Los días 17 y 18 de Abril de 2021, reunidos en la comunidad de Peralta Provincia Azua República Dominicana delegadas y delegados jóvenes de organizaciones del campo y la ciudad, nos encontramos para conmemorar el día internacional de las luchas campesinas, bajo la consigna ´´alimentamos nuestros pueblos y construimos soberanía alimentaria´´
Hoy a 25 años del brutal asesinato de campesinos y campesinas en Eldorado dos Carajás en Pará, Brasil, la juventud condena ese y todos los asesinatos materiales y sistemático cometidos a diario contra el campesinado.
Reafirmamos la autodeterminación, la unidad y articulación de la juventud dominicana, caribeña y del mundo. Nos identificamos y nos comprometemos con la continuidad de las luchas contra las violaciones de los derechos y contra las migraciones forzosas producto de la explotación minera.
Hoy en este día de las luchas campesinas, intercambiamos experiencias de organización y movilización histórica de la juventud del campo y la cuidad.
En este evento nos comprometimos a continuar con los procesos de luchas por las grandes causas y las mejores reivindicaciones.
Continuaremos asumiendo la defensa de nuestra madre tierra, el retorno y permanencia en nuestros territorios y conquistar y defender la reforma agraria integral.
En el presente mes de abril de 2021 al conmemorarse el 56 aniversario de la guerra civil y patriótica de 1965, conocimos la extraordinaria enseñanza de esa epopeya y como jóvenes nos comprometemos a continuar la lucha en defensa de la soberanía e independencia nacional frente a cualquier intromisión extranjera como lo hicieran los hombres y mujeres jóvenes en abril de 1965, bajo el liderazgo del glorioso coronel Francisco Alberto Caamaño.
¡Que viva la juventud dominicana, caribeña y latinoamericana!
¡Juventud del campos y la cuidad construyendo poder popular!
Declaración de La Vía Campesina – Día Internacional de las Luchas Campesinas
(Harare, 15 de Abril de 2021) Este 17 de Abril, Día Internacional de las Luchas Campesinas, es un momento para reflexionar sobre nuestra visión de la Soberanía Alimentaria, y fortalecer aún más nuestra solidaridad contra la criminalización creciente de nuestras luchas, y el asesinato del campesinado, pueblos indígenas y de aquellxs que luchan por los derechos de sus comunidades, por la dignidad y la equidad a nivel mundial. Mientras unimos nuestras manos en solidaridad, exigimos el pleno respeto de nuestros derechos y el fin de la impunidad, la criminalización y los asesinatos, estamos atentos al difícil contexto social y económico al que se enfrentan muchos campesinxs y pueblos del mundo.
En primer lugar, la pandemia del COVID19, una crisis sanitaria que comenzó en 2020, ha provocado más de dos millones de muertes en todo el mundo. Las medidas para mitigar y detener la propagación de la pandemia han provocado una profunda crisis social con graves retrocesos en los derechos de lxs trabajadorxs, el desempleo, la corrupción, la miseria, el hambre y la violencia. Esta crisis sanitaria que se produce junto con la crisis climática imperante no hace más que empeorar la condición social y económica de las masas.
En segundo lugar, los grupos de presión en torno a la agroindustria y a las empresas incrementaron sus esfuerzos para capturar los espacios de gobernanza democrática mundial. Citando el empeoramiento del hambre, algunos pidieron a los gobiernos que levantaran la prohibición del uso de los OGM. Mientras, algunas grandes empresas, amparándose en la pandemia, trabajaron con las autoridades para flexibilizar leyes que protegen los bienes naturales. Fuimos testigxs de los intentos deliberados de cerrar la participación de la sociedad civil en los procesos de elaboración de políticas mundiales y en los espacios de la ONU. La virtualización de las reuniones del Consejo de Derechos Humanos y otros eventos supuso una participación limitada de lxs campesinxs y de las comunidades indígenas.
En tercer lugar, el actual reajuste de las fuerzas y de actores geopolíticos, que se manifiesta en el aumento de las tensiones entre los países económicamente avanzados (Estados Unidos/UE frente a China y Rusia, etc.), el aumento de la militarización en curso, junto con el reparto de los mercados mundiales entre estos grandes países, y la reintroducción de aranceles comerciales para evitar la competencia extranjera entre los aliados (Estados Unidos frente a la UE), son señales de un sistema capitalista en decadencia. La competencia por las fuentes de materias primas, en particular los minerales escasos, y el reparto de los mercados mundiales es la causa inevitable de conflictos armados y guerras devastadoras. Esto ha agravado la crisis migratoria en África, Oriente Medio, América Latina y del Norte, y Europa.
Las múltiples crisis a las que se enfrenta el mundo no son nuevas, sino un momento político para avanzar en la agenda de la Soberanía Alimentaria
Las crisis alimentaria, climática, medioambiental, económica, democrática y sanitaria que culminaron con la pandemia de COVID-19 muestran claramente a toda la humanidad que es vital una transformación del actual modelo agrícola y alimentario. Cada crisis, ya sea la pandemia de COVID-19 o la escasez de alimentos, nos ha mostrado la importancia y la resistencia de los sistemas alimentarios locales que el neoliberalismo sigue erosionando y explotando.
