Argentina: En la Feria del Congreso, los campesinos comparten la diversidad cultural latinoamericana

16 de abril de 2015

Colectivo de Comunicación de la CLOC – Vía Campesina

feira1.jpgVegetales encurtidos, dulces, vinos, jugos, salame de llama y todo tipo de artesanías. Estos son algunos de los productos que componen la Feria de VI l Congreso Continental de la CLOC, celebrado en Buenos Aires, Argentina, del 14 al 17 de abril.

Traído de los países latinoamericanos más destacados, los agricultores de todo el continente también se aprovechan de la reunión para compartir experiencias y demuestran la diversidad cultural latinoamericana.

La peruana Luci Salas Grandes de la organización de mujeres de San Martí, ha traído muchas artesanías hechas por cerca de 300 mujeres de su provincia.

Muchos de los productos son hechos de fibra de la palma de la planta, tales como sombreros, bolsos, cubierta del teléfono móvil y tiaras.

Además de la artesanía, los campesinos de su región también sembrar café, cacao, arroz, maíz y menestras. Actualmente, también invertir en la producción de estébia, de modo que el azúcar procesada se sustituye por algo más saludable.
«En nuestra producción no utilizamos pesticidas, porque nos preocupamos por su salud. Hemos trabajado estrechamente con la perspectiva de la soberanía alimentaria, que nuestra comida es buena, nutritiva y complementaria «.

En esta perspectiva, el argentino Tomas Del Compare, el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) muestra los productos de los campesinos de la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, como mermelada, dulce de leche y verduras.

Del Compare ayuda a organizar una red de comercialización de productos procedentes de diversos estados de Argentina en Buenos Aires.

El agricultor Rosa, la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Mendoza, habla de la producción agroecológica de tomate desarrollado por los agricultores en su provincia.
«De nuestras plantaciones por todo lo alto, es como una cadena, las hojas de los alimentos, semillas, hay personas que se preocupan viveros, siembra, cosecha y luego enviados a una agroindustria propios agricultores los cuales procesamos los tomates», dice.

Tejidas a mano la tapa producida con 100% lana de alpaca se muestra con orgullo por el rosa Catisacari peruana, la ciudad de Puno. Donde vive, cerca de 60 mujeres son, además de la producción de guantes, chaquetas, bufandas y bordados en general. En la agricultura, las papas, cebada, quinua, Palisa, caniua hueco, son sólo algunos de los alimentos producidos por los campesinos de su región.

Entre una actividad y otra, Rosa aprovecha el tiempo que le queda para ser locutor de Radio Pachamama, la radio regional e Internet. Para ella, es importante que la discusión de la soberanía alimentaria para amplificar y es adecuado para las personas, una de las cuestiones principales trabajaban para ella en aymara y quechua.

«Tenemos que seguir adelante con formas campesinas, mantener nuestras costumbres ancestrales que han dejado nuestros abuelos. No podemos, por ejemplo, usar pesticidas en la tierra, y siempre debemos cuidar nuestras semillas nativas «, opina.

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Argentina: Na Feira do Congresso, camponeses compartilham a diversidade cultural latino americana

16 de abril de 2015

Colectivo de Comunicación de la CLOC – Vía Campesina

feira1.jpgVegetais em conserva, doces, vinhos, sucos, salames de llama e os mais variados tipos de artesanatos. Esses são alguns dos produtos que compõem a Feira do 6° Congresso Continental da Cloc, que acontece em Buenos Aires, na Argentina, entre os dias 14 a 17 de abril.

Trazidos dos mais distintos países da América Latina, camponeses de todo o continente também aproveitam o encontro para compartilhar experiências e demonstrar a diversidade cultural latino americana.

A peruana Luci Salas Grandes, da organização de mulheres de San Martí, trouxe inúmeros artesanatos confeccionados por cerca de 300 mulheres de sua província.

Muitos dos produtos são feitos a partir de fibra vegetal da palmeira, como chapéus, bolsas, capa de celular e tiaras.

Além dos artesanatos, as camponesas de sua região também plantam café, cacau, arroz, milho e menestras. Atualmente, também investem na produção de estébia, para que o açúcar processado seja substituído por algo mais saudável.

