Dominicana: EN CONTRA DE las falsas soluciones del capitalismo verde por una agricultura campesina ¡ya!

Sábado 9 de Junio de 2012N

Nosotr@s, organizaciones, redes y movimientos sociales, de la República Dominicana, articulados en la participación de la Cumbre de los Pueblos por Justicia Social y Ambiental, contra la mercantilización de la vida y la naturaleza y en defensa de los bienes comunes, que se realizará en Río de Janeiro, Brasil, del 15 al 23 de junio de 2012, ante el desarrollo simultáneo y en esa misma ciudad, de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sustentable (Río+20), hacemos un llamado a la movilización y coordinación de las luchas unidos con las acciones convocadas a lo largo y ancho del planeta. Para garantizar que se cumpla con el derecho de todos los pueblos, especialmente aquellos más vulnerables, a tener acceso al agua, alimentos, energía, tierra, semillas, territorios y medios de vida dignos y para reivindicar los Derechos de la Madre Tierra. Desde una verdadera soberanía alimentaria.



Esta asamblea tendrá el desafío de hacer oír la voz de las mujeres y hombres que día a día están resistiendo el avance de un modelo de desarrollo no sustentable, cuya inhumanidad depredadora va en contra de la vida y sí por la acción del mercado y las ganancias de unos pocos al buen vivir del conjunto.

Fue durante la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en Río en 1992 – la llamada Cumbre de la Tierra, o Río’92 -, que una movilización social casi sin precedentes frente a una cita de los estados vio nacer, entre otras cosas, la Convención sobre Diversidad Biológica y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Entre los principios fundamentales de esa Convención sobre Cambio Climático están: la responsabilidad histórica de los países industrializados por el cambio climático que marcaron el retroceso en las negociaciones climáticas de Copenhague (2009), y Cancún (2010). No hay motivo para esperar resultados menos decepcionantes de la COP17 en Durbán (del 28 de noviembre al 9 de diciembre de 2011). También, luego de la COP10 de la Convención de Diversidad Biológica en Nagoya (2010), la mercantilización de la Naturaleza pasó a tener lugar central ante la proposición de los llamados mecanismos financieros innovadores que copian la misma lógica de los fallidos mercados de carbono.

Pero, fue también en Río’92 cuando ya el mundo agrupado empezó a levantar la bandera del «desarrollo sustentable», pues había posibilidad de convertirlo en un buen negocio. Ese mismo concepto, complementado en Río+10 con el de «responsabilidad social corporativa» y subvertido hasta la médula por la simultánea apertura y desregulación neoliberal y la financiarización globalizada de la economía capitalista hegemónica, hoy provocan estragos en la vida de los pueblos y del planeta y amenazan con impactos aún peores. Es esta agenda la que se profundiza a través de mecanismos y políticas de ajuste estructural de la llamada «economía verde».

Ante esta realidad, precisamos convertir Río+20 en un proceso mundial de fuerte movilización. Convocamos entonces a involucrarnos en este proceso y a movilizarnos en cada lugar camino a Río+20, impulsando campañas e iniciativas de debate y formación, de ampliación de plataformas de estrategia y acción conjunta, de coordinación y apoyo solidario entre las luchas concretas y las demandas aglutinadoras.

Enfrentamos la embestida del capitalismo y su cara reverdecida, incluyendo los mega-eventos, los acaparamientos de tierras, los mega-proyectos, los mecanismos llamados de desarrollo limpio y otras tantas siglas y nombres engañosos como REDD, REDD+, biocombustibles.

Llamamos a movilizarnos para construir la Cumbre de los Pueblos por justicia social y ambiental contra la mercantilización de la vida y en defensa de los bienes comunes, y la Asamblea permanentes de los Pueblos, sobre la base de las múltiples luchas en defensa de la vida, la soberanía -alimentaria, energética, financiera, territorial, política en defensa de los derechos humanos de la naturaleza.

Articulación campesina

 

 

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NO A LAS FALSAS SOLUCIONES DEL CAPITALISMO VERDE ¡AGRICULTURA CAMPESINA YA!

Viernes 8 de Julio de 2012

Las falsas soluciones de la economia verde

Después de la crisis económica del 2008, el sistema hegemónico ha tratado de crear nuevas posibilidades para mantener su lógica. En este contexto, los gobiernos, las empresas y agencias de la ONU construyeron el mito de la «economía verde» y el “reverdecimiento de la tecnología», presentado como una solución a la crisis ambiental que coincide el cuidado de la tierra con la economía capitalista. Pero en realidad, es una estrategia para el avance del capital.

Este capitalismo verde tiene como objetivo las zonas rurales: ya sufrimos sus efectos em la forma de concentración de la tierra, la privatización del agua y los océanos, territórios indígenas, parques nacionales y reservas naturales.



Vean cómo son presentadas las FALSAS SOLUCIONES:

1. Los créditos de carbono y bonos de la biodiversidad: siguen el principio de que quien tienen dinero puede continuar contaminando y compensando. En otras palabras, los países ricos y las grandes empresas pueden contaminar y destruir los ecosistemas, si se le paga a alguien para que, supuestamente, conserve la biodiversidad en algún otro rincón del planeta.

2. REDD (Reducción de Emisiones Derivadas de Deforestación y Degradación): anuncian que es un sistema para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, producto de la deforestación y la degradación de los bosques. Mas imponen, por um pago irrisório, planes de gestión que niegan a las familias y las comunidades rurales el acceso a sus propias tierras, bosques y fuentes de agua. Por otra parte, garantizan el acceso sin restricciones de las empresas a las áreas forestales colectivas, el aumento de la biopiratería.

3. Energía a través de la «biomasa»: la conversión de las plantas, algas y restos orgánicos en una fuente de energía para sustituir el petróleo, como los agrocombustibles, significa que millones de hectáreas están dedicadas para alimentar máquinas , que deberían estar cubiertas de bosques o produciendo alimentos. Son los agrocombustibles, que ya conocemos, mas también com nuevas formas y nuevas tecnologías.

4. «Agricultura climaticamente inteligente»: con el pretexto de desarrollar una agricultura adaptable a diferentes climas, quieren imponernos el uso de transgénicos «adaptado» a la sequía y los nuevos agrotóxicos. Podemos perder el control sobre nuestros territorios, nuestros ecosistemas y nuestra agua, y producir alimentos con veneno, colocando a la población en riesgo.

