En la tarde de este miércoles (6), alrededor de las 16h30, dos hombres armados rodearon al dirigente del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra, Silvio Netto, apuntando armas contra su cabeza. Silvinho, como es conocido, volvía del área Quilombo Campo Grande (antigua Usina Ariadnópolis), donde es asentado de la Reforma Agraria, cuando los hombres lo obligaron a detener el coche y realizaron amenazas. El crimen no se produjo, porque durante la intimidación otro vehículo pasó por el lugar y los pistoleros huyeron en coche. Ellos todavía dieron un plazo de dos días para que Silvio dejara la ciudad, o mataría a su esposa e hijos.
En el municipio de Campo do Meio, la demora en la resolución del conflicto, que dura casi veinte años, ha permitido que acciones de sicarios se vuelvan cada día más frecuentes. Hace dos semanas otro compañero de la coordinación regional sufrió cuatro disparos en su dirección. El movimiento encaminó el boletín de ocurrencia y exige que el poder público tome medidas efectivas para evitar un nuevo asesinato en el campo.
Para el MST, este es otro signo de intensificación de las acciones de sectores de la derecha que profundizan el golpe de Estado. Es sintomático cómo las cosas suceden al mismo tiempo. Mientras en Belo Horizonte, capital minera, los actuales rectores y los ex-rectores de la UFMG son conducidos coercitivamente, empleando a la Policía Federal para una operación completamente arbitraria; en el campo, la derecha se manifiesta con los viejos sicarios, amenazas y asesinatos de dirigentes.