Desde nuestro nacimiento en 1993, como La Vía Campesina hemos estado desarrollando y promoviendo la Soberanía Alimentaria como alternativa a las relaciones de producción capitalistas dominantes, especialmente en la agricultura. En estos veintiocho años, la Soberanía Alimentaria ha ganado más terreno entre los movimientos sociales, las organizaciones de la sociedad civil y otros.
Así, para nosotrxs, la Soberanía Alimentaria y la agroecología campesina siguen triunfando en cada crisis como soluciones para fortalecer los sistemas alimentarios localizados, críticos en la lucha contra el hambre y el enfriamiento del planeta, preservar la biodiversidad y respetar los derechos de lxs campesinxs y lxs trabajadores. Además, la Soberanía Alimentaria promueve la solidaridad, un aspecto clave de la humanidad -y no el individualismo promovido por el capitalismo- que ha fortalecido nuestra voluntad colectiva de sobrevivir. ¡Lo más importante son las personas y no los beneficios! Ahora es el momento de transformar y construir una sociedad mejor.
La Declaración de la ONU sobre los Derechos Campesinos es nuestra principal herramienta política para fortalecer la Lucha Campesina Mundial
Como La Vía Campesina creemos que ha llegado el momento de que los gobiernos formulen e implementen urgentemente las políticas públicas radicales para brindar alivio, dignidad , justicia y equidad a miles de millones de personas cuya supervivencia depende de un hilo muy fino. Sin cambios radicales en las políticas públicas, la desesperación aumentará, al igual que los resultados imprevistos, por ejemplo, el reciente ascenso de la extrema derecha, el fascismo y otras formas de nacionalismo regresivo. La Soberanía Alimentaria sigue siendo la única solución coherente, una solución que beneficia tanto a las familias rurales como a lxs consumidores, en nuestros países.
Para ello, trabajaremos con los gobiernos progresistas y con los movimientos y organizaciones rurales y urbanas aliadas para monitorear y asegurar la correcta implementación de las políticas públicas. Reafirmamos que la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP) debe ser una herramienta para la promoción mundial de los programas de Reforma Agraria que se necesitan urgentemente, como componentes esenciales de las políticas públicas que los países deben aplicar en sus respectivos territorios para lograr condiciones de vida y de trabajo decentes en las zonas rurales.
Para aprovechar el momento político y recuperar el control sobre la alimentación, La Vía Campesina, junto con nuestros aliados, exige a los gobiernos a definir y afinar las propuestas de políticas públicas para lograr la Soberanía Alimentaria en todos los niveles. Esto significa la recuperación de la capacidad productiva nacional, arraigada en el sector de la agricultura campesina y familiar, a través de presupuestos del sector público, precios garantizados, créditos y otras formas de apoyo, incluyendo el apoyo a la comercialización directa entre productores y consumidores, y una verdadera Reforma Agraria Popular. Demandamos programas de Reforma Agraria Popular que fortalezcan la Agricultura Campesina y familiar, los sistemas alimentarios y agropecuarios que respondan a las necesidades urbanas y rurales, y que mejoren los sistemas de investigación y de asistencia técnica basándose esta vez en los principios del modelo “de campesino a campesino”.
Como La Vía Campesina también luchamos para que la salud sea reconocida como un Derecho Humano, especialmente, en la pandemia mundial del COVID-19. Exigimos el derecho a la vacuna pública y gratuita para todos los pueblos, tal como se define en el artículo 23 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Campesinos (UNDROP), incluyendo los procesos de prevención, vacunación y tratamiento a largo plazo. Las vacunas no deben ser patentadas ni deben quedar bajo el control y el beneficio de las grandes empresas transnacionales. Si se patentan, permiten que el mercado siga mercantilizando la vida.
Todas las sociedades deben tener acceso a la información y poder evaluar los tratamientos ofrecidos. Afirmamos que el cuidado de la salud debe comenzar con una dieta saludable y sostenible que fortalezca el sistema inmunológico, como propone la Soberanía Alimentaria, una forma de cuidar el bienestar de las personas y del medio ambiente.
¡El momento de transformación es ahora! #EsTiempoDeTransformar
Es inaceptable que en el siglo XXI cientos de millones de personas pasen hambre cuando hay alimentos suficientes para todxs; las desigualdades y las violaciones de los derechos humanos se agravan; la criminalización, la represión brutal y el autoritarismo aumentan a nivel mundial.
Este #17Abril2021 decimos: “¡La lucha por la dignidad, por la salud, por las políticas públicas basadas en la Soberanía Alimentaria y por la protección de nuestras comunidades y bienes naturales no es un crimen sino nuestros derechos!
Los Estados no deben criminalizar nuestras luchas ni dejarnos matar por ellos. Los Estados deben proteger nuestros derechos y no violentarnos. ¡Los estados no deben criminalizar nuestras luchas ni violar nuestros derechos! ¡Tampoco deben matarnos! Su deber es proteger nuestros derechos. Nos solidarizamos con todos los pueblos que luchan por sus derechos en todos los rincones del mundo.
