15 de setiembre de 2014
El acaparamiento de tierras en el planeta crece implacable.
No es sólo su utilización para emprendimientos agrícolas industriales de monocultivo de materias primas de exportación, ni la producción dislocada de alimentos en otros países.
Implica extractivismo: agua, minería, petróleo, deforestación, narcotráfico, servicios ambientales y proyectos REDD (es decir territorios enajenados aparentemente en resguardo) y la especulación subsecuente con ellos, el turismo, el desarrollo inmobiliario y la urbanización, la geopolítica militar y mucho más.
En este número de Nyéléni, queremos asomarnos un poco a este fenómeno creciente y a las posibilidades de resistirlo desde nuestras comunidades.