5. Restricción al uso del água: bajo el pretexto de que el agua de riego es escasa, sugieren que el agua se concentre en «cultivos de alto valor», es decir, regar los cultivos de exportación, agrocombustibles y otros cultivos industriales, y que se deje de regar cultivos para la propia alimentación.

6. Salidas «tecnología»: proponen las opciones peligrosas, tales como la geoingeniería y el cultivo de los cultivos transgénicos. Ninguna de las soluciones propuestas por geoindustria demuestra tener la capacidad real de solucionar los problemas del clima. Por el contrario, algunas formas de geoingeniería (como la fertilización del mar) son tan peligrosas que, a nivel internacional, han declarado una moratoria sobre ellas.

7. Economía de los Ecosistemas y Biodiversidad (TEEB): colocan precio a todos los bienes naturales (como el agua, la biodiversidad, el paisaje, la fauna, las semillas, la lluvia) para luego privatizarlas y cobrar por su uso. Es el asalto final contra la naturaleza y la vida, sino también los medios de trabajo y de la vida de las personas que viven de la agricultura, la caza y la pesca. En última instancia es el dominio de nuestros territorios, ya que estos pagos se hacen por contrato entre las comunidades y las empresas.

8. Energía renovable: hay un gran interés del capital em establecer un nuevo mercado energético supuestamente sustentable, como la eólica, solar y otras. Transnacionales y Otras Empresas como Siemens están invirtiendo fuertemente en este negocio. Sin embargo, hay una crítica del uso de la gran producción de energía que ya existe, destinada en su mayoría para la industria minera.

La agricultura indígena y campesina es de hecho la solución que puede enfriar el planeta,pues tiene la capacidad de absorber o prevenir hasta dos tercios de los gases de efecto invernadero que se emiten cada año. Por otra parte, con un mínimo impacto ambiental, las familias campesinas y pueblos indígenas producen la mitad de los alimentos del mundo, sin embargo, ocupan sólo el 20% de todas las tierras agrícolas / cultivables a nivel mundial.

Nuestro reto es recuperar otra forma de relacionarse con la naturaleza y entre los pueblos. Ese es nuestro deber y nuestro derecho, y por lo tanto, vamos a seguir luchando llamando a todos los hombres y mujeres para contribuir con la construcción de la soberanía alimentaria, reforma agraria integral y la recuperación de los territorios indígenas. Queremos acabar con la violencia social y ambiental del capitalismo y reestablecer los sistemas campesinos e indígenas de producción que están basados en la agroecología.

Nuestras propuestas están en el corazón de los cambios necesarios y es el camino real para hacer posible la producción de alimentos saludables para toda la humanidad y reducir los impactos del cambio climático.

LA SOLUCIÓN REAL ES  LA AGRICULTURA CAMPESINA!

1. Soberanía Alimentaria: permite acabar con los monocultivos, fomentando los sistemas campesinos de producción agroecológica, que se caracterizan por su mayor intensidad y productividad, su capacidad para generar trabajo, cuidar del suelo, producir alimentos sanos y diversos. Respeta a la tierra como sustentadora de la vida, enfocándose en la producción, comercialización y procesamiento local.

2. La Reforma Agraria: es necesario que la agricultura vuelva a ser una tarea de los campesinos y los pueblos indígenas. Para eso, debe hacerse de forma urgente las reformas agrarias integrales y de gran amplitud, que acaben con la concentracción extrema y y creciente de la de la concentración de la tierra que ahora afecta a la humanidad.

3. Incentivo a la Agricultura Campesina: la agricultura campesina, la caza, la pesca y el pastoreo rotativo deben ser debidamente apoyados con fondos públicos ,no condicionados a las medidas que comprometen su viabilidad. Los mecanismos de mercado, tales como la venta de carbono y servicios ambientes, deben ser desmanteladas inmediatamente y se sustituye por mediciones reales, tales como los mencionados anteriormente. Detener la contaminación es un deber que nadie puede evitar la compra de derechos para continuar destruyendo.

4. Otro Modelo Energético: el discurso de que es preciso aumentar la generación de energía esconde la forma en que se produce y el verdadero motivo: para ampliar aún más la concentración de capital que genera la destrucción del planeta. Necesitamos fuentes de energía renovables descentralizadas y de bajo impacto ambiental dentro del alcance de los pueblos.

La Vía Campesina en LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS


 

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Argentina: Rumbo a Rio+20 – Posición del MNCI

Viernes 8 de Junio de 2012

Decimos NO al capitalismo verde

El desarrollo no ha sido sustentable ni la economía capitalista, verde. Es tiempo de Soberanía Alimentaria y de la Reforma Agraria Integral.

La economía Verde es una Falsa solución, o mas bien una nueva estrategia de acumulación del capital. Proponemos La agricultura campesina que enfría el planeta y alimenta a los pueblos.

En 1992 (hace “20” años) se realizó también en Río de Janeiro una convención en la cual parecía que se daban importantes consensos de los gobiernos del mundo sobre medidas para mitigar el cambio climático.



En Río 92 se definieron cuestiones importantes, avanzando en la definición del desarrollo, y condicionando el “desarrollismo” a la sustentabilidad, se consolidaba así el concepto de desarrollo sustentable. La idea de que el verdadero desarrollo toma en cuenta la situación de las generaciones futuras, y la necesidad de preservar la naturaleza y su equilibrio, de manera que los “modelos” sean sostenibles en el tiempo.

“Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.»

Así el desarrollo sustentable aborda lo ecológico, lo económico y lo social, conjugando para lograr sociedades justas , igualitarias y en equilibrio con la naturaleza.

También surgieron otros elementos como: el Principio de Precaución, el principio de responsabilidades comunes y diferenciadas, el derecho a la información y la participación y la creación de las tres convenciones que ocurren hasta la actualidad: Desertificación, Biodiversidad (CDB) y Cambio Climático (UNFCCC). Las tres deberían crear una gobernanza global sobre el medio ambiente, al mismo tiempo que responderían a las alteraciones ambientales que ocurriesen a lo largo de 2 (dos) años.

La pauta principal de la Convención del Cambio Climático: fue la definición, por parte de los países, de metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEE).

