Jueves 14 de Febrero de 2012
Monsanto mantuvo en el mercado el herbicida Lazo, pese a ser conocida su peligrosidad, y no informó en la etiqueta de los riesgos
El Juzgado de Primera Instancia de Lyon considera «responsable» a la transnacional de la transgenia Monsanto de la intoxicación por herbicida en 2004 del agricultor francés Paul François, y le condena a indemnizar totalmente al perjudicado en una reciente sentencia. El 27 de abril de 2004, abriendo la cuba de un pulverizador, Paul François, un cerealista de Bernac (Charente), de 47 años en la actualidad, recibió en la cara los vapores de Lazo, un herbicida poderoso producido por Monsanto. Como consecuencia, sufrió mareos, desvanecimientos y multitud de anomalías (tartamudeo, vértigos, dolores de cabeza, dolores musculares), viéndose obligado a interrumpir su actividad durante cerca de un año.
Un año después (mayo de 2005), los análisis detectaron en su organismo rastros de monochlorobenzène, un disolvente presente en Lazo, junto a un principio activo, el anachlore. Tres años más tarde, Paul François, que se convirtió en portavoz de las víctimas de los plaguicidas, consiguió que el mal que sufría por dicha causa fuera considerado enfermedad profesional por la Mutualidad social agrícola. Es entonces cuando inició un procedimiento por responsabilidad civil contra Monsanto.En la audiencia, celebrada el 12 de diciembre de 2011 en el juzgado de Lyon, el abogado del agricultor perjudicado reprochó a Monsanto por nantener el heribicida Lazo en el mercado, cuando era conocida su peligrosidad desde la década de los 80, lo cual motivó su prohibición en Canadá, Inglaterra y Bélgica. Sin embargo, no se retiró del mercado francés hasta 2007. Además, añadió que Monsanto no había detallado en la etiqueta la composición del producto, los riesgos por inhalación ni la obligación de llevar una máscara, incumpliendo su obligación de informar al respecto.