En vísperas de recordar en todo el mundo el Día Internacional de  la Mujer Trabajadora, los días 6 y 7 de marzo de 2011, nos reunimos en  la ciudad de Asunción, mujeres de la CLOC/Vía Campesina Paraguay, en  solidaridad con otras organizaciones y sectores afines, para  pronunciarnos sobre el feminismo y el socialismo y en contra de la  violencia que nos oprime en el cotidiano vivir, incluso aquel tipo de  violencia naturalizada en las costumbres y el trato que aparenta no  serla. Para ello, hemos debatido las mujeres tanto campesinas, indígenas  como urbanas en un seminario internacional, y hemos levantado  propuestas y desafíos para derrumbar el muro de la desigualdad. A partir  del resultado de nuestro análisis, consideramos que:
 -El Estado paraguayo es patriarcal y sometido a los dictámenes del  capitalismo, por lo tanto, se desprende de esto que son los hombres los  que se  pronuncian en cuanto a la administración de la casa y del país,  cuando las mujeres no tenemos siquiera libertad y soberanía sobre  nuestros cuerpos y su destino de gestación; de esta forma, se rechaza el  marco rector del Ministerio de Educación sin desarrollar integralmente  los derechos sexuales y reproductivos, nutriendo y fortaleciendo así el  patriarcado y la violencia del sistema. 
 
 -Las mujeres, tanto indígenas como campesinas, debemos unirnos  solidariamente para combatir el avance de los agronegocios que están  liquidando nuestra cultura y tekoha, porque derribando nuestros montes  nos roban alimentos y medicinas; contaminando  nuestro suelo y agua nos  privan de la sobrevivencia diaria; quitándonos nuestra tierra y nuestras  semillas, por medio de amenazas o amedrentamiento constante, a través  de ilusiones de horizonte mejor, nos arrebatan las esperanzas y dejan a  nuestros hijos e hijas en desamparo y condena perpetua. Para mayor  cinismo, generan un “desarrollo económico” de 14,5% que no se traduce en  beneficios sino para ellos mismos, en tanto que los excluidos y  explotados lo somos todavía más, con el aumento de los precios de la  canasta familiar básica.
 -Reconocemos, en consecuencia, a las grandes transnacionales como  nuestros enemigos acérrimos, y a la burguesía rural como un fiel  portavoz que se sirve del aparato estatal, sobre todo de los corruptos  Poderes Legislativo y Judicial, para legalizar sus crímenes contra la  vida humana y la biodiversidad en general, incluso conociendo largamente  los efectos dañinos que sus negocios están ocasionando en todo el  planeta, enfáticamente grave para las mujeres, que somos portadoras de  vida y productoras de semillas.
 -El modelo económico y de producción capitalista vigente en nuestro  país y la región se constituye en exterminador de la agricultura  familiar campesina, y el teko porâ de nuestras comunidades indígenas  parece quedar muy lejos. El feminismo político es la bandera de lucha  que adoptamos firmemente para contribuir en la alternativa de una  sociedad mejor.
 -Asimismo, el modelo económico y de producción capitalista vigente  en nuestro país promueve la violencia hacia las mujeres generando  condiciones laborales negativas y de difícil acceso a las instancias de  decisión política, cercenando, por ende, nuestra capacidad de resolver,  con una visión macro, la gran problemática que nos concierne en materia  de salud, de educación y formación, tenencia de tierra y créditos y  crianza de los hijos e hijas en un marco de respeto y equidad, basado en  prácticas transformadoras.
 -Esto repercute en todas las esferas, tanto pública como privada,  porque la violencia es un monstruo de múltiples caras, y ahí donde una  mujer está barriendo, cocinando y planchando hay un tiempo que no  invierte en elevar la consciencia en busca de los nobles ideales,  humanistas y emancipadores, que deben regir las relaciones entre las  personas.
 Son, por tanto, desafíos que planteamos ante la sociedad y el Estado, por el fin de la violencia hacia las mujeres:
 
- Fortalecer las alianzas de todos los sectores de la clase trabajadora, tanto del campo como de la ciudad.
 
- Apoyar la lucha por la soberanía energética y alimentaria,  luchando convencidas y fuertemente por una reforma agraria integral con  perspectiva de género y etnia.
 
- Acompañar la lucha de las organizaciones departamentales y de base, para cumplimiento de los objetivos.
 
- Reforzar la lucha contra la violencia a través de actividades  conjuntas en el marco de la Campaña mundial emprendida por La Vía  Campesina, desde el 25 de noviembre de 2009.
 
- Facilitar una mayor inclusión de las mujeres indígenas en los espacios de decisión y análisis de las organizaciones.
 
- Trabajar por la autoestima de las mujeres, porque la violencia  va minando nuestra valoración propia acerca de las potencialidades con  que contamos, hasta restarle contenido sustancial, haciendo que todo  parezca seguir el curso normal de las cosas, naturalizando así la doble  explotación y peor exclusión.
 
- Luchar por las semillas nativas y criollas, para salvaguardar  las especies y proteger el presente y el porvenir de la humanidad y la  alimentación sana y natural de las generaciones actuales y futuras.
 
 
Del mismo modo, nuestras propuestas son las siguientes:
- – Intercambio de experiencias entre las organizaciones sociales de la clase trabajadora.
 
- – Capacitación permanente formando militantes para avanzar en las luchas.
 
- – Articulación de un equipo de seguimiento de las propuestas hechas ante las instituciones del Estado.
 
- – Fortalecimiento del espacio de la Marcha Mundial de Mujeres, capítulo Paraguay, con amplia participación.
 
- – Abordaje del tema feminismo y socialismo en el seno de las organizaciones mixtas.
 
- – Construcción de alianzas departamentales y de base.
 
- – Realización de un Foro de Mujeres en noviembre próximo para analizar el avance de las acciones propuestas.
 
 
 Teniendo en consideración lo arriba expuesto, invitamos a todas las  mujeres a formar parte de esta lucha que significa un avance en el  proceso de transformación social, a la vez que celebramos el Día  Internacional de las Mujeres Trabajadoras, en memoria de tantas  luchadoras históricas que han dejado sus huellas y su sangre por la  constitución de un mundo diferente.
¡Sin Feminismo no hay Socialismo!
 ¡Por el fin de la violencia hacia las mujeres, Paraguay lucha!
 ¡Globalicemos la lucha! ¡Globalicemos la esperanza!
 
 Asunción, martes 8 de marzo de 2011