16 de abril de 2016
Historias para no olvidar. Situación del campesinado cubano antes de 1959.
En el presente documento pretendemos exponer algunos elementos que ilustran fehacientemente la situación que presentaban los campesinos cubanos antes de 1959. Para ello nos basaremos en la encuesta realizada por miembros de la Agrupación Católica Universitaria (ACU) de La Habana a fines de 1956 y principios de 1957, publicada en un folleto titulado ¿Por qué reforma agraria ?,constituyendo una de las referencias más valiosas y concretas sobre las verdaderas condiciones en que vivían esa parte de la población y de la convicción generalizada que había sobre la necesidad de emprender cambios profundos para eliminar manifestaciones tan escandalosas de injusticia social.
En la introducción de este trabajo también se señala:
• El titulo con que fue publicada no deja dudas, corrobora que en aquel entonces existían la inquietud y el conocimiento de lo urgente que era emprender transformaciones profundas.
• Los resultados básicos que arrojó esta encuesta, a pesar de objeciones de tipo metodológico que pudieran hacérseles, tuvieron el valor agregado de haber sido obtenidos por una organización católica, conservadora e integrada por personas de la clase media y alta. Contra ella no podían alzarse sospechas ò acusaciones de izquierdismo de cualquier tipo.
La encuesta tenía por objeto tres fines principales:
• Hacer por primera vez en Cuba una estadística detallada y verdadera de las condiciones de vida de los trabajadores agrícolas, que sirviera de base firme para analizar los problemas económicos-sociales y encontrar soluciones.
• Propiciar que los agrupados de las ciudades tuvieran una oportunidad de palpar la realidad de nuestros campos y comprender sus dificultades.
• Poder afirmar con conocimiento de causa y con las pruebas en la mano, que los campesinos cubanos se debaten entre el abandono y la impotencia por la culpa del egoísmo nacional y que nuestra Nación no podría aspirar al progreso verdadero, mientras no se preste la atención debida a nuestro campo.
La familia del trabajador agrícola cubano con 6 personas como promedio, solo tiene de ingresos al año la cantidad de 548,75 pesos o sea un promedio anual por persona 91,56 pesos. Constituían el 34 % de la población cubana y sólo tienen el ingreso del 10% de los ingresos nacionales.
En otro momento el documento señala:
• Nuestra querida Patria sigue sufriendo intensamente los males del latifundio absentista, en que la riqueza se produce en el campo pero se disfruta en la Habana y añadía:
• El trabajador agrícola cubano, engañado por los gobiernos y olvidado por los dirigentes de todos los sectores nacionales, se mantienen asombrosamente honesto, moral y humano, esperando con tristeza pero con dignidad, que los más preparados y mejor dotados vengan a abrirle el camino y enseñarle a marchar hacia el desarrollo y el progreso.
A continuación expondremos los principales resultados de esta encuesta que reafirman lo expresado por el Dr. José Ignacio Lasaga al término de una reunión de evaluación del trabajo, cito:
»En todos mis recorridos por Europa, América y África, pocas veces encontré campesinos que vivieran más miserablemente que el trabajador agrícola cubano», fin de la cita.
El índice de desnutrición era del 91%.
El peso promedio según la talla debía ser de 153 lbs, el real arrojó 137 lbs, es decir 16 libras menos.
Sólo el 45% mencionó la carne como integrante de su ración alimentaria.
• Menos del 1% consumía pescado.
• Huevos, lo consumían solo el 2,12 %.
• Leche, la tomaban el 11,22 %.
• Las viandas constituían el 22 % de la alimentación.
• En el campo se consumía menos frutas que en la capital.
• Frijol vegetal rico en proteínas, era el alimento básico de la dieta campesina.
• El arroz, principal fuente de elementos energéticos, suministra el 24 % de la dieta total.
Todo ello implicaba que las personas estuviesen desnutridas, precozmente envejecidas y dientes caídos, así como un rendimiento laboral bajo.
Enfermedades.
• 14 % de los entrevistados padecía o ha padecido de tuberculosis.
• 13 % de los trabajadores agrícolas ha padecido de fiebre tifoidea (enfermedad trasmitida por el agua y la tierra).
Sólo el 6% de las viviendas tenían suministros de agua por cañería.
• El 36% poseía parasitismo intestinal.
• El 31 % de los campesinos habían padecido de paludismo.
En cuanto a la asistencia médica, el promedio de gastos de familia en atención medica era de 2 pesos (familia de 6 personas como promedio) de ahí que la mayoría de las enfermedades no recibían ninguna atención médica.
El 80,76 % de los entrevistados declaró que recibía auxilio únicamente del médico pago (particular que cobra sus servicios).
Sólo el 8 % recibía atención gratuita del Estado.
Referente a la situación de las viviendas la encuesta arrojó que:
• El 63,96 % no tenía inodoro, ni letrina.
• El 82,62 % no tenía baño, ni ducha.
• Sólo el 7,26 % tenía electricidad.
• El 60,35 % vivía en casas de madera, guano y piso de tierra.
En el orden social:
– El 43 % de los campesinos no sabía leer ni escribir.
– El 49,54 % laboraba los siete días de la semana.
El 15 % de los que trabajaban lo hacían a pesar de haber cumplido los 60 años de edad.
• El 44 % nunca han asistido a la escuela, señalando entre las causas la escasez de aulas rurales, mala distribución de los maestros y carencia de estos.
• El 42,22 % de las casas, reportadas como en malas condiciones higiénicas.
