Martes 13 de Marzo de 2012
Cerca de 1.500 integrantes el Movimiento de Afectados/as por Represas (MAB) de toda la región Nordeste ocupan y montan un campamento en la mañana de este martes (13/03), en la sede de la Compañía Hidroeléctrica del San Francisco (CHESF), en la ciudad de Recife. Los manifestantes protestan contra el actual modelo energético brasileño, las tentativas de privatización del agua y de la energía en curso en el país, además de reivindicar la garantía de derechos para las familias afectadas por represas.
La movilización forma parte de la jornada nacional de luchas del MAB que tiene lugar la semana del Día Internacional de Lucha contra las Represas, por los Ríos, por el Agua y por la Vida, celebrado el 14 de marzo. En Brasil, más del 90% del total de la electricidad generada viene de las hidroeléctricas, De acuerdo con José Josivaldo, dirigente nacional del MAB, “este modelo energético brasileño transforma agua y energía en mercancías, privilegiando a las grandes corporaciones y empresas electrointensivas (que consumen mucha energía) y no fortalece nuestra soberanía nacional”.
En este escenario, las construcciones de represas en Brasil vienen dejando un rastro de violencia y crímenes cometidos contra las familias en el campo y en la ciudad y contra el medio ambiente. Sólo enn la región de la Cuenca del San Francisco, se estima que más de 200.000 familias han sido afectadas y expulsadas de sus tierras para la construcción de represas. El Estado Brasileño tiene la función de planear y coordinar toda la política energética y financia hasta el 80% de las obras con dinero público del BNDES. Por otro lado, “no hay política de Estado para los/as afectados/as por las represas. Es el nivel de organización social local que garantiza la consecución de los derechos de las familias”, destaca Josivaldo. Para el MAB, las movilizaciones están siendo realizadas en empresas estatales del sector eléctrico por entender que la creación de una política de reparación de los/as afectados/as por represas, es responsabilidad del Estado Brasileño, ya que es también el Estado quien planifica, licencia y financia las represas en Brasil. Por eso, una de las principales reivindicaciones del Movimiento es que el Gobierno Federal cree una política adecuada de reparación de las pérdidas y perjuicios de la población afectada, definiendo reglas y criterios en el tratamiento social de las represas.
Durante la Jornada, el MAB reivindica también que el gobierno se posicione a favor de las renovaciones de las concesiones del sector eléctrico, que vencen a partir de 2015. De acuerdo con el Movimiento, la renovación de las concesiones es un camino que evitará una privatización todavía mayor de las centrales, líneas de transmisión y distribuidoras de energía eléctrica. En caso el Gobierno no opte por renovar las concesiones, el proceso se dará a partir de la apertura de nuevas licitaciones, lo que representa una mayor privatización del sector. Para el MAB esta es una lucha conjunta, que incluye organizaciones del campo y también de la ciudad. De acuerdo con datos oficiales, Brasil posee la quinta mayor tarifa de energía del mundo. “Es la clase trabajadora quien permanece perjudicada”, destaca el dirigente del MAB. Además de eso, el Movimiento presta solidaridad a los trabajadores del sector eléctrico, que están perdiendo cada vez más derechos y ven como sus salarios disminuyen en virtud de la tercerización. Además de organizaciones de la Vía Campesina, como el CPT y el MST, otros sectores urbanos están involucrados y apoyando la movilización, como es el ejemplo del Sindicato de los Urbanitarios de Pernambuco y la Asamblea Popular. Otras movilizaciones de la Jornada Nacional de Luchas del MAB están siendo realizadas en varias ciudades del país, entre ellas, Altamira, Rio de Janeiro, Brasilia, Porto Velho, Belém y Florianópolis.