A pesar de la presión de los movimientos y organizaciones, los instrumentos para esa reducción fueron vagos y con un progresivo encadenamiento al mercado. A partir del Protocolo de Kioto (1997) se crearon mecanismos importantes para la entrada del mercado en este espacio, como los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) y el Secuestro de Carbono. En las dos últimas convenciones (Copenhague y Cancún) lo que se vio fue el imperio de las propuestas del capital y la derrota de la propuesta popular, que estaba sintetizada en la propuesta boliviana de los derechos de la Madre Tierra, esta ultima propuesta elaborada y aprobada en la Conferencia Mundial de pueblos sobre el cambio climático y derechos de la Madre Tierra, que se realizo en Cochabamba, Bolivia; en abril de 2010 y contó con la participación de 30 mil personas, de las cuales 9 mil eran internacionales.

Las expectativas de esta conferencia eran lograr la organización del Referéndum Mundial de los Pueblos sobre el cambio climático, analizar y trazar el plan de acción para avanzar en la constitución de un Tribunal de Justicia Climática y definir las estrategias de acción y movilización de la vida frente al Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra.

La estrategia del Capital

Lamentablemente, en el marco de las crisis sistémicas que atraviesa el capital, sus estrategias se han orientado a maximizar la explotación de los trabajadores y a multiplicar la cantidad de mercancías y mercados, para lograr esto ultimo, apuestan a convertir en mercancías a todos los bienes y “servicios” de la naturaleza. Así se ha presionado fuertemente a los gobiernos para retroceder en los consensos de Rio 92 y transformar las características de las convenciones proponiendo “nuevas soluciones” al cambio climático, que en verdad son “falsas soluciones”.

Hoy, 20 años después, la idea es pasar del desarrollo sustentable a la economía verde, bajo la argumentación de que las empresas y gobiernos valoraran el ambiente si los indicadores de avance o retroceso podemos transformarlos en indicadores económicos y de rentabilidad.

En el proceso de convenciones y encuentros paralelos el principal instrumento (en el marco de la estrategia del capital) con el que se trabaja es la Reducción de Emisiones por Desmonte y Degradación (REDD). Este mecanismo pretende transformar los bosques en áreas de compensación de la polución de otros países, pagando valores por toneladas de carbono que supuestamente serían “secuestradas” por los bosques. El problema principal de este instrumento reside en la posibilidad de apropiación de los territorios de los pueblos de la selva y del campo, ya que las empresas que paguen por el REDD adquieren derechos contractuales sobre el “carbono secuestrado”, que no es más que toda la biomasa que allí está.

El discurso del lobby transnacional dice que hay que “fomentar la iniciativa de negocios como medio para integrar mas la utilización sostenible de la diversidad biológica en el sector privado”. El razonamiento es que solo se conserva lo que se valoriza, por lo que las funciones de la naturaleza (fotosíntesis, polinización, prevención de la erosión del suelo , etc…) se transforman en “servicios ambientales” y “capital natural” y por tanto entran en el mercado. Por ejemplo el valor total de la polinización de insectos a nivel global se estimo en 153 mil millones de euros.

Nuestra respuesta

Las verdaderas causas de calentamiento climático tienen que ver con aspectos estructurales. En primer lugar la naturaleza del capitalismo es de constante acumulación y concentración, por lo que a nivel global requiere de niveles crecientes de consumo, que en el marco del libre mercado adquieren dimensiones irracionales, demandando desorbitadas cantidades de energía y materias primas a ritmos de uso y de contaminación en los cuales la naturaleza no logra reponer los equilibrios ecológicos necesarios para la sustentabilidad.

Como esta determinado, uno de los principales factores que ocasionan el calentamiento climático es el uso de combustibles fósiles y sus derivados.

De ahí se desprende que la Cadena Agroalimentaria Industrial es la causa de mas del 44% de las emisiones de gases con efecto invernadero. Esto se debe a que se utilizan derivados de combustibles fósiles en todos sus eslabones: En la producción de fertilizantes y agrotóxicos, en las maquinarias de siembra y labores del cultivo, en el transporte en barco de las comodities (a miles de km del origen) y en el empaquetado en los hipermercados (bandejas, envases y bolsas).1

Por otro lado,  la eficiencia energética de este modelo es muy baja. Por ejemplo, para producir 1 kg de maíz la agricultura industrial de EEUU utiliza 33 veces mas energía que un campesino mejicano. Así como para producir 1 kg de arroz, la agricultura industrial de EEUU utiliza 80 veces mas energía que un campesino filipino. 2

La agricultura campesina, los pastores, pescadores artesanales y pueblos originarios, con tan solo ¼ de la superficie cultivable alimentamos al 70 % de la humanidad.3

La FAO también menciona que el 40% de los alimentos de la cadena agroindustrial se pierden por descomposición o descarte. Dato que también nos refiere a que este modelo lejos de combatir el hambre es causa de la crisis alimentaria que hoy muestra 1000 millones de hambrientos en el mundo, de los cuales 56 millones son latinoamericanos. Además de existir en el globo mas de 500 millones de obesos .

Podemos afirmar científicamente que la Agricultura Campesina, agroecológica, enfría el planeta y puede alimentar a la humanidad.4

No será posible entonces mitigar el cambio climático ni salir de la crisis alimentaria en el marco de las reglas capitalismo financiero.

La crisis Climática, la crisis energética, la crisis alimentaria, y la crisis financiera, son todas manifestaciones de la crisis estructural del capitalismo.

La economía verde es una falsa solución que oculta el intento del capital de escapar a esas crisis. Eso es capitalismo camuflado de verde.

Las propuestas

Ante esto, nosotros proponemos la Soberanía Alimentaria y Soberanía energética como salidas a las crisis sistémicas. La soberanía de los pueblos sobre los bienes naturales y las políticas de uso.

El derecho de los pueblos a decidir sobre los bienes naturales y la tierra y producir sus propios alimentos, en función de sus necesidades y culturas. La agricultura campesina, bajo los principios de la agroecología, en la cual los conocimientos milenarios se combinan con la ciencia logrando métodos de producción basados en las necesidades de los pueblos y la armonía con la naturaleza.

Los pueblos no somos avarientos, la expectativa es el buen vivir, que no esta asociado al consumo indiscriminado, sino a lograr sociedades en las cuales podamos establecer equilibrios y armonías entre las personas, las comunidades y de estas con la naturaleza.

No es posible lograr el buen vivir, sin alcanzar la igualdad.

