Declaración de Guatemala, IV Congreso de la CLOC, Octubre 2005

2005-10-11

DECLARACIÓN DEL IV CONGRESO DE LA COORDINADORA LATINOAMERICANA DE ORGANIZACIONES DEL CAMPO

Congreso CLOC

A 513 años del inicio de la invasión extranjera a nuestros territorios, que han marcado la lucha y resistencia de nuestros pueblos, mujeres, jóvenes y hombres del campo de América Latina y el Caribe, herederos y herederas del espíritu libertario de nuestros ancestros que alzaron sus luchas contra la invasión esclavista europea y contra el capitalismo y el imperialismo subsecuentes.

Nos hemos reunido en Iximulew -Guatemala-, territorio maya, cuna del maíz, de saberes, culturas, idiomas e identidades diversas, en el IV Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo -CLOC-, realizado del 9 al 11 de octubre de 2005, con la participación de 178 delegadas y delegados de 88 organizaciones campesinas e indígenas, provenientes de 25 países. Precedido de la «II Asamblea Continental de la Juventud», que se reunió con el propósito de construir sus estrategias de articulación para enfrentar combativamente al sistema capitalista; y de la «III Asamblea Continental de Mujeres», que consensuó una agenda política para enfrentar las desigualdades que imponen la globalización y el patriarcado a la vida de las mujeres.

Hemos unido nuestras voces y pensamientos, intercambiado nuestras experiencias, compartido nuestros logros y dificultades, tejido nuestras propuestas para continuar la lucha por la transformación de la sociedad y construir una alternativa política al modelo, desarrollando una perspectiva campesina de un futuro justo, igualitario y sin ninguna forma de discriminación. Nuestro corazón y solidaridad está con nuestras hermanas y hermanos guatemaltecos que han sufrido los efectos del huracán Stan, que afecta también a El Salvador y México, y que es un resultado de la depredación que provoca el modelo capitalista, que afanado en la búsqueda de lucro genera vulnerabilidades asociadas a la pobreza y rompe el equilibrio armonioso entre seres humanos y la naturaleza.

Nos hemos convocado a este IV Congreso para realizar un balance del proceso de más de una década de construcción de la CLOC; identificar y analizar la estrategia del sistema capitalista neoliberal; definir y coordinar nuestras propias líneas de acción, de resistencia, y de construcción de un nuevo modelo de sociedad en nuestro continente; y como sujetos activos de las luchas populares, la igualdad de las mujeres, la diversidad, los derechos colectivos de los pueblos indígenas y afrodescendientes, reafirmar nuestro compromiso de lucha contra el imperialismo.

En un momento en el cual el campo está siendo «reestructurado» por la irrupción masiva de los grandes capitales financieros y transnacionales, quienes se están apropiando y acaparando las tierras, territorios, recursos naturales, biodiversidad y conocimientos, e imponiendo la mercantilización del agro a todo precio, lanzamos nuestro grito de alerta y nuestro llamado a resistir en el campo y continuar construyendo en él una alternativa de vida solidaria y armónica con la naturaleza.

La imposición del modelo agro-exportador transnacional, que generaliza el monocultivo, potencia el latifundio y la producción comercial a gran escala, anula las posibilidades de subsistencia de la pequeña producción, genera la expulsión del campesinado, y multiplica el empobrecimiento de la población campesina.

Para imponer este modelo se ha militarizado el campo e impuesto la criminalización y represión de las luchas campesinas, justificándolas con el combate al terrorismo y el narcotráfico; en varios de nuestros países se han instalado bases militares extranjeras, que actúan como puntales de lanza para la concreción de los distintos proyectos de control territorial e imposición de planes del imperio como el Puebla- Panamá, Colombia, Dignidad, y otros.

La mayoría de países están inmersos en desiguales negociaciones de libre comercio, principalmente con los Estados Unidos y la Unión Europea, que se imponen en contra de la explícita voluntad de los pueblos. En el mundo rural estos representan la puesta en venta de tierras y territorios, recursos, conocimientos y bienes, a los intereses del capital, y la imposición de reglas del juego que priorizan al mercado y anulan los derechos colectivos e individuales.

La aplicación del modelo neoliberal impone en nuestros pueblos la privatización de los servicios públicos, la desaparición de programas sociales, el desempleo, la expulsión del campo, la migración, la sobreexplotación de las y los trabajadores; y la agudización de la pobreza.

Frente a este contexto el IV Congreso de la CLOC:

Declara su oposición sin tregua al capitalismo neoliberal, nos oponemos al dominio de las políticas impuestas por las Instituciones Financieras Internacionales -BM, FMI, BID- y organismos internacionales del sistema, que priorizan los intereses de las corporaciones transnacionales antes que los derechos humanos y ambientales.

Nos declaramos en movilización permanente contra el libre comercio, las reglas de la Organización Mundial de Comercio -OMC- y todos los instrumentos de dominación económica impuestos por los Estados Unidos y la Unión Europea. Nos sumamos a la Alternativa Bolivariana de Integración de las Américas -ALBA- y nos comprometemos a contribuir con su formulación, desarrollo y aplicación futura.

Rechazamos el pago de la usurera deuda externa imputada a nuestros países, que ya ha sido pagada ampliamente y que, no obstante, continua carcomiendo los presupuestos nacionales que deberían ser encaminados a la eliminación del hambre que afecta a millones de latinoamericanos y latinoamericanas.

La tierra, el agua, la minería, los recursos energéticos y la biodiversidad son patrimonio de los pueblos, nos oponemos por tanto a su privatización y comercialización. Son los pueblos los llamados a decidir sobre su uso y manejo en función de las necesidades humanas y no las del capital.

Defendemos la agricultura campesina basada en prácticas productivas solidarias y respetuosas de la naturaleza. Reivindicamos la recuperación y defensa de las semillas nativas que son patrimonio de nuestros pueblos. Rechazamos la utilización de semillas transgénicas y la patentación de lo viviente.

