Los desafíos de la reforma agraria integral y popular – Nota Revista ALAI Especial Congreso CLOC VC

8 de abril de 2015

revitaalai502.jpgpor Marina dos Santos

En las últimas décadas, en toda Latinoamérica, los/as campesinos/as, indígenas y afrodescendientes viven un proceso permanente de disputa entre dos proyectos de agricultura: uno representado por el capital y otro por los trabajadores.

Por un lado, en defensa del proyecto del capital, están los latifundistas, las empresas capitalistas nacionales y las multinacionales, los bancos, los grandes medios de comunicación y los gobiernos conservadores. Estossectoresa toda costa tratande concentrar la tierra, el agua, los minerales y los productos, producen en áreas de monocultivos principalmente para la exportación, utilizancada vez menos mano de obra y cada vez más agrotóxicos, se apropian de las semillas y las conviertenen patentes privadas, usan la transgenia, se apropiany disputan cada vez más los territorios de las poblaciones tradicionales, poniendo en peligro todos los bienes de la naturaleza. Se trata de los llamados agrohidronegocios y el mineralnegocio, con los cuales el capital pretende obtener la máxima ganancia.

Por otro lado, están los campesinos/as, las comunidades indígenas, los trabajadores agrícolas, los afrodescendientes, los pescadores y las mujeres que tratan de resistir y construir un modelo de producción basado en el trabajo, en la viabilidad de sus vidas en el campo, en la producción de alimentos saludables para sí mismos y para los trabajadores urbanos, en la preservación y recuperación del medio ambiente.

Estos dos proyectos nos hacen ver que lo que está en disputa en la agricultura es la lucha de clases entre el capital y los trabajadores. El agrohidronegocio ymineralnegocio, con el apoyo de los gobiernos, cuyas políticas públicas destinan grandes volúmenes de recursos al capital, se convirtieron en hegemónicos en la sociedad, y pasaron a dar prioridad a las inversiones en la producción de soja (transformándose en los mayores productores y exportadores del mundo ), maíz, caña de azúcar (con sus plantas de azúcar y etanol), el cultivo extensivo de madera de eucalipto para la producción de carbón vegetal (para las fábricassiderúrgicas que exportan mineral de hierro) y la ganadería extensiva.

Unas pocas empresas agroindustriales de capitales nacionales y extranjeros pasaron a dominar prácticamente todo el comercio de commoditiesy concomitantemente seregistró una creciente centralización del capital dedicado a la agricultura,estableciendo el control de las semillas, fertilizantes, agroquímicos, el comercio, la industrialización de los productos agrícolas y el comercio de maquinaria agrícola. Todo esto, ha provocado serios cambios y consecuencias estructurales en la propiedad de la tierra, la producción, el empleo y los ingresos de los trabajadores del campo y de la ciudad pues en esta correlación de fuerzas, el agronegocio continúa su ofensiva en la concentración de los bienes de la naturaleza y en la disputa territorial, utilizando los medios de comunicación burgueses para publicitar sus logros y en contra de los trabajadores.

Para los movimientos campesinos, indígenas, afrodescendientes y pescadores organizados en América Latina y para la CoordinadoraLatinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), está claro que para enfrentar este modelo, hoy la lucha pasa por enfrentar el debate sobre la Reforma Agraria Integral y Popular. ¿Por qué? Porque a partir de la realidad agraria actual, dominada por el proyecto del capital, la reforma agraria clásica, bajo la hegemonía de la burguesía, que solo pretendía dividir la tierra para desarrollar las fuerzas productivas del campo y el mercado y servir para el desarrollo del capitalismo, es inviable, ya no es necesaria, a pesar de haber sido muy importante para la humanidad, especialmente en los países donde se ejecutó. Hoy en día, con el sistema financiero en vigencia, la burguesía no quiere hacerla, la abandona, en otras palabras, ya no necesita más de ella.Sin embargo, los gobiernos no han logrado resolver los conflictos sociales y naturales de la sociedad capitalista: de los sin tierra, de las comunidades indígenas, de los cimarrones, de los afectados por la minería y las represas, de la deforestación, de la contaminación del agua y de las fuentes, de la contaminación de los alimentos por los agrotóxicos, de la destrucción del medio ambiente, de la falta de perspectiva de la juventud del campo, de la explotación y violencia contra las mujeres, de la eliminación de la biodiversidad, de la concentración de la tierra y de todos los bienes de la naturaleza, entre otros.