Para avanzar en nuestro país, es necesario entonces condicionar el uso de la tierra y los bienes naturales a los principios sociales y colectivos. La función social de la tierra, la garantía de la permanencia de las campesinos y campesinas, los pueblos originarios en la tierra. Pero además es necesario el retorno al campo de millones de personas que están en las periferias de las grandes ciudades, con trabajo precarizado, o desocupados.

La función social de la tierra, también significa que debe terminarse la concentración en pocas manos, debe terminarse la extranjerización, mediante la expropiación como principal instrumento.

También se debe expropiar, aquella tierra en la cual se violan las leyes de uso de agrotóxicos, así como aquellas en las cuales hay trabajadores en negro o precarizados, evasión impositiva, etc.

La producción debe priorizar los mercados locales, y la exportación debe ser también en función de las necesidades colectivas, monopolizada por el estado, para lograr intercambios solidarios con los países en desarrollo y obtener divisas de los países “desarrollados” .

La carta de los derechos de las campesinas y campesinos que se debate en naciones unidas desarrolla los puntos en mayor detalle.

La soberanía energética es otro elemento, los pueblos tienen derecho a decidir sobre el uso y prioridad de sus recursos energéticos. Es necesario además planificar los sistemas de transportes, garantizando empresas estatales que por medio de ferrocarriles y otras empresas de trasporte colectivo y publico maximicen la eficiencia del uso de la energía respecto a las necesidades de transporte.

No hay posibilidad de soberanía energética o soberanía alimentaria bajo el dominio de las corporaciones transnacionales. Y en este sentido los paquetes tecnológicos que estas han impuesto en el mercado agrícola son el principal factor de su control. Los transgénicos, los agrotóxicos, las patentes y las grandes maquinarias atentan contra la soberanía de los pueblos.

El rol y la participación de las organizaciones campesinas, de pueblos indígenas, pastores, pescadores artesanales, mujeres, jóvenes, y la agricultura familiar junto a los trabajadores rurales en la planificación y ejecución de políticas agrarias es fundamental.

La lucha

La vía campesina, ha desarrollado un plan de acción para enfrentar al proceso de mercantilización de la naturaleza y los territorios, porque es claro que lo que esta detrás de eso es el intento del capital de apropiarse de las tierras, bosques y montañas que aun están en manos campesinas e indígenas.

Por esto estamos trabajando en un proceso de articulación de sectores rurales y urbanos, que logre concluir en un espacio amplio desde el cual podamos combatir la economía verde y dar un diálogo y debate con la sociedad y con los gobiernos, de la necesidad de avanzar en la soberanía alimentaria y la agroecología como verdaderos avances contra el cambio climático. Repensando los modelos de vida y su relación con el uso de la energía y la naturaleza.

La voracidad con la cual las megamineras intentan desarrollarse en América Latina, apropiándose de nuestra montañas y fuentes de agua y dejando graves daños ecológicos, muestra claramente los escenarios futuros.

Plan de Acción

La cumbre oficial comienza el 20 de junio en Río de Janeiro.

A partir del 15 de junio en Río de Janeiro comenzarán actividades paralelas desde los movimientos sociales y ONG, toda la sociedad civil, deberá confluir en una serie de acciones paralelas en el marco de la “cumbre de los pueblos” para denunciar que la cumbre oficial, es una gran puesta en escena, un circo que buscara encandilar a los pueblos para generar condiciones de avance de la economía verde.

En la cumbre de los pueblos habrán actividades auto gestionadas y campamentos masivos de reflexión y formación, como también de movilización para darle visibilidad a nuestras denuncias y propuestas. Habrán campamentos de la juventud, de los pueblos indígenas, de la Via campesina, y de los pescadores artesanales.

Además la propuesta es que en cada país, en cada pueblo donde tengamos organizaciones , el día 20 se realicen movilizaciones y acciones de lucha para que en todo el mundo se pueda denunciar el “circo de río + 20” y sus implicancias y generar presión a los gobiernos para que no se dejen presionar por las transnacionales.

Es importante entonces que podamos establecer articulaciones y alianzas locales en cada comunidad, pueblo, provincia, en las capitales, para establecer acciones concretas que nos permitan desenmascarar las falsas soluciones que se esconden detrás las propuestas de Economía verde. Para lograrlo tenemos que estudiar y prepararnos en las argumentaciones y continuar nuestras metodologías de trabajo de base, organización y acción directa, en todos los rincones de los territorios.

La tierra y el agua no son mercancías!

Globalicemos la lucha!

Globalicemos la esperanza!

Movimiento Nacional Campesino Indígena

CLOC – Vía Campesina

Argentina

1 IAASTD (International Assessment!on Agricultural Knowledge,Science and Technology for Development) (2008)

Synthesis Report, IslandPress,Washington,D.C.

2Datos de investigaciones de ETC group y de GRAIN.

3LA agricultura campesina peude alimentar al mudno – documento de Via campesina: http://viacampesina.org/downloads/pdf/sp/paper6-ES-FINAL.pdf

4 http://viacampesina.net/downloads/PAPER5/SP/paper5-SP.pdf

 

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Bolivia: Encuentro Internacional de Soberanía Alimentaria en la Américas

Miércoles 6 de Junio de 2012

Los problemas actuales de los países en vías de desarrollo tienen que ver con los impactos de las múltiples crisis: energética, financiera, climática y alimentaria. La crisis de alimentos se manifiesta en la mayor demanda de alimentos, el incremento y mayores variaciones en los precios de los alimentos, así como en los crecientes conflictos por el acceso a la tierra y el agua.

Asimismo, los procesos de producción de alimentos de agravan por la competencia generada por la producción bioenergética y de biocombustible, dependen cada vez más de una economía global y de la privatización del uso de semillas y están sujetos a la creciente escases del agua y el cambio climático.



En este sentido es necesario avanzar en la construcción del vivir bien en las poblaciones de las américas, que significa el establecimiento de las condiciones materiales y espirituales para el desarrollo pleno de los individuos y de la sociedad en armonía con la naturaleza.

Ante el debate internacional, los pueblos reunidos en la Cumbre Mundial de la Alimentación – Vía Campesina (Roma, 1996); el Foro Mundial Sobre Soberanía Alimentaria (Habana, 2001); la Cumbre Mundial de la Alimentación (Roma, 2002); el Foro Social Mundial 2007 (Mali, 2007) y la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra (Bolivia, 2010), han afirmado que la Soberanía Alimentaria es “el derecho de los pueblos a definir su propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria de comercialización y de gestión de espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental”.