Nos declaramos por el derecho de los pueblos a producir sus propios alimentos, de acuerdo con su cultura y sus necesidades como base de la soberanía alimentaria. Continuaremos la lucha por las reformas agrarias integrales, basadas en la igualdad entre los géneros y la igualdad de derechos para todas las personas, que apunten hacia la construcción de sociedades campesinas justas, solidarias y cuidadosas de la biodiversidad.

Exigimos la desmilitarización del campo; el retiro inmediato de las bases militares extranjeras de nuestros países; el cese de la persecución contra los movimientos campesinos y sus líderes; y la libertad de prisioneros y prisioneras políticas, recluidos/as por el sólo motivo de luchar por sus derechos y los de sus pueblos.

Ratificamos nuestra solidaridad con Cuba, pueblo acosado y condenado a un bloqueo injusto por parte de los Estados Unidos, y sujeto a calificaciones injustas por parte de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Exigimos el respeto irrestricto de su soberanía y de su causa socialista. Apoyamos las iniciativas de justicia para el campo y reforma agraria impulsada por la revolución Bolivariana en Venezuela.

Nos convocaremos en distintos escenarios de lucha y movilización contra el imperialismo y sus efectos en el campo. En lo inmediato, mantendremos una participación activa en: • La marcha pacífica contra la Reunión Ministerial de la OMC, Hong Kong,China, diciembre, 2005 convocada por la Vía Campesina y otras movilizaciones. • La Campaña Mundial contra la violencia hacia las mujeres y niñas del campo, 25 de noviembre de 2005. • Campamento de Jóvenes Campesinos e Indígenas en Quimili, Santiago del Estero, Argentina. • La Cumbre de los Pueblos, Mar del Plata, Argentina, 1 al 5 noviembre 2005. • VI Foro Mesoamericano, del 12 al 14 de diciembre de 2005 en San José de Costa Rica. • Congreso de la juventud de la Comisión Pastoral de la Tierra, 23 al 28 de julio 2006, Brasilia, Brasil. • II Foro Social de las Américas, 24 al 28 de enero de 2006 en Caracas, Venezuela • El Congreso del MST, del 17 al 21 de abril de 2006 en – Brasil • El VII Grito Continental de los Excluidos y Excluidas, 12 de octubre de 2006 en todos los países.

Iximulew, ..E, 5,121 (Guatemala, 11 de octubre de 2005).

«Una década de lucha, unidos contra el saqueo imperialista. Rendirnos… jamás!» «Por la vida, la tierra, el territorio y la soberanía de nuestros pueblos»

 

Declaración II Asamblea de la Juventud Campesina

2005-10-08

Declaración de la II Asamblea Latinoamericana de la Juventud Campesina

Juventud Campesina de la CLOC

Entre los días 7 y 8 de octubre de 2005 se desarrollo en territorio Maya, ciudad de Guatemala; la II Asamblea de la Juventud Latinoamericana de Organizaciones del Campo; CLOC. Delegados/as de cuarenta organizaciones, pertenecientes a diecisiete países de América Latina. La segunda asamblea de jóvenes de la CLOC se desarrollo en medio de un ambiente nublado por la tragedia del fenómeno natural Stan que enluto a miles de familias campesinas del Sur de México, Guatemala y El Salvador. Fenómenos naturales que están determinados por la aguda desigualdad en la distribución y concentración de la tierra en mano de los sectores dominantes de la cual gran parte de la población campesina, indígena y afrodescendiente han sido marginados y excluidas.

Por tanto esta Asamblea latinoamericana de la juventud expresa sus condolencias y solidaridad para con las familia campesinas e indígenas que han sido golpeadas por este fenómeno y deja en evidencia una vez más las consecuencias del sistema capitalista en contra de nuestros pueblos.

En este espacio de solidaridad, intercambio y resistencia frente a las políticas del imperio, hoy en su fase neoliberal, hemos unificado nuestros sueños y esfuerzos para hacer realidad nuestro proyecto de una América libre.

La juventud hemos constatado muchos problemas que golpean a nuestro pueblo en general y de manera especifica a nuestro sector:

1. La privatización y explotación indiscriminada de los recursos naturales por parte del sistema capitalista impuesto en nuestros países por medio de acuerdos económicos como el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), Acuerdo de Libre Comercio (ALCA), políticas planificadas por organismos del Imperio como OMC, BID, FMI, en complicidad con los gobiernos y estados nacionales que tiene como consecuencia el despojo de familias campesinas, pueblos indígenas y afrodescedndientes de sus tierras productivas y territorios ancestrales.

2. La falta de oportunidades que permitan incorporar a la juventud a los procesos de producción agrícola familiar y la imposición de políticas de producción por parte de los organismos multilaterales del imperio económico, político e ideológico dominante, sistemas que nos somete a modelos individualista de consumismo e ideales que reproducen el conservadurismo machista que contribuye principalmente a la explotación de las mujeres.

3.- El sometimiento de nuestros pueblos a procesos de militarización imperialista dirigidos por el gobierno norteamericano a través del Plan Puebla Panamá, el Plan Colombia y la lucha «antiterrorista» que criminaliza la libre organización y el desarrollo de la juventud.

4.- La juventud en la actualidad somos esclavos/as de políticas públicas de subordinación, puesto que ellas no reflejan las verdaderas necesidades y proyecciones en educación, salud, vivienda, tierras e identidad de nuestro sector.

5.- La Migración como consecuencia de la expulsión de las familias campesinas, indígenas y afrodescendientes de sus tierras, la exclusión de la juventud en la toma de decisiones, desarrollo y planificación del proceso productivo agrícola familiar, la imposición de políticas de producción, la falta de acceso a la educación, a la tierra, la inexistencia de un proyecto agrícola común del sector campesino, la explotación laboral y la violación de nuestros derechos humanos.

Ante tal realidad la juventud rural, indígena y afrodescendiente de CLOC declaramos:

* Fortalecer la lucha anticapitalista contra las trasnacionales y contra la acción intervencionista del imperio en los países de América latina, profundizando nuestro accionar frente a la militarización.

* Combatir y denunciar la explotación y el tráfico ilegal de la mano de obra.