Con la Soberanía Alimentaria y la solidaridad, podemos alcanzar la justicia social y la dignidad para todxs.
¡Alimentamos los pueblos y construimos la Soberanía Alimentaria!
¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!
El movimiento campesino de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – CLOC-Vía Campesina, y La Vía Campesina Internacional lanzó su visión política de la “Soberanía Alimentaria” hace 25 años. Este concepto fue desarrollado principalmente desde el enfoque de las y los campesinos, pequeños y medianos productores, mujeres rurales, comunidades indígenas, trabajadores agrícolas emigrantes, jóvenes y jornaleros sin tierra. En abril de 1996 durante la segunda Conferencia Internacional de La Vía Campesina, organizada en Tlaxcala (México) apareció por primera vez el término de Soberanía Alimentaria, y fue llevado al debate público en la Cumbre de Alimentación de la FAO el mismo año.
La Soberanía Alimentaria ‘Es el derecho de los pueblos y las comunidades a definir sus propias políticas agrarias, pecuarias, laborales, de pesca y de la alimentación, que sean ecológica, social, laboral y culturalmente apropiadas.’ Es el desarrollo de un modelo de producción sustentable a pequeña escala en beneficio de las comunidades y el medioambiente. La Soberanía Alimentaria da prioridad a la producción y al consumo local de alimentos, incluyendo la lucha por la tierra y la reforma agraria genuina que asegura que los derechos de uso y gestión de nuestra tierra, territorio, agua, semilla, la biodiversidad estén en las manos de aquellos que producimos los alimentos y no del agronegocio.
Esto en reacción a las políticas neoliberales que implican la pérdida de los derechos relacionados a la tierra y el territorio, los océanos y la producción a pequeña escala asociada a la alimentación. Siendo el detonante para la acción la firma de los gobiernos de América del Norte el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (NAFTA). Este acuerdo comercial dio un giro a la agricultura, colocándola en el centro de la discusión ya que rompía con la agricultura tradicional, y las trasnacionales se aprovecharon de producir y comercializar los alimentos, la soberanía alimentaria buscó una salida para garantizar a la agricultura campesina el consumo responsable y el acceso a alimentos sanos, saludables dándole prioridad al mercado local para resolver el problema del hambre en Latinoamérica y el Caribe.
Más que un concepto, la Soberanía Alimentaria es un modelo de vida y ha sido uno de los grandes aportes de la CLOC y La Vía Campesina, porque superó la concepción de la seguridad alimentaria, y se convirtió en el choque de dos modelos, el de la agricultura campesina versus el agronegocio. La Soberanía Alimentaria es una realidad que descansa sobre la tierra, agua, territorio, mercados campesinos y moviliza a los gobiernos a su aplicación a través de las políticas públicas y la garantía del buen vivir del campesinado.
¡Soberanía Alimentaria para los pueblos! es una demanda a los gobiernos a que prioricen la producción agrícola local y el reconocimiento de los derechos de las\os campesinas\os que desempeñan un papel esencial en la producción agrícola que garantiza la alimentación. Se suma a la soberanía alimentaria el enfoque de la producción agroecológica campesina e indígena como base de la agricultura y su papel en respuesta a la crisis climática.
A lo largo de estos años hemos logrado que la Soberanía Alimentaria esté incorporada en las agendas de algunos gobiernos como es el caso de Nicaragua, Ecuador, Venezuela, Bolivia y otros países de Asia como Nepal. Soberanía Alimentaria es ya un concepto que usan algunos funcionarios de la FAO, como se manifestó en el marco del Año de la Agricultura Familiar y el Decenio de la misma, y que está reconocido al nivel international a través de la Declaración de Derechos Campesinos.
A 25 años construyendo Soberanía Alimentaria, y en conmemoración de este #17Abril2021 Día Internacional de las Luchas Campesinas, levantamos nuestra bandera por el campesinado como sujeto social y su papel fundamental en la producción agroecológica campesina e indígena de alimentos.
Unimos nuestras voces en América Latina y El Caribe para manifestar nuestro rechazo profundo al modelo de agricultura industrial con sus transnacionales que invaden, destruyen nuestros territorios, asesinan a líderes y lideresas, y crean sistemas agroalimentarios deplorables e insostenibles para la vida del campesinado y los pueblos originarios.
En este contexto, traemos a memoria la Masacre de Eldorado dos Carajás en donde 21 camaradas del Movimiento Sin Tierra – MST en su lucha por la tierra fueron asesinados por la Policía Militar del Gobierno Brasilero.
Este #17Abril2021, hacemos el llamado a todas nuestras organizaciones de la CLOC-Vía Campesina y aliados a encender las velas de la esperanza y por la justicia, y en esta jornada de acción compartir sus luchas locales, nacionales e regionales por la Soberanía Alimentaria para visibilizar nuestro campo y nuestro campesinado en Nuestra América y en todo el mundo.
¡Alimentamos nuestros pueblos y construimos Soberanía Alimentaria!
