Miércoles 20 de Febrero de 2013
Los asesinatos contra dirigentes campesinos no cesan. Ahora la mano negra del capitalismo agrario apretó el gatillo contra Benjamín Lezcano, dirigente de la zona de Núcleo 4, distrito de Horqueta (departamento de Concepción), como muestra del afán irrefrenable de aplastar la protesta social.
Benjamín “Toto” Lezcano era coordinador de la organización “Dr. Gaspar Rodríguez de Francia”, con base en los departamentos de Concepción y San Pedro. Era conocida su postura contra las semillas transgénicas y contra la instalación de la empresa de capital extranjero, Rio Tinto Alcan (RTA).
Ya leemos en la prensa comercial y escuchamos a las autoridades policiales mencionar la supuesta vinculación de Toto Lezcano –acribillado frente a su domicilio por dos sicarios movilizados en moto– con el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), lo cual tiene el claro propósito de desprestigiar su lucha por la reforma agraria, la justa distribución de las tierras malhabidas y las reivindicaciones sociales, que son los eternos reclamos de derechos para el campesinado empobrecido.
El mismo modus operandi que se practicó en los casos de Sixto Pérez –el 1 de septiembre pasado, en Puentesiño (Dpto. Concepción)– y Vidal Vega –el 1 de diciembre último, en Curuguaty (Dpto. Canindeyú)– se conjugan en el escenario que dio muerte a Toto Lezcano. El objetivo, igualmente, parece ser común: descabezar las organizaciones campesinas. Y si tomamos en consideración que la muerte de 11 campesinos sin tierra, el 15 de junio pasado en Marina Kue, instaló al gobierno del golpe en el poder, podemos hablar de un énfasis institucional en la criminalización de la lucha, que facilita el acceso de los agronegocios en territorio paraguayo, y garantiza la impunidad de los autores morales y materiales.
Denunciamos el terrorismo de Estado que permite que situaciones como esta sigan repitiéndose, engrosando la nefasta lista de luchadores y luchadoras sociales víctimas de una oligarquía terrateniente a la que le incomodan las demandas de justicia social. En permanente alerta, las organizaciones campesinas e indígenas, las del sector popular del Paraguay, estaremos movilizadas para evitar que haya una muerte más de este tipo, exigiendo a las autoridades la inmediata investigación de este crimen y un ejemplar castigo para los culpables. ¡Reforma Agraria, urgente y necesaria!¡Por nuestros muertos, ni un minuto de silencio! ¡Toda una vida de lucha!
Toto Lezcano, ¡presente ahora y siempre!