POR TANTO:

Las Organizaciones Sociales y Sociedad civil reunidos en el Encuentro Internacional de Seguridad Alimentaria con Soberanía en las Américas, realizado en Tiquipaya Cochabamba – Bolivia los días 3, 4 y 5 de Junio del año 2012

RECOMIENDAN:

1. Es fundamental y de prioridad dar cumplimiento al Derecho Humano a la Alimentación, para garantizar, una vida digna, soberana y plena para el vivir bien de todos los pueblos del mundo.

Este Derecho, será aplicable en la medida en que los Estados, puedan construir su propia Soberanía Alimentaria, ejerciendo la potestad de definir sus propias políticas, de producción, transformación y comercialización, de acuerdo a sus costumbres.

2. Desarrollar mecanismos de protección para evitar la mercantilización de los recursos genéticos, la privatización del agua, biopiratería y traslado ilegal de material genético, extranjerización de la tierra y la participación de monopolios y/o oligopolios en la producción y comercialización de semillas y alimentos. Todo esto dentro el ejercicio soberano de los Estados sobre aspectos de producción, acceso y consumo de los alimentos en su territorio priorizando la producción y consumo nacional de alimentos.

La semilla es una bondad de la naturaleza e insumo básico para la producción de alimentos, por lo que se debe garantizar a los productores el acceso, uso y preservación, de semillas nativas de calidad en los sistemas diversificados de la región, debiéndose crear bancos de germoplasma y de semilla de los pueblos de América.

Rechazar contundentemente la agroindustria, el agro negocio, los biocombustible y/o agro combustibles, el monocultivo, los transgénicos, los agro tóxico y agroquímicos.

3. Exigir a los Estados y su gobierno a reconocer y fortalecer la capacidad productiva de los pequeños y medianos productores agropecuarios, agroforestales, agroecológicos y acuícolas campesinos indígenas originarios de los pueblos del mundo, son parte fundamental de la base productiva, para el logro de la Soberanía Alimentaria porque constituyen los principales protagonistas en la producción y oferta de alimentos diversificados para la población, desde hace miles de años.

4. Exigimos una reforma agraria integral de distribución equitativa de la tierra, con preferencia a los pequeños y medianos productores, debiéndose garantizar el uso y manejo sustentable de la madre tierra, asimismo es necesario implementar políticas de recuperación de la fertilidad de la tierra utilizando bases biológicas. Por lo que rechazamos el latifundio, la acumulación, monopolio, mercantilización, extranjerización, acaparamiento y renta y/o arrendamiento de tierras.

5. Siendo que el acceso al agua es un derecho humano y por ende un recurso indispensable para la existencia de todo ser vivo, es obligación de los Estados tomar todas las medidas necesarias para garantizar su distribución equitativa y rechazar su mercantilización de este recurso que nos brinda la madre tierra.

6. Los Estados deben elaborar políticas públicas, que contemplen la economía social comunitaria, recuperando los conocimientos, prácticas, saberes y costumbres ancestrales en armonía y equilibrio con la madre naturaleza para vivir bien con soberanía alimentaria. Para consolidar la independencia cultural económica social político de los pueblos.

7. Exigimos que los Estados industrializados cambien su matriz energética que provoca la emisión de gases de efecto invernadero por una energía y tecnología limpia, a objeto de evitar efectos negativos del cambio climático que trae como consecuencia el agotamiento de los recursos naturales del planeta. Por lo que los pueblos de América mediante sus gobiernos deben exigir el resarcimiento a los gobiernos responsables del cambio climático que ocasionaron daños irreversibles en el sistema de producción de la diversidad de alimentos.

8. Establecer políticas sustentables para que los productores agropecuarios, agroforestales, agroecológicos y acuícolas cuenten con medios necesarios, con el fin de cambiar el modelo primario exportador, con tecnologías limpias, a objeto de generar valor agregado, que contribuya a la soberanía alimentaria de las regiones productivas. Así mismo se debe fomentar y facilitar la implementación de infraestructuras adecuados a los medios y costumbres ancestrales de la población rural, para el almacenamiento y la acumulación de reservas alimentarias para hacer frente a la crisis alimentaria mundial.

9. Sera prioridad de los Estados implementar mecanismos financieros accesibles a las comunidades, unidades familiares, campesinas, pequeños y medianos productores por representar pilares fundamentales de la biodiversidad alimentaria.

10. Los gobiernos de los pueblos de América, implementaran políticas públicas, intraculturales, interculturales educativas, de salud nutricional y producción orientada a promover la soberanía alimentaria. Debiéndose promover el intercambio y desarrollo de experiencias científicas, tecnológicos y de conocimientos ancestrales.

11. Apoyar de manera unánime y decisiva el 2013 como Año Internacional de la Quinua: puesto que se reconoce que los pueblos campesinos indígenas andinos, mediante sus conocimientos y prácticas tradicionales del vivir bien, en armonía con la naturaleza, han mantenido, protegido y preservado en su estado natural la quinua, incluida sus numerosas variedades cultivadas, como alimento para las generaciones actuales y venideras. En ese sentido se reafirma la necesidad de concentrar la atención mundial y conciencia social en la función que puede desempeñar la quinua, debido a su valor nutritivo, económico, ambiental y cultural en el logro de la soberanía, seguridad alimentaria y la nutrición.

12. Exigimos la creación de una secretaria permanente a la Secretaría General de la OEA para fortalecer los procesos de coordinación e implementación de lo manifestado en la temática de Soberanía Alimentaria para contribuir a la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria.

Es dado en Tiquipaya – Cochabamba Bolivia, a los 5 días del mes de junio del año 2012.