La Reforma Agraria Integral y Popular es una concepción de Reforma Agraria que interesa no sólo a los campesinos sino al conjunto de la clase trabajadora, especialmente a los trabajadores y trabajadoras que viven en los grandes centros urbanos.Es una señal para todas las bases de los movimientos y todos los aliados de la sociedad, de que esa Reforma Agraria que defienden es ¡sobre todo popular!

Esta propuesta de Reforma Agraria y Popular requiere amplias medidas, que van más allá de la distribución de la tierra y sintetizan el modelo de agricultura defendido por los movimientos. Es una forma de resistencia al modelo de agricultura capitalista del agrohidronegócio y del mineralnegocio y propone un proceso de acumulación de fuerzas, teniendo como objetivo la construcción de un nuevo modelo de agricultura, centrado en las necesidades de los pueblos. También sirve para orientar a los movimientos en las luchas, en las agendas reivindicativas y en las acciones prácticas por mucho tiempo.

Los pilares de la Reforma Agraria Integral y popularson:

1. Democratización de la tierra: garantías de que la reforma agraria no sea sólo distribución de la tierra sino acceso a todos los bienes de la naturaleza y de la producción en la agricultura. Esto comprende todo lo que está en ese territorio, como las plantas, bosques, aguas, minerales, semillas y toda la biodiversidad, prohibiendo el desarrollo de proyectos de extracción minera por parte de las empresas en los territorios distribuidos, porque los minerales deben utilizarse de forma sustentable para el beneficio de la comunidad y de todo el pueblo. Del mismo modo, exigir que la posesión y el uso del agua se subordinen a los intereses y necesidades de toda la población, ya que el agua es un bien de la naturaleza y se debe utilizar para el beneficio de toda la humanidad, por eso el agua no es mercancía y no puede ser propiedad privada. Asimismo, la garantía a todos los trabajadores y trabajadoras del derecho para acceder a la tierra para vivir y trabajar.

2. Organización de la producción agrícola:priorizar la producción de alimentos saludables para toda la población, garantizando el principio de la soberanía alimentaria, libres de agrotóxicos y de semillas transgénicas. Garantizar programas de soberanía energética en todos los territorios sobre la base de fuentes de energía renovables alternativas, como vegetales no comestibles, energía solar, hidráulica y eólica. Organizar la producción y comercialización sobre la base de todas las formas de cooperación agrícola.

3. Desarrollar una nueva matriz tecnológica de producción y distribución de la riqueza en la agricultura:exigir de los Estados políticas crediticias, investigación y financiamientos específicos para una producción agrícola basada en la agroecología y el aumento de la productividad del trabajo y las áreas en equilibrio con la naturaleza.Garantizar programas de reproducción, almacenamiento y distribución de las semillas nativas y agroecológicas de producción de los campesinos, insertos en el programa de soberanía alimentaria del país. Combatir la propiedad privada intelectual de las semillas, los animales, los recursos naturales, la biodiversidad y los sistemas de producción, como también combatir la producción y comercialización de semillas transgénicas y agrotóxicos en todos los países.

4. La industrialización y la política agrícola: desarrollar pequeñas agroindustrias dentro del país, asegurando agregar valor a la producción y generar más renta para la población campesina y promover un desarrollo equilibrado entre las regiones, así comodesarrollar centros de investigación, cualificación técnica e intercambio de conocimientos, centrados en las actividades de la agroindustria y la preservación ambiental.Exigir del Estado políticas públicas que garanticen los instrumentos de la política agrícola para todos los/as campesinos/as: garantía de precios rentables, crédito rural adecuado, seguro agrícola, asistencia técnica y tecnológica, almacenamiento, maquinaria, equipos y suministros necesarios para la agricultura. Exigir que los/as campesinos/as tengan participación efectiva en la formulación de todas las políticas públicas para la agricultura.

5. Educación: el acceso a la educación es una de las condiciones básicas de la construcción del proyecto de Reforma Agraria Integral y Popular, porque la educación es un derecho fundamental de todas las personas y debe ser atendido en el propio lugar donde viven,respetando el conjunto de sus necesidades humanas y sociales. Para ello, exigir al Estado e implementar programas masivos de alfabetización para jóvenes y adultos del campo, universalizar el acceso a la educación básica y ampliar el acceso de jóvenes y adultos a la educación profesional de nivel medio y superior, dando prioridad a las demandas y el desarrollo del conjunto de comunidades campesinas.

