La CLOC- Vía Campesina promueve Encuentro Internacional sobre Minería y Energía en región amazónica de Brasil

21 de noviembre de 2013

MINERIA.jpgDesde el día 19 de noviembre, miembros de 4 países de la región amazónica, dieron inicio al Encuentro Plan Amazónico sobre Minería y Energía, en el municipio de Marabá en Pará, Brasil espacio organizado por la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC- Vía Campesina.

El encuentro va hasta el día domingo 24 de noviembre y en su programación incluye la socialización de la problemática de explotación minera y la construcción de varias hidroeléctricas en los países presentes (Brasil, Perú, Colombia, Ecuador).

Además, este encuentro incluye un viaje de los principales lugares afectados por esos grandes proyectos en el sur y sudeste paranense que será realizada por la coordinación conformada por la Vía Campesina Brasil y por los miembros internacionales presentes en el evento.

Para Rita Zanotto, de la CLOC-Vía Campesina Sudamérica es una oportunidad de levantar la temática en un dinámica de integración internacional. “Tenemos los mismos problemas en común entre estos países de América del Sur, donde las comunidades tradicionales y el campesinado sufren con los impactos de estos proyectos mineros y energéticos”, afirma.

Los participantes internacionales resaltaron como punto relevante de este encuentro, el intercambio de experiencias y futuras formas de actuación conjunta entre los pueblosafectados. “Ver que el patrón es el mismo en las diferentes naciones nos hace pensar en estrategias de actuación a nivel internacional contra ese modelo de explotación de nuestros recursos naturales”, señala Milton Sánchez, peruano que integra el Movimiento Interinstitucional de Celendin, una de las principales zonas amenazadas con el proyecto de extracción de oro por la estadounidense Newmont que se ha implantado en la región.

La localidad escogida para este primer encuentro es emblemática en l a explotación minera, en la actualidad,en Brasil. La minera Vale planea en 2016 expandir de 90 millones de toneladas métricas de minerales anualmente a 230 millones.

“Eso implica más saqueo de los minerales, más devastación ambiental, más desterritorialización de comunidades ribereñas, indígenas, quilombolas y expulsión de los campesinos de sus áreas para las periferias de las ciudades”, afirma Charles Trocate de la Coordinación del Movimiento Nacional por la Soberanía Popular Frente a la Minería (MAM).

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