* Realizar formación política e ideológica permanente con la juventud, entendiendo las obras revolucionarias de pensadores/as latinos para comprender nuestra realidad.

* Superar los preconceptos de género de manera practica dentro de las organizaciones, construyendo colectivamente espacios para las mujeres en la toma de decisiones.

* Discutir y superar los modelos racistas y discriminatorias sobre los pueblos indígenas, afrodescendientes, estigmatización de la juventud campesina y el sometimiento de la juventud a un sistema laboral de explotación.

* Comprender la migración como consecuencia de políticas de despojo impuestas por el sistema dominante contra los campesinos, afrodescendientes e indígenas de sus tierras y territorios.

* Construir propuestas de recuperación de tierras y territorios con masivas reformas agrarias contemplando la valorización del campo, la educación, el cultivo de las culturas locales, producción agro-ecológica y un sistema de comercialización alternativo.

* Promover la construcción de alianzas con la juventud trabajadora y estudiantes de la ciudad.

* Organizar luchas nacionales sobre demandas comunes, creando políticas publicas desde las perspectivas de la juventud.

* Construir a través de acciones culturales nueva formas de participación de la juventud al interior de las organizaciones campesinas.

* Iniciar discusión en las organizaciones sobre el aborto y los derechos sexuales y reproductivos.

* Impulsar campañas continentales contra el militarismo imperialista, así como el servicio militar obligatorio.

* Fortalecer y crear comunicación alternativa.

* Iniciar debate para la construcción de universidades campesina e indígenas.

LINEAMIENTOS PRACTICOS:

Movilización:
Declarar el 8 de octubre como día latinoamericanos de lucha de la juventud campesina, indígena y afrodescendientes contra las trasnacionales y en defensa de los derechos de los pueblos.

* Fortaleciendo mística con la ideología, valores y solidaridad de Che Guevara como ejemplo de joven revolucionario.

* Impulsar lucha para que la juventud campesina, indígena y afrodescendientes tengan acceso a la educación.

* Realizar trabajos voluntarios en las villas de las ciudades.

Formación:
* Desarrollar escuelas de formación política ideológica permanente en todas las regiones de la CLOC.

* Realizar campamentos juveniles con el objetivo de impulsar la participación de la juventud en el proceso organizativo.

Comunicación:
* Crear instrumentos alternativos de comunicación para posibilitar la socialización de información entre las organizaciones de clase. (paginas Web, radios comunitarias, boletines internos)

OPERATIVIDAD DE LOS ACUERDOS:

* Tener una secretaria operativa por región a cargo de un país para operativizar la información y articular el trabajo de la juventud de CLOC. teniendo presente que este es un trabajo colectivo.

* Crear secretarias de relaciones internacionales al interior de las organizaciones campesinas.

Ratificamos nuestro compromiso por construir nuestro proyecto socialista de cambios estructurales para la liberación y la erradicación del sistema capitalista de nuestro continente latinoamericano.

JUVENTUD DE CLOC, UNIDOS CONTRA EL SAQUEO CAPITALISTA LUCHANDO SIEMPRE POR LA VIDA, LA TIERRA, EL TERRITÒRIO Y LA SOBERANIA DE NUESTROS PUEBLO.

Declaración de la III Asamblea Continental de Mujeres

2005-10-08

Declaración de la III Asamblea Continental

III Asamblea de Mujeres del Campo

La Guatemala indígena, cuna de saberes, culturas y resistencias, recibió con alegría y entusiasmo a sus hermanas de América Latina y el Caribe, convocadas a la III Asamblea Continental de las Mujeres del Campo, para consensuar nuestra agenda política frente a las desigualdades que imponen la globalización y el patriarcado a nuestras vidas y las de nuestros pueblos.

Aquí, donde la madre naturaleza reaccionó herida en lo más profundo por la feroz depredación ambiental impuesta por la insaciable avidez del capital, nos sumamos a su reclamo ante estas prácticas de maltrato, que rompen con el principio de equilibrio armonioso entre ella y los seres que la habitan. Nos solidarizamos con los miles de mujeres indígenas y campesinas empobrecidas, sus comunidades y pueblos, que enfrentan las crudas consecuencias de una situación de injusticia, impuesta a nombre de la modernidad y el progreso, cuyas consecuencias de pauperización extrema provocan una aguda vulnerabilidad material y humana de ellas frente a la catástrofe. Nos aunamos a las expresiones de dolor e ira de las mujeres de la región mesoamericana como también a su fuerza y resistencia ante esta situación, compartimos con ellas sus rebeldías y reafirmamos nuestras solidaridades.

Nosotras, las hijas de la tierra, provenientes de 19 países de nuestra América, reunidas para dar un paso adelante en el proceso de articulación y acción que las mujeres del campo hemos venido construyendo en la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo -CLOC-.

Llegamos a esta III Asamblea llenas de entusiasmo y convicción de que nuestra activa participación ha sido y es fundamental para el avance del movimiento campesino, de los movimientos sociales y del movimiento de mujeres en el continente, impulsando nuevas formas de lucha, acciones y reivindicaciones de nuestros derechos y de transformación de la sociedad.

Reafirmamos nuestra oposición al neoliberalismo, nos oponemos al dominio autoritario de las Instituciones Financieras Internacionales, especialmente del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo, que imponen una visión mercantilista de la producción y la agricultura, cuyas prácticas depredadoras ponen en riesgo la vida del planeta y de las personas.

Nos declaramos en movilización permanente contra el libre comercio, la imposición de las reglas de la Organización Mundial de Comercio -OMC-, los Tratados de Libre Comercio impuestos por los Estados Unidos y la Unión Europea, y todos los instrumentos de dominación económica que se afianzan bajo el pretexto de generar el desarrollo, más que al contrario generan más pobreza, agudizan el despojo y la expulsión del campo, redoblan el hambre y la discriminación contra las mujeres.