6. Luchas: sin un profundo proceso de lucha, organización y presión del conjunto de la sociedad, no será posible conquistar este proyecto de Reforma Agraria Integral y Popular. Esto sólo será posible si los campesinos enfrentan este modelo, a través de luchas, ocupación de tierras, resistencia y supervivencia. La realización de este proyecto de transición de los bienes de la naturaleza y la agricultura latinoamericana sólo se superará cuando sea, de hecho, una bandera defendida por el conjunto de la sociedad, en un contexto histórico de existencia y alianza entre gobiernos populares, que coloque al Estado al servicio de las mayorías, con un movimiento de masas, en el que los trabajadores sean los sujetos políticos permanentes para los cambios.

Ante esta situación, varios retos se presentan en este momento histórico, que son sentidos especialmente en este período de preparación y realización del VI Congreso de la CLOC, que se llevará a cabo del 10 al 17 abril en Buenos Aires, Argentina.

Actuar principalmente en las contradicciones del capital y del agrohidronegocio y mineralnegocio.Es necesario identificar en cada país los principales enemigos de los/as campesinos/as y emprender acciones de denuncia sobre estas contradicciones para toda la sociedad.Y en esta línea realizar ocupaciones de los grandes latifundios, enfrentando el debate de la función social de la tierra.

Actualizar el estudio y discusión de experiencias y procesos de lasreformas agrarias existentes y profundizar en el concepto de la Reforma Agraria Popular.

Durante el VI Congreso, debatir temas importantes, que dialogan directamente con las comunidades afectadas, como los pueblos indígenas, los asalariados y los afectados por las represas e intercambiar experiencias en los temasde la soberanía alimentaria, agroecología, feminismo popular y socialismo, y cómo llevar a cabo luchas concretas en defensa de la tierra, el agua y la Reforma Agraria.

Mantener la realización de misiones de solidaridad con los países con más conflictos de tierras, como Guatemala, Honduras, Panamá, Colombia, Paraguay y especialmente con Brasil en 2016, cuando se cumplan 20 años de la masacre de Eldorado dos Carajás, teniendo en cuenta que la impunidad perdura.

Continuar exigiendo que los gobiernos cumplan con las resoluciones de la Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CIRADR) en cada país ya nivel internacional, evento que se celebró en Porto Alegre, Brasil, en marzo de 2006.

Masificar el proceso de formación de la juventud del campo y coordinar con la juventud urbana, buscando fortalecer los lazos de organización y acciones conjuntas.

Seguir trabajando y acompañando el tema de los Derechos Campesinos para garantizar que en el año 2016, sean aprobados por la ONU.

Por último, las raíces de la Reforma Agraria Integral y Popular no están solamente en el agotamiento objetivo de la reforma agraria clásica. Ellas brotan y crecen en el enfrentamiento de los sujetos trabajadores contra las fuerzas del capital, que se apropian cada vez más de todos los bienes de la naturaleza, la salud y la cultura popular para convertir todo en lucro. Por lo tanto, esta propuesta no está destinada sólo a los trabajadores del campo, sino que abarca a todas las fuerzas y sectores que creen en los cambios de la sociedad. Por eso creemos que es fundamental articular alianzas con los trabajadores en las ciudades, como forma de encarar la correlación de fuerzas en la lucha de clases y tratar de tener conquistas concretas para el avance cada vez mayor, en las bases, en los movimientos y en la sociedad en general, de la Reforma Agraria Integral y Popular.(Traducción ALAI).

– Marina dos Santos forma parte de la Dirección Nacional del MST / Brasil y es integrante de la Comisión Política de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), porAmérica del Sur.

Bibliografia consultada:

– Programa Agrário do MST; Secretaria Nacional do MST, 2013, São Paulo.

– Documentos de Trabajo Rumbo al VI Congreso Continental de la Coordinadora Latino americana de Organizaciones del Campo; Secretaria Operativa, 2014, Argentina.

– Relatório da Reunião do Coletivo Terra, Água e Território da Via Campesina Internacional; Roma, Janeiro/fevereiro 2015, Itália.

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La criminalización de las semillas campesinas: resistencias y luchas – publicación Vía Campesina y GRAIN

8 de abril de 2015

viacamp8abr.jpgLas semillas campesinas – uno de los pilares de la producción de alimentos – están sometidas a un ataque por todas partes. La presión de las corporaciones está impulsando, en muchos países, leyes que limitan crecientemente el rango de lo que los agricultores pueden hacer con sus propias semillas. Guardar semillas, algo que ha sido la base de la agricultura por miles de años, es una actividad que comienza a ser criminalizada rápidamente.

