nuestra vulnerabilidad ante el problema climático. El borrador del acuerdo, trabajado en la COP20 (Lima, 2014), consideraba en el punto 2.2 la inclusión y respeto de los derechos de los pueblos indígenas. La versión firmada en Paris no presenta este artículo, lo ha desplazado a la parte del preámbulo donde no tiene vinculación legal.

El documento firmado no tiene fuerza de cumplimiento. Supone ser vinculantes pero no otorga obligaciones y responsabilidades a los países contaminantes. El límite del aumento de la temperatura global dependerá de las buenas intenciones las transnacionales que han cooptado los gobiernos y decisores políticos. El sistema industrial de producción de alimentos es parte de este entramado de transnacionales.

Las empresas no dejarán de contaminar, solo pagaran porque otros limpien o compensen sus desechos. Los mecanismos de reducción de emisión de gases de efecto invernadero presentados como soluciones devienen de un interés por hacer negocio de esta crisis climática. Es el mismo poder económico que en base a una lógica de crecimiento está auspiciando en los países falsas soluciones a esta crisis. Los pueblos indígenas y campesinos no seremos cómplices de este letal negocio que pone en riesgo nuestras formas de vida y el respeto a la madre tierra.

Nuestra agricultura campesina e indígena es una apuesta real por enfrentar el problema climático pues respeta a la madre tierra y provee de alimentos a la mayoría de la población mundial. Los saberes ancestrales y modernos que aplicamos para hacer la agricultura sostenible nos otorga capacidades de adaptación y mitigación ante el calentamiento global. Los Estados deben considerar nuestra agricultura punto clave que asegura la alimentación de los pueblos y por ello priorizarla como motor de desarrollo y en las políticas para hacer frente a los problemas que vendrán con el cambio climático. No se debe seguir apostando por el agronegocio, ni la llamada Agricultura Climáticamente Inteligente que se desarrolla a costa del envenenamiento y agotamiento de nuestras tierras y territorios.

El cambio climático es parte de un problema global. No es coincidencia los problemas ambientales, la escasez de alimentos, el acaparamiento de tierras y recursos naturales; entre otras crisis globales, que están advirtiendo que nuestro mundo está enfermo y necesita de cambios estructurales y sostenibles. Si se quiere enfrentar realmente este problema, las siguientes citas mundiales para solucionarlo tienen que colocar estos temas en cuestión.

Las organizaciones indígenas y campesinas seguiremos en pie de lucha apostando por nuestras formas de vida para enfrentar estos problemas, están en juego nuestra identidad, soberanía alimentaria, tierras y territorios. Nuestra articulación con el movimiento social es para fortalecernos y unificar nuestros puntos de vista sobre este problema que afecta la humanidad en su totalidad. Seguiremos movilizándonos, denunciando y proponiendo hacia una verdadera justicia climática.

Confederación Nacional Agraria – CNA

18.12.15

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