Los hechos protagonizados el día de hoy por Juan Guaidó, Leopoldo López y un reducido grupo de militares traidores , debemos leerlos como una acción más dentro de esta compleja guerra de cuarta generación en la que nos encontramos inmersos. Fue una nueva batalla y nuevamente salimos victoriosos(as). El adversario, que no es más que instrumento de la intervención extranjera, lanza una operación desesperada para desencadenar un alzamiento nacional tanto en la FANB como en el pueblo venezolano, en un momento en que es más que evidente la crisis de expectativas en su base social, al no haber logrado cumplir las falsas promesas de derrocar en un corto plazo al gobierno legítimo y constitucional de Venezuela. El inicio de la llamada Operación Libertad se suponía, según lo habían anunciado grandilocuentemente, que se daba mañana 1 de mayo, y en su lugar ejecutaron esta pobre, débil y torpe acción de hoy.
Sin embargo, aunque pareciera tratarse de una aventura más de la dirigencia opositora a las que el pueblo venezolano ya está acostumbrado, es preciso no olvidar que el verdadero enemigo es el poder de la élite neoconservadora que hoy dirige el gobierno estadounidense. Si bien este nuevo intento facineroso ha fracasado, la situación sigue siendo altamente riesgosa y es de esperarse acciones de mayor magnitud por parte de las fuerzas agresoras. No es descartable que, ante el fracaso de su experimento Guaidó y su ruta para derrocar la revolución bolivariana, pasen a una nueva fase de mayor violencia. Por lo tanto, el pueblo patriota debe mantenerse movilizado y en unidad cívicomilitar. Es fundamental no caer en el terreno del triunfalismo. La batalla sigue en pleno desarrollo.
En la lucha que sigue la unidad de nuestras fuerzas es un prerrequisito para la defensa y la resistencia. De allí que sea necesario reflexionar sobre la lealtad y la forma de seguir sosteniéndola y garantizándola. Ésta debe ser entendida como una virtud que involucra en primer lugar la coherencia de quienes dirigen el proceso político. El liderazgo chavista debe estar al lado de la gente en cada batalla, no solo en las batallas puntuales con el enemigo, sino en las batallas cotidianas de este pueblo para resistir la agresión y el impacto de la crisis económica. La lealtad del pueblo chavista se evidencia a cada momento y es el pilar central de las importantes victorias que vamos cosechando. El liderazgo que necesitamos es un tema que debe ser debatido en medio de esta compleja batalla para poder avanzar no solo en la victoria ante el enemigo sino en el nuevo comienzo que propone el presidente Maduro.
Así, debemos tener claro las tareas principales que el pueblo y el país todo debemos asumir:
1) Fortalecer la unidad cívico militar
2) Elevar los niveles de la preparación para la defensa de la paz, la democracia y la soberanía
3) Organizar la solidaridad del pueblo en una poderosa Red Popular de Ayuda Solidaria para prestar apoyo a los hermanos y las hermanas más golpeados(as) por la situación económica del país
4) La batalla por la producción de alimentos y de todo aquello necesario para satisfacer las necesidades básicas de la población.
Además, aunque entendemos que la aplicación de justicia contra los sectores golpistas está condicionada por el Estado de derecho y el debido proceso, así como por la estrategia política, consideramos necesario acelerar acciones para hacer sentir la contundencia y seriedad de nuestra respuesta así como la determinación para defender la legalidad y las instituciones.
Una vez más hemos demostrado que la unidad patriota del pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, los niveles de organización popular, la capacidad de movilización y la conciencia de nuestra gente para no caer en provocaciones, no asumir falsas noticias como ciertas y mantener la calma ante los más complejos escenarios, han sido clave para conjurar las pretensiones golpistas y antidemocráticas. Sigamos fortaleciendo esa senda. Desde la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora decimos:
¡Preparad@s siempre, sorprendid@s nunca!
Coordinación Nacional Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora