Apertura de la VI Escuela Continental de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina.

Este sábado 25 de mayo 2024 en el Centro de Formación Mamá Tingó CEFCAMATI, Republica Dominicana, con una simbólica mística se apertura la VI Escuela Continental de Mujeres de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC-Vía Campesina.

La Escuela es un espacio de encuentro, reflexión y acción donde las mujeres campesinas y rurales puedan compartir experiencias, adquirir conocimientos y fortalecer sus capacidades para enfrentar los desafíos que enfrentan en sus contextos locales. Se espera que este proceso formativo contribuya significativamente al fortalecimiento del movimiento de mujeres en América Latina y el Caribe, así como a la consecución de los ideales de justicia, equidad y dignidad que nos animan como organización.

La Escuela plantea los siguientes objetivos:

  1. Fortalecer el proceso político-organizativo de la articulación de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina
  2. Adquirir herramientas teóricas para potenciar la organización y la formación de base de las mujeres.
  3. Apropiar a nuestras compañeras del debate y construcción del feminismo campesino y popular en nuestras organizaciones y territorios.

Los temas que se abordarán en la Escuela están basados en el trabajo y las luchas de la CLOC-Vía Campesina:

  1. La Vía Campesina como movimiento internacional

La Vía Campesina es un movimiento internacional de campesinos y campesinas que ha surgido como una voz vital en la lucha por la soberanía alimentaria, la justicia social y la defensa de los derechos campesinos en todo el mundo. En este tema, se explorará el recorrido histórico de la Vía Campesina, destacando sus luchas y reivindicaciones en la defensa de los derechos de las comunidades rurales.

  1. Capitalismo, patriarcado, racismo y fascismo: violencia contra la mujer

Este tema aborda las intersecciones entre el capitalismo, el patriarcado, el racismo y el fascismo, y su impacto en la vida de las mujeres en el campo y la ciudad. Se examinarán las formas de organización y dominación que subyacen a estas estructuras, así como las diferentes manifestaciones de violencia contra las mujeres en distintos contextos sociales y culturales.

  1. Feminismo campesino y popular

En este tema se llevará a cabo un estudio exhaustivo de las distintas corrientes del feminismo, con un enfoque especial en el feminismo campesino y popular. Se analizará el origen del feminismo como movimiento político y se explorarán las diferentes corrientes y perspectivas que han surgido a lo largo de la historia.

Pueden seguir el desarrollo de la VI Escuela Continental de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina a través de la pagina web de la CLOC y sus redes sociales:

Página web: cloc-viacampesina.net

Facebook: cloc.viacampesina

Twitter: @CLOC_LVC

Instagram: CLOCLVC

YouTube: CLOC La Via Campesina

Nota preparada por la Secretaria Operativa Continental, CLOC-LVC

VOZ CAMPESINA 90: ¡CONSTRUYAMOS LA SOLIDARIDAD! ¡BASTA DE GENOCIDIOS, DESALOJOS Y VIOLENCIA!

El 17 de abril de cada año La Vía Campesina conmemora el Día Internacional de las Luchas Campesinas para recordar la masacre de Eldorado do Carajas de 1996 y movilizarse en apoyo a las luchas de campesinos/as, comunidades rurales, comunidades indígenas y trabajadores/as rurales en todo el mundo.

En este marco, para la edición 90 del Voz Campesina contamos con la participación de Anderson Amaro, del Movimiento de Pequeños Agricultores de Brasil, el MPA, que nos recuerda la historia de la masacre a manos de la Policía Militar del estado de Pará, cuando fueron asesinados 19 campesinos y campesinas del Movimiento Sin Tierra (MST) que se movilizaban para reivindicar la reforma agraria y exigir la expropiación de tierras para la producción campesina.

También nos acompaña Leonor Honda, del Coordinador Nacional Agrario (CNA), para contarnos sobre la campaña de solidaridad que organiza el movimiento campesino junto a otros sectores populares para reclamar el fin del genocidio en Gaza.

Además escuchamos a Chavannes Baptiste de La Vía Campesina Haití sobre el contexto de ese país y la posición de las organizaciones campesinas que buscan una Solución Haitiana a la crisis.

Y por último, Adilen Roque Jaime, de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba, nos cuenta sobre las actividades organizadas en Cuba en el marco del 65 aniversario de la Reforma Agraria.

Nota de prensa: VI Escuela Continental de la Articulación de Mujeres

“Con convicción, abrimos camino al Feminismo Campesino y Popular, construimos Soberanía Alimentaria y luchamos contra las crisis y la violencia

(Republica Dominicana, 14 de mayo de 2024) Del 24 al 31 de mayo de 2024, se realizará la VI Escuela Continental de Mujeres de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC-Vía Campesina, en el Centro De Formación y Capacitación Mama Tingo (Cefcamati), en la República Dominicana.

La CLOC-Vía Campesina es una articulación de 84 organizaciones campesinas, indígenas y afrodesciendientes en 18 países de América Latina y el Caribe, ha sido una voz vital en la defensa de los derechos campesinos y la construcción de la soberanía alimentaria en el continente. En esta escuela, participarán 90 mujeres delegadas de estas organizaciones, además de delegadas invitadas de organizaciones de La Vía Campesina de Canadá y Estados Unidos.

En el contexto político actual de América Latina, nos encontramos en un momento crucial donde los movimientos sociales, en particular el movimiento campesino, juegan un papel fundamental en la lucha por la justicia social, la equidad y la defensa de los derechos de las comunidades del campo, así como en la lucha por la paz y la democracia en la región. Sin embargo, reconocemos que aún queda mucho por hacer para garantizar la plena participación y representación de las mujeres campesinas en este movimiento.

Esta VI Escuela Continental busca fortalecer el proceso organizativo de la Articulación de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina, el debate sobre la construcción del feminismo campesino y popular, y la lucha contra todas las formas de violencia y opresión.


Contactos para la prensa: Vanessa Rodríguez +1 809 426 9601

Materiales de comunicación: https://nube.cloc-viacampesina.net/s/4P7wzbSbAcyFkkB

¡Con Feminismo, Construimos Socialismo!

¡Globalicemos la lucha, Globalicemos la Esperanza!

Haití: Otra intervención extranjera no resolverá la crisis; la solución debe emanar de su propio pueblo

El 12 de marzo, el primer ministro de Haití, Ariel Henry, presentó su renuncia en medio de la creciente violencia en el país. Antes de su anuncio, la Comunidad y Mercado Común del Caribe (CARICOM) se reunió a puerta cerrada para elaborar un plan de transición, que incluye la creación de un consejo presidencial y el nombramiento de un primer ministro interino. En paralelo, Estados Unidos respaldó otra intervención extranjera, prometiendo $100 millones para el despliegue de una fuerza multinacional de las Naciones Unidas en Haití.

A medida que avanza la formación del consejo presidencial, surgen preocupaciones sobre la credibilidad de sus miembros y sus lealtades políticas, especialmente al Partido Tèt Kale de Haití (PHTK), que está involucrado en la crisis actual.