“Desde los territorios, unidad, lucha y resistencia por el socialismo y la Soberanía de los Pueblos”
Llamado de Acción Global – La Vía Campesina – 17 de Abril 2021 – Día Internacional de las Luchas Campesinas
(Harare, 26 de Marzo de 2021) En la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996, La Vía Campesina, planteó su propuesta de “Soberanía Alimentaria” para oponerse al destructivo modelo industrial capitalista que sigue causando hambre, desigualdad y crisis climática. La Soberanía Alimentaria es el derecho de las personas a producir de forma autónoma alimentos sanos, nutritivos, climáticos y culturalmente apropiados, utilizando recursos locales y a través de medios agroecológicos, principalmente para atender las necesidades alimentarias locales de sus comunidades. La Soberanía Alimentaria es necesaria incluso para garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad en el planeta.
Desde su lanzamiento hace 25 años en Roma, la Soberanía Alimentaria ha tenido implicaciones de gran alcance en las políticas públicas, recogidas por muchas organizaciones e instituciones como los organismos de las Naciones Unidas : la Organización para la alimentación y agricultura (FAO), el Fondo internacional para el desarrollo de la agricultura (FIDA), el Consejo de los derechos Humanos (CDH), etc.. Algunos gobiernos como el de Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Mali, Bolivia, Nepal, Senegal, etc. la han incluido en sus políticas y algunos en sus constituciones. La adopción de la Declaración de los Derechos Campesinos por parte de la Asamblea General de la ONU en 2018 y el reconocimiento de la Agroecología por la FAO en 2015, son testimonio de un mayor reconocimiento y aceptación del derecho a la Soberanía Alimentaria de los pueblos del mundo por parte de unas instituciones multilaterales y de unos gobiernos.
A pesar de estos logros, las corporaciones intentan incansablemente paralizar y hacer retroceder el afianzamiento de la Soberanía Alimentaria y la Agroecología en las políticas públicas, en varios espacios de las Naciones Unidas, como por ejemplo el Consejo de los Derechos Humanos, el Comité para la Seguridad Alimentaria Mundial, la FAO. El reciente intento de la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU, es un claro ejemplo de que la captura corporativa está en marcha, utilizando la pandemia del COVID-19 y el aumento de la inseguridad alimentaria para impulsar sus intereses lucrativos. Desde La Vía Campesina creemos que, por el contrario, la actual pandemia de la COVID-19 ha demostrado la importancia y la capacidad de resiliencia de los sistemas alimentarios locales, que han evitado que muchas personas pasen hambre. Por ello, seguimos impulsando una estrategia de transformación radical hacia un sistema alimentario justo para todxs, que reconozca las necesidades de los pueblos, otorgue dignidad y respete la naturaleza, y ponga a las personas por encima de los beneficios, y se resista a la captura corporativa.
Este año 2021, celebramos los 25 años de construcción de la Soberanía Alimentaria y es una oportunidad mayor para dar visibilidad a las iniciativas que ya hemos conseguido, y al mismo tiempo es la hora de duplicar nuestros esfuerzos colectivos para concretar la Soberanía Alimentaria en los próximos 25 años.
Hagamos de este aniversario de los 25 años de Luchas Campesinas en defensa de la Soberanía Alimentaria un momento fuerte de solidaridad y de construcción de lo que entendemos por Soberanía Alimentaria y por qué creemos que es más acertada y relevante que nunca. Queremos mostrar todas las dimensiones de la Soberanía Alimentaria como alternativa a sistema alimentario capitalista.
Como La Via Campesina, vamos a hacer de #2021 una “Jornada Mundial por la SoberaníaAlimentaria” en el marco de nuestras fechas claves de movilización- el 17 de Abril – Día Internacional de las Luchas Campesinas[1], el 16 de Octubre – Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos y contra las transnacionales -, el 25 de Noviembre – Día Mundial por la eliminación de la violencia contra las mujeres – y el 3 de Diciembre – Día de Lucha contra los Agrotóxicos y por la vida.
Este #17Abril2021 llamamos a cada organización miembro de La Vía Campesina, aliadxs y amigxs a que destacen las distintas dimensiones de la Soberanía Alimentaria que tenga aplique a su contexto, realidad local y territorial.
Organicen acciones, cuidando de la vida, por los derechos de lxs campesinxs y de los trabajadorxs migrantes, por las semillas campesinas, por los alimentos locales, la agroecología, las políticas públicas para la Soberanía Alimentaria.
También pueden hacer acciones simbólicas de solidaridad, proyecciones de películas, debates públicos, mercados campesinas, ollas populares al aire libre, donación de alimentos sanos en las ciudades, en las comunidades, donación de sangre. ¡Todas sus ideas son bienvenidas!
Asimismo, este #17Abril2021 llamamos a las acciones de solidaridad concreta con todos los pueblos oprimidos del mundo. En 2021, la represión de las luchas campesinas y ciudadanas han aumentado de forma alarmante. En muchos países del mundo, la lista de líderxs de movimientos sociales amenazados, asesinadxs o encarceladxs crece inexorablemente. En memoria de lxs Campesinxs Sin Tierras asesinados el 17 de Abril de 1996, y en solidaridad con todxs lxs pueblos que hoy sufren represión violenta por sus luchas, llamamos a encender las velas de la esperanza y por justicia.
¡Movilicémonos en la semana de este #17Abril2021 , y mostremos al mundo que la solidaridad es nuestra fuerza!