 

 

 

 

 

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El trasfondo de la Economía Verde

Miércoles 6 de Junio de 2012

Amigos: Compartimos un documento que elaboramos colectivamente las organizaciones firmantes como introducción a un Compendio sobre Economía Verde que estamos preparando para Río + 20. Ante la necesidad de clarificar las verdaderas intenciones de la propuesta de la «Economía Verde» lo estamos dando a conocer como posición común de los colectivos que estamos participando en este proceso

GRAIN – Alianza Biodiversidad – Movimiento Mundial por los Bosques (WRM) – Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC) | 01 junio 2012

Acceda al documento completo en: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/El_trasfondo_de_la_economia_verde

 

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Los pueblos del mundo frente a los avances del capitalismo: Rio +20 y más allá

Miércoles 6 de Junio de 2012

Documento de Posicionamiento de La Vía Campesina

 

AFICHE_VC_RIOLos gobiernos de todo el mundo se reunirán en Río de Janeiro, Brasil del 20 al 22 de junio de 2012, para supuestamente conmemorar 20 años de la «Cumbre de la Tierra», la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que estableció por primera vez una agenda global para el «desarrollo sostenible». Durante esa cumbre, en 1992, se adoptaron tres convenios internacionales: el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Convenio de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Convenio de Lucha contra la Desertificación. Cada una de ellos prometía poner en marcha un conjunto de acciones destinadas a proteger el planeta y la vida sobre él, y contribuir a que todos los seres humanos gocemos de una vida digna.Muchas organizaciones sociales en ese momento saludamos y apoyamos con esperanza las nuevas convenciones. Veinte años después, vemos que las causas reales del deterioro ambiental, económico y social siguen sin ser atacadas. Peor aún, nos alarma profundamente que la próxima reunión de junio servirá para profundizar las políticas neoliberales y los procesos de expansión capitalista, concentración y exclusión que nos tienen hoy envueltos en una crisis ambiental, económica y social de gravísimas proporciones. Bajo el nombre engañoso y mal intencionado de “economía verde” , hoy se anuncian nuevas formas de contaminación y destrucción ambiental, así como nuevas olas de privatización, monopolización y expulsión desde nuestras tierras y territorios.

La Vía Campesina se movilizará para este evento, representando a la voz campesina en el debate mundial y defendiendo un camino diferente de desarrollo, arraigado en el bienestar de todos y todas, que garantice los alimentos para todos, que proteja y garantice que los bienes comunes y los recursos naturales estén al servicio de un buen vivir para todas y todos y no de las necesidades de acumulación de unos pocos.

20 años después: el planeta y la humanidad en crisis

20 años después de la Cumbre de la Tierra, el conjunto de la vida en el planeta se ha vuelto dramáticamente difícil. El número de personas hambrientas ha aumentado a casi mil millones, lo que significa que uno de cada seis seres humanos está pasando hambre, principalmente niños y mujeres del campo. La expulsión desde nuestras tierras y territorios sigue avanzando de manera acelerada, ya no sólo por las condiciones de desventaja que se nos imponen desde los tratados comerciales y el sector industrial, sino por nuevas formas de acaparamiento de la tierra y el agua, la imposición global de formas de propiedad intelectual que nos roban nuestras semillas, por la invasión de semillas transgénicas, el avance de las plantaciones de monoculivos, los megaproyectos, la minería.

Las grandes promesas de Río 92 han resultado una farsa. El Convenio de Biodiversidad no detuvo la destrucción de la biodiversidad y fortaleció y generó nuevos mecanismos destinados a privatizarla y convertirla en mercancía. La desertificación sigue avanzando de la mano de la agricultura industrial y la expansión de los agronegocios y de las plantaciones de monocultivos. El calentamiento de nuestro planeta -con todo los desastres y el sufrimiento dramático que ya está causando- no se ha detenido, sino que se ha acelerado y agravado.

El gran engaño de 1992 fue el “desarrollo sustentable”, que inicialmente las organizaciones sociales vimos como una posibilidad de enfrentar la raíz de los problemas. Sin embargo, no fue más un lavado de cara de la búsqueda de nuevas formas de acumulación. Hoy buscan legitimar una nueva fachada, especialmente bajo el nombre de “economía verde”

La “economía verde” y otras falsas soluciones: un nuevo asalto a los pueblos y sus territorios

La ganancia capitalista ha generado la mayor crisis del sistema desde 1929. Desde 2008, el sistema hegemónico intenta encontrar salidas a su crisis estructural, buscando nuevas posibilidades de acumulación que mantengan su lógica. Es en este contexto que ocurrió la captura corporativa de los convenios de diversidad biológica y cambio climático y, consecuentemente, el desarrollo de esta nueva ingeniería financiera llamada Capitalismo Verde.

Gobiernos, empresarios y los organismos de Naciones Unidas han pasado los últimos años construyendo el mito de la “economía verde” y del “enverdecimiento de la tecnología”. La presentan como la nueva posibilidad de hacer coincidir el cuidado de la Tierra con los negocios, pero es en realidad la vía para lograr nuevos avances del capitalismo, hasta poner a todo el planeta bajo el control de los grandes capitales. Son varios los mecanismos que se impulsarán a través de la economía verde y todos ellos aumentarán la destrucción. Más específicamente,

La economía verde no busca detener el cambio climático ni el deterioro ambiental, sino generalizar el principio que quien tiene dinero puede seguir contaminando. Hasta el momento han utilizado la farsa de la compra de bonos de carbono para poder seguir emitiendo gases invernadero. Hoy están inventando los bonos de biodiversidad. Es decir, las empresas podrán seguir destruyendo bosques y ecosistemas, siempre y cuando le paguen a alguien para que supuestamente conserve la biodiversidad en algún otro lado. Mañana posiblemente inventen los bonos de agua, de paisaje, de aire puro.

Los sistemas de pago por servicios ambientales se están utilizando para quitarle sus tierras y territorios a los pueblos indígenas y campesinos. El mecanismo que están impulsando con más fuerza gobiernos y empresas es el sistema REDD y REDD plus. Dicen que es un sistema para reducir las emisiones de gases invernadero producto de la deforestación y degradación de los bosques, pero se está utilizando para imponer, por un pago irrisorio, planes de manejo que les niegan a familias y comunidades rurales el acceso a sus propias tierras, bosques y fuentes de agua. Además, garantizan el acceso irrestricto de las empresas a las áreas de bosque colectivo, potencializando la biopiratería. También imponen contratos que amarran a las comunidades a esos planes de manejo por 20 años o más y que dejan las tierras indígenas y campesinas como prenda hipotecaria, lo que crea la posibilidad cierta de que esas comunidades pierdan sus tierras. El objetivos de los servicios ambientales es tomar control de los espacios naturales de reserva y de los territorios que aún están bajo el control de nuestras comunidades.