El pueblo haitiano se cuestiona cómo se puede confiar en aquellos implicados en el caos para resolverlo y cómo otra intervención extranjera que socava la soberanía haitiana no fracasaría miserablemente como las intervenciones anteriores.

La crisis actual es producto de la intervención extranjera y solo puede resolverse si cesa la ingerencia extranjera y se permite a lxs haitianxs recuperar el control de su país.

Soluciones fallidas

A lo largo de su historia, Haití ha soportado una serie de intervenciones extranjeras que han erosionado su soberanía y han llevado directamente a la crisis actual. Después de la revolución haitiana de 1791, que trajo la liberación del dominio francés, Francia logró obligar a las autoridades haitianas a pagar indemnizaciones a cambio de reconocer la independencia de Haití en 1825. Esta enorme deuda, junto con sus intereses, debía pagarse durante 120 años y socavó el desarrollo económico del país durante dos siglos.

En 1915, Estados Unidos invadió y ocupó el país hasta 1934, sentando las bases de una política estadounidense sostenida para interferir violentamente en los asuntos internos de Haití y socavar la democratización. En la década de 1990, 2000 y 2010, las intervenciones de las llamadas “misiones de paz” de la ONU, así como la implementación de políticas de ajuste estructural por parte de instituciones como el Banco Mundial y el FMI, erosionaron aún más la soberanía de Haití y profundizaron su crisis.

El golpe más reciente, apoyado por potencias occidentales, vio la destitución del presidente democráticamente electo Jean-Bertrand Aristide en 2004. Después de su derrocamiento, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU creó el Core Group, compuesto por representantes de Brasil, Canadá, la Unión Europea, Francia, Alemania, España, Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos.

Durante las últimas dos décadas, este grupo ha ejercido una fuerte influencia en los asuntos políticos y económicos de Haití. No solo ha dictado quién debería gobernar el país, sino que también ha facilitado la incursión de fuerzas militares extranjeras en Haití y ha socavado el restablecimiento de una fuerza armada nacional después de que el ejército fuera disuelto en 1995.

Al tomar estas acciones, el Core Group ha provocado una profunda crisis política, social y económica en Haití, que ha desembocado en la desmantelación del poder estatal y en el control ejercido por diversas pandillas criminales.

Estados Unidos, en particular, tiene una responsabilidad directa en la proliferación y el fortalecimiento de las pandillas, al hacer poco para abordar el tráfico de armas estadounidenses hacia el país.

Como resultado, hoy, lxs haitianxs luchan no solo contra la pobreza y el hambre, sino también contra lo que se asemeja a un “genocidio lento”.

Las pandillas criminales controlan la capital, Puerto Príncipe, y los municipios circundantes, donde dominan más del 90 por ciento del territorio. Operan con total impunidad, aterrorizando a la población a través de secuestros, violaciones, asesinatos y saqueos.

Antes del reciente aumento de la violencia, un informe de 2023 de la organización haitiana Fondasyon Je Klere (FJKL) indicó que bajo el gobierno de Henry, de julio de 2021 a abril de 2023, fueron asesinadas 2,845 personas, incluidos 84 policías. Muchos más han sido asesinados en el último año. Alrededor de 360,000 personas han sido desplazadas, incluidas más de 50,000 que han huido de la capital en los últimos meses.

La violencia ha llevado al cierre de empresas, la pérdida de empleos y el colapso económico. Incluso antes de la escalada actual de la violencia, alrededor del 58 por ciento de la población ya vivía por debajo del umbral de la pobreza, sufriendo una inflación de hasta el 50 por ciento. Las escuelas han cerrado, privando a lxs jóvenes de su derecho a la educación; los centros de salud también han tenido que cerrar sus puertas, privando a muchos de acceso a la atención médica.

Haití está lidiando también con una crisis alimentaria. Según el Programa Mundial de Alimentos, 1.4 millones de haitianxs están al borde de la hambruna. La violencia en curso ha interrumpido gravemente los canales de distribución de alimentos. Además, la escasez de combustible, los gastos crecientes y los gravámenes exorbitantes impuestos por las pandillas están aumentando los precios en el mercado.

Un factor importante en la escasez de alimentos es también la devastación de las comunidades rurales, que han sido la columna vertebral de la economía agraria de Haití. Durante mucho tiempo han enfrentado la negligencia de quienes tienen el poder, recibiendo poco apoyo para sus actividades agrícolas y servicios básicos limitados para garantizar un nivel de vida normal, ya sea agua y electricidad o salud y educación.

La práctica de asignar tierras para zonas industriales gratuitas y el cultivo de productos comerciales para la exportación ha exacerbado aún más la escasez de alimentos en Haití. Esto beneficia a corporaciones extranjeras y a las élites políticas corruptas respaldadas por Occidente.

Los despojos de tierras han empeorado en los últimos meses, ya que las pandillas han comenzado a tomar por la fuerza tierras campesinas y venderlas ilegalmente a partes interesadas. Esto ha exacerbado la situación de las comunidades rurales.

Lxs haitianxs están sumidxs en la desesperación, con sus comunidades destrozadas y sus esperanzas quebradas frente a la violencia implacable.

El camino a seguir

En este contexto, parece poco probable que el nuevo plan de transición propuesto por la CARICOM, respaldado firmemente por el Core Group y en el que participan actores relacionados con el PHTK, pueda resolver la crisis.

Intervenciones similares en el pasado han introducido liderazgos y políticas supuestamente destinadas a aliviar la crisis en Haití, solo para empeorarla. Exfuncionarios haitianos como Gérard Latortue, Michel Martelly y Ariel Henry, respaldados por las mismas entidades que ahora abogan por una nueva intervención, han permitido que la violencia de pandillas florezca; algunos incluso han establecido estrechos vínculos con estos grupos.

El pueblo haitiano recuerda los fracasos pasados y no confía en las intervenciones dirigidas por la ONU y respaldadas por Occidente, la más reciente de las cuales trajo un brote de cólera que cobró la vida de unas 10,000 personas. En consecuencia, es comprensible que la población haitiana rechace una nueva intervención extranjera y el plan de transición asociado.

Las comunidades sociales, políticas y rurales pueden desarrollar soluciones sostenibles y lideradas por haitianxs. En la transición en curso, liderada por el colegio presidencial, estos sectores importantes se encuentran marginados, con solo un asiento entre los nueve asignados para instaurar el gobierno de transición. Esta representación desequilibrada plantea una seria amenaza para la credibilidad de la administración interina.

Por lo tanto, el Frente Patriótico Popula, confluencia de diversos movimientos sociales haitianos, incluidas nuestras organizaciones campesinas y partidos políticos que abogan por un cambio genuino y la soberanía nacional, enfatiza la necesidad de que estos sectores marginados ejerzan el control sobre el Poder Ejecutivo a través de un Comité de Monitoreo Nacional durante la transición. Esto garantiza una acción efectiva sobre problemas urgentes como la inseguridad y la revitalización económica, al tiempo que sienta las bases para elecciones justas dentro del plazo estipulado de dos años.

