Haití: Movimientos populares contra las políticas neoliberales

En la mañana del 25 de Mayo, un amplio arco de organizaciones populares haitianas se movilizó en la capital, Puerto Príncipe, exigiendo al Estado y al presidente Jovenel Moïse el cumplimiento de una extensa agenda de reivindicaciones.

La movilización fue convocada por una articulación llamada “Movimiento 22 de enero”, que nuclea a sectores sindicales, campesinos, estudiantiles y de las periferias urbanas, así como también por organizaciones participantes de dos articulaciones de carácter continental y global: ALBA Movimientos y Vía Campesina.

La concentración tuvo lugar en la Avenida Chal Sounè, punto neurálgico de la ciudad, en dónde se emplazan los ministerios de Finanzas, Justicia y Asuntos Sociales, y también la Oficina de Seguros de Vehículos contra Terceros (OAVCT, por su sigla en francés). Los manifestantes exhibieron carteles de rechazo al Fondo Monetario Internacional y protestaron contra la tentativa gubernamental de aumentar el precio de los combustibles. Detrás de esta política se encuentra el pedido explícito de la entidad financiera, que desde hace años ejerce un carácter tutelar sobre la economía de la pequeña nación insular.

btyDurante la actividad, Rosnel Jean-Baptiste, principal dirigente del movimiento campesino Tèt Kole, denunció el intento del FMI y el Banco Mundial de liquidar la economía del país. Jean-Baptiste se pronunció también contra la continuidad de las políticas neoliberales -reimplantadas tras el golpe de Estado de 2004, que derrocó al gobierno democrático de Jean-Bertrand Aristide- y contra la tentativa de privatizar entidades públicas como la empresa Electricidad del Estado de Haití (EDH) y la Oficina Nacional de Seguros de la Vejez (ONA).

El dirigente campesino demandó además mayores inversiones en la agricultura y un plan integral de reforma agraria para desconcentrar y poner en las manos de los pequeños campesinos las escasas tierras cultivables del país. Asimismo señaló la continuidad de la ocupación extranjera de la mano de la Misión de las Naciones Unidas para la Justicia en Haití (MINUJUSTH). Por último, convocó a la solidaridad activa de todos los pueblos para acabar con la violación de la soberanía nacional haitiana y celebró y acompaño las recientes elecciones en Venezuela, favorables al candidato chavista Nicolás Maduro.

Oxygene David, secretario general de la organización MOLEGHAF, apuntó hacia la precaria situación de la economía haitiana, con la consecuente expansión de la miseria, el hambre y la falta de vivienda. El dirigente también se hizo eco del pedido de justicia por Jean John Rock Gourgieder, estudiante universitario atropellado e incapacitado por Jean Yves Blot, decano de la Facultad de Etnología de la Universidad Estatal de Haití. Esta agresión sucedió en el marco de las protestas estudiantiles por una reforma universitaria y en reclamo la precariedad de la infraestructura de la educación superior, colapsada desde el terremoto del 12 de enero de 2010.

Los manifestantes se movilizaron también para demandar el aumento del salario mínimo de los 335 goudes diarios actuales (equivalentes a 5,19 dólares, uno de los más bajos del continente) hasta los 1000 (15,50 dólares).

Dentro de la agenda de reivindicaciones de los movimientos figuró el pedido de reincorporación de los trabajadores despedidos de OAVCT y de la Central National de Obreros Haitianos (CNOHA), así como también el pedido de justicia por los casos de corrupción en torno a los fondos de Petrocaribe dilapidados por el Estado haitiano.

Lautaro Rivara, desde Puerto Príncipe

Publicada en Sin categoría