RESOLUCION SOBRE EDUCACION Y SALUD EN EL CAMPO
Al analizar los aspectos de Educación y Salud en nuestro continente, apreciamos una situación bastante desfavorable en todo sentido como consecuencia de la no atención a estos importantes aspectos por parte de los gobiernos neoliberales que hoy imperan en nuestros países. Exceptuamos de ello a Cuba por tener una realidad totalmente diferente y haber alcanzado niveles y calidad de atención de estos servicios de manera óptima y generalizada en toda su población.
Constatamos y reafirmamos que los presupuestos que se asignan para la educación y salud son insuficientes y se hace sin la participación de las organizaciones de obreros y campesinos, y sin ningún tipo de prioridad para los lugares que más necesitan, que es el campo; por si esto fuera poco, no todo el presupuesto que se asigna para estos programas realmente se ejecuta. Por otro lado, los esfuerzos de los campesinos y obreros han estado por el lado de la lucha por la sobrevivencia, por lo que no han contribuido a una acción más dinámica y con resultados a largo plazo, debido en parte, a las divisiones existentes en muchos países.
Al respecto se plantea los siguientes problemas:
1. Sobre la educación en el campo
– Hay carencias en general de presupuestos, de política educativa pública de acuerdo a las especificaciones regionales.
– Hay que vincular la educación popular del área rural a los problemas ecológicos, de salud y trabajo.
– Lo primordial de la educación es una necesidad imperiosa como contribución a la elevación de la productividad y la producción de nuestros campos.
– La educación es de herencia colonial. La escuela y los niños campesinos e indígenas son escenarios de confrontación de culturas, valores, y códigos: lo urbano occidental y lo andino, como son los casos de los países andinos. La mundialización de la economía y de la cultura se orienta a negar los valores de las culturas nacionales, sobre todo campesino-indígenas. Subsiste el paradigma de la cultura europea y el estigma de la cultura nativa.
– Los docentes en gran parte, no son titulados, en su mayoría su formación y capacitación es deficiente. Sus condiciones de trabajo en el medio rural son carentes de infraestructura pedagógica. Por lo tanto, antiacadémica.
– La participación de la comunidad se restringe a su aporte en trabajo comunitario e infraestructura, no así en la definición de políticas ni en la conducción de los procesos educativos que son impuestos desde las ciudades urbanas.
– El analfabetismo se incrementa en nuestros países.
– Los medios de comunicación distorsionan los valores culturales de los campesinos e indígenas y no reflejan las verdaderas aspiraciones de los obreros y campesinos.
– La educación autoritaria e impositiva es carente de métodos pedagógicos.
Teniendo en cuenta estos problemas proponemos las siguientes líneas de trabajo para la educación y salud en nuestros campos.
Los trabajadores del campo en este I Congreso Latinoamericano de Organizaciones del Campo, planteamos:
– Exigir el incremento de presupuesto educativo de nuestros países y exigir su control y cumplimiento.
– Exigimos la no manipulación de política de la educación en nuestros países.
– Exigir que la currícula esté ligada a la realidad de cada zona, implementando la enseñanza de las lenguas nativas en cada país.
– Hay que exigir una educación que responda a los problemas y necesidades estratégicas de transformación y desarrollo integral del campo, que se articule con los problemas ecológicos, los procesos productivos, sociales y culturales.
– La educación tiene que afirmar los valores culturales de las comunidades campesinas e indígenas como la reciprocidad, la solidaridad, el control y aprovechamiento complementario de los pisos ecológicos, el trabajo y la organización colectiva, el valor de la fiesta como base del desarrollo de la identidad y la autoestima individual, familiar, comunal, así como del diálogo y la educación intercultural.
– Hay que lograr una educación campesina de calidad, tanto por su orientación y contenido, que garantice al magisterio de una adecuada capacitación y remuneración, además de que se provea de infraestructura y materiales educativos, etc.
– Mirando el futuro, las organizaciones campesinas deben velar por una educación permanente, cuidar su formación política e ideológica y la autoestima organizativa.
2. Sobre la salud en el campo
En el aspecto de salud encontramos que no es un tema de atención de los gobiernos en nuestros países latinoamericanos.
Problemas
– La desatención de la salud del campesino es producto de la ausencia de una política de salud rural.
– La falta de recursos humanos y materiales, la falta de infraestructura para la salud en el campo y el alto costo de medicamentos y servicios de salud, así como la falta de saneamiento ambiental son situaciones comunes en los sistemas de salud de nuestros países.
– La centralización de los servicios y recursos, así como la privatización, hacen que la salud del campo no sea prioritaria para los gobiernos, sujetos a la imposición de la política neoliberal.
– La marginación y la falta de reconocimiento del personal de salud del campo, por parte de los programas de salud de los gobiernos.
– Los presupuestos son deficientes para la salud, y a su vez, se limitan al apoyo a la ciudad pero no al campesino.
– Los ministerios de salud no tienen una estrategia de trabajo con la comunidad, y sus planes y programas son para las ciudades urbanas.
– Los gobiernos no valoran la medicina tradicional ni la consideran como la alternativa. En el caso de la hoja de coca ha sido penalizada y reconocida como un producto ilegal por organismos internacionales, negándose su valor cultural y terapéutico.
– La formación de los recursos humanos no guarda relación con las necesidades del campesino y se da una formación asistencial hospitalaria cuando se debe dar prioridad a la preventiva promocional.
– La contaminación del medio ambiente está causando enfermedad y muerte en las comunidades de los diferentes países latinoamericanos. Con el pretexto del desarrollo industrial, se lleva a cabo la explotación de los recursos naturales alterando el equilibrio ecológico.
– La ausencia de una política de medicamentos que garantice su uso a nivel nacional.
– Falta ampliar el rol de las organizaciones campesinas para mejorar las condiciones de salud en las comunidades y por ende contribuir a su desarrollo integral.
– Falta desarrollar una política integral que incluya el desarrollo agrícola para el mejoramiento de la salud y que denuncie el peligro de la contaminación del agro por sustancias tóxicas que se usan como abonos, pesticidas, etc.
Por lo tanto:
1. Exigimos a los gobiernos que tengan una política integral de salud desde el punto de vista de la población campesina e indígena.
2. Exigimos que los programas de salud de los gobiernos y organizaciones no gubernamentales estén orientados a eliminar las pésimas condiciones de salud existentes en nuestros países.
3. Exigir el reconocimiento de los agentes comunales de salud por parte de los gobiernos.
4. Exigir la valoración de la medicina tradicional y su desarrollo, así como el uso racional de la medicina occidental.
5. Exigir a los gobiernos los cambios curriculares de las ciencias médicas a fin de que se desarrollen cursos y programas destinados a mejorar la salud de los trabajadores del campo.
6. Orientar a las organizaciones campesinas que se responsabilicen por la salud de las comunidades desarrollando proyectos y programas.
7. Hacer conocer a la ONU, OMS y al mundo entero que la hoja de coca en su estado natural es parte de la medicina tradicional y parte de la cultura andina.