Envíanos tus declaraciones, artículos, fotos, vídeos, y afiches a lvcweb@viacampesina.org, Registraremos todas las acciones para dar vida y visibilidad a esta gran construcción colectiva de la Soberanía Alimentaria.
¡Los crímenes y la violencia contra lxs que luchan por la Soberanía Alimentaria deben parar!
¡Alimentamos los pueblos y construimos Soberanía Alimentaria!
LLAMADO DE MOVILIZACIÓN – DÍA INTERNACIONAL DE LAS LUCHAS CAMPESINAS.
13 Abril, 2020
La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC, la expresión de La Vía Campesina en América Latina y el Caribe, hace un llamado a todas las organizaciones sociales de campesinos y campesinas, trabajadores y trabajadoras rurales, obreros y obreras agrícolas, de pueblos originarios y migrantes; a las organizaciones de la pesca artesanal y pastoriles en América Latina y El Caribe, a juntar esfuerzos para enfrentar unidos esta coyuntura de crisis socioeconómica y sanitaria mundial revelada con la aparición del nuevo coronavirus en el mundo. La propagación del COVID-19 y sus consecuencias en la gente solo desvela los efectos del capitalismo que con sus políticas globalizadas han provocado el desmantelamiento institucional de los Estados y la privatización de los derechos humanos en la región.
Esta frágil estructura estatal de América Latina y El Caribe en donde los estragos de la pandemia están más sentidos en la población históricamente empobrecida: el campesinado, el sector obrero, y el sector de comercio informal; es decir l@s trabajador@s por cuenta propia y además los migrantes, solo ha ensanchado la brecha de desigualdad social, aumentando además la inseguridad alimentaria, el despojo de los bienes comunes y el aumento de la violencia hacia las mujeres. Aún más, líderes y lideresas de las organizaciones campesinas que permanecen en la defensa de sus tierras y territorios enfrentan la violencia sistemática.
En estas circunstancias la CLOC-Vía Campesina conmemora el #17Abril2020, Día Internacional de las Luchas Campesinas, exhortando a la consolidación de las alianzas, la cooperación internacional, a los amigos y amigas de los movimientos sociales para la articulación de acciones de solidaridad por la defensa y protección de la vida en el campo y la ciudad; el fortalecimiento de la producción familiar campesina y agroecológica así como su comercialización, distribución justa y equitativa; la denuncia permanente de la vulnerabilidad en que se encuentran los y las trabajadoras del sector público y privado en medio de esta pandemia.
Ahora es el momento para la implementación de la Declaración de los Derechos Campesinos y Otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales. La adopción de la Declaración enriquece el sistema de derechos humanos, logrando poner el debate democrático de los Estados por encima del lobby y los intereses del capital; es una herramienta de fuerte contenido humanista, es un paso adelante para la gobernanza global y los pueblos del mundo.
¡En tiempos de pandemias, campesin@s unid@s alimentamos los pueblos!
¡Desde nuestros territorios unidad, lucha y resistencia por el socialismo y la soberanía de los pueblos!
El reto es unirnos y formarnos en la lucha mundial
Entrevista con Diego Montón, quien hace parte del Movimiento Nacional Indígena de Argentina, Cloc – Vía Campesina y del Colectivo Internacional de Derechos Campesinos de La Vía Campesina. El habla sobre el alcance que tiene la Declaración de los derechos del campesinado en las luchas campesinas, en evento realizado en Colombia.
¿Cuál es la importancia de participar en el Foro de los Derechos del Campesinado?
DM: A partir que la declaración fue aprobada y adoptada por la asamblea general de la ONU, en diciembre. Entramos en una etapa de como nos apropiamos en todos los territorios de esta herramienta para dinamizar y potenciar las luchas y también para establecer los puentes de dialogo de construcción de políticas publicas para la agricultura campesina. En este foro y el de ayer donde hubo una fuerte participación campesina con experiencias, con luchas con propuestas que hacen a este nuevo proceso, el cual lo estamos promoviendo en todo el mundo para que la declaración tenga una nueva vida, una nueva vigencia.
¿De qué manera lo podrían aprovechar los pueblos campesinos para potenciar sus luchas por el reconocimiento?
DM: Por un lado, es una herramienta que nos hacer dinamizar el trabajo de los territorios de base, concientizando que la ONU reconoce los derechos de los campesinos e incluso que instrumentaliza la reforma agraria como una política necesaria para que los estados la apliquen. En segundo lugar, esta declaración contiene un compendio de obligaciones de los Estados para garantizar esos derechos y estas obligaciones se transformen en una orientación hacia donde tiene que ir la política pública y las políticas de los Estados. Por lo tanto, nos permite también dialogar con los Estados desde la lucha pero a su vez desde estos instrumentos internacionales.
¿Qué hace falta para que pueda ser vinculante por parte de los países comprometidos?