Nos declaramos en resistencia activa y permanente frente al modelo agroexportador y la transnacionalización del agro que se ha apoderado de la producción agrícola, los mercados y nuestras tierras, que nos han convertido en trabajadoras sobreexplotadas, coartas en nuestros derechos sexuales y reproductivos, privadas del acceso a la salud, la seguridad social, expuestas al flagelo de los agrotóxicos, convertidas en trabajadoras desechables.

Insistimos en la urgencia de la aplicación de reformas agrarias integrales y con igualdad entre los géneros, que permitan el desarrollo de modos de vida campesinos solidarios, de intercambios justos, y respetuosos del medio ambiente, el agua, los recursos naturales y mineros donde nosotras podamos continuar desarrollando nuestros conocimientos históricos de descubridoras de la agricultura, generadoras y custodias de las semillas.

Exigimos la aplicación de medidas inmediatas para la erradicación del hambre agudizada por las prácticas mercantilistas de los alimentos. Deben desarrollarse urgentemente políticas basadas en los principios de la soberanía alimentaria, los derechos de los pueblos a producir sus propios alimentos y realizar intercambios basados en principios de justicia y solidaridad.

Nos sumamos a todos los propósitos expresados en la Declaración de Quisqueya de la Vía Campesina, y exigimos nuestro derecho a participar y encaminar nuestras perspectivas en todo lo concerniente al futuro del campo. Reivindicamos «el derecho a desarrollar modelos de agricultura sustentable y de participar en el diseño de políticas y medidas para fomentarlos; el de conservar la biodiversidad entendida desde una concepción integral que engloba tanto la interrelación armónica entre la naturaleza y lo viviente como la misma diversidad humana; el de generar prácticas de comercio agrícola basadas en relaciones de igualdad y de intercambio justo; el de vivir de la agricultura y acceder a la tierra, el agua y las semillas sanas; el de decidir sobre el futuro de los recursos genéticos; el de acceder a la tecnología apropiada y participar al diseño y gestión de los programas de investigación y desarrollo de conocimientos; el de tomar decisiones sobre el control y manejo de los beneficios derivados del uso, conservación y gestión de los recursos y conocimientos asociados; el de participar al diseño, elaboración de políticas relacionadas con el futuro del campo y de la humanidad en general».

Denunciamos la militarización del campo, la criminalización de la lucha social, los desplazamientos forzados, la invasión de tierras, la apropiación de los recursos naturales y la biodiversidad por parte de capitales transnacionales y financieros.

Ratificamos la solidaridad con las mujeres campesinas y cooperativistas cubanas y con su heroica defensa del socialismo y la revolución, ellas representan un ejemplo de resistencia y de inquebrantable valor en su lucha contra el imperialismo estadounidense.

Nos declaramos en una campaña permanente de lucha contra todas las formas de violencia sexista hacia las mujeres y las niñas del campo: la violencia doméstica y sexual, el acoso sexual, el tráfico de mujeres, y la más cruda expresión del patriarcado como es el feminicidio.

Mujeres del Campo en Lucha y Resistencia Cultivando un Milenio de Justicia, Igualdad y Libertad!
Guatemala, 7 y 8 de octubre de 2005.

Relatorías de las comisiones de trabajo

I ASAMBLEA LATINOAMERICANA DE MUJERES DEL CAMPO

 

PARTICIPACION POLITICA DE LAS MUJERES EN LAS DIFERENTES INSTANCIAS

 

Relatorías de las comisiones de trabajo

 

COMISION 1

 

Problemática:

El patrón cultural ha determinado que las mujeres rurales no nos sintamos preparadas para asumir posiciones de decisión.

Existe un papel de sumisión influenciado por los roles sociales que se nos han impuesto históricamente.

No existe la misma exigencia para llegar a puestos de decisión ya que para el hombre esta posición es natural y no se discute su capacidad. Las mujeres a la vez terminamos reforzando estos privilegios con nuestra actitud.

En los diferentes niveles de participación (económica, política, organizativa), las mujeres participan efectivamente. En la mayoría de los casos esa participación no se traduce en la ocupación de cargos de dirección.

Los hombres, en la mayoría de los casos, pretenden descalificar el trabajo de la mujer que ha logrado destacar en puestos de liderazgo, en general las mujeres tenemos miedo de asumir el poder.

Existen muchas organizaciones de mujeres que realizan trabajo de género, pero la mayoría no representa la realidad de la mujer campesina.

Por otro lado, se evidencia que las desigualdades existentes en la sociedad afectan de manera distinta a hombres y mujeres (campesinas e indígenas), pero para explicar este fenómeno es necesario abordarlo desde un punto de vista de relaciones de género, etnias y clases sociales.

Es evidente el aumento de la participación económica de la mujer, pero debido a la influencia de las políticas neoliberales, esto obedece a una necesidad de sobrevivencia y esta actividad mas que aumentar la toma de conciencia de la mujer la invisibiliza.

En ocasiones las cuotas de participación de la mujer en cargos de dirección que podrían garantizar su presencia se convierten en factores de manipulación y descalificación.

 

Propuestas :

1. Trabajar el proyecto de capacitación que permita cambiar la estructura de las relaciones intrafamiliares de género (incluye hombres, mujeres hijos e hijas) desde la perspectiva de clase y etnia.

2. Capacitación en la formación de líderes y promotoras rurales con perspectiva de género

3. Capacitación de las mujeres en el quehacer ocupando los espacios con propuestas concretas y aprender haciéndolo.

4. Definir alianzas estratégicas desde la perspectiva de género, clase y etnia con las mujeres de nuestra región (niveles local, nacional y regional)

5. Promover el acceso al poder de personas (hombres y mujeres) que tengan clara la definición de las relaciones de género

6. Emprender unas campañas de lucha y denuncia de la violencia en todas sus formas contra la mujer.

7. Articular las experiencias de lucha mediante la creación de una comisión general y comisiones al interior de las organizaciones que permitan dar seguimiento a nuestro proceso y articular nuestras luchas.

8. Plantear al congreso la formación de una escuela política e ideológica de campesinas y campesinos latinoamericanos.

 

9. Plantear al congreso la realización para el ano 2001 no 2002 de un congreso latinoamericano de mujeres campesinas.

 

10. Elevar vía congreso nuestras resoluciones al próximo congreso de la Vía Campesina, para que estos puedan ser defendidos por nuestra representante de la comisión de mujeres ante esta instancia.