Esta situación en las que malvivían las familias campesinas en Cuba fue denunciada por el Líder histórico de la Revolución cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en su histórico alegato »La Historia me absolverá» en 1953. En el Programa del Moncada Fidel señaló:
• Que el 73 % de las tierras cultivables del país estaban en manos de grandes compañías extranjeras y terratenientes criollos.
• El 85 % de los campesinos pagaban rentas y eran constantemente amenazados por el desalojo.
• Más de 127 mil familias campesinas trabajaban tierras que no eran suyas.
• El 47% de la población era analfabeta.
• La situación de la salud era deprimente.
• Las viviendas carecían del mínimo de condiciones.
• La alimentación era a base de carbohidratos.
• Los derechos políticos del campesino eran prácticamente nulo.
• Los campesinos vivían con las expectativas de las falsas promesas.
Volviendo a la encuesta de la ACU, se preguntó:
¿Qué cree Ud conveniente para que la situación del campesino fuera mejor?, ¿De qué espera la solución?, ¿De quién la espera?
El 73,46 % cree que la solución descansa en que se le ofrezca más fuentes de trabajo, aún en estas condiciones y levanta la voz para pedir más trabajo.
Otros respondieron: más escuelas, más caminos, más hospitales.
Sobre la solución y quien, los resultados fueron:
• El Gobierno, el 69%.
• Los patronos, el 16,72 % (controlan el capital y la técnica).
• Los sindicatos, el 6,82 % (confía poco o muy poco en estos).
• Los masones, el 4,30 %.
• La iglesia, el 3 %
Anteriormente habíamos señalado que en el trabajo publicado por la ACU bajo el titulo ¿Por qué reforma agraria?, se plantea: «El trabajador agrícola cubano, engañado por los gobiernos y olvidado por los dirigentes de todos los sectores nacionales, se mantienen asombrosamente honesto, moral y humano esperando con tristeza pero con dignidad, que los más preparados y mejor dotados vengan a abrirle el camino y enseñarle a marchar hacia el desarrollo y el progreso».
Ese camino quedo abierto definitivamente el 1ro de enero de 1959, con el triunfo de la Revolución.
El 17 de mayo de 1959 en la Comandancia de la Plata se comenzó a materializar el Programa del Moncada para aquellos hombres y mujeres del campo que habían sido engañados por los gobiernos y olvidados, al firmar el Jefe de la Revolución la Primera Ley de Reforma Agraria, que perseguía tres objetivos fundamentales:
1. Eliminación del gran latifundio en Cuba.
2. Entrega de las tierras a los campesinos que la trabajan y no eran dueños.
3. Iniciar el proceso de transformación agraria en Cuba.
El proceso de transformación agraria, incluyó otros elementos:
• Créditos.
• Insumos-
• Asistencia técnica.
• Precios justos para las producciones.
• Mercados seguros y estables.
• Vías de comunicación y transporte.
• Salud y educación gratuitas.
Y lo más importante, gracias a la Revolución las campesinas y campesinos recobraron su dignidad.
A la pregunta sobre la solución y de quien la espera, recordemos que el 69% manifestó el Gobierno y sólo el Gobierno revolucionario lo cumplió y lo ha continuado cumpliendo. El 6,82 % respondió por los sindicatos (confía poco o muy poco en estos).
En una oportunidad Fidel señaló: «Los campesinos cubanos no se incorporaron a la Revolución para que esta les diera tierra, sino para que le ayudara a recuperarla». Como parte del proceso de transformación agraria y la desconfianza en los sindicatos, el 17 de mayo de 1961 se constituye la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños», Organización que representa los intereses económicos, políticos y sociales de los más de 378 mil asociados y sus familiares y que en el mes de mayo de 2015 celebró su XI Congreso comprometidos con su Revolución y su pueblo.
En las conclusiones de ¿Por qué reforma agraria? se plantea, cito:
…Son muchas las soluciones que hay si se quiere actuar de buena fe.
Las responsabilidades de este gran pecado social recaen sobre todos, aunque no en igual medida. Sobre los gobernantes que no han sabido dictar las leyes nacionales que sirvan de estímulo a una mayor producción y una mejor distribución. Sobre los capitalistas que no han querido poner a producir con la mayor eficiencia posible sus bienes materiales y cuando lo han hecho no han cumplido la función social de la producción de compartir equitativamente los beneficios producidos.
Ya es hora que nuestra nación deje de ser feudo privado de algunos poderosos, tenemos la firme esperanza de que dentro de algunos años Cuba será no propiedad de unos pocos, sino de todos los cubanos…(fin de la cita)
Esa hora llegó con la clarinada del 1ro de enero de 1959, cumpliéndose el precepto martiano de Independencia y justicia social, para todos y con el bien de todos.
Hoy, inmersos en el cumplimiento de los objetivos del XI Congreso de nuestra aguerrida Organización y en la conmemoración del 55 Aniversario de la Constitución de la ANAP, trabajamos con más entusiasmo, responsabilidad y compromiso para cumplir con el deber patriótico número uno del campesinado cubano » Producir para el Pueblo».
El trabajo político e ideológico con los hombres y mujeres que laboran en nuestros campos, profundizar en el estudio de nuestra historia, en cómo vivían nuestros antecesores antes el 1ro de enero de 1959 y su enseñanza a las nuevas generaciones, constituyen tareas esenciales de la ANAP, sus cuadros y asociados, para no permitir jamás que vuelvan a establecerse en nuestro país las ideas y el modo capitalista de vida.
Reafirmamos los valores de honradez, honor, humanismo y dignidad que han caracterizado al campesinado cubano, siendo consecuentes con el lema del 55 Aniversario: ¨Sembrando ideas, defendemos la Revolución¨.