«Na nossa produção não utilizamos inseticidas, porque nos preocupamos com a saúde. Trabalhamos muito com a perspectiva da soberania alimentar, que nossa alimentação seja boa, nutritiva e complementar».

Nesta perspectiva, o argentino Tomas Del Compare, do Movimento Nacional Campesino Indígena (MNCI), mostra os diversos produtos dos agricultores da cidade de Buenos Aires e em torno, como geléia, doce de leite e verduras.

Del Compare ajuda a organizar uma rede de comercialização dos produtos vindos de diversos estados da Argentina na cidade de Buenos Aires.

A agricultora Rosa, da União dos Trabalhadores Sem Terra de Mendonça, fala sobre a produção agroecológica de tomate desenvolvida pelos agricultores de sua província.

«Das nossas plantações saem tudo, é como uma cadeia, saem os alimentos, as sementes, tem pessoas que cuidam dos viveiros, da plantação, da colheita e depois mandamos para uma agroindústria dos próprios agricultores onde processamos os tomates», destaca.

O gorro tecido à mão produzido com 100% de lã de alpaca é mostrado com orgulho pela peruana Rosa Catisacari, da cidade de Puno. Onde vive, cerca de 60 mulheres se somam à produção de luvas, casacos, cachecóis e bordados de um modo geral. Na agricultura, batata, cevada, quinoa, palisa, caniua oca são apenas alguns dos alimentos produzidos pelos camponeses e camponesas de sua região.

Entre uma atividade e outra, Rosa aproveita parte do tempo que lhe resta para ser locutora da Rádio Pachamama, uma rádio regional e via internet. Para ela, é importante que o debate da soberania alimentar se amplifique e que seja apropriado pelo povo, um dos principais assuntos trabalhado por ela em Aimara e Quechua.

«Devemos nos manter com maneiras campesinas, manter nossos costumes ancestrais que deixaram nossos avôs. Não podemos, por exemplo, usar agrotóxicos na terra, e sempre devemos cuidar nossas sementes nativas», acredita.

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Argentina:Nuevas formas de apropiación de los bienes naturales- Voz campesina

16 de abril de 2015

Colectivo de Comunicación de la CLOC – Vía Campesina

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vozcomp.jpgUna mesa de análisis, de aprendizaje y denuncia de los nuevos procesos de la «Economía de la Naturaleza» o financierización de la naturaleza.

Nos compañan: Silvia Ribeiro (Grupo ETC, México), Máximo Huarachi (CSUTCB, Bolivia), Antolín Huascar (CNA, Perú) e Iridiani Seibert (MMC, Brasil y Grupo Carta de Belém).

Conducen: Viviana Catrileo (ANAMURI CHile, Mabel Medina, (CNA, Perú) e Ignacio Cirio (RMR-Amigos de la Tierra)

 

Argentina: I Congresito en el marco del VI Congreso de la CLOC LVC – video

16 de abril de 2015

Colectivo de Comunicación de la CLOC – Vía Campesina

CLOC-Vía Campesina no solo busca el empoderamiento del campesinado en América Latina, sino también la formación de futuros cuadros con metodologías participativas. Con ese fin, se creó el primer «Congresito» de la CLOC-VC, un espacio exclusivo para las niñas y niños, que han llegado con sus familias a participar de las jornadas de lucha en el marco del VI Congreso de la CLOC-VC en Buenos Aires.

 

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Argentina: Edición especial de Voz Campesina desde el VI Congreso de CLOC-LVC

16 de abril de 2015

Colectivo de Comunicación de la CLOC – Vía Campesina

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vozcampesp164.jpgLa mesa temática del segundo día del VI Congreso de CLOC-Vía Campesina estuvo dedicada a analizar la importancia de la agricultura campesina en América Latina y los desafíos que la articulación continental asume para los próximos años.

El ser campesino, la agricultura en comunidad, el enfoque económico, territorial y estratégico de organizaciones de Brasil, Bolivia, Paraguay, Cuba, Nicaragua y la República Dominicana en un diálogo con referentes de dichos países a través del espacio de convergencia de comunicación en el VI Congreso.

