Venezuela: Atacan el Instituto Universitario Latinoamericano de Agroecología Paulo Freire

El viernes por la noche fue atacado el Instituto Universitario Latinoamericano de Agroecología Paulo Freire (Iala) situado en el estado Portuguesa. Un grupo de unas diez personas armadas entró, sometió a los presentes, y se robó materiales, equipos. Por tratarse de época de vacaciones, la mayoría de los 61 estudiantes del Instituto no estaban presentes.

Todavía está en desarrollo el listado de lo que se llevaron, y la investigación acerca de quiénes fueron y cuáles eran sus motivos. ¿Se trato de un robo común, o de un ataque en el marco de los que han venido sucediendo contra territorios comunales y populares en estas semanas? No se descartan, por el momento, ninguna de las opciones.

La segunda posibilidad toma sentido y fuerza en el marco del actual contexto. Para nombre solo algunos casos: en los últimos días fueron atacadas una radio comunitaria en la Comuna Ataroa, la televisora comunitaria Montaña TV, y el territorio donde hace vida la Brigada Internacionalista del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra. Ninguno de los ataques fue reivindicado por un grupo específico, pero todos se dieron en el marco del asedio violento que la derecha ha desplegado en el país y golpea al chavismo.

Lo hemos dicho: parte de la lógica del accionar golpista se centra en el anonimato, en atacar y no asumir responsabilidad, en trabajar sobre la confusión. Por esa metodología y por el momento político que vive el país, es que no descartamos que pueda tratarse de una acción direccionada con un fin político.

En cualquiera de los dos casos ratificamos el llamado que venimos haciendo a todo el chavismo, en particular el de a pie: conformar las Brigadas de Defensa Popular Hugo Chávez para resguardar nuestros territorios, nuestras conquistas colectivas. Debemos asumir la tarea de no dejar que nuestros espacios sean blancos de ataques, robos, tomar esa tarea en nuestras manos con organización popular. En el Iala como en cada uno de los territorios populares decimos bien claro: no pasarán.

Prensa Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora

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Brasil: Sem Terra ocupam os trilhos da ferrovia Ferronorte em Rondonópolis, Mato Grosso

A Ferronorte e a Ferrogrão integram uma demanda de quatro ferrovias que ampliará o escoamento da soja produzida no Mato Grosso

O governador Pedro Taques (PSDB) ao debater a expansão da ferrovia Ferronorte afirma ser este um sonho antigo dos Mato-grossenses. Ele apenas se esquece que este é um sonho voltado para a melhoria da qualidade do transporte das pessoas e para gerar mais riquezas apenas ao agronegócio.

O ministro Blairo Maggi ao apresentar a perspectiva da licitação da Ferrogrão (estimado em 10 bilhões de reais) representa o interesse das principais empresas que fazem negócio com a comercialização de grãos, incluindo a própria AMAGGI, além de CARGIL, ADM e BUNGE e outras.

A Ferronorte e a Ferrogrão integram uma demanda de quatro ferrovias que ampliará o escoamento da soja produzida no Mato Grosso, o que não significará aumento da arrecadação do estado, pois o setor que será contemplado com esse investimento é o mesmo setor que nos últimos 17 anos recebeu quase 40 bilhões de reais em isenções. 

Pensando no desenvolvimento do agronegócio o estado fecha os olhos para a diversidade de problemas sociais e ambientais causados pelos transportes ferroviário de carga, como os impactos amplamente denunciados pela articulação justiça nos trilhos, em relação ao trem da Vale.

Entendendo ser injusta a relação de promiscuidade entre o agronegócio e o estado – onde as obras  de infraestrutura com objetivo melhorar o desenvolvimento do agronegócio tem prioridade de investimentos em detrimento dos trabalhadores rurais e do serviço público que vem tendo sistematicamente seus direito negados – que o MST ocupa no desde a manhã de hoje (27), os trilhos da ferrovia Ferronorte.

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VII conferencia Internacional La Via Campesina

DECLARACIONES                         Programas Ecos de la VII Conferencia                             FOTOS

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Pagina La Via Campesina

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Programas Ecos de la VII Conferencia La Via Campesina

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Declaración Política V Asamblea de Mujeres de La Vía Campesina

Nosotras, mujeres de más de 70 países, representantes de nuestros movimientos, reunidas en nuestra V Asamblea de Mujeres, en el marco de la VII Conferencia Internacional de la Vía Campesina, nos dirigimos a las mujeres todas, a los movimientos campesinos, a los movimientos populares en general y a la sociedad en su conjunto, para declarar cuanto sigue:

Somos mujeres del campo que representamos la diversidad del mundo rural: mujeres de pueblos originarios, campesinas, asalariadas del campo, pescadoras, pastoras, artesanas, jóvenes, migrantes, recolectoras, quienes aportamos cotidianamente a las luchas del campo y a la construcción del movimiento internacional de la Vía Campesina, desde la mirada del feminismo y de la soberanía alimentaria.

