13 de agosto de 2014
En El Salvador, CKDu se volvió la segunda mayor causa de mortalidad masculina. En Sri Lanka, el número de muertes sobrepasa 20 mil. y en Brasil?
Estudio sugiere: enfermedad aún sin explicación, que destruye riñones y ya mató a miles de agricultores, puede estar relacionada con el glifosato, herbicida-líder de la transnacional
El herbicida Roundup, de la Monsanto, fue vinculado a la epidemia de una misteriosa enfermedad renal fatal que apareció en América Central, en Sri Lanka y en la India.
Hace años, los científicos vienen intentando develar el misterio de una epidemia de enfermedad renal crónica que afecta a América Central, a la India y a Sri Lanka. La enfermedad se da en agricultores pobres que realizan trabajo pesado en climas calientes. En todas las ocasiones, los trabajadores habían sido expuestos a herbicidas y metales pesados. La enfermedad es conocida como CKDu (Enfermedad Renal Crónica de etiología desconocida). La «u» (de «unknown» en inglés, desconocido) diferencia esta enfermedad de otras enfermedades renales crónicas cuya causa es conocida.
Pocos profesionales médicos están conscientes de la CKDu, a pesar de las terribles consecuencias para la salud de los agricultores pobres de El Salvador y los del sur de Asia.
Catharina Wesseling, directora regional del Programa Salud, Trabajo y Ambiente (Saltra) en América Central, pionero en los estudios iniciales sobre el asunto aún no esclarecido en la región, dice lo siguiente: «Los nefrólogos y los profesionales de la salud pública de los países ricos no están familiarizados con el problema o dudan inclusive que el exista».
Wesseling está siendo diplomática. En la cumbre de la salud de 2011, en la ciudad de México, USA rechazó una propuesta de los países de América Central que tenía enlistada a la CKDu como una de las prioridades para las Américas.
David McQueen, un delegado norteamericano del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), de los Estados Unidos, que posteriormente se desligó de esa agencia, explicó la posición de su país. «La idea era mantener el foco en los factores de riesgo clave que podríamos controlar y en las grandes causas de muerte: enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes. Y sentíamos que la posición que asumimos incluía a la CKD».
Los norteamericanos estaban equivocados. Los delegados de América Central estaban en lo cierto. La CKDu es un nuevo tipo de enfermedad. Esta afección de los riñones no resulta de la diabetes, de la hipertensión o de otros factores de riesgo relacionados con la dieta. Distinto de lo que sucede en la enfermedad renal ligada a la diabetes o a la hipertensión, muchos de los daños de la CKDu tienen lugar en los túbulos renales, lo que sugiere una etiología tóxica.
Hoy, la CKDu es la segunda mayor causa de mortalidad entre los hombres en El Salvador. Ese pequeño y densamente poblado país de América Central tiene actualmente la mayor tasa de mortalidad por enfermedad renal en el mundo. Sus vecinos Honduras y Nicaragua también tienen tasas extremamente altas de mortalidad por enfermedad renal. En El Salvador y en Nicaragua, más hombres están muriendo por CKDu que por HIV/sida, diabetes y leucemia juntas. En una región rural de Nicaragua, tantos hombres murieron que la comunidad es llamada «La Isla de las Viudas»
Además de América Central, la India y Sri Lanka fueron duramente azotados por la epidemia. En Sri Lanka, más de 20 mil personas murieron por CKDu en las últimas dos décadas. En el estado indio de Andhra Pradesh, más de 1.500 personas han recibido tratamiento para la enfermedad desde 2007. Como la diálisis y el trasplante de riñón son raros en estas regiones, la mayoría de los que sufren de CKDu mueren de enfermedad renal.
En una investigación digna del gran Sherlock Holmes, un científico-detective de Sri Lanka, el Dr. Channa Jayasumana, y sus dos colegas, Dr. Sarath Gunatilake y Dr. Priyantha Senanayake, lanzaron una hipótesis unificadora que podría explicar el origen de la enfermedad. Ellos argumentaron que el agente agresor debe haber sido introducido en Sri Lanka en los últimos 30 años, a la vez que los primeros casos aparecieran a mediados de la década de 1990.
Esta sustancia química también debía ser capaz de, en agua dura, formar complejos estables con los metales y actuar como un escudo, impidiendo que esos metales sean metabolizados en el hígado. El compuesto también necesitaría actuar como un mensajero, llevando los metales hasta el riñón.