Participan: Alejandro García (MCC, República Dominicana), Josefina Ruiz Días (CONAMURI, Paraguay), Lola Esquivel (ATC Nicaragua), Rilma Román (ANAP, Cuba), Valter Da Silva (MPA Brasil) y Magdalena Lázaro (CNB-Bartolina Sisa, Bolivia).

Conducen: Nadia López (CONAMURI Paraguay), Viviana Catrileo (ANAMURI Chile), Ignacio Cirio (RMR)

Argentina: VI Congreso de la CLOC LVC – Entrevista a Francisca Rodriguez ANAMURI Chile

16 de abril de 2015

Colectivo de Comunicación de la CLOC – Vía Campesina

16517680423_7c401f199e_b.jpgQueremos construir un socialismo revitalizado, donde desaparezca la diferencia de género.

Hace muchos años, la campesina chilena Francisca Rodríguez producía flores en su ciudad natal. Como veremos a continuación, con el proceso de lucha de su pueblo pasó a «producir organizaciones».

Militante de la Coordinación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (CONAMURI), Francisca Rodríguez fue parte de la lucha conocida como «Campaña Continental 500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular», entre los años de 1989-1992, con la finalidad de hacerle frente a las conmemoraciones que pretendían celebrar los cinco siglos de la llegada de los europeos al continente latinoamericano.

El resultado de estas luchas no sólo permitió abrir una trinchera de resistencia, sino que acabó siendo un laboratorio que culminó en la creación de la Coordinación Latinoamericana de Organizaciones del Campo (Cloc) en 1994 y posteriormente Vía Campesina, organizaciones que congregan diversos movimientos sociales del campo en todo el mundo.

Presente en el Sexto Congreso Continental de la Cloc, que se desarrolla en la ciudad de Buenos Aires, Argentina entre el 10 y el 17 de abril, Francisca Rodríguez dice que posiblemente este año será su último congreso, pues aunque pretende estar presente en el próximo «creo que en este magnífico congreso será mi despedida de 100% activista». «Seguiré siendo una activista dentro de mi territorio, entregándome ahí como me entregué a América Latina».

En la siguiente entrevista, Francisca debate el papel de la campesina latinoamericana en un proceso de transformación radical de la sociedad y afirma que «cuando decimos ´sin feminismo no hay socialismo´ es porque queremos construir un socialismo revitalizado, donde la diferencia entre los géneros desaparece y donde podemos construir ese sueño de futuro que sea irreversible, que tengamos una fortaleza tan grande que el capital no pueda derribar»

¿Cuáles son las expectativas y los objetivos de esta asamblea?

El debate de las mujeres no puede estar limitado a nosotras mismas, es necesario que sea un debate de la Cloc y de toda la Vía Campesina, en el que todos tengan mucho para decir y contribuir.

Este es un proceso que requiere una construcción muy larga y no vamos a lograr construir una solución mañana. Llegó la hora de que los campesinos y las campesinas también teoricen en alguna medida.

Por lo tanto, la aproximación y el trabajo político que estamos haciendo avanzan junto con la formación, hay una pedagogía en todo el debate que nos muestra que la discusión de la mujer es una discusión política, un ejercicio pleno de política.

¿Y cuál sería el debate de las mujeres?

Luchamos al calor de las luchas levantadas por la Cloc. Hemos construido una propuesta y un manifiesto de las mujeres del campo que habla de nuestras demandas y de nuestros sueños, que son: mejorar las condiciones de las mujeres y del conjunto de la sociedad.

Particularmente: mejorar la situación de las mujeres del campo y de las mujeres indígenas, porque el modelo del agronegocio y de la minería está arrasando con todas nuestras tierras, territorios y recursos naturales.

Esa riqueza, que pertenece al pueblo y a toda la humanidad, está siendo violentamente arrasada por el capital. El capital destruye nuestros bienes, nuestros recursos, nuestros sueños, nuestra esperanza y nuestra alegría.

Lo que estamos haciendo es rescatar la esperanza. Cuando hay esperanza hay sueños que se pueden alcanzar. Por eso decimos que tenemos que globalizar la esperanza.