Iniciamos esta asamblea haciendo un recuento histórico de nuestro caminar, valorando los avances alcanzados, seguras de nuestro accionar y de nuestro pensamiento.

Ratificamos el Manifiesto de las Mujeres del Campo, emanado en la IV Asamblea de Mujeres, del año 2013, el cual es una guía para nuestra práctica y una propuesta de cambio para la sociedad toda.

Ratificamos nuestro compromiso de resistencia en el campo, de participación plena en las organizaciones y de dar batalla a la violencia contra las mujeres hasta su erradicación completa, de repudiar la guerra y contribuir a la construcción de la paz con justicia social, de defender la madre tierra y luchar por la recuperación del buen vivir para toda la humanidad.

Constatamos una vez más:

El sistema capitalista y patriarcal sigue arreciando en el mundo entero, violentando nuestros territorios, nuestros cuerpos y nuestras mentes, acumulando cada vez más capital a costa del futuro del planeta y la humanidad.

En esta fase de crisis profunda del sistema capitalista, su expresión neoliberal y los gobiernos de cortes dictatoriales e imperialistas expanden la guerra, extraen los bienes comunes de la manera más alevosa, invaden naciones, provocan migración forzosa, expulsan pueblos de sus territorios, militarizan los campos, persiguen, asesinan y encarcelan luchadores y luchadoras, y no se detienen.

La naturaleza y la agricultura continúan siendo mercantilizadas y la extracción incontrolada de todo tipo de recursos se resiente en un acelerado proceso de cambio climático cuyas consecuencias para las comunidades y en particular para las mujeres, son catastróficas, exponiendo a situaciones límites la vida y la cultura del campo, generando hambre y pobreza extrema en quienes producen alimentos y riquezas.

En este contexto las mujeres soportamos cada vez más el peso de la producción de bienes y alimentos y sin embargo nuestro trabajo sigue invisibilizado. El trabajo de los cuidados sigue no valorizado, no apoyado, ni asumido colectiva y socialmente, lo que aumenta nuestra sobrecarga de trabajo y restringe nuestra participación plena.

Las formas de violencia estructural se han multiplicado. Sufrimos violencia económica, laboral, ambiental, física, sexual, sicológica. Los feminicidios siguen y aumentan. La criminalización de las mujeres y sus organizaciones se ha incrementado en los últimos tiempos y junto con la impunidad y asesinatos políticos, se han convertido en obstáculos importantes para el avance de las luchas de las mujeres. El acaparamiento de tierras por parte de grandes capitales transnacionales nos está expulsando de nuestras tierras y hogares, muchas veces arrasando con fuego nuestros cultivos y casas con la ayuda de los ejércitos. La migración forzada que hemos sufrido hace décadas se ha convertido más y más en el campo de crecimiento del crimen organizado a través del tráfico de personas. La guerra nos alcanza con especial brutalidad, profundizando la violencia económica, generalizando la violencia sexual, sumiéndonos en la pobreza y haciendo nuestra vida infinitamente más difícil. La muerte, el encarcelamiento y la persecución de nuestros familiares hombres nos deja aún más vulnerables, sobrecargándonos con las tareas de la sobreviviencia y la protección de niñas y niños, quienes cada vez más son expuestas a la violencia sexual, la muerte y el desarraigo, en las acciones de guerra. Las fumigaciones con agrotóxicos de los grandes monocultivos repercuten directamente en nuestros cuerpos, en el medio ambiente y en nuestro trabajo. Las semillas nativas y criollas se contaminan con transgénicos y ponen en riesgo nuestra soberanía alimentaria.

Sobre nuestro derecho y deber de participar en los procesos políticos y de toma de decisiones

Reconocemos los avances ideológicos, políticos y legislativos en torno a la participación política. Sin embargo, estos avances muchas veces no trascienden en las prácticas políticas ni en la cotidianidad de nuestras vidas; ni de los Estados, ni de nuestras organizaciones.