Para abordar la violencia de manera efectiva, las fuerzas del orden deben recibir una capacitación reforzada, recibir recursos suficientes y rendir cuentas, todo ello a petición del gobierno de transición y con la atenta supervisión del propuesto Comité de Monitoreo Nacional. Es crucial mantener las instituciones delineadas en la Constitución de 1987, junto con iniciativas para fortalecer la seguridad fronteriza destinadas a combatir el tráfico ilícito de armas.

Si bien las fuerzas armadas nacionales pueden desempeñar un papel crucial en el restablecimiento de la seguridad nacional, las medidas extremas pueden empeorar el caos. Por lo tanto, es esencial un Plan Nacional de Seguridad ideado por expertxs haitianxs e implementado por el gobierno de transición, que ofrezca diversas estrategias para combatir el crimen organizado y que sea fundamental para garantizar una solución definitiva a los desafíos de seguridad de Haití.

Paralelamente, la transición debería centrarse en restablecer las instituciones de administración pública y judicial, que son vitales para lograr la paz social. Los movimientos sociales, como los que participan en el Frente Patriótico Popular y grupos similares, deberían desempeñar un papel clave en este esfuerzo para garantizar que se respeten los estándares de transparencia y gobernanza democrática. Esta transición debería allanar el camino para el establecimiento de un nuevo contrato social y un estado redefinido comprometido a servir al interés nacional.

La crisis de escasez de alimentos puede abordarse internamente apoyando a lxs agricultorxs haitianxs e invirtiendo en la agricultura haitiana. El país tiene la tierra y los recursos para alimentarse a sí mismo. En lugar de hacer que los pobres dependan de la ayuda, los recursos financieros deben destinarse a revitalizar y proteger la agricultura campesina rural y fomentar una variedad de actividades productivas, incluida la agricultura, la agrosilvicultura, la ganadería, la pesca y la artesanía.

Además, la distribución de alimentos puede garantizarse apoyando a lxs vendedorxs minoristas a pequeña escala, algunas conocidas como Madan Sara, que desempeñan un papel vital en la entrega de alimentos a los centros urbanos. Incluso en estos tiempos peligrosos, continúan desafiando rutas inseguras para proporcionar a los mercados locales bienes esenciales.

Si la comunidad internacional quiere ver resuelta la crisis haitiana, puede apoyar estos esfuerzos locales. Puede proporcionar asistencia en un asunto determinado por los propios haitianos, ya sea a través de apoyo técnico para abordar la inseguridad rampante o ayuda humanitaria para combatir el hambre a corto plazo. Lxs haitianoxs también necesitarán solidaridad y apoyo internacional para buscar reparaciones financieras por indemnizaciones injustamente impuestas en el pasado y para repeler otros intentos de violar su soberanía.

La situación del pueblo haitiano no puede ser ignorada ni trivializada; exige acción inmediata y concertada, pero la respuesta no es otra intervención extranjera. Las potencias occidentales deben honrar la soberanía haitiana y respaldar soluciones locales en lugar de imponer sus propias preferencias. La voluntad del pueblo, que soporta el peso de esta catástrofe, debe ser defendida.

Este artículo fue escrito por Doudou Pierre Festile y Micherline Islanda Aduel de La Via Campesina Haití para Al Jazeera.

Fotos : Reuters/Ralph Tedy Erol


Encuentro Mesoamericano en Defensa del Maíz

Entre el 10 y el 14 de abril de 2024, celebramos en Costa Rica el Encuentro Mesoamericano en Defensa del Maíz. Llegaron campesinas y campesinos de México, Guatemala, Honduras, Salvador, Costa Rica y Nicaragua, Colombia y Ecuador. Estos dos últimos son países que en las clasificaciones botánicas, geográficas, históricas y antropológicas, no están incluidos en Mesoamérica —que va de la mitad de México hacia abajo por toda Centroamérica, no más. Pero no nos importó.

Nos importó la cercanía agrícola de hacer milpa o chacra, una afinidad que en este encuentro se hizo más visible. Son comunidades que guardan una estrecha relación con la Naturaleza, vigente en un horizonte de casi 10 mil años de agricultura campesina y ejercen sus posibilidades de subsistencia con la fuerza de sus vínculos sagrados.

El capelo de convivencia fue muy fluido y sus resonancias y pensamiento confluyeron en un documento de análisis que esperamos enriquezca nuestras conversaciones y la práctica de nuestra autonomía.

Las semillas son nuestra memoria:

sembrar nuestro maíz ancestral es un asunto político

Ante un clima generalizado de violencia y un afán de sometimiento por parte de corporaciones, gobiernos y organismos internacionales, los pueblos y comunidades que nos reconocemos en la milpa o la chacra de maíz, reivindicamos nuestra autonomía y nuestros modos propios de gobernarnos. La devastación, el despojo, las imposiciones, el exilio forzado de jóvenes, niñas y niños por el vaciamiento programado de nuestras regiones, hace necesario que nos pronunciemos con fuerza y nuestra vida por delante.

Reconfirmamos que defender el maíz (la milpa, la chacra) pasa necesariamente por el respeto a la libre determinación y autonomía de las comunidades y pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos.

Rechazamos una vez más cualquier siembra experimental, piloto o comercial, y la distribución, almacenamiento o comercialización de organismos genéticamente modificados (incluidos los transgénicos, los productos de edición genética con sus impulsores u otras formas de la biología sintética en cualquier parte del territorio nacional y en el mundo).

La soberanía y autonomía alimentaria radicarán siempre en el respeto del derecho colectivo a tener, guardar, intercambiar y sembrar libremente semillas nativas sin la imposición de mecanismo alguno de control estatal, federal o empresarial (sea registro, certificación, inventario, banco de semillas, catálogo de variedades, patentes, denominaciones de origen o derechos de obtentor, sean individuales o colectivos, y las medidas fitosanitarias impuestas por los TLC).

Un “buen vivir en armonía con el entorno” requiere condiciones que permitan la producción libre y autónoma de alimentos a nivel local, regional y nacional, el respeto a nuestros territorios, amenazados ahora por proyectos mineros, hidroeléctricos, petroleros, carreteros, de servicios ambientales, programas de “conservación”, monocultivos e invernaderos agroindustriales repletos de agrotóxicos, y la privatización de nuestras fuentes de agua; una industrialización y urbanización salvaje y una política ambiental oficial de conservación sin gente.

Rechazamos las acciones privatizadoras de la autodenominada Unión de Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV) y sus leyes que pretenden normar quién siembra, cultiva, cosecha y comparte semillas y variedades nativas y criollas.

Rechazamos los Tratados de Libre Comercio por ser instrumentos del sometimiento de la soberanía nacional a los intereses de las transnacionales y ser mecanismos de presión para la adopción de UPOV y legislaciones que impiden el intercambio y libre uso de semillas.

