Se conmemora en recuerdo de las hermanas Mirabal, que fueron asesinadas por luchar contra la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana.
El 25 de noviembre de 1960 fueron asesinadas las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes se habían rebelado contra el régimen dictatorial de Rafael Trujillo en República Dominicana. En reconocimiento a la valentía de dichas mujeres y en la defensa de los Derechos Humanos, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
En 1993, la ONU aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Allí se definió esta problemática como “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”. La Asamblea reconoció además que era necesario “un compromiso de todos los Estados y de la comunidad internacional en general” para eliminar estos tipos violencia.
A partir de allí, el organismo internacional invitó a gobiernos y organizaciones no gubernamentales a realizar actividades para sensibilizar a la comunidad mundial sobre este flagelo. Este año, la consigna es “16 días de activismo contra la violencia de género”, desde hoy y hasta el el 10 de diciembre, fecha en la que se conmemora el día de los Derechos Humanos.
En nuestro país, durante el 25 de noviembre se realizan actividades de sensibilización y fomento de la reflexión con perspectiva de género, como forma de promover una vida libre de violencia. Principalmente, se busca informar a la población sobre los alcances de la Ley 26.485, de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en los que desarrollen sus relaciones interpersonales.
República Dominicana es el tercer país de América Latina y El Caribe con más muertes violentas de mujeres. El 72 por ciento de estas muertes se consideran feminicidios. El feminicidio es un crimen de odio: se mata a una mujer por ser mujer. ¿Qué papel deben jugar las líderes empresariales del sector agroindustrial frente a este problema? ¿Puede la inclusión económica de las mujeres ayudar a detener la violencia basada en género?
El 25 de noviembre de 1960 fueron torturadas y brutalmente asesinadas las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo. Sus cuerpos despedazados fueron arrojados a un barranco y encontrados poco después.
Ellas eran tres hermanas, esposas, madres e hijas y activistas políticas quienes con un grupo de amigos y amigas militaban en contra de las injusticias de un dictador y hoy siguen representando la determinación de las mujeres en las luchas libertarias. De las tres militantes, Minerva era, según atestiguan quienes las conocieron desde su infancia, la más bella y de una inteligencia prodigiosa. Ella se casó con un joven dirigente del partido comunista.
La tragedia de la familia Mirabal se inicia cuando al asistir a una fiesta en el Palacio de la Gobernación en honor al dictador Trujillo, donde habían sido invitadas, este conoció a Minerva y se sintió atraído por su belleza. La familia Mirabal recibió entonces varias invitaciones de Trujillo en las cuales el dictador intentaba atraer a la joven Minerva, quien, cansada de sus intentos de seducción, no solo lo rechazó sino que solicitó al dictador dejar tranquilos a sus amigos militantes y perseguidos por la policía de Trujillo. A partir de este momento, la familia Mirabal no conoció descanso.
El padre de las tres hermanas fue detenido. Poco tiempo más tarde, Minerva también fue detenida, además de varios de sus amigos y amigas que pertenecían en su mayoría a la clase media alta e intelectual, lo que creó un clima de tensión nacional muy adverso al gobierno. Trujillo fue obligado entonces a poner en libertad a las mujeres detenidas.
Sin embargo, varias veces fueron nuevamente apresadas y en mayo de 1960, Minerva y su hermana María Teresa fueron condenadas a 18 años de cárcel. Por presión de la OEA y de la Iglesia, fueron nuevamente liberadas «bajo palabra». Finalmente, las tres hermanas Mirabal fueron vilmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960 con guión de «accidentes» al estilo clásico que utilizax4ba la policía cuando ordenaba la desaparición de opositores importantes.