Nuestra propuesta es aproximar la construcción de una sociedad feminista de una sociedad socialista, que tengan una identidad de los sectores campesinos e indígenas y que sea portador de nuestra visión de futuro para el desarrollo de la sociedad.

Una sociedad con gente participando con igualdad de derechos y construyendo el futuro. Creo que es un desafío muy grande, pero no vamos a hacer eso solas. Por eso, necesitamos discutir también con mujeres de otros sectores, como las trabajadoras de la ciudad.

Cuando decimos: «Sin feminismo no hay socialismo» es porque queremos construir un socialismo revitalizado, donde la diferencia entre los géneros desaparezcan y que podamos construir ese sueño de futuro que sea irreversible, que tengamos una fortaleza tan grande que el capital no podrá derrumbar.

¿Y cómo ve usted la construcción de esa nueva sociedad en relación a la convivencia con la tierra?

Hay una forma de producir, de transformar, de dar vida al campo, aprovechando lo mejor que se tiene del desarrollo tecnológico. Hay un desarrollo tecnológico que no queremos negar. Hay un avance de la ciencia que reconocemos, pero queremos una tecnología apropiada a nuestra forma de hacer agricultura y queremos una ciencia al servicio de la humanidad y no al servicio del capital.

Pero generalmente hemos generado y desarrollado nuestra propia tecnología. Estamos hablando de agricultura campesina, de agroecología, de nuestras prácticas de producción en los pueblos del campo, de los conocimientos ancestrales que han desarrollándose. Y para nosotros, en ese proceso, es indispensable que valoricemos el papel fundamental de la mujer en la producción.

Tenemos que tener conciencia de que si la tierra es un bien común, tenemos que preservarla como un bien común, compartida entre hombres y mujeres por eso, cuando hablamos de Reforma Agraria pensamos más allá de la propiedad de la tierra, más allá de la expropiación de la tierra.

Nosotros campesinos, no nos apoderamos de la tierra, sólo la resguardamos. Estamos reivindicando un derecho que es una tierra para trabajar, producir, romper con el error histórico de acumulación y lograr desarrollar una alimentación saludable para los pueblos.

Ese es un trabajo compartido, en comunidad, en familia, ese es el único oficio que te da una cultura de vida diferente, que implica valores que se perdieron, como la solidaridad el respeto y el cuidado. Son valores que están estrictamente ligados a nuestra cultura, que tiene relación con nuestros lazos con la tierra.

Cuando luchamos por la tierra, por la soberanía alimentaria, por el agua y por la defensa de nuestros territorios como espacio central para la vida de nuestras comunidades, afirmamos que los conflictos son territoriales y sociales, defendemos el territorio en toda su magnitud.

¿Por qué hay una particularidad de la lucha de las mujeres contra el agronegocio?

Vivimos en una sociedad patrircal y por eso hay una cultura machista. La dominación de los pueblos parte de la existencia de una sector de la sociedad que tiene más poder que los otros. Y eso genera culturas de poder, por más que sean construidas socialmente.

Cuando hablamos de crear una feminismo, también hablamos de crear una cultura de la mujer, que tenga una visión rumbo al socialismo. Tal vez algún día no tengamos que hablar más sobre machismo, ni socialismo, sino de una situación que sólo va a suceder cuando alcacemos una sociedad igualitaria.

Necesitamos también poner atención en cuál concepto de igualdad estamos colocando. Pero ya existen elementos importantes que nos deja el feminismo histórico. Valorizamos la raíz del feminismo. Cuando nos levantamos somos fuertes, somos un poder, ya que somos la mitad de la humanidad.

Pero cuando construimos un movimiento feminista, una propuesta frente a tanta discriminación, tanta opresión y tanta desigualdad, muchas veces acabamos demonizando y volviendo la lucha una confrontación contra hombres y no contra reglas capitalistas que siguen imperando y que generaron esa diferencia entre hombres y mujeres.

Tenemos que abordar ese debate a partir de una identidad de clase y observarnos en cuanto clase para poder caminar como iguales y construir esa sociedad nueva. Una sociedad con justicia y solidaridad, donde el desarrollo del ser humano sea el centro.

¿Y cuál es el mayor obstáculo en el momento actual?

