22 de octubre de 2015
Con los objetivos de compartir experiencias y estrategias desde distintos países en el marco de la lucha por la tierra, poner en común las diferentes problemáticas y retos que se enfrentan en los contextos de donde vienen las participantes e identificar diferentes mecanismos para la comunicación interna entre las delegadas; se celebró en Guatemala el Encuentro «Nosotras somos tierra», entre el 14 y el 16 de octubre, organizado por la Red Centroamericana de Mujeres Rurales Indígenas y Campesinas (RECMURIC), la ONG Oxfam y otras.
Participaron alrededor de 90 mujeres de Brasil, Paraguay, Colombia, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, México y Mauritania. Por Conamuri participó como delegada nuestra compañera Cony Oviedo, quien en su oportunidad habló sobre las experiencias de la organización y la lucha por establecer vínculos entre el campo y la ciudad, además de presentar el caso Curuguaty. Este encuentro se desarrolló en tres momentos bien diferenciados:
El «Encuentro de Saberes y Conocimientos: Mujeres Rurales de Latinoamérica y África», consistió en la socialización de experiencias de tres organizaciones, una de ellas, Conamuri, ocasión en donde nuestra delegada hizo hincapié en los desafíos que surgen de la coyuntura política, económica y social del Paraguay, con especial impacto sobre la vida de las mujeres indígenas y campesinas; así también, explicó el trabajo que viene realizando Conamuri en el marco de sus ejes de acción, la soberanía alimentaria y la lucha por los derechos de las mujeres. Como un símbolo de articulación internacionalista de las luchas comunes en ese espacio, Cony Oviedo hizo entrega de una bandera de nuestra organización a la coordinadora de RECMURIC, Raquel Vázquez.
«Compartimos con las mujeres del Encuentro sobre la experiencia de Conamuri en el marco de la construcción de la alianza campo-ciudad», nos cuenta Cony; «para ello, hicimos una pincelada sobre el contexto político del Paraguay actual, el gobierno que arremete con un proyecto neoliberal que va en desmedro de la mayoría, que genera violencia y terrorismo en las comunidades indígenas y campesinas y que no es garante de los derechos humanos, sino todo lo contrario. En torno a esta realidad, Conamuri fortalece y promueve la soberanía alimentaria como alternativa para la resistencia de la agricultura campesina; contamos sobre Semilla Róga, la escuela de agroecología, el rescate y multiplicación de semillas nativas y criollas, las ferias de productos sanos que se realizan en Asunción y también cómo nace esa articulación entre las mujeres del campo y la gente de la ciudad, cómo nace y se está fortaleciendo la alianza entre movimientos sociales y la universidad. Estas alianzas son imprescindibles porque no se trata solamente de tener alimentos libres de agrotóxicos, sino que se trata de perpetuar la cultura campesina e indígena, que se encuentra bajo riesgo de desaparecer».
El jueves 15 de octubre, fecha en que se conmemora el día de las mujeres rurales, tuvo lugar el Foro Internacional «Mujeres, Tierra y Desigualdad. Análisis y propuestas de las mujeres rurales para el acceso y propiedad de la tierra», del que participaron alrededor de 150 personas.
En la oportunidad, la delegada de Conamuri explicó pormenores del caso Curuguaty, donde fueran muertas 17 personas -11 campesinos y 6 policías– en una toma de tierra. Se valió de la exhibición del documental «Marina Cué en 6 minutos» para detallar las incongruencias del informe fiscal detectadas en investigaciones independientes y de organizaciones de derechos humanos y cómo a la luz de estas evidencias el proceso judicial debía haberse anulado hace tiempo; sin embargo, el Estado se empeña en seguir criminalizando a los campesinos sin tierra, que son los únicos acusados, en tanto que ningún policía ha sido sujeto de la investigación. «En este sentido, lograr visibilizar a la Articulación por Curuguaty como una herramienta colectiva y promotora de los derechos de los campesinos acusados, y para instalar la pregunta ‘¿Qué pasó en Curuguaty?’ se hace casi obligatorio», al decir de la joven militante.
«Pedimos a las personas asistentes que se sumaran a la campaña Somos Observadores de Curuguaty porque la presión nacional e internacional fueron y son fundamentales para que el Estado y la Justicia paraguaya no actúen antojadizamente; gracias a estas iniciativas ciudadanas de control, los campesinos y campesinas todavía no han sido condenados por algo que no hicieron. Es necesario seguir apoyando y generar consciencia en todos los países, porque alcanzar la justicia para el caso Curuguaty significa hacer justicia a todos los que lucharon y luchan por la tierra en todo el mundo», finalizó Cony.
Las jornadas concluyeron en el Parque Central de la ciudad de Guatemala con una feria de artesanía y de productos y un festival artístico donde interpretó Rebeca Lane una canción compuesta en homenaje a las mujeres luchadoras del campo: «Todos los derechos para todas las mujeres». Subió a escena una obra de teatro que denunciaba el genocidio y las violaciones sufridas por las indígenas guatemaltecas durante el conflicto armado interno en ese país.