¿Qué podemos hacer? Una nueva publicación y un cartel de La Vía Campesina y GRAIN documentan qué movimientos hacen los grandes negocios y los gobiernos para impedirle a los campesinos que guarden e intercambien sus semillas, y muestran las respuestas de lucha del campesinado.

«El control de las semillas debe permanecer en manos campesinas. Éste es el principio, basado en el proceso de producción, que garantiza la soberanía alimentaria de las comunidades rurales y las poblaciones urbanas contra las multinacionales y sus enormes ganancias. Por siglos, los campesinos crearon miles de variedades que son la base del acervo alimentario y la diversificación de la dieta,» dice Guy Kastler, de Vía Campesina.

Pero para las corporaciones que quieren imponer leyes que les den pleno control de la tierra, del proceso agrícola, de los alimentos y las ganancias provenientes de este sector, estas prácticas milenarias en torno a las semillas son un obstáculo. Por el contrario, para La Vía Campesina, la ley debería garantizar los derechos del campesinado de conservar, utilizar, intercambiar o vender sus semillas, protegiéndolas de la biopiratería.

«Con el apoyo de los gobiernos, los grandes negocios emprenden una ofensiva legal global para obtener pleno control sobre las semillas. Esto incluye no sólo privatizar las semillas mediante nuevas leyes, sino otorgarles nuevos derechos para catear los hogares campesinos y destruir sus semillas,» dice Camila Montecinos, de GRAIN.

Las leyes de semillas adquieren mayor agresividad respondiendo a las exigencias de la industria semillera y biotecnológica. Los llamados tratados de libre comercio, los acuerdos bilaterales de inversión y las iniciativas de integración regional están endureciendo las formas «suaves» de los derechos de propiedad sobre las semillas. Y las leyes que fortalecen los derechos de propiedad intelectual sobre semillas son reforzadas por otras regulaciones que supuestamente garantizan calidad, transparencia mercantil, prevención de falsificaciones, etcétera.

Está en juego el fundamento primordial de la existencia campesina. Los movimientos sociales a nivel mundial, especialmente las organizaciones campesinas, están resistiendo y se movilizan para evitar la aprobación de dichas leyes.

Las corporaciones y los gobiernos confían en la falta de transparencia y la secrecía porque saben que una ciudadanía informada rechazaría la privatización de las semillas.

Este folleto fortalecerá la resistencia buscando que la más gente posible entienda – sobre todo en las comunidades rurales más afectadas – el impacto y significado de estas leyes promovidas por la industria, y la capacidad de los movimientos sociales para reemplazarlas con leyes que protejan los derechos campesinos.

Contenidos

1. Las leyes sobre semillas ilegalizan las semillas de las campesinas y los campesinos
2. Semillas africanas: un tesoro amenazado
3. América: Resistencia masiva contra las «leyes Monsanto»
4. Asia: La lucha contra una nueva ola de semillas industriales
5. Europa: El campesinado lucha por rescatar la diversidad agrícola

DESCARGUEN LA NUEVA PUBLICACIÓN AQUI.

Contactos

La Via Campesina

Guy Kastler (francés) +33 46 891 2895

Andrea Ferante (inglés, español) +39 348 018 9221

GRAIN

Renée Vellvé (inglés, francés) +33 67 507 3468

Camila Montecinos (español) +56 22 222 4437

Nota a los editores
Esta publicación viene acompañado de:

una infografía que explica las acciones que campesinas, campesinos y otras personas pueden emprender para defender sus semillas
una tabla que rastrea cambios en las leyes de semilla por todo el mundo – publicada por GRAIN

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Argentina: Nota en semanario Miradas al Sur- Una Vía Campesina hacia el Buen Vivir

4 de abril de 2015

tapamiradas5abril.jpgDel 10 al 17 de abril, Buenos Aires volverá a respirar aires de debate, propuestas y planes de acción. Tendrá lugar en la ciudad el VI Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC)-Vía Campesina, con la participación de más de 800 delegados, representando a un centenar de organizaciones de 18 países de América Latina y el Caribe junto a la V Asamblea Continental de Mujeres y la IV Asamblea de la Juventud del sector.