Otra iniciativa de la economía verde es convertir a las plantas, las algas y a todos los restos orgánicos (rastrojos, estiércol, etc) en fuente de energía para sustituir el petróleo; es lo que llaman “uso de la biomasa” . Con los agrocombustibles, esto ha significado que millones de hectáreas que debieran estar cubiertas de bosques o produciendo alimentos hoy se utilizan para alimentar máquinas. Si efectivamente se generaliza el uso energético de la biomasa, veremos que la vida en el mar se reduce aún más porque una parte importante de especies marinas se quedará sin alimento, que nuestros suelos no recuperarán la materia orgánica que es imprescindible para conservar la fertilidad y protegerse contra la erosión y la sequedad, y que será imposible alimentar a nuestros animales porque los alimentos se harán cada vez más escasos y caros. También se agravará la escasez de agua, ya sea por el cultivo de agrocombustibles, ya sea por que nuestros suelos no tendrán capacidad para absorber y retener agua al faltarles la materia orgánica.

Después nos hablan de “agricultura climáticamente inteligente”, que sólo busca que aceptemos una nueva Revolución Verde -posiblemente con transgénicos- y que en vez de exigir apoyo efectivo para defendernos de los efectos del cambio climático, aceptemos pagos irrisorios que funcionarán igual que REDD. También buscan imponernos sistemas altamente dependientes de grandes cantidades de agrotóxicos, como la siembra directa a base de pulverizaciones aéreas de Round Up, los que pasan a ser llamados “agricultura baja en carbono.” Es decir, nos obligarán a hacer un cierto tipo de agricultura y podremos perder el control sobre nuestros territorios, nuestros ecosistemas y nuestra agua.

Uno de los aspectos más perversos de las falsas soluciones que se impulsan en las negociaciones internacionales es la de restringir el acceso y el uso del agua de riego. Usando como pretexto el hecho que el agua de riego es escasa, proponen que el agua se concentre en “cultivos de alto valor”; es decir que se rieguen los cultivos de exportación, los agrocombustibles y otros cultivos industriales, y que se deje de regar los cultivos para la propia alimentación

El impulso de soluciones tecnológicas que no son solución alguna es parte también de la agenda de las discusiones en Río. Entre las más peligrosas están la geoingeniería y la aceptación de los cultivos transgénicos. Hasta el momento, ninguna de las soluciones propuestas por la geoingeniería ha demostrado tener capacidad real de solucionar los problemas del clima. Por el contrario, algunas de las formas de geoingeniería (como la fertilización de los mares) son tan peligrosas que internacionalmente se ha declarado una moratoria sobre ellas. Para que aceptemos los transgénicos se nos dice que crearán cultivos resistente a la sequía y al calor, pero lo único nuevo en transgénicos es más variedades resistentes a herbicidas, las que además están haciendo que vuelvan al mercado herbicidas altamente tóxicos, como el 2,4,-D.

El plan más ambicioso y lo que algunos gobiernos identifican como “el mayor desafío” es el de ponerle precio a todos los bienes de naturaleza (como el agua, la biodiversidad, el paisaje, la vida silvestre, las semillas, la lluvia, etc), para luego privatizarlos (con la excusa de que conservarlos requiere dinero) y cobrarnos por su uso. A esto se le llama la Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB). Es el asalto final a la naturaleza y la vida, pero también a los medios de trabajo y de vida de los pueblos que viven de la agricultura, la caza y la pesca.

 

Este capitalismo “verde” tiene en la mira especialmente los espacios rurales comunes, la agricultura, la tierra y el agua. Ya estamos sufriendo sus efectos en la forma de acaparamientos de tierra, privatización del agua y de los océanos, de los territorios indígenas, de los parques nacionales y las reservas naturales, todos procesos que están siendo acompañados de expulsiones forzadas de comunidades campesinas e indígenas.

La solución real: poner al centro las agriculturas campesinas e indígenas

Los pueblos campesinos e indígenas somos quienes concentramos los mayores niveles de pobreza, porque se nos ha despojado de la tierra y se nos ha cercado por la ley o por la fuerza para que no podamos cultivar e intercambiar libremente. Sin embargo, somos pueblos que seguimos resistiendo la expulsión desde el campo, y aún somos más del 90% de la población rural. Nuestras formas de hacer agricultura enfrían el planeta, cuidan los ecosistemas y aseguran la alimentación para los sectores más pobres.

Toda solución real pasa por detener el lucro desenfrenado del capital, acabar con la complicidad de los gobiernos y apoyar las formas de producción que efectivamente cuiden el planeta. La Soberanía Alimentaria es parte del corazón de los cambios necesarios, el único camino real para hacer posible alimentar a toda la humanidad. Nuestras propuestas son claras y entregan soluciones reales:

Debemos cambiar el sistema alimentario industrial agroexportador por un sistema basado en la soberanía alimentaria, que devuelva a la tierra su función social como productora de alimentos y sustentadora de la vida, que ponga en el centro la producción local de alimentos, los circuitos de comercialización y procesamiento local. La soberanía alimentaria permite acabar los monocultivos y los agronegocios, fomentar los sistemas de producción campesina que se caracterizan por su mayor intensidad y productividad, su capacidad para dar trabajo, cuidar el suelo y entregar una producción sana y diversificada. La agricultura campesina e indígena es también la que puede enfriar el planeta; con capacidad de absorver o evitar hasta 2/3 de los gases invernaderos que se emiten cada año.

La tierra actualmente en manos campesinas e indígenas es alrededor del 20% de la tierra agrícola a nivel global. Si embargo, con esa tierra las familias y comunidades campesinas e indígenas producimos al menos la mitad de la alimentación mundial. En nuestras manos está la forma más segura y eficiente de superar el hambre en el mundo.

Para asegurar alimentación para todos y restaurar la normalidad climática en la tierra, es necesario que la agricultura vuelva a ser una tarea en manos principalmente de comunidades campesinas y pueblos indígenas. Para ello debe hacerse de manera urgente reformas agrarias integrales y de gran amplitud, que acaben con la concentración extrema y creciente de la tierra que hoy afecta a la humanidad. Esas reformas agrarias son las que darán las condiciones materiales para que la agricultura cumpla su papel en beneficio de la humanidad entera y por ello la defensa y protección de las agriculturas campesinas e indígenas es hoy una tarea de todas y todos. En lo inmediato, es necesario detener todos las transacciones, concesiones y traspasos que signifiquen concentración o acaparamiento de tierras y/o desplazamiento de comunidades rurales.