DM: En principio, ya es una herramienta y puede y debe ser tomada en cuenta por los Estados, yo creo que hay dos elementos, el político que tiene que ver con la fuerza y la unidad social en torno a esto para traducirlo en fuerza política. y otro elemento que tiene que ver con la jurisprudencia internacional, y que es la construcción de una convención internacional de los derechos campesinos que ya va a convertir a esta herramienta en jurídicamente vinculante, es decir que podremos denunciar a los Estados por el incumplimiento. Pero creemos que para llegar a esta convención hace falta todavía un largo recorrido donde le demos mucha vida y vigencia a la declaración en cada municipio, en cada provincia en cada país tratando de articular resoluciones, legislaciones, políticas en torno a la declaración y trabajando con aliados como sindicatos de las ciudades, estudiantes, otros sectores que vayan comprendiendo la importancia de esta declaración no solo para los campesinos, sino para los pueblos en su conjunto porque de ahí viene su alimentación.
¿Políticamente hablando está completa la declaración o le hicieron falta algunos temas de la Vía Campesina?
DM: No, creo que para ser una declaración de la ONU, esta completa, es de avanzada, incorpora muchos elementos pluriculturales que hace que el derecho internacional tenga una visión pluricultural que el anterior. Oxigena el sistema de derechos humanos. Claro, a la hora de mirar las banderas, luchas y propuestas de Vía Campesina, es una herramienta diferente, porque no contiene todas las luchas de Vía Campesina. Pero creo que a este momento histórico es una declaración que está completa.
¿Desde Nuestra América que se está impulsando para seguir posicionando la declaración y para que los países la incluyan en sus políticas públicas?
DM: Bueno estamos incorporando la declaración a todos nuestros ejes de lucha.
Este 17 de Abril – Día internacional de la Lucha Campesina, la declaración y los derechos campesinos van a hacer parte sustantiva de las movilizaciones en todo el mundo, asociado también a la urgencia de la reforma agraria y contra la criminalización de la lucha y la impunidad. Estamos también retomando todo el proceso de formación política incluyendo la declaración como una herramienta mas para el desarrollo y formación política de nuestros dirigentes.
Estamos en este tipo de foros y seminarios, hay uno a fin de mes en Honduras. Estamos promoviendo que en todo el mundo se de esta interacción de universidad-academia-movimiento campesino-funcionarios para discutir sobre la declaración, para que podamos ponerla en vigencia.
¿Cuáles han sido los aportes de la academia con respecto a esta declaración?
DM: Bueno, han sido muchos los intelectuales que se han venido sumando y acompañando, documentando también con métodos científicos las violaciones que íbamos denunciando, las caracterizaciones y las incidencias de la economía campesina en la economía global y abastecimiento de alimentos. Hay grupos independientes, yo destacaría la academia de Ginebra que estuvo acompañando muy firme el proceso con personas que se destacaban como expertos, y que le dieron esa complementariedad a la lucha campesina desde el mundo académico y científico y que nadie pudo rebatir en el seno del consejo de derechos humanos.
¿Considera que la lucha campesina en Nuestra América puede ser un aporte a la academia?
DM: Bueno, creo que cualquier científico o académico que se considere como tal, pretende que la teoría sirva para transformar la realidad hacia un mejor vivir de la humanidad. De eso se trata el movimiento social, es la fuerza que le da insumo a la teoría y después permite que la teoría se vuelva praxis para la transformación.
¿Cuáles son los retos que le quedan al movimiento campesino mundial para consolidar su reconocimiento como sujeto político de derechos?
DM: Tenemos un grave reto en un contexto de grave descomposición del capitalismo financiero, con una gran crisis que se ha agudizado en todos los frentes y con una gran contraofensiva del capital en todo el mundo y en nuestro continente principalmente. Uno de los principales desafíos que tenemos es la construcción de la unidad en torno a una contraofensiva popular que nos permita recuperar escenarios en el continente, que nos rearticule en luchas a nivel regional. No olvidemos que la CELAC como la UNASUR han sido totalmente desguazadas en este contexto, eran elementos importantes con muchos déficits, pero que permitían revivir un horizonte de unidad e integración. Así que fundamentalmente profundizar las luchas, profundizar la formación política y las alianzas y la unidad entorno al socialismo en todo el mundo.
Entrevista realizada por Formación Coordinador Nacional Agrario.
(Harare, 4 de Abril de 2019) Este 17 de Abril, Día Internacional de la Lucha Campesina, con nuestra memoria viva y con la rebeldía heredada por nuestros 19 compañeros Sin Tierra asesinados impunemente en la llamada “Masacre de Eldorado dos Carajás” en Brasil;como cada año llamamos a nuestros miembros, amigxs y aliadxs a unificar acciones potentes a nivel global; afirmando que solo es posible tener Derechos Campesinos con Reforma Agraria y Justicia Social.
El pasado 17 de diciembre de 2018, la Sesión 73 de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, adoptó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales, ahora que la declaración es un instrumento legal internacional. Como La Vía Campesina nos movilizamos por una implementación real en los territorios, y esto implica que los Estados garanticen acceso a la tierra, la protección de las semillas frente a la mercantilización y el freno de los desalojos y muertes y aplicar medidas contra los agrotóxicos; justicia social significa entonces que quienes alimentan al mundo vivan en condiciones dignas y en paz en el campo, sin ser judicializados por defender sus derechos y territorios.