11. Garantizar la participación de cuando menos el 50 % de delegadas en el congreso mencionado.

12. A pesar de ser un riesgo, las cuotas de poder en los cargos de dirección deben seguir siendo impulsados y cuidados en nuestras organizaciones de mujeres mediante la creación de una comisión general y comisiones al interior de las organizaciones que permitan dar seguimiento a nuestro proceso y articular nuestras luchas.

 

MESA 2:

Partimos de un trabajo de reflexión de la situación de la participación de la mujer en las instancias de la CLOC y en nuestras organizaciones.

 

Constatamos el gran desconocimiento de la CLOC y Vía Campesina por parte de muchas participantes del equipo de discusión, también sentimos obstáculos que impiden el desarrollo total de las mujeres, tales como:

* Falta de un trabajo permanente que rescate la autoestima de las mujeres, las mujeres son las únicas responsables de los hijos.

La elitización y el distanciamiento de las cúpulas organizativas con las bases.

* Adecuar una metodología de acceso al conocimiento y a la participación de base según las necesidades reales de las mujeres.

Retomar y aplicar los acuerdos definidos en acuerdos anteriores de mujeres.

 

REFLEXIONES:

¿QUE TIPO DE PODER QUEREMOS?

 

Las mujeres debemos construir un poder diferente al tradicional: un poder colectivo para construir, valorizar y decidir con autonomía, un poder de reconocimiento, un poder de servicio a las bases, un poder inclusivo.

 

MESA 3

 

Organizamos cuatro cuestiones para orientar nuestra discusión:

1. Cómo garantizar y fortalecer la participación efectiva de mujeres en todas las instancias, incluso aquellas de decisión.

2. Cómo enfocar problemáticas específicas situando a las mujeres organizadas del campo como actores, sujetas de propuestas

3. Cuáles son los elementos estratégicos para la continuidad a largo plazo de las propuestas de las mujeres de la CLOC.

4. Cómo luchar en contra de la inpunidad en el campo.

 

PROPUESTAS

 

Las mujeres debemos conocer sobre nuestros derechos, este conocimiento es importante para discutirlos con las mujeres que están en la base. Atendiendo esto precisamos divulgar en nuestras organizaciones y países para que los dirigentes hombres, tengan este conocimiento para discutir con la familia.

 

ALGUNOS DESAFIOS:

 

a. Debemos comprometer a motivar la discusión de género como algo importante para acelerar la concientización de las mujeres.

b. Discutir mecanismos que faciliten la participación de las mujeres: Estancias infantiles.

c. En todos nuestros espacios debemos dejar claros cuales son nuestros objetivos en cuanto a clase, género y etnia. Por qué nos estamos organizando.

d. En los espacios mixtos debemos de discutir cuáles son los principales obstáculos para nuestra participación.

e. En nuestros países debemos retomar todas las discusiones de esta asamblea para nuestras bases.

f. Legitimar en la CLOC nuestra asamblea.

g. Organizar y movilizar las mujeres en la reivindicaciones y medidas de inmediatas: salud, etc.

h. La mujer debe participar en las decisiones familiares para eliminar estas desigualdades.

i. Algunos criterios deben ser revisados desde otra óptica que no sea la masculina. Capacitación y competencia.

 

REFLEXIONES

 

Queremos el poder, qué tipo de poder, qué tácticas para construir el poder.

Tenemos que ser fuertes, autodeterminadas, mas no queremos dejar de ser sensitivas, vanidosas, amorosas.

Los hombres se quiebran la cabeza para poder ser dirigentes, por qué nosotras no podemos hacerlo.

Aprender a ser dirigenta siendo dirigenta.

 

PROPUESTAS PARA CLOC

Que todos los desafíos y propuestas expresadas en la Asamblea sean asumidas por la CLOC.

La coordinación de la CLOC organice un calendario de luchas de todos los países y lo divulgue para acciones y movilizaciones conjuntas.

El ocho de marzo deberá ser de lucha con grandes movilizaciones, denunciando el proyecto neoliberal.

Trabajo de base presente y permanente.

Ecuador: Resoluciones de la Asamblea Nacional de la FENOCIN

ASAMBLEA NACIONAL ORDINARIA
 
En el marco del 42 Aniversario de organización y lucha de nuestra gloriosa, FENOCIN, los ciento ochenta representantes delegados y delegadas de las 43 Organizaciones filiales de todo el pais, reunidos en Asamblea Nacional, en la ciudad de Quito, el día 9 de abril de 2010, bajo el lema “PROMOVER LA MOVILIZACIÓN CON ORGANIZACIÓN POR LA REVOLUCIÓN”.
 
CONSIDERANDO:
 
· Que la Asamblea Nacional de  la FENOCIN realizada en el mes de noviembre de 2009, resolvió exigir al Gobierno Nacional la profundización en el cambio en las políticas agrarias y de alimentación, para dar cumplimiento al Acuerdo Patriótico de 2006, suscrito por el entonces candidato a la presidencia de la República, Rafael Correa Delgado, con las organizaciones FENACLE, FEI y FENOCIN.
 
· Que en el contexto social y político que vive el país, consideramos fundamental la movilización y presión social como mecanismo efectivo para lograr los cambios que demanda el país, amparados en el marco constitucional que garantiza la participación de los y las ciudadanas.
 
· Que ante la necesidad de profundizar la construcción del socialismo, revolución agraria, soberanía alimentaria e interculturalidad en el pais.
 
RESOLVEMOS:
 
1. Aprobar el mandato MANDATO POPULAR CAMPESINO INDÍGENA Y AFRO POR EL SUMAK KAWSAY Y EL BUEN VIVIR y encomendar a la Dirigencia Nacional la incorporación de las demandas surgidas en esta Asamblea. Asimismo, socializarlo ante las organizaciones aliadas y fraternas.
 