Sabemos que los cambios políticos en Sri Lanka a final de los años 1970 llevaron a introducir dos agroquímicos, principalmente en el cultivo del arroz. Los investigadores buscaron los probables sospechosos. Todo apuntaba al glifosato, un herbicida ampliamente utilizado en Sri Lanka. Estudios anteriores mostraban que el glifosato se liga a los metales y el complejo glifosato-metal puede durar por décadas en el suelo.
El glifosato no fue originalmente creado para ser usado como herbicida. Patentado por la Stauffer Chemical Company en 1964, fue introducido como un agente quelante, porque se liga a los metales con avidez. El glifosato fue usado primeramente en la remoción de depósitos minerales de las tuberías de las calderas y de otros sistemas de agua caliente.
Es esta propiedad quelante la que permite que el glifosato forme complejos con el arsénico, el cadmio y otros metales pesados encontrados en las aguas subterráneas y no solo en América Central, en la india y en Sri Lanka. El complejo glifosato-metal pesado puede entrar en el cuerpo humano de diversas maneras: puede ser ingerido, inhalado o absorbido a través de la piel. El glifosato actúa como un caballo de Troya, permitiendo que el metal pesado a él ligado evite la detección por el hígado, una vez que él ocupa los puntos de ligación que el hígado normalmente tendría. El complejo glifosato-metal pesado llega a los canales renales, donde la alta acidez permite que el metal se separe del glifosato. El cadmio o el arsénico causan entonces daños en los canales renales y en otras partes de los riñones, lo que al final resulta en una falla renal y, con frecuencia, en muerte.
Por cuanto, la elegante teoría propuesta por el Dr. Jayasumana y sus colegas puede apenas ser considerada generadora de hipótesis. Otros estudios científicos serán necesarios para confirmar la hipótesis de que la CKDu realmente se debe a toxicidad del glifosato-metal pesado para los canales renales. Hasta ahora, esta parece ser la mejor explicación para la epidemia.
Otra explicación es que el estrés por calor puede ser la causa, o la combinación entre estrés por calor y toxicidad química. La Monsanto, claro, defiende al glifosato y niega que tenga algo que ver con el origen de la CKDu.
Aunque no exista una prueba concluyente de la causa exacta de la CKDu, tanto en Sri Lanka como en El Salvador invocaron el principio de la precaución. El Salvador prohibió el glifosato en setiembre de 2013 y actualmente está buscando alternativas más seguras. Sri Lanka prohibió el glifosato en marzo de este año por causa de preocupaciones respecto de la CKDu.
El glifosato tiene una historia interesante. Después de su uso inicial como agente descamador por la Stauffer Chemical, los científicos de la Monsanto descubrieron sus cualidades herbicidas. La Monsanto patentó el glifosato como herbicida en la década de 1970 y usa la marca «Roundup» desde 1974. La empresa mantuvo los derechos exclusivos hasta el año 2000, cuando la patente expiró. En 2005, los productos con glifosato de la Monsanto estaban registrados en más de 130 países para uso en más de cien tipos de cultivo. En 2013, el glifosato era el herbicida con mayor volumen de ventas en el mundo.
La popularidad del glifosato se debe, en parte, a la percepción de que es extremadamente seguro. El sitio de la Monsanto afirma:
El glifosato se liga fuertemente a la mayoría de los tipos de suelo y por eso no permanece disponible para la absorción por las raíces de las plantas próximas. Funciona por la perturbación de una enzima vegetal asociada a la producción de aminoácidos que son esenciales para el crecimiento de la planta. La enzima, EPSP sintasa, no está presente en personas o animales, representando bajo riesgo para la salud humana en los casos en que el glifosato sea usado de acuerdo con las instrucciones del rótulo.
Por causa de la reputación del glifosato en términos de seguridad y de efectividad, John Franz, que descubrió su utilidad como herbicida, recibió la Medalla Nacional de Tecnología en 1987. Franz también recibió el Premio Carothers de la Sociedad Americana de Química en 1989, y la Medalla Perkins de la Sección Americana de la Sociedad da Industria Química en 1990. En 2007, fue aceptado en el Salón de la Fama de los Inventores de los EUA por su trabajo con el herbicida. El Roundup fue nombrado uno de los «Diez Productos que Cambiaron la Cara de la Agricultura» por la revista Farm Chemicals, en 1994.
No todo el mundo concuerda con esa percepción de la seguridad del glifosato. La primera cultura de Organismo Genéticamente Modificado (OGM) resistente al Roundup (soja) fue lanzada por la Monsanto en 1996. En ese mismo año, comenzaron a aparecer las primeras hierbas dañinas resistentes al glifosato. Los hacendados respondieron usando herbicidas cada vez más tóxicos para lidiar con las nuevas super plagas que habían desarrollado resistencia al glifosato.