Rechazamos el Reglamento Técnico de Bioseguridad de Organismos Vivos Modificados (OVM) para Usos Agropecuarios (conocido como Reglamento Centroamericano), por atentar contra la soberanía de Guatemala, Honduras y El Salvador y por promover el tránsito de organismos genéticamente modificados con su paquete de agroquímicos, nocivos para la vida de nuestra gente, y la investigación, experimentación y comercio de semillas transgénicas.

Abrimos a la consideración pública los siguientes puntos.

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1. Celebramos lo propio y lo ponemos en el centro de la discusión. Revindicamos la vida, nuestra comunalidad (esa responsabilidad entre todas y todos) y la esperanza, una esperanza filosa y nada complaciente pero que nos abre avenidas de cotidianidad, cuidados y prácticas de autonomía: algo que al igual que la milpa o la chacra también se siembra, se cultiva y se cosecha vez tras vez. Celebrar lo propio nos hace reconocer y respetar la diversidad en todas sus formas y relaciones siempre y cuando haya un respeto recíproco basado en la convivencia de la humanidad y en la biodiversidad.

2. Abrimos más y más espacios de conversación intergeneracionales, formales e informales, puntos de encuentro entre personas y colectivos, para imaginar y reflexionar en conjunto, compartiendo datos, información, relatos, experiencias, historias, emociones y cariño. Ampliemos nuestros vínculos y nuestra comunicación, mantengamos conversaciones entre comunidades originarias, afrodescendientes, campesinas de diferentes regiones y promovamos la apertura de radios comunitarias en todos los enclaves posibles.

3. Defendemos nuestro ánimo y nuestra creatividad compartida: experimentar, observar y mejorar nuestras prácticas a partir de recuperar, revalorar y promover nuestros saberes campesinos, ancestrales y nuevos, afines y pertinentes con nuestras condiciones y circunstancias.

4. Reivindicamos nuestras formas propias de organización, la importancia de nuestras asambleas, en muchas partes la máxima autoridad horizontal desde donde se decide por consenso.

5. En la toma de decisiones sobre bienes y ámbitos comunes haremos valer nuestros derechos de contar con autoridades o mecanismos autónomos, tal como los ejidos y comunidades agrarias, resguardos indígenas, consejos comunitarios, zonas de reserva campesinas, alcaldías, cabildos y autoridades tradicionales, municipales o cantonales en territorios compartidos, nuestros, que mantienen su diversidad dependiendo de los países y las regiones.

6. Proponemos documentos normativos propios consensados en asambleas que pueden fortalecer la autonomía, sean de orden agrario o municipal / cantonal que promuevan nuestras formas propias de responsabilidad, trabajo y organización.

7. Seguimos guardando, compartiendo y reproduciendo abiertamente nuestras propias semillas y eso nos hace fuertes, porque sembrarlas es su mejor protección. Defenderlas nos hace mantener nuestros territorios de vida. Las semillas son nuestra memoria. Sembrar nuestras semillas hoy es un asunto político.

8. Queremos resignificar la agricultura campesina que guarda una relación de respeto con la naturaleza. De esa agricultura campesina ancestral brota la agroecología como una herramienta de memoria y cotejo junto a la agricultura contemporánea ecológica.

9. Rechazamos la imposición y la entrada a nuestros espacios de semillas extrañas o tecnologías para las que no tengamos una información confiable y sustentada en el cotejo de organizaciones o comunidades y nuestros propios canales de relación cercana.

10. Necesitamos cuidar la salud de nuestro suelo, agua y aire y fomentar su respeto. Exijamos la protección de territorios libres de agrotóxicos. Protegeremos nuestros territorios impulsando una transición hacia la prohibición de los agrotóxicos y cualquier otro veneno con que amenazan la vida de nuestras niñas y niños, de nuestro monte y nuestras fuentes de agua.

11. Queremos reconstituir nuestra fortaleza y nuestras habilidades, nuestra memoria y nuestra historia. Queremos tejer saberes en nuestros ámbitos comunitarios y como base de lo que pueden ser nuestros proyectos de formación: emprender investigaciones y diagnósticos participativos, pertinentes, que nos ayuden a conocer a fondo nuestros territorios, a entenderlos y defender todos sus rincones y sus relaciones. Que la base de nuestros proyectos de formación y educación sea la construcción colectiva de los saberes. Ya no queremos eternizar el colonialismo. Elaboremos materiales de formación en castellano y diferentes lenguas del continente, fortaleciendo nexos entre abuelas y abuelos con niños y niñas.

12. Fomentemos más diversidad en nuestros alimentos y garanticemos que no se pierdan cultivos vitales con valor nutricional e histórico. Propiciemos la diversificación productiva. Promovamos nuestros saberes gastronómicos, y reivindiquemos la cocina como un espacio de creatividad, imaginación y resistencia.

13. Reconstruyamos el vínculo entre la custodia de las semillas y la partería, para darle plenitud a las personas guardianas de la vida que viene.

14. Tras muchos reveses nos estamos saliendo de los circuitos del dinero, porque el dinero grita cuando ya no tiene cómo engañarnos. Impulsemos entonces tiendas cooperativas y modos de mercado locales que no sean sólo un intercambio mercantil sino un intenso intercambio de saberes: recuperemos nuestra propia economía.

15. Volvamos los sentidos hacia lo que nos ha hecho fuertes y que nos mantiene aquí luchando. Reconocer la importancia de la reciprocidad, y de la responsabilidad que ésta entraña. Es crucial recuperar, además de nuestros propios sistemas alimentarios, nuestro propio sistema de salud y curación, y nuestros mecanismos de impartición de justicia.

16. Protejamos y defendamos nuestros ámbitos y bienes comunes (bosques, semillas, aguas, saberes, educación propia, sistemas de equilibrio social y otros).

17. Nos está dando claridad fijar la mirada en los cuidados cotidianos ejercidos por mujeres y hombres, niñas, niños, jóvenes y personas mayores por igual, conscientes para atender las tareas que nos permiten reconocer, restañar, reparar, descansar, sanar, mantener, procurar, nuestras necesidades más profundas, incluida la producción propia de alimentos en eso que conocemos como soberanía alimentaria. Impulsemos nuestras formas de laborar en conjunto (sean minga, pasamanos, tequio, faena, manovuelta).

18. Buscamos construir alianzas estratégicas para amplificar los procesos que desarrollamos en las comunidades y que vamos sistematizando, cada quien en su lugar. (Con comunidades y organizaciones pero también con sociedad civil, fundaciones, tribunales de conciencia. Necesitamos en ocasiones emprender labores de sensibilización.)

19. Tenemos que lograr una salvaguarda jurídica internacional, pero también salvaguardas nacionales para impedir la privatización de las variedades de las semillas nativas, incluso blindando nuestros territorios.

20. Siempre que sea posible, busquemos la incidencia y la alianza con los gobiernos locales. En ese nivel de cercanía es más fácil y más transparente incidir con nuestras propuestas y reivindicaciones. Porque ahí nos conocemos y podemos emprender acciones conjuntas.

21. Promovamos la integralidad de las acciones de pueblos y comunidades, porque así es más fácil entender la complejidad de lo que puede profundizar nuestra autonomía y libre determinación.