El debate, esta vez, no se moverá alrededor de ideas como las de emancipación o igualdad sino que hincará sus dientes en la disputa con los agronegocios y buscará la construcción de una hoja de ruta que permita alcanzar «la Soberanía Alimentaria sustentada en la concreción de Reformas Agrarias Integrales y Populares, para producir los alimentos que nuestros pueblos requieren y que la humanidad necesita para garantizar su desarrollo por las tierras, los territorios y las semillas campesinas e indígenas, generadas en una relación de amor con la naturaleza, con la Madre Tierra, que nos indica los caminos para el Buen Vivir», según expresa la convocatoria.

A los bifes. Los miembros de la Coordinadora Latinoamericana no andan por las ramas. Han desarrollado el repertorio de políticas públicas que consideran imprescindibles para fortalecer la agricultura campesina e indígena y lograr la soberanía alimentaria. Al tope de las mismas, instalan una Reforma Agraria «popular e integral», con distribución de tierras y fortalecimiento del sector productivo; límites al tamaño de la propiedad; prohibición de la venta de tierras para extranjeros y expropiación de explotaciones con trabajo esclavo.

Reclaman además una política de acopios que permitan la regulación, a través de compras estatales de la producción en período de zafra-cosecha, depósito y posterior colocación en el mercado en el período entre cosechas; precios mínimos, que garanticen la cobertura de los costos de producción y un margen de renta para las familias campesinas y limite los precios pagados por los trabajadores urbanos y créditos subsidiados para la producción de alimentos, que permita a las familias campesinas la producción de alimentos con obtención de renta y colocación en el mercado a precios accesibles para los trabajadores urbanos, además de compras estatales de esos productos, con destino a los programas de alimentación escolar, hospitales, asilos y al sistema previsional.

La lista de medidas, legislaciones, estímulos, recomendaciones y exigencias es tan larga como un verdadero plan de gobierno para el sector, destinado a hacerlo sustentable y a contribuir al desarrollo de la soberanía alimentaria, contrario al modelo de los agronegocios, considerado socialmente injusto, económicamente inviable, no sustentable para el medio ambiente y su biodiversidad y con una producción mercantil de alimentos con graves consecuencias para la salud de la población. El concepto de Soberanía Alimentaria, desarrollado por la CLOC-Vía Campesina parte del principio de que los alimentos «no pueden ser una mercancía», ya que la alimentación es un derecho de supervivencia de la humanidad y, por lo tanto, en todos los lugares del mundo cada pueblo «tiene el derecho y el deber de producir sus propios alimentos». Agricultura Familiar. El 2014 fue declarado Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF) por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con la intención de visibilizar la agricultura familiar de los pequeños productores, «enfocado en la importancia de los mismos para la erradicación del hambre y la pobreza, destacando su capacidad de proveer alimentos, gestionar los recursos naturales y proteger el ambiente para el desa­rrollo sustentable puntualmente en las zonas rurales».

Esa intención dio marco a avances que se dieron en algunos países de la región en relación a la creación de espacios institucionales o al desarrollo de legislaciones, como las producidas en la Argentina con la sanción de la Ley de la Agricultura Familiar a fines de 2014 o la creación de la Secretaría respectiva, en el seno del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, acciones que constituyen para los referentes agrarios «un avance institucional» y la posibilidad de que «el agricultor pueda sentarse, debatir y consensuar» políticas, con «la intervención del Estado en beneficio de los pequeños productores y los consumidores». Evo Morales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, es uno de los líderes mundiales que articulan los conceptos de «vivir bien», soberanía alimentaria y cambio climático y expresa la necesidad de promover transformaciones profundas.

Llevó sus propuestas y mostró las acciones desarrolladas en su país ante la Conferencia Climática de Copenhague de diciembre de 2009, desde donde reclamó ese «vivir bien», con solidaridad, complementariedad y reciprocidad, como antítesis del «vivir mejor» capitalista que, a su juicio, lleva implícito el «explotar seres humanos», «agotar recursos naturales», «siempre a costa de otro» y «de la destrucción del ambiente», con «egoísmo e individualismo», El presidente de Bolivia pidió que «no cambiemos el clima, ¡cambiemos el sistema!» apuntó al corazón del problema y, en simultáneo, abrió espacio para una agenda compleja y abarcativa, con muchos actores opuestos a su desarrollo. Esa visión, además de desnudar la responsabilidad negativa del cambio climático sobre la vida en la Tierra, avanza hacia el origen del mismo, concluyendo que es el propio modelo de desarrollo el que impulsa los eventos que generan los desastres socionaturales que sufren a diario los pueblos de la región, con inundaciones, sequías, incendios forestales que jamás son «naturales».