2. Con autonomía e independencia organizacional, retomar la incidencia social y movilización directa en pro del MANDATO POPULAR CAMPESINO INDÍGENA Y AFRO POR EL SUMAK KAWSAY Y EL BUEN VIVIR.
 
3. Declararnos en Movilizacion Permanente, para socializar, debatir y consensuar este MANDATO, desde los niveles locales, provinciales y regionales; que desembocará en la Gran Marcha Nacional por el Sumak Kawsay y el Buen Vivir, para exigir la profundizacion de los cambios necesarios a favor de los sectores populares, que de ninguna manera implica hacerle el juego a la derecha ni a los grupos opositores que buscan la desestabilizacion de este proceso.
 
Así mismo, expresamos nuestro frontal rechazo, frente a la pretención de grupos oligárquicos de derecha, entre otros la llamada Junta Cívica de Guayaquil, que mediante la abrogación de la representación popular y vocería, para generar condiciones desestabilizadoras, confundir al pueblo ecuatoriano y recomponer a los grupos económicos de poder causantes de la pobreza y misería contra la cual luchamos.
 
4. Respaldar la iniciativa de los compañeros y compañeras Asambleistas Nacionales de constituir el BLOQUE SOCIALISTA, que permitirá viavilizar las propuestas legislativas con mayor autonomía, acorde a las demandas de nuestras organizaciones campesinas, indígenas y afros, para profundizar la construcción real del socialismo, por la Soberanía Alimentaria, Revolución Agraria y la interculturalidad de la sociedad ecuatoriana.
 
5. Exigir y convocamos a los poderes del Estado instaurar un diálogo intercultural nacional permanente, serio, franco, respetuoso y vinculante con nuestra Dirigencia Nacional,  y sus bases, que conduzca al cumplimiento de este MANDATO POPULAR CAMPESINO INDÍGENA Y AFRO POR EL SUMAK KAWSAY Y EL BUEN VIVIR.
 
6. Reconocer al Comité de Empresa de la Empresa Eléctrica Quito – ENLACE por su apoyo a la realización de esta Asamblea Nacional, lo que ratifica la vocación de nuestras organizaciones populares por crecer en unidad y solidaridad de principios y lucha social.
 
Quito, 09 de abril 2010

 

 

Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas Y Negras

Por la revolución agraria, interculturalidad y la soberanía alimentaria

“Promover  la movilización con organización por la revolución”
 
1. Exigir al gobierno dejar atrás el modelo desarrollista de corte capitalista por la construcción de un nuevo modelo de desarrollo socialista para el Sumak Kausay que implica políticas de democratización de los medios de producción, re-distribución de la riqueza y diversificación de las formas de propiedad y organización.
 
Acciones concretas:
· Desprivatizar el agua y fomentar su gestión pública y comunitaria. Esto supone la eliminación de los entes privados de administración del agua montados durante toda la etapa neoliberal. No es admisible que empresas como INTERAGUA sigan existiendo a pesar de su desastrosa gestión y  los comprobados perjuicios que ha ocasionado en Guayaquil.
 
· Promover una profunda revolución agraria participativa e integral con políticas dirigidas a promover el acceso equitativo a la tierra. Para ello se necesita del diseño e implementación de instituciones que estén totalmente enfocadas hacia facilitar el proceso de redistribución de la tierra. En este contexto la creación del Fondo Nacional de tierras es de importancia radical pues crea el mecanismo idóneo para obtener los fondos suficientes para este proceso.
 
· La diferencia entre lograr o no lograr el esperado proceso de redistribución, dentro del marco constitucional, radica en si existen los suficientes fondos para esto. La redistribución de la tierra debe estar enfocada en particular hacia las mujeres rurales diversas y jóvenes, garantizando la propiedad en sus distintas formas para erradicar la concentración y el latifundio.
 
· Construir y alentar el desarrollo de sistemas productivos  agroecológicos y de sistemas de comercialización basados en ferias populares y contacto directo entre pequeños  productores y consumidores  con impulso decidido del aliento a la Soberanía Alimentaria.
 
· Es necesario avanzar hacia la implementación, en un limitado periodo de tiempo, a un salario de equidad que iguale las necesidades básicas de las y los ecuatorianos con su poder adquisitivo. En el pasado inmediato las declaraciones de implantación de este tipo de conceptos han recibido el freno desde los espacios empresariales con ayuda de las crisis locales y mundiales experimentadas. Las declaraciones de llegar al establecimiento de un salario “digno”, establecido en 320 dólares, no se han concretado en los hechos y tampoco se ha visibilizado programas ordenados para posibilitar esto en un corto plazo.
 
· Impulsar un proceso de  Reforma Agraria, la que debe ser el camino para: a) restablecer la justicia en el campo entregando la tierra a quienes la trabajan, demanda histórica de sectores campesinos, los indígenas y afros; b) Detener la  política agraria capitalista que promociona  y prioriza el agronegocio, la agroexportación; los agrocombustibles y monocultivos que contaminan y destruyen  la naturaleza, encarecen el precio de los alimentos, es causante de epidemias y pandemias y permite la dependencia de las grandes transnacionales productoras de agrotóxicos; c) restituir las tierras a los sectores indígenas,  campesinos y afros.
 
· En este sentido, es de radical importancia avanzar en la organización de los grupos de campesinos sin tierra y sin agua (GCSTA) como una nueva de organización apta para presionar el avance de los cambios en el sentido de la redistribución de la tierra y del agua. Estos grupos deben expresar el avance de los cambios y el retroceso de los grupos de derecha que rondan a movimientos país.
 
2. Exigimos pasar de la visión liberal de la democracia, a una democracia comunitaria y popular: El triunfo de la entelequia llamada ciudadanía implica la desaparición de la escena política de los sectores organizados populares, que no pueden ser atacados bajo el argumento simplista del corporativismo. Es totalmente inaceptable, que toda la organización de los sectores populares, construida por décadas, sea anulada por la novelería de sectores pseudo izquierdistas que plantean, solo desde la teoría, la construcción de esquemas de sociedad y de socialismo sin participación social.
 
