Acabamos de recibir un duro golpe como parte del plan de ataque de Estados Unidos en la Guerra de 4ta Generación que ese país adelanta contra Venezuela. A una semana del inicio del apagón nacional en que consistió este golpe, el país comienza a sentir que la normalidad se recupera, que vuelve la calma, que una vez más superamos en unidad nacional un grave ataque a la soberanía, a la democracia y a la paz de nuestra patria. Como sabemos que la agresión no se detendrá y que vendrán nuevos ataques, conviene hacer el balance y el análisis para anticipar posibles nuevos movimientos del enemigo. La estrategia está clara, pero es preciso ir despejando sus acciones tácticas. ¿Qué viene ahora? ¿Cuáles serán sus próximos pasos? ¿Cómo prepararnos para ello?
Es claro que el enemigo interno requiere elevar los niveles de organización y preparación de su base social para poder lograr una correlación de fuerza favorable en el terreno concreto de la disputa, es decir en el territorio venezolano. Esto es un requisito para que puedan llevar el plan a otro nivel de conflicto, en caso de no lograr la fractura institucional antes, lo cual parece poco probable. Sin una gran presión de calle, sin fuerzas de choque organizadas, no podrán configurar un escenario tipo insurrección que pueda implicar la caída del gobierno o un cuadro de violencia de tal magnitud que justifique la intervención extranjera. Entonces, están obligados a concentrar esfuerzos en las disputas territoriales. Ésa es una batalla que se viene, la batalla por cada calle, por cada pueblo, por cada urbanización, por cada barrio. Actualmente están reclutando las bandas en cada ciudad, están vertebrando sus bases. Su principal amenaza en estos momento es la crisis de expectativas que comienza a aparecer y sus divisiones orgánicas de siempre. Ésta debilidad suya debemos aprovecharla.
Es fundamental tomar en cuenta que la crisis económica se va seguir agravado, tanto por el impacto del bloqueo petrolero como por las secuelas del apagón. Éste último fue un golpe duro que, si bien logramos superar, afectó de manera importante el ya maltrecho aparato productivo. Estimaciones serias indican que el enemigo considera que pueden llegar a un pico de la crisis en aproximadamente tres meses, lo cual podría generarles las condiciones internas para intentar un jaque mate. Para adelantar esas acciones requerirán haber avanzado en la disputa territorial, por lo cual el chavismo, el movimiento popular, debe estar enfocado en preparar la defensa de nuestros territorios y en desplegar una ofensiva política y comunicacional para impedir el avance de las fuerzas enemigas a lo interno de cada territorio. Ello implica elevar los niveles de organización de la Milicia Bolivariana, de las Brigadas de Defensa Popular Hugo Chávez, de todas las organizaciones de base, de la inteligencia popular, de la preparación para la defensa del territorio y de la soberanía en todos los escenarios.
En lo político es clave organizar la solidaridad de la gente, estructurar redes que en cada calle, cada barrio, cada urbanización, cada ciudad y cada pueblo, se dediquen a recaudar fondos y recursos de los que más tienen para distribuirlos a aquellos(as) que son más vulnerables ante la crisis. Para ello debemos considerar emplear todas las formas organizativas del proceso: Clap, Ubch, colectivos, cooperativas, comunas, consejos comunales, mesas técnicas, consejos campesinos, de trabajadores(as), de estudiantes, de mujeres, Milicia Bolivariana, en una gran operación de apoyo solidario.
En resumen, concretamente, debemos comprender que hay tres tareas principales para el campo chavista, patriota y democrático del país: 1) elevar los niveles de preparación para la defensa de la paz, la democracia y la soberanía, 2) sostener y profundizar los esfuerzos de producción nacional, y 3) organizar la solidaridad del pueblo en una poderosa red de apoyo solidario.
En el nivel macro de las acciones, podemos esperar el bloqueo petrolero por parte de Europa, sanciones contra el sistema financiero nacional, sabotaje al sistema bancario y a la plataforma de todas las formas de pago sin efectivo, sabotaje a la plataforma de internet y telecomunicaciones, acciones contra la refinación y distribución de gasolina y gasoil. Esto, además de pasos para ir construyendo y legitimando un ejército mercenario que pueda actuar contra el país, principalmente desde Colombia.
Si de algo debemos estar seguros(as) es de que la ofensiva de Estados Unidos no va a detenerse. Eso nos obliga a hacer permenentemente estos análisis y determinar posibles escenarios y cursos de acción de la agresión enemiga, para poder trazar planes que puedan contribuir a desactivar el accionar enemigo y construir nuestros propios planes de acción ante cada escenario posible. La defensa de la paz, la soberanía y la democracia nos obliga a asumir con la mayor seriedad y compromiso nuestra preparación. No es poca cosa lo que nos estamos jugando. Hemos demostrado una extraordinaria capacidad para resistir, hemos demostrado consciencia y serenidad ante las mayores dificultades. Sin embargo, profundizar los niveles de preparación, articulación y acción coordinada será clave para lograr la victoria.