En ese sentido, la urgencia de la Reforma Agraria, en un contexto de extractivismo y de un alarmante acaparamiento de tierras, resulta estratégica ya que la ofensiva neoliberal en todo el mundo viene acompañada de pérdida de derechos de la clase trabajadora, y del campesinado por consiguiente.
Es por eso, que este 17 de Abril nos movilizamos, y llamados a la lucha y resistencia en todos los territorios, convocamos también a otros movimientos sociales organizados, sindicales, universidades, medios de comunicación amigxs y a los gobiernos populares que priorizan a los pueblos; pues los Derechos Campesinos conquistados no pueden ser sustituidos por políticas públicas basadas en los interés del mercado global y del agronegocio. Denunciamos este modelo que no solo desterritorializa a poblaciones campesinas, sino que también se apropia de sus derechos, bienes comunes y de sus vidas, en nombre de la productividad y el desarrollo del sistema capitalista en el campo.
Llamamos entonces a levantar los puños de forma unificada, en los campos y en las ciudades por los Derechos Campesinos, la Soberanía Alimentaria y la Agroecología, globalizando la lucha y la esperanza de los pueblos frente a este modelo de muerte.
¡Derechos Campesinos YA! ¡Con Reforma Agraria y justicia social!
¡Movilización social CONCIENTE!
Este #17Abril2019 súmate a las múltiples acciones organizadas a nivel global, organiza acciones en los territorios, marchas de denunciar, foros, seminarios, ferias campesinas, proyección de películas, cualquier expresión es importante para demandar al implementación de los Derechos Campesinos con Reforma Agraria y Justicia Social.
Comparte todas las acciones planificadas para esta jornada a nuestro mail lvcweb@viacampesina.org, las queremos visibilizar en nuestro mapa de acción global.
Durante este día de Acción Global queremos decir que los Derechos Campesinos se garantizan con una urgente Reforma Agraria en todo el mundo, en contraposición a la gran concentración de la tierra que se vive a escala global.
También envíanos artículos, audios, fotos y videos de todas las acciones para difundirlos en nuestra web y VíaCampesinaTV.
Cada 17 de abril se conmemora el Día Mundial de la Lucha campesina, fecha que nos invita a reflexionar sobre la lucha constante que realizan nuestros pueblos indígenas u originarios en la defensa por la tierra y el reconocimiento de sus derechos. Como se recuerda, un 17 de abril de 1996 policías militares brasileños abrieron fuego contra una marcha del MTS (Movimiento de los Sin Tierra de Brasil), en donde fueron asesinados 69 campesinos quienes reclamaban el derecho a la tierra. A raíz de este hecho, se fijó el 17 de abril como Jornada Mundial de la Lucha Campesina, el cual tiene como objetivo defender a la pequeña agricultura y la soberanía alimentaria, así como promover la justicia social y dignidad de los pueblos originarios.
En nuestro país, nuestros pueblos indígenas, andinos y amazónicos continúan siendo las poblaciones más excluidas y desatendidas de parte de los gobiernos de turno, quienes continúan implementando políticas neoliberales sin considerar las consecuencias negativas hacia nuestros pueblos y a nuestro planeta, como son: la pobreza, la explotación indiscriminada y la contaminación. Asimismo existen políticas estatales que favorecen modelos de producción agrícola de exportación y agronegocio, altamente contaminante, poco responsable y explotador de recursos naturales, e incluso se aprueban normativas y/o proyectos de leyes que pretenden debilitar los derechos de nuestros pequeños agricultores campesinos e indígenas y originarios sobre los territorios y recursos naturales en los que habitan, poniendo en peligro la subsistencia de nuestros pequeña agricultura familiar y comunitaria.
En este contexto de incertidumbre, es urgente que el Estado implemente un nuevo modelo de desarrollo, inclusivo y responsable con nuestra madre tierra, que respete el modo de vida de nuestras familias campesinas, pequeños productores agrarios que con su trabajo sustentas más del 70% del consumo interno de nuestro país. Así también, resulta importante la aprobación de políticas agrarias sostenibles que garanticen el acceso a alimentos sanos y nutritivos, que favorezcan la producción local y la biodiversidad de nuestras semillas y productos, y revaloricen prácticas y saberes ancestrales de nuestras comunidades campesinas y nativas.
Según el Convenio 169 de la OIT, ratificado por el Estado peruano en el año 1994, señala que los Estados deben asumir la responsabilidad de desarrollar con participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de los pueblos y a garantizar el respecto de su integridad, es decir un compromiso que debe promover la identidad y el desarrollo de nuestras comunidades, quienes contribuyen a la preservación de la biodiversidad y los recursos naturales que hacen del Perú uno de los países con mayor patrimonio natural y vivo del mundo.
Por ello desde CNA reafirmamos nuestro compromiso en velar por los intereses de nuestros miles de pequeños y medianos agricultores (as), siendo la voz de nuestros pueblos, pero también implementando propuestas para el desarrollo sostenible de nuestro campesinado y trabajando firmemente en la promoción de nuestra agricultura sostenible, seguridad y soberanía alimentaria, mercados locales, así como la seguridad de tierras y territorios y el fortalecimiento en liderazgo de nuestros hermanos y hermanas para el ejercicio pleno de sus derechos colectivos.