Aparte de la preocupación respecto a la emergencia de las super plagas, un estudio con ratas demostró que bajos niveles de glifosato inducen perturbaciones hormonal-dependientes graves en las mamas, el hígado y los riñones. Recientemente, dos grupos de activistas, Moms Across America (Madres en toda América) y Thinking Moms Revolution (Revolución de las Madres Pensantes), pidieron a la Agencia Americana de Protección Ambiental (EPA) un recordatorio del Roundup, citando un gran número de impactos adversos sobre la salud de los niños, incluyendo déficit de crecimiento, síndrome del intestino suelto, autismo y alergias alimenticias.
El glifosato no es un producto común. Aparte de ser uno de los herbicidas más usados en el mundo, es también el pilar central del templo de la Monsanto. La mayor parte de las semillas de la empresa, incluyendo soja, maíz, caña, alfalfa, algodón, remolacha y sorgo, son resistentes al glifosato. En 2009, los productos de la línea Roundup (glifosato), incluyendo las semillas genéticamente modificadas, representaban cerca de la mitad de la receta anual de la Monsanto. Esa dependencia en relación a los productos con glifosato vuelve a la Monsanto extremadamente vulnerable a las investigaciones que cuestionan la seguridad del herbicida.
Las semillas resistentes al glifosato son diseñadas para permitir que el agricultor sature sus campos con el herbicida para matar todas las hierbas dañinas. La zafra resistente al glifosato puede entonces ser cosechada. Pero si la combinación del glifosato con los metales pesados encontrados en el agua subterránea o en el suelo destruye los riñones del agricultor en el o proceso, el castillo de cartas se desmorona. Es eso lo que puede estar aconteciendo ahora.
Un enfrentamiento serio está tomando cuerpo en El Salvador. El gobierno norteamericano presiona a El Salvador para que compre semillas genéticamente modificadas de la Monsanto envés de semillas nativas de sus propios productores. EUA amenaza con no liberar casi US$ 300 millones en empréstitos en caso de que El Salvador no compre las semillas de la Monsanto. Las semillas genéticamente modificadas son más caras y no fueron adaptadas para el clima o para el suelo salvadoreño.
La única «ventaja» de las semillas OGM de la Monsanto es su resistencia al glifosato. Ahora que este se muestra como una posible, y tal vez probable, causa de CKDu, esa «ventaja» ya no existe.
¿Cuál es el mensaje de los EUA para El Salvador, exactamente? Tal vez la hipótesis más favorable sea la de que los EUA no tienen certeza de que el glifosato puede ser la causa de la epidemia de la enfermedad renal fatal en El Salvador y que el gobierno sinceramente cree que las semillas OGM van a proporcionar un rendimiento mejor. Si fuera así, una mezcla de ignorancia y arrogancia está en el corazón de este tropiezo en la política externa norteamericana. Una explicación menos amigable podría sugerir que el gobierno coloca las ganancias de la Monsanto por encima de las preocupaciones acerca da economía, del medio ambiente y de la salud de los salvadoreños. Esta visión podría sugerir que una mezcla trágica de ganancia, desinterés e insensibilidad para con los salvadoreños está por detrás de la política norteamericana.
Infelizmente, existen evidencias que corroboran la segunda visión. Los EUA parecen apoyar incondicionalmente a Monsanto, ignorando cualquier cuestionamiento respecto a la seguridad de sus productos. Telegramas divulgados por WikiLeaks muestran que diplomáticos norteamericanos alrededor del mundo están promoviendo las culturas OGM como un imperativo estratégico gubernamental y comercial. Los telegramas también revelan instrucciones de castigar a cualquier país extranjero que intente prohibir las culturas OGM.
Cualquiera sea la explicación, presionar a El Salvador, o a cualquier país, para que compre semillas OGM de la Monsanto es un error trágico. No es una política externa digna de los EUA. Vamos a cambiar eso. Vamos a basar nuestra política externa, así como la doméstica, en los derechos humanos, en la vanguardia ambiental, en la salud y en la equidad.
Nota: Después que varios artículos al respecto de las semillas aparecieron en los medios, The New York Times informó que los EUA revertirían su posición y pararían de presionar a El Salvador para que compre las semillas de la Monsanto. Hasta ahora, los empréstitos aún no fueron liberados.
POR
JEFF RITTERMAN, M.D.