Reunidos en Tegucigalpa, Honduras, región América Central los días 23 y 24 de octubre 2018, con delegadxs de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Honduras. En representación de La Via Campesina y millones de familias campesinas, Trabajadores del Campo, Pueblos Originarios y Pescadores, estamos conscientes de que es el sistema capitalista quien por sus acciones causa la movilidad humana de miles de familias que son desplazados de sus lugares de origen a migrar en busca de mejores condiciones de vida.
Desde hace nueve 9 años, el pueblo hondureño vive una crisis humanitaria, económica, social y política que ya tocó fondo, la única influencia externa son las políticas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, quienes junto a las transnacionales provocan la extrema pobreza, sufre de una galopante inseguridad ciudadana, miles de familias campesinas sin acceso a la tierra, criminalización de la lucha social, inestabilidad política de las fuerzas de gobierno quien ejerce la represión a un pueblo indignado por el régimen que representa Juan Orlando Hernández, quien paso a Honduras de la Democracia a la Barbarie.
Expresamos nuestra solidaridad con miles de familias que van en una caravana, defendemos la migración como un hecho de la historia humana que se remonta a miles de años, la migración del pueblo hondureño, es la movilidad humana, expulsados de sus comunidades de origen por la falta de tierras para la producción de alimentos, por las políticas agresivas que impone un modelo de desarrollo basado en la explotación de recursos, refugiados climáticos, la captación de bienes comunes, la criminalización y la explotación de campesinas y campesinos, así como de trabajadoras y trabajadores de la tierra y pueblos originarios.
La actual caravana que ya está en tierras mexicanas y que recibió la solidaridad de Guatemala, El Salvador y México, mientras el gobierno de Honduras y Estados Unidos están dispuestos a un genocidio contra miles de familias campesinas que están obligados a vender su fuerza de trabajo lejos de sus lugares de origen.
Ante esta crisis social, política y económica al que se enfrentan nuestros hermanos hondureños desde La Vía Campesina exigimos:
- Facilitar la libre movilidad de miles de familias campesinas hacia los Estados Unidos
- La inmigración debe dejar de ser confundida con las amenazas contra la seguridad nacional (o doméstica), puesto que son dos cosas muy diferentes.
- Exigimos la no separación de las familias indocumentadas, ni deportarlos o encerrarlos en centros de detención. Solicitamos la protección de las grandes organizaciones internacionales, como la ONU e identidades que apoyan la libre movilización humana y la humanitaria atención de los flujos migratorios.
- Es urgente un programa amplio de mejores condiciones de vida, salud, educación y vivienda digna, más políticas que brinden condiciones aptas para que quienes aún están en el campo y la ciudad permanezcan y los que salieron regresen a mejorar sus condiciones de vida con el respaldo del gobierno y toda la sociedad.
- Que los Estados respetan las convenciones internacionales, a adherirse a la Convención por la protección de los derechos de los emigrantes y sus familias y a modificar sus políticas y sus intervenciones públicas para asegurar la buena ejecución de las convenciones mencionadas.
- Permitir o garantizar a los emigrantes el acceso al mercado de trabajo en unas condiciones equivalentes a las de los trabajadores y trabajadoras nacionales.
- Derribar todos los muros: Estados Unidos/México ya que no solo representan una bárbara agresión contra la humanidad y dividen los pueblos, sino que atentan contra la naturaleza. Las fronteras geográficas actuales contribuyen ya fuertemente a las catástrofes ecológicas y estos muros solo agravan la situación.
- Desarrollar acciones de protección para las personas migrantes, que se resisten a desaparecer desafiando al sistema capitalista; acto de resistencia que debe ser incorporado a la lucha contra las causas de la debacle ambiental y climática, que debe convertirse en un eje de trabajo permanente. 9. Es urgente reconocer que desde La Vía Campesina, logramos que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre los derechos de las y los campesinos/as en Ginebra, esta declaración nos garantiza la estabilidad de las familias que hoy sufren desalojos forzosos, criminalización, racismo y xenofobia.
- Solo mediante una Reforma Agraria Integral y Popular, mejoraremos las condiciones de vida de miles de familias que son expulsados, de sus territorios, a través de terratenientes, empresarios, trasnacionales, Extractivismo y depredadores de los bienes comunes quienes promueven el agro negocio y quitan la producción de alimentos de campesinos que ahora salieron de sus territorios a vivir en la travesía infernal del éxodo masivo.
El éxodo en búsqueda del sueño americano no es nuevo, un centenar de hondureños parten diariamente hacia Estados Unidos, una caravana salió en la semana del 13 de octubre desde San Pedro Sula. Este hecho histórico muestra al mundo el fin de un régimen sin capacidad de gobernar y mejorar las condiciones de vida de un pueblo aguerrido que hoy sufre las malas políticas del tirano Juan Orlando Hernández, quien se aferra al poder dejando una estela de dolor, luto y desesperación por la expulsión de miles de familias buscando salir de su mal gobierno y del apoyo del gran capital internacional. Dado en la ciudad de Honduras a los veinte y cuatro días del mes de octubre del dos mil dieciocho.
¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!
Foto: Reuters