1 de abril de 2015
En los últimos años el Movimiento de los Pequeños Agricultores elaboró, discutió y consolidó una propuesta amplia y global para el desarrollo de la agricultura campesina, una meta síntesis y una estrategia de transformación: EL PLAN CAMPESINO.
La formulación del plano se elevo a lucha social y política. En Río Grande del Sur los movimientos de la Vía Campesina, operarios, metalúrgicos., movimientos populares y de juventud, abrazaron la propuesta y la transformaron en una reivindicación concreta y práctica de amplia repercusión social y económica. Un Programa Campesino como política de Estado, estructurador de la producción y de la vida campesina. La exitosa experiencia se traduce como reivindicación inmediata al gobierno Federal.
Representantes del Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA), de trabajadores metalúrgicos y de movimientos populares se reunieron el día 23 de marzo en Brasilia, con el ministro de Desarrollo Agrario (MDA), Patrus Ananias, para proponer la creación del Programa Campesino a nivel nacional. El ministro Patrus Ananias recibió la propuesta política y fue creado un Grupo de Trabajo para evaluar las adaptaciones necesarias para la implementación del programa a nivel nacional.
Este Programa Campesino, entre otros elementos, consiste en: Estímulo a la cooperación y al cooperativismo, Crédito “desbancarizado” y desburocratizado, Transición agroecológica masiva, Procesamiento y Agroindustrialización de la Producción, Unidades de Beneficio de Semillas, Biofrábicas de insumos, Almacenamiento, logística y distribución. Inversión en las Unidades de Producción Campesinas: crear condiciones de reestructuración productiva para producir alimentos, en especial a través de: biomineralización del suelo, kit soberanía alimentaria, introducción de pastoreo racional Viosin (PRV), enfriadores, fruticultura, mudas (plántulas), semillas criollas y varietales, máquinas y equipamiento agrícolas, irrigación.
Este es el Programa por el cual luchamos y que tendrá capacidad de unificar fuerzas sociales campesinas y urbanas para seguir en la lucha por la construcción de soberanía alimentaria, calidad de vida y un Brasil democrático y justo.