Tenemos un capitalismo salvaje, depredador e irracional. La acumulación se transformó en un vicio. Tenemos que protegernos de todas las tentativas divisionistas que el capital utiliza y que tienen mucho peso con campañas para destruir nuestra conciencia y crear una pérdida de identidad.

Los trabajadores, que históricamente lucharon por conquistas de derechos, están sufriendo pérdidas cada vez más constantes.

Tenemos que saber que el capitalismo es una fuerza potente, pero no invencible. Tenemos fuerza, razón y capacidad, lo que falta es un proceso de unidad verdadero para construir un grande proyecto popular que nos permita dejar claro para dónde queremos caminar. Y queremos contribuir a partir de nuestra condición de mujeres que, actualmente, están impedidas de ejercer plenamente sus derechos. Es preciso que se entienda que no hay cambios en la sociedad, si no hay transformación de nuestra cultura.

¿Qué avances hemos tenido en relación al debate sobre las mujeres después de los congresos anteriores?

Creo que nuestros procesos tuvieron un crecimiento. No sin problemas, porque tampoco podemos ignorar que tenemos problemas. Somos un movimiento nuevo. Somos jóvenes, tenemos 21 años. Pero fuimos capaces de recorrer a un proceso histórico y a la experiencia de procesos santiguos e incorporamos también nuevos procesos.

Creo que en estos 21 años hemos avanzado al identificar los problemas centrales que tenemos que enfrentar.

Vivimos en tiempos de contrarreforma agraria, en un proceso de destrucción de la naturaleza, destrucción de la capacidad de organización, de movilizarnos con represiones brutales de criminalización de nuestras luchas sociales. Pero nos hemos movilizado, derribando barrera por barrera para continuar avanzado.

Seguimos con nuestras banderas por la unidad, por la lucha, por la dignidad de nuestros pueblos, por la tierra, por la soberanía alimentaria, en la defensa del agua y en contra del ataque que implica ese sistema de producción y de consumo.

Estamos mostrándole al mundo una realidad para decir que es frente a esas banderas que tenemos que avanzar. Le hemos hecho propuestas al mundo, a la humanidad y propuestas que han tenido respuestas, por eso la soberanía alimentaria para nosotros es un principio, una causa de lucha y de defensa.

No es un camino fácil, pero es lo que nos da vitalidad, porque nos alimentamos de la lucha de los movimientos y de la fraternidad que aparece entre nosotros. Somos una gran familia mundial. Eso fue construido por la Vía Campesina, esa idea de una gran familia mundial que tiene objetivos de lucha en común y también la particularidad de cada lugar. Pero tenemos banderas y luchas comunes en todo el mundo y esos son elementos que nos hacen un movimiento poderoso.

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Argentina: VI Congreso CLOC LVC – “Quem alimenta o mundo são os camponeses e indígenas”, Valter da Silva MPA

15 de abril de 2015

Coletivo de Comunicação da CLOC-Via Campesina

valtercomp.jpgJá na apresentação dos palestrantes o coordenador da mesa, Daniel Pascal, deu o tom da temática «enceramos com chave de ouro», ao passar a palavra para os painelistas, Valter Israel da Silva do Movimento dos Pequenos Agricultores (MPA) e Rilma Maria Ramon Nogueiras da Associação nacional de Agricultores Pequenos (ANAP). Com o tema Agricultura Camponesa e Indígena, Valter e Rilma destacaram o processo de invizibilização que a Agricultura Camponesa tem passado, o Campesinato enquanto Classe, fazendo referência aos estudos de Marx.

Valter do MPA, destaca as seis grandes afirmações sobre a Agricultura Camponesa e Indígena, o Primeiro Elemento tem a ver com a relevância, a importância que a Agricultura Camponesa e Indígena tem para o mundo.

Como explica Valter, «92,3% das unidades agrícolas do mundo são camponesas ou indígenas é quase todo a agricultura em número de unidades» não é pouco gente afirma o representante do MPA. «os camponeses tem acesso a 24,7% do total de terras do mundo todo e produzem em torno de 70% dos alimentos que vão à mesa do povo e por isso não é um setor marginal, estes dados são da cabeça de alguém, são dados oficiais», afirma Valter.