El país no necesita ser diluido dentro del individualismo de los ciudadanos, necesita ser construido alrededor de la solidaridad, de la organización y participación social concreta. Esa organización ha venido evolucionando hacia la desgremialización de sus estructuras y hacia el desarrollo de visiones integrales sobre el país y sobre sus estructuras políticas sociales y económicas.
 
Sin embargo, esto solo puedes ser logrado por completo si el Estado avanza hacia formas de participación cada vez más profundas, hay que avanzar hacia el desarrollo de una democracia participativa radical que substituya a la vieja y caduca democracia representativa.
 
Acciones Concretas:
En este ámbito es de fundamental la  promoción y fortalecimiento y autonomía de la Conferencia Nacional de Soberanía Alimentaria (CNSA), que esta prescrita por ley, como un nuevo mecanismo para la elaboración de leyes con participación social.
 
3. Exigimos dejar atrás el estado colonial monocultural y neoliberal hacia un Estado y sociedad Intercultural, Incluyente y Solidario:
 
Existe en el Ecuador una conciencia sobre la urgencia de impulsar la interculturalidad, además, que está reconocida en el nuevo marco constitucional. Pero nuestro país tiene mucho camino que recorrer para consolidarse como intercultural. Para ello debe no solo renovar sus leyes, sino sus instituciones, su tejido social interno. Todo eso supone el impulso de nuevas prácticas culturales. Y para ello el sistema educativo es crucial. Ecuador tiene el mérito de haber creado un sistema especial de educación indígena “bilingüe intercultural”. Este es un paso serio, que debemos apreciar, sobre todo porque se propone como objetivo la interculturalidad. Pero ese sistema educativo tiene que ser ciertamente  intercultural. Ahora tiende más bien a ser etnocentrista, con una estructura aislada del conjunto de nuestra educación nacional.
 
Forjar una sociedad intercultural es una gran tarea y un gran desafío. Va mucho más allá de tomar medidas de estado o emitir leyes. Es, ante todo, impulsar desde el Estado, por una parte, y desde la propia sociedad por otra, el reconocimiento de las diferencias, la superación de los prejuicios, la valorización del otro, y la construcción de ese espacio común que podremos identificar como “propio” de todos.
 
Una sociedad intercultural es aquella en donde se da un proceso dinámico, sostenido y permanente de relación, comunicación y aprendizaje mutuo. Allí se da un esfuerzo colectivo y consciente por desarrollar las potencialidades de personas y grupos que tienen diferencias culturales, sobre una base de respeto y creatividad, más allá de actitudes individuales y colectivas que mantienen el desprecio, el etnocentrismo, la explotación económica y la desigualdad social. La interculturalidad no es tolerarse mutuamente, sino construir puentes de relación e instituciones que garanticen la diversidad, pero también la interrelación creativa. No es solo reconocer al “otro”, sino también entender que la relación enriquece a todo el conglomerado social, creando un espacio no solo de contacto sino de generación de una nueva realidad común. El Ecuador del siglo XXI debe ser esa realidad común.
 
Acciones concretas:
 
Exigir la pronta constitución de los Consejos de Igualdad en cumplimiento de los acuerdos de democratizar las instituciones como el CODENPE, CODAE, CODEPMOC, para viabilizar la construcción del Estado Intercultural. Asimismo, la implementación del Consejo de Movimientos Sociales por el Sumak Kawsay tiene como objetivo principal generar un espacio para definir una agenda política basada en el crecimiento del tejido social, movilización, formación, capacidad propositiva que discuta temas nacionales y sea una instancia de debate reflexión, consenso, seguimiento, información y debate entre gobierno y los movimientos sociales.
 
 
4. Convocamos a la construcción del Frente de Unidad Popular y Social para combatir a la individuación y al capitalismo:
Es necesario el desarrollo de un frente de los sectores populares organizados que avance hacia la complementariedad y que abandone viejas rencillas de origen gremial que coartan las visiones integrales y que proporcionan argumentos a las visiones pseudo – izquierdistas que intentan igualar a las organizaciones sociales del país con las visiones fragmentarias de los viejos esquemas de organización gremial.
 
Es necesario hacer ver que no solo la individuación, la dilución en la entelequia de lo ciudadano, asegura una visión integral. De hecho, la adopción de los conceptos de ciudadanía no solo que no construye visiones integrales, sino que lleva lo gremial antiguo hacia lo individual y por lo tanto fragmenta más la organización del pueblo. Es necesario demostrar que dentro de la organización social hay como evolucionar hacia visiones integrales que no atraviesen por la fragmentación y la no organización.
 
La FENOCIN debe avanzar hacia el diseño e implementación de espacios de encuentro y de coordinación entre los movimientos sociales del campo, primero, y luego entre todos los movimientos sociales y populares. Debemos lograr puntos de contacto cada vez más eficientes y, finalmente, debemos implementar una forma de relación entre todos que nos permita la construcción de visiones integrales del país y de la sociedad. Debemos abandonar los límites mentales del pasado, debemos hacer concesiones mutuas y debemos lograr complementariedades.
 

Declaración final

DECLARACION FINAL

Por los caminos de América

 

hay tanto dolor y llanto

 

nubes, misterio y encanto

 

que envuelven nuestro caminar.

 

Hay cruces en los caminos

 

piedras manchadas de sangre

 

apuntando como flechas

 

dónde está la libertad.

Zé Vicente

América Latina sigue viviendo bajo la dominación política y económica del imperialismo norteamericano. En el marco de la reestructuración del mercado mundial y la conformación de democracias formales y tuteladas en América Latina, se han aplicado políticas de ajuste y se han privatizado y entregado las economías nacionales al capital internacional.

Las políticas neoliberales en el agro Latinoamericano se han expresado en francos retrocesos de las reformas agrarias, con legislaciones anticampesinas que tienen como fin lanzar al mercado millones de hectáreas de tierras y facilitar procesos de reconcentración de las mismas. También han ocasionado un alarmante crecimiento de la pobreza, migraciones hacia las ciudades y destrucción de las economías campesinas.

