Movimiento campesino forma Misión Internacional de Solidaridad con el pueblo de Haití

Martes 22 de Mayo de 2012

Natasha Pitts

Fuente: ADITAL

La última semana, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (Cloc) – Vía Campesina (VC), durante una reunión en la Escuela de Formación Mamá Tingó de la Confederación Nacional de Mujeres del Campo (Conamuca), en República Dominicana, dio vida a la Misión Internacional de Solidaridad con el pueblo de Haití y sus luchas. La iniciativa es apoyada por el Movimiento Campesino de Papaye (MPP), la organización campesina Tet Kole y el Congreso Nacional del Movimiento Campesino Papaye (MPNKP).

La intención es ayudar a denunciar la situación de Haití y la ingerencia extranjera, en especial del gobierno de Estados Unidos y de sus transnacionales, sobre el país, dominación ésta que es garantizada por la protección a las tropas de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah).



Quienes apoyan la Misión Internacional de Solidaridad también defienden que la única forma de ofrecer ayuda humanitaria y solidaria para la población de este país es por medio de las organizaciones y movimientos sociales nacionales. De igual manera, exigen que se cumpla el principio de la autodeterminación y que sean los haitianos y haitianas los responsables de reconstruir un verdadero proceso democrático.

Hoy, quien define hacia dónde van los recursos que llegan al país es el Comité Internacional para la Reconstrucción de Haití, presidido por Bill Clinton. El gobierno haitiano no tiene participación en las decisiones sobre la aplicación del dinero y no puede vetar las decisiones tomadas por el Comité.

Cloc-VC asegura que las obras realizadas en el país no tienen como objetivo atender a las necesidades de la población, sino a los deseos coloniales e imperialistas de Estados Unidos. Prueba de ello es que el 85% del presupuesto que llega a Haití es ejecutado por medio de empresas extranjeras. La población no llega a tomar conocimiento sobre lo que se está planeando.

Otra demanda de la Misión es el retiro inmediato de las tropas de la Minustah. Cientos de militares de Argentina, Benin, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Croacia, Ecuador, España, Francia, Guatemala, Jordania, Marruecos, Nepal, Paraguay, Perú, Filipinas, Sri Lanka, Estados Unidos y Uruguay están en el país desde hace casi ocho años, desde junio de 2004, y ya fueron blanco de denuncias como violaciones a los derechos humanos y abusos sexuales.

La permanencia de las tropas militares, que ya deberían haber sido removidas desde el año pasado, es otra prueba de la intensa dominación extranjera sufrida por Haití. En una declaración, la Misión de Solidaridad denuncia que el pueblo haitiano está pasando por un proceso de neocolonización.

«El gobierno de Estados Unidos, aprovechando maliciosamente la destrucción que ocasionó el terremoto, desarrolla un plan de acción en función de los intereses del capital extranjero, principalmente norteamericano, y provocando la violación sistemática de los derechos humanos del pueblo de Haití”, acusan.

Contra los abusos cometidos constantemente en el país, el pueblo se levanta, va a las calles y reclama. Y lo que se ha visto es que hasta incluso estas manifestaciones se transforman en una oportunidad para que los grandes medios de comunicación muestren al mundo una visión distorsionada de la realidad y vendan la imagen de los haitianos/as como un pueblo violento y salvaje.

Además de en estas cosas, la Misión Internacional de Solidaridad pretende ayudar a la población haitiana en la lucha contra problemáticas que van desde la distribución de semillas transgénicas por parte de la transnacional Monsanto y la acumulación y concentración de tierras, hasta el desplazamiento forzado de campesinos y campesinas.

Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com

 

 

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