O segundo elemento, tem a ver com a armadilha do Conceito de Agricultura Familiar, já que como apresenta o painelista, toda Agricultura Camponesa é Familiar, mas, nem toda Agricultura Familiar é Camponesa. Explica ele que, «a Agricultura familiar pode ser Industrial de pequeno porte, ou, Camponesa». Já no Terceiro Elemento, Valter apresenta as 3 teses e os e projetos para a agricultura, » o Fim do Campesinato (Agronegócio); Metamorfose Camponesa (Agricultura Familiar); e, o Fim do fim do Campesinato (Agricultura Camponesa) «, esclarece Valter.

O Quarto Elemento: «A Agricultura Camponesa e Indígena é a única capaz de dar resposta aos grandes dilemas da humanidade». O Quinto Elemento traz o papel revolucionário do campesinato». E o Sexto Elemento: O campesinato vem se afirmando como Classe Social, explica Valter, «é preciso pensar como classe, para Marx 4 elementos o definem como classe: tem uma posição diferente diante dos meios de produção; tem uma cultura própria; tem um projeto (Soberania Alimentar); e tem uma relação hostil com a classe oposta» finaliza Valter.

A agricultura Camponesa é um modo de ser, de viver e de produzir no campo.

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Argentina: Panel Agricultura Campesina Indígena y Buen Vivir – VI Congreso CLOC LVC

15 de abril de 2015

Colectivo de Comunicación de la CLOC – Vía Campesina

Consumir la producción agroecológica es la diferencia para mejorar la salud de los pueblos

bonvivircomp.jpgEl segundo día el VI Congreso de la CLOC – Vía Campesina, tras un recuento de los últimos 20 años de la historia de este espacio de articulación del movimiento campesino a nivel continental, de la mano de Diego Montón y Deolinda Carrizo, de la Secretaria Operativa de la CLOC, se desarrollaron paneles sobre la Agricultura Campesina Indígena y el Buen Vivir, con la conducción de dirigentes y dirigentas campesinas, como parte de la agenda que los 1.200 delegados/as de 21 países del continente tienen pautado agotar en estos tres días de congreso.

En el primer panel participaron sobre el Buen Vivir; María Canil, Conavigua Guatemala, Rodolfo Machaca, CSUTCB Bolivia e Israel Ayapan, miembro de la Asamblea de Izquierda Mapuche Chile. Canil, afirmó, como necesario el consumir la producción orgánica, ausente de pesticidas, como mecanismo para mejorar la salud de los seres humanos, hoy bombardeados por alimentos chatarra y genéticamente modificado, que han producido enfermedades desconocidas hace menos de 50 años.

Para el boliviano Rodolfo Machaca, es vital hacer conciencia del ser viviente que también es la tierra, para asumir la visión que tienen los/as campesinos/as que los hace hacer parte de su proceso de vida la vinculación sana con la producción agropecuaria. Llamó a recuperar la agricultura campesina, ya que es ésta, en su diversidad; el futuro posible que tiene la humanidad en sus manos.

Hablaron sobre la Agricultura Campesina Indígena, por parte del MPA Brasil, Valter Da Silva y Rilma Roman, de la ANAP Cuba, quienes plantearon los contextos en el que se encuentra en sus países este sector. Al cual coinciden en que se encuentra invisibilizado, aun cuando su aporte es enorme en la supervivencia de millones de familias en la región.

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Argentina: Panel Coyuntura Política y Agraria – Atilio Borón y João Pedro Stédile – VI Congreso CLOC LVC

15 de abril de 2015

Colectivo de comunicación CLOC-LVC

DSC03017comp.jpgEn el primer día del 6º Congreso Continental de CLOC LVC, el sociólogo argentino Atilio Boron y el economista brasilero João Pedro Stedile, de la coordinación nacional del MST y miembro de Vía Campesina, participaron de la mesa en que se debatió la coyuntura política y agraria.

Durante su exposición, Boron analizó la actual situación de los Estados Unidos ante el contexto mundial y sus respuestas a los cambios políticos y económicos que se registran en el planeta.

Para él, estamos viviendo un lento, gradual e irreversible proceso de decadencia de la mayor potencia económica y militar del mundo, que sería caracterizado por un momento histórico de «cambio de época».