Colombia, Alianza por la Agro-biodiversidad, Grupo Semillas. Costa Rica, Arari Plantas y Salud, Fundación Sol de Vida, Red de Mujeres Rurales, Red de Coordinación en Biodiversidad, Finca Lecanto, Red Bancos de Semillas, Mujeres por el Bien Común, Kioskos Socioambientales Universidad de Costa Rica (UCR), Talamanca por la Vida y por la Tierra, Coecoceiba Amigos de la Tierra, Asociación Tinamaste, Finca Aire Fresco, Colectiva Biriteca Agroecológica, Semillas Libres Costa Rica, Movimiento Agroecológico Costarricense. Ecuador: Fundación Kawsay, Coordinadora Nacional Campesina Eloy Alfaro (CLOC), La Troja Manaba, Acción Ecológica. El Salvador: Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria Región Central-CLOC-Vía Campesina. Guatemala: Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala (Redsag). Honduras: Asociación Nacional  de Fomento de la Agricultura Ecológica (Anafae). México: Red en Defensa del Maíz: (Colectivo por la Autonomía-COA, Semillas Colibrí, Desarrollo Económico y Social de los Mexicanos Indígenas-Desmi, Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca-UNOSJO, Ojarasca). Nicaragua: Semillas de Identidad-Red del Pacífico Sur. Regionales: GRAIN, Colectivo de Semillas de América Latina, Alianza Biodiversidad.

Encuentro Mesoamericano en Defensa del Maíz

Celebrado en el Centro Nacional Especializado en Agricultura Orgánica,

Cartago, Costa Rica, 13 de abril de 2024

Encuentro Internacional Economías para la Vida 2024

La próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, COP16, se realizará del 21 de octubre al 01 de noviembre, 2024 en Calí, Colombia. En marco de este encuentro internacional, el gobierno de Colombia organizará un espacio con los movimientos sociales nombrado Encuentro Internacional Economías para la Vida (Ecoovida) 2024. En marco del espacio de dialogo que tienen las organizaciones de la CLOC-Vía Campesina para construir esta actividad, compartimos su convocatoria.


Con el objetivo de construir la Agenda Internacional para el Fomento de las Economías para la Vida de la mano de plataformas y movimientos sociales, populares y solidarios; consolidar el Pacto Internacional de las Economías para la Vida y construir una propuesta internacional para establecer mecanismos de consulta permanente de las Naciones Unidas en el marco de la implementación de la Resolución 77/281, la Unidad Solidaria realizará en Cali, el Encuentro Internacional Economías para la Vida 2024, Ecoovida 2024.

El evento, surge como respuesta a la necesidad de un espacio en el que las economías para la vida se encuentren para desarrollar agendas orientadas a su articulación regional e internacional, promover apuestas colectivas de los movimientos sociales y solidarios que incrementen su empoderamiento y el desarrollo de instrumentos públicos y privados para la salvaguarda de la vida en el planeta.

AGENDA

Ecoovida 2024, busca escuchar y articular las voces de miles de personas, organizaciones, movimientos y plataformas que desde distintos procesos impulsan las economías para la vida y para su desarrollo permitirá el diálogo regional e internacional a partir de 10 foros temáticos:

1. Instrumentos internacionales para el fomento de las economías para la vida.

2. Educación solidaria, popular y comunitaria.

3. Reforma Agraria, Reindustrialización y reconversión productiva.

4. Bioeconomía, economía circular y economía sustentable.

5. Economías del cuidado.

6. Mujeres y economías para la vida.

7. Jóvenes y economías para la vida.

8. Microfinanzas, inclusión financiera y procesos de crédito comunitario.

9. Trabajo Decente y seguridad social.

10. Comunicación solidaria y derecho a la información.

inscripciones

En el marco del evento, las delegaciones vinculadas realizarán una visita a los Circuitos Asociativos Solidarios de Cali, Buenaventura, Obando, Dovio y La Unión en el Valle del Cauca; Suárez y Silvia, Guapi, y Popayán (Cauca); Tumaco (Nariño), Pereira (Risaralda) y el Parque Nacional de las Hermosas en el Tolima.

Ecoovida se desarrollará del 22 a 26 de octubre de 2024 y contará con la presencia de invitados del Gobierno nacional, el Foro Social Mundial de Economías Transformadoras (FSMET), la Red Intercontinental para la Promoción de la Economía Social y Solidaria (RIPESS), la Confederación Latinoamericana de Cooperativas y Mutuales de Trabajadores (Colacot), el Movimiento Agroecológico Latinoamericano (Maela), la Campaña por un Currículum Global de Economía Social y Solidaria, el  Comité de Impulso Colombia y la Red Iberoamericana de Fomento a la Economía Social y Solidaria.

Tenga en cuenta que, aunque el ingreso y participación en el evento no tiene costo, requiere inscripción previa y los gastos de alimentación, transporte y hospedaje deben ser asumidos por cada asistente.

La Unidad Solidaria informará oportunamente cuáles hoteles que ofrecerán tarifas especiales para los participantes.

POSTULACIÓN DE PONENCIAS

Para postular sus ponencias, los investigadores, actores sociales, comunitarios, académicos, funcionarios o cualquier persona con una experiencia validada que pueda ser expuesta en el marco de los temas propuestos en cada foro, deberá diligenciar el formulario que aparece a continuación y cargar la información y documentos solicitados.

Manifiesto Dominicano en el Día Mundial de la Madre Tierra

CUIDAR LA CASA COMÚN Y EVITAR LA DESTRUCCIÓN DEL PAÍS

En el día Mundial de la Madre Tierra, los firmantes del presente manifiesto público hacemos un juramento y compromiso sagrado para defender hasta las últimas consecuencias la casa común y todo lo que en ella habita, la vida, el agua, la biodiversidad, la naturaleza y las posibilidades de desarrollo sostenible e incluyente de nuestras comunidades y de cada ser vivo.

El llamado hoy desde el movimiento campesino del pais y el mundo,  gremios, organizaciones sociales, ambientalistas, trabajadores/as, sectores productivos, ecologistas, a toda persona de buena voluntad y al pueblo en general a ponernos de pie para evitar la destrucción del país.

El agua, el suelo, el aire y la agricultura con soberanía alimentaria valen más que el oro.

Le decimos ¡NO! a las explotaciones mineras que sirven a la acumulación frenética de riquezas inmorales para un reducido grupo de capitales depredadores nacionales y transnacionales que empobrecen y contaminan a nuestras comunidades, dejando fuera del bienestar a quienes responsablemente cuidan de estos recursos con sus prácticas.