Continuaremos trabajando y luchando para que nuestras organizaciones estén al frente de los cambios necesarios para asegurar nuestra plena participación política, especialmente en la toma de decisiones, en la definición de estrategias y en las responsabilidades de representación.

Seguiremos exigiendo que se reconozca nuestro trabajo productivo; se valore, se asuma colectivamente y se comparta el trabajo reproductivo y de cuidado, condición fundamental para hacer realidad nuestra participación plena

Construyendo un feminismo campesino y popular

Estamos construyendo un feminismo que surge de nuestra identidad campesina y popular como un aporte a nuestras organizaciones y a los procesos de emancipación social de hombres y mujeres.

El feminismo que planteamos reconoce nuestra diversidad cultural y las muy diferentes condiciones que enfrentamos en cada región, país y localidad; lo construimos desde las luchas cotidianas que desarrollamos las mujeres en todo el planeta, por nuestra autonomía, por transformaciones sociales, por la defensa y protección de la agricultura campesina, por la soberanía alimentaria. Y es allí donde emergerán la mujer y el hombre nuevos en nuevas relaciones de género basadas en la igualdad, el respeto, cooperación y reconocimiento mutuos.

Este feminismo es transformador, insumiso y autónomo, lo construimos colectivamente en la reflexión y en las acciones concretas contra el capital y el patriarcado, es solidario con las luchas de todas las mujeres y los pueblos que luchan.

Este feminismo debe también alimentarse con procesos de formación feminista para nosotras y para todas nuestras organizaciones, Nuestros movimientos deben garantizar espacios propios de mujeres donde podamos fortalecer nuestra autonomía solidariamente.

Campaña Basta de Violencia hacia las mujeres

Nuestra campaña Basta de Violencia contra las Mujeres ha sido de gran importancia para visibilizar la violencia contra nosotras y para avanzar en la sensibilización de nuestras organizaciones. Es necesario ampliar el compromiso de todos los hombres y las mujeres que componemos la Vía Campesina, incluida la juventud, para asumir acciones concretas de la campaña en la cotidianeidad y revertir el freno fundamental que implica la violencia para nuestras vidas.

Nuestros medios de comunicación populares deben potenciar la campaña mediante la difusión, promoción y visibilización de la problemática que afrontamos, las luchas que desarrollamos y las propuestas que desarrollamos.

Las mujeres del campo seguiremos organizadas, luchando por el derecho a vivir con dignidad, justicia e igualdad.

Construimos movimiento para cambiar el mundo con Feminismo y Soberanía Alimentaria.

Euskal Herria, Derio, 18 de julio de 2017

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Brasil: Dia Dos Camponeses É Celebrado Com Formação E Partilha De Sementes E Mudas Em Santa Catarina

O Dia das Camponesas e Camponeses, 25 de julho, em Palmitos no estremo oeste catarinense, foi celebrado com formação e partilha de sementes, raças e mudas. O evento foi realizado no Salão da Comunidade da Linha do Meio e contou com a participação de em média de 400 pessoas da região, entre camponeses e camponesas, representantes do Sindicato dos Trabalhadores e Trabalhadoras Rurais de Palmitos (STR-Palmitos), Cooper A1, Poder Público, Movimento dos Pequenos Agricultores (MPA) e Movimento de Mulheres Camponesas (MMC).

Sementes crioulas. Foto: MPA

Sementes crioulas. Foto: MPA

Organizado pelo STR-Palmitos, MMC e MPA, “a programação do dia contemplou uma palestra contando um pouco das transformações que estão acontecendo com as gerações, as mudanças estão acontecendo com muita rapidez nos últimos anos, o surgimento de novas tecnologias, as relações entre as pessoas, à relação entre as famílias etc. Assim como, da forma como era a relação entre os membros das famílias e entre as pessoas há cinquenta anos e como estão se dando estas relações hoje”, explica o Biólogo e militante do MPA, Valdevan Honorato dos Anjos. Que ainda completa, “a palestra contou com apresentação de vídeos, músicas, participação do público, apresentações de cantores e cantoras”.

Momento de debates. Foto: MPA

Momento de debates. Foto: MPA

Foram realizadas apresentações culturais com músicas locais e regionais, por membros de algumas comunidades. O sorteio de uma rifa que tinha por objetivo arrecadar recursos para contribuir nos custos da comemoração, com o sorteio de brindes e que servirão para os sorteados utilizarem nas atividades camponesas. E, uma Mateada, onde as pessoas levaram suas cuias e térmicas para tomar mate e partilhar com os demais presentes, momento importante de fortalecimento entre as relações de partilha e fortalecimento da relação de amizade entre as pessoas conhecidas e desconhecidas.

