Brasil: Carta del Frente Brasil Popular a la Presidenta Legítima Dilma Rousseff

31 de agosto de 2016

dilma_español.jpgCompañera Presidenta
Dilma Rousseff

Primeramente, como dicen en las calles, fuera Temer!

La mayoría de los senadores brasileros se inclinaron al fraude y a la mentira, asestando un golpe parlamentario contra la Constitución y la soberanía popular.

Las fuerzas más reaccionarias, al interrumpir tu legítimo mandato, impusieron un gobierno usurpador, que no esconde sus opciones misóginas y racistas.

Atropellaron con el resultado electoral, condenaron a una mujer inocente y provocaron el más grave retroceso político desde el golpe militar del 1964.

Esta ruptura del orden democrático materializa los propósitos antipatrióticos y antipopulares de las élites económicas, empeñadas en ampliar su margen de ganancia a través de la destrucción de derechos y conquistas del pueblo brasilero, como la compañera denunció ante sus verdugos de hoy.

Los golpistas no esconden su programa: entre otras medidas contra el pueblo, pretenden reducir inversiones en salud, educación y vivienda, eliminar derechos laborales, acabar con la vinculación de la jubilación básica y el salario mínimo, vaciar programas sociales y entregar el «pré-sal» a las corporaciones internacionales.

La agenda de los usurpadores rasga las garantías de la Constitución de 1988 y enfrenta las conquistas obtenidas durante los gobiernos del presidente Lula y el de la compañera, con la clara intención de favorecer los intereses de la plutocracia del dinero, de la industria, de la tierra y de los medios, en detrimento de los trabajadores y de las clases y medias.

Durante los últimos meses, al lado de la compañera, resistimos contra el golpe institucional por todo el país. Millones de brasileros y brasileras participaron de manifestaciones y protestas, en un esfuerzo unitario para defender la democracia, los derechos populares y la soberanía de las urnas.

La voz de la compañera, en su discurso del 29 de agosto frente a sus juzgadores, nos representa. Ahí se hizo oir, con dignidad y audacia, la verdad sobre el golpe en curso, su naturaleza de clase y su amenaza al futuro de la nación, pues los usurpadores no esconden su sumisión a los centros imperialistas y buscan destruir la política externa independiente de los gobiernos petistas.

Perdemos una batalla, pero a resistencia apenas comienza. En las calles y en las instituciones. En los locales de estudio, trabajo y vivienda. Más temprano de lo que piensan los usurpadores, el pueblo brasilero será capaz de rechazar sus planes y retomar el camino de los grandes cambios.

Nuestra lucha contra el gobierno golpista y su programa para la retirada de las conquistas será implacable. Buscaremos la unidad y la movilización de las más amplas fuerzas populares, combatiendo sin cesar, hasta que derrotemos a la coalición antidemocrática que rompió con el Estado de Direcho.

Estamos convencidos de que la compañera seguirá inspirando y protagonizando la resistencia contra el golpismo.

Del mismo lado de la trinchera y de la historia, lucharemos hasta la victoria de un Brasil democrático, justo y soberano.

Brasília, 31 de agosto de 2016

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