Le decimos ¡NO! a la Barrik Gold, Unigold, GolQuest, Belfond, Falconbrigde, Consorcio Azucarero Central (CAC), a las barcazas, carboneros, las mega presas y proyectos contaminantes depredadores que destruyen montañas, ríos, fuentes de agua, agricultura y posibilidades de bienestar en Cotuí, Samaná y el Nordeste, San Juan, Restauración, Dajabón, Santiago Rodríguez, Las Placetas, Bonao, La Vega,  Lomas 7 Picos, Ozama-Isabela en el Gran Santo Domingo, Punta Catalina, Los negros, Azua, Barahona, Pedernales y la Región Enriquillo, San Pedro de Macorís y la Región Este. Exigimos que todas las empresas y proyectos cumplan estrictamente con la constitución, los convenios internacionales, la Ley 64-00 y el conjunto de la legislación ambiental.

Defendemos nuestras áreas protegidas y, de manera muy especial, el agua como bien común  protegido como patrimonio hídrico nacional, los bosques nativos, los ríos, la flora, la fauna y los suelos.

Denunciamos que el reciente asesinato del agricultor y ambientalista Francisco Ortíz Báez, defensor del Río Tireo, en Constanza, La Vega, es una prueba de la amenaza que representan los depredadores para todas las formas de vida, incluyendo, la vida humana, que no es respetada ni cuidada.

Para detener las amenazas reales de destrucción del país es necesario una gran unidad que nos lleve a todos y todas a una sola voz de cuidado y custodia de la vida, de nuestros bienes naturales y espirituales, mediante la educación ecológica integral, organización comunitaria, movilización que sume y las denuncias proféticas, muevan a la toda sociedad a la cultura del encuentro, el diálogo, la solidaridad y la cooperación para este difícil tiempo nacional y mundial que vivimos.

Firmado:

  • Coordinadora Popular Nacional.
  • Red Socioambiental Nacional.
  • Foro Ciudadano.
  • Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
  • Campamento Loma Miranda,
  • Coalición de Organizaciones Populares y Feministas del Cibao,
  • Coalición Enriquillo,
  • Coalición Ecológica-Popular de Bonao,
  • Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida,
  • Coalición Ambiental del Noroeste (COANOR).
  • Unión Anti-Barcazas de Los Negros de Azua.
  • Articulación Nacional Campesina (ANC)
  • CLOC/VIA CAMPESINA -CAPITULO DOMINICANO
  • Alianza por la soberanía Alimentaria .
  • Fundación Voces del Camu.
  • GREMULI.
  • Marcha Verde.
  • Coalición Socioambiental de la Sierra.
  • Sociedad Ecológica de Restauración.
  • Amanecer Ambiental, Mao.
  • Asamblea Ambiental de Dajabón (ANDA).
  • Unión de Organizaciones Rurales del Noroeste Henry Segarra.
  • Comisión Ambiental por la Esperanza del Río Ozama-CAMBIESO.
  • Instituto de Abogados Para la Protección del Medio Ambiente (INSAPROMA).
  • Red Urbano-Popular de la República Dominicana (RUP).
  • Grupo Ecológico Las Lagunas, Villa González.
  • Comité de Defensa de Laguna Saladillo.
  • Brigada Simarrona Sebastián Lemba.
  • Justicia Climática RD.
  • Federación de Juntas de Vecinos de Sabaneta, Santiago Rodríguez (FEJUVESA).
  • Red Ambiental de Santiago Rodríguez (RANSARO).
  • Red Ambiental de Villa Los Almácigos.
  • Colectivo Popular de San Francisco Macorís.
  • Movimiento Popular los Peregrinos de Moca.
  • Red de Encuentro Dominico haitiano Jacques Viaux
  • Comité Por la Unidad y los Derechos de la Mujer (CUDEM)
  • Institución Social Colectivo de Salud Popular (COSALUP).
  • Federación Nacional de Transportistas La Nueva Opción (FENATRANO).
  • Movimiento Sociocultural para el Trabajo Humanitario y Ambiental (MOSTHA).
  • Asociación Campesina Mama Tingo Los Peregrinos del Seibo.
  • Unión de Trabajadores Cañeros (UTC).
  • Bloque Popular Jesús Adón,
  • Coalición por la Defensa de la Salud y el Medio Ambiente de la Provincia Peravia.
  • Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
  • Coalición Ambiental de la Región Este de la República Dominicana.
  • Espacio Nacional Por Transparencia de la Industria Extractiva (ENTRE).
  • Movimiento Nuevo Renacer, Encadenados de Cotuí.
  • El Frente de Agricultores Unidos por el Progreso (FEDAUPRO).
  • Fundación Ecológica Tropical (Fundetrop).
  • Bloque Campesino Sur/ Sur del Movimiento Campesino Dominicano (MCD).
  • Ligas Populares.
  • Confederación Nacional de Mujeres del Campo (CONAMUCA).
  • Federación de Productores y Asociaciones Campesinas del Sur ( FEPROASUR).
  • Padre Javier León (Norlito), Vicario de la Parroquia La Altagracia, Loma de Cabrera.
  • Padre Santo Cabral, Párroquia Divina Misericordia, San Juan de la Maguana.
  • Padre Robinson Mejía Javier, Parroquia Nuestra Señora de Fátima, Bonao.
  • Ramón Enrique Torres (Moncito) /Unión Serrana para la Protección Ambiental, Santiago Rodríguez.

República Dominicana

22 de abril del 2024

La Vía Campesina Haití: 17 de abril, nota para la prensa

La fecha del 17 de abril, es el día de La Vía Campesina (LVC) ha consagrado como Día Internacional de las Luchas Campesinas. LVC escogió aquel día en la memoria de los 21 campesinos, miembros MST (Movimiento Sin Tierra) que fueron masacrados por la policía militar de Brasil , en esa misma fecha del 17 de abril del 1996 en una comunidad que se llama Eldorado de Carajás en el estado Para. La marcha que estaba realizando los campesinos era para reclamar sus derechos sobre la tierra para producir alimentos sanos, de allí 155 policías aparecieron y mataron a 19 campesinos y 2 de ellos los llevaron al hospital y fallecieron. Es en esta memoria de esta masacre, LVC lo elige como Día Internacional de las Luchas Campesinas.

Es en todo el mundo, las organizaciones campesinas miembros de LVC y aliados están haciendo reflexiones, debates sobre la agroecología, sobre la soberanía alimentaria, los derechos de los campesinos, sobre las tierras agrícolas. Más que 200 millones miembros de LVC están haciendo flotar las banderas agroecológicas campesinas como la única alternativa para todos los pueblos de este planeta tierra soberana en lo de alimentos sanos, el único medio para enfriar el planeta bajo la crisis climática.

En Haití igual no se puede olvidar la masacre de (Jean Rabel) un municipio del departamento del noroeste del país donde pandillas fueron asesinados a más de 300 campesinos. No se puede olvidar la masacre de Piatte en la municipalidad de San Marco, departamento de Artibonite con muchas otras masacres que se cometen sobre los campesinos en todos los rincones del país. No se puede negar ni olvidar los banditos ladrones de tierras en “Plateau central” (centro del país), en el Noreste, Artibonite, Noroeste , en el sur y otros lugares en el país,  El régimen PHTK , que es un régimen de acaparamiento de tierras.