Na oportunidade também foi realizada uma feira de troca, com produtos, artesanato, doces, vinhos, farinhas de trigo e milho, sementes crioulas, mudas de plantas medicinais e flores, artesanato, entre outros produtos da Agricultura Camponesa.

Mudas de plantas medicinais e ornamentais. Foto: MPA

Mudas de plantas medicinais e ornamentais. Foto: MPA

Organizada pelos camponeses e camponesa do MPA, a feira de troca teve o objetivo de fortalecer as relações entre as famílias, além de partilhar biodiversidade. Momento onde as famílias tiveram a oportunidade de apresentar as sementes, raças e plantas que cultivam, assim como, trocar e multiplicar o conhecimento entre eles e elas, explicando época de plantio, tempo de desenvolvimento, sabor, utilização na alimentação, etc. Ocorrendo também a distribuição de sementes crioulas de milho, milho pipoca, melancia comum, gergelim, feijão, gergelim, soja, couve, chuchu, tomates, amendoim, forrageira, adubação verde, entre muitas outras, conclui Valdevan.

Por Comunicação MPA

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Declaración Política IV Asamblea de la Juventud La Via Campesina

Nosotros, las jóvenes de La Vía Campesina, nos encontramos en nuestra IV Asamblea en Euskal Herria para fortalecer nuestro movimiento por la Soberanía Alimentaria. Somos campesinos, campesinas, pescadores, pescadoras, pueblos Originarios, de diversas partes del mundo África, ambas Américas, Europa, Asia y Oriente Medio y representamos a organizaciones de 47 países. Nos reunimos para intercambiar ideas, desarrollar estrategias y alzar la voz de las /los jóvenes. version portugues

Las luchas de la juventud son el reflejo del contexto político mundial que nos afecta directamente. La crisis mundial tiene dimensiones económicas, sociales, políticas, culturales y ambientales. Nos enfrentamos a un ataque creciente a la democracia de la mano del capitalismo. Experimentamos violencia estructural y la criminalización de nuestros movimientos sociales, así como nuestras luchas. Cada vez más activistas ambientales y campesinos y campesinas son perseguidos y asesinados. Sufrimos migraciones forzosas debido a las guerras, al cambio climático y a las condiciones opresivas económicas y sociales. Las industrias extractivas, incluyendo el agronegocio, las actividades mineras y el sector de las energías renovables (plantas hidroeléctricas, parques solares, etc.) se apropia de nuestros recursos (tierra y territorios, semillas, recursos marinos y agua, etc.). El trabajo de las/los jóvenes y de los migrantes está infravalorado y brutalmente explotado.

El patriarcado y la discriminación por razón de edad restringen nuestra visibilidad y participación en los procesos y espacios de toma de decisiones. Los medios de comunicación dominantes capitalistas continúan propagando la noción falsa de que no hay futuro en el campo y que la prosperidad solamente se encuentra en el empleo formal y urbano.

La tierra y los territorios ahora se ven como mercancías, explotados por la inversión especulativa y el acaparamiento de tierras, lo que provoca altos costes y disponibilidad limitada, esto restringe la capacidad de la juventud de tener acceso a la tierra, especialmente para las mujeres jóvenes. Al mismo tiempo, la cruda realidad y los bajos ingresos en agricultura hacen más difícil que los jóvenes puedan prosperar en la tierra. El acaparamiento de tierras por parte del capital transnacional para invertir en industria, producción de energía, extractivismo y desarrollo de un lugar común. Además, los efectos severos y diferenciados del cambio climático hacen que la situación se agrave cada vez más.

Todo ello, hace que estos procesos nos obligan a la juventud campesina a migrar y a dejar las áreas rurales. La juventud está siendo despojada de nuestros territorios y de su oportunidad y responsabilidad de seguir teniendo un papel importante en el proceso de alimentar a los pueblos y de cuidar a la Madre Tierra. El campo tiene una población envejecida, lo que provoca unas consecuencias directas y urgentes para el presente y el futuro de la Humanidad.

