La acción policial se produjo el jueves (14), dejando a cerca de 300 familias desalojadas.
Hoy, bajo la lluvia y el frío, el Comando de Misiones Especiales (CME) llegó al Campamento Hugo Chávez para efectuar el desalojo de las 300 familias que viven allí. Este es otro desalojo entre los 20 programados en la región, todos emitidos por el juez Amarildo Mazzuti de la Corte Agraria de Marabá.
Con 10 días para Navidad, estas familias no tienen a dónde ir, y sus hijos no podrán terminar su año escolar, ya que su escuela, que estaba ubicada en el Campamento, también fue destruida.
El gobierno estatal, así como otras agencias públicas, no hicieron nada para evitar tales violaciones de derechos humanos y no propusieron ninguna solución alternativa al conflicto. Las familias resistieron hasta el último momento, al no poder seguir manejando la situación, decidieron comenzar el desmantelamiento del campamento.
En este momento, las familias están organizando un campamento temporal dentro de un asentamiento cercano de MST.
En los últimos días, pistoleros han atacado a los campesinos Sin Tierra, lo que ha resultado en una gran movilización de amigos y organizaciones que han dado su solidaridad y han abierto una vez más el debate sobre la situación de la tierra y la violencia en la región.
El MST y las familias del Campamento Hugo Chávez agradecen los cientos de gestos de solidaridad de Brasil y del exterior. Todas las cartas de apoyo y solidaridad fueron leídas a las familias ayer por la anoche y hoy por la mañana, mientras resistían la acción policial. Tus palabras les dieron fuerza y esperanza.
Nuestra respuesta a tan sorprendente solidaridad es nuestro compromiso con la lucha por la Reforma Agraria y la justicia social.
¡No nos rendiremos!
Mientras el latifundio quiere guerra, nosotros queremos tierra!
MST – Dirección del Estado de Pará