Los sistemas campesinos e indígenas de agricultura, caza, pesca y pastoreo que ayudan a cuidar la tierra y la alimentación deben ser apoyados adecuadamente con fondos y medios públicos no condicionados. Los mecanismos de mercado -como venta de carbono y servicios ambientales- deben desmontarse de inmediato y reemplazarse por medidas reales, como las que mencionamos más arriba. Detener la contaminación es un deber que nadie puede evadir comprando derechos a seguir destruyendo.

El uso legítimo de lo que ahora organismos internacionales y empresariales llaman biomasa es alimentar a los seres vivos y volver a la tierra para restaurar su fertilidad. Las emisiones provenientes del derroche de energía deben reducirse en base al ahorro y el fin del despilfarro. Necesitamos fuentes de energía renovable decentralizados, al alcance de los pueblos.

Todos movilizados para desenmascarar Rio+20 y el capitalismo verde

Nosotros y nosotras, campesinos y campesinas, agricultores y agricultoras familiares, campesinos y campesinas sin tierra, pueblos indígenas y migrantes -hombres y mujeres- nos oponemos decididamente a la mercantilización de la tierra, nuestros territorios, el agua, las semillas, los alimentos, la naturaleza y la vida humana. Reiteramos lo dicho en la Cumbre de los Pueblos en Cochabamba, Bolivia: “La humanidad está frente a una gran disyuntiva: continuar el camino del capitalismo, la depredación y la muerte, o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida.”

Repudiamos y denunciamos la economía verde como una nueva máscara para ocultar mayores niveles de codicia de las corporaciones y del imperialismo alimentario en el mundo y como una forma brutal de lavarle la cara al capitalismo, que sólo impone falsas soluciones, como el comercio de carbono, REDD, la geoingienería, los transgénicos, los agrocombustibles, el bio-char y todas las soluciones de mercado a la crisis ambiental.

Nuestro reto es restituir otra manera de relacionarnos con la naturaleza y entre los pueblos. Ese es también nuestro deber y nuestro derecho y por ello seguiremos luchando y llamamos a seguir luchando incansablemente por la construcción de la soberanía alimentaria, por la reforma agraria integral y la recuperación de los territorios indígenas, por poner fin a la violencia del capital, y por restituir los sistemas campesinos e indígenas de producción basados en la agroecología.

NO A LAS FALSAS SOLUCIONES DEL CAPITALISMO VERDE

AGRICULTURA CAMPESINA YA!

 

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Día del Medio Ambiente: Movilización Global contra el Capitalismo y la Mercantilización de la Vida

Lunes 4 de Junio de 2012

Natasha Pitts

Adital

Mañana, 5 de junio, Día Internacional del Medio Ambiente, activistas de todas partes del mundo van a movilizarse contra la crisis capitalista y a favor de salidas concretas para la crisis ambiental. Las manifestaciones se realizarán en el marco de la ‘Movilización Global contra el Capitalismo y la Mercantilización de la Vida y en defensa de los bienes comunes, de la justicia social y ambiental’, convocada por la Asamblea de Movimientos Sociales durante el Foro Social Temático, realizado en enero.



Las manifestaciones de mañana también quieren reforzar el posicionamiento de los movimientos sociales y sus propuestas, que serán debatidas durante la Cumbre de los Pueblos por Justicia Social y Ambiental, a realizarse en los próximos días 15 a 23 en Río de Janeiro (Brasil), donde también se realizará la esperada Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (Río+20).

La Articulación de Movimientos Sociales para la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) está reforzando el llamado de la Asamblea de los Movimientos Sociales e invitando a la sociedad civil a unirse a las protestas para mostrar la fuerza de los cambios que están ocurriendo en toda América Latina. Movilizados, activistas de varias partes del mundo van a luchar contra la mercantilización de la vida y en defensa de los bienes comunes y por la integración de los pueblos de la región.

Las acciones preparadas para celebrar el Día Internacional del Medio Ambiente serán otra oportunidad para rechazar las propuestas basadas en la ‘economía verde’ y luchar contra la crisis sistémica que se transforma en crisis económica, financiera, política, alimentaria y ambiental y que perjudica el pleno desarrollo de la vida humana. La Asamblea de los Movimientos cree que hoy la «descolonización de los pueblos oprimidos y el enfrentamiento al imperialismo” son los principales desafíos de los movimientos sociales de todo el mundo.

Junto a eso, sostienen que es necesario reafirmar el combate a las transnacionales, la lucha en favor de la justicia climática y por la soberanía alimentaria, la lucha por el fin de la violencia contra la mujer, por la paz, contra la guerra, contra el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de los territorios.

«La defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, la justicia económica, ambiental y de género, son la llave para el enfrentamiento y la superación de la crisis, fortaleciendo el protagonismo de un Estado libre de las corporaciones y al servicio de los pueblos”, defienden.

Otra medida importante es conocer y combatir a los agentes causantes del agravamiento de la crisis. Son bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales y gobiernos que consiguen beneficios como tratados de libre comercio y medidas de austeridad, que oprimen todavía más a la población, intensificando las migraciones, los desplazamientos forzados, las desocupaciones, el endeudamiento y las desigualdades sociales.

El calentamiento global y la creciente emisión de gases contaminantes a la atmosfera también son resultados de la crisis. Para intentar evadir la situación, los agentes causantes de la crisis mundial desarrollaron la llamada ‘economía verde’ como ‘solución’ para la crisis ambiental y alimentaria. Sin embargo, ya está comprobado que esta falsa medida en realidad da como resultado la mercantilización y la privatización de la vida.

Los movimientos sociales y ambientales organizados por medio de la Asamblea rechazan enfáticamente esta falsa salida y otras como los agrocombustibles, los transgénicos, la geoingeniería y los mercados de carbono, «que son nuevos disfraces del sistema”.

Así, motivados por la necesidad urgente de luchar e inspirados en la batalla de movimientos como la Primavera Árabe, Ocuppy Wall Street, Los Indignados y en las reivindicaciones de los estudiantes chilenos por educación, y seguros de que la población mundial no debe continuar sufriendo los efectos de la crisis capitalista, la Asamblea de los Movimientos Sociales llama a la participación en la gran jornada de movilización global contra el capitalismo y pide que la sociedad civil impulse la realización de la Cumbre de los Pueblos.

Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com

 

 

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