Luchamos por la democratización de nuestras sociedades y la total participación de las/los jóvenes en los procesos políticos y de toma de decisiones. Debemos asegurar que en nuestras organizaciones y movimiento los y las jóvenes puedan desarrollar sus capacidades de liderazgo. Exigimos públicas fuertes, incluyendo una Reforma Agraria Popular e Integral para garantizar que las/los jóvenes tenemos el derecho de conservar y permanecer en la tierra.

Insistimos a la ONU a que adopte la Declaración de los Derechos Campesinos y Campesinas, afirmando nuestro derecho universal como jóvenes a la tierra, las semillas, la autodeterminación y la Soberanía Alimentaria.

Condenamos los asesinatos, injusticias y masacres del capitalismo patriarcal. Declaramos nuestra solidaridad con todos los pueblos oprimidos que luchan por la paz y la dignidad.

Basándonos en nuestra experiencia, rechazamos la afirmación de que el libre comercio aumenta el bienestar de nuestra sociedad. Solicitamos que la producción de alimentos y bienes naturales se excluya de los acuerdos de comercio y exigimos que nuestra voz de jóvenes campesinos y campesinas sea reconocida en todos los procesos relacionados con la toma de decisiones.

La agroecología campesina es el único camino para la Soberanía Alimentaria y la solución para la crisis mundial a varios niveles. Nuestra agroecología es una visión ideológica, una forma de vida y una fuente de conocimiento que proviene de nuestros ancestros. Rechazamos cualquier tipo de cooptación por parte del agronegocio. Hemos creado en nuestro movimiento varios procesos agroecológicos y escuelas que están creciendo en todo el mundo con una gran variedad de experiencias positivas. Reafirmamos la formación agroecológica como un proceso integral, fortaleciendo las visiones técnicas, políticas e ideológicas, incluyendo las capacidades comunicativas clave y las herramientas metodológicas. Valoramos el método de campesino a campesino usado en nuestras escuelas agroecológicas como un instrumento exitoso e importante para compartir conocimientos y fortalecer la comunicación y los procesos de formación en nuestros movimientos de la Vía Campesina. Reconocemos que esta técnica respeta los conocimientos tradicionales de nuestros territorios y de nuestros pueblos, para así transformar esa experiencia a otras generaciones. Nos proponemos expandir y defender nuestra metodología de formación en agroecología y colocarlo de manera tal que sea accesible a todo nuestro movimiento y en todo el mundo.

Estamos trabajando para reducir las diferencias entre la juventud rural y la urbana. Los retos a los que nos enfrentamos, aunque puedan parecer diferentes, son el resultado de las mismas fuerzas opresoras del capital global y de poder. Debemos incluir en nuestro movimiento a toda la juventud que participa en la agricultura urbana, que intenta volver a la tierra, que construye Soberanía Alimentaria comunitaria o que trabaja para la justicia social.

No hay Soberanía Alimentaria o justicia sin feminismo e igualdad para todos y todas. Debemos reconocer y respetar la diversidad en todas sus formas, incluyendo razas, género, sexualidad y clase. Eliminaremos el patriarcado y la discriminación donde quiera que exista. Nos comprometemos a la difícil tarea de auto evaluarnos y evaluar las maneras en las que podemos eliminar el patriarcado y el racismo.

La lucha de la Juventud en el mundo no es solo nuestra. Necesitamos continuar creando solidaridad y convergencia entre nuestras luchas mediante el intercambio de información y la creación colectiva de conocimiento

Nosotros y nosotras, la juventud de La Vía Campesina, a través de la lucha constante y la movilización activa, debemos sacar nuestra convicción de gran diversidad cultural, geográfica, de identidad y de idiomas para continuar fortaleciéndonos.

Reafirmamos nuestra lucha por la tierra, los territorios y nuestro derecho colectivo a los recursos necesarios para practicar la agroecología campesina como forma de vida. Reafirmamos nuestra capacidad, compromiso y derecho a cumplir con nuestra función esencial en la construcción de la Soberanía Alimentaria. Las semillas que plantamos en el presente nos alimentarán en el futuro. La tierra está lista y es fértil.

Invertir en la juventud campesina ¡Sembrar presente para cosechar futuro!

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Brasil: MST ocupa terras de Henrique Eduardo Alves e Eike Batista

A Jornada do Movimento Sem Terra exigindo reforma agrária nas terras dos corruptos continua nesta quarta-feira (26) com mais mobilizações e ocupações de latifúndios. Nesta madrugada o Movimento ocupou uma área no Rio Grande do Norte ligada a Henrique Eduardo Alves, corrupto atualmente preso, e um complexo de fazendas com 700 hectares em Minas Gerais, de propriedade do empresário preso por corrupção Eike Batista.