De esta manera, hacemos un llamado a todos nuestros hermanos y hermanas agricultores (as), campesinos indígenas y ciudadanía en general para mantener nuestros principios en la preservación de la tierra y la vida, socializar y articular agendas comunes para hacer incidencias en las políticas públicas, con temas y propuestas impulsados desde el pueblo, buscando que los propios actores sean escuchados y que se respete el Convenio Internacional 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los pueblos indígenas seguimos presente y decimos: ¡No al modelo extractivista y explotador de recursos naturales que pone en peligro nuestro derecho de vivir libres y restringiendo nuestros derechos colectivos! ¡ Basta de perseguir y criminalizar la lucha de nuestros líderes y lideresas indígenas!
¡Territorio y SoberaníaAlimentaria para el buen vivir de nuestros pueblos!
“Nuestro homenaje será para los que cayeron ayer y para quienes resisten hoy”, dijo a RMR la integrante de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) – Vía Campesina. Recuperar la identidad de clase y campesina, resistir los TLC, dar lugar a las nuevas generaciones en los movimientos, son parte de sus reivindicaciones actuales. Audio
En plena preparación de la “mística” para realizar este 17 de abril, durante la asamblea de mujeres campesinas productoras agrícolas chilenas, Francisca dijo que será “un día de reflexión política y de insurgencia” en un contexto en que las organizaciones campesinas e indígenas necesitan “recuperar la conciencia de su identidad de clase” contra la competencia y la falta de solidaridad que fomenta el emprendedurismo en el sistema capitalista.
La histórica referente e integrante de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile (ANAMURI) y de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) – Vía Campesina, se refirió a la situación en Brasil y el ejemplo de lucha que dan el Movimiento Sin Tierra (MST) y la CLOC-VC de ese país.
En diálogo con Radio Mundo Real, dijo que hay que estar alerta por la ofensiva que hay hoy contra los movimientos sociales en Brasil y señalo que, si bien “Lula es el personaje, la conciencia y la razón del pueblo es defender la identidad de clase que acompaña resistencias como lo hace el MST que, desde su constitución, nos ha mostrado un camino: el de poner contenido a las luchas, como también lo ha hecho la CLOC- Via Campesina en Brasil. No es la recuperación de las tierras por la recuperación en sí misma: esta lucha está inserta en una más grande que es defender uno de los derechos vitales que es la alimentación”.
Además, exhortó a no olvidar las peleas que están dando los movimientos sociales, campesinos e indígenas también en el proceso de paz en Colombia y la ofensiva vigente contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Rodríguez se manifestó contra los tratados de libre comercio (TLC) en Chile, como el que ese país espera trazar con Uruguay -del que advirtió la necesidad de resistir, especialmente, a la incorporación “siniestra” de un capítulo dedicado a Mujeres y Comercio-.
Pancha también se refirió a la situación en su país, luego de que Sebastián Piñera volviera este año a presidir Chile tras ser electo en 2017: “Este gobierno de derecha apunta a terminar con la agricultura campesina. Los programas productivos que tiene para agricultura familiar campesina e indígena implican la entrega de paquetes tecnológicos que matan la agricultura, van terminando con nuestras semillas y, lo peor de todo, acaban con nuestra conciencia, lo que tiene graves costos para nuestra soberanía alimentaria”.
En Chile hay alrededor de 260.000 productores campesinos contabilizados por el gobierno, que Pancha calificó como “clientes de programas del gobierno (antes fueron “beneficiarios, luego “usuarios”), que obtienen créditos y subsidios en función de sistemas productivos y cultivos que se quieren introducir y afianzar de acuerdo a la demanda de un mercado que no es el mercado popular”.
Por eso consideró que el Día Internacional de la Lucha Campesina es “una reafirmación de cómo nosotros resistimos y luchamos contra lo que son las políticas agrícolas, la invasión a nuestros territorios, lo que pasa con recursos naturales como la tierra y el agua, así como de nuestra soberanía ante una pérdida de identidad tan grande que sufren nuestras comunidades”.
“No nos podemos quedar solo en homenajes a los compañeros que dieron la vida. Nuestra propuesta es una producción sana, dejando el uso de agrotóxicos, estimular una agroecología no institucionalizada, que no produzca solo para un segmento de la población, para una élite que tiene el placer de degustar lo que nosotros producimos. Los ricos están comiendo la comida que los pobres comían ayer, entonces: ¿qué están comiendo los pobres? Mucha de la producción que estña produciendo hoy la gente nuestra se va al mercado, no se queda ni llega a nuestros hogares, y terminamos comiendo lo que las grandes empresas quieren, que es comida que nos enferma”, reclamó Rodríguez.
Desde ANAMURI y la CLOC-VC la propuesta es feminista, campesina y popular: “Si nosotras no damos esta batalla, nuestros compañeros terminan sucumbiendo ante políticas patriarcales y neoliberales. Entonces nuestro trabajo se duplica. La diferencia es que hoy vamos tomando conciencia de defender nuestra propia vida y nuestra propia existencia como campesinas y campesinos”.