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Intervención de Joao Pedro Stédile (MST-Brasil) MP3

 

«Los EUA están sustentando un modelo civilizatorio inviable, lo que implica que ellos se conviertan en un grande gobierno mundial fascista para que logren mantener su patrón de consumo incompatible con la naturaleza», afirmó.

Sistema Internacional

De acuerdo con Boron, la crisis de hegemonía de los EE.UU. es resultado de diversos factores internos y externos, como su debilidad económica, que han generado una serie de crisis fiscales que se expresa en una deuda pública 100% superior a su Producto Interno Bruto (PIB).

«Cuando un imperio entra crisis, se vuelve mucho más violento, y éste es un imperio que ya está en crisis. Por lo tanto, tenemos que prepararnos para responder a esta debilidad», indica.

Para Atilio Boron, todas las intervenciones militares de los EE.UU. en el mundo en los últimos 50 años tienen un divisor común: el petróleo.

Actualmente, este país produce cerca de 8 a 10 millones de barriles por día, y consumen cerca de 15 millones. En 2025, los datos presentados por el sociólogo apuntan a que se producirá cerca de 11 millones pero su necesitad llegará a cerca de 28 millones de barriles diarios.

Ojo en América Latina

Por cada niño estadunidense que nace, se estima que son necesarios 2,8 billones de libras de combustible, productos naturales y metales para mantener el patrón de consumo de su población.

En este panorama, América Latina pasa a ser un blanco estratégico en la política económica y militar de EE.UU.

Según Boron, el continente detiene 50% de la biodiversidad mundial, cerca del 45% de toda agua dulce del mundo, 80% de la reserva de litio y la mayor reserva de petróleo del mundo -en Venezuela-, además de grandes reservas de gas e hidroeléctricas.

No es por nada que EE.UU. mantiene 80 bases militares en toda América Latina y Caribe. Ante este panorama, Boron pregunto qué podría hacerse. Y responde con una frase de Fidel Castro: «aunque nos dijeran que Cuba no duraría 10 años, nuestro único deber es seguir luchando».

Un solo modo de producción

Por primera vez en la historia estamos viviendo en un mundo en que un único modo de producción domina todo el planeta.

Por esto, observa Stedile, es que el capital con sus empresas transnacionales crearon una nueva división internacional del trabajo y detienen el poder de decidir lo que cada región y país tiene que producir.

«Nosotros quedamos como exportadores de minerales, energía y commodities agrícolas. Con esto, ellos controlan los precios de las mercancías agrícolas, que ya no son más definidos por la oferta y demanda. Y así nos inducen a producir lo que ellos necesitan, y no lo que nuestros pueblos necesitan».

Este contexto, precisa Stedile, repercute en un nuevo momento de la lucha de clases en el campo, que «se volvió una verdadera lucha de clases antagónicas. De un lado, los capitalistas, en general, y de otro de los campesinos. No hay más posibilidad de una conciliación de clases o una convivencia, como si fue en el siglo 20».

Consiguientemente, lo que está en juego es la disputa de dos modelos agrícolas antagónicos. El agronegocio que se caracteriza por ser un modelo de apropiación privada de los recursos naturales, «de organización de la producción bajo control del capital». Y en este modelo, «no hay ningún espacio para los campesinos».

El contrapunto a este modelo es la producción agroecológica, protagonizada por los campesinos, que concilia la producción de alimentos saludables en armonía con el medio ambiente.

En esta confrontación «solo se será posible la victoria si nos juntamos con la clase trabajadora que vive en la ciudad», indica.

Al finalizar, Stedile recordó que las ideas solas no cambian el mundo; lo que cambia el mundo son las luchas de masa. Por lo mismo, necesitamos dar un salto en la lucha de masas y organizar luchas internacionales contra el mismo enemigo, sea Bayer, Monsanto o Syngenta».

Sin embargo, nada será significativo si no «recuperamos la práctica de los valores socialistas y humanitarios, como la solidaridad y la indignación contra cualquier injusticia en el mundo. Sin esto, no vamos a construir nada nuevo, y pasaremos como una generación por la tierra que no cambió nada», puntualizó.

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