(Harare, 24 de Noviembre de 2020) Centroamérica es una región muy vulnerable al cambio climático y, en esta época del año, particularmente, sensible a huracanes y tormentas tropicales. Solo en este mes, la región ha sido duramente golpeada por el Huracán Eta y después por Iota, que tocaron tierra por la parte nororiental de la costa caribeña de Nicaragua y provocaron lluvias torrenciales, fuertes vientos, deslizamientos de tierra e inundaciones en toda la región. Los mayores daños han sufrido las comunidades rurales, indígenas y campesinas.
Las incalculables perdidas van desde: carreteras, escuelas, tendidos eléctricos, infraestructura de internet o de suministro de agua potable destruidos, y sobre todo, personas abandonadas a su suerte tras perder sus viviendas. Aún se están contabilizando nuevas muertes y desapariciones.
Más allá de esta crisis climática, las clases campesinas de Honduras, Guatemala, El Salvador y Panamá ya sufrían por causa de sus gobiernos neoliberales. En ambas crisis, generadas por la pandemia mundial del COVID-19, y ahora por el Eta e Iota, estos gobiernos han aprovechado para enriquecer a las clases dominantes en vez de proteger la vida humana.
En estos países hay muchas personas buscando cobijo en refugios, bajo puentes o en plena calle, sin acceso al agua potable ni condiciones de salubridad adecuadas, y se teme que los casos del COVID 19 vayan a aumentar. Por otra parte, las pérdidas masivas de cosecha en los campos de frijoles, maíz y hortalizas, así como de ganados, van a agudizar la crisis del hambre.
Ante este panorama como La Vía Campesina decimos: “¡Solo el Pueblo Salva al Pueblo!” y reiteramos la urgencia de la Soberanía Alimentaria y Agroecología Campesina como auténtica solución a la crisis climática. Además de enfrentar la emergencia inmediata de salvar vidas, es urgente construir paisajes agroecológicos, que sean resilientes a futuras tormentas y garanticen un acceso a una alimentación saludable para nuestras comunidades.
La Vía Campesina hace un llamado a unirnos en solidaridad con los pueblos y movimientos campesinos de Centroamérica, así como a coordinar nuestros esfuerzos para recuperar las fincas, viviendas y comunidades de la región. Exigimos a los gobiernos que defiendan la vida y respondan a las necesidades de las poblaciones, y expresamos nuestro apoyo a las fuerzas progresistas que han organizado planes de prevención, mitigación y recuperación.
Finalmente, convocamos a actos concretos de solidaridad por parte de las organizaciones internacionales, organismos pertenecientes a las Naciones Unidas y apoyos individuales, mediante la Campaña organizada por la Cloc – Vía Campesina de la Región de Centroamérica denominada “Solo el Pueblo Salva al Pueblo.”