Los organizadores de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, que se reunirá desde el próximo 10 en Buenos Aires, consideran que la CLOC expresa el ideario y las luchas organizadas de millones de campesinos y campesinas de América latina y el Caribe, muchas de ellas impregnadas de los legados de los pueblos originarios, de los trabajadores de la ciudad, de los pescadores, las batallas juveniles y las luchas estudiantiles y de las resistencias de los pueblos indo-afro-americanos, que rechazan los «sistemas productivos de monocultivos, el uso intensivo de tecnología y de agrotóxicos, que destruyen nuestra biodiversidad y acaban con la vida y la salud del pueblo». Buenos Aires, entonces, será escenario del diseño de esa Vía Campesina.

Carlos A. Villalba. Miradas al Sur

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Brasil: Plan Campesino del MPA se convierte en programa de gobierno en Rio Grande do Sul, Brasil y podría ganar ámbito nacional

1 de abril de 2015

mpa1abril15.jpgEn los últimos años el Movimiento de los Pequeños Agricultores elaboró, discutió y consolidó una propuesta amplia y global para el desarrollo de la agricultura campesina, una meta síntesis y una estrategia de transformación: EL PLAN CAMPESINO.

La formulación del plano se elevo a lucha social y política. En Río Grande del Sur los movimientos de la Vía Campesina, operarios, metalúrgicos., movimientos populares y de juventud, abrazaron la propuesta y la transformaron en una reivindicación concreta y práctica de amplia repercusión social y económica. Un Programa Campesino como política de Estado, estructurador de la producción y de la vida campesina. La exitosa experiencia se traduce como reivindicación inmediata al gobierno Federal.

Representantes del Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA), de trabajadores metalúrgicos y de movimientos populares se reunieron el día 23 de marzo en Brasilia, con el ministro de Desarrollo Agrario (MDA), Patrus Ananias, para proponer la creación del Programa Campesino a nivel nacional. El ministro Patrus Ananias recibió la propuesta política y fue creado un Grupo de Trabajo para evaluar las adaptaciones necesarias para la implementación del programa a nivel nacional.

Este Programa Campesino, entre otros elementos, consiste en: Estímulo a la cooperación y al cooperativismo, Crédito «desbancarizado» y desburocratizado, Transición agroecológica masiva, Procesamiento y Agroindustrialización de la Producción, Unidades de Beneficio de Semillas, Biofrábicas de insumos, Almacenamiento, logística y distribución. Inversión en las Unidades de Producción Campesinas: crear condiciones de reestructuración productiva para producir alimentos, en especial a través de: biomineralización del suelo, kit soberanía alimentaria, introducción de pastoreo racional Viosin (PRV), enfriadores, fruticultura, mudas (plántulas), semillas criollas y varietales, máquinas y equipamiento agrícolas, irrigación.

Este es el Programa por el cual luchamos y que tendrá capacidad de unificar fuerzas sociales campesinas y urbanas para seguir en la lucha por la construcción de soberanía alimentaria, calidad de vida y un Brasil democrático y justo.

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Colombia: Las organizaciones de la articulación CLOC VC de ese país se reunieron de cara al VI Congreso continental

1 de abril de 2015

colombia1abrcomp.jpgEn preparación al VI Congreso de CLOC VIA CAMPESINA la articulación de la CLOC- Colombia se reunió con sus organizaciones (FENSUAGRO-CNA y FENACOA) el 30 de marzo, con la participación de ANZORC, APEMCAFE, ASOCAMPO, PCN, organizaciones nacionales que han decidido hacer parte de la CLOC VIA CAMPESINA y posesionar nuestros postulados en la idea de trabajar por la unidad del campesinado colombiano y fortalecer el espacio de unidad donde todos hacemos parte como es la Cumbre Nacional Agraria Etnica y Popular.

Se dieron debates sobre los documentos politicos en preparación del VI Congreso con aportes importantes, también un fuerte compromiso en fortalecer el espacio de articulación de la CLOC-VÍA CAMPESINA COLOMBIA, así mismo se definió la delegación que representará a nuestro país en dicho Congreso.

Fue un ejercicio que se desarrollo en medio del respeto y el compromiso por la unidad de movimiento agrario colombiano para enfrentar las políticas nefastas del gobierno de Santos.

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