No Rio Grande do Norte, a construção dessa obra tem impactado diretamente a região, reconcentrando de forma autoritária e ilegal as comunidades rurais e as áreas de assentamentos, sem indenização justa, expulsando as famílias do campo para viverem nas periferias das cidades, em detrimento da instalação das empresas do agronegócio. O MST cobra a realização de um Programa de Reforma Agrária Popular.

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Rio Grande do Norte

Desde a última terça-feira (25), o MST se mobiliza ocupando as terras ligadas a Michel Temer (em São Paulo), Blairo Maggi (no Mato Grosso), Ricardo Teixeira (no Rio de Janeiro), Ciro Nogueira (no Piaui), todos envolvidos em casos de corrupção.. 

“Essas terras obtidas ou envolvidas nos esquemas de corrupção precisam ser confiscadas e destinadas a famílias Sem Terra, para que elas tenham trabalho e produzam alimentos pro campo e pra cidade”, declara Gilmar Mauro, da direção do MST. Outros dois latifúndios foram ocupados também nos estados do Mato Grosso do Sul e Paraná.

Além das ocupações de terras, o MST ocupou nesta quarta-feira o Instituto Nacional de Colonização e Reforma Agrária (Incra), no Maranhão e em Pernambuco. O órgão havia sido ocupado ontem também em Sergipe e na Bahia. Ainda no Maranhão, o Movimento realizou na terça-feira uma manifestação bloqueando a entrada da Base Militar de Alcântara, contra sua entrega para os Estados Unidos.

Acompanhe as ocupações desta quarta-feira (26):

Sem Terra ocupam perímetro irrigado no Rio Grande do Norte

Por reforma agrária nas terras dos corruptos, MST ocupa mais uma área de Eike Batista

Para informações sobre as ações da terça-feira (25), clique aqui 

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Declaración VII Conferencia Internacional De La Vía Campesina

“Alimentamos nuestros pueblos y construimos movimiento para cambiar el mundo”

Euskal Herria-País Vasco, 16 al 24 de julio de 2017


Delegados y delegadas de La Vía Campesina, en representación de nuestros movimientos y organizaciones, estamos reunidos en el País Vasco del 16 al 24 de julio de 2017 para celebrar nuestra VII Conferencia Internacional. Euskal Herria es una hermosa tierra de solidaridad, lucha, resistencia, con lengua propia, donde la tradición de la buena comida producida por los campesinos/as y pescadores/as locales se mantiene viva. Nosotros los campesinos/as, trabajadores/as rurales, sin tierra, pueblos indígenas, pastoralistas, pescadores/as artesanales, mujeres campesinas, y otros pueblos que trabajan en el campo de todo el mundo declaramos que alimentamos nuestros pueblos y construimos un movimiento para cambiar el mundo.

Con el auge del capital financiero, se ha producido un periodo de acaparamiento desenfrenado de nuestra agua, semilla, tierra y territorio. Se impulsan tecnologías peligrosas, a veces con impactos irreversibles, como los transgénicos, la producción animal confinada en gran escala, y la biología sintética. Se acelera la sustitución de las economías productivas reales por la economía financiera, bajo el dominio del capital especulativo. Las megafusiones concentran más que nunca el dominio sobre los sistemas alimentarios. Hay una nueva fórmula de neoliberalismo combinado con discursos de odio, en que los problemas causados por la misma concentración de riqueza están siendo usados para dividir nuestros pueblos y crear conflicto étnico, religioso y migratorio. Estamos frente a una oleada de violaciones de nuestros derechos humanos, con compañeros y compañeras asesinados, encarcelados, torturados y amenazados por todo el mundo.

Los acaparadores de recursos hacen la guerra contra nosotros, muchas veces a través de la OMC, Banco Mundial, FMI, el imperialismo, los tratados de libre comercio y las leyes que privatizan nuestros bienes comunes, pero cada vez más a través de los bombardeos, las ocupaciones militares y las medidas económicas genocidas. Nos solidarizamos con Palestina y otros pueblos que continúan sufriendo y resistiendo frente a estas imposiciones. Millones de migrantes y refugiados están siendo desplazados forzosamente por la guerra, y la falta de acceso a las necesidades más básicas. Además se siente en muchas sociedades un viento frio de xenofobia, racismo, fundamentalismo religioso y odio de clase.