El estado en Haití, siempre fue un estado anti campesino, pero desde hace 10 años el estado se solidariza con los oligarcas, con los países imperialistas para exterminar la clase campesina. Con la llegado del régimen PHTK eso vuelve a ser más duro, que es la tercera versión con Ariel Henry para acabar con el país. Muchos campesinos especialmente en el departamento de Artibonite tuvieron que huir de sus casas, abandonaron sus huertas, sus ganaderías por las pandillas.  en esta última semana, aquí en el departamento del centro del país, precisamente en el municipio de “Mirebalais” los campesinos huyeron de sus casas por ataques de bandas armadas.

Los campesinos no se saben por dónde irse, ladrones de todo tipo de vacas y chivos. Todas las empresas de transformación y comercialización de los productos agrícolas, cooperativas de agropecuarias no funcionan. Muchos campesinos huyeron o sea dejaron el medio rural. ¡A pesar de todo esto seguimos en la lucha, seguimos resistiendo!

LVC Haití pide que haya un gobierno de transición que reemplace el régimen criminal Ariel. Este gobierno de transición debe tomar medidas políticas y financieras necesarias para restablecer la seguridad más rápidamente que puedan en el país. Y dar a los campesinos lo necesario para relanzar con la producción de alimentos sanos y naturales, tomar medidas necesarias que facilite los desplazados volver a sus hogares, restituirlos o sea repararlos para volver a llevar una VIDA ADECUDADA, establecer un programa de reflexión y protección medioambiental que está en una situación crítica.

LVC Haití aprovecha también esta ocasión para decir a todas la mujeres, jóvenes y hombres campesinos, que no daremos por vencidos, Debemos seguir luchando y trabajando sin respirar para que Haití pueda retomar su soberanía alimentaria, retomar su soberanía nacional. Es por eso, no aceptemos ningún tipo de ocupación ¡Decimos NO a cualquier forma de ocupación que nos quieran imponer!

Mujeres y hombres campesinos, todos los aliados solidaricemos esta gran construcción de soberanía alimentaria, una gran solidaridad de liberación del país contra el proyecto de la muerte que quieren imponer.

GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEOS LA ESPERANZA

PARA UNA SOCIEDAD NUEVA EN EL PLANETA.

Organizaciones de CLOC-LVC Haiti: MPP, MPNKP, TK

En el Día Internacional de las Luchas Campesinas: ¡Construyamos Solidaridad! ¡Basta de Genocidios, Desalojos y Violencia!

Declaración política en el marco del 17 de abril – Día Internacional de las Luchas Campesinas


(Bagnolet) Hoy, 17 de abril de 2024, en el Día Internacional de las Luchas Campesinas, La Vía Campesina conmemora 28 años de la Masacre de El Dorado de Carajás en Brasil y denuncia la impunidad con la que se acosa, ataca y criminaliza a campesinos e indígenas en todo el mundo. Cada año, dedicamos esta fecha para movilizarnos en apoyo a las luchas en curso de campesinxs, comunidades rurales, comunidades indígenas, pastorxs, pescadorxs, migrantes y trabajadorxs rurales en todo el mundo.

Como movimiento campesino global, denunciamos y resistimos a las diversas formas de opresión: genocidios, guerras, hambrunas, desalojos, persecución, criminalización y violencia sistémica, en un contexto geopolítico dominado por las fuerzas avanzadas del imperialismo, el neocolonialismo y el capitalismo explotador. Nuestros esfuerzos, que obtuvieron un consenso total en la 8°Conferencia Internacional recientemente concluida, abarcan un conjunto diverso de iniciativas, incluido el Grupo de Trabajo para supervisar la aplicación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales, los esfuerzos para ampliar el movimiento mundial por la Soberanía Alimentaria contribuyendo activamente al Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria en 2025. Estas acciones ejemplifican la respuesta de La Vía Campesina al contexto de crisis que enfrentamos.

En este Día Internacional de las Luchas Campesinas, nuestras organizaciones miembros en todo el mundo participan en una gran variedad de actividades. Estas incluyen manifestaciones de denuncia y solidaridad, intercambios de semillas, siembra de cultivos tradicionales, venta de productos agroecológicos, conferencias con otros movimientos sociales y diversas acciones más. Estos esfuerzos nutren los procesos globales y propulsan las demandas colectivas de Soberanía Alimentaria y justicia social. A continuación, se presenta un resumen conciso de las luchas emergentes a nivel mundial.

La implacable marcha del neocolonialismo: genocidios, guerras, crisis y hambruna en todo el mundo

En diversas naciones, los efectos perniciosos del neocolonialismo son claramente evidentes. En Palestina, lxs agricultores de la UAWC están llamando urgentemente a un alto al fuego en medio del genocidio perpetrado por Israel en Gaza, un crimen contra la humanidad que viene resultando en la pérdida de más de 33,000 vidas y dejando a cientos de miles, especialmente niñxs y mujeres, en condiciones graves de hambruna. Se necesitan acciones de denuncia, solidaridad constante y las contribuciones de ayuda humanitaria para ayudar a las familias afectadas. Similarmente, Sudán se enfrenta a una brutal guerra civil, respaldada por fuerzas imperialistas y regionales, que asola el país con el objetivo de saquear sus recursos. Este conflicto, ignorado por la comunidad internacional, ha desplazado a más de 6 millones de personas, destruido infraestructura y agravado la hambruna. Lxs campesinxs sudaneses exigen el fin de esta intervención extranjera para permitir que el pueblo determine su destino y preserve la unidad.

En Haití, el país enfrenta una crisis creciente de hambre e inseguridad, similar a un genocidio lento. Las pandillas criminales interrumpen la distribución de alimentos, aumentando los precios en medio de la escasez de combustible. A pesar de estos desafíos, lxs campesinos abastecen valientemente los centros urbanos, viajando por rutas peligrosas, donde a menudo enfrentan robos, secuestros y asesinatos. Las organizaciones campesinas haitianas abogan por una transición política impulsada por el pueblo, libre de interferencias coloniales. Mientras tanto, en Cuba, el campesinado denuncia enérgicamente la inclusión del país en la lista de EE. UU. de patrocinadores del terrorismo, junto con el bloqueo económico severo, que afecta drásticamente su soberanía. En el marco del 65 aniversario de la Reforma Agraria, las familias campesinas y lxs trabajadores agrícolas piden a los Estados que defiendan los derechos cubanos a la soberanía nacional y alimentaria, lo que les permitirá seguir alimentando a la población. En Ecuador, el campesinado lucha contra la creciente militarización y el incumplimiento del derecho internacional, destacando especialmente la presencia del Comando Sur en Sudamérica bajo la influencia del gobierno de EE. UU.

En otras latitudes, las comunidades rurales en Níger, Burkina Faso y Malí, que constituyen el 80% de la población, soportan una carga desproporcionada de sanciones neocoloniales impuestas por la CEDEAO, la Unión Económica y Monetaria del África Occidental y la Unión Europea. En respuesta a la afectación concreta del derecho a la alimentación en las comunidades sahelianas, nuestras organizaciones miembros están participando activamente en esfuerzos de incidencia en la ONU, buscando liberar a sus países de la influencia neocolonial.