Ante esta situación, la resistencia campesina e indígena se ha manifestado a través de la movilización, ocupaciones de tierras, impulso de alternativas autogestionarias para enfrentar los retos de la producción, los servicios y el mercado.

Parte de esto ha significado el impulso de la campaña 500 años de Resistencia Indígena, Negra y Popular, promovida desde 1989, con la cual se desarrolló una movilización a nivel continental. Fruto de ella fue el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a Rigoberta Menchú y la declaración de la ONU del Decenio de los Pueblos Indígenas.

Bajo este espíritu de unidad en la diversidad, un número significativo de organizaciones del campo Latinoamericano y del Caribe, acordamos convocar al I Congreso Latinoamericano (CLOC), realizado entre el 21 y 25 de febrero de 1994, en Lima, Perú, con el propósito de intercambiar experiencias entre nuestras organizaciones y buscar formas de coordinación y de acciones conjuntas.

Hoy hemos concluido exitosamente nuestro I Congreso. Hemos alcanzado los objetivos que nos planteamos, con la participación de 238 delegados, de 84 organizaciones gremiales, procedentes de 18 países de América Latina y 3 de Europa.

Gracias a la participación y aportes de todos los delegados hemos arribado a conclusiones esperanzadoras. En el aspecto agrario concluimos que el derecho de los campesinos a la tierra y de los indígenas a su territorio es irrenunciable e irrevocable y forma parte de los derechos humanos. Que una verdadera reforma agraria supone profundos cambios en las estructuras sociales y productivas, un reordenamiento de la legislación anticampesina que garantice las formas de propiedad social y la conducción directa de la tierra. No más tierras en pocas manos, ni muchas manos sin tierra.

Convenimos que es fundamental promover el acceso de los pequeños y medianos productores al crédito, asistencia técnica e investigación, mercados seguros y precios justos para sus productos, seguro agrícola y servicios básicos; impulsar formas alternativas de autodesarrollo e integración económica desde nuestras organizaciones, tanto a nivel local, nacional, como a nivel de América Latina; y trabajar por una agricultura autosostenible que garantice el mejoramiento de la calidad de vida de la población, el uso racional de los recursos naturales y la preservación de nuestros recursos genéticos.

Mantendremos con firmeza nuestra lucha por el respeto a la identidad cultural, a la autoderminación y al territorio de los pueblos indios; buscaremos en todo momento la unidad de los indígenas y campesinos; lucharemos por la aprobación del proyecto de Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas por la ONU.

La lucha de las mujeres del campo es la lucha de todos; no es un problema sólo de las mujeres sino de todos los explotados, de toda la sociedad. Trabajaremos por una mística latinoamericana que supere todo tipo de discriminación y violencia contra la mujer, facilitando y apoyando su participación activa y con iguales derechos que el hombre en las diferentes instancias de decisión. Debemos buscar que la niñez y la juventud tengan una especial atención; como organizaciones del campo lucharemos por garantizar su alimentación, educación, salud, recreación y su seguridad. Que no haya más niños explotados ni juventud sin empleo.

Demandamos una educación que responda a los problemas y necesidades de transformación y desarrollo integral del campo, que afirme los valores culturales de las comunidades campesinas y pueblos indígenas. Nuestras organizaciones campesinas se responsabilizarán por la salud en las zonas rurales, impulsando campañas preventivas, de difusión, capacitación, programas y revaloración de la medicina tradicional.

Es necesario readecuar nuestras formas de organización y de lucha, tomando en cuenta los cambios políticos y económicos impuestos por el neoliberalismo. Es necesario fortalecer la autonomía de las organizaciones campesinas frente al Estado, ONGs, iglesias y partidos políticos.

Denunciamos la represión y persecución de militantes y dirigentes campesinos que, en algunos casos, sufren encarcelamientos bajo el pretexto de combatir la subversión y el narcotráfico; exigimos el esclarecimiento de acciones represivas y masacres contra campesinos, indígenas y otros sectores del pueblo y castigo a sus responsables, como es el caso de la desaparición y muerte de 9 estudiantes y un profesor de la Universidad la Cantuta a manos de militares en el Perú. Exigimos la libertad de luchadores campesinos e indígenas como de los presos políticos en todo el continente.

También demandamos la despenalización del cultivo y comercialización de la hoja de coca, ya que forma parte de la cultura y la economía de diversos pueblos indígenas de Bolivia y Perú. Nosotros revaloramos a la hoja de coca como un elemento cultural ancestral de nuestros pueblos originarios.

Teniendo en cuenta los diversos aspectos trabajados en el I Congreso Latinoamericano de Organizaciones del Campo hacemos un llamado a unir nuestras fuerzas y experiencia acumulada, a readecuar nuestras formas de lucha y a renovar nuestras propuestas organizativas y programáticas conforme los nuevos tiempos.

Debemos generar conciencia acerca de que la cuestión agraria e indígena en América Latina es un problema que compete a toda la sociedad y como tal debemos abordarla dentro de una estrategia de poder alternativo y popular. En ese sentido, llamamos a todas las organizaciones sociales, a los investigadores, a los medios de comunicación, y a las iglesias, para que apoyen todos los esfuerzos encaminados a lograr la unidad duradera de campesinos e indígenas del continente.

Expresamos nuestra solidaridad activa y militante con la revolución Cubana, ejemplo de resistencia y lucha consecuente contra el imperialismo. Demandamos el levantamiento del bloqueo norteamericano a dicho país y el cese inmediato de todo tipo de hostilidades que impidan su estabilidad y desarrollo.

Nuestra solidaridad con los pueblos de Haití, Panamá y Chiapas, los cuales son objeto hoy de diversos atropellos a sus derechos y que nos señalan pautas a tener en cuenta para enfrentar de mejor manera los problemas que aquejan a nuestros pueblos y zonas rurales.

Levántate América, madre de tantas raíces, continente de la esperanza, tierra del futuro, tierra de Martí, tierra de Zapata, tierra de Mariátegui, tierra de Sandino, tierra de Bolívar y de tantos héroes y heroínas, a quienes rendimos desde aquí nuestro homenaje.