La criminalización de la migración y de la protesta social está vinculada al poder mediático corporativo hegemónico que demoniza a los sectores organizados del pueblo. Los medios de comunicación corporativos defienden los intereses del capital y últimamente están promoviendo el derrocamiento de algunos gobiernos y colocando a otros. El poder mediático manipula a grandes sectores de la población, creando las condiciones para las violaciones de derechos humanos.

El sistema capitalista y patriarcal no es capaz de revertir la crisis en que vive la humanidad, solo sigue destruyendo a nuestros pueblos y a calentando la Madre Tierra. La Tierra está viva pero el capitalismo es una enfermedad que la puede matar.

Frente a esta grave situación, nosotros y nosotras:

1. Alimentamos nuestros pueblos:

Durante más de medio siglo, nos vendieron la idea de la “revolución verde,” que nada tiene de revolución ni de verde. Bajo el pretexto de productividad a corto plazo, este modelo de agronegocio ha envenenado el suelo, monopolizado y contaminado el agua, tumbado los bosques, secado los ríos y sustituido la semilla nuestra con semillas comerciales y transgénicas. En vez de acabar con el hambre, el agronegocio ha creado más problemas de alimentación, y desplazado a los pueblos del campo. Es un modelo de agricultura sin campesinos/as y altamente excluyente. Mientras el agronegocio recibe las subvenciones y las políticas favorables, en nuestra agricultura campesina e indígena seguimos haciendo lo que hemos hecho por milenios: producir alimentos sanos para nuestras familias, comunidades y pueblos.

Mientras los gobiernos imponen leyes de semillas que aseguran la privatización y las ganancias de las trasnacionales, nosotros cuidamos las semillas campesinas, trabajadas, elegidas y mejoradas por nuestras antepasadas. Las semillas nuestras están adaptadas a nuestras tierras, donde con manejo agroecológico producimos sin necesidad de comprar agro-tóxicos ni otros insumos externos. Nuestra agroecología campesina alimenta al suelo con materia orgánica, se base en la biodiversidad, conserva y recupera variedades campesinas de semillas y razas de animales, trabajando con la sabiduría de los pueblos y con la Madre Tierra para alimentarnos. Su fuente principal es el conocimiento campesino indígena, ancestral y popular que hemos acumulado durante generaciones, día a día, mediante la observación y la constante investigación en nuestras tierras, compartido después en nuestros intercambios entre campesinos y campesinas y entre nuestras organizaciones. Nuestra agroecología tiene un carácter campesino y popular; no se presta para las soluciones falsas como el capitalismo “verde”, los mercados de carbono y la agricultura “climáticamente inteligente”. Rechazamos cualquier intento de cooptación de la agroecología por el agronegocio.

La agroecología campesina es la base de nuestra propuesta y visión de la soberanía alimentaria de los pueblos del mundo. Para hacerlo, urge la genuina reforma agraria integral y popular, la defensa de los territorios indígenas y campesinos y la recuperación de los sistemas alimentarios locales.

Además de fortalecer y desarrollar nuestros mercados campesinos, necesitamos construir nuevas relaciones entre las clases populares del campo y de la ciudad, así como nuevos canales de distribución y de venta, construyendo un nuevo modelo de relaciones humanas, económicas y sociales, basadas en el respeto, la solidaridad y la ética. Con la reforma agraria, la agroecología campesina y la soberanía alimentaria enfriamos el planeta y construimos sociedades más justas y humanas.

2. Construimos movimiento:

La humanidad en crisis busca soluciones. Cada vez más, nuestro movimiento es un referente para los pueblos que luchan. La Vía Campesina sigue creciendo y nuestra propuesta se fortalece. Sin embargo, nuestros enemigos también se fortalecen y nuestra construcción de movimiento enfrenta retos para seguir avanzando.

La lucha de masas es el corazón de La Vía Campesina. El trabajo de base de nuestras organizaciones debe fortalecerse, para integrar más trabajadores y trabajadoras del campo, más campesinos y campesinas, más comunidades indígenas, más migrantes, más pueblos de la diáspora africana, más afectados/as por el modelo del capitalismo agro-hidro-extractivista. Tenemos que fortalecer las alianzas a nivel local, nacional e internacional, sobre todos entre las clases trabajadores del campo y de la ciudad.