Asesinatos y persecuciones persisten en defensa de la tierra, los territorios y la vida

En Argentina, un líder de la organización campesina MOCASE fue asesinado por una banda armada asociada con la usurpación de tierras en la región norte del país. Lxs campesinos exigen justicia y condenan la violencia generalizada y los desalojos frecuentes infligidos por grupos poderosos relacionados con el agronegocio. Al mismo tiempo, lxs campesinos en Tanzania enfrentan arrestos y encarcelamientos repetidos por cultivar en tierras ancestrales reclamadas por empresarios poderosos. Las acciones del gobierno para transferir tierras de aldeas a granjas de bloques para cultivos de exportación están desplazando a miles de agricultorxs y amenazando el acceso al agua. Conflictos similares están estallando en todo el país, recordando el fallido proyecto ProSavana en Mozambique. A pesar de los desafíos, lxs agricultorxs tanzanxs están organizando resistencia para defender sus tierras contra la agricultura corporativa y posibles nuevas oleadas de acaparamiento de tierras. También en Guatemala, las organizaciones indígenas y campesinas condenan los desalojos continuos en territorios y siguen comprometidas con avanzar hacia la soberanía alimentaria dentro del país.

Nuestra organización campesina en Panamá persiste en su lucha contra el extractivismo en todas sus formas, especialmente oponiéndose a las actividades mineras. Destacan el papel crucial de promover la democracia en las próximas elecciones para abordar la difícil situación de las comunidades marginadas afectadas por prácticas explotadoras, que han cobrado la vida de decenas de líderes indígenas y campesinxs. También en Francia, el proyecto de ley de orientación agraria promovido por el gobierno enfrenta críticas de las organizaciones campesinas. Criticado por acelerar un plan social que alimenta la desaparición de agricultorxs, el proyecto de ley es condenado por promover la concentración de tierras y recursos, en detrimento de las mayorías. Mientras tanto, en Tailandia, la batalla de nuestra organización miembro contra el impacto de las represas, destacada especialmente por los efectos adversos de la represa de Sirinthorn en las comunidades locales, subraya la necesidad urgente de una compensación justa, prácticas sostenibles de manejo de tierras y justicia ambiental. En Indonesia, lxs campesinxs de Kutai Barat, Borneo Oriental, y Tanjung Jabung Barat, Jambi, son criminalizados por movilizarse para defender sus tierras y la producción de alimentos; esto en un contexto en que a nivel nacional el campesinado está exigiendo apoyo al precio mínimo del arroz que producen.

Las movilizaciones continúan contra las políticas públicas que empobrecen al campesinado y alimentan el hambre

Las luchas campesinas en Sri Lanka persisten contra la deuda nacional y el FMI, con victorias recientes en su campaña contra las firmas de microfinanzas. Después de esfuerzos de defensa sostenidos, el gobierno ha revertido una enmienda propuesta. En Bangladesh, BAFLF continúa su lucha por mejores salarios para los trabajadores agrícolas en las granjas de universidades estatales, mientras que en Pakistán, PKRC lidia con la creciente deuda y los precios en aumento. En Nepal, ANPFA intensifica su lucha contra los ‘bancos de tierras’ propuestos, que considera una amenaza para los bienes comunes y las tierras indígenas.

Por otro lado, las comunidades campesinas en Uganda luchan contra los impactos negativos de las Inversiones en Tierras a Gran Escala (ILSGE), que a menudo no benefician a las zonas de influencia directa como se prometió. Especialmente en regiones como el norte de Uganda, lxs agricultorxs a pequeña escala, especialmente aquellxs en el sector del café, enfrentan desafíos para relacionarse con los inversores a gran escala, lo que resulta en marginación y beneficios limitados. En Zimbabwe, el aumento de los precios de los alimentos y la devaluación de la moneda empeoran la inseguridad alimentaria, afectando a millones en la región. Al mismo tiempo, las inundaciones y la escasez de agua agravan la crisis, destacando la urgente necesidad de soluciones agrícolas sostenibles.

En Bélgica y en toda Europa, lxs agricultorxs exigen precios e remuneraciones justas, instando a poner fin a las negociaciones sobre acuerdos comerciales injustos como el acuerdo UE-Mercosur. Aunque se ha logrado cierto progreso, las propuestas recientes de la UE han sido insuficientes. Con las elecciones europeas en el horizonte, lxs campesinxs están decididos a presionar por sus derechos y buscar apoyo para prácticas agroecológicas y la preservación de semillas campesinas. En la misma línea, mientras India se prepara para sus próximas elecciones, las organizaciones campesinas intensifican sus llamamientos para obtener mejores precios y garantías legales para asegurar precios mínimos de apoyo. Al mismo tiempo, persisten en su resistencia contra los OGM y abogan en contra de las flexibilizaciones regulatorias para los ensayos de maíz transgénico.

En Australia, el campesinado denuncia la reciente introducción de una política neoliberal de exportación y mercado de la biodiversidad, que amenaza con concentrar la propiedad de la tierra, perjudicar a los pequeños agricultores y conducir potencialmente a la pérdida de sus tierras debido a la volatilidad de las condiciones del mercado.

La reforma agraria gana impulso a medida que se pone en acción UNDROP

En Brasil, las comunidades campesinas, inspiradas por el espíritu perdurable del Abril Rojo, nacido hace 28 años después de la masacre de Eldorado do Carajás, continúan haciendo campaña incansablemente por la reforma agraria y la soberanía alimentaria. Su dedicación firme a estas causas sigue siendo un punto focal en las luchas en curso, tanto a nivel regional como global. Continuando la lucha, Colombia recientemente alcanzó un hito al asegurar el reconocimiento de lxs campesinxs como sujetos de derechos con protección constitucional especial. El movimiento aboga vigorosamente por la reforma agraria, aprovechando la Declaración de Derechos Campesinos respaldada por la ONU como una herramienta política. Como un paso más hacia la implementación de la UNDROP para la reforma agraria y garantizar un acceso equitativo a los bienes comunes. Colombia acogió una Conferencia Internacional sobre Acaparamiento Global de Tierras con la participación de una delegación internacional de La Vía Campesina. Este evento marca una de las muchas acciones que el movimiento está llevando a cabo a nivel mundial para implementar UNDROP en diversos países y comunidades.

En solidaridad y en contra de todas las violaciones de los derechos humanos y campesinos, continuamos la lucha contra el neocolonialismo, el patriarcado y el capitalismo. Nos comprometemos inquebrantablemente con una transición agroecológica justa para alcanzar la justicia climática. Estos son los principios fundamentales que impulsan la lucha global por la soberanía alimentaria promovida por La Vía Campesina y sus organizaciones miembros.

En este Día Internacional de Acción por las Luchas Campesinas, unimos y levantamos nuestras voces:

¡Construyamos Solidaridad! ¡Basta de Genocidio, Desalojos y Violencia!