Veinticinco años de lucha por la Soberanía Alimentaria: celebrando la diversidad, resistencia y transformación de la sociedad

#LaViaCampesina (Harare, 28 de Junio de 2021)

En este 2021 celebramos 25 años de iniciativas y campañas campesinas en nuestras comunidades para hacer realidad la Soberanía Alimentaria: dietas, suelos y semillas campesinas, agroecología, etc., mientras continuamos resistiendo al modelo capitalista. Esta visión de una relación armoniosa con la naturaleza y unx con otrxs, practicada durante miles de años, fue definida por La Vía Campesina y organizaciones aliadas en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 en Roma. Definimos la “Soberanía Alimentaria” como el derecho de los pueblos a producir alimentos saludables, nutritivos y apropiados cultural y climáticamente de manera autónoma y a través de prácticas agroecológicas, con el principal objetivo de satisfacer las necesidades alimenticias de sus comunidades.

Crédito: Rosanna Morris

Para marcar la celebración, estamos lanzando nuestro primer afiche oficial de una serie que busca explorar las diferentes dimensiones de la Soberanía Alimentaria, tal y como se la describió en la Cumbre de 1996.

Descargue los afiches en alta resolución aquí (el enlace caduca el 26 de septiembre de 2021)

Desde su lanzamiento hace 25 años en Roma, la definición de Soberanía Alimentaria se ha expandido para reflejar los intereses de comunidades vulnerables y, a menudo, desatendidas. En 2007, la definición se amplió y estructuró en seis pilares:

“La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos saludables y culturalmente apropiados producidos a través de métodos sostenibles y ambientalmente responsables, y es también el derecho de los pueblos a definir sus propios sistemas agrícolas y alimentarios. Centra en los sistemas alimentarios y políticas agrícolas a quienes producen, distribuyen y consumen alimentos en lugar de responder a las demandas de los mercados y las corporaciones. Defiende los intereses y la inclusión de las futuras generaciones. Ofrece una estrategia para resistir y desmantelar el actual régimen de comercio corporativo y alimentario y apunta a sistemas alimentarios, rurales, pastoralistas y pesqueros determinados por productorxs locales. La Soberanía Alimentaria prioriza las economías y mercados locales y nacionales, y empodera a la agricultura campesina y familiar, la pesca y pastoreo tradicional, y la producción, distribución y consumo alimentario basado en la sostenibilidad ambiental, social y económica. La Soberanía Alimentaria promueve el comercio transparente que garantice un ingreso justo a todos los pueblos y los derechos de lxs consumidores a la alimentación y la nutrición. Asegura que los derechos al usufructo y gestión de nuestras tierras, territorios, agua, semillas, ganado y biodiversidad está en las manos de quienes producimos alimentos. La Soberanía Alimentaria implica nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdad entre hombres y mujeres, diversidades, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones.”

Así, la Soberanía Alimentaria ha tenido profundas implicancias para las políticas públicas, fue adoptada por muchas organizaciones e instituciones, como entidades de las Naciones Unidas (la FAO, Organización de Alimentación y Agricultura; el IFAD, Fondo Internacional para Desarrollo Agrícola; el UNHRC, Consejo de Derechos Humanos, etc.). Algunos gobiernos la han incluido en sus políticas y hasta constituciones.

A pesar de estos enormes avances, quien promulgan la agricultura industrial destructiva siguen promoviendo métodos agrícolas dañinos y extractivos.

EN OPOSICIÓN A LA CAPTURA CORPORATIVA Y MOVILIZADXS POR UNA ALTERNATIVA POPULAR

La Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU que se avecina en Octubre es un claro ejemplo de que la captura corporativa se está activando a toda marcha, usando la pandemia de COVID 19 y la creciente inseguridad alimentaria para presionar a favor de sus intereses basados en la generación de ganancias. Lxs organizadorxs de la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU, desde su concepción en 2019, han socavado el rol de movimientos campesinos e indígenas en sentar la agenda de la Cumbre.

Como resultado, La Vía Campesina se ha aliado con decenas de movimientos sociales en la denuncia y el boicot a esta Cumbre, que afirman estar organizando en nuestro nombre mientras nos perjudican.

La Vía Campesina también unirá fuerzas con otros miembros de la sociedad civil para organizar una Contra-Cumbre a finales de julio de 2021 con el objetivo de presentar alternativas reales que surgen de nuestras experiencias en nuestros territorios. La batalla por el futuro de la alimentación se ha tornado en terreno de disputa y nosotrxs, campesinxs y aliadxs, necesitamos retornar al concepto del derecho a la Soberanía Alimentaria y renovarlo para asegurar su continuidad.

En los próximos días, La Vía Campesina también enviará una nota orientativa a todas nuestras organizaciones miembros, describiendo las diferentes formas en las que podemos sumarnos a las movilizaciones de la contra-cumbre que están planificadas para la última semana de julio. Será importante unir esfuerzos para definir la transformación que buscamos y el camino que debemos recorrer para alcanzarla.

EL FUTURO QUE QUEREMOS

Necesitamos fortalecer la conexión entre la Soberanía Alimentaria y la implementación de los derechos proclamados en la Declaración sobre Derechos Campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales de la ONU (UNDROP, por sus siglas en inglés). A la vez, es necesario clarificar las diferentes interpretaciones que han surgido de este derecho a la Soberanía Alimentaria desde 1996 para marcar la línea roja y las diferencias con los usos que distorsionan su significado, ya sea por ciertas ONG, fuerzas de extrema derecha o los gobiernos. Los #Próximos25Años son claves para fortalecer los sistemas alimentarios locales en la lucha contra el hambre y para enfriar el planeta, para preservar la biodiversidad y respetar los derechos de campesinxs y trabajadorxs. La pandemia de COVID 19 ha mostrado la importancia y la resistencia de los sistemas alimentarios locales que han salvado a muchas personas del hambre y la inanición. Continuamos luchando por una estrategia de transformación radical hacia sistemas alimentarios justos y decentes para todxs, que reconozcan las necesidades de los pueblos, garantice su dignidad y respete la naturaleza, priorizando la vida por sobre las ganancias y en resistencia a la captura corporativa.

¡Es hora de transformar y construir sociedades justas! #NoHayFuturoSinSoberaníaAlimentaria #Próximos25Años

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