Nuestro movimiento tiene como enemigo el patriarcado. El carácter feminista de La Vía Campesina fortalece nuestra unidad y compromiso para luchar con igualdad y equidad de género. Una clave para fortalecer nuestras propias organizaciones y lograr alianzas más amplias es la construcción de un movimiento feminista campesino dentro de La Vía Campesina. Fortaleceremos la participación política de las mujeres en todos espacios y niveles de nuestro movimiento. Nuestra lucha es por el fin de todos los tipos de violencia contra la mujer: física, sexual, psicológica, y económica. Nos comprometemos a incrementar nuestras capacidades para entender y crear ambientes positivos en torno al género, dentro de nuestras organizaciones y en nuestras alianzas. La falta de tolerancia a la diversidad es parte del proceso del despojo de jóvenes del campo. Un campo diverso, no violento e inclusivo es fundamental para La Vía Campesina.

En todo el mundo la juventud ha sido cada vez más expulsada del campo por las diversas formas del capital, y el patriarcado y la discriminación por edad restringen su visibilidad y plena participación en nuestras organizaciones. Nosotros y nosotras nos comprometemos a las nuevas generaciones en el campo y en nuestro movimiento, buscando por la plena incorporación de la juventud en espacios de liderazgo y toma de decisiones dentro de nuestras organizaciones, en la formación y en la producción de alimentos agroecológicos.

Millones de nosotros/as migramos como una forma de resistencia para no desaparecer como pueblos, como campesinos/as, como mujeres o como jóvenes. Desafiamos fronteras, derribamos muros, y enfrentamos el racismo y a la xenofobia. Construimos un movimiento articulando a campesinos/as, trabajadores/as rurales y migrantes, no como víctimas merecedoras de asistencia, sino como titulares de derechos, incluyendo nuestro derecho al libre movimiento.

Nuestro trabajo con nuestros aliados por lograr una Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales es de importancia fundamental para cientos de millones de personas en el mundo. Reforzaremos el trabajo en los países para lograr su adopción. Este instrumento crucial fortalecería los derechos de los pueblos del campo para proteger sus medios de subsistencia y seguir alimentando al mundo.

Tenemos que seguir acelerando la formación política e ideológica, organizativa, y técnica con nuestros propios pensamientos, formando las personas para la lucha y para la transformación, ya que tenemos claro que la educación convencional rompe con nuestra identidad y pensamiento. La formación es crucial para que nuestros movimientos creen sujetos nuevos y activos, sujetos para forjar nuestro propio destino. En nuestra lucha es necesario también seguir construyendo nuestra propia comunicación autónoma y alianzas con los medios alternativos, que nos tornen conscientes de nuestra cultura, de nuestra dignidad, y de nuestra capacidad para transformar la sociedad.

3. Para cambiar el mundo:

El camino es largo. Estamos creciendo como movimiento, pero el capitalismo salvaje y las guerras de un sistema mundial en crisis ponen a todos nosotros y nosotras, nuestras comunidades, organizaciones y sociedades en peligro. Frente a la barbarie urge construir otro futuro para la humanidad. En un contexto extremadamente complejo, La Vía Campesina es un motor de lucha por la transformación y vela por la paz en el mundo. A través de nuestro trabajo diario en el campo, nuestro aporte mundial a la alimentación, nuestras alianzas y nuestra lucha por la soberanía alimentaria, hemos logrado la confianza de buena parte de los pueblos y movimientos. Nosotros y nosotras asumimos la responsabilidad de seguir sembrando la paz en este planeta, igual como hemos globalizado la lucha y sembrado la esperanza en todos los rincones del mundo.

De especial importancia es que nuestra lucha ha logrado un nuevo reconocimiento al campesinado, y ha logrado cambiar los propios términos de los debates internacionales y nacionales sobre la alimentación, la agricultura y el campo. No más se formularán políticas sin que nuestras voces sean escuchadas en voz alta, o sin estar sobre la mesa los temas de los derechos campesinos, la agroecología, la reforma agraria y sobre todo, la soberanía alimentaria.

Crecer y fortalecernos como movimiento significa cuidar el trabajo de base, formar alianzas, luchar contra el patriarcado, el imperialismo y el capital financiero con convicción, compromiso y disciplina. Esta lucha es crítica para la humanidad y la supervivencia de la Madre Tierra. Desde Euskal Herria, hacemos un llamado a los pueblos del mundo a luchar con nosotros y nosotras. Es hora de construir un mundo fraterno y solidario entre los pueblos.

“Alimentamos nuestros pueblos y construimos movimiento para cambiar el mundo”

¡Globalicemos la lucha!

¡Globalicemos la esperanza!

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